El ciclo celular es un proceso estrechamente regulado que organiza la
duplicación del genoma y la distribución precisa del ADN y otros factores en las células hijas después de la mitosis. La progresión a través del ciclo celular está mediada principalmente por miembros de la familia de quinasas dependientes de ciclina (CDK) en asociación con las proteínas ciclinas asociadas (Malumbres, 2014), y la entrada a la mitosis está controlada por la activación del complejo ciclina B-CDK1 (también conocido como factor promotor de la mitosis; Lohka et al., 1988; Labbe et al., 1989; Gautier et al., 1990). La actividad de la ciclina B1-CDK1 está fuertemente regulada a través de varios ciclos de retroalimentación (Lindqvist et al., 2009), y durante G2, la ciclina inactiva B1-CDK1 se mantiene en el citosol después de la fosforilación de CDK1 en Y15 por Wee1 y quinasas relacionadas para prevenir la prematura entrada en la mitosis (Gould y Nurse, 1989; Parker y Piwnica-Worms, 1992). La actividad de la ciclina B1-CDK1 aumenta progresivamente una vez que las células entran en la profase (Gavet and Pines, 2010b), y la ciclina activa B1-CDK1 se traslada al núcleo (Gavet and Pines, 2010a), lo que desencadena varios eventos mitóticos como el redondeo celular. desintegración de la envoltura nuclear, condensación de cromosomas y formación del huso. Para la mayoría de las células, la progresión del ciclo celular es dependiente del anclaje (Fang et al., 1996; Schulze et al., 1996), requiriendo interacciones célula-ECM a través de receptores transmembrana de integrina y la formación de complejos de adhesión asociados con actina (Zhu et al. , 1996; Renshaw et al., 1997; Roovers et al., 1999; Mettouchi et al., 2001; Welsh et al., 2001; Park et al., 2011). Antes de entrar en la mitosis, los complejos de adhesión se desmontan rápidamente, y las células se retraen de su entorno y redondear para dividir (Cramer y Mitchison, 1997; Yamakita et al., 1999; Maddox y Burridge, 2003; Dao et al., 2009). Este redondeo de células es necesario para la formación precisa del huso y la captura del cromosoma (Carreno et al., 2008; Kunda et al., 2008; Kunda and Baum, 2009; Lancaster et al., 2013). Además, se requiere una adhesión mediada por integrinas para determinar la orientación de la división celular (Théry et al., 2005) y para que ocurra una citocinesis eficiente (Aszodi et al., 2003; Reverte et al., 2006; Pellinen et al. , 2008; Högnäs et al., 2012; Mathew et al., 2014). Sin embargo, el mecanismo molecular que acopla la maquinaria del ciclo celular a la regulación de la adhesión celular a través de complejos de adhesión asociados a la integración es desconocido. En este estudio, demostramos que la regulación de los complejos de adhesión y la remodelación del citoesqueleto de actina se producen de manera dependiente del ciclo celular. Cuando las células pasaron de G1 a S, observamos un aumento dependiente de CDK1 en el área compleja de adhesión mediada en parte a través de la fosforilación de la formina FMNL2. Al entrar en G2, el área del complejo de adhesión disminuyó y la actina se distribuyó más periféricamente. La pérdida de complejos de adhesión en G2 fue mediada por el aumento de los niveles de ciclina B1 y la posterior inhibición de CDK1 por Wee1. Se requirió la remodelación de los complejos de adhesión para que las células se redondearan posteriormente y experimentaran una mitosis eficiente porque la prevención de los cambios dio como resultado un aumento de las mitosis fallidas y la multinucleación. En conjunto, estos datos demuestran que la inhibición de CDK1 es el desencadenante que inicia la remodelación de la adhesión en preparación para la entrada en la mitosis y revela un vínculo íntimo entre la maquinaria del ciclo celular y la adhesión celular-ECM. Resultados Los complejos de adhesión se modifican de manera dependiente del ciclo celular. Inicialmente, realizamos una caracterización detallada de los cambios. En arquitectura de adhesión compleja que tiene lugar a lo largo del ciclo celular. Para este propósito, las células HeLa se sincronizaron mediante un bloqueo de timidina doble, liberadas del bloque para varios puntos de tiempo que reflejan la presencia en G1, S y G2 (Fig. S1, A y B), y se fijaron y se tiñeron para paxilina (como marcador de complejos de adhesión) y F- actina. Consistente con S como un período de crecimiento celular, el área del complejo de adhesión por célula aumentó de G1 a S (Fig. 1, A y B; y Fig. S1 C). El