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CURSO:

Gestión y Gerencia

ALUMNOS:

 Arce Saucedo, Alicia


 Dìaz Huarcaya, Rhomyna Morayma
 García Sánchez, Ángel Scott
 Ñontol Chávez, Brian Alexander

DOCENTE:
Arnulfo Sanchez León

TEMA:

Seminario: Mercado de Salud

CICLO:
VII

CAJAMARCA, Julio de 2017


INTRODUCCIÓN

Un mercado se compone de personas y organizaciones con


necesidades, dinero que gastar y el deseo de gastarlo. Sin embargo, dentro de la
mayor parte de los mercados las necesidades y deseos de los compradores no son
las mismas.
Una empresa debe profundizar en el conocimiento de su mercado con el objeto de
adaptar su oferta y su estrategia de marketing a los requerimientos de éste.

Toda organización que realiza sus actividades dentro del sector salud, requiere de
herramientas gerenciales con las cuales debe buscar permanentemente su
supervivencia, crecimiento y desarrollo organizacional, y es ahí donde las
estrategias de mercadeo se convierten en un elemento indispensable para el
sostenimiento de las empresas.

El mercadeo una ciencia integradora, dinámica y de alto valor agregado, con lo cual
se pretende que la entidad de salud y/o el profesional independiente se oriente
siempre hacia el paciente, hacia el mercado y logre un excelente reconocimiento,
basado en los beneficios de sus servicios con el eterno principio de calidad del
servicio.
OBJETIVOS

 Describir el concepto sobre mercado y sus componentes que intervienen.


 Determinar el concepto de mercado de salud y los principales mercados de
salud que existen.
 Describir en que se caracteriza el mercado de salud
CONCEPTOS SOBRE MERCADO

Para comprender el mercado es necesario entender sus componentes: la


mercancía, el valor, el precio, la oferta, la demanda.

Vamos a empezar por el estudio de la mercancía:

¿Qué es una mercancía?

Es un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de


cualquier clase que sean. Su carácter (el que broten del estómago o de la fantasía)
no interesa. Tampoco interesa como ese objeto satisface las necesidades humanas,
si directamente como un medio de vida (o sea como un objeto de disfrute) o
indirectamente como un medio de producción.

Por lo tanto las mercancías tienen un doble significado: por un lado son objetos
útiles (o sea tienen un valor de uso); por otro son la materialización del trabajo
humano.

Un objeto puede ser útil y producto del trabajo humano sin necesidad de ser una
mercancía; por ejemplo los productos de trabajos destinados a satisfacer las
necesidades personales de su creador, no son mercancías. Para ser mercancía el
objeto a de ser destinado a otros. Y además de esto debe pasar a manos de otros
por medio de un acto de cambio. Un regalo no es una mercancía.

¿Ahora, pensemos donde ocurre el intercambio de bienes? ¿Dónde se intercambia


el dinero por un frasco de jarabe?

Este espacio virtual donde se realiza (intercambia) la mercancía, es el mercado.

Mercado por lo tanto no es un lugar ni un local o una institución, existe un mercado


para cada producto que se vende y se compra. Por eso hablamos de un mercado de
automóviles, de petróleo, transportes, de trabajo doméstico, de información, etc.

El hecho de que en las mercancías esté explícito el trabajo humano también


determina su valor de cambio: o sea, la expresión del trabajo socialmente
necesario para producir una mercancía.
Y para poder ser intercambiadas en el mercado, todas las mercancías tienen una
forma comun de valor; esta forma es el dinero.

Los PRECIOS mediante los cuales se negocian los bienes y servicios constituyen la
expresión monetaria de sus valores. Y la MONEDA es el denominador común de los
diferentes valores.

Esta es la concepción marxista del valor. A partir de este punto necesitamos, para
entender la lógica del mercado, la explicación de la economía clásica sobre el
valor. Para esta escuela, los determinantes del valor son dos:

1. El bien debe representar alguna utilidad, destinarse algún fin, satisfacer


alguna necesidad (o sea debe existir una demanda por ese bien).

2. Su obtención debe haber tropezado con alguna dificultad económica (o sea,


alguien produjo ese bien con algún costo para poder ofrecerlo).

Este planeamiento fue hecho claramente por John Stuart Mill a finales del siglo XIX.
Se entiende entonces que la economía clásica admite que el valor, y por tanto el
precio de una mercancía, es determinado por las condiciones de OFERTA y
DEMANDA sobre esa mercancía, ese objeto en particular; y no el trabajo
socialmente necesario para producir la mercancía, como en el caso de la economía
marxista. Entonces se entiende por que, para entender el intercambio de
mercancías, o sea el mercado, sea necesario entender la oferta y la demanda, sus
leyes y sus condiciones.

La DEMANDA de un determinado producto son “las diferentes cantidades (de ese


producto) que los consumidores estarán dispuestos y en condiciones de adquirir
en función de los diferentes niveles de precios posibles, en determinado periodo”.
Esta serie de posibilidades alternativas ( de las cantidades adquiridas) varia
inversamente en relación al nivel de precios.

