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UNIVERSIDAD LIBRE DE DERECHO

ENFOQUE VICTIMOLÓGICO DEL DELITO

EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN EL DELITO DE VIOLACIÓN

DORIS GUZMÁN SÁNCHEZ

2006

1
INTRODUCCIÓN GENERAL

El presente trabajo ha sido elaborado como requisito del curso ENFOQUE


VICTIMOLÓGICO DEL DELITO y a efecto de determinar el impacto de la
victimización primaria en el delito de VIOLACIÓN. En ese sentido, se sostiene la
tesis de que en realidad, los efectos del referido ilícito son básicamente de tipo
psicológico y como tales, duraderos, dada la impotencia y el sufrimiento que le
causa a la víctima tal invasión a su intimidad. De ahí que el estudio tiene como
objetivo general determinar cómo se refleja el impacto desde el punto de vista
conceptual y desde el punto de vista práctico y como objetivos específicos, el análisis
de la doctrina sobre la victimización primaria y su impacto -lo cual conduce
necesariamente, al abordaje de temas básicos de Victimología- así como el análisis
en concreto, del impacto del delito de violación, tanto sobre la víctima como sobre la
sociedad en general.
Como metodología para el acceso a la información requerida se utilizó la
recolección de datos bibliográficos, de normativa jurídica y de diversos expedientes
judiciales sobre el tema, así como la realización de entrevistas a funcionarios
relacionados con este tipo de investigación.
La obra se divide en tres capítulos, correspondiendo el primer capítulo a nociones
básicas de Victimología, como el concepto de Victimología, la víctima como objeto de
la misma y el concepto de víctima desde el punto de vista procesal penal.
En el capítulo segundo, se estudia lo relativo a la victimización y su impacto,
destacándose los tipos de victimización, como primaria, secundaria y terciaria, así
como el impacto o secuelas de la misma en todos los niveles: económico, físico,
psicológico, laboral, familiar y social.
El capítulo tercero se refiere a la victimización primaria en el delito de violación, se
hace un análisis victimológico determinándose la soledad de la víctima como factor
desencadenante del ilícito en comentario, los mitos y verdades sobre el mismo y el
impacto de la victimización primaria en la violación, a nivel personal y social.

2
CAPÍTULO I
NOCIONES BÁSICAS DE VICTIMOLOGÍA

La relación entre la víctima del delito y el sistema de justicia penal, es un tema que
ha suscitado un amplio interés en los últimos años. Después de varios siglos de
invisibilización1, la víctima reaparece, como una preocupación central de la política
criminal. Como prueba de este interés hay gran cantidad de trabajos publicados
recientemente, el abordaje del problema en la agenda de reuniones científicas, los
movimientos internacionales que trabajan por los derechos de las víctimas del delito
y muy especialmente, las reformas a las diversas legislaciones, así como la
promulgación de instrumentos internacionales, que desarrollan los derechos de esta
parte procesal. De tal manera, la investigación de la influencia y participación de la
víctima, en la formulación y realización de la política criminal de los Estados,
resulta de carácter imperante en la actualidad.

SECCIÓN I
OBJETO DE ESTUDIO DE LA VICTIMOLOGÍA

Según Alberto Bovino2, no todas las cuestiones vinculadas con la víctima del
delito constituyen el objeto de la Victimología, ya que ésta es una disciplina
empírica, de corte sociológico, cuyo objeto de estudio se centra en la víctima del
delito. Por este motivo, la Victimología intenta explicar las causas de la
victimización, las relaciones entre autor y víctima y también las relaciones entre
víctima y justicia penal.
“La victimología entonces, podría ser considerada la contracara de las disciplinas
criminológicas que centran su atención sobre el individuo infractor. Si bien es cierto
que las conclusiones de la victimología sirven como presupuesto para diseñar una
política criminal que atienda los intereses de la víctima, no debemos olvidar que una

1
“En el derecho continental, la víctima desaparece con el advenimiento de la Inquisición, que desde el siglo XIII hasta el
siglo XVIII se impone como modelo hegemónico en el Derecho de Europa continental como régimen común para los casos
penales.” MAIER (Julio), Derecho Procesal Penal, T. I, p. 288.
2
BOVINO (Alberto): Conferencia pronunciada en el Primer Congreso de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica,
“Sistemas penales y derechos humanos”, en San José, el 31 de mayo de 1997. Publicada en AA.VV, Ed. CONAMAJ, San
José, 1997, p 199, en : Problemas del Derecho Procesal Penal contemporáneo, Editores del Puerto, 1998.