patrón de los complejos de adhesión también cambió de una ubicación predominantemente periférica en G1 a sitios que se distribuyeron por todo el cuerpo celular en S (Fig. 1, A y C; y Fig. S1 C). Al entrar en G2, el área del complejo de adhesión disminuyó (Fig. 1, A y B; y Fig. S1 C), y la distribución volvió al patrón periférico observado en G1 (Fig. 1, A y C; y Fig. S1 DO). El citoesqueleto de actina se modificó concomitantemente con los cambios observados en los complejos de adhesión: en G1 y G2, la actina F se encontró predominantemente en la periferia celular, mientras que las células en S exhibieron fibras de estrés que abarcaban el centro (Fig. 1 A y S1). DO). También se hicieron observaciones similares cuando se utilizó vinculina como marcador alternativo de complejos de adhesión (Fig. S1 D) y en células U2OS sincronizadas (Fig. S1 E). Además, la disminución en el área del complejo de adhesión observada en G2 se confirmó en el análisis de células vivas de células que coexpresan GFP-paxilina y mTurq2-tallo-proteína de unión 18-126 (SLBP18-126). La degradación de mTurq2-SLBP18–126 se produce al final de S (Bajar et al., 2016) y, por lo tanto, se puede utilizar como marcador para la entrada en G2. Consistente con las observaciones hechas en celdas fijas, el área del complejo de adhesión disminuyó progresivamente a medida que las celdas progresaron a través de G2 (Fig. 1, D – F; y Video 1). Por lo tanto, estas observaciones definen la modificación dependiente del ciclo celular de los complejos de adhesión y el citoesqueleto y resaltan la remodelación típica que tiene lugar en la preparación para ingresar a la mitosis. Sin embargo, en lugar del desmontaje del complejo de adhesión inmediatamente después del inicio de la mitosis, como se supone actualmente por el rápido redondeo que se produce en M, estos datos indican que una remodelación inicial de los complejos de adhesión y el citoesqueleto se desencadenó antes, durante G2. Determinar la relevancia funcional del ciclo celular dependiente. la remodelación de la adhesión en G2, ya sea la fibra de estrés de la actina o el desensamblado del complejo de adhesión en G2, se eliminó mediante el tratamiento de las células G1 con un activador RhoA (CN03), que evita la hidrólisis de RhoA-GTP y bloquea RhoA en un estado activo, o manganeso, que hiperactiva las integrinas (Fig. S1 E; Mold et al., 1995, 2002). Ambos enfoques inhibieron el redondeo celular (Fig. 1 G y los Videos 2, 3 y 4), sin suprimir la progresión del ciclo celular en G2 (Fig. S1 F), y disminuyeron en gran medida la capacidad de aquellas células que se redondearon para someterse exitosamente división celular (Fig. 1 H y Vidós 2, 3 y 4). Ambos tratamientos también provocaron un aumento en el número de células hijas multinucleadas (Fig. 1, I y J). Estos datos demuestran que la modificación controlada de cualquiera de las células: la adhesión de ECM o el citoesqueleto de actina en G2 es esencial para permitir que las células pasen por la mitosis con precisión y eso, de acuerdo con las observaciones previas (Dao et al., 2009; Lancaster et al., 2013 ; Marchesi et al., 2014), manipulaciones que impiden la adherencia El desmontaje complejo antes de la mitosis reduce la capacidad de las células para dividirse de manera eficiente. Se requiere actividad de quinasa CDK1 para mantener los complejos de adhesión en interfase CDK1 es una serina / treonina quinasa promiscua que puede Phorylate cientos de proteínas, con un gran número de estos involucrados en la regulación de la arquitectura celular (Olsen et al., 2010; Petrone et al., 2016). Sobre la base de los análisis fosfoproteómicos, los complejos de adhesión contienen una variedad de sitios potenciales de fosforilación de quinasas mitóticas, lo que aumenta la posibilidad de que estas enzimas puedan regular la adhesión directamente (Robertson et al., 2015). De manera consistente con esta hipótesis, informamos previamente que la inhibición de CDK1 produce una pérdida de fibras de estrés de actina y la formación de pequeños complejos de adhesión nacientes en la periferia de la célula (Robertson et al., 2015). Debido a que la pérdida de complejos de adhesión y las fibras de estrés de actina es característica de las células en G2, la hipótesis de que la regulación de los complejos de adhesión dependientes de CDK1 puede ser fundamental para los cambios observados durante la progresión del ciclo celular. La inhibición de la actividad de la quinasa CDK1 en células