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LA CULTURA PERSA

Los persas fueron un pueblo de origen indoeuropeo que se asentó al norte de la meseta
de Irán aproximadamente en el 1400 a.C. Estas tribus, eran dirigidas por las familias más
poderosas y una de esas familias, la aqueménida dio origen al imperio. Más tarde, los
persas terminaron fusionándose con los pueblos que conquistaron.

Estuvieron sometidos a los asirios cuya política de agresión, conquistas, matanzas y


saqueos causaron un gran deterioro económico y social en toda la zona y prepararon el
camino para que en el año 610 a.C. los asirios fueran totalmente sometidos por los persas.

Los persas a diferencia de los pueblos que los rodeaban tenían identidad propia y aunque
estaban sometidos a los medos, contaban con cierto grado de autogobierno.

A partir del año 559 a.C. asume el trono de Persia Ciro llamado El Grande quien sigue una
política de tolerancia y respeto a los pueblos conquistados permitiendo a sus gobernantes
seguir ocupando cargos políticos y mantener cierta autonomía. Esta política de tolerancia
y conquista los llevaron a ocupar territorios desde el norte de Grecia hasta el río Indo
incluyendo Tracia, Egipto, Asia Menor, Oriente Medio y el Cáucaso lo que lo convirtió en el
imperio más grande hasta entonces conocido.

A la muerte de Ciro, llega al trono Cambises II en el 530 a.C.

Los persas y su política de tolerancia permitieron que los pueblos sometidos fueran
administrador por miembros de las elites locales; los impuestos generalmente fueron
menores, liberaron a los hebreos sometidos en Babilonia y en general fueron bienvenidos
como los restauradores de las leyes. Los habitantes de las zonas de palestina y fenicia los
apoyaban porque respetaban sus creencias religiosas y porque habían acabado con las
agresiones de asirios y babilonios y porque había mejorado la economía trayendo paz y
prosperidad a la región.
El sistema de gobierno persa era una monarquía hereditaria absoluta y el rey era
considerado la forma antropomórfica de dios en la tierra por lo que el rey debía ser el
mejor guerrero y el mejor cazador.
Su gobierno trajo muchas novedades en materia política y económica para la época ya que
además de la tolerancia religiosa y respeto a las costumbres locales, se dividió el territorio
en Satrapías que eran regiones específicas para ser administradas con pena de muerte al
administrador si la población no estaba contenta con su gestión; asimismo se abrieron
nuevos mercados y el comercio mejoró considerablemente. Con lo que respecta a los
impuestos, éstos eran bajos y se cobraban de acuerdo a la riqueza de la región. También
se construyeron caminos, carreteras y canales navegables; se utilizó el crédito y se
generalizó el uso del dinero a través de la circulación de monedas de oro y plata. Se
establecieron guarniciones que respondían tan solo a la autoridad del rey.

La acuñación de monedas de oro era exclusiva del rey. Las ciudades autónomas sólo
podían acuñar monedas de plata y cobre. Las tarifas que se cobraban al comercio,
aranceles como se les llama hoy día, eran una fuente de ingresos muy importante. Todas
estas medidas trajeron paz a la región y el gobierno persa fue aceptado.
El rey era protegido por un ejército compuesto de 10,000 hombres a los cuales se les
llamaba los inmortales porque en caso de que algún guerrero causara baja, era sustituido
de inmediato.
Los arqueros a caballo eran una especialidad de los persas ya que desde niños, en la
escuela se les enseñaba únicamente 3 cosas: a usar el arco, a montar a caballo y a decir la
verdad.

En las zonas dominadas hubo varias revueltas ya que en Babilonia recordaba los tiempos
de gloria y la ciudad se sublevó; lo mismo sucedió en Egipto ya que nunca aceptaron el
dominio persa y la sublevaciones se repitieron en varias ocasiones. No obstante, las
represiones persas fueron brutales por lo que las zonas quedaron apaciguadas por largo
tiempo.

