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José Gregorio Granadillo Viloria

El elemento de los mundos

II parte

Las conjeturas de Granaster

Desescultura. Editor
Fotografía de la portada: Desescultura 6EQUJ5 –serie wow-

Autor: José G. Granadillo V.

Materiales: Madera, acero inoxidable, tornillos, tuercas

Técnica mixta

Web:

Jose-granadillo.artelista.com

Desesculturas.blogspot.com

Primera edición digital: 2015

Desescultura. Editor
Prólogo
Dos breves cuentos (el elemento de los mundos -parte II- y terra patrum) el
primero: Las conjeturas de Granaster intenta describir a un intranquilo y
joven investigador que buscando resolver los enigmas que le han dejado sus
yoes científicos jamás entrevió que un alcaucil y un brócoli a medio comer le
ayudarían en su investigación, a continuación terra patrum que intenta
narrar las peripecias de un futuro y famoso astrónomo.
El elemento de los mundos

II parte

Las conjeturas de Granaster

La ciencia se construye a partir de aproximaciones que gradualmente


se acercan a la verdad.

Isaac Asimov (1920-1992)

A mi hija

Ha pasado un tiempo desde aquella extraña reunión con su otro yo


del mundo 3 y le ha dejado muchas dudas
- ¿Qué quiso decir con Potencias reflexivas?
- ¿Qué podría reflejar al momento del contacto?

Interrogantes que inquietan al joven científico, con los datos


obtenidos en aquella fugaz investigación en la computadora de su
otro yo ha intentado infructuosamente aclarar algunas dudas del
mismo modo, el yo del multiverso el de la paradoja, lo confunde
más. Tiene presente que los volúmenes con la excepción de uno
fueron creados en el laboratorio del mundo 3 y el que ha sido
reconfigurado según el escrito lo crea el del multiverso, ante el
laberinto Granaster decide posponer la solución al enigma del
primer volumen y concentrarse en crear las mejores condiciones
para hacer la mayor cantidad de viajes sin sufrir daños, incluso
sopesa la probabilidad -pensando en la mecánica cuántica- de
corregir lo que considera un error del mundo 3 dado que de tener
razón sería el observador (él) quien decida y por ende su otro yo
podía en otra circunstancia no verse afectado en sus extremidades
en los mismos términos, esta conjetura le podría aportar la clave
para la tele transportación –recuerda las múltiples posibilidades del
chofer X reflejadas en su tesis en las páginas 45 y ss.- esto lo deduce
al igualmente rememorar como un eco unas palabras: “Una última
cosa, los viajes no se pueden controlar empero, se puede repetir la
visita si se concentra y utiliza todas sus potencias reflexivas
segundos antes del contacto (…)”.
Al no poder corregir la alerta que enumerara con precisión el
singular personaje salido de aquella grabación Granaster decide
muy a su pesar dejar de frecuentar al menos por un lapso de tiempo
su laboratorio quizás sea sólo una excusa para ocultar lo deprimido
que se siente por la reciente muerte de su querido perro nerón,
como quiera que hubiera sido sus seres queridos lo ayudan en ese
trance en especial su novia que trata –al menos intenta- de
mantenerlo ocupado la mayor parte del tiempo, negándole incluso
las llaves del laboratorio cada vez que le insinúa algo, ella ha
seguido con sumo interés toda la investigación siendo la primera en
oponerse. Granaster se conforma con contemplar el firmamento en
las auroras.
Así pasan los meses, los días, las horas son los últimos días de mayo
del año 2122, todo va muy bien Granaster parece decidido de una
vez por todas acceder a la integración familiar dejando a un lado el
fuerte impulso investigador, los peligros y el aislamiento que
conlleva. La relación con su abnegada pareja no cabe dudas va
viento en popa se respira un aire fiestero en las casas de sus padres
se puede hablar incluso de un inminente matrimonio empero, como
siempre Granaster lo cambia todo. Estando toda la familia
disfrutando en un conocido restaurante de comida rápida -a
petición de los padres de Granaster que a pesar de su avanzada
edad muestran cierta debilidad ante las doradas pechugas de pollo
y las irresistibles papas fritas, su hijo por el contrario al igual que su
novia se inclinan por los vegetales- a Granaster se le presenta algo
imprevisible al disfrutar de una suculenta ensalada: Por azar dos de
sus ingredientes (brócoli y alcachofa) lo retrotraen por momentos
hasta sumirle irremediablemente en sus pensamientos, al irlos
cortando con sumo cuidado su familia y algunos curiosos observan
pasmados como Granaster cual valiosa pieza examina los vegetales
con sus manos -recordando a un sagaz detective londinense-
sacando de su bolsillo una lupa y ajeno a cualquier cosa exclama en
voz baja mirando perdidamente a sus padres: ¡Podría ser!
reaccionando ipso facto con una pícara sonrisa que a su novia le
causa escalofrío y resignación a sus padres, al parecer se
pospondría la petición de mano.