HeLa asíncronas con tres compuestos diferentes redujo el área del complejo de adhesión por célula e indujo una pérdida de fibras de tensión (Fig. 2, A y B; y Fig. S2 E). En contraste, el tratamiento con inhibidores dirigidos a CDK2 o CDK4 / 6, que redujeron la viabilidad celular después del tratamiento a largo plazo (Fig. S2 D) o indujo la detención de G1 / S en células sincronizadas (Fig. S2 C), no tuvo ningún efecto sobre los complejos de adhesión o el citoesqueleto de actina (Fig. S2, A y B). La reducción de CDK1 mediada por RNAi también disminuyó el área del complejo de adhesión de una manera que se rescató mediante la reexpresión de CDK1 de WT pero no de CDK1 muerta con quinasa dominante-negativa (Fig. 2, C – E; van den Heuvel y Harlow, 1993). Juntos, estos datos demuestran un papel específico para la actividad de la quinasa CDK1 en el mantenimiento de complejos de adhesión de integrinas. Además, los cambios en el área del complejo de adhesión y la distribución observados durante el ciclo celular (Fig. 1) se perdieron en las células sincronizadas después de la caída de CDK1 (Figs. 2 F y S2, F – H), lo que demuestra que el ciclo celular - los cambios dependientes en los complejos de adhesión antes de la mitosis dependen de CDK1 e identifican un nuevo papel no mitótico para CDK1 en la regulación de los complejos de adhesión y el citoesqueleto de actina. La actividad de CDK1 está predominantemente mediada por la interacción con ciclinas A2 y B1 (Gong y Ferrell, 2010); por lo tanto, la pareja que se une a la ciclina que media en la regulación dependiente de CDK1 de los complejos de adhesión se evaluó mediante la eliminación de RNAi de ciclina A2 o ciclina B1 (Fig. 2 G). En una población asíncrona, el derribo de ciclina A2 o ciclina B1 no dio como resultado la detención de células en G2 (Fig. S2 I); sin embargo, la caída de la ciclina A2 dio como resultado una disminución significativa en el área del complejo de adhesión y una distribución periférica de los complejos de adhesión y la actina que recuerda la inhibición de CDK1 o las células en G2, mientras que la reducción de la ciclina B1 no tuvo ningún efecto (Fig. 2H y S2 J). Además, el tratamiento de las células de eliminación de ciclina A2 con inhibidor de CDK1 no redujo aún más el área del complejo de adhesión, mientras que se observó una disminución significativa en las células de eliminación de ciclina B1 (Fig. 2 H y S2 J). Estos datos demuestran que el papel de CDK1 en la regulación de los complejos de adhesión y el citoesqueleto durante la interfase es probable que dependa de su unión a la ciclina A2 en lugar de la ciclina B1. La señalización de CDK1 se ha relacionado con cambios en el citoesqueleto de actina durante la mitosis y la citocinesis a través de la regulación de los factores de intercambio de nucleótidos de guanina Rho (RhoGEF) como Ect2, GEF-H1 y RhoGEF asociado a leucemia (LARG; Birkenfeld et al., 2007 ; Matthews et al., 2012; Helms et al., 2016), así como otras proteínas asociadas a la actina como las filaminas, WDR1 y forminas (Cukier et al., 2007; Kuilman et al., 2015; Ramanathan et al. , 2015). Para identificar posibles nuevos objetivos de CDK1 en células no mitóticas, se usó un enfoque basado en espectrometría de masas (MS) para identificar proteínas en células no sincronizadas que fueron fosforiladas en motivos de sustrato de CDK de una manera dependiente de CDK1. La inmunoprecipitación con un anticuerpo anti CDK / MAPK motivo identificó 26 proteínas cuya abundancia disminuyó en ≥1.5 veces después de la inhibición de la quinasa CDK1 (Fig. 3A). Entre estas proteínas había muchos sustratos CDK1 conocidos (Fig. 3 A, verde) y varias proteínas asociadas a actina (Fig. 3 A, rojo), destacando que CDK1 es capaz de fosforilar múltiples proteínas involucradas en la regulación del citoesqueleto. De particular interés fue el formato FMNL2 porque anteriormente se había relacionado con la estimulación de la formación de fibra de actina aguas abajo de la activación de RhoC (Kitzing et al., 2010; Zeng et al., 2015). FMNL2 tiene un único fosfosito de CDK1 de consenso predicho en S1016 (High Stringency, Scansite 3.0; Obenauer et al., 2003), y la fosforilación de FMNL2 dependiente de CDK1 se confirmó mediante transferencia Western después de la inmunoprotección con sustrato de CDK (Fig. 3 B). Además, el mapeo de fosfositos basado en MS de mCherry-FMNL2 purificado por afinidad detectó la fosforilación de FMLN2 en los residuos S171 y S1016, y la