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ECONOMÍA EN COLORES

XAVIER SALA I MARTIN

EDITORIAL PENGUIN RANDOM HOUSE GRUPO EDITORIAL, 2016.

RESUMEN.

ROJO.

Más ricos que el más rico, la riqueza de las naciones.

¿Cómo hemos llegado a que las personas normales de un país normal tengamos más cosas que el
hombre más rico de los tiempos?

Para empezar iniciaremos por mirar quien ha sido el hombre más rico, se puede decir que fue
Mansa Musa I el “rey de reyes” del gran imperio del Mali que gracias a las legendarias minas de
oro de Wangara, Mali producía la mitad del oro del mundo. Los historiadores han calculado que
la fortuna de Mansa Musa convirtiéndola a dólares actuales aproximadamente seria 400.000
millones, superando a Bill Gates en la actualidad, por esta razón se puede considerar como el
hombre más rico de todos los tiempos. Lo que más llama la atención es que el “rey de reyes”
teniendo todo el dinero del mundo nunca pudo probar una simple hamburguesa, comprar una
gafas, poderse subir a un avión para ir a su viaje de peregrinaje a la meca que solo le había
tardado unas horas y no dos años o simplemente pulsar el interruptor para encender la luz.

Es aquí donde empezamos a darle una solución a nuestra pregunta, primero la riqueza de una
persona o de un país no es la cantidad de dinero o de oro que tiene, si no es la cantidad de cosas
que puede disfrutar; ya que por más que se tenga todo el dinero, acciones, títulos, propiedades
como Bill Gates si no existiera nada para comprar no se consideraría alguien rico si no otro
Mansa Musa tendría todo el oro pero carecería de todos los productos que hoy se tienen. Así
mismo le ocurre a los países, la riqueza de un país no es la cantidad de dinero que acumula como
lo planteaban los mercantilistas sino la cantidad de cosas que sus ciudadanos pueden comprar.
Los economistas para medir si un país es rico o pobre no se fijan en el dinero acumulado si no lo
que produce, en pocas palabras su PIB (producto interno bruto) pero esto a que nos hace
referencia; el PIB es el valor de todos los bienes y servicios producidos dentro de un país durante
un año, pero también representa la suma de todos los ingresos obtenidos por los habitantes de un
país. Por eso es que los economistas analizan que si el PIB aumenta, los habitantes de un país
enriquecen, pero por el contario si el PIB baja se empobrecen.

La revolución cognitiva, la idea del intercambio. Según una de las teorías de Adam Smith la
clave del progreso humano radica en el hecho de que somos la única especie animal capaz de
intercambiar productos voluntariamente. De hecho hace unos cien mil años nuestros antepasados
no estaban capacitados para entender el concepto de comercio, nosotros estamos tan
acostumbrados a la idea de comprar y vender que creemos que comerciar es lo más natural del
mundo sin embargo, la idea de intercambiar no apareció hasta hace setecientos y mil siglos.
Hace cien mil años aproximadamente, los antropólogos creen que nuestro cerebro experimento
una serie de mutaciones genéticas que lo convirtieron en una herramienta privilegiada y poderosa
como tener la capacidad de comunicar conceptos complicados y flexibles mediante un
sofisticado lenguaje, gracias a la “revolución cognitiva”, el ser humano evoluciono y empezó a
hacer cosas que ningún otro animal era capaz de hacer como la idea del intercambio. A partir de
la idea de intercambio aparecen algunos de los fundamentos de nuestra civilización como el
crédito, la seguridad policial y militar entre otros, además de esto facilita dos grandes factores la
división del trabajo y la especialización. Cuando los humanos empezaron a intercambiar
productos, cada individuo pudo ponerse hacer cosas diferentes, de repente uno podía dedicarse a
construir casas, otro a producir alimentos y otro a cocer ropa una vez hechos el trabajo podían
encontrarse todos en el mercado e intercambiar productos esto significa que el comercio permitió
generalizar “la división del trabajo “. Con la especialización de cada uno de las personas en sus
distintos conocimientos y el intercambio, trabajar menos para conseguir lo mismo es lo que se
conoce con el nombre de mejora de la productividad y esta ganancia de productividad es la
clave del progreso humano y por lo tanto nos genera que seamos más ricos.

La historia nos demuestra que los seres humano han progresado cuando han sido capaces de
comerciar y aprovechar los beneficios de la productividad que nos da la división del trabajo, pero
surge una pregunta ¿porque hay países ricos y países pobres?, el hecho de que el cerebro humano
fuera capaz de entender el concepto de intercambio no significa que todo los humanos
comerciaran con la misma intensidad, han habido gobernantes que culpan de sus males a las
fuerza del comercio y ponen barreras para que los ciudadanos de un país comercien, haciendo
que los intercambios y el grado de especialización se reduzcan.

La economía de mercado, para que esta funcione es necesario, que haya una competencia no
obstante, que la pastelería no sea el única que venda de la ciudad, debido a que cuando las
empresas que carecen de competencia se denomina monopolios, y una economía con monopolios
no acaba de funcionar bien, ya que las empresas no hacen lo que los consumidores quieren sino
lo que quieren para que la economía de mercado funcione es muy importante que haya una
competencia entre las mismas empresas, ya que así se genera que los ciudadanos tengan la
libertad de crear empresas y quedarse con los beneficios que resultan de su actividad económica
y produce todo lo que desean los consumidores.

Para finalizar y darle una conclusión a nuestra pregunta inicial, todo empezó hace unos 100.000
años cuando nuestro cerebro comenzó una revolución cognitiva que permitió que los humanos
llegáramos a ser capaces de crear una organización social y un sistema económicos que ha hecho
posible que cada uno de nosotros haya acabado siendo más rico que el hombre más rico de todos
los tiempos.

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