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Vida en Marte

Ir a la navegaciónIr a la búsquedaPara el capítulo de la serie El Ala Oeste, véase Vida en


Marte (El Ala Oeste).

Marte en un posible pasado lejano o después de una posible Terraformación.

La posibilidad de vida en Marte es un tema que ha recibido un particular interés no solo de


parte de la comunidad científica sino también por el público en general debido a su similitud y
proximidad con la Tierra. Hasta la fecha aún no se ha podido encontrar evidencia definitiva
que confirme la existencia presente o pasada de vida en Marte. Aun así, se posee evidencia
acumulativa que favorece la posibilidad de que Marte, en un pasado, haya albergado agua y
que esta haya sido óptima para poder sostener vida. Sin embargo, la existencia de
condiciones habitables no indica necesariamente la existencia de vida. Por ello, aunque el
consenso general de la comunidad científica descarta la posibilidad de vida presente en Marte,
persisten algunas dudas sobre si alguna vez existió vida en este planeta cuando
su atmósfera era más densa y el agua existía en abundancia sobre su superficie.
Igualmente debido a la posibilidad de vida marciana, la exploración de Marte (así como la de
otros cuerpos celestes) se realiza o planea realizar con la precaución de no provocar
una contaminación interplanetaria con microorganismos de la Tierra.

Especulaciones históricas

Canales de Marte, según el astrónomo P. Lowell, 1898.


Mapa histórico de Marte realizado por Giovanni Schiaparelli, 1888.

En 1837 los astrónomos alemanes Beer y Mädler publicaron el primer mapamundi de Marte,
con datos obtenidos de sus observaciones telescópicas, al que seguirían los del británico
Dawes a partir de 1852.
El año 1877 presentó una oposición muy cercana a la Tierra, y fue un año clave para los
estudios de Marte. El astrónomo estadounidense A. Hall descubrió
los satélites Fobos y Deimos, mientras el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli se dedicó a
cartografiar cuidadosamente Marte; en efecto, hoy en día, se usa la nomenclatura inventada
por él para los nombres de las regiones marcianas (Syrtis Major, Mare Tyrrhenum, Solis
Lacus, etc.). Schiaparelli también creyó observar unas líneas finas en Marte, a las cuales
bautizó como canali. El problema fue que esta palabra se tradujo mal al inglés como "canals",
palabra que implica algo artificial e implicaba que estos canales habían sido construidos por
civilizaciones Marcianas para drenar agua de los casquetes polares y enviarla hacia las
sedientas ciudades.1 Observaciones posteriores demostraron que los canales fueron
una ilusión óptica.
Hacia los años 1950, ya casi nadie creía en civilizaciones marcianas, pero muchos estaban
convencidos de que, si había vida en Marte, sería en forma de musgos y líquenes primitivos,
hecho que se puso en duda al ser Marte visitado por primera vez por una nave espacial,
el Mariner 4, en 1965.
Los primeros análisis de espectrometría de Marte se iniciaron en 1884, cuando el astrónomo
estadounidense William Wallace Campbell demostró que no había agua ni oxígeno en
la atmósfera de Marte.2
H. G. Wells[editar]
Herbert George Wells, más conocido como H. G. Wells (1866-1946), fue un escritor inglés
famoso por sus novelas de ciencia ficción. En 1898, Wells publicó La guerra de los mundos,
una novela de ciencia ficción sobre contactos extraterrestres y la primera que narra una
invasión a gran escala. La novela fue adaptada por un productor estadounidense, George
Orson Welles en 1938 para crear un serial radiofónico que en su momento creó gran alarma
social, dado que se emitió como noticiario de carácter urgente y miles de personas que no
oyeron la introducción de La guerra de los mundos, creyeron en realidad que habían sido
invadidos por Marcianos, lo que provocó escenas de pánico entre los ciudadanos.
Estas novelas de radio y las antiguas visiones históricas de vida en Marte, reforzaron la
creencia popular de que existía vida en ese planeta. Cuando se inició la era espacial, se
comprobó que Marte era en realidad un mundo seco, helado y sin vida o eso se pensaba.
Cara de Marte[editar]
Artículo principal: Cara de Marte
Dos fotos originales del Viking de la «Cara» de Marte

Fotografía de alta resolución de la «Cara» de Marte, tomada por el Mars Global Surveyor.

