Síntesis sobre el libro "Los profetas del odio y la yapa" Capítulo V - Autor: Arturo Martin Jauretche

En este capítulo el autor nos expone su disconformidad con la enseñanza del nivel superior.

En la reforma universitaria deja de lado a "los viejos maestros" para ingresar a los "Flor de Romero",
esta expresión nace del doctor José Luis Romero, interventor en la UBA y cumple la función de desviar
soluciones y críticas importadas.

Nuestras universidades están organizadas para capacitar los estratos medios de la sociedad pastoral,
está pensado para un país sin industria, sin producción diversificada "sobran los técnicos". La imagen del
país, sano y fuerte, que el periodismo siembra, pensado para un Argentina pequeña "granja-
abastecedoras", la que esta conlleva a los técnicos recibidos en nuestro país a migrar para venderse en
el mercado internacional, olvidándose que se graduaron gracias al esfuerzo y sacrificio de todo el país y
no es el producto exclusivo de su esfuerzo y de sus padres.

Es importante señalar que la reforma Universitaria, ha dado mejores resultados en el resto del
continente que en nuestro país, esto es porque acá se desconoció y se contradijo el hecho histórico que
le daba nacimiento.

La universidad estaba aislada, por eso en Córdoba fue anticatólica y anti-liberalista en Buenos Aires, esto
corresponde a cada característica del sector dominante. El fracaso de la reforma fue que no supo
integrar la universidad en el país. Los egresados de esa universidad han sido formados para su
aprovechamiento, han estado al margen de toda preocupación con el ámbito del pueblo y del país. "El
país necesita una universidad profundamente politizada (aproximación de la universidad al país), que los
estudiantes sean parte activa de la sociedad e incorporen la técnica universalista a la preocupación por
la necesidad de la comunidad, el afán de resolver que por consecuencia no sea la técnica el fin, sino el
medio para la realización nacional".

La inexperiencia de los jóvenes en la política sumado al poder de las ideas que les han inculcado hace
que rechacen los movimientos en masa y estos estudiantes estén a favor de la oligarquía y el
imperialismo que pretenden combatir.

El estudiante se liberará del Fubismo cuando empiece a sentirse hombre antes que estudiante, e hijo del
país y hermano de sus hermanos antes que miembro de un sector magistral, cuando empiece a pensar
como argentino que es estudiante y no como estudiante que además es argentino recién entonces
perderá esa desagradable actitud que lo caracteriza frente a los ojos de ese confuso híbrido que es el
Fubismo, nacido de su ubicación en la inteligencia, cuando la humildad se reintegra al país abandonando
sus supuestos "culturales".

La deformación de la reforma universitaria, del reformismo en Fubismo, generó dos trabas "maestro de
la juventud" y los "arieles".

Los primeros en lugar de incorporarse a las corrientes nacionales vino a construirse en parte del ala de la
intelligentzia "Inteligenza" (intelectualidad corrompida por el aparato de la colonización pedagógica,
trabaja para impedir la formación de una conciencia nacional) proveniente de la izquierda política de
importación.

El dirigente estudiantil percibió que su narcisismo de avenía mejor con los cuadros provenientes del
pasado, que con los surgidos de la transformación política del país. El secreto consistía en anunciar en lo
teórico el prestigio revolucionario, oponiéndose a las soluciones concretas científicas que iban dando
por medio de los movimientos de masas.

El arielismo es el instrumento escapista del compromiso nacional, utilizado por la izquierda de la

"intelligenza", no hace mucho tiempo. Es la continuación inevitable del Fubista, una vez que ha logrado
el título profesional. Ausente y despreciativo de la realidad, su actitud revolucionaria no admite cotejar
la imagen grosera y tosca del obrero que participaba en los movimientos populares con la del obrero
intelectual, consciente, limpio uniformado y con numerito que está en el presupuesto de su concepción
revolucionaria. Ese obrerito es la barbarie que corresponde a la imagen histórica que tiene del país y su
cuadro intelectual le proporciona la tarjeta de identificación "lumpen-proletariat".

Como dice Manzi, "ahora es doctor, pronto adquiere su departamento y el modesto consultorio. Accede
a la cátedra universitaria y muchas veces opta en razón de sus aptitudes técnicas, por la empresa con los
sueldos en dólares, o por los cargos de la burocracia, tiene un departamento en Mar del Plata y el
pequeño auto inicial es ahora uno de esos Coludos, todo para mantener su hosquedad frente a los
movimientos de masa como el peronismo, en común con el resto del estatus de la "intelligenza".

Este autor nos deja claro que los objetivos de la universidad son claros y que debemos hacer lo posible
para lograr que esta reforma siga mejorando la forma en que educa a la juventud para lograr egresados
que aporten al desarrollo del pueblo y el país, teniendo en cuenta las capacidades y vocación de los
estudiantes antes que al poder económico, para darle oportunidad a los jóvenes que no tienen loe
medios pero si las cualidades necesarias.