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PROYECTO “LA LUCIERNAGA” UN MODELO DE NO-

EXCLUSIÓN
Una revista que se transformó en una salida de la
exclusión de niños y jóvenes marginales de la
Córdoba desde hace 21 años
En los pueblos de Argentina hay un 12% de exclusión según datos
publicados por un estudio de la FLACSO del 2016.

Llamamos exclusión a la falta de participación de segmentos de la


población en la vida social, económica y cultural de sus respectivas
sociedades debido a la carencia de derechos, recursos y capacidades
básicas (acceso a la legalidad, al mercado laboral, a la educación, a
las tecnologías de la información, a los sistemas de salud y
protección social) factores que hacen posible una participación en la
sociedad.

En la Argentina hay un gran número de personas que viven en


situación de exclusión. La exclusión se observa en dos sectores de la
sociedad: entre los que tienen hogar y trabajo con salarios mínimos
que no poseen un acceso satisfactorio y suficiente a las capacidades
básicas antes mencionadas y otro sector al cual la pobreza excluye
abiertamente su capacidad de participación social, los marginales.
Ellos se encuentran sin hogar ni trabajo, viven en las calles y
deambulan pidiendo limosnas o limpiando vidrios de los autos en
las calles de la gran urbe.

Con políticas públicas insuficientes y una creciente discriminación


social, estos individuos son absorbidos por fundaciones que les
brindan una ayuda para mejorar su situación.

La investigación nos condujo directamente a una muy popular que


se encuentra en la ciudad de Córdoba, llamada “LA LUCIERNAGA”.
La misma con sede en Av. Velez Sarsfield 1180 genera trabajo para
los jóvenes de los sectores más vulnerables desde hace 21 años,
según datos proporcionados desde el equipo directivo..
“Este proyecto comenzó en el año 95 con los limpia-vidrios. En ese
momento, la revista intentaba darle una alternativa a todos esos
chicos y crear un nuevo recurso con el que se pudieran identificar
desde otro rol, como el rol del trabajador por ejemplo, dejando de
lado todos los perfiles relacionados a la mendicidad”.

Es así como hoy en la fundación no poseen datos estadísticos del


número exacto de los jóvenes que ingresan cada día, aunque
afirman contar con un registro de 50 chicos de todos los barrios de
Córdoba en la actualidad.

La luciérnaga funciona como un espacio abierto donde los jóvenes


muchas veces llegan por su propio medio y eligen participar en
cursos que se dictan en el establecimiento: talleres de marketing y
venta, por ejemplo. También acceden al servicio de odontología,
cuentan con farmacia social y una nutrida biblioteca donde se les
brinda apoyo escolar a fin de que sea factible poder trabajar y
estudiar a la vez.

La fundación es considerada como una organización de autogestión


que durante muchos años viene trabajando de esa forma. El dinero
obtenido de la venta de revistas es reintegrado a los proyectos de
educación, de salud o de asistencia alimentaria.

“Nosotros como sociedad tenemos grandes problemas de exclusión.


Este es un espacio donde intentamos que nuestros jóvenes sean
incluidos socialmente” dijo Víctor Audicio (Trabajador social).

Oscar Arias, su director y fundador expresó a los medios en una


entrevista hecha por los matutinos de La Voz del Interior “ La
Luciérnaga es un modelo que valida al extremo la certeza de que
promover las fortalezas que trae un sujeto, aunque sean pequeñas
(como el amor a los hijos o la cultura del trabajo), tiene un potencial
sin techo a la hora de desarrollar y promover a las personas que
están en mayor riesgo social”.
Toda persona de la comunidad que esté interesada en saber un
poco más puede informarse a través de la revista “LA LUCIERNAGA”
y su página web fundacionlaluciernaga.org.ar

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