3
política criminal orientada a la víctima no es victimología. Un operador político criminal
no se transforma en victimólogo cuando influye en decisiones políticas que afectan a
la víctima, tampoco se transforma en criminólogo cuando se ocupa de la posición del
criminalizado o de la actuación de la justicia penal.” 3

Por lo tanto, la victimología tendrá como objeto de estudio a la víctima, desde


un punto de vista físico, psíquico y social; el desarrollo del hecho victimizante como
un todo, de manera que, a partir de tal información, sea posible obtener parámetros
mediante los cuales las diversas instituciones, tanto públicas como privadas, sean
capaces de ejecutar acciones para prevenir la victimización, tratar y atender a las
víctimas, sin olvidar su relación con el victimario.

Si bien es cierto, en el concepto de “víctima” podemos englobar a cualquier persona


que sufra las consecuencias de un hecho dañoso, v.gr, proveniente de la conducta
de otro ser humano o de la naturaleza misma -o incluso de las relaciones entre
clases sociales- desde el punto de vista jurídico penal, debemos limitar el término,
de manera tal que se refiera única y exclusivamente, a la persona física o jurídica
que sufre un perjuicio o daño como consecuencia de un hecho delictuoso. 4
Las Naciones Unidas en su declaración de 1985, resolución 40/34 estableció que
por víctima se debía entender a la persona que, individual o colectivamente, haya
sufrido daños, lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera
o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de
acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente. Además, indicó que
podrá considerarse víctima a una persona independientemente de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador y que en la expresión “víctima” se
incluye a los familiares o personas a su cargo que tengan relación inmediata con la
misma o víctima directa y a las que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a
la víctima en peligro o para prevenir la victimización.
Con ello tenemos que la víctima también ha sido objeto de diversos instrumentos
jurídicos internacionales, que buscan reconocer sus derechos, conformando un
bloque de tutela jurídica efectiva que se plasma en una participación importante en
la investigación criminal, acceso a la jurisdicción, derecho de defensa y
representación; y en la efectividad de las resoluciones jurisdiccionales. Son
instrumentos que buscan desarrollar lo mejor posible los derechos humanos de las
víctimas de delitos, más allá del reclamo de la mera responsabilidad civil derivada
del hecho punible.5

SECCIÓN II
LA VÍCTIMA DESDE EL PUNTO DE VISTA PROCESAL PENAL
3
Conferencia pronunciada en el Primer Congreso de la Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, “Sistemas penales y
derechos humanos”, BOVINO (Alberto), op.cit.
4
Cuando se trata de una persona física, quien padece la violencia que se genera en el comportamiento del ofensor, ésta sufre
física, psicológica y socialmente a consecuencia de dicha agresión, produciéndose una disminución del sentimiento de
seguridad individual y colectivo, porque el delito afecta profundamente no sólo a la víctima, sino también a su familia y a su
comunidad.
5
CONEJO (Milena): “Cómo enfrenta el sistema de justicia penal costarricense la tutela de los derechos de las víctimas de
delitos” artículo que tomó como base el Módulo elaborado con el Programa de Cooperación PNUD- Escuela Judicial, con
participación de los docentes nacionales: Carlos Ma. Jiménez, Mayra Campos, Alberto Alpízar, Fernando Cubero, Teresita
Rodríguez y Milena Conejo, así como el consultor español: Francisco de Jorge Mesas.