La OFERTA de un determinado producto son “las diferentes cantidades que los


productores estarán dispuestos y en condiciones de ofrecer en el mercado, en
función de los diferentes niveles de precios posibles, en un determinado periodo”.
Esta serie de posibilidades alternativas (de las cantidades ofrecidas) varía
directamente en relación al nivel de precios.
En este juego de oferta y demanda, productores y consumidores están en eterno
conflicto de intereses. Si asumimos que la competencia es perfecta, este juego
llegara a un punto de equilibrio, en donde le precio de la mercancía será
conveniente para productores y consumidores.

Este PRECIO DE EQUILIBRIO es el precio en el cual las cantidades ofrecidas de una


mercancía serán iguales a las demandadas.

Otra casa que se puede comprender es la elasticidad de la demanda y la oferta.

La ELASTICIDAD DE LA DEMANDA es la relación existente entre las modificaciones


que sufre la demanda, en más o en menos, debido a las alteraciones de los precios.
O sea que si modifica el precio de determinada mercancía y la demanda varía
mucho (disminuye o aumenta) la demanda sería muy elástica. Pero si la demanda
no se modifica a pesar de variar el precio, es inelástica.

Podemos entender esto con un ejemplo: existe una población que vive en una zona
marginal y su centro de trabajo es muy distante, por lo que tiene que desplazarse
en bus, pagando una cierta cantidad de dinero (precio). Suponiendo que suba el
precio del pasaje este obrero no podrá dejar de viajar, por lo tanto la demanda no
se modifica.

Y otro caso podría ser el de un empleado público que viaja a su centro de trabajo
en un automóvil. Al subir el precio de la gasolina probablemente prefiera viajar en
bus y por lo tanto la demanda de este combustible bajaría. Esto es un caso de
demanda elástica, mientras que el anterior representa una demanda inelástica.

La ELASTICIDAD DE LA OFERTA, en cambio, es la modificación que sufren las


cantidades ofrecidas según los cambios que sufran los precios. Si, por ejemplo, el
precio de un producto sube por alguna razón, pero los productores no están en
condiciones de aumentar las producción, entonces la oferta de este producto es
inelástica. Si la producción aumenta, la oferta es elástica.

TEORÍAS ECONÓMICAS SOBRE EL MERCADO


Ahora bien, después de entender esta base, hay que comprender la lógica, las
estructuras y el funcionamiento de los mercados. Esto lo haremos
fundamentalmente partir de las teóricas clásicas de la microeconomía.

Quien sentó las bases teóricas de los planteamientos liberales fue Adam Smith, que
en 1776 publicó su libro “La riqueza de las naciones”.

Los liberales plantean lo que últimamente se oye mucho: que la iniciativa privada
capitalista es la solución a la mayor parte de los problemas económicos
fundamentales. El gobierno debe tener un papel menor. O sea que en una economía
de libre empresa, no hay un organismo central que se preocupe en la solución de
los problemas económicos. Y a pesar de esto, según esta teoría, el orden se impone
al caos. Como lo dijo un economista francés, Bastiat, en el siglo XIX:

“La imaginación del hombre se perdería en un intrincado laberinto si intentara


evaluar la enorme cantidad de artículos de consumo que diariamente deben vencer
las barreras y entrar a París, para evitar que sus habitantes sean sorprendidos por
el hambre, la rebelión y el saqueo. Si se interrumpiera el suministro, el millón de
habitantes de París moriría en muy poco tiempo. Sin embrago la tranquilidad de
esa gente no se perturba ni siquiera por un instante ante la perspectiva de tan
aterradora catástrofe, a pesar de no existir un organismo gubernamental que
coordine todas las actividades relacionadas con el suministro de bienes y servicios
indispensables para su vida”.

Existen ejemplos actuales de esto en las grandes ciudades de economías liberales,


en donde aparentemente no hay una regulación de muchas actividades, pero los
suministros no se interrumpen y la vida puede seguir sin problemas. Según los
teóricos liberales, el libre funcionamiento de los mercados, el mecanismo de los
precios y las manifestaciones permanente de las leyes de la oferta y la demanda,
son las fuerzas que gobiernan a esas economías liberales. Son la MANO INVISIBLE,
que dirige y guía con sorprendente precisión las actividades de millones de
individuos y las decisiones de millones de empresas.

Es decir, que el interés individual es el motor de los sistemas basados en la


iniciativa privada. Según Smith, cuando un individuo actúa en el mercado, no lo
hace buscando el bien común, sino solo su propio provecho. Pero a la vez busca su
propio provecho, actúa frecuentemente en beneficio de la sociedad. La mano
invisible lo guía hacia ello. A propósito de esto hay una cita de un inglés.
Mandeville, en 1705:

“Son del interés público la codicia, la ambición individual y la búsqueda del


beneficio propio; esos tres aparentes vicios constituyen condiciones esenciales
para el normal desarrollo de las actividades de producción”.

Ahora bien, toda organización económica debe responder a tres problemas


centrales: qué y cuanto producir, como y para quién producir. La teoría económica
del libre mercado plantea q ue estos problemas están solucionados a través de los
siguientes mecanismos:

1. ¿Qué y cuánto producir?

Este problema se plantea porque se asume que los recursos son escasos y que no
todas las necesidades pueden satisfacerse plenamente. Entonces se debe escoger
qué de cuáles bienes, y en qué cantidad, se producirá.