Aquellos vegetales no sólo lo alejaron del compromiso -por ahora-


sino que le recordaron un breve estudio que llevaría a cabo en su
etapa estudiantil con la dimensión Hausdorff-Besicovitch (fractales)
que a posteriori lo ayudará a reanudar su adorada investigación con
el lagtrull; tal reminiscencia lo lleva a conjeturar sobre la
probabilidad de la existencia de figuras más allá del nivel molecular
y del quark que siguieran estos patrones, en aquella oportunidad
trataba de conjugar las propiedades fractales del brécol romanescu,
la alcachofa entre otros, con la sucesión de Fibonacci (1170-1250)
creía firmemente que esta constante estaba relacionada con las
partes del todo en el mundo fractal aunque nunca pudo
demostrarlo. Esos estudios los retoma para así intentar repetir el
viaje, de tener razón la geometría fractal y el mundo cuántico
facilitarían la tele transportación al hacerse una idea de cuál mundo
visitar.
Granaster debe aprender a utilizar el lagtrull para ello se le ocurre
prepararse mentalmente con algún tipo de meditación. Siendo
ecléctico por antonomasia en principio se apoya en la filosofía
oriental comenzando con el estudio de los siete chacras del
hinduismo, para luego intentar con el yin y yang del taoísmo hasta
detenerse en el budismo tántrico japonés empero eso no le basta al
joven científico, escudriña en otros campos como por ejemplo el del
psicoanálisis de Freud hasta devorar las tipologías de Kretschmer y
la teoría del desarrollo mental de Piaget, todo con el único
propósito de adquirir una profunda meditación que lo lleve a
desarrollar las potencias reflexivas –tal como lo indicó su otro yo
científico- y así intentar repetir la tele transportación empero, como
siempre un acucioso investigador como Granaster quiere ahondar
más, se propone controlar los viajes minimizando el caos que
significa viajar a los mundos paralelos, está convencido de que no
necesita de ningún otro mecanismo porque entre él y el lagtrull está
la solución: Piensa entonces en una especie de carta astral (mental)
por donde imaginar una ruta, deduce que las potencias reflexivas
no son concluyentes a la hora de elegir hacia dónde ir en los
mundos paralelos sino que los viajes dependen igualmente de la
carga estática que se posea al momento del contacto, llega a esta
fantástica conclusión al intentar solucionar las dudas que en
principio lo acechaban, para ello se somete ante el lagtrull a tres
pruebas limitando sólo un contacto en cada una de ellas previendo
males mayores: La primera la realiza sin carga estática, la segunda
la intenta con carga positiva posponiendo como ya se verá la última
prueba que sería la carga estática negativa.
Para la primera opción segundos antes del contacto se lava las
manos, obteniendo al tele transportarse similares resultados es
decir; logra visitar otro mundo empero con las subsecuente secuela
en sus extremidades, desechándola de plano; para la segunda
opción adquiere una alfombra de lana natural y a un módico precio
unos zapatos de suela, su intención es rozarlos enérgicamente
contra esta, cediendo la mayor cantidad de electrones segundos
antes del contacto, obteniendo como ya es costumbre un resultado
inesperado: Desilusionado por creer haber conseguido el mismo
patrón no ha caído en cuenta de que en sus extremidades no se ha
incrementado la dolencia y pegando un salto de alegría grita:
¡Coño! ¡Coño! Con este parcial resultado probablemente Granaster
pueda viajar sin consecuencias que lamentar, la estática positiva le
hace aparentemente inmune a la especie de radiación que emite el
lagtrull al momento de activar la tele transportación; ya puede
descartar esa limitación que preocupa a su familia y que le ha
obligado a retrasar su investigación, ahora debe concentrarse en
algo igual o más complejo.
Granaster sabe que en la dimensión fractal el todo está contenido
en sus partes y razona por primera vez sobre la probabilidad de que
sea viable en los mundos paralelos donde la conciencia se tele
transporta repitiendo (auto similitud) de manera exponencial el
lagtrull que se tenga al momento del contacto, basa su
razonamiento en la naturaleza donde la estructura fractal
aprovecha al máximo el contacto con el mundo exterior (entorno)
como la ramificación de las plantas, los árboles, las redes
neuronales, los bronquios, los conductos biliares y hasta los
sistemas circulatorios a su juicio -dadas ciertas condiciones - todo
en los mundos paralelos lo rige la dimensión fractal haciendo real el
fenómeno de la mensuración es decir, sólo sabemos de la presencia
de la partícula si la medimos. El resultado de su investigación lo
lleva a la increíble conclusión de que la extraña figura poliédrica se
había materializado por una conjunción caótica donde intervienen
varios factores: La creación accidental de un medio no vacío en el
acelerador que combinada con una desaceleración completamente
aleatoria cambia el orden molecular a una de muchas partículas
presentes, siendo el lagtrull dicha partícula que al ralentizar su alta
velocidad cercana a la de la luz se hace visible al ojo humano. Dicha
partícula aparentemente caótica sigue un orden fractal
encontrándose a un nivel mas allá del quark y a diferencia de este
no cambia ante el observador siempre y cuando se den las
condiciones apropiadas. Granaster concluye que la tele
transportación de la conciencia hacia otro mundo paralelo evita que
la observación de dicha partícula cambie o se vea afectada tal como
sucede con el observador en el experimento de la doble rendija. Si
su intuición no le falla –razona- debería haber por cada lagtrull
nueve posibilidades o mundos tal como lo indica el patrón de
interferencia del experimento, siendo el del observador el décimo
patrón.

