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DE LOS DOCENTES OCASIONALES Y CATADRÁTICOS EN EL MARCO DE LOS

CESES DE ACTIVIDADES EN LAS UNIVERSIDADES A NIVEL NACIONAL

En la actual coyuntura política por la defensa de la Educación Pública, las decisiones


que se tomen para el efecto directamente podrán afectar a los docentes mal llamados
ocasionales y/o catedráticos al ser estos vinculados de manera irregular puesto que el
limbo jurídico y abuso respecto de su tipo de vinculación hace que sobre los mismos
recaiga sin mayores garantías las consecuencias del cese de actividades, sin embargo,
las banderas que se levantan hoy en día en el marco de la movilización tienen que ver
justamente con dignificar el empleo al profesorado que en su mayoría se encuentra
vinculado bajo estas condiciones. Del esfuerzo, sacrificio y consolidación de la lucha
dependerá el cambio necesario en las modalidades de empleo al interior de las
universidades públicas, por ello en términos jurídicos y políticos presentamos el
siguiente documento que busca blindar el ejercicio de la protesta pacífica buscando
proteger de represalias a quienes participen de la misma. Para el caso que nos ocupa,
la orientación se ciñe a partir de la organización sindical en éste caso ASPU y sus
afiliados:

De la protección al ejercicio de protesta

- Constitución Política de Colombia:

ARTICULO 37. Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y
pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales
se podrá limitar el ejercicio de este derecho.

ARTICULO 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente


tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales:
Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil,
proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades
para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable
al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales
de derecho; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de
las relaciones laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el
adiestramiento y el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad
y al trabajador menor de edad.
El estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las
pensiones legales.
- Código Sustantivo del Trabajo:
ARTICULO 379. PROHIBICIONES. Literal e) Promover cualesquiera cesaciones o
paros en el trabajo, excepto en los casos de huelga declarada de conformidad con
la ley y de huelga imputable al empleador, por incumplimiento de las
obligaciones con sus trabajadores. (Negrillas fuera de texto)

Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados, hacen parte


de la legislación interna.

La ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la


libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores.

ARTICULO 93. Los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso,


que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de
excepción, prevalecen en el orden interno.

Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán de conformidad


con los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia.

Así tenemos:

Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)

Artículo 20 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación


pacíficas. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966)

Artículo 21 Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo


podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una
sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o
del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y
libertades de los demás.

Respecto de la suspensión de contratos Estatales.

Por su parte la Sección Tercera del Consejo de Estado en Sentencia del 12 de abril de
2012, radicación número 52001-23-31-000-1996-07799-01 (17434) sostuvo:
“[L]a suspensión del contrato no es una prerrogativa, potestad o facultad excepcional
que pueda ejercer la Administración, unilateralmente, salvo en los casos expresamente
autorizados por el ordenamiento jurídico; en efecto, la actividad del Estado, incluida la
contractual, se rige por el principio de legalidad11, tal como lo ordena la Constitución
Política en sus artículos 4, 6, 121 y 122, lo cual impone que toda actuación de los
órganos del Estado se encuentre sometida al imperio del derecho, presupuesto
indispensable para la validez de los actos administrativos. La suspensión del contrato,
más estrictamente de la ejecución del contrato, procede, por regla general, de consuno
entre las partes, cuando situaciones de fuerza mayor, caso fortuito o de interés público
impidan, temporalmente, cumplir el objeto de las obligaciones a cargo de las partes
contratantes, de modo que el principal efecto que se desprende de la suspensión es
que las obligaciones convenidas no pueden hacerse exigibles mientras perdure la
medida y, por lo mismo, el término o plazo pactado del contrato (de ejecución o
extintivo) no corre mientras permanezca suspendido. Por esa misma razón, la
suspensión debe estar sujeta a un modo específico, plazo o condición, pactado con
criterios de razonabilidad y proporcionalidad, acorde con la situación que se presente
en cada caso, pero no puede permanecer indefinida en el tiempo”.

Por otro lado, el Consejo de Estado en cuanto a causales externas para la suspensión
de un contrato estatal acepta que estas pueden ser: hechos de la naturaleza, cambios
de las condiciones climatológicas, terremotos, incendios, inundaciones o acciones del
hombre que afectan el desarrollo del contrato, por ejemplo, alteraciones de orden
público, protestas, paros y bloqueos, o decisiones derivadas de autoridades con
facultad para suspender los contratos. En todo caso presupone que, para la suspensión
de un contrato Estatal, debe existir un acuerdo entre las partes; ahora bien, si la figura
de ocasionales y catedráticos creada por la ley 30 de 1992, contempla una relación
legal y reglamentaria entre el docente y las universidades pública, por un determinado
periodo de tiempo; (figuras que claramente han sido desdibujadas y sobre-utilizadas
por las instituciones), no se puede utilizar esta potestad para suspender la actividad
docente durante un cese de actividades, más si estamos presente frente una relación
laboral e implica el mínimo vital de los docentes. Si recurrimos por analogía al Código
Sustantivo del Trabajo en su parte individual en el artículo 51 que taxativamente
enumera las causales de suspensión, tenemos que no se cuenta como una de ellas el
cese de actividades, a menos que sea bajo huelga legalmente declarada:

ARTICULO 51. SUSPENSION. El contrato de trabajo se suspende:

1. Por fuerza mayor o caso fortuito que temporalmente impida su ejecución.


2. Por la muerte o la inhabilitación del empleador, cuando éste sea una persona natural
y cuando ello traiga como consecuencia necesaria y directa la suspensión temporal del
trabajo.

3. Por suspensión de actividades o clausura temporal de la empresa, establecimiento o


negocio, en todo o en parte, hasta por ciento veinte (120) días por razones técnicas o
económicas u otras independientes de la voluntad del empleador, mediante
autorización previa del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. De la solicitud que se
eleve al respecto el empleador deberá informar en forma simultánea, por escrito, a sus
trabajadores.

4. Por licencia o permiso temporal concedido por el empleador al trabajador o por


suspensión disciplinaria.

5. Por ser llamado el trabajador a prestar el servicio militar. En este caso el empleador
está obligado a conservar el puesto del trabajador hasta por {treinta (30) días} después
de terminado el servicio. Dentro de este término el trabajador puede reincorporarse a
sus tareas, cuando lo considere conveniente, y el empleador está obligado a admitirlo
tan pronto como éste gestione su reincorporación.

6. Por detención preventiva del trabajador o por arresto correccional que no exceda de
ocho (8) días por cuya causa no justifique la extinción del contrato.

7. Por huelga declarada en la forma prevista en la Ley.

Para el caso tenemos que advertir entonces en el debate jurídico cómo reconocemos
una situación de fuerza mayor o caso fortuito:

1. La norma distingue el caso fortuito o fuerza mayor y lo describe conforme indica


la ley 95 de 1890, la cual en su artículo 1 así:

«Se llama fuerza mayor o caso fortuito, el imprevisto á que no es posible resistir, como
un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los autos de autoridad
ejercidos por un funcionario público, etc.»

Los artículos Constitucionales l 6°, 122, 123 disponen:

Artículo 6o. Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la
Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por
omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Eso significa, que los habitantes del territorio colombiano tenemos libertad en nuestro
actuar siempre que no esté prohibido en la Constitución y la Ley; quienes asuman el
servicio público son responsables por infringir la constitución y la Ley por omisión o
extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Artículo 122. No habrá empleo público que no tenga funciones detalladas en Ley o
reglamento y para proveer los de carácter remunerado se requiere que estén
contemplados en la respectiva planta y previstos sus emolumentos en el presupuesto
correspondiente (…) Artículo

123. Son servidores públicos los miembros de las corporaciones públicas, los
empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas
territorialmente y por servicios.

Los servidores públicos están al servicio del Estado y de la comunidad; ejercerán sus
funciones en la forma prevista por la Constitución, la Ley y el reglamento. La Ley
determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente desempeñen
funciones públicas y regulará su ejercicio.

Lo anterior se traduce a que los servidores públicos, (como lo son los miembros del
Consejo Superior Directivo y Académico), solo les está autorizado hacer lo que la
Constitución, la Ley y el reglamento le permita, para ello deben actuar rigurosamente
en la forma prevista en la descripción de sus funciones. Con lo anterior, es necesario
preguntarse SI los Consejos Superior Universitario y /o Académico: ¿tienen potestades
Constitucionales, legales o estatutarias para suspender un calendario académico y en
consecuencia la vinculación laboral que además es irregular?

Frente a lo anterior, se tiene que existe el principio en virtud del cual: “donde la Ley no
distingue no le es dado al interprete hacerlo”, por lo anterior no hay manera para que el
Consejo Académico arbitrariamente se extienda la potestad de suspender el semestre
académico o en éste caso las resoluciones de vinculación laboral por “cese de
actividades” fundamentándose en situaciones ajenas a su voluntad y potestad y dado
que nadie está obligado a lo imposible. Por lo anterior, como se indicó en plenaria se
recomienda a los profes asistir normalmente a cumplir su calendario académico y
solicitar la expedición de los respectivos certificados de asistencia o constituir actas de
ser imposible dicha certificación como pruebas en caso de que posteriormente sea
necesario iniciar una acción jurídica.

De proceder a la suspensión de la vinculación laboral a los docentes por razones


distintas a las estipuladas en la norma y descritas en los numerales 1 y 2 de éste
concepto se evidencia una extralimitación en el consejo académico que así lo autorice
pues estaría otorgándose facultades que no le han sido dadas en ninguna norma y
vulnerando el debido proceso las instancias y con ello los derechos fundamentales, al
trabajo, mínimo vital, igualdad y la norma laboral vigente.