4
La legislación procesal penal costarricense en su artículo 70, establece como víctima
al: directamente ofendido por el delito6; cónyuge o conviviente por más de dos años,
hijo o padre adoptivo, parientes dentro del tercer grado por consanguinidad o
segundo por afinidad; al heredero judicialmente declarado en los delitos cuyo
resultado es la muerte de la víctima 7, así como los miembros de una asociación
ofendida, en los delitos cometidos por quienes la dirigen, administran o controlan.

CAPÍTULO II
TIPOS DE VICTIMIZACIÓN E IMPACTO

Se conoce como victimización “la acción de victimizar”, es decir, la acción de


convertir en víctima a una persona, lo cual podría verse desde el punto de vista del
acto de poder estatal cuando en el ejercicio de sus facultades de imperio criminaliza
una conducta determinada (acción con la cual, selecciona tanto al criminal como a
la víctima: criminalización-victimización), así como podría verse, desde el punto de
vista de la acción llevada a cabo por el autor, mediante la cual, le inflige un daño
determinado a una persona. A partir de ahí surge el concepto de revictimización
referente a una víctima ya seleccionada por el legislador en forma general y
lesionada en sus derechos particulares por un infractor determinado, cuando se ve
sometida a un proceso penal que le inflige un sufrimiento aún mayor o tiene que
enfrentar a la prensa que hace eco de su dolor. De acuerdo con dichas categorías, se
establecen dos niveles de victimización y dos, de revictimización, que se verán.

SECCIÓN I
TIPOS DE VICTIMIZACIÓN

Según se trate de la primera victimización o no, se conoce como victimización


primaria y revictimización, o victimización secundaria y terciaria.
A) VICTIMIZACIÓN PRIMARIA:
Según lo expuesto por Raúl Eugenio Zaffaroni en su obra Derecho Penal, la
“victimización primaria” como contraparte de la “criminalización primaria”, consiste
en un acto de poder estatal mediante el cual, se criminaliza una conducta de un
sujeto que ejerce un poder anormal sobre otro, de manera tal, que se selecciona al
criminal o victimario y al mismo tiempo, a la víctima, reconociéndole este estatus a
la persona sobre la cual recae dicho poder. Aclara que no pasa nada en tanto el
Estado no perciba como anormal el ejercicio del citado poder, optando por
criminalizarlo en forma primaria, con la emisión de leyes en ese sentido, cuando
6
Por víctima directa entendemos aquella persona, física o jurídica que sufre directamente la lesión sobre su persona o
derechos a consecuencia del delito.
7
Víctima indirecta es aquélla que sufre consecuencias patrimoniales y/o morales que pueden ser sujetas de valoración
monetaria, como producto de la lesión causada a otro, con el que puede tener una relación próxima.

5
constata que tal ejercicio abusivo demanda la protección de los derechos de quien lo
sufre.8 Según la tesis expuesta, este primer reconocimiento legislativo de la víctima
es lo que se conoce como “victimización primaria” que, a nuestro juicio, podríamos
denominar VICTIMIZACIÓN PRIMARIA GENERAL en contraposición a la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA PARTICULAR que opera cuando una persona ya
seleccionada en forma general (por el tipo de delito de que se trata), es atacada de
forma particular en sus derechos, por parte de un autor específico.
B) VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA:
Continúa señalando el autor que una vez determinada legalmente la víctima, la
victimización secundaria surge con la acción punitiva ejercida por el mismo poder
público, sea a nivel policial o judicial, en la aplicación de la ley penal contra una
persona concreta a quien se le atribuye un hecho delictuoso. Es la relación de la
víctima con la policía, el fiscal, el juez y el personal penitenciario, que nace una vez
interpuesta la denuncia o iniciada la investigación criminal por parte del aparato
estatal, proceso que da pie a una relación víctima-sistema penal, que casi por lo
general, revictimiza a la parte ofendida, a la cual se la mira como un simple testigo
más, sin mayor diferencia, salvo en lo atinente a algunos derechos que le asisten
como parte con un interés directo en el conflicto. En este proceso, según García
Pablos de Molina, los propios órganos e instancias de control penal con su
indiferencia burocrática, incrementan y perpetúan los efectos nocivos del delito. 9
Se ha dicho que las reformas actuales al proceso penal, mediante las cuales se
pretende rescatar a la víctima -por décadas olvidada- y devolverle su conflicto a las
partes, empoderándolas para la solución de su problema, coadyuva a una menor
revictimización de la parte afectada, ya que “el secuestro del conflicto” por parte del
Estado, lejos de resolverlo, acentúa el proceso de victimización.
C) VICTIMIZACIÓN TERCIARIA:
Es la revictimización producida por los medios de difusión masiva, ya que en
gran cantidad de oportunidades, la cobertura de noticias y especialmente, los
denominados “sucesos”, se refieren al hecho criminal en una forma
deshumanizante y con resultados muy traumáticos para los afectados; alcanza a
los hijos y demás familiares de las víctimas. En ese sentido, es importante que los
medios de información reporten los acontecimientos sin aumentar su impacto
sobre las víctimas y sin inmiscuirse en sus situaciones privadas. Otras veces, las
preguntas insensibles de los periodistas, profundizan el dolor de aquéllas. Resulta
preocupante que estas personas que ya han sido lesionadas y que obviamente,
necesitan atención y consuelo, sean explotadas para lograr niveles de audiencia
mayores.