El joven científico a pesar de haber figuradamente solucionado los


daños que pudiesen causar los viajes ha sido muy cauteloso al usar
el lagtrull, previendo algún efecto secundario sólo cuando es
absolutamente necesario -como las pruebas a las que se sometió-
realiza el contacto. Como este día de lluvia en el que se siente
preparado mentalmente al haber culminado parte de su
investigación. Ya en el sótano luego de acariciar al travieso gato
coloca en el DVD el preludio en cello de la suite numero 1 en g
mayor de Bach y pensando más allá de la mecánica cuántica, con
una profunda meditación Granaster roza enérgicamente la
alfombra segundos antes de entrar en contacto con el lagtrull
flotante, vislumbrando a su otro yo del mundo 3 empero con
algunos cambios elementales...

Continuará…
Terra Patrum

Desescultura. Editor

Hay que estar contra lo ya pensado, contra la tradición, de la que no se puede


prescindir, pero en la que no se puede confiar.

La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse


a adquirirlos.

La sociedad abierta es aquella en la que los hombres han aprendido a ser en cierta
medida críticos de los tabúes, y basar las decisiones sobre la autoridad de su propia
inteligencia.
Ka rl Popper (1902-1994)

tA Julio Antonetti

Terra Patrum

A mi hijo

Quién iba decir que aquel carajito llegaría tan lejos: El hijo mayor de
don Urpiano y doña Elena, no como político enfilado en una junta
comunal, o de panegirista en un frente de raigambre apodo, sino
como Astrónomo. No hacía mucho que el careto Hilario recostado
en el césped con los brazos tras su cabeza, contemplaba las
estrellas en las noches sin neblina. El vivir alejado de la ciudad tenía
sus ventajas, una era el apreciar mejor el firmamento evitando la
contaminación lumínica (1). Era costumbre de los habitantes salir
con abultadas ruanas (ponchos) en las noches y al lado de brasas
departir hasta altas horas si lo permitía el álgido clima. Cuestión
que aprovechaba Hilario para soñar despierto. A Hilario Antonio lo
criaron sus padres como cualquier joven pueblerino: Asistiendo a
clases por la mañana y dedicado a labores agrícolas por la tarde,
alejándolo lo más posible del licor, las drogas y la juerga con
fogosas amigas, tenía las mejillas rosadas y su colonia era el
ahumado de las brasas. Vivió junto a su familia en pleno páramo,
en un caserío bautizado apropiadamente como frío, donde reinaba
el silencio que perturbaba el riachuelo y la brisa que ascendía entre
las montañas. Generaciones de agricultores lo habitaron,
desconociéndose el origen del caserío empero con vestigios
indígenas que lo delataban. Constituido por contadas casas hechas
de bahareque, adobe y piedra separadas por expuestos precipicios.
Con una bodega –la única- atendida por el señor Bertilio Bermúdez.
