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Cuidado de la Voz

DRA. MARÍA LAURA FACAL

Una buena educación vocal y su uso adecuado proporcionan el mejor camino hacia un trabajo sin riesgos y
de mayor eficiencia laboral junto a la prevención de posibles alteraciones vocales.

A través de la voz puede reflejarse parte de la identidad del dueño, mostrando sus emociones y sentimientos
varios. Como meta inicial, cada persona primero deberá buscar una buena salud general, atendiendo
especialmente el área de la voz. Si a diario o muy frecuentemente se la utiliza hablando y cantando en forma
prolongada y/o exigida como ocurre en cantantes, profesores y estudiantes de canto, directores y cantantes
de coros, actores, locutores, periodistas, relatores deportivos, políticos, conferencistas, agentes de venta,
operadores telefónicos, traductores orales, músico-terapeutas y quienes la usan como un instrumento de
trabajo, es fundamental atender siempre cómo cuidarla, mejorarla y entrenarla.

La disfonía se define como la alteración de una o varias cualidades de la voz, frecuentemente acompañada
de sensaciones que un paciente transmite a un médico Otorrinolaringólogo en su consulta. Por ejemplo:
"tensión exagerada en la región inferior del cuello", "ahogo", "picazón o escozor en el fondo de la garganta",
"tos seca", "carraspeos", "fatiga al hablar”, “modificaciones de la voz a lo largo del día", "no llegar a afinar
ciertos tonos vocales", "sentir la voz opaca o velada", " no tener voz en algún momento del día”, etc..
En algunos cuadros agudos (como por ejemplo: la laringitis, o faringitis virósica) los síntomas deberán
desaparecer cuando el paciente se cure de su patología, generalmente en un tiempo breve.
En otros casos estos síntomas aparecen en cuadros crónicos como alteraciones respiratorias,
endocrinológicas, odonto-estomatológicos, audiológicos, neurológicos y posturales. También se deben
atender otras causas que pueden producir un deterioro de la voz: el estrés general, la falta de descanso
suficiente, poseer malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, el tabaquismo, la drogadicción y el
alcoholismo.

Si se mantuviesen la disfonía y las molestias vocales, la consulta médica deberá repetirse para revisar el
diagnóstico y actualizarlo informando sobre sus causas precisas.

En un Examen Fonoaudiológico Subjetivo de la Voz de quien padece algún desorden vocal, se puede percibir
alguna o varias características que se mencionan a continuación:

− tipo respiratorio incorrecto con incoordinación fono-respiratoria, reflejados en una emisión vocal
acompañada de ruidos agregados, finales de frases cortadas, descontrol de intensidades vocales,
desafinación al cantar, etc.
− articulación cerrada con hipertonía o hipotonía de los articuladores móviles y/o músculos
pertenecientes al resto de los Sistemas que intervienen en la emisión vocal.
− cambios del timbre vocal propio.
− desplazamiento durante la emisión hacia tonos más graves o agudos que los correspondientes a su
extensión vocal.
− pérdida parcial suave o marcada de la voz, que lleven a la persona a usarla lo menos posible.

Con un Análisis Objetivo Computarizado de la Voz, se completan estos estudios, comparando y asociando los
resultados obtenidos en el Análisis Subjetivo.
Una voz dañada puede corregirse a través de propuestas terapéuticas clínico-foniátricas eficientes, que
brinden nuevos patrones de un “esquema corporal vocal normal”, eliminando vicios y malas prácticas
vocales. Así se podrá lograr la posibilidad de un uso correcto y pleno de la voz. Se recomienda una Terapia
Vocal con ejercicios coordinados de los Sistemas Respiratorio, Articulatorio y de Resonancia, Laríngeo,
Auditivo y Postural. Deberán ser practicados con interés por la persona para adquirirla y fijarla
definitivamente incorporando una técnica vocal correcta, eliminando progresivamente si hiciera falta,
posibles alteraciones laríngeas como un moco nodal, esbozo nodular o nódulo vocal, la fonación de pliegues
falsos, pólipo del pliegue vocal, etc.