La Cara de Marte es un rasgo distintivo en la superficie de Marte ubicado en la región


de Cidonia, que para algunas personas se asemeja a un rostro humano. La 'cara' mide
aproximadamente 3 km de largo por 1.5 km de ancho. Fue fotografiada por primera vez el 25
de julio de 1976 por la sonda espacial Viking 1, que orbitaba el planeta en ese momento. La
apariencia de una cara se da porque la combinación del ángulo de iluminación de la luz
del Sol y la baja resolución de la foto tienden a suavizar las irregularidades de la superficie, y
por la tendencia del cerebro humano a reconocer patrones familiares, especialmente caras
(pareidolia). La interpretación original fue correctamente evaluada por el Jefe del programa
Viking, Gerry Soffen, como una ilusión óptica de luz y sombra,34 sin embargo, el
comentarista ufologo seudocientífico, Richard Hoagland, publicó un libro afirmando que la
fotografía representaba un monumento de algún tipo, y su existencia era prueba de que una
inteligencia extraterrestre visitó este planeta en un momento lejano del pasado.5 La
interpretación oficial está apoyada por las nuevas fotografías tomadas por la sonda Mars
Global Surveyor en 1998 y 2001, y por la sonda Mars Odyssey en 2002. Fotografiada bajo
diferentes condiciones de iluminación y a una resolución más alta, la forma no parece una
cara.6

Hidrología[editar]

Imagen con color falso de los deslaves recientes en el cráter Zunil.


Las actuales teorías que predicen las condiciones en las que se puede encontrar vida, exigen
la disponibilidad de agua en estado líquido. Es por ello tan importante su búsqueda, todavía no
hallada en este planeta. Tan solo se ha podido encontrar agua en estado sólido (hielo) y se
especula que bajo tierra pueden darse las condiciones ambientales para que el agua se
mantenga en estado líquido. El agua líquida no puede existir sobre la superficie de Marte bajo
las condiciones actuales de su atmósfera.7
Se sabe ahora que Marte tuvo abundantes cursos de agua, e inclusive un océano tan grande
como el océano Atlántico,8910 debido a que contaba con una atmósfera mucho más densa que
proporcionaba mayor presión y temperaturas más elevadas. Al disiparse la mayor parte de esa
atmósfera en el espacio, y disminuir así la presión y bajar la temperatura, el agua desapareció
de la superficie de Marte. Ahora bien, subsiste en la atmósfera en estado de vapor, aunque en
escasas proporciones, así como en los casquetes polares, constituidos por grandes masas de
hielos perpetuos.11

Región de 1500 m de Newton Basinsugiere flujo de un acuíferoreciente.

Recientemente, se ha detectado evidencia que sugiere el flujo de agua líquida en las paredes
de un cráter; imágenes por el Mars Global Surveyor muestran barrancos y sedimentos
formados en un lapso de -máximo- seis años por torrentes de agua. La comparación con la
geología terrestre sugiere que se trata de los restos de un suministro superficial de agua
similar a un acuífero.12131415
La sonda espacial Phoenix comprobó en 200816 que cuando la temperatura se eleva por
encima de cierto límite, y/o es expuesto a la radiación solar y radiación cósmica, el hielo de la
superficie se sublima, convirtiéndose en vapor sin pasar por el estado líquido; es así como se
forma el vapor de agua en la atmósfera del planeta, aunque está presente en proporción
ínfima (0,01%). La sublimación de agua no ocurre a gran escala en los cascos polares, ya que
están protegidos de la radiación por una capa de arena y polvo.
En septiembre de 2015, la NASA anunció haber encontrado evidencia concluyente de
intermitentes canales de agua líquida en Marte, sobre la base de las lecturas de
espectrómetro.1718

Meteoritos[editar]
En 2008, la NASA mantiene un catálogo de 57 meteoritos considerados provenientes de Marte
y recuperados en varios países.19 Estos meteoritos son extremadamente valiosos ya que son
las únicas muestras físicas de Marte disponibles para analizar. Los tres meteoritos listados a
continuación, exhiben características que algunos investigadores consideran tener indicios de
posibles moléculas orgánicas naturales o probables fósiles microscópicos:
Meteorito ALH84001[editar]
Imagen obtenida por un microscopio electrónico de estructuras minerales en el interior del
meteorito ALH84001.

El meteorito ALH84001 fue encontrado en la Antártida en diciembre de 1984 por un grupo de


investigadores del proyecto ANSMET; el meteorito pesa 1,93 kg.20 Algunos investigadores
asumen que las formas regulares podrían ser microorganismos fosilizados, similares a
los nanobios o nanobacterias.212223 También se le ha detectado contenido de
cierta magnetita que, en la Tierra, solamente se le encuentra en relación con ciertos
microorganismos.24
Meteorito Nakhla[editar]

Meteorito Nakhla.