fosforilación en S1016 se redujo después de la inhibición de CDK1 en células asíncronas (Fig. 3 C). La ciclina A2-CDK1 purificada y la ciclina B1-CDK1 fueron capaces de fosforilar un fragmento C-terminal de FMNL2 etiquetado con GST directamente (Fig. 3 D), y se confirmó que esta fosforilación se produce en S1016 mediante un mapeo de fosfositos basado en MS (Fig. 3 E). No se observó una diferencia significativa en la abundancia del péptido fosforilado S1016 entre el término GST-FMNL2 C incubado con ciclina A2-CDK1 o ciclina B1-CDK1 (Fig. 3 E), lo que demuestra que CDK1 se asocia con ciclina A2 o ciclina B1 es capaz de fosforilar FMNL2 en S1016 in vitro. Para probar el papel funcional de la fosforilación de FMNL2 dependiente de CDK1, se expresó un mutante fosfomimético de FMNL2-S1016E en células de eliminación de CDK1. En contraste con la expresión de WT FMNL2, la expresión de FMNL2-S1016E rescató parcialmente la pérdida del área del complejo de adhesión observada en células asíncronas después de la caída de CDK1 (Fig. S3 A), lo que demuestra que la fosforilación de FMNL2 en S1016 contribuye a la regulación de Complejos de adhesión aguas abajo de CDK1. Estos datos, junto con los datos de MS presentados en este estudio (Fig. 3 A) y en investigaciones anteriores (Robertson et al., 2015) también sugieren que, además de FMNL2, CDK1 es potencialmente capaz de regular múltiples proteínas. Que controlan los complejos de adhesión y el citoesqueleto de actina. A continuación, intentamos determinar el papel de FMNL2 en la modificación dependiente de CDK1 de los complejos de adhesión durante el ciclo celular. En células sincronizadas, la transferencia Western después de la inmunoprecipitación con sustrato CDK demostró niveles similares de fosforilación de FMNL2 en G1 y S, seguida de una reducción en la fosforilación de FMNL2 en G2 (Fig. S3 C), lo que sugiere que el aumento de la fosforilación de FMNL2 no contribuyó a un crecimiento complejo en fase S pero que la desfosforilación puede
Facilita el desmontaje del complejo de adherencia en G2. De acuerdo con
esto, la caída de FMNL2 o la expresión de FMNL2-S1016A no fosforilables dieron como resultado la pérdida de fibras de tensión y predominantemente complejos de adhesión periféricos en G1 y S (Figs. 3 F y S3 D). Durante S, estos complejos de adhesión periférica aumentaron en área (Fig. 3, F y G; y Fig. S3, B y D), pero no se observó ningún cambio asociado en los complejos de adhesión central como se observa en las células de control (Fig. 3 H y S3 C). Además, la reducción en los complejos de adhesión después de la transición de S a G2 no se produjo después de la caída de FMNL2 o la expresión de FMNL2-S1016A (Fig. 3, F y G; y Fig. S3, B y D). Por lo tanto, se requiere la fosforilación de FMNL2 dependiente de CDK1 en S1016 para la formación de complejos de adhesión central y fibras de estrés de actina que se extienden centralmente con desfosforilación en G2 que contribuye al complejo de adhesión y desmontaje de fibra de esfuerzo. En ausencia de fosforilación de FMNL2 dependiente de CDK1 en S1016, los complejos de adhesión periférica aumentaron en el área durante S (Fig. 3 F y S3, B y D), lo que sugiere que la estimulación del área del complejo de adhesión en la fase S se produce a través de FMNL2 independiente Vías pero no fueron desmontadas posteriormente en G2. Juntos, estos datos demuestran que FMNL2 es un nuevo sustrato de interfase de CDK1 involucrado en el mantenimiento de las fibras de estrés transcelular y los complejos de adhesión durante S y la facilitación de cambios en la adhesión dependientes del ciclo celular después de la modulación de la actividad de CDK1 y la subsiguiente disminución en la fosforilación de FMNL2 S1016. Los niveles de ciclina B1 regulan la actividad de CDK1 para controlar el desmontaje del complejo de adhesión en G2 La regulación de la actividad de CDK1 durante el ciclo celular es principalmente mediada por la formación de complejos con las ciclinas A2 y B1 (Gong y Ferrell, 2010). El evento molecular clave asociado con G2 es el aumento de la expresión de ciclina B1 cuando se asocia con CDK1 en preparación para la entrada en la mitosis. Durante G2, la actividad de la ciclina B1-CDK1 es fuertemente inhibida por la fosforilación de CDK1 en Y15 por Wee1 para prevenir la entrada prematura a la mitosis (Gould y Nurse, 1989; Parker y Piwnica-Worms, 1992). Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que la reducción en los complejos de adhesión observada durante G2 podría estar coordinada con la inducción de la expresión de ciclina B1 y la inactivación posterior de CDK1. De hecho, una mayor proporción de CDK1 se asoció tanto con la ciclina A2 como con la ciclina B1 en G2 en relación con la observada en S (Fig. S4, A y B). Los niveles de tirosina-15-CDK1 fosforilada asociada con cada ciclina también aumentaron en G2 (Fig. S4, A y B), y CDK1, ciclina B1, ciclina A2 y Wee1 se observaron en la fracción citosólica de células en G2 (Fig. S4 C), que demuestra que G2 se asocia con una inactivación de CDK1 en el citosol después de una mayor asociación con ciclina B1 y ciclina A2 y fosforilación inhibitoria por Wee1. La eliminación mediada por RNAi de la ciclina B1, pero no la ciclina B2 estrechamente relacionada, anuló la capacidad de las células para desmontar complejos de adhesión en G2 (Fig. 4, A y B; y Fig. S4, E – H), lo que sugiere que los niveles aumentados de ciclina B1 se requieren para desactivar CDK1 y promover el desensamble del complejo de adhesión en G2. Para determinar si la pérdida de complejos de adhesión en G2 fue una consecuencia de la acumulación de la inhibición de la actividad de CDK1 dependiente de Wee1, el tratamiento a corto plazo de las células en G1, S y G2 con MK1775, un inhibidor de Wee1 que reduce la fosforilación de la tirosina-15 de CDK1 (Fig. 4 C) y por lo tanto Se utilizaron complejos de CDK1- ciclina hiperactivos (Gheghiani et al., 2017). La hiperactivación de los complejos CDK1-ciclina en G2 produjo un aumento en el área del complejo de adhesión (Fig. 4 C), mientras que el tratamiento de las células en G1 y S no provocó ningún cambio (Fig. 4 C). Esto sugiere que la reducción del área del complejo de adhesión observada en G2 es una consecuencia de la formación de complejos inactivos CDK1-ciclina en esta fase. Consistente con las observaciones realizadas en células asíncronas (Fig. 2 H), la caída de la ciclina A2 resultó en una reducción en el área del complejo de adhesión en las células S, lo que sugiere un papel para la ciclina A2-CDK1 en la promoción de la formación del complejo de adhesión (Fig. 4 E) Durante esta fase del ciclo celular. Además, la hiperactivación de la ciclina B1-CDK1 sola (después de la eliminación de la RNAi de la ciclina A2) no pudo promover la formación del complejo de adhesión en G2 (Fig. 4 E), lo que indica que la ciclina B1- CDK1 no puede regular los complejos de adhesión de la misma manera que ciclina A2-CDK1 y que los dos complejos tienen efectos opuestos en el área del complejo de adhesión. Por lo tanto, estos datos demuestran que el evento clave que ocurre en G2 para desencadenar la pérdida de complejos de adhesión y, por lo tanto, cebar las células para una rápida entrada en la mitosis es el aumento de los niveles de expresión de la ciclina B1. De hecho, la alteración de los niveles de ciclina B1 en células mediante la sobreexpresión de ciclina B1 no degradable (Clute and Pines, 1999) en células asíncronas o en células sincronizadas en S resultó en una pérdida de complejos de adhesión similares a los observados en G2 (Fig. S4, I – L), que demuestra el papel clave de los niveles de ciclina B1 para facilitar el desmontaje del complejo de adhesión. Además, el tratamiento de células asíncronas que expresan ciclina B1 no degradable con MK1775 rescató la disminución observada en la formación del complejo de adhesión, sin tener un efecto sobre las células de control (Fig. S4 J), lo que demuestra que la reducción en el área del complejo de adhesión asociada con la sobreexpresión de ciclina B1 se produce como resultado de un aumento de la fosforilación dependiente de Wee1 y la inactivación de CDK1. Consistente con un papel clave para la ciclina B1 en la regulación de la entrada mitótica (Jackman et al., 2003; Krämer et al., 2004; Soni et al., 2008; Gavet and Pines, 2010a, b; Gong and Ferrell, 2010), knockdown la ciclina B1 dio como resultado una disminución significativa en el número de células que se redondeaban hasta la división (Fig. 4 F) junto con una disminución pequeña pero significativa en la capacidad de las células mitóticas para experimentar una división exitosa (Fig. 4 G). Durante la mitosis, las células experimentan un cambio de forma importante caracterizado por el redondeo celular y la formación de una red de actina cortical rígida (Stewart et al., 2011; Ramanathan et al., 2015). Este cambio de forma está mediado por varios factores que incluyen una mayor actividad de RhoA impulsada por Ect2 (Matthews et al., 2012), inhibición de Rap1 (Dao et al.
