Вы находитесь на странице: 1из 6

l.

CUESTIONES PRELIMINARES

¿QUÉ ES LA ÉTICA?

1..1 ótica es una de las ramas d e la filosofía. Se centra en la moral y elabora aná-
liHis y teorías sobre la na turaleza, la función y el valor de los juicios morales.
i .'-;u s juicios nos sirven para evaluar el comportamiento ajeno y la organización
dl· la sociedad , así como p ara guiar nuestras p rop ias acciones.1
La ética aplicada estudia los problemas morales a los que n os enfrentamos
todos los días, ya sea ind ividual o colectiv amente, e intenta resolverlos o, por lo
menos, hacer p rogresar su an álisis. Un estudiante que se pregunta si d ebe ha-
cer tramp a en un examen o si d ebe intervenir para evitar que un amigo se sui-
cide se enfrenta a un p roblema individual. En cambio, la cu estión de saber cu ál
posición sería jus to adoptar an te las reivindicaciones territoriales de los autóc-
tonos o cuál inversión en recursos humanos y m ateriales es justo h acer en el
sis tema de salud p ara el cuidado d e los niños nacid os muy prematu ramente,
son problemas qu e se plantean a una colectividad.
La ética p rofesional, a menudo llamada deontología, es una rama de la éti-
ca aplicada que, p or su p arte, se centra en los p roblemas morales particulares
q ue se p lan tean a los profesionales, com o abogad os, ingen ieros, médicos, en-
fenneras o trabajad ores sociales.
Si situ amos la ética en el conjunto de las manifestaciones del p ensamiento crí-
tico propio d el ser humano, taml5ién se la puede concebir como el examen de la
justificación racional de nuestros juicios morales. La ética tien de a permitirnos ha-
cer evaluaciones morales mejor p ensadas, más críticas y más racionales del compor-
tamiento ajen o, de la organización de la sociedad o de nu estras propias decisiones
(figura I.1).
1 Debe notarse que a menudo se emplea el término "moral" en lugar de "ético". El contexto suele

permitimos d iscernir fácilm ente de q ué se trata. De este modo, la moral católica significa el conjunto
de reglas de cond ucta preconizadas por la religión católica (por ejemplo, la prohibición del aborto
y de la anticoncepción artificial). La moral de Aristóteles se remite, antes bien, a las teorías aristotélicas
concernientes a la moral. En nuestros días, algunos utilizan sistemáticamente ético en lugar de moral,
pues este último término les parece ya caduco. Así, dirán que la ética de los miembros de la barra de
abogados es deficiente, q uerien do expresar con ello que la moral de los miembros de la barra de abo-
gados es deficiente. También allí el contexto nos permitirá discernir fácilmente de q ué se trata.

17
1A A'l LJ l ~A I l·/A 1>1 · 1 A 1 1ll \ 11 1 ti 11 • 1 11 1 l l ~ l l Nl\ 1< 1 '1 i1