SECCIÓN II
EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA

8
ZAFFARONI (Eugenio Raúl), Derecho Penal, Parte General, Buenos Aires, Ediar Sociedad Anónima Editora, 2000,
p 7-14.

9 Sobre revictimización en el proceso penal, ver Sala Tercera de Casación, Nº 2000-01017de las 10 H 33 del 1 de
septiembre del 2000.

6
Se define como “impacto” la “huella o señal que deja” algo. En ese sentido, de
acuerdo con lo arriba expuesto, el impacto puede verse desde el punto de vista de la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA GENERAL o bien, desde el punto de vista de la
VICTIMIZACIÓN PRIMARIA PARTICULAR, según interesen los efectos del acto de
criminalización estatal o los efectos de un delito en particular cometido en la
realidad, por el delincuente. Con base en la primera hipótesis, podríamos establecer
que los efectos de la victimización primaria general, se reducen a la posibilidad de
apertura de un proceso penal, al cual, se haría comparecer a la víctima (una vez que
se produzca la victimización primaria particular), en calidad de testigo y muchas
veces, como objeto de prueba a fin de determinar la real existencia del hecho
denunciado; o bien, a la posibilidad de que ésta comparezca ante las agencias
judiciales en demanda de sus intereses, sea como denunciante, querellante o actora
civil. Por otra parte, tenemos el impacto referente a los efectos del ilícito perpetrado,
los cuales se podrían presentar a nivel físico, psicológico, familiar, laboral,
patrimonial y social simultáneamente, o sólo en algunos de dichos sectores, según
sea el caso. Por ejemplo, en el delito de lesiones culposas, vemos que se ven
comprometidos todos los niveles mencionados, ya que al lesionarse a la víctima de
forma temporal o permanentemente incapacitante, se infiere que la misma se ve
afectada a nivel físico, laboral, emocional, económico (dados los gastos en
curaciones y otros), familiar (dada la referida incapacidad que la imposibilita para
asumir su papel particular en el núcleo familiar) y social, en virtud de los costos que
el accidente en sí mismo conlleva a nivel estatal e institucional, así como los gastos
procesales de la investigación criminal y los correspondientes a las atenciones
requeridas por la parte agraviada en instituciones de salud y centros de
rehabilitación de la Caja Costarricense del Seguro Social y el Instituto Nacional de
Seguros.