al., 2009), desmontaje del complejo de adhesión (Dao et al., 2009) y
aumento de la presión osmótica (Stewart et al., 2011). Después de la caída de la ciclina B1, las células mitóticas no pudieron redondearse hasta el mismo grado que las células de control (Fig. 4 H), lo que demuestra un papel clave para la ciclina B1 en la mediación de los cambios morfológicos que ocurren durante el redondeo de las células mitóticas. Para explorar más a fondo el papel de los niveles de ciclina B1 en la promoción de la reducción en el área del complejo de adhesión, las células asíncronas se marcaron por pulsos con 5-etileno-2-desoxiuridina (EDU) durante 30 minutos para identificar las células en S y se fijaron y se tiñeron para la ciclina B1 y pax-illin (Fig. 5 A), y luego se cuantifica el área del complejo de adhesión. Este enfoque permitió la identificación de células en G1 (EDU y ciclina B1 negativa), S (EDU positiva y ciclina B1 negativa) y G2 (ciclina B1 positiva) y demostró que es consistente con las células sincronizadas (Fig. 1, A y B) y células que sobreexpresan GFP-paxilina y mTurq2-SLBP (Fig. 1, D – F), el área del complejo de adhesión se incrementó en las células S positivas para EDU y que las células G2 positivas para ciclina B1 tuvieron un área de complejo de adhesión reducida posteriormente (Fig. 5 B). Por lo tanto, los niveles de ciclina B1 se pueden usar dentro de una población asíncrona para identificar células en G2 y como un indicador de células con un área de complejo de adhesión reducida. Discusión En resumen, nuestros hallazgos principales identifican una asociación íntima entre la maquinaria del ciclo celular y la adhesión celular al definir (A) cambios dependientes del ciclo celular en el área del complejo de adhesión, (B) un papel no mitótico para CDK1 en la regulación de los complejos de adhesión célula-matriz en parte a través de la fosforilación de la forma FMNL2, y (C) un mecanismo por el cual esta actividad puede ser desconectado en forma de ciclo celular coordinado a través del aumento de la expresión de ciclina B1 en G2. Por lo tanto, estas ideas explican cómo la regulación de la actividad de CDK1 produce la modificación de los complejos de adhesión y el citoesqueleto a medida que las células progresan a lo largo del ciclo celular. La regulación de la composición del complejo de adhesión y la rotación hasta la fecha se ha centrado en gran medida en la migración de células o células que se propagan a proteínas de matriz. En este estudio, hemos descrito un nuevo aspecto de la regulación del complejo de adhesión que se centra en la progresión del ciclo celular. El área del complejo de adhesión celular aumenta a medida que las células pasan de G1 a S y, posteriormente, disminuye a medida que las células ingresan a G2. Estos cambios están respaldados por observaciones recientes de que las fuerzas contráctiles celulares siguen la misma tendencia a través del ciclo celular (Vianay et al., 2018) y, por lo tanto, sugieren una regulación de adherencia dependiente del ciclo celular concertado. Un regulador central de este proceso es CDK1 porque la rotación de CDK1 produce una pérdida de cambios de adhesión dependientes del ciclo celular. Los sustratos CDK1 incluyen reguladores de la actina (Yamashiro et al., 1991, 2001; Kuilman et al., 2015; Ramanathan et al., 2015), filamento intermedio (Chou et al., 1990; Yamaguchi et al., 2005) y redes de tubulina (Andersen et al., 1997; Liakopoulos et al., 2003) junto con reguladores de Rho GTPasas (Birkenfeld et al., 2007; Matthews et al., 2012; Whalley et al., 2015; Helms et al., 2016). La regulación de estas vías puede permitir que CDK1 facilite los cambios significativos en la morfología celular y la reutilización de los polímeros del citoesqueleto que se requieren para que ocurra la mitosis, pero en gran parte se han relacionado con la regulación de los complejos de adhesión durante la interfase. Un análisis fosfoprotómico previo de los componentes del complejo de adhesión identificó un gran número de sustratos CDK potenciales (Robertson et al., 2015), lo que sugiere un papel fundamental para CDK1 en la regulación de complejos de adhesión en interfase a través de múltiples vías que aún no se han dilucidado. Este papel es distinto de la inducción de la mitosis asociada con la ciclina B-CDK1 porque la caída de la ciclina B1 no tuvo un impacto en la formación del complejo de adhesión. Los