Según los liberales, dentro de la estructura del sistema de precios, cada empresa
quiere maximizar su ganancia y cada consumidor quiere satisfacerse totalmente.
Entonces, son los precios los que informan a productores y a consumidores para
que cada uno vele por su propio interés. Si los consumidores compran un
producto, entonces los productores continuaran fabricándolo. Si dejan de
comprarlo, su producción eventualmente se suspenderá. Según esta lógica, la
acción del consumidor, adquiere el valor de un voto. Si hay varios productores con
precios diferentes, los consumidores escogerán el que más le conviene, de acuerdo
a sus preferencias; entonces los otros productores no podrán competir y saldrán
del mercado. La cantidad del producto también se regula de esta manera: si se
producen demasiadas cosas, se deberá bajar su precio, para que los consumidores
las compren, al bajar el precio, bajan las ganancias. Entonces las empresas bajan la
producción y las cosas se equilibran otra vez.

2. ¿Cómo producir?

Esto se refiere al proceso de elaboración de un producto, que puede ser más o


menos eficiente (por ejemplo, camisas cosidas a mano vs camisas hechas con
máquina de coser). Si los consumidores tienden a escoger entre varios productos
destinados al mismo fin y perfectamente sustituibles, lógicamente escogerán el de
menor precio, que posiblemente sea producido por la empresa que haya aplicado
las mejores y más eficaces técnicas de producción. Si la empresa quiere ganar mas,
deberá bajar sus costos de producción y esto lo lograra adoptando técnicas de
producción más eficaces. Las empresas más eficientes sobrevivirán: las demás
serán eliminadas del mercado.

3. ¿Para quién producir?

Esto implica discutir la distribución del ingreso, es decir cuánto gana la gente para
poder adquirir los productos. Según el liberalismo, los mecanismos de formación
de los precios de los recursos de producción establecerán una estructura justa y
eficaz para distribuir el ingreso, porque se supone que las contribuciones de cada
individuo al proceso de producción son valorizadas a través de los mismos
mecanismos de mercado. O sea si una persona tiene una habilidad que pueda
considerarse económicamente valiosa, pero no la sabe emplear en el proceso
productivo, esa habilidad no tendrá un valor económico por lo tanto no será
remunerada. Es decir que la persona también compite: su producto es su fuerza de
trabajo. Si la competencia es perfecta, entonces la distribución del ingreso será
justa y equitativa.

Por último, la teoría liberal plantea que, para que lo mercados funcionen
perfectamente y para que se apliquen todos sus supuestos, es necesario que se
cumpla algunas condiciones. Estas condiciones son las de la competencia perfecta.
Este punto donde la teoría se encuentra con algunos problemas, derivados de la
realidad. Las condiciones de la competencia perfecta serian:

A. Muchos demandantes y muchos oferentes: es decir, para que el mercado de


determinado producto sea perfecto, es necesario que hayan muchas
empresas o personas ofreciéndolo y muchas personas dispuestas a
comprarlo,
¿Ocurre esto en la realidad?

A partir de la crisis mundial del capitalismo, en 1930, los mismos teóricos liberales
descubrieron que esto no es así. En todo mercado ocurren situaciones que se
alejan de este supuesto teórico.

Stakelberg, en 1934, describió lo que se llama las estructuras del mercado,


refriéndose a situaciones en la que los mercados no son precisamente los de
competencia perfecta. Y para clasificar estas estructuras, utilizo justamente el
número de vendedores y compradores que intervienen en el mercado de un
producto.

La COMPETENCIA PERFECTA sería la situación en la cual existen muchos


compradores y muchos vendedores. Pero puede ocurrir y de hecho ocurre en la
realidad, que existen pocos o un solo vendedor, y muchos compradores; esta sería
la situación, por ejemplo, de los ensambladores de autos en este país o de algunas
farmacéuticas. Y tenemos entonces dos nuevas estructuras de mercado; el
monopolio en donde hay un solo vendedor pero muchos compradores, y el
oligopolio, en donde hay pocos vendedores y muchos compradores. Otra situación
que se puede dar es que existen muchos vendedores y pocos o un solo comprador:
tal vez el ejemplo sea la gran oferta de médicos recién graduados y las pocas
instituciones que los pueden absorber. En estos casos tenemos el MONOPSOMIO,
cuando hay muchos vendedores y un solo comprador, y el OLIGOPSOMIO, cuando
hay muchos vendedores y pocos compradores.

PARA UNA MEJOR COMPRESIÓN DE LAS PRINCIPALES ESTRUCTURAS DEL


MERCADO, TRATE DE REPRESENTARLAS EN LA SIGUIENTE MATRIZ

MUCHOS POCOS UN COMPRADOR


COMPRADORES COMPRADORES

MUCHOS COMPETENCIA OLIGOPSOMIO MONOPSOMIO


VENDEDORES PERFECTA

POCOS OLIGOPOLIO ----------------------- ------------------------


VENDEDORES
UN VENDEDOR MONOPOLIO ----------------------- ------------------------

Las estructuras de mercado más importantes y más comunes en la realidad son la


competencia perfecta, el monopolio y el oligopolio.