1 JI ,1 1 ' 1 '
¿PA RA QUÉ SI RVE LA ÉTICA? N 111 "" ''' 11 111111" 111111.i Ji .., , "1111'111 11 11 N111 1 1 1 11~ j1111 h••1 n1t11.1 N 11"·, ll• •" 11 111 11 1•, 111111.i
1 11•111•1.1 11 lllll''ll'.I 1d1·11 11d.i d 11 1 1o•f11•folll 1•1 lipo dl' 11•' ~P ll l1•,l11 ll1111111 d1 •I
¡11•1 111111 q111 • q1 1i ... i(•1\1- tipo d1 • 'illl Íl'1 l.1d 1•11 J. 1
Como respuesta a la primera pregunta planteada en este capítulo, hemos dich o 1111111 ~ 1 · 1· _ _ c u,1l qu1·n·i,1111< " v1111·
que la ética hace el examen de las justificaciones de los juicios morales, que se
refieren a los comportamientos ajenos, a la organización de la sociedad o a Nuc... 1l'O'i j11 i1 i11" 111111.1
.---- - - les influyl'n :-.nbn• 111 11 · "
nu estros propios comportamientos. Si esos juicios desemp eñaran un papel in- tras a m b t .1 d1·~ y :-.111 •11•
significante en nuestras vidas, la ética no tendría tal vez gran importancia. Pe- nucstrils ilnlip.1 11.1"
ro, com o acabamos de mostrarlo, esos juicios son habituales. De hecho, si pen- ' •ll 1h_h'l'l/ 11ciún Mostrad o p or la N uestros juicio.., 111111.1
samos un poco en esto, se encuentran en el meollo mismo de nuestras vidas. tl 11d .11•11 l.1 p. 18 his toria de Natalia les n os ily ud¡¡n .1 .i .. 11·1
minar lo s proy1•cl11" 1•11
Componen y reflejan nuestra identidad, así como el tipo de persona que desea- los Clwles q ucrc11111" 111
mos ser. Son testimonio de la clase de sociedad en la cual quisiéramos vivir, y vcrtir tiem pn, cnl' rg 1.1 1
1 1 111 .i li.111• c l cxil men + H acemos d ia riamente + Los JUICIOS m ornles recursos. En ese :-.1•111 i1 111,
pueden contribuir a orientar el d esar rollo de nuestras sociedades. Influyen d1 • 1 1 ~ 111 ... 1ific,1ciones de juicios morales. están en e l m eollo de influyen sobre l 'I 111 111
sobre nuestras amistades y sobre nuestras antipa tías. Guían la elección ti.e 11111 1111" ¡11id us morn- nuestras v idas. de vida que lll'1·.11 110 1"
h \•l ' 1' rl'mil¡¡n ala
nuestra manera de invertir tiempo, energía y recursos, y por ello influyen so- , 1K.t1111,1111í11 de l¡¡ so-
bre el tipo de vida que llevamos. En pocas palabras, véase el esquema en forma ' 11d 11d , .11 c o mpo r ta -
1111111111 .1j1 •1111 " nuestro
de árbol d e la .figura 1.2. 4 1·111¡1111 111111p11rt¡¡miento.
Prosigamos. Como seres humanos, ya lo hemos subrayado, evaluamos el
comportamiento ajeno y la organización de la sociedad, y tom amos decisiones.
Ahora bien, aun si lo hacemos sin reflexionar explícitamente en los componen- La ética es de g ran importancia
tes morales de nuestras evaluaciones o de nuestras decisiones, aquellos están
presen tes. Esas eva luaciones y esas decisiones comprenden, pues, una dimen- 111 1.1 1-1iluacióninesperada, nueva, particularmente compleja o preñada de ((11 1
sión moral, aun cu and o no estemos conscientes de ello. Desde luego, esas pre- "' lll'ncias. Cu ando esto sucede, el ejercicio del pensamiento crítico sobre l,1·.
suposiciones de naturaleza mora l, que influyen sobre n osotros sin que nos de- ' 111•..,Liones morales n os hace más perspicaces.
m os cuenta, pueden ser completamente válidas, pero también problemáticas y Vemos así que la ética puede ayudarnos a juzgar el valor de los elemcnlo:-i
hasta erróneas. La actualización de esas presuposicion es puede, entonces, ser- 11101\i lcs presentes en las acciones y las evaluaciones cotidian as que efectu a rno"
nos útil. En el plano individual nos permiten, en efecto, mayor conocimiento •1 111 pensar demasiado en ellas; por decirlo así, de "manera automática" . /\ ~ i
de nosotros mismos y, tal vez, nuestro mejoramiento. En el plano colectivo 1111-. rno, puede iluminarnos cuando nos enfrentamos a cuestiones mora les qu v
pueden ayudar a evitar que sobreven gan catástrofes sociales o que se manten- 1H l'1 colocan en "actitud refl exiva" y n os remiten a nosotros mismos.
gan instituciones injus tas. La historia rebosa de ejemplos de cómo unas presu- En el pasaje siguiente, el filósofo Richard Paul sitúa de manera intercs,11111•
posiciones de naturaleza moral dudosas han contribuido a d esencadenar gue- 1•1 lugm del pensamiento crítico en el conjunto de las actividades humanas:
rras o a discriminar a ciertos grupos.
Pero también ocurre que reflexionemos con pleno conocimiento de causa Por una curiosa ironía del d estino, el ser humano n o sólo es el único anima l " lúg i
sobre las dimensiones morales de una acción considerada, del comportamiento co", sino ta mbién el único animal "ilógico". Es el único animal que utiliza si¡.;nilt
de otros o de un elemento de la organización social. Ello pasa, por ejemplo, en caciones - ideas, conceptos, analogías, metáforas, modelos, teorías y explicacill
4 Los esquemas en form a de árbol son una ma nera d e representa r gráfica men te una arg umen- nes- para dar sentido a las cosas, para comprenderlas, preverlas y domin,H l.1....
ta ción. P ara m a yores d etaJles, véase Pierre Blackburn, Logiq11e de /'arg11111entatio11, 2" ed., ERPI, Mon- También es el único que se sirve d e significaciones para negarse a sí mismo, co11
lreal, 1994, cap. 4. lradecirse y engañarse, para interpretar erróneam ente los hechos, desvirtuarlo~ \
2·1 LA NA.I LJ l{ALEZA IJE LA 1: 1ICA 11(1 1 IM INA l<I ' •

