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Subjetividad y Cultura

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POSTMODERNIDAD Y AUTOAGRESIÓN: LOS INTENTOS


REITERADOS DE SUICIDIO
Mario Campuzano[1] y Dante García Vázquez[2]

La importancia del tema

Con mayor frecuencia cada día se tienen noticias sobre casos de intentos de suicidio o
suicidios consumados, situación que la mayoría percibe como lejana, pero que es impactante y
dolorosa para la familia, para la sociedad y, cuando sucede, para los sobrevivientes del acto
suicida. Es por ello que el objetivo del presente artículo es transmitir la advertencia de que
todos somos vulnerables al acto suicida o a las consecuencias de su realización por seres
cercanos.

La importancia de este comportamiento autodestructivo radica en el aumento progresivo del


número de casos en nuestro país y se considera un problema de salud pública. Según reporte
del 2012 de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo más de 800,000 personas se
suicidan cada año y es la segunda causa de muerte entre los individuos de 15 a 29 años,
ocurre una muerte cada 40 segundos y el 75% de los suicidios se producen en países de
ingresos bajos y medios. En ese mismo año en los países del continente americano, las
lesiones auto infligidas con un fin suicida ocuparon el tercer lugar entre adolescentes y jóvenes.
¿Cuántos suicidios se presentan en México? De acuerdo con datos del Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2016) se tiene la siguiente información:

El suicidio en México presenta una tendencia ascendente entre los años 1994 y 2014. Con
diferencias importantes por sexo, cuatro de cada diez suicidios se encontraban en el grupo de
15 a 29 años y por cuatro suicidios en hombres ocurre uno en mujeres.

Una investigación realizada fuera del INEGI y con otra metodología (Matrajt, 1987, pág. 117)
aporta observaciones importantes de orden social como la alta prevalencia en zonas
campesinas que se corresponde con estudios realizados por otros investigadores en zonas
semejantes. Al autor le hace pensar “que el bombardeo de los medios masivos de difusión
introdujo en esas áreas modelos valorativos parcialmente incomprensibles y totalmente
inalcanzables… (creando en la subjetividad)…una brecha enorme entre ideal del yo y el yo real,
significativamente mayor que la que produce en los citadinos”.

Por cada suicidio se presentan 20 intentos aproximadamente, es decir, casi 126,740 intentos

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de suicidio en el 2014, en estos casos predominan las mujeres. La cifra real seguramente es
mayor porque estos eventos buscan ocultarse por quienes lo intentan y por sus familiares,
además en los registros médicos de lesiones autoinfligidas frecuentemente no se especifica si
fueron con una finalidad suicida.

Dada la frecuencia e impacto devastador de este problema, este artículo tiene especial
dedicatoria a todas las personas en riesgo de suicidio y a sus familiares para quienes resulta
importante conocer que existen posibilidades de ayuda.

El suicidio se puede prevenir o evitar en un buen número de casos mediante un conjunto de


medidas difundidas por organismos internacionales y nacionales.

La influencia social y de época

El suicidio es un tema que se puede abordar con diferentes enfoques: médico,


psicológico, religioso, filosófico, político y social. En éste último tendremos que mencionar a
Émile Durkheim, quien en el siglo XIX (El suicidio. Estudio sociológico) inició la comprensión de
este fenómeno en relación a sus determinantes sociales.

Desde la perspectiva social queda claro que el suicidio no puede considerarse siempre de
origen patológico ya que hay suicidios de honor asentados en un determinado marco cultural,
suicidios rituales, o suicidios conscientes y racionales determinados por distintas razones como
enfermedades, vejez u otras.

También hay que considerar que su frecuencia, motivaciones y forma de realización dependen
de los factores sociales, económicos y culturales de cada época, en la actualidad de la
conjunción de neoliberalismo y postmodernismo.

Niveles de gravedad del suicidio

Desde la perspectiva médico- psicológica, en los casos considerados patológicos, la tendencia


suicida puede detectarse en distintos niveles de gravedad:

1. a) como ideación, pensar en eso,


2. b) como intención suicida, el planearlo,
3. c) como superviviente de un intento suicida, no logró su objetivo y puede repetir la
conducta,
4. d) como suicidio consumado.

En los casos no consumados debe hacerse el diagnóstico diferencial en relación a su origen, lo


cual requiere de una buena evaluación psiquiátrica y psicoanalítica.

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Causas del suicidio o intento de suicidio patológico

Las causas principales son dos: a) episodios depresivos de origen emocional y b) trastornos
psicóticos como la esquizofrenia y los trastornos bipolares[3]. Hay una modalidad particular que
conforma el tercer grupo, c) el de los suicidios reiterados, de origen caracterológico.

