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2006
1
INTRODUCCIÓN GENERAL
2
CAPÍTULO I
NOCIONES BÁSICAS DE VICTIMOLOGÍA
La relación entre la víctima del delito y el sistema de justicia penal, es un tema que
ha suscitado un amplio interés en los últimos años. Después de varios siglos de
invisibilización1, la víctima reaparece, como una preocupación central de la política
criminal. Como prueba de este interés hay gran cantidad de trabajos publicados
recientemente, el abordaje del problema en la agenda de reuniones científicas, los
movimientos internacionales que trabajan por los derechos de las víctimas del delito
y muy especialmente, las reformas a las diversas legislaciones, así como la
promulgación de instrumentos internacionales, que desarrollan los derechos de esta
parte procesal. De tal manera, la investigación de la influencia y participación de la
víctima, en la formulación y realización de la política criminal de los Estados,
resulta de carácter imperante en la actualidad.
SECCIÓN I
OBJETO DE ESTUDIO DE LA VICTIMOLOGÍA
Según Alberto Bovino2, no todas las cuestiones vinculadas con la víctima del
delito constituyen el objeto de la Victimología, ya que ésta es una disciplina
empírica, de corte sociológico, cuyo objeto de estudio se centra en la víctima del
delito. Por este motivo, la Victimología intenta explicar las causas de la
victimización, las relaciones entre autor y víctima y también las relaciones entre
víctima y justicia penal.
“La victimología entonces, podría ser considerada la contracara de las disciplinas
criminológicas que centran su atención sobre el individuo infractor. Si bien es cierto
que las conclusiones de la victimología sirven como presupuesto para diseñar una
política criminal que atienda los intereses de la víctima, no debemos olvidar que una
1
“En el derecho continental, la víctima desaparece con el advenimiento de la Inquisición, que desde el siglo XIII hasta el
siglo XVIII se impone como modelo hegemónico en el Derecho de Europa continental como régimen común para los casos
penales.” MAIER (Julio), Derecho Procesal Penal, T. I, p. 288.
2
BOVINO (Alberto): Conferencia pronunciada en el Primer Congreso de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica,
“Sistemas penales y derechos humanos”, en San José, el 31 de mayo de 1997. Publicada en AA.VV, Ed. CONAMAJ, San
José, 1997, p 199, en : Problemas del Derecho Procesal Penal contemporáneo, Editores del Puerto, 1998.
3
política criminal orientada a la víctima no es victimología. Un operador político criminal
no se transforma en victimólogo cuando influye en decisiones políticas que afectan a
la víctima, tampoco se transforma en criminólogo cuando se ocupa de la posición del
criminalizado o de la actuación de la justicia penal.” 3
SECCIÓN II
LA VÍCTIMA DESDE EL PUNTO DE VISTA PROCESAL PENAL
3
Conferencia pronunciada en el Primer Congreso de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, “Sistemas penales y
derechos humanos”, BOVINO (Alberto), op.cit.
4
Cuando se trata de una persona física, quien padece la violencia que se genera en el comportamiento del ofensor, ésta sufre
física, psicológica y socialmente a consecuencia de dicha agresión, produciéndose una disminución del sentimiento de
seguridad individual y colectivo, porque el delito afecta profundamente no sólo a la víctima, sino también a su familia y a su
comunidad.
5
CONEJO (Milena): “Cómo enfrenta el sistema de justicia penal costarricense la tutela de los derechos de las víctimas de
delitos” artículo que tomó como base el Módulo elaborado con el Programa de Cooperación PNUD- Escuela Judicial, con
participación de los docentes nacionales: Carlos Ma. Jiménez, Mayra Campos, Alberto Alpízar, Fernando Cubero, Teresita
Rodríguez y Milena Conejo, así como el consultor español: Francisco de Jorge Mesas.