transformarlos en estereotipos, así como para alimentar su dogm.1li:-.111n, :.110., preju i- St•,1 ('(111111 lt1l' l'l', l. 111 •1l1•\ l1111 ' 111111 1 lo1 ,, , ,, ol 11l' n •m11nl.1 nH1 Cilll llld l ,1 l1 '.i•1, l •I
cios y la estrechez de su criterio. El ser humano es el único animal cuyo pcnsdmiento d1digo nws11pol.í 111ko d1• 11 1111111111111111 ( l í')H ,1.(.'.- I MC> .1 . '.) t':-. 11n ll'\ lll di' d1 •
puede ser llamado claro, preciso, exacto, adecuado, coherente, profundo e impar- recho ljlll', l'Vilknll·nw1111•, 1" 1 111 1111d1· 11'l lv,.. i1>1ws é t il'.1s . l ..1s rdlt•'<i1>111•:-. ~nh11 •
cial; pero es, asimismo, el único animal cuyo pensamien to es a menudo impreciso, problemlls mornles Sl' l'11c11 v111 1.111 por lo d cm6s ex puestlls en un11 1111il1i1 11d d1 ·
vago, inexacto, inadec uado, superficial, trivial o tendencioso. lcyendlls, epopeyas y te>dus :-..1g r.1d11s, corno el Mn/1ñúlui rnlrr (c. lllll() ,l.(' .), l. 1
A la luz d e esta paradójica dicotomia, compren demos mejor la razón de ser del l'popcya de Gilgamesh (300 n.C.) o lll Odiserr (siglo v1 11 a.C.). El his lori.1dlll' d1·
pensamiento c rítico. El ser human o no debiera fiarse simplemente de su instinto, lns ciencias Jacques Roge1~ a qu ie n se le p reguntó a qué época se rcnw111.1h.1 l.1
ni creer, sin plantearse preguntas, todo lo que se le ocurre, ni admitir com o verdad medicina, respondió que ésta había existido siempre, porque el s ufrimi t•nl11 l 1
indiscutible todo lo qu e se le h a enseñado. Tampoco debiera creer que su experien- s ico ha existido siempre. Tentados a responder casi del mismo modo, dirí.111111~ .
cia sea siempre confiable. Tiene que construil~ en cuestión de creencias, de verdad que la reflexión ética ha existido siempre, porque los problem<1s mo r,1 k•s 1,1111
y d e validez, normas sólidas en el plano intelectual, pues éstas no son im1atas. Y bién han estado presentes siempre en la vida h umana. Fácil es imagin.ir por
debe cultivar costumbres y rasgos de ca rácter que le permitan integrar esas n ormas 'jemplo, a un homínido de h ace miles de años preguntándose qué hncer .rnlv
a su vida.5 un compañero, de caza gravemente herido por un animal, que le p.id icr.i nbrl'
viar sus s ufrimientos matándolo.
Es así como concebimos el papel y la importancia de la reflexión ética y co-
mo hemos redactado la presente obra.
¿QUÉ ES UNA CONCIENCIA MORAL?

