PRIETO

Perla intelectual, nacida en el mar caribe, su obra brillante resplandece como

el nácar, su pensamiento y su imagen esta grabado en el mural de la ciudad,
donde el azul y el viento nos llaman a seguir su ejemplo.

Ruiseñor que en su pico trae sabiduría, enseñar fue su misión, el exilio fue
escuela donde trabajó con grata pasión, alzo vuelo alto con su pensamiento, y
a la juventud dejo una gran lección ¡Joven empínate¡

Infatigable en la transformación, se hizo maestro, político de alta dimensión,

gran orador y poeta de dulce expresión, pidió la palabra para tejer y destejer la
sociedad, y su inspiración fue el magisterio americano de Bolívar, para crear
una sociedad sin privilegio, y fue su mayor pasión.

Educador se hizo desde niño, aflorando su vocación de aprender para enseñar,

no desmayo en su misión, como maestro de escuela abrió caminos en el mar,
vino a tierra firme con sus sueños, la magia de los libros cultivó su
pensamiento y dieron conocimiento y fue su luz para vencer la oscuridad.

Talento que floreció y se hizo al viento esparciendo semillas, hombre sin

señales de odio, con su espíritu de joven luchador, percibió la luz de la
sabiduría para trajinar por los caminos torcidos, siempre buscando la verdad y
la justicia y hacer del ser humano libre de ataduras.

Orfebre del pensamiento por herencia, elaboro diversidad de joyas y el se

convirtió en joya que hoy resplandece, su dignidad de hombre publico y
privado, lo hacen brillar en el cofre del tiempo, sus obras son libros
abiertos, donde la verba mínima sirve de ejemplo, para dejar
imperecedera su huella.