Una improvisada capilla en un depósito adjunto al negocio permitía
al cura citadino cumplir con sus obligaciones domingueras. El sitio
igualmente servía para otras funciones: Era acondicionado como
escuela además de acopiar urnas de futuros difuntos.
Los sábados los agricultores iban a los pueblos aledaños a
comerciar sus productos, varias veces don Urpiano -cuando lo
permitían sus piernas- bajaba junto a su hijo mayor a hacer lo
propio –el menor prefería dormir- hasta el día que Hilario culminó
sus estudios. Debía partir a seguir con su formación si querían que
progresara. En el caserío todos se dedicaban a la siembra de
hortalizas y era costumbre que los padres ya octogenarios, la
legaran a sus hijos; empezando por el primogénito empero don
Urpiano y señora planeaban otro porvenir para Hilario, aconsejados
por un maestro de escuela y contraviniendo la tradición, decisión
nada fácil. Fueron muchas noches de conversación entre los no tan
jóvenes padres, les costaba hacerse la idea de separarlo de las
labores de campo, a pesar de contar con otro hijo empero renuente
a todo. Lo hicieron pensando en su futuro, uno diferente. Su otro
hermano prefirió el camino fácil, el alejado del trabajo honrado.
Don Urpiano desde joven presentó problemas de salud que le
impedían concluir con propiedad las labores que le eran propias y su
mujer se dedicó más a él que a los quehaceres.
Hilario desde joven y con mucho pesar por sus padres se fue a
estudiar a la ciudad prácticamente forzado por éstos. Su maestro
del que no perdía contacto lo recomendó para una beca que lo
mantuviera hasta el final de sus estudios, y así culminar la carrera
que tanto le gustaba: Astronomía. Todo lo propició Pedro Pirela
quien descubriría en el joven Hilario un talento innato y asombroso
para la observación y el análisis en especial el del firmamento.
Hilario se creó fama por su ingenio demostrado tanto en la escuela
como en el trabajo. Cuentan que un día el maestro interrumpió
bruscamente la clase por el sonido que emitieron algunas urnas,
creando zozobra entre los alumnos. El docente sin inmutarse
explicaba, que había una respuesta lógica para eso y los indujo a
buscarle solución. La mayoría de los alumnos hicieron caso omiso
empero al joven Hilario no se le olvidó aquel incidente e investigó.
Un día cuando pensaban que todo había quedado atrás, entra a la
clase muy confiado mostrando a los asombrados compañeros su
versión reflejada en una lámina. Explicaba -como alguien ducho en
la materia- que la madera se encogía –contraía- en las frías noches
y se estiraba –expandía- en el calor del día debido al aumento y
disminución de la humedad o cantidad de agua que ésta absorbía.
Demostrándole a varios compañeros que no habían sido fantasmas
o cualquier otro encantamiento.