4
La legislación procesal penal costarricense en su artículo 70, establece como víctima
al: directamente ofendido por el delito6; cónyuge o conviviente por más de dos años,
hijo o padre adoptivo, parientes dentro del tercer grado por consanguinidad o
segundo por afinidad; al heredero judicialmente declarado en los delitos cuyo
resultado es la muerte de la víctima 7, así como los miembros de una asociación
ofendida, en los delitos cometidos por quienes la dirigen, administran o controlan.
CAPÍTULO II
TIPOS DE VICTIMIZACIÓN E IMPACTO
SECCIÓN I
TIPOS DE VICTIMIZACIÓN
5
constata que tal ejercicio abusivo demanda la protección de los derechos de quien lo
sufre.8 Según la tesis expuesta, este primer reconocimiento legislativo de la víctima
es lo que se conoce como “victimización primaria” que, a nuestro juicio, podríamos
denominar VICTIMIZACIÓN PRIMARIA GENERAL en contraposición a la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA PARTICULAR que opera cuando una persona ya
seleccionada en forma general (por el tipo de delito de que se trata), es atacada de
forma particular en sus derechos, por parte de un autor específico.
B) VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA:
Continúa señalando el autor que una vez determinada legalmente la víctima, la
victimización secundaria surge con la acción punitiva ejercida por el mismo poder
público, sea a nivel policial o judicial, en la aplicación de la ley penal contra una
persona concreta a quien se le atribuye un hecho delictuoso. Es la relación de la
víctima con la policía, el fiscal, el juez y el personal penitenciario, que nace una vez
interpuesta la denuncia o iniciada la investigación criminal por parte del aparato
estatal, proceso que da pie a una relación víctima-sistema penal, que casi por lo
general, revictimiza a la parte ofendida, a la cual se la mira como un simple testigo
más, sin mayor diferencia, salvo en lo atinente a algunos derechos que le asisten
como parte con un interés directo en el conflicto. En este proceso, según García
Pablos de Molina, los propios órganos e instancias de control penal con su
indiferencia burocrática, incrementan y perpetúan los efectos nocivos del delito. 9
Se ha dicho que las reformas actuales al proceso penal, mediante las cuales se
pretende rescatar a la víctima -por décadas olvidada- y devolverle su conflicto a las
partes, empoderándolas para la solución de su problema, coadyuva a una menor
revictimización de la parte afectada, ya que “el secuestro del conflicto” por parte del
Estado, lejos de resolverlo, acentúa el proceso de victimización.
C) VICTIMIZACIÓN TERCIARIA:
Es la revictimización producida por los medios de difusión masiva, ya que en
gran cantidad de oportunidades, la cobertura de noticias y especialmente, los
denominados “sucesos”, se refieren al hecho criminal en una forma
deshumanizante y con resultados muy traumáticos para los afectados; alcanza a
los hijos y demás familiares de las víctimas. En ese sentido, es importante que los
medios de información reporten los acontecimientos sin aumentar su impacto
sobre las víctimas y sin inmiscuirse en sus situaciones privadas. Otras veces, las
preguntas insensibles de los periodistas, profundizan el dolor de aquéllas. Resulta
preocupante que estas personas que ya han sido lesionadas y que obviamente,
necesitan atención y consuelo, sean explotadas para lograr niveles de audiencia
mayores.
SECCIÓN II
EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA
8
ZAFFARONI (Eugenio Raúl), Derecho Penal, Parte General, Buenos Aires, Ediar Sociedad Anónima Editora, 2000,
p 7-14.
9 Sobre revictimización en el proceso penal, ver Sala Tercera de Casación, Nº 2000-01017de las 10 H 33 del 1 de
septiembre del 2000.