Los persas nunca pudieron conquistar las ciudades estado de Grecia aunque lo intentaron
en la guerras médicas; el segundo encuentro tuvo lugar en las Termópilas, estrecho
camino frente al mar para llegar a Atenas; los persas lograr romper el cerco que apenas
con 300 hombres prepararon los espartanos al mando de su rey Leonidas. Los persas
llegaron a la ciudad de Atenas incendiándola en venganza de una rebelión jónica que
tiempo atrás había sido apoyada por Esparta.

A pesar que la educación que recibían los niños persas para convertirse en guerreros era
fuerte, no fue suficiente para hacer frente a la invasión de Macedonia cuyo ejército era
más disciplinado y experimentado; además, contaba con tácticas de combate así como
con estrategias de ataque. En el año 332 a.C. Alejandro Mago vence al ejército persa con
lo que termina el imperio persa, el más grande del mundo.

Con lo que respecta a la cultura, existía el concepto de arte imperial lo que implicaba que
las manifestaciones artísticas debían reflejar las creencias e intereses de las autoridades
imperiales. Una de estas manifestaciones fue la ciudad de Persépolis capital del imperio
Persa en la época de Dario II y su hijo Jerjes quienes la convirtieron en la capital del
imperio. Otras ciudades importantes fueron Susa, Ecbatana y Pasargadas. Percepolis sería
destruida por los griegos en venganza por la destrucción de Atenas 200 años antes.
Aunque tuvieron una política de tolerancia religiosa, los persas practicaban la religión del
profeta Zarathustra fundador del mazdeísmo cuyo base principal era la existencia de dos
espíritus principales unidos en Ahura Mazda el gran dios; su fundamento parte de “pensar
bien, hablar bien, hacer bien”. Actualmente el mazdeísmo es una de las religiones
permitidas en Iran aunque la religión mayormente aceptada es el Islam.

El arte persa recibió influencias egipcias y sobre todo mesopotámicas: toros andocéfalos,
arcos, y otros elementos; las Apanadas eran palacios de recepción; las tumbas reales
excavadas en acantilados eran decoradas con relieves que representan las diversas
provincias del imperio; cerámica vidriada usada por los Babilonios; se escribía una
variedad de escritura cuneiforme aunque al fin del imperio predominó el arameo.

Las apanadas o palacios de recepción tenían una función ceremonial relacionada con la
recepción de los tributos y eran el centro administrativo del imperio con un complicado
aparato burocrático. A partir del gobierno de Dario II se incluyen una codificación de
datos, un sistema legal universal sobre el que se basaría gran parte de la ley irania
posterior.

Con lo que respecta a su organización social después del rey estaban los guerreros, los
sacerdotes y los campesinos. Los cargos administrativos estaban reservados a las familias
aristocráticas y al favor del rey. A diferencia de otros pueblos como los egipcios, la práctica
de la esclavitud estaba prohibida y aunque se requirió de mucha mano de obra para
levantar ciudades, caminos y vías navegables, las personas traídas de lejos para realizar
esos trabajos eran asalariados y no esclavos. Todo el mundo recibía su paga y era justa de
acuerdo a la calidad de su trabajo.

De sus métodos de saludos, los iguales se besaban en los labios; si alguno era de condición
inferior se besaban en la mejilla y si la diferencia era excesiva, se postraba haciendo una
reverencia. Los hombres de alto rango practicaban la poligamia con esposas y concubinas;
también los hombres de alto rango mantenían relaciones con el mismo sexo, práctica muy
usada en los pueblos antiguos. Los niños no conocían a su padre hasta los 5 años para no
dar disgusto alguno a su padre en caso de que el niño muriera.
Los artículos de joyería era bienes de prestigio muy apreciados por la aristocracia
aquemenida y su intercambio cumplía un rol fundamental en el sistema político; los
dones reales iban dirigidos hacia el rey y desde el rey e incluían vestimenta y joyería de
lujo que marcaban el prestigio y la posición social de sus portadores, así como títulos y
cargos de poder.
Esta circulación de dones y honores constituía un sistema de intercambio desigual entre
el rey y la nobleza ya que mientras el don del rey obligaba al súbdito a contraprestarlo con
servicios, el rey se reservaba el modo y el tiempo de recompensar a sus benefactores.