El maestro vivía en una ciudad ubicada a siete horas del caserío,


trayecto que se cumplía caminando, a lomo de mula o a caballo. Era
un camino escabroso y empinado, lleno de frailejones y grandes
rocas que impedían el paso a cualquier todoterreno. Pirela se
encargaba de dictar los grados en la escuela unitaria, era un
maestro actualizado tanto en idiomas como en computación -
dominaba el inglés, algo de francés y entendía de programación
básica: Ms Dos, Basic entre otros- además de ser buen lector. Nunca
se negó –como acostumbraban algunos recién graduados- impartir
enseñanza en aquel caserío tan lejano y difícil. Subía la montaña los
lunes y bajaba los viernes después del sancocho que le preparaban
los padres de sus alumnos. Era una manera de retribuirle lo que
hacía por sus hijos: Una semana el maestro se residenciaba donde
los Seijas, otra donde los Mendoza y así sucesivamente hasta
compartir con todas las familias. Pirela le proporcionaba libros y
revistas a sus educandos, la mayoría hojeaba el recurso empero el
precoz Hilario los devoraba y ponía en práctica, sobre todo los
referidos al cosmos. Asimismo cuentan que el audaz alumno
construyó su propio telescopio usando cinco objetos: Dos viejos
lentes que encontró en una maleta, una cartulina, tres ligas y un
trozo de cinta adhesiva que le facilitó Bertilio. Con el tiempo el joven
Hilario observaba el firmamento ya no por simple curiosidad sino
ubicando estrellas y puntos cardinales. Por ese entonces un centro
de enseñanza superior promovía la idea de hacer llegar libros a las
escuelas rurales, sobre todo las de difícil acceso que no contaban
con biblioteca ni electricidad. El maestro aprovecha la información y
hace el trámite correspondiente. Los alumnos finalmente
accedieron al singular servicio: Era una biblioteca ambulante que
llamaban Bibliomula. Era una bestia guiada por un joven que hacía
las veces de bibliotecario y arreador, el animal llevaba la carga en
portalibros de cuero cuidadosamente enrollados en sus costados; el
servicio permitía sólo pequeños y medianos formatos. Subía la
montaña dos veces por semana. Era todo un acontecimiento su
llegada: Los inquietos alumnos -con la anuencia del arreador- no
intercambiaban sólo libros sino que se turnaban para pasearse en el
lomo del cansado animal. Hilario no obstante no participaba en el
inocente juego sólo le interesaban los libros, le parecían algo serio.
Su trato con el bibliomulero era diferente y poco a poco fue
ganándose una reputación como excelente estudiante, superando
las expectativas y llenando de orgullo a sus humildes padres y
vecinos de Frío.
Al concluir los primeros estudios el maestro Pirela junto a la
promoción, programan una visita al observatorio astronómico
cercano al caserío –a dos horas de la ciudad-. Los sorprendidos
jóvenes una vez en el sitio se mostraron atentos a la explicación del
encargado, quizás -según algunos- por el mural y las diversas
fotografías del espacio exterior que servían de referencia. Hilario
junto a otros colmaron al guía de preguntas referidas a: ¿Cuánto
tiempo llevó la construcción del complejo?... ¿Qué requisitos se
necesitaban para trabajar allí?... ¿Qué descubrimiento se había
hecho? Y ¿Cuánto tiempo llevaba estudiar astronomía? Llevándose
una decepción el joven aspirante, al saber que tal carrera no existía
en el país. No obstante Hilario tenía entre ceja y ceja un futuro con
el firmamento, y no dejaría pasar esa oportunidad que le facilitaría
hacer de un sueño, una realidad. El guía lo orientó sobre una
carrera que lo acercara al estudio de los astros: La licenciatura en
Física, profesión a la que finalmente optaría.