7
CAPÍTULO III
LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN EL DELITO DE VIOLACIÓN

Nuestro legislador estableció en el Art 156 del Código Penal, que será sancionado
con pena de prisión de 10 a 16 años, quien se haga acceder o tenga acceso carnal
por vía oral, anal o vaginal, con una persona de cualquier sexo en los siguientes
casos: a) cuando la víctima sea menor de 12 años, b) incapaz o se encuentre
incapacitada para resistir y c) cuando se emplee violencia corporal o intimidación .
“La misma pena se impondrá si la acción consiste en introducir por vía vaginal o
anal, uno o varios dedos u objetos”. De ahí se infiere que las personas victimizadas
primariamente (de modo general), en este delito son:
1- Los menores de 12 años.
2- Los incapaces o que se encuentren incapacitados para resistir.
3- Todos aquéllos contra quienes se emplee violencia corporal o intimidación y
siempre que con relación a ellos, se hubieran realizado los verbos supra
citados.
Se ha dicho insistentemente, tanto en doctrina como en jurisprudencia, que el
delito de violación es un “atentado a la libertad o autodeterminación sexual” 10, que
se comete mediante violencia física o moral, o contra menores de doce años o
incapaces mentalmente, para resistir. Es decir, se configura cuando el
consentimiento de la víctima falta por completo, ya sea porque el autor le impone su
voluntad o porque aquélla no puede prestar un consentimiento legalmente válido.
Podría decirse incluso, sin temor a exagerar que, más que a la libertad sexual, la
violencia sexual es una ofensa a la dignidad humana al “cosificar” o
instrumentalizar a una persona con fines sexuales. Dicha violencia trasciende todos
los sectores de la sociedad, independientemente de su clase, raza o grupo étnico,
nivel de ingresos, cultural, educacional, edad y religión; y no sólo es preocupante
por las secuelas psicológicas inmediatas 11, sino también, por sus efectos sobre la
reproducción de esquemas de comportamiento social violentos. Al respecto, se ha
dicho que existe una
estrecha relación entre el abuso infantil y la propensión a conductas violentas por
parte de los adultos que lo sufrieron en su niñez, cuestión ésta que, si bien, es
debatible –en cuanto al delito de violación se refiere- (visto que la mayoría de las
veces, la víctima es una mujer o un menor de edad, no obstante lo cual, casi no se
conocen casos de mujeres victimarias por hechos semejantes, siendo por lo general,
un victimario varón), también debe considerarse que en cuanto la víctima sea un
varón, resulta más factible la reproducción del esquema sexual violento, así como
que la reiteración del mencionado comportamiento no requiere necesariamente, de
que su autor haya sido victimizado, sino que basta con que en sus vivencias
infantiles haya presenciado o le consten de algún modo, tales abusos de parte de
sus parientes, etc, contra otros, de donde se desprende la posibilidad de que la
indicada conducta desviada se constituya en un modelo a seguir. Por ello, es
importante un abordaje adecuado, que permita la ruptura del ciclo de violencia y

8
disminuya el riesgo de traslado del citado esquema de poder de una generación a
otra.

SECCIÓN I
ANÁLISIS VICTIMOLÓGICO Y VULNERABILIDAD

A juicio de la suscrita, en el delito de violación la personalidad victimógena no


presenta ninguna particularidad, toda vez que las investigaciones señalan que en
dicho ilícito no reviste importancia la forma de desenvolverse o de ser de la víctima,
sino que lo relevante es la determinación del criminal de causar humillación o
ejercer su poder sobre la parte afectada, motivación que suele presentarse se
produzca o no el ilícito, en circunstancias de violencia doméstica. En todo caso, se
ha descartado la finalidad sexual del delito, destacándose como una demostración
de poder.
En cuanto al núcleo central se estima que el elemento propiciador de la
victimización lo es LA SOLEDAD de la agredida, con independencia de que ésta se
halle en su casa, en cualquier otra edificación o en un sitio público, pero
obviamente, en todo caso, en circunstancias de soledad. Es de importancia indicar
que el violador por lo general, se aprovecha de la vulnerabilidad de una persona, ya
sea por una necesidad específica (laboral, por ejemplo) o por su especial
circunstancia (que labora en horas de la noche y debe caminar por sitios desolados,
por ejemplo, o por las condiciones de soledad y lejanía en que vive), todo lo cual, le
apunta a un sujeto en especiales condiciones de vulnerabilidad, siendo que el
elemento desencadenante, lo es en todo caso, la soledad de la parte agraviada, ya
que ninguna violación se produce ante testigos. Esta es la razón por la cual, en tales
ilícitos, por lo general, el testimonio de la agredida se constituye en la única prueba
incriminatoria, avalada por un dictamen psicológico -en ocasiones- y siempre que
luzca consistente y veraz. 12
Respecto a las variantes de la victimización, se debe establecer si el agresor
llevó a la víctima engañada al sitio del hecho a fin de victimizarla aprovechando
para ello su necesidad laboral, por ejemplo, o si simplemente, la invitó a salir a
caminar (aprovechando la confianza que la misma le tenía) para así, tener la soledad
necesaria para la ejecución del hecho (engaño), pudiendo ser que tan solo, se
hubiera aprovechado de la soledad en que la misma se hallaba en determinado sitio.
Así también, debe observarse si la victimización se produjo mediante ingreso forzado
o no, a la vivienda de la víctima.

