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La espasticidad forma parte de los signos positivos del síndrome de la neurona motora
superior junto con la hiperreflexia tendínea, la exaltación de los reflejos cutáneos (como
la respuesta flexora de retirada), el clonus y el signo de Babinski; los signos negativos
son la debilidad o paresia y la pérdida de la destreza.
a.- El aumento de los reflejos tendíneos fue atribuído por largo tiempo a una
exacerbación en la respuesta del huso neuromuscular al estiramiento. Sin embargo hay
hechos que se oponen a esta interpretación. Al estudiarse los aferentes del huso
neuromuscular (en el gastrocnemio del gato con sección completa de la médula espinal)
se encontró, que la frecuencia de descarga estaba deprimida permaneciendo así aún
cuando los animales pasarn a una etapa de hiper-reflexia tendínea y espasticidad (3). Lo
mismo se ha demostrado en seres humanos usando microelectrodos que permiten
registrar los aferentes del huso (11). Es decir hasta el presente no hay evidencias que
aumento en la descarga de los husos neuromusculares, y la hiper actividad del sistema
de la gamamotoneurona, sea responsable de la hiper-reflexia tendínea y del aumento de
los reflejos de estiramiento propios de una lesión espinal (11). Tampoco se ha
encontrado una reducción en la inhibición recurrente que ejercen las células
internunciales de Renshaw. Es sabido que las colaterales de los axones motores activan
dichas células inhiborias de las motoneuronas. Se pensó que la reducción de esta
inhibición recurrente podría contribuir a la hiper-excitabilidad de las motoneuronas en
la espasticidad, pero las investigaciones concluyen que no es así (9).
d.- Existe una inhibición presináptica que es medida por sinapsis axo-axonales en las
terminales de aferentes de los husos neuromusculares-Ia-en la médula espinal. Cuando
son activados, estas sinapsis disminuyen la cantidad de transmisor liberada por dichos
terminales reduciendo así su actividad antes de llegar a la primera sinapsis. Las
interneuronas envueltas en esta inhibición presináptica son controladas por vías que
descienden por la médula espinal y por lo tanto reducen su actividad al haber una lesión
en ésta. Habrá por lo tanto un aumento en la respuesta habitual provocada por los
aferentes Ia (de los husos musculares). Es decir las espasticidad se debería a una
reducción en la inhibición presináptica, de manera que el impulso normal que ingresa a
la médula a través de los aferentes Ia (al golpear un tendón) producirá un reflejo
tendíneo exagerado (2).
e.- También se ha encontrado una reducción en la inhibición recíproca ejercida por los
aferentes Ia sobre las motoneuronas. En efecto éstos, además de activar las
motoneuronas en cuyos músculos se originan, inhiben las de los antagonistas. Esta
inhibición está disminuída en la espasticidad (3).
f.- Los aferentes de los órganos tendíneos de Golgy (fibras IB) ejercen una acción
inhibitoria sobre las motoneuronas. Se denomina inhibición autógena y está reducida en
pacientes espásticos, contribuyendo a la hiper-excitabilidad del reflejo miotático (8).
REFERENCIAS
1.- Angel RW., Hoffman WW. The H reflex in normal, spastic and rigid subjects. Arch.
Neurol: 591-596, 1963.
3.- Benecke R., Emre M., Davidoff RA. The origin and treatment of spasticity. New
Trends in Clinical Neurology Series. The Parthenon Publishing Group. New Jersey,
1990.
5.- Cook JB., Nathan PW. On the site of action of diazepam in spasticity in man. J.
neurol. Sci. 5: 33-37, 1967.
7.- Delwaide PJ., Young RR. (Eds) Clinical Neurophysiology in Spasticity. Elsevier.
Amsterdam, 1985.
8.- Delwaide PJ., Oliver E., Short-latency autogenic inhibition (IB inhibition) in human
spasticity. J. Neurol. Neurosurg. Psychiatr. 51: 1546-1550, 1988.