Para el caso, el equipo jurídico queda al tanto de las resoluciones que se emitan al
respecto para poder atacarlas de ser procedente, teniendo en cuenta además que
todas las Universidades son diferentes y no se puede entonces tener una fórmula
generalizada frente a las situaciones que ocurran con relación a la coyuntura actual, no
existe un precedente jurisprudencial pero consideramos que existen argumentos
fuertes para dar lograr uno favorable.

Por último, vale la pena traer a colación que, durante el desarrollo de las huelgas como
instrumento reglamentado por la norma de los trabajadores para presionar a los
empleadores a acceder a sus peticiones, procede la suspensión de los contratos; por
ende, el no pago de salarios, situación que los trabajadores conscientemente asumen
para lograr alcanzar sus metas como colectivo. Por lo que se recomienda tener esta
circunstancia presente y socializar así a todos los profesores y profesoras dispuestos a
dar la pelea.

GUÍA PRÁCTICA PARA PROFESORES SOBRE LOS CESES DE ACTIVIDADES


ACADÉMICAS.

La presente guía pretende dar orientaciones acerca de la forma en cómo los docentes
universitarios afrontamos los ceses de actividades académicas, tanto las ocasionadas
por el Movimiento Estudiantil como el Movimiento profesoral.

¿Qué es un cese de actividades académicas?

Resulta importante aclarar el concepto de cese de actividades académicas, aunque


parecería obvio afirmar que, para los docentes, el cese de actividades académicas
implica no dictar los cursos, esta figura no se circunscribe exclusivamente a ésta,
trataremos de dar algunas claridades.

1. El cese de actividades académicas, efectivamente implica dejar de dictar el


CONTENIDO de los cursos a cargo, además de postergar actividades
evaluativas.
2. NO SIGNIFICA PARO, durante un PARO no se hace ningún tipo de actividad.
3. Generalmente, el llamado a cese de actividades académicas, se hace bajo la
modalidad de ASAMBLEA PERMANENTE, lo que significa que constantemente
se realizan actividades de orden político, frente a la coyuntura en concreto.

¿Cómo afrontar el cese de actividades académicas (Asamblea Permanente)?

Lo primero que hay que tener claro, independiente de el estamento que convoque a la
movilización, son los motivos que generan la coyuntura. Para ello, resulta indispensable
que cada docente tenga claro el por qué de la movilización, tenga datos frescos sobre
las causas de la coyuntura y obtenga de primera mano información al respecto.

Para ello es fundamental acudir a diversas fuentes de información, como son, asistir a
las Asambleas, foros y demás espacios que den a conocer la problemática, conversar
con los estudiantes o colegas que encabezan el movimiento.

Segundo, y teniendo claro lo que significa un cese de actividades, debe evitarse


realizar acciones que entorpezcan dicho mecanismo, se debe evitar enviar correos
electrónicos a los estudiantes preguntando sobre si se hará la clase o no, igual pasa
con los correos que los pupilos envían a los colegas en los cuales indagan sobre la
situación.

Para el último caso, se recomienda responder los correos informando sobre la actual
coyuntura, evitando contestar preguntas que conlleven a desconocer el mecanismo de
presión adoptado, llevando al estudiante a comprender un poco más la situación que
motiva el cese de actividades.

¿Debo ir a dictar la clase?

Es una pregunta muy recurrente y que principalmente atañe a los docentes de cátedra,
pues, su salario está ligado a las horas cátedra dictadas en la semana.
Como ya dijimos, debemos evitar llamar los estudiantes a clase durante los procesos
de movilización, recordemos que, independiente de si se está en Asamblea
Permanente o no, desde el momento de las matrículas están definidos unos horarios y
aulas para la clase en concreto y resulta innecesario enviar correos electrónicos
indicando si hay clase o no.

Para evitar problemas a la hora del pago de los salarios, se aconseja acudir al aula de
clase en la hora y día pactado, allí pueden suceder dos escenarios:
1. Que los estudiantes no asistan a clase: Situación que exime al docente de dictar
la misma, recordemos que, como se trata de una Asamblea Permanente que
implica cese de actividades académicas, son situaciones que están por fuera del
control del docente, es por ello, que se recomienda acudir con un testigo (ojalá
un colega) ante su Jefe inmediato y manifestar que, por motivos ajenos a la
voluntad del educador, el curso no pudo ser dictado.

2. Que los estudiantes asistan a clase: En este caso, es importante resaltar que
como la Asamblea Permanente implica cambiar las actividades académicas por
actividades de orden político, se recomienda destinar tiempo para fomentar
escenarios de discusión de la problemática con sus alumnos en el tiempo del
horario de clase.

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