Comparto con todos ustedes algunos términos que vienen a mi mente
cuando pienso en "la escuela" como el espacio significativo en el que se
dan situaciones de enseñanza y aprendizaje.
Pienso mucho la escuela como mejora. También como cambio,
transformación , innovación , crisis ¿por qué no?, dinamismo y repleta de buenas intenciones.
Si, buenas intenciones . En mi extensa actividad como directivo siempre
confié en las buenas intenciones de quienes trabajan a mi lado,independientemente de los resultados , no siempre acordes con lo esperado . Pero qué importante es que el docente, en cualquier cargo que ocupe, muestre "buenas intenciones" : de mejorar, de revisar sus prácticas , de escuchar e intervenir , de equivocarse y volver a intentar. Si eso falta ,entonces si estamos perdidos.
La gestión debe pasar del pesimismo , la angustia y la impotencia a
tomar las riendas, observar lo más objetivamente posible la realidad y trabajar siempre en equipo, para mejorar la escuela de manera responsable.
La escuela es una organización que aprende. Todos los integrantes del
equipo escolar trabajan mejor si la organización y la gestión es horizontal, democrática , amplia, participativa. Si se resignifica el error y se valora el esfuerzo.
¿Nos hemos preguntado cuántas veces nos muestran en nuestro lugar
de trabajo , preferentemente a principio de año, un ideario institucional del que no participamos pero que firmamos en conformidad como si lo hubiéramos hecho? Esto pasa muchísimo y pasa en escuelas que se autodefinen como participativas, abiertas y democráticas.
Pero ¿qué oculta esto en realidad? . Para quienes gestionan , muchas
veces es mejor y más fácil dar todo "servido", "digitado verticalmente", asegurándose así que probablemente las cosas saldrán tal y como se espera que pasen. Ahora bien , ¿ eso es lo que todos ,como equipo de trabajo dentro de la institución , desean y comparten ? De ninguna manera , solo satisface las propias necesidades e intereses del equipo directivo. Eso es lo contario a una "buena escuela". Una buena escuela aprende de lo que hace , también de lo que se equivoca, de los problemas que asume y en los que interviene sin taparlos o enmascararlos .
El trabajo en equipo es fundamental; fortalece los aportes individuales y
aporta al proyecto de mejora. Sus integrantes participan en todo el proceso de mejora.
Si se espera un cambio , el liderazgo compartido resulta central. Incluir y
sentirse incluido son claves para el éxito de la cohesión de equipo. Formar parte de un equipo , de "una escuela" nos obliga a poner todas nuestras capacidades personales y profesionales para integrarnos a él, estar abiertos a entregar y recibir propuestas, a indagar juntos, a buscar el camino más adecuado.
Bueno , eso es todo por el momento , algunas ideas que disparen otras y nos hagan pensar sobre qué escuela queremos.