El meteorito Nakhla, proveniente de Marte, cayó en la Tierra en 28 de junio de 1911,


aproximadamente a las 09:00 AM en la localidad de Nakhla, Alejandría, Egipto.2526
Un equipo de la NASA, de la división de 'Johnson Space Center', obtuvo una pequeña
muestra de este meteorito en marzo de 1998, la cual fue analizada por medio de microscopía
óptica y un microscopio electrónico y otras técnicas para determinar su contenido; los
investigadores observaron partículas esféricas de tamaño homogéneo.27 Así mismo,
realizaron análisis mediante cromatografía de gases y espectrometría de masas, (GC-MS)
para estudiar los hidrocarburos aromáticos de alto peso molecular. Además, se identificaron
en el interior "estructuras celulares y secreciones exopolimericas". Los científicos de la NASA
concluyeron que "al menos un 75% del material orgánico no puede ser contaminación
terrestre."2824
Esto causó interés adicional por lo que en 2006, la NASA pidió una muestra más grande del
meteorito Nakhla al Museo de Historia Natural de Londres. En este segundo espécimen, se
observó un alto contenido de carbón en forma de ramificaciones. Al publicarse las imágenes
respectivas en 2006, se abrió un debate por parte de unos investigadores independientes que
consideran la posibilidad de que el carbón es de origen biológico. Sin embargo, otros
investigadores han recalcado que el carbón es el cuarto elemento más abundante
del Universo, por lo que encontrarlo en curiosas formas o patrones, no sugiere la posibilidad
de origen biológico.2930
Meteorito Shergotty[editar]
El meteorito Shergotty, de origen marciano y con masa de 4 kg, cayó en Shergotty, India en
agosto 25 de 1865, donde testigos lo recuperaron inmediatamente.31 Éste meteorito está
compuesto de piroxeno y se calcula fue formado en Marte hace 165 millones de años y fue
expuesto y transformado por agua líquida por muchos años. Ciertas características de este
meteorito sugieren la presencia de restos de membranas o películas de posible origen
biológico, pero la interpretación de sus formas mineralizadas varía.24

Metano en la atmósfera[editar]
En 2003 el 'Goddard Space Flight Center' de la NASA detectó trazas de
gas metano (promedio de 10 ppm) en la atmósfera de Marte.3233 En marzo de 2004, se
confirmó mediante observaciones adicionales por parte del Mars Express Orbiter34y del
telescopio llamado 'Canadá-Francia-Hawaii'.3536
La presencia de gas metano se considera un misterio, ya que bajo las condiciones
atmosféricas de Marte, el metano es inestable y desaparece después de varios años, lo que
indica que debe de existir en Marte una fuente productora de metano que mantiene esa
concentración en su atmósfera la cual debe de producir un mínimo de 150 toneladas de
metano cada año.3738 Al considerar las fuentes probables, se descartaron los impactos
de asteroides, ya que aportan solamente un 0,8% de la producción anual de metano.
Fuentes geotérmicas o geoquímicas son posibles, pero no se ha detectado ninguna. La
posibilidad de generación de metano por medio de microorganismos, es bastante común en
la Tierra, y aún no se ha descartado como una posibilidad en Marte, por lo que se planea que
la próxima sonda dedicada a la búsqueda de vida en Marte, el Mars Science Laboratory,
incluya un espectrómetro de masas capaz de medir la diferencia entre 14C y 12C para
determinar si el metano es de origen biológico o geológico.39
Sin embargo recientes datos obtenidos por el vehículo explorador Curiosity en el mes de
septiembre de 2013 demuestran que la cantidad de metano es seis veces menor a la estimada
con anterioridad, a razón de 1,3 partes por mil millones, lo que descarta la posibilidad de que
el metano sea producto de origen biológico e incluso por actividad geológica. El origen del
metano en la atmósfera marciana puede deberse al impacto de meteoritos.

Manchas temporales en las dunas[editar]

"Manchas oscuras" en las dunas del polo sur de Marte.


Concepto de la NASA: "Geysers on Mars". Las manchas son producto de erupciones frías de hielo
subterráneo que ha sido sublimado.

Durante 1998-1999, el sistema orbital Mars Global Surveyor de la NASA detectó manchas
oscuras en las dunas de la capa de hielo del polo sur, entre las latitudes 60°- 80°. La
peculiaridad de estas manchas, es que el 70% de ellas recurre anualmente en el mismo lugar
del año anterior. Las manchas de las dunas aparecen al principio de cada primavera y
desaparecen al principio de cada invierno, por lo que un equipo de científicos de Budapest, ha
propuesto que estas manchas podrían ser de origen biológico y de carácter extremófilo.4041
Por su parte, la NASA ha propuesto que las manchas son producto de erupciones frías de
géisers, los cuales son alimentados no por energía geotérmica sino por energía solar.
Científicos de la NASA explican que la luz del sol calienta el interior del hielo polar y lo sublima
a una profundidad máxima de 1 metro, creando una red de túneles horizontales con gas
de dióxido de carbono (CO2) bajo presión. Eventualmente, el gas escapa por una fisura y
acarrea consigo partículas de arena basáltica a la superficie.4243444546

Radiación[editar]
En 2007, se calculó que la supuesta existencia de vida en Marte estaría limitada a la
profundidad de 7,5 metros mínimo, debido a la acción detrimental de la radiación
cósmica y radiación solar en las moléculas de ADN y ARN.47 Por lo tanto, la mejor oportunidad
de encontrar una historia de vida en Marte, reside en la profundidad del planeta.48

Sondas espaciales[editar]
Programa Viking[editar]
Véase también: Programa Viking
Carl Sagan posa junto a una réplica del Viking.

