Aspectos laborales de la ley de reforma concursal – Raso y Castello

Primera parte

La protección de los acreedores laborales frente a la insolvencia del empleador

El interés del trabajador: su doble perspectiva

En los supuestos de insolvencia del empleador, se encuentran involucrados por un lado,

la efectiva remuneración del trabajo y por otro, la estabilidad en el empleo.

En efecto, en casos de iliqueidez transitoria o de insolvencia patrimonial de la empresa,

los diferentes acreedores – entre los cuales también se cuentan los laborales – se verán
obligados a recurrir a procedimientos de ejecución de los bienes que conforman el
activo realizable.

Si bien los procedimientos de liquidación constituyen el medio necesario para satisfacer

el interes economico inmediato del trabajador, en su condicion de acreedor del
insolvente, por otra parte, se convierten en instrumentos capaces de poner en riesgo la
subsistencia misma de la organización empresaria, y con ella, la estabilidad del empleo
y la oportunidad mediata de la satisfacción de sus necesidades de subsistencia.

Nos enfrentamos a una contradicción de intereses en juego, y conforme han señalado los
autores, en la medida en que se intenta la conservación del puesto de trabajo y cuanto
mas se prolonga la defensa del mismo, al tiempo que el desequilibrio patrimonial de la
empresa se extiende y desarrolla en todas sus fases, tanto mas se desvanecen para los
trabajadores las posibilidades de percibir sus respectivos créditos devengados.

Veremos que la Ley de Concursos tiene como objetivo principal, ofrecer mecanismos al
deudor y sus acreedores para mantener la continuidad de la empresa y la conservación
de la mayor cantidad posible de puestos de trabajo. Se desplaza el centro de proteccion
desde la necesidad de satisfacer el cobro de los creditos, hacia la necesidad de priorizar
la continuidad del proyecto empresarial viable económicamente.

El derecho del trabajo y la continuidad de la empresa

La preocupación por conservar el funcionamiento de su actividad, se fundamenta tb en

su significado como fuente de trabajo para los empleados u obreros y en sus efectos
sobre las relaciones laborales.

De alli que el derecho se esfuerce por propiciar mecanismos jurídicos que propendan al
sostenimiento de la continuidad de la empresa.

Igualdad de los acreedores: regla de la par condictio creditorum.

Status de paridad reconocido como principio general del derecho concursal.

Ver 2372 CC: los bienes todos del deudor son la garantía común de los acreedores.
La enunciación de la par condictio creditorum no significa que se trate de un principio
absoluto e inmutable, sino que la ley atempera esa aparente rigidez instrumentando
diversas limitaciones.

La propia constatación general sobre la insuficiencia patrimonial del deudor para

atender la totalidad de los créditos comprometidos, ha llevado a que el legislador deje
de lado la consecuencia de que no todos los acreedores se perjudiquen por igual, ya que
no todos tienen la misma trascendencia, y en algunos de ellos, se encuentra interesado el
bien común.

Así, la propia legislación concursal ha consagrado excepciones al principio gral de la

igualdad, como resulta notorio en los supuestos de las preferencias concursales que
imponen causas legítimas de prelación, lo que ha llevado a sostener que la igualdad de
los acreedores sólo juega, en estado puro, entre los quirografarios.

El derecho laboral se ha ocupado de sustraer a los créditos laborales de la par condictio

creditorum en situaciones de insolvencia del empleador.

El derecho de los procedimientos concursales, es un derecho acuñado por el principio de

la igualdad, pero ante esto sucumben los intereses protegidos por el derecho del trabajo,
que se caracterizan, justamente, por su desigualdad, inherente a la parte más débil de la
relación laboral. Por esto se busca introducir nuevas limitaciones para la proteccion de
los creditos salariales frente a los demas acreedores de la empresa que entra en
concurso.

PRINCIPIO PROTECTOR DE LOS CREDITOS SALARIALES

(Recordar Convenio 95 OIT).

Se busca generar una eficaz proteccion jurídica del salario, en cuanto a asegurar una
adecuada retribución al trabajador.

Este propósito responde a una realidad objetiva que se sitúa en planos diferentes: por un
lado, la determinación de un salario justo, y por otro, la provision de mecanismos que
aseguren su real cumplimiento. Hay causas de prelación en caso de concurrencia de
acreedores, los laborales son privilegiados.

- proteccion contra la negligencia y abusos del patrono

- proteccion contra los acreedores del trabajador
- contra la insolvencia del patrono
- y en el interior de la familia.

RAZONES PARA LA PROTECCION DE LOS CREDITOS SALARIALES

La primera, es que el salario tiene carácter alimenticio. En segundo lugar, hay una
situación de debilidad contractual del trabajador, y una situación de subordinación
inherente a toda relación de trabajo.
Se ha sostenido tb que estos creditos deben ser privilegiados porque con su trabajo han
contribuido a conservar, o a aumentar el patrimonio del deudor.

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Reglas inspiradoras del régimen actual: principio de conservación de la empresa.

El mantenimiento de la actividad empresarial, lleva a que no se interrumpan las

relaciones de trabajo. Se están tutelando dos bienes jurídicos al mismo tiempo.