B. Las cantidades de cada uno de los demandantes y oferentes intentan trazar


en el mercado son fracciones insignificantes del volumen total de
transacciones. O sea que no hay nadie que controle las transacciones de un
producto. Por ejemplo si el producto es dentrifico, no habrá una sola fábrica
que elabore los dentríficos, ni una sola cadena que la compre.

C. Productores y consumidores tendrán un conocimiento perfecto de las


condiciones de funcionamiento de los mercados: O sea que sabrán que
productos hay, sus diferencias, sus costos, y podrán escoger entre ellos con
pleno conocimiento de causa.

D. Ausencia de externalidades: externalidades quiere decir facilidades para


que un productor o vendedor pueda vender o adquirir algo, por ejemplo los
subsidios.

E. Movilidad completa de factores: O sea tanto el capital como el trabajo, como


las máquinas, todo puede entrar y salir del mercado. Eso también indica la
movilidad de precios de la oferta y la demanda.

Ahora bien, en toda esta revisión que hemos hecho nos hemos referido a la teoría
liberal y a lo que pasa con oferta, demanda y precios .Esta forma de analizar la
realidad económica a partir del conocimiento de los agentes individuales:
productor y comunidad, es la microeconomía.

… Y ahora nos preguntamos ¿Qué sucede con el sistema si el mercado funciona


libremente, como único mecanismo de distribución, intercambio y asignación de
bienes servicios?

Ha esta interrogante se le da respuesta fundamentalmente desde dos vertientes: La


teoría del pleno empleo de los liberales y el enfoque macroeconómico de Keynes.

LA TEORIA DEL PLENO EMPLEO: Sustenta la estabilidad del sistema de la


siguiente manera: “Normalmente hay una oferta, que es consumida por una
demanda .La demanda puede absorber toda la oferta, porque los demandantes
tienen un ingreso que les permite hacerlo. Este mecanismo puede ser
interrumpido por el ahorro; es decir; no todo el dinero que la gente tiene lo destina
a consumir, sino que se reserva una parte. Pero esta parte termina siendo utilizada
como inversión en la propia producción; entonces el equilibrio se mantiene,
siempre y cuando el ahorro sea igual a la inversión”.

Además, según los liberales, los precios también ejercen un control sobre el
equilibrio. Si hay alguna disminución en la demanda, los precios tienden a bajar,
por la competencia; entonces sube la demanda y la actividad productiva se
recupera. Y también se necesita que, si baja la demanda, baje el volumen de empleo
para que baje el costo. También tienen que bajar otros costos de la producción. Si
todo esto funciona, el sistema trabaja con ventajas hasta que nuevamente se
alcanza el equilibrio.

“En pocas palabras: las fluctuaciones de las tasa de interés por un lado, y la
flexibilidad de los precios de los productos y las remuneraciones de los factores
por el otro, siempre garantizando el mantenimiento de la actividad en régimen de
pleno empleo de todos los factores de producción. Las oscilaciones se corregirán
automáticamente .La economía de libre empresa, conducida por el libre juego de
las fuerzas de mercado, seria autoajustable, capaz de gobernarse a sí misma”.

Pero toda esta doctrina liberal, toda esta construcción teórica que en apariencia
funcionaba tan bien en la Europa y Norteamérica del siglo XIX, se vino abajo con un
hecho histórico a principios de este siglo:” La Gran Depresión de 1930” y sus
manifestación más importante fue un inmenso desempleo, con la correspondiente
disminución en la demanda .Esto contradecía los enunciados del liberalismo, y
habría paso a otra teoría formulada por Keynes, un economista inglés.

La TEORIA KEYNESIANA también se conoce como moderna teoría del empleo. Sus
postulados son los siguientes: No existe un ajuste automático entre el volumen del
ahorro y el valor de la inversión. Las decisiones de ahorrar de la gente no tienen
ninguna vinculación con las decisiones de invertir de las empresas. Los que
ahorran y los que invierten llegan a eso por diversos motivos y pertenecen a
grupos diferentes.
Además, señalo Keynes dijo que la estabilidad del sistema depende más bien del
monto del ingreso Nacional, “Mientras al ingreso nacional sea alto, el nivel del
empleo será alto; bajando el ingreso nacional, el empleo bajara con él.

Para mantener el pleno empleo se debe encontrar el monto del ingreso nacional
que produzca el empleo deseado, tomándose todas las precauciones para que se
mantenga “Y como quien controla el ingreso nacional es el Estado, entonces en esta
teoría se admite que las perturbaciones del sistema pueden ser atenuadas y
corregidas por la interferencia del Estado en la economía.

… Y ¿Qué es el Ingreso Nacional? Es la suma del consumo más la inversión


realizada por las empresas particulares y por el gobierno…. Y ¿Por qué es tan
importante mantener el equilibrio? Porque si ocurre una deficiencia eventual de la
inversión y del consumo en una sociedad, el gobierno puede adoptar políticas
compensatorias para suplir estas deficiencias; por esto se dice que puede actuar de
manera anti cíclica.

