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Practicas propuestas
Operaciones Mecánicas
Diseñar un nuevo alimento situando al consumidor como eje central del proceso,
garantiza una mayor probabilidad de éxito de un producto en el mercado. El proceso
de co-creación es una metodología que permite alinear las expectativas del
consumidor con la estrategia de la empresa, diseñando un producto que reúna las
características fundamentales. En este artículo se incluye una aplicación práctica
de esta metodología en base a un estudio de platos preparados refrigerados.
RESUMEN.
Diseñar un nuevo alimento situando al consumidor como eje central del proceso,
garantiza una mayor probabilidad de éxito de un producto en el mercado. El proceso
de co-creación es una metodología que permite alinear las expectativas del
consumidor con la estrategia de la empresa, diseñando un producto que reúna las
características fundamentales. En este artículo se incluye una aplicación práctica
de esta metodología en base a un estudio de platos preparados refrigerados.
INTRODUCCIÓN.
Diseñar un producto sin tener en cuenta la opinión del consumidor tiene muchas
más probabilidades de convertirse en un producto fracasado que, si por el contrario,
involucramos al consumidor desde el inicio co-creando con este el concepto o idea
de producto, que posteriormente vamos a desarrollar.
B). Solucionar una necesidad o dar respuesta real a una expectativa del
consumidor.
Existen cientos de ejemplos de productos que han fracasado por no haber analizado
adecuadamente el factor más importante, el consumidor. Sin un análisis profesional
de sus preferencias de consumo presentes, pero sobre todo futuras, toda iniciativa
de innovación presentará un riesgo tan elevado que resultará imposible de asumir.
Analizar las preferencias de los consumidores requiere de metodologías específicas
que entran dentro del área de especialidad de Investigación de Mercado para la
Innovación.
METODOLOGÍA
ESTUDIO
El estudio realizado nos permite identificar dos segmentos naturales (Figura 2). El
segmento A (de alto consumo) está compuesto mayoritariamente por hombres que
confían más en las marcas, aprecian la variedad del surtido, el sabor y se fían más
de los ingredientes y de su calidad. Y segmento B, compuesto mayoritariamente por
mujeres, cuyas barreras al consumo frecuente son la percepción de salud y
frescura.
También se evidencia la oportunidad de crear platos preparados que incluyan
ingredientes funcionales, ya que el 30% de los consumidores apuesta por esta idea,
considerándola atractiva, muy innovadora y diferenciada.
2. Derecho alimentario.
Durante el diseño del producto, es necesario realizar un análisis legal de la viabilidad
de este. En esta fase, se verifica desde un punto de vista jurídico si el alimento y
sus componentes se encuentran autorizados para su fabricación y comercialización
en el mercado de destino.
La vida útil de un alimento es el tiempo durante el cual dicho producto mantiene sus
características de calidad sensorial, la seguridad y la estabilidad microbiológica.
Para ello, se realizan análisis microbiológicos, fisicoquímicos y sensoriales
periódicos a lo largo de toda la vida útil del alimento.
5. Análisis sensorial.
OBJETIVO.
FUNDAMENTO
Aunque todavía no existe una definición aceptada universalmente para este tipo de
productos, el International Life Science Institute (ILSI) establece que se puede
considerar que un alimento es funcional si se logra demostrar satisfactoriamente
que posee un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el
organismo, que mejora el estado de salud y de bienestar, o bien reduce el riesgo de
una enfermedad. El origen de los alimentos funcionales tuvo lugar en Japón en los
años 70, cuando se descubrieron las actividades especiales de algunos
componentes de los alimentos. En ese momento apareció el concepto de alimento
saludable, refiriéndose a productos que se comercializaban bajo la indicación de
aportar algún beneficio para la salud (ricos en calcio, fortificados con vitaminas,
etc.). Pero fue en la década de los 80 cuando llegó su gran boom con alimentos
especialmente diseñados para ser incluidos en dietas ajustadas a requisitos
dietéticos muy estrictos (pobres en calorías, sin colesterol, exentos de gluten, etc.).
MATERIALES Y METODOS
Formulaciones.
Se llevaron a cabo diferentes formulaciones empleando las frutas y verduras
seleccionadas. La cantidad de cada carotenoide que debía contener el producto
desarrollado se sugirió tomando en cuenta: los valores que presentan un efecto
benéfico reportado en literatura; la cantidad de cada carotenoide presente en cada
una de las frutas y verduras que se emplearon como materia prima; la ingesta diaria
recomendada de retinol (IDR) establecida por el INNSZ (1000 g) y que la vitamina
A se pudiera ingerir hasta 10 veces la IDR por un período prolongado sin presentar
ningún efecto adverso (Adade, 1996).
Proceso de elaboración.