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Han pasado 40 semanas desde que un espermatozoide fecundara un óvulo y generara vida.

Una única célula se ha desarrollado hasta constituir un feto completamente formado. Pero la
placidez y el calor dentro del útero están a punto de ser alterados.
Es imposible definir con exactitud lo que implica nacer a pesar de que todos hemos pasado
por ello. Es ciertamente sorprendente y probablemente traumático. En el momento del nacimiento,
experimenta un aumento de adrenalina superior a un ataque al corazón, esta oleada de adrenalina
nos ayuda a vivir, ínsita a nuestros pulmones a que comiencen a respirar por primera vez. Nuestros
pulmones no habían inalado aire hasta entonces estaban anegados de liquido amniótico, corremos el
riesgo de morir asfixiados.
En la parte superior de los riñones las glándulas suprarrenales inundan la corriente sanguínea
de adrenalina, los músculos que necesitan oxigeno repentinamente empiezan a contraerse, se realiza
la primera inspiración. Es el acto aeróbico más importante de nuestra vida, lo repetiremos unas 700
millones de veces más. El aire pasa por la traque y fluye a través de miles de ramificaciones, los
bronquios, y de ahí hasta los 30 millones de diminutos compartimentos de aire, los alveolos. Éstos
absorben el oxigeno hasta nuestra sangre y expulsan el dióxido de carbono que exhalamos en cada
respiración, es el momento en que el cordón umbilical (vinculo físico con la madre) puede ser
cortado, ahora dependemos de nosotros mismos.
El organismo del bebe tiene que adaptarse a vivir fuera de la matriz, es un momento decisivo
y peligroso. El corazón no más grande que una nuez lleva 8 meses latiendo. Sin embargo en los
primeros días de vida surge un pequeño problema, existen dos orificios uno en la aorta y otro en el
mismo corazón. Estas aberturas no son anomalías, son un vestigio de nuestra existencia antes de
nacer, cuando la sangre circulaba a través de un sistema de vasos sanguíneos hasta la placenta . el
propósito de estas cavidades era desviar la sangre de nuestros inactivos pulmones pero ahora que
estos están a pleno rendimiento, quedan selladas para siempre .Ahora el corazón funciona con
normalidad, bombea la sangre a través de las decenas de miles de vasos sanguíneos.
El resto de nuestros órganos también entran en escena. El hígado realiza 500 funciones
diferentes, desde generar el calor corporal hasta procesar las toxinas. La función de los riñones es
mantener el nivel de agua en el organismo. El tracto digestivo ha de limpiar sus conductos
preparándose para ingerir su primer alimento, nuestros intestinos están repletos de liquido
amniótico digerido y células muertas ,una sustancia viscosa como el alquitrán de un color negro
verdoso llamada miconio. Es altamente corrosivo, en algunos recién nacidos puede introducirse en
los pulmones y dañar su delicada pleura. Sin embargo en los intestinos es inofensivo y es evacuado
en cuestión de horas. Las primeras ingestas de leche aceleran este proceso. Puede ser que haya
superado el trauma de nacer, pero el problema de adaptarse a vivir fuera de la placenta no ha hecho
nada más que empezar.
Un recién nacido en su primer mes de vida. Este es el momento en que empezamos a percibir
y explorar el mundo que nos rodea. La infancia es un periodo de crecimiento tanto por dentro como
por fuera .
El cuerpo humano es un milagro de diseño microscópico. Órganos diminutos y perfectamente
formados, cada uno de ellos compuesto por miles de millones de células funcionando a la
perfección. Estas células son los ladrillos de nuestro cuerpo, constituyen lo que somos, cien billones
de células trabajando todas en perfecta armonía. Dentro de cada célula existe ese mismo motor
extraordinario, una maquina que le indica cómo ha de crecer y que funciones ha de llevar a cabo; es
el ADN y es único en cada persona. El ADN es la impronta química de nuestra identidad, las
instrucciones que crean cada nuevo ser humano, que se harán patentes a lo largo de nuestra vida. El
ADN no solo determina nuestro aspecto y nuestra forma de ser, sino que también está presente en
devenir de nuestra existencia. Decide cuando creceremos, cuando nos desarrollaremos, cuando
envejeceremos y cuando moriremos. Nuestra vida también viene forjada por lo que nos rodea por la
gente con la que la compartimos.
La vida fuera del vientre materno sigue siendo un desafío, todavía no podemos regular
nuestra temperatura corporal. La temperatura en el útero era de 38º los 18 existentes en la casa son
todo un contraste para el organismo. El problema radica en que la región del cerebro que regula la
temperatura; el hipotálamo, aun no se ha desarrollado. El cerebro de bebe está bajo presión, esta
realizando 100 millones de cálculo por segundo. El hipotálamo no puede realizar la tarea extra de
mantenernos calientes

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