Esto que hizo Keynes se conoce en general como macroeconomía .Es decir, el
análisis pasa del campo micro (de lo que ocurre con comprador, vendedor y precio
aislados) al campo macro de conceptos agregados: ingreso nacional, consumo,
ahorro e inversiones totales de un país y otros conceptos como importaciones y
exportaciones, gastos e ingresos totales del gobierno. Este otro campo de la
economía no lo vamos a revisar ahora, pero es también importante para entender
el contexto y las reglas dentro de las que se mueven los mercados.

L
LOS MERCADOS DE SALUD

El sector salud con frecuencia se le ve como un área de servicio social, de un estado


paternalista; con la finalidad de atender las enfermedades y velar por la salud de la
población. En este sentido se considera que le sector está inundado de intensiones
altruistas y aparecen como sus principales problemas la escases de recursos, la
ineficiencia administrativa y la resistencia de algunos sectores para el desarrollo
de proyectos eficaces.

Sin embargo una mirada más profunda al sector, nos muestra un espacio donde
diferentes actores sociales realizan sus intereses e ideologías. Un espacio donde las
escaseces, resistencias, las malas asignaciones o las descoordinaciones, no son más
que expresiones de un conflicto social de base; donde los actores de este drama
juegan a acumular mayores cuotas de poder, sea político, técnico, administrativo o
económico. Este juego de acumulación de poder se da en el marco de reglas
históricamente generadas, las que de alguna manera favorecen la acumulación de
unos sobre otros.

Una de las formas como se da este juego, son las relaciones de mercado, en tanto
que los actores sociales también pueden (y de hecho lo hacen) comportarse como
agentes económicos. La multidimensional dad del comportamiento de los actores
sociales, hace particularmente complejo el análisis del sector, por lo que
consideramos que el análisis de los mercados es muy importante, pero sería
reduccionista quedarse solo en esta dimensión. Por ejemplo una universidad
puede verse impulsada a expandir o contraer su matrícula por muchos otros
motivos ,algunos tan confesables como satisfacer la demanda real o potencial de
profesionales y otros tan poco explicables como una política global para encubrir
el desempleo o expandir su presencia en una competencia presupuestaria entre
universidades, basada en la cantidad de alumnos .Teniendo en cuenta estas
limitaciones presentaremos algunos elementos para el análisis de los mercados de
salud.

Definiremos mercados de salud como el espacio (virtual por cierto) donde se


realizan (compro - venta) mercancías (bienes, servicios y hasta simbologías)
orientadas (inmediata o mediatamente) a mantener o cambiar el estado de salud –
enfermedad de un individuo o población.

En este sentido lo que define un mercado de salud es el tipo de mercancía


intercambiada por agentes económicos a través de un precio. Para explicar esto
vamos a utilizar por lo didáctico una modificación del esquema que desarrollan
Cardozo y Faletto, aun reconociendo su carácter estructuralista.

En este esquema es posible identificar 4 “estructuras”:


EL SISTEMA FORMADOR DE RECURSOS HUMANOS (SFRH): que agrupa al conjunto
de instituciones dedicadas a brindar formación profesionalizante para trabajar en
el sector salud.

EL SISTEMA DE SERVICIOS DE SALUD (SSS), que agrupa al conjunto de


instituciones que brindan servicios personales o ambientales, dirigidos a la
finalidad de salud, En este sistema se produce la alquimia que transforma empleo
en trabajo y trabajo en servicios.

LOS REGULADORES, donde se ubican el estado, cuando cumple este rol y los
diferentes colegios profesionales y sindicatos que intervienen o intentan intervenir
de alguna forma sobre el mercado de trabajo.

LA POBLACION, misma identificada en el esquema como la sociedad y que supone


toda la complejidad y heterogeneidad social.

(Nos prevenimos por anticipado a la crítica de haber dejado el sistema formador, al


sistema de servicios y a los reguladores fuera de la sociedad, lo que es solo una
licencia didáctica).

De acuerdo al esquema el mercado seria toda articulación entre una oferta de


bienes o servicios y una demanda de esos mismos entre la población, las
instituciones prestadoras de servicios de salud y las formadoras de recursos
humanos, independientemente de la mayor o menor intervención que exista sobre
esa intermediación por parte de los reguladores, o de la existencia de
transacciones monetarias.

De este modo se constituirán el Mercado seria toda articulación entre una oferta de
bienes o servicios y una demanda de esos mismos entre la población, las
instituciones prestadoras de servicios de salud y las formadoras de recursos
humanos, independientemente de la mayor o menor intervención que exista sobre
esa intermediación, por parte de los reguladores, o de la existencia de
transacciones monetarias.

De este modo se constituirán los siguientes principales mercados de salud.

 MERCADO EDUCATIVO: Entre la población y el sistema formador.


 MERCADO DE TRABAJO: Entre el sistema formador de RH y el prestador de
SS.
 MERCADO DE SERVICIOS: Entre la población y el sistema de servicios.

Si consideramos la existencia de un sistema científico-tecnológico internacional


(SCTI) y un complejo médico industrial (CMI), podemos configurar dos mercados
muy importantes:

 Mercado científico – tecnológico: entre SCTI y SFRH


 Mercado médico – industrial .Entre CMI y SSS

En base a este uso amplio del concepto de mercado, vamos a analizar algunas
características de los mercados de salud.