¿A QUÉ ÉPOCA SE REMONTAN LOS COMIENZOS DE LA REFLEX IÓN ÉTICA? Consideremos la siguiente caracterización de una c.o nciencia moral. Podremos
hacer de ella el punto d e partid a de nuestras reflexiones sob re la experienci.1
Los orígenes d e la ética se p ierden en la noch e de los tiempos. Se han encontra- moral (cuadro I.1).
do escritos teóricos sobre la ética en el Oriente desde el siglo v antes de la era
cristiana. El filósofo Mo-tseu (479 a.C.-381 a.C.), que vivió durante el "periodo Actitudes características de una persona con conciencia moral
C t:ADRO 1.1.
de las cien escuelas" en China, analiza, por ejemplo, diversas cuestiones rela- (según Richard Brandt)*
cionadas con la jus ticia, como la legitimidad de las g uerras, la lucha contra la 1. Siente avernión h acia cierto tipo de acciones, aun si esas accion es no la perjudirn n.
p obreza, los privilegios de los poderosos, etc. Ensefia q ue no porque una prác- 2. Cua ndo debe elegir en tre varias acciones posibles que Je repu gnan por compll'lt1,
compara la intensid ad de sus aversion es y elige la acción que menos le repugna.
tica sea tradicionalmente aceptada es necesariamen te buena. Por cierto, hubo
3. C uando considera que h a actuado contra sus aversio nes, tien de a sentirse culp;1blv,
no tables debates éticos entre los discípulos de Mo-tseu y los partidarios de las a menos que exista una cil·cunstancia que excuse esta acción (por ejemplo, unn 111,11.1
posiciones de otro filósofo chino, Confucio (c. 555 <1.C.-c. 479 a.C.). Los griegos evaluación de la situación o la imposibilidad de actuar de otro modo).
Platón (428 a.C.-348 a.C.) y Aristóteles (384 a.C.-322 él .C.) también elaboraron 4. Cuando le repugna cometer una acción de cierto tipo, d esaprueba a quienes ln conw
teorías éticas que han llegado hasta nosotros/' ten, salvo si existen circunstancias que la excusen.
5. Puede admirar a alguien que realiza ciertos tipos d e acciones, sin desaprobar, cmpl'
5 Richard Paul, Critica/ Thinking, Center for Critirn l 'f'hinking .ind Mor,11 Cri tique, Rohnert Park, ro, a alguien que n o las efectúa.
CA, 1990, pp. 44-45. 6. Desaprueba que o tro no tenga sus mismas aversiones.
6 Fragmento d e un tratado de Mo-tseu se encuenlr.1 l'll l.1 ' l'ú i(>n 'f<•11111s de reflexión d el capítu- 7. Cree q ue esas actitudes se justifican racionalmente, de tma m anera o d e otra.
lo JI. Sobre la ética u tilitéU'ista de Mo-tseu, véase Yi l';m Ml'i, M ohC' (l lyperion, Weslport, 1973), Mo •Esta ca racterización fue elaborada por el filósofo Richard B. Brandt en A Tileory of file Good 1111,/
Tzu, Basic Writi11gs (trad . de Burton Wa tson, Columhi.1 U111\'l'1...1ly l'rl':-.s, Nueva Yor k y Londres, lile Right, Oxford University Press, Oxford, 1979, capítulo 9, y en el artículo "The Explanation n i
1963), así como las traducciones de textos de Mo-l...l'U til.1d .1 ... 1'11 l.1 "l').\ll ntla edición de nuestra Lo- Moral Lang uage'', publicado en la obra de David Copp y Dav id Zimmerman (dirs.), M omlity, /{1·11
gique de I'argwnentation (ERPI, Mon treal, 1994), en l a~ pp. :i 11 172. S11hre la ética de P la tón, véase su so11 and Truth, Rowman & Allanheld , Totowa, 1985, p. 109 ss.
República, y sobre la de Aristóteles, su Ética 11ico111111¡11m.
11 1 A NA I IJ J{A I 11/A l >I · 1 A 1 1 U '\ 1 1 1 111 • t 1•111 1 1"-l lNl\ 1{1 •,

• ¿l'nr qué :-.L' debe nclu.ir monilmente? ( 'p mo \'l'l'l'rno·. 111.1 •1i1d1 •l11111l• l w1 11 1 1111~·0:-. d' l.1 élic.1 h.in ·n 11\ll.tr q11l' l'"l.1
• ¿No se bnsn n en los mismos principios todas las morales? 1111vs 1.111 Slí lo un t'o11j1111l11tic • 11•¡ ,li1•1q1w dl'11cn np licn rse rígilbnwnll'. /\dvm.1: .,
1

