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Especializaciones de la Región Lateral

La región lateral de las células epiteliales está en estrecho contacto con la región
lateral opuesta de las células vecinas. Como las otras regiones, la región lateral se
caracteriza por la presencia de proteínas únicas, en este caso las moléculas de
adhesión celular (CAM) que son parte de la especialización de las uniones.

La composición molecular de los lípidos y proteínas que forman la membrana celular lateral
difiere significativamente de la composición de aquellos que forman la membrana celular
apical. Además, la membrana de superficie celular lateral en algunos epitelios puede
formar pliegues, evaginaciones e invaginaciones que originan márgenes interdigitados y
entrelazados entre las células vecinas.
Barras Terminales:
Antes de la aparición del ME, la aposición-(contigüidad) estrecha de las células epiteliales
era atribuida a la presencia de una substancia adhesiva viscosa denominada cemento
intercelular. Este cemento se tiñe profundamente en el margen superior apico-lateral de la
mayoría de las células epiteliales cúbicas y cilíndricas. Al observarlo en un plano
perpendicular-(vertical) al de la superficie epitelial, el material teñido se presenta con la
estructura de un punto. Pero cuando el plano de corte es paralelo a esa superficie epitelial
y la incluye, este componente con aspecto de punto se ve como una barra o línea densa
entre las dos células yuxtapuestas-(unidas). Visto con el microscopio óptico, las barras
terminales representan sitios de adhesión epitelial célula-célula.

Las barras, en realidad, forman una estructura (o banda) poligonal alrededor de cada
Célula para mantenerlas unidas. La disposición de esta banda puede compararse con los
anillos plásticos que sostienen los grupos de seis envases de bebidas enlatadas. Debido a su
ubicación en la porción apical de la célula y su configuración similar a una barra, el material
teñido visible en microscopio óptico se denomina barra terminal. Entonces
Resulta evidente que el cemento intercelular como tal no existe.

Los componentes estructurales específicos que constituyen la barrera y la adhesión se


identifican claramente mediante microscopía electrónica y se denominan en su conjunto
complejo de unión:

La unión ocluyente se crea por el sellado específico de las membranas plasmáticas de células
adyacentes.
Las uniones ocluyentes (zonulas ocludens/oclusivas): son impermeables y permiten que
las células epiteliales funcionen como una barrera. También denominadas uniones
estrechas, las uniones ocluyentes forman la principal barrera de difusión intercelular entre
células adyacentes (unidas). Al eliminar el movimiento de agua y otras moléculas a través
del espacio intercelular, mantienen la separación fisicoquímica de los compartimientos
tisulares. Dado que están ubicadas en el punto más apical entre las células epiteliales
adyacentes, las uniones ocluyentes impiden la migración de lípidos y proteínas
especializadas de la membrana celular entre las superficies apical y lateral, manteniendo
así la integridad de estas dos regiones. Además, las uniones ocluyentes atraen moléculas de
señalización en la superficie celular y las vinculan a los filamentos de actina del
citoesqueleto.

En la formación de las hebras de la zonula occludens participan varias


proteínas.

Las hebras de zonula occludens corresponden a la ubicaciónde filas de proteínas


transmembrana. Existen tres grupos principales de proteínas transmembrana en la zonula
occludens:

KDA Las proteínas chaperonas son un conjunto de proteínas presentes en todas las células,
muchas de las cuales son proteínas de choque térmico, cuya función es la de ayudar al
plegamiento de otras proteínas recién formadas en la síntesis de proteínas

1- La ocludina: una proteína de 60 kDa, fue la primera identificada en la zonula


occludens. Mantiene la barrera entre las células contiguas como también la barrera
entre las regiones apical y lateral. La ocludina está presente en la mayoría de las
uniones ocluyentes. Sin embargo, varios tipos de células epiteliales carecen de
ocludina en sus hebras pero sí poseen zonulae occludens bien desarrolladas y
plenamente funcionales.

2- Las claudinas: conforman una familia de proteínas (20 a 27 kDa) que han sido
identificadas recientemente como componentes que integran las hebras de la
zonula occludens. Las claudinas forman la columna vertebral de cada hebra.
Además, las claudinas (especialmente la claudina 2 y claudina 16) pueden formar
conductos acuosos extracelulares para el pasaje paracelular de iones y otras
pequeñas moléculas. Hasta el presente, se han podido caracterizar cerca de 24
diferentes miembros de la familia de las claudinas. Recientemente las mutaciones
en el gen que codifica la claudina14 se han vinculado con la hipoacusia hereditaria
humana. Una forma mutada de la claudina14 produce un aumento de la
permeabilidad de la zonula occludens en el órgano de Corti (receptor de la audición),
con lo cual se afecta la generación de potenciales de acción.