6
Se define como “impacto” la “huella o señal que deja” algo. En ese sentido, de
acuerdo con lo arriba expuesto, el impacto puede verse desde el punto de vista de la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA GENERAL o bien, desde el punto de vista de la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA PARTICULAR, según interesen los efectos del acto de
criminalización estatal o los efectos de un delito en particular cometido en la
realidad, por el delincuente. Con base en la primera hipótesis, podríamos establecer
que los efectos de la victimización primaria general, se reducen a la posibilidad de
apertura de un proceso penal, al cual, se haría comparecer a la víctima (una vez que
se produzca la victimización primaria particular), en calidad de testigo y muchas
veces, como objeto de prueba a fin de determinar la real existencia del hecho
denunciado; o bien, a la posibilidad de que ésta comparezca ante las agencias
judiciales en demanda de sus intereses, sea como denunciante, querellante o actora
civil. Por otra parte, tenemos el impacto referente a los efectos del ilícito perpetrado,
los cuales se podrían presentar a nivel físico, psicológico, familiar, laboral,
patrimonial y social simultáneamente, o sólo en algunos de dichos sectores, según
sea el caso. Por ejemplo, en el delito de lesiones culposas, vemos que se ven
comprometidos todos los niveles mencionados, ya que al lesionarse a la víctima de
forma temporal o permanentemente incapacitante, se infiere que la misma se ve
afectada a nivel físico, laboral, emocional, económico (dados los gastos en
curaciones y otros), familiar (dada la referida incapacidad que la imposibilita para
asumir su papel particular en el núcleo familiar) y social, en virtud de los costos que
el accidente en sí mismo conlleva a nivel estatal e institucional, así como los gastos
procesales de la investigación criminal y los correspondientes a las atenciones
requeridas por la parte agraviada en instituciones de salud y centros de
rehabilitación de la Caja Costarricense del Seguro Social y el Instituto Nacional de
Seguros.
7
CAPÍTULO III
LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN EL DELITO DE VIOLACIÓN
Nuestro legislador estableció en el Art 156 del Código Penal, que será sancionado
con pena de prisión de 10 a 16 años, quien se haga acceder o tenga acceso carnal
por vía oral, anal o vaginal, con una persona de cualquier sexo en los siguientes
casos: a) cuando la víctima sea menor de 12 años, b) incapaz o se encuentre
incapacitada para resistir y c) cuando se emplee violencia corporal o intimidación .
“La misma pena se impondrá si la acción consiste en introducir por vía vaginal o
anal, uno o varios dedos u objetos”. De ahí se infiere que las personas victimizadas
primariamente (de modo general), en este delito son:
1- Los menores de 12 años.
2- Los incapaces o que se encuentren incapacitados para resistir.
3- Todos aquéllos contra quienes se emplee violencia corporal o intimidación y
siempre que con relación a ellos, se hubieran realizado los verbos supra
citados.
Se ha dicho insistentemente, tanto en doctrina como en jurisprudencia, que el
delito de violación es un “atentado a la libertad o autodeterminación sexual” 10, que
se comete mediante violencia física o moral, o contra menores de doce años o
incapaces mentalmente, para resistir. Es decir, se configura cuando el
consentimiento de la víctima falta por completo, ya sea porque el autor le impone su
voluntad o porque aquélla no puede prestar un consentimiento legalmente válido.