Es de señalar que todos estos casos pueden acompañarse de factores coadyuvantes que
agravan el cuadro, en especial las adicciones, situaciones económicas críticas, o desempleo
(en 2014 un tercio de la población que cometió suicidio no tenía trabajo) y esta situación de
desempleo y déficit grave monetario se incrementa como efecto estructural del modelo
económico neoliberal, en los jóvenes también actúa como desesperanza en relación a un
presente frustrante y un futuro que ofrece pocas posibilidades de empleo y de una vida mejor;
el énfasis postmoderno en el hedonismo y las nuevas formas de crianza que estimulan la
inmadurez han favorecido el incremento de las adicciones.

Los episodios depresivos de origen emocional pueden generarse por dos motivos:

Algún conflicto interno, por ejemplo no sentirse satisfecho(a) con la vida que se tiene, o por
algún factor externo que desencadene la depresión como pérdidas o abandonos (pérdidas
económicas sustantivas, muerte de un ser querido o una ruptura amorosa, entre otros). A estos
desencadenantes externos las personas afectadas reaccionan con profundo malestar psíquico
y hasta depresión.

Esta es la causa más conocida, que a veces se considera o se actúa como si fuera la única. Se
presenta en cualquier estructura de carácter cuando llega a rebasar la capacidad de contención
de las personas afectadas y, como es comprensible, los caracteres inmaduros (fronterizos
simbióticos, o de nivel bajo, en la terminología psicoanalítica contemporánea) tienen mayor
proclividad a reaccionar a este tipo de situaciones desencadenantes, lo cual puede llevarles a
una actuación suicida dada su impulsividad, agresividad, pobre tolerancia a la frustración y a la
espera.

Los trastornos psicóticos, esquizofrénicos y bipolares, son otra de las causas. En estos casos
existe un riesgo elevado para el intento de suicidio, el cual se incrementa notablemente si
existe una adicción agregada a su trastorno mental. Por su tendencia hereditaria pueden existir
antecedentes familiares de suicidios.

Los estados emocionales no psicóticos que más frecuentemente orillan al suicidio son la
desesperanza y la rabia impotente.

Los intentos reiterados de suicidio

Los intentos de suicidio reiterados son muy conocidos en los servicios de urgencias, pero poco

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comprendidos en su causalidad y tratamiento hasta épocas recientes. Tienen en la mayoría de


los casos, origen caracterológico asentado en estructuras inmaduras, infantiles. Su tendencia
es crónica, repetida, como expresión de un estilo de vida y una forma de comunicación que en
el psicoanálisis grupal se llama figurativa o dramatizada, porque implica la actuación de un
conflicto psíquico o interpersonal, o la expresión de un mensaje que no es verbalizado. La
conducta suicida recurrente suele tener intenciones de control y manejo del ambiente
interpersonal, aunque en realidad el paciente sufre porque no puede manifestar verbalmente su
sentir sino simplemente lo actúa en contra de sí mismo en forma de un acto suicida.

Esta modalidad de intentos de suicidio no es de origen reciente, pero el cambio postmoderno


de formas de crianza y educación que favorece el incremento de caracteres inmaduros,
dependientes y narcisistas tiende a aumentar su frecuencia.

Estos trastornos graves de la personalidad pueden cursar con episodios depresivos o con
reacciones adaptativas que son vividas muy intensa o exageradamente y es cuando se vuelven
violentos, irritables, agresivos y pueden proyectarlo hacia el exterior o en contra de sí mismos
en actos suicidas.

Las amenazas suicidas y los intentos suicidas aparecen con frecuencia en los pacientes
inmaduros como expresión crónica de su sintomatología, por tanto, trabajar
psicoterapéuticamente con ellos implica trabajar con la patología suicida inherente. Como la
posibilidad de suicidio amenaza la vida, debe evaluarse y abordarse en primer término, pero
siempre en relación con el tratamiento del trastorno del carácter en que se asienta. Esto en el
caso de pacientes que son analizables, los cuales conforman un porcentaje importante aunque
no son la mayoría. En los restantes se pueden establecer indicaciones de tratamiento cognitivo-
conductual o de tratamiento de apoyo o en grupos de autoayuda.

En todos estos casos es necesario realizar una evaluación clínica cuidadosa para determinar
su manejo intrahospitalario o externo, el uso o no de fármacos, así como sus necesidades de
atención psicoterapéutica para, finalmente, establecer un tratamiento integral acorde con las
características singulares de cada persona.