Cinco años le llevó a Hilario obtener su título de pregrado empero


no sería suficiente, si quería hacer algo importante debía
especializarse, profundizar en ese campo y escogió física
fundamental. Postgrado que no tuvo problemas en culminar con
alto rendimiento hasta alcanzar el doctorado. Ya con éste último
aunado al historial estudiantil le asignan una vacante en el
complejo donde alguna vez asistiría junto a sus amigos del colegio.
Hilario siempre recordaba una de las preguntas que hiciera en
aquella oportunidad, la referida al descubrimiento ya que fue la
única que no argumentó el guía. El complejo aún esperaba por tal
acontecimiento hasta que años después un martes treinta de mayo
el hijo de don Urpiano y de doña Elena hace un hallazgo equiparado
a cualquier otro de relevancia mundial en ese campo.
A Hilario lo entusiasmó desde la época escolar la teoría de Faetón y
la sucesión de Fibonacci (2) que leería una y otra vez en revistas
muy interesantes que le facilitaba el maestro Pirela. Tema que
posteriormente llegaría a ser parte importante en sus tesis de
postgrado. Faetón era un planeta hipotético alojado entre las
órbitas de Marte y Júpiter que obcecadamente comenzó a
escudriñar Hilario nomás llegar al observatorio. Para ello dedicó
tres años utilizando el telescopio Doble Astrógrafo y la técnica de
rastreo –Drift-scan-. Grabando los movimientos –órbitas- de 102
objetos cercanos a Marte. Cotejando los resultados en simuladores
por ordenador del departamento de cómputo y procesamiento
digital, y así poder apreciar la fuerza gravitacional del hipotético
planeta.
Logrando descubrir entre las órbitas de Marte y el cinturón principal
de asteroides, la presencia de un cuerpo que no aparecía en los
mapas estelares ni en las guías de observación astronómica. Había
permanecido oculto entre esas órbitas, promediándolo a dieciséis
meses de distancia –seis más de los que tardó curiosity en llegar a
Marte-. Al principio lo confundió con el planeta rojo, luego con el
enano Ceres del cinturón principal de asteroides, descartando tal
idea por la posición astronómica, y el espectro de luz que reflejaba.
Seguidamente le observó el campo cromático –huella digital de los
planetas, producida por el reflejo del sol en una de sus caras - con el
espectrógrafo del telescopio reflector. Arrojando similares
emisiones a Marte aunque de menor masa. Al no tener dudas y
después de hacer la consulta de rigor a la Unión Astronómica
Internacional (UAI), lo nombra H30MAY –donde la H representa la
inicial del descubridor y 30May el día y mes del hallazgo -. Luego
realiza los trámites para su publicación en una revista especializada
y de renombre.
Al tiempo se entera que la NASA a través de La Mars Science
Laboratory (MSL) planeaba enviar una sonda espacial –Terra1-
basándose en la información que proporcionó en su artículo de
ciencias. La NASA al utilizar telescopios más avanzados, logra
observar con un margen de error de 55 por ciento –el de Hilario era
de 65- mayores posibilidades de habitabilidad planetaria de
H30MAY que su vecino Marte.
La sonda espacial Terra1 luego de trece meses y quince días logra
aterrizar en H30MAY. Comenzó enviando las primeras imágenes de
la superficie del planeta a través de dos satélites artificiales
similares a los que orbitan el planeta rojo. Revelándose un desierto
helado con agua congelada en los polos. El robot luego de seis
meses de reunir datos a través del SAH –Análisis de muestras en
H30MAY- logra mostrar a los ansiosos investigadores parte de la
constitución del mineral presente en la superficie. Al diluir el polvillo
se transforma en un gel traslucido, ligero, estable y resistente al
laser. No les tomó mucho tiempo a los del programa aeroespacial
pensar en la posibilidad de enviar una segunda nave empero
tripulada.
Terra2 llevó dos años de construcción, período que incluyeron las
pruebas y los cálculos correspondientes hasta el ansiado día: Un
catorce de diciembre del año 26 a las 11.02 am despega Terra 2
rumbo a H30MAY. La tripulación -seis en total- integrada
principalmente por tripulantes de la estación espacial internacional
(EEI) no tuvo mayores inconvenientes en alcanzar el planeta los
primeros días de enero del 28. Descubren que lo orbitan cuatro
satélites naturales apenas perceptibles. Descubren que el relieve era
parecido al de Marte empero con menor gravedad, e infinidad de
cráteres formados por el impacto de meteoritos. Una atmósfera
enrarecida debido a las altas concentraciones de dióxido de
carbono, argón, nitrógeno y monóxido de carbono impedía la
proliferación de vida dando al traste con las aspiraciones de la MSL.
La abundante arena resultó ser tanto en color como en forma,
similar al cemento. Las pruebas areogràficas que hicieron en
situación de ingravidez arrojaron resultados asombrosos: Su
constitución, rica en feldespato y olivino -típico de suelos
volcánicos- estaba mezclada con diversos minerales ajenos a la
tabla periódica. El gel resultó inodoro e incoloro además de
presentar alta resistencia al fuego y a otros elementos. Al
comunicar los resultados, decidieron -descartando cualquier tipo de
contaminación- trasladar parte del material. Para aumentar el
tonelaje aliviaron la nave dejando sólo lo imprescindible para el
reingreso.