3- Molécula adhesiva de la unión (JAM: junctional adhesión molecule), una proteína


de 40 kDa que pertenece a la superfamilia de las inmunoglobulinas (IgSF). La JAM no
forma por sí misma una hebra de zonula occludens pero, sí, está asociada con las
claudinas. Participa en la formación de uniones ocluyentes entre las células
endoteliales (Tejido de una sola capa de células que tapiza interiormente el
corazón y otras cavidades internas) así como entre células endoteliales y los
monocitos (Tipo de glóbulo blanco presente en la sistema sanguíneo. Estas
células, son los leucocitos de mayor tamaño y representan casi el 8% de la célula
blanca que recorre el torrente sanguíneo) que migran desde el espacio vascular
(nombrar a lo que pertenece o está vinculado a los vasos) hacia el tejido conjuntivo.

Las porciones citoplasmáticas de las tres proteínas contienen una secuencia de


aminoácidos exclusiva que atrae las proteínas reguladoras y de señal denominadas
proteínas con dominio PDZ. Estas proteínas incluyen las proteínas de la zonula occludens
ZO-1, ZO-2 y ZO-3. La ocludina y las claudinas intercaladas a través de la membrana
plasmática apical hacia el citoplasma y después, a través de la membrana lateral, por debajo
del nivel de la unión ocluyente hacia el compartimento intercelular.

o La vía paracelular tiene lugar a través de la zonula occludens entre dos células
epiteliales. La cantidad de agua, electrolitos y otras pequeñas moléculas
transportadas mediante esta vía dependen del hermetismo (impenetrabilidad) de
la zonula occludens. La permeabilidad de una unión ocluyente depende de la
composición molecular de las hebras de la zonula occludens y, así, de la cantidad de
conductos acuosos activos en el sello. En condiciones fisiológicas adecuadas, las
sustancias transportadas mediante esta vía pueden ser reguladas por el transporte
transcelular o estar acopladas a él.

EJ: En los epitelios en los que las hebras o los sitios de fusión son escasos, como en ciertos
túbulos renales, la vía intercelular es parcialmente permeable al agua y a los solutos. En
cambio, en los epitelios en los que las hebras son numerosas y están muy entrelazadas (p.
ej., epitelio intestinal, epitelio de la vejiga urinaria) el espacio intercelular es muy
impermeable.

La permeabilidad de la zonula occludens depende no sólo de la complejidad y cantidad de


hebras, sino también de la presencia de conductos acuosos funcionales formados por varias
moléculas de claudina.

o Las uniones adherentes (zonulas adherentes, maculas adherentes,


hemidesmosomas, adhesiones de matriz celular ligadas por actina): proveen
estabilidad mecánica a las células epiteliales mediante la unión del citoesqueleto
de una célula con el citoesqueleto de otra célula adyacente. Estas uniones son
importantes en la creación y mantenimiento de la unidad estructural del epitelio.
Las uniones adherentes interactúan con la actina y los filamentos intermedios y
pueden encontrarse no solo en la superficie celular lateral sino también en la
región basal de las células epiteliales.

En la superficie celular lateral, se pueden identificar dos tipos de uniones adherentes


célula-célula:

o zonula adherens (plural: zonulae adherens) que interactúa con la red de


filamentos de actina dentro de la célula.

o Macula adherens (plural: maculae adherens) o desmosoma, que interactúa con


filamentos intermedios.

Las proteínas transmembrana conocidas como moléculas de adhesión celular (CAM)


forman una parte esencial de cada una de las uniones adherentes en las superficies lateral
y basal de la célula.

Las regiones citoplasmáticas están enlazadas a los componentes del citoesqueleto a


través de una variedad de proteínas intracelulares. A través de la conexión del
citoesqueleto, las CAM pueden controlar y regular diversos procesos intracelulares
asociados con la adhesión, la proliferación y la migración celulares. Además, las CAM
participan en muchas otras funciones celulares, como las comunicaciones intercelulares e
intracelulares, el reconocimiento celular, la regulación de la barrera de difusión
intercelular, la generación de respuestas inmunitarias y la apoptosis.

Hasta el presente, cerca de 50 CAM se han identificado y clasificado según la estructura


molecular en cuatro familias principales: cadherinas, integrinas, selectinas y la
superfamilia de las inmunoglobulinas.