Desde el punto de vista liberal “Precio “seria el mecanismo que resuelve el


problema de la inadecuación o el disbalance entre oferta y demanda, extendiendo
el concepto, de precio, mas allá de la transacción monetaria (precio directo), al
mayor o menor esfuerzo que quien demanda debe hacer para obtener: el bien o
servicio buscado (precio de oportunidad).El precio de oportunidad también lo
podemos definir como lo qu e se tiene que dejar de consumir o producir para
consumir un producto.

En el mercado educativo donde a través de un sistema de precios de diferente


naturaleza: dinero, años de estudio, horarios, nivel de gasto, prerrequisitos,
exámenes o cursos de ingreso, etc.; se envían señales a la población a fin de
estimular el ingreso o la permanencia de algunos y desestimular a otros. Esto
conforme una cohorte estudiantil que al graduarse ira a engrosar una fuerza de
trabajo, segmentada en profesiones y fragmentada en especialidades, que busca un
empleo en el mercado de trabajo en donde se encuentra con las organizaciones que
demandan ese personal yaca nuevamente el precio (como salario directo e
indirecto) puede operar resolviendo balances o desbalances (aunque resolver
significa un eufemismo ya que no es resolución social institucional).

La problemática del mercado de trabajo tampoco puede comprenderse si incluir lo


que llamamos el mercado de servicios, es decir el punto de encuentro entre la
oferta de servicios de salud y la demanda de esos servicios que la población
realiza. Aquí también vuelve el concepto de precio no solo directo sino también de
oportunidad (en términos de colas de espera, transporte, maltrato, etc.).Que la
población paga y a través del cual se equilibra la relación entre oferta y mercado de
servicios de salud.

En relación de los servicios de salud se dan tres mercados bien diferenciados:

 Mercado de servicios médicos


 Mercado de servicios hospitalarios
 Mercado de medicamento

Servicios médicos:

Este mercado de una profesión liberal ejercida casi en forma artesanal, en la cual el
honorario medico constituiría integralmente el pago de una calificación personal
,ha evolucionado gradualmente hacia el pago de servicios médicos muy complejos,
fragmentado en especialidades y apoyado en un vasto arsenal de tecnologías y
equipos de alta sofisticación ,en el que los ingresos profesionales no solo
constituyen la retribución al capital humano sino que también involucran rentas al
capital físico y a la tecnologías incorporadas en el acto médico.

Es así que en este mercado se ofertan y demandan una diversidad de servicios, con
una elasticidad muy variada, por ejemplo puede observarse que los servicios que
tienen impacto más próximo a la muerte (cirugía cardiovascular, neurocirugía,
etc.), son más inelásticos que los servicios ligados a la prevención y promoción.
Esto hace que las empresas privadas concentren su inversión y sus esfuerzos.

Fundamentalmente en servicios altamente complejos y orientados a estratos


favorecidos de la sociedad, quedando los sectores marginales a merced de la
protección estatal.

Otros factores que influyen en la elasticidad de la demanda de servicios médicos


son la calidad de la atención, la proporción del ingreso, edad del usuario, aspectos
culturales y el precio de mercancías subtitutas (medicina tradicional, informal) y
complementarias (exámenes, auxiliares, medicamentos, servicios hospitalarios).

ATENCION HOSPITALARIA:
Desde un punto de vista microeconómico debemos suponer que la tasa interna de
ganancia de una clínica médica particular está asociada con:

1. El número de casos que atiende


2. El número promedio de días por paciente
3. El grado de utilización de la capacidad instalada
4. La mayor o menor eficiencia administrativa como de atención médica. Esta
logia de ganancia puede contraponerse a los intereses y necesidades de los
pacientes.

Este mercado se está complejizando por extensión de grupos (o argollas) médicos;


por la incorporación de muchas empresas generales que ofertan una diversidad de
servicios (construcción, hotelería, etc.); por la creciente y diversificada
participación de mecanismos de pago diferido (seguros); y por la entrada de redes
internacionales.

PRODUCTOS FARMACEUTICOS:

El mercado de medicamentos tiene una estructura fundamentalmente oligopólica:


pocos vendedores muchos compradores. Esto se mantiene fundamentalmente por
un régimen de patentes y control de calidad, por una sofisticación tecnológica, por
la transnacionalización de los mercados, etc.

La demanda de productos farmacéuticos tiene diferentes manifestaciones: directa,


en donde las instituciones prestadores de servicios y los médicos son los
principales demandantes; y “mediatizada”, en donde la población solicita el
producto recetado y en muchas ocasiones sin receta se conoce o se supone su
efecto sobre tal o cual enfermedad. Podríamos hablar también de una demanda
“forzada”, algunos ejemplos son el mercado de vacunas y las sales de rehidratación
oral.

El ritmo de crecimiento de los fármacos, alimenta la puja distributiva que el sector


farmacéutico mantiene con el resto de los mercados prestadores. Es obvio que al
aumentar la participación relativa de los medicamentos en los gastos totales de
salud que realiza la seguridad social (por ejemplo), los restantes sectores
prestadores experimentan una caída relativa proporcional, que los induce a
plantear nuevas racimos frente a los entes de financiamiento o lisa y llanamente a
exigir pagos adicionales que salen del bolsillo de los usuarios del sistema. Las
caídas en el nivel de cobertura, en la calidad de las prestaciones, resultan así
consecuencias de la puja distributiva entre mercados prestadores.