SECCIÓN II
MITOS Y VERDADES

Existen varios mitos respecto del abuso sexual de gran variedad, partiendo de una
definición de mito, como:
“conjunto de creencias colectivas, transmitidas de una generación a otra, sin base
científica alguna; una construcción imaginada de manera arbitraria”.

Para lograr hacer a un lado los mitos, es necesario erradicar las presunciones y
estar abierto a la nueva información. Es imperativo aprender la verdad acerca de

9
creencias erradas y evitar nociones preconcebidas respecto a las personas y a los
eventos, especialmente cuando estamos tratando con situaciones de abuso sexual.

En relación con el tema de la violación, algunos de los mitos más generalizados,


son:
1- “El motivo principal por el cual se da el delito de violación, es de índole sexual.
Las personas que cometen una violación lo hacen porque no cuentan con otra
posibilidad de escape para sus necesidades sexuales”.
REALIDAD: el motivo principal por el cual se incurre en el delito de violación es el
ejercicio del poder y control sobre otra persona (víctima).
2- “El delito de violación es provocado por la víctima”.
REALIDAD: esto lleva a pensar que la víctima pide ser violada mediante mensajes
que envía a través de su vestimenta o comportamiento, y resulta absurdo, si
pensamos que ninguna persona podría estar deseosa de arriesgarse al contagio de
una enfermedad de transmisión sexual, un embarazo, de lesiones o hasta la muerte.
3- “ La violación sólo se da entre extraños”.
REALIDAD: más del cincuenta por ciento de las violaciones son entre personas
conocidas. Generalmente el ofensor es un amigo personal, un miembro o un amigo
de la familia.
4- Cualquiera puede prevenir una violación si realmente así lo quiere”.
REALIDAD: este mito implica que nadie puede ser forzado a tener sexo. Sin
embargo, la mayoría de las violaciones implican violencia física o la amenaza severa
de ella, además de que la mayoría de las mujeres (quienes junto con los menores de
edad son las principales víctimas), no son enseñadas, por el rol social que
desempeñan, para comportarse agresivamente a nivel físico y además, no son tan
fuertes físicamente como los hombres, lo cual las hace más vulnerables ante este
delito.
5- “Los violadores son unos enfermos o locos”.
REALIDAD: este mito asume que el obtener sexo es el principal motivo de la
violación.

SECCIÓN III
EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN LA VIOLACIÓN

Como arriba se indicó, el impacto de la victimización primaria puede ser observado


desde el ejercicio de las potestades de imperio de criminalización-victimización, o
bien, desde la perspectiva del delito consumado en perjuicio de una persona en
particular. Es de suponer, que a los fines del presente ensayo, no interesa la
hipótesis primera, por ser de lógica consecuencia, la posibilidad de apertura de un
proceso penal ante un ataque de esa índole por parte del agente contra una persona
determinada, caso en el cual, ya estaríamos ante la victimización primaria
particular. En este último caso, se estima que el impacto del delito de violación, se
refiere, casi por completo, a los traumas psíquicos que le reporta a la parte ofendida,
quien sufre una reducción de su autoestima, seguridad y confianza en sí misma,
sintiéndose impotente y airada, ante la pérdida del control sobre su propio cuerpo,

10
al ver invadida su intimidad y en muchos casos, temerosa en ciertas circunstancias
y experimentando pesadillas. Se ha estimado que las secuelas del ilícito son
bastante duraderas, requiriéndose en ocasiones, de ayuda psicológica, siendo éste
fundamentalmente, el costo social del ilícito en los centros de salud, aparte del costo
del proceso penal, en el cual, con frecuencia, intervienen psicólogos, médicos y
trabajadores sociales, a efectos de posibilitar una mejor investigación.