VESTIMENTA PERSA
La vestimenta estaba basada en la de los asirios y babilonios. La prenda típica era el
Kandys, túnica de lana hilo o de seda importada del Lejano Oriente que se adaptaba al
cuerpo y tenía mangas amplias. El uso de los kandys era reservado para la clase alta y el
color púrpura, al igual que los babilonios, era reservado para el rey ya que era el único que
se podía dar el lujo de pagar la cantidad necesaria para producir este tinte.
Encima del Kandys se usaba una saya o túnica abierta amarrada con un cinturón ceñida a
la cintura. El rey usaba una tiara amarilla y cintas azules para sostenerla en la cabeza;
usaba también casi en forma exclusiva pantalones rojos y zapatos amarillos así un collar
de oro y la funda de su espada estaba adornada con marfiles y filigranas de oro.
Los sátrapas o gobernantes de cada una de las 20 regiones iban vestidos de forma similar
al Rey, aunque con la tiara doblada o en diversas formas como en los siguientes ejemplos.
La guardia del sátrapa se caracterizaba por la armadura del caballo de bronce, al igual que
las protecciones de las piernas. Túnica roja con penacho blanco. La demás gente utilizaba
una túnica o saya sostenida con un cinturón.

La vestimenta estaba relacionada directamente con el nivel social y jerarquía del Imperio.
Esta diferenciación se refleja en los colores y “uniformes” de las diferentes tropas. El
servicio militar que reclutaba a los persas de nacimiento y asimilados como se les llamaba
a los pueblos conquistados, era obligatorio.

Durante el servicio militar, cada guerrero tenía que pagarse sus vestimentas y armas
durante los aproximadamente 4 años que duraba el servicio militar. Nadie podía liberarse
del servicio militar, pero las clases altas tenían las posibilidades económicas para comprar
ropas mejor decoradas y elaboradas ya que el uso de tintes en las prendas las hacia más
vistosas.

El servicio militar era una verdadera pasarela de moda ya que en ella, las clases pudientes,
lucían sus mejores prendas. Por lo tanto la caballería persa estaba formada por las clases
sociales superiores y nobleza. Los colores de uso son rojos, verdes y amarillos y están
decorados con rombos, líneas y estampados y la tiara o gorro que usaban era de color
amarillo.

Los lanceros se hacían notar por ropas coloreadas en rojo. Los portadores de escudos y
espadas usaban ropa de colores claros o crudos con o sin adornos y con tiara blanca lo que
denota que no eran nobles y que eran de un nivel inferior de los lanceros. El ejército
particular del rey, vestía a la usanza griega y llevaba armadura.

Otro dato importante es que la guardia que custodiaba el tren de mulas que llevaba el
dinero para pagar las tropas mercenarias, era custodiado por algunas unidades de
arqueros que se les permitía usar tiaras amarillas ya que eran considerados guardianes del
tesoro del reino. Las tiaras con colores estampados eran de uso civil y no militar.

El tinte de azafrán también era bastante utilizado por nobles, seguido por el rojo y el azul.

Por primera vez en la historia se utiliza ropa interior y también por primera vez en la
historia se utilizan bordados de aplicación, técnica que sería utilizada posteriormente en
Europa después de las cruzadas.
Sus zapatos eran flexibles, regularmente al color de la piel del animal, por lo que tendían a
ser de color amarillo tenue y eran amarrados a los tobillos con correas y botones.
Con lo que respecta al arreglo personal, las barbas y cabellos se usaron al igual que en
toda la región de Mesopotamia: largas y rizadas y entre mayor clase social, podían ir
adornadas con hilos de oro.

Era costumbre que se espolvorearan con polvo de oro para brillar como un sol. En general
los hombres adornaban su cabeza con mitras y tiaras aunque dependiendo del color y la
altura era la clase social. Otra prenda muy usada fue el paño de barbilla, de hilo blanco
que envolvía la cabeza y el cuello.
Las mujeres vestían con una túnica amarrada con cinturones; en general llevaban una vida
de reclusión y encierro; no tenían vida social ni económica y no podían ver a un hombre
de frente a menos que trajeran cubierta la cara. Las damas nobles usaban también una
túnica y un manto o saya con adornos en los bordes.

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