¿EXISTE COMPETENCIA PERFECTA EN LOS MERCADOS DE SALUD?

Aunque pueda parecer obvio, responderemos a esta pregunta analizando cada uno
de los principios de la competencia perfecta.

1. Muchos compradores y vendedores interactuando libremente. En los


mercados de salud pocas veces se cumple este principio. Muchos casos de
oligopolios se encuentran en los mercados de servicios (industria
farmacéutica) y educativos (facultades de medicina); y caso se carácter
aligopsomico en el mercado de trabajo (muchos tecnólogos médicos, pocas
instituciones demandantes).
2. Las cantidades que cada uno de los demandantes y oferentes ofrecen
intentan trazar en el mercado son fracciones insignificantes del
volumen total de transacciones. El sistema de salud ha buscado más bien
tener fabricantes que controlen el volumen total de transacciones para
determinados productos, en un intento por mantener la calidad y la
eficiencia. Por ejemplo en la vacunas, pocas firmas tienen licencias para
producirlas tanto en países socialistas como en capitalistas, para poder
controlar la calidad de la producción.
También en los hospitales se mantiene la política de personal cerrado,
altamente especializado y que sigue las reglas de las instituciones. Si la
competencia fuera libre los hospitales serian abiertos.
3. Conocimiento perfecto de las condiciones de funcionamiento de los
mercados. Tal vez sea el obstáculo más importante para el funcionamiento
de un mercado libre de salud.: los postulantes a las profesiones médicas
generalmente desconocen los costos reales, los perfiles profesionales y
verdaderas posibilidades de trabajo. Los pacientes demandan un servicio
que generalmente desconocen (responden a una necesidad inespecífica de
salud, de acuerdo a sus propias concepciones y valores), no saben el costo
total y la eficacia de la atención, pocas veces conocen los precios de
servicios complementarios y subtitutos. Esta opacidad del mercado es
favorecida por la propaganda que en muchos países es para educar, sino
para conseguir más ventas.
4. Ausencia de externalidades: ninguna empresa puede privilegiarse de
ventajas, ni subsidios. En el campo de la salud se realizan diferentes
políticas de orientación del salario diferido y de seguridad social y de
compensación social, por lo tanto este principio dista mucho de ser
cumplido en los mercados de salud.
5. Movilidad completa de factores: en el factor salud es característica la
rigidez de sus estructuras por lo que la producción no puede ajustarse
inmediatamente a los requerimientos del mercado. Por ejemplo se siguen
produciendo especialistas que ya no se necesitan, se mantienen puestos de
trabajo y equipos aunque la demanda de servicios se reduzca.
A modo de conclusión podríamos decir que el mercado de salud se
caracteriza por ser:
 Tendencia oligopólica
 Tendencia especulativa
 Opaco para el demandante
 Mediatizado por un modelo medico hegemónico
 Bien estructurado y rígido

Estando demostrado que los mercados de salud distan mucho de una competencia
perfecta, podemos afirmar que apuntan a una logia de acumulación en favor a
ciertos sectores o agentes económicos.

¿Esta acumulación será en favor de la población más necesitada?

¿Cuál es el rol que juegan el SFRH, el SSS, los reguladores y la población y en la


racionalidad y equidad en los mercados de salud?

Para contribuir al análisis de estos cuestionamientos, veamos algunas reflexiones


de diferentes autores sobre cada uno de los mercados:

MERCADO EDUCATIVO Y DE TRABAJO


La forma de trabajo médico, como asalariado simple o típico y la forma autónoma
típica, han sido sustituidas por variantes determinadas por nuevas formas de
trabajo en grupo, y de la prestación de servicios a instituciones mediante
convenios o contratos. La forma de trabajo es esencialmente mixta y la gran
mayoría tiene una forma asalaramiento atípico. Se añade además la figura del
empresario médico, también con modalidades, desde quien actúa como propietario
de una gran empresa hasta quien tiene como dependientes a uno o más colegas. En
un mercado tan complejo, una “sobreoferta de mano de obra” rompe una
tradicional estabilidad de oferta y demanda.

Las universidades se encuentran presionadas para reducir la oferta de fuerza de


trabajo, externamente por la sobreoferta (que incide sobre la forma y posibilidades
de trabajo de sus egresados) e internamente por la “academia”, que señala la
conveniencia de limitar el número de alumnos para beneficio del aprendizaje para
ellos y de ampliar las posibilidades de actividades de investigación por los
docentes.

La universidad tradicionalmente no había tomado en cuenta los factores


numéricos del mercado, por considera que no era su problema, por cuanto el
crecimiento y desarrollo mantenían una especie de estabilidad laboral que no
alcanzaba niveles críticos y porque el estado nunca había señalado las necesidades
cuantitativas ni las cualitativas.

La educación médica se ha desentendido tanto de la situación previo al ingreso a la


universidad, como de la situación posterior al egreso del médico; es decir no ha
considerado como determinante importante, para la Escuela Médica, ni el proceso
de socialización de los estudiantes, ni su formación previa y en la mayoría de casos
sus expectativas. Tampoco se ha preocupado por la inserción laboral de sus
graduados, ni por las condiciones de su desempeño profesional, es decir por el
mercado de trabajo.

