CÓMO SE DEBEN DAR LAS ÓRDENES

Hay unas reglas muy sencillas que pueden aplicarse a todos los casos, y siempre
hay que procurar respetarlas, porque numerosos estudios demuestran que facilitan
enormemente el cumplimiento de las órdenes por parte de los niños. Estas reglas se
refieren a cómo deben darse las órdenes/instrucciones/peticiones por parte de los padres.
Las instrucciones deben:

- Ser claras y específicas.

- Ser comprensibles para los niños (estar expresadas en un lenguaje adecuado y
con términos conocidos por ellos).
- Ser cortas.
- No entrar en contradicción con otras.
- Ser un número reducido.
- Deben darse de una en una y suficientemente espaciadas en el tiempo.
- No deben ir acompañadas de contacto físico instigador (la instigación física ha
demostrado ser un gran potenciador del incumplimiento por parte de los niños).

A veces, los padres, dan órdenes confusas, excesivamente largas, que no quedan
claras para los niños, que son contradictorias entre sí o que se suceden muy rápidamente.
Este tipo de instrucciones favorece la “ignorancia” por parte del niño (el niño “pasa” de
las órdenes y hace como si no hubiera oído). Por el contrario, las imperativas y, sobre
todo, las que van acompañadas de contacto físico instigador o amenazante (coger al niño
por los brazos o los hombros y sacudirle, por ejemplo) provocan en el niño reacciones de
oposición activa (como las rabietas). Por último, las órdenes claras, cortas, específicas y
razonadas facilitan su cumplimiento por parte de los niños.