Para lograr un buen cuidado de la voz se aconseja atender especialmente las siguientes pautas:

− Controlar periódicamente el estado general de la propia salud.

− Evitar los hábitos que originan fatiga vocal, como no poseer la coordinación fono-respiratoria, toser
o carraspear generando irritación laríngea, emitir sin articular y modular, fonar con tonos más graves
o agudos que los recomendables como propios.

− Se debe recibir el diagnóstico de un ORL especialista en el área vocal para determinar su control
periódico y si fuera necesario, su tratamiento.

− Limitar el uso de la voz durante los períodos de congestión e inflamación del Sistema Respiratorio
Fonador, el Tracto vocal, el Sistema, o los que aparezcan relacionados.

− Cuando sea necesaria la Terapia vocal, realizarla con un Foniatra que se especialice en el área de la
educación del uso adecuado de la voz.

− Al despertarse y organizar el día antes de comenzar a usar la voz como profesional, realizar en forma
suave y básica, ejercicios respiratorios y de emisión vocal, estimulando la tensión necesaria de todos
los músculos corporales que participan en una fonación normal.

− Buscar diariamente posturas corporales correctas y equilibradas, logrando automatizarlas gracias a


su ejercicio cotidiano.

− Aprender técnicas de proyección vocal. Hablar y cantar en una propia extensión, conociendo sus
límites relacionados a tonos e intensidades.

− Practicar en el habla cotidiana la musicalidad expresiva con una buena modulación, variando en un
texto sus tonos e intensidades.

− Conocer estrategias para hablar en público ante un auditorio, controlando el correcto uso de
micrófonos y otros posibles elementos vinculados a la labor profesional.

− Evitar hablar o cantar durante un tiempo prolongado y/o en ambientes muy ruidosos. Buscar pausas
de descanso posibles beneficiando la relajación de los músculos exigidos durante su uso en estas
circunstancias.

− Activar el uso de aparatos para transmitir la voz al aire libre, ya que deberá usársela brevemente si
no se cuenta con esta posibilidad. Tampoco emitir la voz de manera fuerte y continua a un oyente
que se encuentre a larga distancia.

− Cuidar no apretar los dientes (bruxismo) tanto al estar despiertos como dormidos. No tensar la
mandíbula o la lengua más de lo necesario. Realizar una deglución ("tragar") en forma automática y
con la acomodación normal de los articuladores móviles.
− Al sentir fatiga vocal, no hacer uso de la voz o hacerlo mínimamente, atendiendo y resolviendo sus
posibles causas.

− Ingerir suficientes líquidos diariamente para mantener debidamente la hidratación de las mucosas
del Sistema Fonador y el resto del organismo.

− Ingerir caramelos de miel, miel sólida, tés saludables con limón y otros productos naturales con
efectos que ayuden a prevenir y mejorar molestias en la zonas afectadas. Realizar inhalaciones de
vapor y gárgaras con bicarbonato de sodio. (Confirmar previamente que no se posee alergia a estos
elementos).

− No comer de forma abundante antes de realizar una actividad vocal importante, porque podría
perderse parte de la energía necesaria para un uso pleno de la voz, junto a deseos de buscar una
relajación general.
− No fumar o permanecer en ambientes cerrados con fumadores. La nicotina y el humo producen
frecuentemente alteraciones del organismo, con la posibilidad de adquirirse patologías graves en los
pulmones, la laringe, el tracto vocal y otros.

− No estar relacionados en forma inadecuada con productos como aire contaminado, químicos,
drogas, alcohol.

− Tampoco ingerir en forma exagerada el café, el mate o condimentos muy fuertes porque pueden
causar irritaciones atendibles.

− Disfrutar el uso de instrumentos musicales, el baile, los deportes, la gimnasia, yoga, tai-chi-chuan y
otras actividades que pongan en movimiento al cuerpo y la mente, que brindan a quienes los
realizan, oxigenación y limpieza general de la persona.

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