Las cadherinas son CAM transmembrana dependientes de Ca2+ ubicadas, sobre


todo, en la zonula adherens.

o Las cadherinas controlan las interacciones célula-célula y participan en el


reconocimiento celular y la migración de células embrionarias. La cadherina-E, el
miembro más estudiado de esta familia, mantiene la unión de la zonula adherens
entre las células epiteliales. Del lado citoplasmático, la cola de la cadherina E está
enlazada a la catenina. También actúa como un importante supresor de células
tumorales epiteliales. El complejo cadherina-E-catenina resultante se une a la
vinculina y a la actinina a y es necesario para la interacción de las cadherinas con
los filamentos de actina del citoesqueleto.

o Las integrinas están compuestas por dos subunidades de glucoproteínas


(Conjunto de proteínas conjugadas que contienen uno o más fragmentos de
carbohidratos unidos por enlace covalente) transmembrana que consisten en
cadenas de 15α y 9β. Esta composición permite la formación de diferentes
combinaciones de moléculas de integrina que pueden interactuar con varias
proteínas (interacciones heterotípicas). Mediante estas interacciones, las
integrinas regulan la adhesión celular, controlan el movimiento y la forma de las
células y participan en el crecimiento y diferenciación celular.

o Las selectinas se expresan en los leucocitos (glóbulos blancos) y las células


endoteliales y median el reconocimiento neutrófilo-endotelial de las células.
Un tipo de glóbulo blanco

o Superfamilia de las inmunoglobulinas (IgSF). Muchas moléculas que participan en


las reacciones inmunitarias comparten un precursor común en su estructura. Sin
embargo, otras moléculas sin función inmunológica conocida también comparten
el mismo elemento repetido. En conjunto, los genes que codifican estas moléculas
relacionadas han sido definidos como la superfamilia de los genes de las
inmunoglobulinas. Es una de las mayores familias de genes en el genoma humano,
y sus glucoproteínas llevan a cabo una gran variedad de funciones biológicas
importantes.

La integridad de las superficies epiteliales depende, en gran medida, de la adhesión lateral


de las células entre sí y su habilidad para resistir la separación.

Las células de diferentes epitelios requieren diferentes tipos de adhesiones.

En otros epitelios, se necesitan adhesiones sustancialmente más fuertes entre las células
en los distintos planos. En las células del epitelio estratificado de la epidermis, por
ejemplo, muchas maculas adherentes mantienen la adhesión entre las células adyacentes.
En el músculo cardíaco, donde hay una necesidad similar de adhesión fuerte, la
combinación demacula adherens y fascia adherens cumple esta función.

- Las uniones comunicantes: Las uniones comunicantes, también llamadas uniones


de hendidura o nexos son las únicas estructuras celulares que permiten el paso
directo de las moléculas de señalización de una célula a otra. Están presentes en
una amplia variedad de tejidos, como el epitelio, el músculo liso y cardíaco y los
nervios. Las uniones de hendidura son importantes en los tejidos en los que la
actividad de las células contiguas debe estar coordinada, como en los epitelios
involucrados en el transporte de fluidos y electrolitos, en el músculo liso vascular y
del intestino, y en el músculo cardíaco.

Permiten una comunicación directa entre las células adyacentes por difusión de pequeñas
(< 1 200 Da) moléculas (p. ej., iones, aminoácidos, monosacáridos, nucleótidos,
metabolitos). Este tipo de comunicación intracelular permite la actividad celular
coordinada que es importante para el mantenimiento de la homeostasis de los órganos.
Una unión de hendidura consiste en una acumulación de conductos transmembrana o
poros en un conjunto muy compacto; permite que las células intercambien iones,
moléculas reguladoras y pequeños metabolitos a través de los poros. La cantidad de poros
en una unión de hendidura puede variar ampliamente como también puede variar la
cantidad de uniones de hendidura entre células contiguas.

Se han implementado varios procedimientos para estudiar las uniones de hendidura,


como la inyección de colorantes y compuestos fluorescente o radiomarcados y la
medición del flujo de corriente eléctrica entre las células.

Especializaciones morfológicas de la superficie lateral de la célula

Los pliegues de la superficie lateral de la célula (plicae) crean evaginaciones


citoplasmáticas interdigitadas de las células contiguas.

Las superficies laterales de ciertas células epiteliales muestran un límite tortuoso como
resultado de repliegues o plicae a lo largo del borde de cada célula con la célula contigua.
Estos repliegues aumentan la superficie lateral de la célula y son particularmente
prominentes en los epitelios que participan en el transporte de líquidos y electrolitos,
como el epitelio intestinal y de la vesícula biliar. En el transporte de líquidos activo, la
ATPasa de Na+/K+, que se encuentra en la membrana plasmática lateral, bombea los
iones de sodio fuera del citoplasma a través de esta membrana lateral.

La unión ocluyente en el extremo apical del espacio intercelular impide que los líquidos se
muevan en la dirección opuesta. A medida que la acción de la bomba de sodio vacía el
citoplasma de sal y agua, éste se reabastece por difusión a través de la membrana
plasmática apical, cuya superficie se ve enormemente incrementada por la presencia de
microvellosidades, permitiendo así el movimiento continuo de fluidos desde la luz hasta el
tejido conjuntivo siempre que la ATPasa de Na+/K+ se encuentre activa.

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