• ¿Qué hacer cuando consideraciones morales nos mueven en direcciones 1 <11110 todos los dí.is h.11'1•1110., l'V.ll11.1l'ioncs morales, no pued e deci rse qul' l.i
opuestas? 1•1ic.1 sea poco ütil en In prtíclicn y que sólo interven ga en ocns iones espl'l'i.tll·s.
• ¿Qué hacer para que nuesh·as sociedades sean mejores? !'ero tal vez h aya algo más. Entre los que sostienen la idea de qu e l.1 (·lit'.1
• ¿Cómo hacer que la gente sea más sensible a las injusticias? ,..,, ,rnte todo, una esp ecie d e código rígido, ideal p ero poco ütil y hnsta peligrn-
• El hecho de no intervenir para evitar que se cause un daño, ¿no equiva- •111 en la práctica, varios han recurrido a una argumentación muy particul.i1~ ,d
le a cometer uno mismo ese daño? l1·nor siguiente: "La gente de principios son individu os inflexibles que h;1n
• ¿Justifica el fin, a veces, los medios? En caso afirmativo, ¿en qué circuns- 11doptado definitivamente ciertas reglas y no las ponen en duda, aunque n Vl' -
tancias? 1 t'S tri les principios conduzcan a absurdos o ya no tengan razón de ser. J\hor.1
• ¿Se puede actuar .inmoralmente contra uno mismo? lllcn, a menudo ocurre que esos principios son malos. Y cuando son buenos, L'I
• Si no hay un ser divino, ¿puede haber una moral razonable? lit•cho de que se adhieran dogmáticamente a ellos y los apliquen m ecán irn-
• ¿A qué se debe que los seres hLUnanos puedan adoptar un punto de vis- 111cnte los priva de toda amplitud de criterio y de sentido crítico".
ta moral? Ponernos aquí el dedo en algo importante: cierto es que el dogmatismo SL'
1•ncuentra en los antípodas de la actitud crítica y que no hay que alentado en
Como puede comprobarse, la ética n o sólo es el examen de temas habitua- l'I dominio de la ética, como tampoco en otros campos. No obstante, parece ser
les como el aborto y la pena de muerte. que esta crítica confunde el hecho de tener principios -lo que parece perfecta-
mente aceptable y hasta indispensable a los seres humanos-18 y la adhesió11
dogmática o hasta fanática a unos principios.
¿QUÉ IDEAS ERRÓNEAS SOLEMOS ESCUCHAR ACERCA DE LA ÉTICA? Es importante recordar siempre que, como lo hemos mostrado (véase p. J 7),
los juicios morales se encuentran en el meollo mismo de nuestras vidas y qLw
Primera idea errónea: "La ética es, ante todo, l.1 formulación de juicios morales es un acto cotidiano. Como todo lo que vale l,1
una especie de código rígido ideal, poco útil en la práctica" pena hacer, merece hacerse bien, ciertamente no se puede decir que la ético L's
inútil en el fondo.
El filósofo austra liano Peter Singer, que se ha interrogado sobre esta idea erró-
nea, dice lo siguiente: Segunda idea errónea:
"La ética concierne ante todo al comportamiento sexual"
La gente cree a veces que la é tica es un conjunto de reglas sencillas y poco comple-
jas del tipo "No mentirás", "No robarás" y "No matarás". No es sorprendente que Para muchos, en especial p ara ciertas p ersonas de edad avanzada que recibie-
quienes así ven la é tica crean asimismo que ella no p uede abordar las complejid a- ron una educación religiosa rígida, la ética se relaciona ante todo con la "bueno
des de la vida rea l. Pues en situaciones insólitas bien puede ocurrir que aquellas conducta sexual". La filósofa Sara Ruddick considera que "antes del descubri-
breves reglas entren .en conflicto unas con otras; y aun cuando no es el caso, hay la miento de medios anticonceptivos psicológicamente aceptables y eficaces en el
posibilidad de que el respeto a una regla conduzca a un desastre. Ta 1 vez habitual- plano biológico, había que contener los deseos sexuales, en atención al bicneslM
mente sea ma lo mentir, pero en la Alemania nazi se habría justificado seguramente de los hijos" .19 Tal vez sea ésta, efectivamente, una razón que explique la únpor-
no revelar a los miembros d e la Gestapo, que h abían llegado a tocar a la p uerta en .
18
_Sin pr_incip_ios, cada si.tuación sería única y nueva. Difícil nos sería aprovechar nucslr.1 t''(ll'
busca de judíos, que una familia judía estaba refugiada en nuestro granero.17 nenc1a de s1tuac1ones seme¡antes. Tal vez nos sería entonces imposible sacar lecciones de nul':-lru"
éxitos y de nuestros errores.
19
Sara Ruddick, "On Sexual Morality", en Jam es Rachels (dir.), Moral Prob/ems, Harpcr & l{11w,
17 Peter Singer, Practica/ Ethics, Cambridge University Press, Cambridge, 1979, p. 2. Nueva York, 1971, p. 85.
lh LA NA I Ul{A L EZA DE LA É'f ICA ( I JI 'd H l N I·'> l 'l{ l ·I IM INA l{ I '> 17