Podría decirse incluso, sin temor a exagerar que, más que a la libertad sexual, la
violencia sexual es una ofensa a la dignidad humana al “cosificar” o
instrumentalizar a una persona con fines sexuales. Dicha violencia trasciende todos
los sectores de la sociedad, independientemente de su clase, raza o grupo étnico,
nivel de ingresos, cultural, educacional, edad y religión; y no sólo es preocupante
por las secuelas psicológicas inmediatas 11, sino también, por sus efectos sobre la
reproducción de esquemas de comportamiento social violentos. Al respecto, se ha
dicho que existe una
estrecha relación entre el abuso infantil y la propensión a conductas violentas por
parte de los adultos que lo sufrieron en su niñez, cuestión ésta que, si bien, es
debatible –en cuanto al delito de violación se refiere- (visto que la mayoría de las
veces, la víctima es una mujer o un menor de edad, no obstante lo cual, casi no se
conocen casos de mujeres victimarias por hechos semejantes, siendo por lo general,
un victimario varón), también debe considerarse que en cuanto la víctima sea un
varón, resulta más factible la reproducción del esquema sexual violento, así como
que la reiteración del mencionado comportamiento no requiere necesariamente, de
que su autor haya sido victimizado, sino que basta con que en sus vivencias
infantiles haya presenciado o le consten de algún modo, tales abusos de parte de
sus parientes, etc, contra otros, de donde se desprende la posibilidad de que la
indicada conducta desviada se constituya en un modelo a seguir. Por ello, es
importante un abordaje adecuado, que permita la ruptura del ciclo de violencia y
8
disminuya el riesgo de traslado del citado esquema de poder de una generación a
otra.
SECCIÓN I
ANÁLISIS VICTIMOLÓGICO Y VULNERABILIDAD
SECCIÓN II
MITOS Y VERDADES
Existen varios mitos respecto del abuso sexual de gran variedad, partiendo de una
definición de mito, como:
“conjunto de creencias colectivas, transmitidas de una generación a otra, sin base
científica alguna; una construcción imaginada de manera arbitraria”.
Para lograr hacer a un lado los mitos, es necesario erradicar las presunciones y
estar abierto a la nueva información. Es imperativo aprender la verdad acerca de
9
creencias erradas y evitar nociones preconcebidas respecto a las personas y a los
eventos, especialmente cuando estamos tratando con situaciones de abuso sexual.
SECCIÓN III
EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN LA VIOLACIÓN
10
al ver invadida su intimidad y en muchos casos, temerosa en ciertas circunstancias
y experimentando pesadillas. Se ha estimado que las secuelas del ilícito son
bastante duraderas, requiriéndose en ocasiones, de ayuda psicológica, siendo éste
fundamentalmente, el costo social del ilícito en los centros de salud, aparte del costo
del proceso penal, en el cual, con frecuencia, intervienen psicólogos, médicos y
trabajadores sociales, a efectos de posibilitar una mejor investigación.
CONCLUSIÓN GENERAL
11
BIBLIOGRAFÍA
TRATADOS
SOLER (Sebastián), Derecho Penal Argentino, Tomo III, Cuarta Edición, Buenos
Aires, Tipográfica Editora Argentina, 1983, 377 p.
CREUS (Carlos), Derecho Penal, Parte Especial, T. I, 4ta edición, Buenos Aires,
Editorial Astrea, 1993, 610 p.
LIBROS
12
ESER (Albin), Acerca del renacimiento de la víctima en el procedimiento penal, en
De los delitos y de las víctimas, Compilado por Julio Maier, Buenos Aires, Ad-Hoc
S R L, 1992, pp. 13-52.
HIRSCH (Hans Joachim), La reparación del daño en el marco del Derecho Penal
material, en De los delitos y de las víctimas, Compilado por Julio Maier, Buenos
Aires, Ad-Hoc S R L, 1992, pp. 53-90.
MAIER (Julio), Dogmática Penal y Víctima del Hecho Punible en Teorías actuales
en el Derecho Penal (Varios Autores), Buenos Aires, Editorial Ad Hoc, 1998, p
341.
CÓDIGOS
13
Código Procesal Penal, Ley Nº 7594 de 28 de marzo de 1996, San José, Imprenta
Nacional, 1996.
JURISPRUDENCIA
ENTREVISTAS
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INDICE
PAGINA
INTRODUCCIÓN GENERAL……………………………………...…………..….. 2
CAPÍTULO I. NOCIONES BÁSICAS DE VICTIMOLOGÍA …………..……… 4
CONCLUSIÓN GENERAL........………………………………………………..... 16
BIBLIOGRAFÍA…..……………………………………………………………....… 17
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