datos presentados en este estudio sugieren que la ciclina A2 es necesaria para la regulación dependiente de CDK1 de los complejos de adhesión en la interfase; por lo tanto, pueden existir sustratos específicos de ciclina A2-CDK1 adicionales involucrados en la regulación de complejos de adhesión. En el futuro, sería instructivo determinar si los reguladores adicionales de la actividad de CDK1 como las proteínas CKS (Krishnan et al., 2010) o los nuevos socios de unión de CDK1 actúan para promover su actividad y función en la interfase. Por lo tanto, la modificación de la actividad de CDK1 no solo puede influir Aza el potencial proliferativo de las células, pero también podría tener un impacto sobre otros procesos dependientes de la adhesión, como la migración y la invasión celular. En apoyo de esto, recientemente se ha demostrado que la actividad de CDK1 funciona en sentido descendente de la proteína tirosina fosfatasa LAR para regular la formación de complejos de adhesión en fibroblastos embrionarios de ratón estimulados con el factor de crecimiento derivado de la placa (Sarhan et al., 2016), y la expresión de CDK1 es necesaria para la estimulación dependiente de integrina αvβ3 de la migración de células de cáncer de próstata (Manes et al., 2003). Por lo tanto, se requiere una investigación adicional de este nuevo papel no mitótico para CDK1 en la regulación de complejos de adhesión y el citoesqueleto. El redondeo de células mitóticas permite un posicionamiento preciso del huso y la separación de cromosomas (Carreno et al., 2008; Kunda et al., 2008; Kunda and Baum, 2009; Lancaster et al., 2013). De acuerdo con las observaciones anteriores, hemos demostrado que la prevención del desmontaje del complejo de adhesión perturba la mitosis (Dao et al., 2009; Lancaster et al., 2013; Marchesi et al., 2014). Varias proteínas que los complejos de adhesión regulados también son necesarios para una división celular eficiente; por ejemplo, los Rho-GEF LARG y GEF-H1 median la fuerza mecánica en los complejos de adhesión (Guilluy et al., 2011), pero también son necesarios para una mitosis eficiente (Birkenfeld et al., 2007; Helms et al., 2016) y la activación de Rho y la promoción de la contractilidad dependiente de la miosina son necesarias para que se produzcan tanto el redondeo de células mitóticas como la citocinesis (Maddox y Burridge, 2003; Glotzer, 2005; Matthews y otros, 2012; Breznau y otros, 2015). Además, se requiere la actividad de la formina para mantener la actina cortical en las células mitóticas (Ramanathan et al., 2015). Es lógico, por lo tanto, que esta maquinaria reguladora deba reciclarse y redistribuirse para que no promueva complejos de adhesión y fibras de estrés de actina para su reutilización durante la división celular. Nuestros hallazgos muestran que el desmontaje de los complejos de adhesión y la modificación del citoesqueleto comienza en G2, antes de la retracción celular y el redondeo. Esto se demuestra en la formación de complejos de adhesión periféricos y un cambio a una distribución de actina más cortical y prepara la célula para el rápido redondeo requerido una vez que se haya pasado el punto de control G2 / M. Estos hallazgos sugieren que la modulación de los complejos de adhesión y el citoesqueleto representa un proceso clave que ocurre en G2 en preparación para una mitosis eficiente. Debido a que el desmontaje del complejo de adhesión dependiente de G2 resulta en una pérdida de división celular precisa, especulamos que esto puede ayudar a explicar cómo los cambios en el microentorno del tejido que influyen en el citoesqueleto de actina y la formación y señalización de complejos de adhesión, como el elevado La rigidez de la ECM que caracteriza a muchos carcinomas (Faurobert et al., 2015) contribuye a la aneu- ploidía y la progresión tumoral. En este estudio hemos identificado el formin FMNL2 como una novela. Sustrato para CDK1 que desempeña un papel en el mantenimiento de los complejos de adhesión y facilita los cambios dependientes del ciclo celular en los complejos de adhesión. El derribo de FMNL2 o la expresión de un mutante S1016A no fosforilable dio lugar a la pérdida de complejos de adhesión y fibras de estrés dentro del cuerpo celular, manteniéndose las estructuras periféricas. Esto es consistente con el papel de FMNL2 en la promoción del alargamiento de las redes de actina ramificadas Arp2 / 3 (Block et al., 2012) y la formación de fibra de estrés transcelular (Péladeau et