Uno de los motivos principales para el envío de las sondas Viking en 1976 a Marte, fue la
búsqueda de la vida.49 Para ello, las sondas Viking que se posaron sobre la superficie
llevaban consigo el 'Biology Instrument', un contenedor de tres equipos de análisis: el
'Pyrolytic Release Experiment', el 'Labeled Release Experiment', y el 'Gas Exchange
Experiment.' Sólo el 'Labeled Release Experiment' dio resultado positivo de
actividad metabólica.50 Debido a que los equipos de cromatografía de gases y
el espectrómetro de masas no detectaron moléculas orgánicas naturales, el resultado de
metabolismo no se pudo corroborar, por lo que hasta la fecha, los resultados de vida en Marte
por el Programa Viking, son oficialmente considerados como inconcluyentes.51
Se ha postulado que indirectamente el programa habría detectado presuntos microorganismos
que, hipotéticamente, se habrían encontrado en el planeta Marte. Supuestamente, se
manifiestaría como el agente activo en los resultados de los experimentos de 'Labeled
Release Experiment' realizados por el Programa Viking en 1976.
Sin embargo, esta teoría no está apoyada por la NASA o la Agencia Espacial Europea ni
la comunidad científica, sino solo por algunos investigadores independientes. Los principales
proponentes de esta nueva reinterpretación son: Gilbert Levin,52(investigador original del
programa Viking), Rafael Navarro-González53 y Ronalds Paepe,54 quienes reinterpretan los
resultados del Programa Viking como suficiente evidencia de metabolismo, y por lo tanto,
de vida.
En 2006, Gilbert Levin presentó una vez más sus conclusiones durante un seminario de
ciencias geofísicas en Washington, EE. UU. Levin aún sostiene la teoría de que sus datos
originales confirman la existencia de vida activa en Marte.55 Roland Paepe, un profesor
holandés, propuso que el suelo marciano probablemente se
desarrollaría edafologicamente debido a la actividad de las comunidades de Bacterias y/o
de vegetación, y que la supuesta molécula fotosintética de la misma, en vez de ser la clorofila,
es otra molécula que reflejaría la luz en la banda de color rojizo. En otras palabras postula,
que la superficie de Marte no tendría su aspecto rojizo por óxido ferroso sino por uno o varios
microorganismos distribuido en toda su superficie.54
Un equipo estadounidense dirigido por Rafael Navarro González, concluyó que el equipo
utilizado por las naves Viking para detectar moléculas orgánicas naturales pudo haber sido
insuficientemente sensitivo para la cantidad de material analizado.53
Un equipo alemán sugiere que los instrumentos de los Viking no detectaron moléculas
orgánicas naturales debido a la explicación biológica, que el poder oxidativo del solvente
(H2O2 - H2O) excedió la capacidad de reducción química de los microorganismos marcianos.56
Al proponerse así la posible existencia de vida en Marte, luego de una investigación
independiente, en 2007 el neurobiólogo argentino, Mario Crocco, consideró que sería
necesario crear una modificación en el más alto nivel de la taxonomía (clasificación biológica),
y crear nuevas categorías taxonómicas para poder incorporar al hipotético microorganismo
marciano, al que nombró en una publicación del Hospital Neuropsiquiátrico "Dr. José Tiburcio
Borda", Argentina; como Gillevinia straata:57 Sin embargo entre las críticas científicas
formuladas a Mario Crocco, se encuentra que las posteriores y actuales misiones que han ido
a marte, y que poseen un equipo y tecnología más moderna que el Viking, no han encontrado
evidencia de esta hipotética forma de vida con las características que se le atribuyen. Además
al carecer de una referencia material concreta, una muestra, y solo exista una descripción del
hipotético espécimen propuesto por él, y realmente no hay observaciones científicas, no
existen realmente suficiente datos para describir y comparar en ningún nivel la existencia de
una jerarquía taxonómica; y por ello crear una taxonomía a partir de los datos del Viking. Lo
que además lleva a que el nombre propuesto de Gillevinia straata solo se trate científicamente
de un nombre nomen nudum. Del mismo modo todas estas presuntas pruebas aportadas por
M. Crocco no han sido publicadas ni corroboradas en una revista científica con un análisis
de revisión por pares de expertos en disciplinas afines al tema; por lo que no se pueden
aceptar como investigaciones fehacientes; y por ello no han sido reconocidas por la
comunidad científica.

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