Para el manejo de los analizables se seguirán los lineamientos de Otto Kernberg y su grupo
(Kernberg y otros, 1989; Yeomans y otros, 2002) que tienen planteos radicalmente diferentes a
los que se usaban en el pasado para el tratamiento de pacientes suicidas que descansaban en
medidas de contención sustentadas por los terapeutas que asumían (o asumen) la
responsabilidad y riesgos consecuentes. En el modelo de Kernberg es responsabilidad del
paciente el mantenerse con vida y no de la familia o del psicoterapeuta. Esto se hace para
evitar la ganancia secundaria de la enfermedad (la amenaza de suicidio que es la fuente de la
capacidad de manipular el ambiente interpersonal) y porque es la realidad derivada de la
existencia del libre albedrío personal, pero requiere estar enmarcado en un modelo de
comprensión y tratamiento claramente establecido.

La nueva patología emocional

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El psicoanálisis se inicia a partir de la teoría freudiana donde sólo se concibe el modelo de las
neurosis, de tendencia inhibitoria, con sus mecanismos de defensa intrapsíquicos organizados
alrededor del conflicto entre distintas instancias, predominantemente entre la satisfacción de los
impulsos sexuales y agresivos y su control ajustado a las necesidades de la convivencia social
y los mandatos culturales.

La evolución del psicoanálisis en sus más de cien años de existencia ha mostrado el pasaje de
problemáticas centradas en el control excesivo, inhibitorio, de los impulsos sexuales y
agresivos al predominio de caracteres infantilizados con comportamientos donde destacan la
impulsividad y la fragilidad y que se mantienen, en más o en menos, en la etapa de intensa
relación y dependencia entre el hijo y la madre, que se puede mantener ahí o desplazarse a
otra persona que actúa como estabilizador y organizador externo, substituyendo funciones del
aparato psíquico del sujeto. Como consecuencia predominan en estos caracteres infantilizados
las defensas interpersonales para el control del ambiente familiar y social por medio de
comunicación no verbal y figurativa, semejante a la tenida en la relación temprana del bebé con
su madre. Por esas razones no domina el por qué del conflicto intrapsíquico sino el para qué de
los intentos de manejo del ambiente interpersonal, aunque también tengan mecanismos de
defensa internos de tipo primario.

En una concepción teórico-técnica actualizada del psicoanálisis tenemos que identificar e


interpretar no sólo las clásicas defensas intrapsíquicas, sino también las defensas
interpersonales que las acompañan.

Importancia de la inclusión de la familia

Es imprescindible incluir a los familiares en el proceso de diagnóstico y tratamiento ya que son


ellos quienes pueden favorecer y poner límites a las acciones controladoras de la persona.
Cuando la familia queda “atrapada” por el control del individuo afectado favorece el riesgo
suicida, de manera que cuando no es viable cumplir sus deseos se puede repetir la acción de
intento suicida haciendo un círculo vicioso, y puede terminar en un acto suicida.

Tras la realización del intento de suicido y después de una o varias sesiones psicoterapéuticas
de corte especial con el paciente y sus familiares, es recomendable establecer claramente y
por escrito la responsabilidad diferencial del paciente, de la familia, del psicoterapeuta y de la
institución para el tratamiento del individuo, el cual tiene como objetivo el mantenimiento de su
vida y la mejoría de su problemática mental y emocional, aunque tiene que advertirse que lo
delicado y difícil de estos casos hace que no siempre se alcance el objetivo buscado y haya
una tasa de mortalidad a pesar de los esfuerzos de tratamiento.

BIBLIOGRAFÍA

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Durkheim, Émile (1897). El suicidio. Libertador, Centro editor de cultura: 2009.

Kernberg, O. F.; Selzer, M. A.; Koeniggsberg, H. W.; Carr, A. C.; Appelbaum A. H. (1989).
Psicoterapia psicodinámica del paciente limítrofe. México: Planeta, 1995.

Matrajt, Miguel (1987). Las enfermedades mentales en la República Mexicana. México:


Ediciones Taller Abierto.

Yeomans, Frank E.; Clarkin, John F.; Kernberg, Otto F. (2002). A Primer of Transference-
Focused Psychotherapy for the Borderline Patient. Northvale, New Jersey: A Jason Aronson
Book.

[1] Médico, psiquiatra, psicoanalista, miembro de AMPAG.

[2] Médico, internista, psiquiatra, psicoanalista, miembro de AMPAG.

[3] Hay una tendencia contemporánea a considerar como trastornos psicóticos solamente los
trastornos del pensamiento, como la esquizofrenia, y a no considerar en este nivel de gravedad
a el trastorno bipolar. Mi postura personal al respecto sigue los criterios tradicionales: psicosis
implica pérdida de contacto con la realidad y el trastorno bipolar queda englobado en este
criterio desde la alteración afectiva (maniaca o depresiva) aunque no se agregue trastorno del
pensamiento (M. C.).

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