[,1nc.in (a nuestros ojos, a veces desmesurada) que se atribuía a la sexualidad


en In moral anterior a "la píldora". Lo seguro es que el comportamiento sexual no 111 " 1l¡i1 1011 dl'i 1111iVL'l'Ml y de ~ u u rigen que h.1n• inll·rven ir ,1 1111<1 u ;1 v,ll'i11'o di vi11id,1d l"I
constituye ya en nuesh·os días un objeto privilegiado de reflexión ética, como se
ha podido comprobar recorriendo la lis ta de preguntas de la sección anterior.
Por otra parte, se puede notar que durante el periodo que siguió al descu-
br.i miento y la comercialización de la píldora anticonceptiva, o sea durante los
¡1 t1dl¡111 d1• L< llll lt1 l l,1 mrn ..11 ;isqci;id o mtb o menos esl rcchíl mcnte íl los deseos de un;i d iv inid.id 1

años sesenta del siglo xx, en nuestras sociedades se reivindicaba la libertad se-
xual en nombre de consideraciones morales. Los defensores de la liberación ( 'it·rlnmcntc, la conciencia moral de muchas personas ha sido mold1 '.H l.1
sexual sostenían que la moral religiosa en materia de sexualidad era represiva, ¡ 11 11 1111,) re ligión. Pero no siempre ocurre así. C uando ocu rre, esta conccpci1'111 r1 ·
injustificada, fundamenta lmente arbitraria; que iba en contra del interés y d el llg ii111.i puede volverse problemática. El papel atribuido a Ja divinidad p1wd1 •
p lacer de las personas, a quienes causaba dramas p erson ales, aprisionándolas 1•1111·.ir 1•n conflicto con las descripciones del universo y de su origen prnd111 11 l.1'1
en la culpabilidad. En pocas palabras, según ellos, esta supuesta moral, después 11111· lt1s ciencias, como la cosmología, la paleontología o la antropolog í.1. I·1, 11
de un examen crítico, resultaba f undamentalmente inmoral. Ya era tiempo de pasar 1 l1g11d •conducta moral puede ser puesto en duda por la ética conte mpc11".1111 "1

a otro "sis tema de moral sexual", mucho m ás abierto. En ese nuevo marco moral
1
111111 se tienen buenas razones para creer en la existencia de una divin id.id , •.i
-en cuyo interior nos encontramos aún hoy- existen todavía muchos com- li1'i tvnríns éticas contemporáneas no recurren a ella, las m orales basadas sul 111 · l.1

portamientos abiertamente d esaprobados o que se han vuelto temas de debate. 11 •ll¡•,l6 n pierden mucho de su atractivo (véase la figura I.4).
Son sobre todo aquellos a los cuales se asocian la violen cia, la desigualdad o la Yn tendremos ocasión de hablar de los conflictos que s urgen entre In nrn
mentira; por ejemplo, la violencia sexual, la pornografía, la pederastia, la pros- 11•¡iciún religiosa de la moral y la concepción atea, en el capítulo v1, cuando
titución o el adulterio.2 º 11' u1nJa remos el estudio de los p ensadores del siglo xvm, el "Siglo de las Lu-
, ,.. ,". Esta época muestra de manera ejemplar cómo se puede argumentar pnrn
Tercera idea errónea: '4 111dituir las morales basadas sobre las religiones por m orales basadas en e l
"La ética es una preocupación esencialmente religiosa" P\.1 11 1<.Hl d e las necesidades, los sentimientos, los intereses y las relaciones hu-
1111111.1s . A los religiosos que decían: "Si abandonáis la idea d e una divinidad, no