La mayoría de los países latinoamericanos mantienen un desequilibrio consistente


en una desigualdad entra la cantidad, la calidad y la distribución de los diversos
tipos de personal de salud por un lado y las necesidades y capacidades de los
países para absolverlos, por otro lado. La producción de las escuelas de medicina
excede en mucho la capacidad de los servicios de salud para ofrecer empleo a los
nuevos médicos. Lo contradictorio es que pese a que en realidad muchos países
reconocen que su oferta de medico es excesiva, muchos otros y con frecuencia los
mismos países, admiten que cuentan con número insuficiente de médicos para
atender a las comunidades rurales más humildes y aisladas.

Lo anterior significa que se debe revisar y replantear las formas tradicionales de


percibir la relación entre el sistema formador y los servicios de salud, como si
fueran independientes entre sí. Aunque la relación existente entre ambos sistemas
puede considerarse sobre la base de una interacción recíproca, actualmente existe
consenso sobre la existencia de una determinación más fuerte de los servicios, que
en la última estancia supone que sea la práctica médica la que regula la formación
del recurso humano.

MERCADO DE SERVICIOS

En cada uno de estos mercados prestadores (servicios médicos, hospitalarios y


medicamentos) tienden a aparecer colegios profesionales y cámaras empresarias
que negocian precios, condiciones de acreditación y de prestación de servicios, etc;
(con las entidades públicas y privadas) responsables del financiamiento, la
fiscalización y la provisión ultima de los servicios de salud. En los hechos estas
entidades actúan aquí en representación del consumidor final cuya voz en el
mercado de salud solo adquiere un rol indirecto, mediatizado por la comunidad
médica y profesional que es la que toma las decisiones de gasto.

Dada esta situación de oligopsonio (por el lado de la demanda y de poderosos


grupos oligopólicos por el lado de la oferta de bienes y servicios utilizados para la
atención de salud) es de esperar a priori que el funcionamiento de estos mercados
sea más el reflejo del poder relativo de negación de grandes grupos prestadores vis
a vis grandes grupos compradores de servicios de salud, que el producto de la libre
elección del consumidor y de la predominancia de reglas de juego competitivas de
carácter convencional en las que ninguno de los actores cuenta con poder relativo
mayor al de sus competidores u oponentes.
Nuevos médicos, nuevas ofertas (elevada) de camas hospitalarias privadas frente a
una población que no crece al mismo ritmo, nuevos fármacos por año en un
mercado de por sí ya exhibe estándares altos de consumo percápita constituye una
situación masiva y generalizada de la expansión de la oferta de insumos y servicios
en el mercado de salud. Esto no significa que dicha oferta se distribuya de manera
equitativa para la sociedad; antes bien, vastos sectores de los tramos de menores
ingresos en la comunidad carecen de médicos, de camas hospitalarias y de
fármacos, configurando una situación de deficiente inequidad social.

La especialización, los esfuerzos de diferenciación de productos y de constitución


de “nichos” de mercado, la ruptura del principio de libre elección y la aparición de
un creciente número de situaciones pactadas o de cartera carrada, tienden a
alejarnos del escenario competitivo y hacen del oligopolio con diferenciación de
producto la tipología de mercado predominante.

La gradual pérdida de significación de la medicina estatal y el crecimiento de la


medicina comercial hacen que nuevas formas de organización y división social del
trabajo adquieran cada vez importancia en el campo de salud. El avance de la
medicina comercial no parece prometer mejoras en la equidad o en la eficiencia del
sistema, siendo ello motivo para una detenida reflexión por parte de las ciencias
sociales.

Viviendo esta transición de largo plazo desde la medicina estatal a la medicina


comercial, ello de ninguna manera resta importancia al papel que el sector público
está llamado a cumplir como proveedor ultimo de todos aquellos bienes y servicios
que la medicina comercial no está dispuesta a cubrir por falta de rentabilidad. En el
marco de un sector público crecientemente desfinanciando ello abre, sin duda,
complejos interrogantes de índole social.
CONCLUSIONES:

 El mercado posee los siguientes componentes:


- la mercancía; es un objeto externo, una cosa apta para satisfacer
necesidades humanas, de cualquier clase que sean.
- El valor: es el costo del producto.
- Los PRECIOS: mediante los cuales se negocian los bienes y servicios
constituyen la expresión monetaria de sus valores.
- La demanda: de un determinado producto son “las diferentes
cantidades (de ese producto) que los consumidores estarán
dispuestos y en condiciones de adquirir.
- La oferta: de un determinado producto son “las diferentes
cantidades que los productores estarán dispuestos y en condiciones
de ofrecer en el mercado
 El espacio donde se realizan (compro - venta) mercancías (bienes, servicios
y hasta simbologías) orientadas a mantener o cambiar el estado de salud –
enfermedad de un individuo o población y los principales mercados de
salud son mercado educativo, de trabajo de servicio y científico, medico.
 El mercado de salud se caracteriza por ser: Tendencia oligopólica, tendencia
especulativa, opaco para el demandante, mediatizado por un modelo
medico hegemónico, bien estructurado y rígido.

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