al., 2016). Se ha demostrado previamente que FMNL2 se acumula en el borde de los lamelipodios y en las puntas de los filopodios en las células migratorias de melanoma B16 (Block et al., 2012; Kage et al., 2017), donde junto con FMNL3 regula la actina fila. - formación de mentir a lo largo de los lamelipodios que sobresalen (Block et al., 2012; Kage et al., 2017). Sin embargo, queda por determinar cómo influye FMNL2 en la formación de complejos de adhesión. FMNL2 puede desempeñar un papel directo en la formación de fibras de estrés asociadas con complejos de adhesión; alternativamente, puede proporcionar el marco transcelular a partir del cual se forman posteriormente las fibras de esfuerzo dorsal y ventral junto con las adherencias focales (Hotulainen y Lappalainen, 2006). Esta alternativa es consistente con la observación de que el crecimiento del complejo de adhesión puede ocurrir en ausencia de FMNL2 durante la fase S, lo que sugiere que FMNL2 no es directamente responsable del crecimiento del complejo de adhesión en la fase S, pero en su ausencia, la localización de los complejos de adhesión se altera debido a Cambios en la red de actina existente. La forma en que FMNL2 media la dinámica de la actina durante la progresión del ciclo celular y cómo esto influye en la formación del complejo de adhesión formará la base de futuros estudios. Además, aún queda por determinar cómo la fosforilación de FMNL2 en S1016 modula su actividad y el papel de esta fosforilación en la regulación de la dinámica de la actina durante la progresión y migración del ciclo celular. Se demostró previamente que la fosforilación de FMNL2 en S1072 por PKC es necesaria para la translocación de FMNL2 en asociación con la integrina β1 de la membrana plasmática a las vesículas intracelulares (Wang et al., 2015). Por lo tanto, es posible que se produzcan conversaciones cruzadas entre estos sitios de fosforilación que regulan el tráfico de integrinas y, posteriormente, la localización y la rotación de complejos de adhesión. La fosforilación de FMNL2 en S1016 se ha identificado en análisis fosfoprotómicos a gran escala de células mitóticas e interfásicas (Dephoure et al., 2008; Olsen et al., 2010). Además de nuestra observación de que la ciclina B1-CDK1 purificada es capaz de fosforilar FMNL2 S1016, esto sugiere que la FMNL2 también puede estar fosforilada en mitosis por ciclina B1-CDK1. Dado que las forminas se han relacionado con el mantenimiento de la actina cortical en las células mitóticas (Ramanathan et al., 2015) y la citocinesis (Bohnert et al., 2013), un posible papel mitótico para FMNL2 justifica una investigación más a fondo y potencialmente proporciona un buen ejemplo de una proteína adicional que desempeña un doble papel en la regulación de los complejos de adhesión durante la interfase y el citoesqueleto durante la mitosis. Los niveles de ciclina B1 y la cantidad de CDK1 asociada con ambos la ciclina B1 y la ciclina A2 aumentaron a medida que las células ingresaban a G2 (Figs. S1 y S4, A y B). Durante G2, los complejos de ciclina-CDK1 se mantienen en un estado inactivado a través de la fosforilación en Y15 por Wee1 (Gould y Nurse, 1989; Parker y Piwnica-Worms, 1992). Esta acumulación de complejos inactivos ciclina-CDK1 proporciona un medio simple para reducir la actividad de mantenimiento de la adhesión compleja de CDK1 en un golpe y actúa como un interruptor temporal para desencadenar la pérdida de complejos de adhesión coordinados con la entrada en G2. El evento clave que impulsa la pérdida de complejos de adhesión en G2 es el aumento en los niveles de ciclina B1 y esto, junto con las observaciones recientes de que la localización citoplasmática de ciclina B1-CDK1 inactiva determina la longitud de G2 y se requiere para prevenir la prematura entrada a la mitosis (Strauss et al., 2018), demuestra un papel de la ciclina B1-CDK1 inactiva citoplasmática en la coordinación de los cambios celulares en G2. Aunque se sabe mucho sobre los eventos de señalización que facilitan la activación de la ciclina B1-CDK1 y la entrada en la mitosis, se sabe muy poco acerca de los eventos de señalización que marcan la transición de S a G2. Esto merece un trabajo adicional ya que quedan varias preguntas. Por ejemplo, ¿cómo influye el aumento de ciclina B1 en la actividad de Wee1 o Myt1, y cómo se determina la expresión, actividad o localización subcelular de la miríada de otros reguladores del ciclo celular y del citoesqueleto por la ciclina B1?