CONCLUSIÓN GENERAL

A lo largo de este estudio, se ha llegado a la conclusión de que las secuelas del


delito de violación se reducen básicamente, a los traumas psicológicos en las
víctimas, los cuales son de efectos duraderos, requiriendo en muchos casos de
atención profesional, a efectos de normalizar o estabilizar la psiquis de los afectados.
Ello conduce a que el costo social del ilícito se limite, básicamente, a la atención
psicológica que se les dispense en los centros de salud, así como a los gastos
procesales correspondientes a la investigación criminal, sin más secuelas que
atender. Tomando en consideración que se trata de un crimen cometido con
frecuencia en el ámbito familiar, de padres, padrastros, abuelos y otros familiares,
contra menores de edad (sector éste más vulnerable), resulta necesaria además, la
existencia de albergues para el caso de que se requiera alejarlos de sus familias, de
modo que se vean protegidos de tales ataques, típicos de hogares disfuncionales y
violentos.
Dichos servicios contribuirán a aminorar el dolor y sufrimiento de los
victimizados, tornando menos traumática la vivencia del delito y sus secuelas.

11
BIBLIOGRAFÍA

TRATADOS

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CÓDIGOS

Código Penal, Ley Nº 4573 de 4 de mayo de 1970, San José, Editorial


Investigaciones Jurídicas S A, revisado y actualizado por Ulises Zúñiga.

13
Código Procesal Penal, Ley Nº 7594 de 28 de marzo de 1996, San José, Imprenta
Nacional, 1996.

JURISPRUDENCIA

Sala Tercera de Casación, Nº 156-99 de 9 H 54 de 12 de febrero de 1999.

Sala Tercera de Casación, Nº 2000-01017 de 10 H 33 de 1 de septiembre del 2000.

Sala Tercera de Casación, Nº 2002-00344 de 14 H 20 de 18 de abril del 2002.

Sala Tercera de Casación, Nº 2003-00585 de 10 H 45 de 11 de julio del 2003.

ENTREVISTAS

Entrevista con la Licda. Jeannette Arias Meza, Fiscal de la Oficina de Atención a la


Víctima del Ministerio Público, 10 de marzo del 2006.

14
15
INDICE

PAGINA

INTRODUCCIÓN GENERAL……………………………………...…………..….. 2
CAPÍTULO I. NOCIONES BÁSICAS DE VICTIMOLOGÍA …………..……… 4

Sección I. OBJETO DE ESTUDIO DE LA VICTIMOLOGÍA...……... 4


Sección II. LA VÍCTIMA DESDE EL PUNTO DE VISTA PROCESAL
PENAL................................................................………....………… 6

CAPITULO II. TIPOS DE VICTIMIZACIÓN E IMPACTO............…..……….. 7

Sección I. TIPOS DE VICTIMIZACIÓN..................................................... 7


A- Victimización primaria...................................................……... 7
B- Victimización secundaria....................................................... 8
C- Victimización terciaria........................................................... 8

Sección II. EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN


PRIMARIA............................................................................................. 9

CAPÍTULO III. LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN EL DELITO DE VIOLACIÓN...


……………………………………………………………………….. 11

Sección I. ANÁLISIS VICTIMOLÓGICO Y VULNERABILIDAD..….. 12


Sección II. MITOS Y VERDADES...................……………………….. 13
Sección III. EL IMPACTO DE LA VICTIMIZACIÓN PRIMARIA EN EL DELITO DE
VIOLACIÓN...................................................………………… 14

CONCLUSIÓN GENERAL........………………………………………………..... 16
BIBLIOGRAFÍA…..……………………………………………………………....… 17

16

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