La declaracion judicial de concurso no implica el cese ni la clausura de la actividad del

deudor, salvo que el Juez disponga lo contrario, ni rescinde los contratos de trabajo
( art.69).

Principio de universalidad

Ver art. 71 de la Ley de Concursos.

Principio de unidad. Fuero de atracción: ver para procesal.

Principio de igualdad (par condictio creditorum). Art.55 LCRE.

Supone la igualdad de trato de los acreedores quirografarios, así como también entre
acreedores de una misma clase. Lo que se busca impedir es que se otorguen ventajas a
unos acreedores en perjuicio de otros.

La nueva ley establece que todos los acreedores del deudor, incluyendo a los laborales,
quedan comprendidos en la masa pasiva del concurso, siendo representados por el
síndico o interventor (art. 55).

Efectos sobre los creditos

Ver art. 64: refiere a los créditos laborales.

Ver art. 70 p personal de alta direccion.

ASPECTOS LABORALES DEL NUEVO REGIMEN CONCURSAL

Ley 18.593: se habilita al juez laboral a enajenar los activos del empleador para
satisfacer los creditos laborales privilegiados.

Existen al menos cuatro motivos para otorgar al crédito laboral una protección especial.

Primero, los créditos laborales, al igual que los salarios, tienen naturaleza alimentaria.
Son la única o principal fuente de ingreso de los trabajadores , por lo que su frustración
ocasiona problemas no sólo en su propia economía, sino tb en la economía familiar.

Segundo, existe un fundamento social. No existe economía sin empresas, pero tampoco
existen empresas sin trabajadores, ni hay trabajadores sin salario para mantenerse.
Tercero, existe tb un fundamento jurídico: así como el trabajador no tiene derecho a las
utilidades o ganancias que arroja la actividad empresarial, tampoco debe correr con las
pérdidas (concepto de ajenidad, en este caso en los riesgos).

El trabajador tiene derecho a percibir su salario con independencia de las dificultades

que haya tenido la actividad empresarial.

La ajenidad de los riesgos se complementa con el principio de intangibilidad del

salario, en virtud del cual el orden juridico debe establecer garantías para asegurar el
valor, el monto y la disponibilidad del salario al empleado.

Cuarto: existe un fundamento ético: el trabajador ha colaborado con el empleador en la

formación de sus activos, por lo que resulta justificado que el mismo tenga prioridad
con respecto al resto de los acreedores.

Tratamiento del crédito laboral en el régimen concursal actual

La ley de Concursos mantiene el régimen tradicional de proteccion del acreedor laboral,

al insertarlo dentro de los procedimientos concursales y otorgarle en ese marco la
categoría de acreedor privilegiado.

De acuerdo al art. 110, pertenecen a la categoría de créditos con privilegio general. VER
ART.

Para que el crédito laboral tenga la naturaleza de crédito con privilegio general deben
cumplirse estos requisitos:

a) debe tratarse de créditos originados en una relacion de trabajo dependiente o

subordinada. No se incluyen aquí los créditos derivados de relaciones de trabajo
autónomas (por ej. honorarios profesionales).
b) Deben haberse devengado antes de la declaracion del concurso.
c) Pueden ser de cualquier naturaleza. No sólo sueldos, jornales o destajos, sino
cualquier tipo de crédito que sea salarial (horas extras, incentivos, aguinaldo,
salarios vacacionales) o incluso indemnizatorio.

No sólo la IPD común o tarifada, sino tb el derivado de indemnizaciones especiales

(maternidad, accidente de trabajo, enfermedad, despido abusivo).

Ver art. 4 ley 10.449.

d) quedan excluidos los créditos de directores, administradores, síndicos y

liquidadores de la empresa concursada; estos son creditos quirografarios o
comunes.
e) El acreedor laboral no debe haber votado en la Junta de Acreedores. Ver art. 127
(si lo hace, pasa a ser un acreedor quirografario).
PRONTO PAGO – art. 62

Una de las novedades de la Ley es el llamado pronto pago, mecanismo de pago

acelerado de los créditos laborales.

Esta previsto para dos situaciones diferentes:

- cuando existe un proceso concursal

- cuando no hay declaracion de concurso pero la empresa se encuentra en
situación de cierre, abandono, desmantelamiento o clausura, se compruebe la
inviabilidad del emprendimiento y los trabajadores manifiesten no estar
interesados en asumir de forma directa la gestión de la empresa.

Requisitos:

a) crédito laboral de cualquier N, privilegiado o quirografario, salarial o

indemnizatorio.
b) Deben ser exigibles y no estar prescritos.
c) Deben existir recursos líquidos suficientes o bienes fácilmente realizables en la
masa activa.
d) La solicitud debe ser aprobada por el Juez de Concursos.
e) El Juez de C. puede rechazar la solicitud, de manera fundada.

Pronto pago fuera de los procesos concursales

Funciona fuera del concurso cuando existe situacion de cierre, abandono,

desmantelamiento o clausura de la empresa, administración o del establecimiento donde
el deudor desarrolla su actividad.

Requisitos:

En la misma situación que ya fue expresada anteriormente, tb, aún cuando no se haya
promovido el proceso concursal. Ver art. 62 LC.