Ya tendremos ocasión de tratar detalladamente esta cuestión más adelante. Por ,.,. 11ostendrá ya ninguna moral", respondían esos filósofos: "Eso es ridículo. Se
el momento digamos que las religiones se componen, las m.ás d e las veces, de 11111·dc fundar la moral sobre otra cosa que n o sean entes fantásticos; ad em<1s,
dos elem entos por lo menos: ' 11vstras religiones son buenos ejemplos de instituciones profundamente in-
111111-.1 les y corrompidas h asta la m édula. Para mejorar a los hombres h ay que
•una descripción del universo y su origen en que intervien e una divini- il1•struir cuanto antes las religion es". Mas para mos trar que la ética no est<1
dad; t"wncialmente ligada a la religión, acaso baste indicar que en tre los estudiosos
•Un código de conducta m oral asociado m ás o m enos estrechamente a los
deseos d e esta divinidad. 21 (Véase la figura I.3.)
FIGURA I.4. Dos tipos de conflicto
20véase ibid., pp. 84-105.

r•----J~l'l•IMl·
lil-;111
21 La voluntad de la divinidad en materia de moral puede expresarse de diversas maneras, por

ejemplo en un libro sagrado como la Biblia o el Corán, en las frases de un jefe o de un representan-
te de la divinidad com o el Papa, o incluso en "comunicaciones personales". Debe notarse que la 1
Descripción del universo y de su origen que hace intervenir
a una o a varias divinidades.
1
--··-
caracterización que hemos presentado excluye de la categoría de las religiones propiamente dichas
a los sistemas de ideas como el budismo o el jainismo, que no admiten la existencia de d ivinida-
des. Llega a ocurrir que se considere como religiones a tales sistemas; entonces se toma el término ( 'ódigo de conducta moral asociado más o menos estrechamente
religión en otro sentido. 1 a los deseos de una divinidad.
38 LA N ATURALEZA DE LA ÉTICA

de la ética que han dejado su huella en los dos últimos siglos, sólo una mino-
ría creía en la existencia de una divinidad y de ella hacía derivar su moral.
Pero, podría decirse, ¿no formulan las religiones un gran número de reco-
mendaciones absolutamente sensatas? Desde luego. ¿Qué mal hay en la idea
cristiana según la cual debe amarse al prójimo? No es gran cosa. Sin embargo,
debe notarse que esta idea n o es propia de la religión cristiana. El filósofo
chino Mo-tseu la defendía ya en el siglo v antes de nuestra era, así como los uti-
litaristas d el siglo XIX y la mayoría de los filósofos contemporáneos. En pocas
palabras, las teorías éticas contemporáneas que se oponen a las teorías religio-
sas no necesariamente sostienen siempre principios opuestos a los de las teo-
rías religiosas. Pero cuando están de acuerdo con ellas, no es por las mismas
razones.
Añadamos que la idea según la cual la ética debe b asarse en la religión a
veces ha sido defendida por ateos.22 Esto conduce a menudo, entonces, a una
visión relativista de la moral, que le niega todo valor real. Esto se expresa me-
diante reflexiones de este tipo: "La religión carece de fundamento. Ahora bien,
como la moral debe basarse en la religión, la moral también carece de funda-
mento" .23
Llega a ocurrir así que la idea según la cual la ética debe basarse en la reli-
gión contribuye a la popularidad de las creencias religiosas. Por ello, algunas
personas razonan de esta manera: "La religión no me dice gran cosa en sí mis-
ma. Sin embargo, como yo considero que la moral es importante y que necesa-
riamente debe basarse en la religión, tendré que adoptar una religión". Una
vez puesta en duda la n ecesidad de la conexión entre la moral y la religión,
esas dos argumentaciones resultan, desde luego, incorrectas.

¿QUÉ NEXOS HAY ENTRE ÉTICA Y DERECHO?

La ética mantiene relaciones con el derecho. Algunas leyes son justas, otras in-
justas, algunas son buenas en el plano moral, otras malas. Ese tipo de evalua-
ciones, muy frecuentes, son evaluaciones morales de las leyes y dependen, por tan-
to, de la ética.

22
Un ateo considera racionalmente justificado creer que las divinidades no existen. Los ateos
no dogmáticos están dispuestos a cambiar de idea, pero consideran que no recae en ellos la carga
de la prueba, y que es a quienes creen en la existencia de la divinidad a los que corresponde pre-
sentar la prueba de su creencia y que, mientras tanto, resulta más razonable no creer.
23 Trataremos en detalle la visión relativista de la moral en el capítulo siguiente.

Вам также может понравиться