Ya en el planeta Tierra ahondaron las investigaciones logrando


importantes avances. Se descubrió que al mezclar la arenilla con
otros líquidos -como el alcohol, yodo o ambos- reaccionaba
variando el color, el grado de dureza y resistencia. Por los alcances
del descubrimiento a Hilario –ya con esposa e hijos- lo colman de
condecoraciones. Los gobiernos programaron más viajes hacia el
nuevo planeta buscando el preciado mineral que resultó ser
innovador en diversos campos: En ingeniería de construcción,
mejoró la fabricación de estructuras, haciéndolas más fuertes y
resistentes a sismos. Alcanzando grandes alturas y distancias
verbigracia rascacielos y puentes. En aeronáutica, a los aviones se le
modificó el fuselaje y sus motores fueron sustituidos en su totalidad
por piezas hechas con un derivado del mineral extraterrestre,
abaratando los costos en general. En medicina, se elaboraron
prótesis siendo más livianas e irrompibles. En el campo de la
exploración marina, se alcanzó el punto más profundo de la fosa de
las marianas con naves tripuladas: El abismo challenger. Los trenes
igualmente aumentaron la velocidad y la capacidad de pasajeros.
No había un campo donde el nuevo mineral no mejorara las
condiciones de vida.
Pero tal avance no llegaría allí. Los investigadores quisieron
aplicarlo a la genética y por ende al desarrollo de la vida, logrando
finalmente la gragea milagrosa. En pruebas con animales de
laboratorio, el compuesto curó diversos tipos de cáncer. Después de
un largo período de pruebas se intentó con humanos. Los resultados
no se harían esperar, la expectativa de vida aumentó más allá de la
media empero había que pagar un precio que muchos -entre los que
se contaba el ya octogenario Hilario- no estaban dispuestos a
pagar. La gragea milagrosa estaba contraindicada para el recuerdo.
Aquellos que desearan curarse de algún cáncer debían renunciar a
su historia y la de sus ascendientes esa era la condición sine qua
non. Al ingerir la cápsula el paciente reaccionaba perdiendo la
capacidad cognitiva, como una tabla rasa o un formateo de un
disco duro. La mayoría se animó no obstante algunos como Hilario
decidieron una muerte natural conscientes hasta el último suspiro
de quiénes los habían traído al mundo.

El pueblo de Frío continuó creciendo lo suficiente como para


disfrutar de todos los servicios –electricidad, agua potable, internet,
transporte, turistas, contaminación, una digna escuela, etcétera-.
Los campesinos continuaron las mismas labores heredadas a pesar
de la comodidad. Por eso el pueblo conservó casi intacto: Sus
sueños, la memoria, y el silencio. Su realidad. A la que tampoco
renunciaría el ya no tan joven descubridor, sólo el antiguo depósito
continuaba acopiando lágrimas entre las que se contaron las de
Urpiano y Elena –uno siguió al otro con dos años de diferencia-
Hilario continuó explorando el cosmos empero no volvería a hacer
otro descubrimiento hasta finalmente jubilarse. De vez en cuando
seguía la brisa de la montaña impulsado por sus recuerdos, la Terra
Patrum. Y recostado en el césped observaba el firmamento con la
misma curiosidad que cuando niño empero ésta vez junto a sus
nietos. El maestro Pirela con quien Hilario mantuvo contacto hasta
poco después de graduarse falleció octogenario. Sus últimos días
que nadie recuerda los pasó enfermo de los nervios, balbuceando
trozos de clases a oyentes imaginarios, maldiciendo de vez en
cuando al gobierno por el alto costo de la vida, por las caras
medicinas, así no fueran milagrosas.
1.- Cuando una ciudad emite la luz hacia el cielo, ésta se refleja en
la atmósfera limitando la vista del firmamento.

2.- Tenía la extraña idea de hacer coincidir el patrón con el


hipotético planeta: Mercurio (1) Venus (1) Tierra (2) Marte (3)
Faetón (5) que incluían los satélites.
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