Вы находитесь на странице: 1из 108

Aprender a soñar.

Manual de Coaching para Adolescentes.

Marta Alba Pereda


A Tuca, con todo mi amor
Aprender a Soñar

ASIGNATURA

OPTATIVA
DE MODALIDAD
DE LIBRE CONFIGURACIÓN
TRONCAL
OBLIGATORIA
¡IMPRESCINDIBLE!
Objetivos de la asignatura

Al final de la lectura de este libro el lector estará capacitado para:


-saber quién es

-descubrir qué quiere

-saber qué le limita y cómo transformarlo

-utilizar toda la energía de la que dispone para lo que desea obtener

-aprender a manejar la otra mente (la Creativa) para que actúe a su favor

-establecer un plan concreto para conseguir algo específico y ¡conseguirlo!

Sistema de Evaluación

Mira a ver dónde llegas después de leer esto, mira a ver cómo te sientes, mira a ver a quién quieres transmitir lo
que has aprendido. Todo esto es tu evaluación.

Créditos

Todos, esta asignatura te proporciona todos los créditos que necesitas, no tendrás que cursar nunca más ninguna
asignatura que no desees.
ESTE LIBRO
NO ES
PARA PADRES
DE ADOLESCENTES

ES
PARA ELLOS,
LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA,
LOS… ¿TERRIBLES?
ADOLESCENTES

¡YA ERA HORA!


Limítate a desplegar tu propia personalidad, serena y transparente y luminosa. Cuando irradiamos lo
que somos, preguntándonos a cada instante si lo que hacemos es lo que deseamos hacer y haciéndolo
sólo cuando la respuesta es afirmativa, nuestra actitud rechaza automáticamente a quienes nada tienen
que aprender de lo que somos y atrae a quienes sí tienen algo que aprender, que son los mismos de
quienes nosotros a la vez aprendemos.

Atiende, es importante. Somos todos. Libres.

De hacer. Lo que. Nos. Place.”

(Richard Bach)
INDICE

Introducción 13

Los adolescentes son unos capullos ¡qué gran verdad! ¿Acaso toda mariposa no lo fue también? 19

1. LUNES ¿Quién Soy? Y ¿Por Qué Hago Lo Que Hago? 23


¿Quién soy? 24
¿Por qué hago lo que hago? 26
Ahora decide ¿quién quieres ser? 28
Guess who? Adivina quién ha dicho esto 35

2. MARTES. ¿Qué Quiero? 37


¿Qué buscamos? El éxito. Pero…¿eso qué es? 38
Y tú ¿ya has encontrado tu elemento? 41
¿Qué decides querer? 44

Siempre la misma historia 53

3. MIÉRCOLES. Pero…¿Qué Me Pasa? 57


¿Soy lo que siento? ¡No me fastidies hombre! 59
Ahora que nadie nos oye…hablemos de emociones 61
El miedo 62
La ira 59
La tristeza 70

Hoy te deseo 75

4. JUEVES. Obteniendo Energía 77


El perdón o ‘tomando responsabilidad’ 79
Los demás 82
¡Decídete de una vez! o ‘sobre la toma de decisiones’ 83
Enfócate o ‘el efecto lupa’ 87

Pájaros nacidos en jaula 93

5. VIERNES. Pero…¿Quién Te Crees Que Eres? 95


La autoconfianza, la base de todo lo demás 96
Ahora a soñar 98
Utiliza el cuerpo a tu favor 101

No permitas que otras personas tengan el poder de decidir por ti 105

6. SÁBADO ¿Me Podrías Recomendar Un Cole Para ‘La Otra Mente’? 107
La piedra Rosetta o ‘la clave de todo’ 108
Lacotorraquehayenmipuntocom 109
Vamos al cine todos los días 112

Are you happy 119

7. DOMINGO. Tengo Un Plan Para Ti 121

Epílogo 131

INTRODUCCIÓN

Hay muchos libros para coaching. Muchos. Hay también muchos libros para adolescentes, aunque más bien hay
libros SOBRE adolescentes. Y también hay una cantidad nada despreciable de libros acerca de cómo tratar (más bien
lidiar) con adolescentes.

Yo soy de esa generación que, de adolescentes, hicimos todas las cosas bien según nuestros padres, dimos todos
los pasos que se esperaba que diéramos: unos estudios, una carrera, una pareja, hijos, trabajo, casa…hasta que un día
una crisis nos hizo buscar el sentido de todo, preguntarnos si éramos los verdaderos autores de todos nuestro actos.
Conozco a muchos, todos los de la generación del babyboom que, una vez que tuvieron lo que se suponía una vida con
éxito, se vieron en la necesidad de responder a esas grandes preguntas: ¿quién soy? ¿para qué estoy aquí? ¿qué sentido
tiene mi vida? ¿qué es lo realmente importante? ¿a qué me hubiera gustado dedicar mi vida? ¿a qué quiero dedicarla a
partir de ahora?

Llevo 20 años buscando respuestas. Este libro contiene, de una forma muy resumida, el modo, las técnicas, que
me llevaron hasta ellas. Y llevo 20 años también dedicando mi jornada laboral a jóvenes y adolescentes. Por eso sé que
es el libro que me hubiera gustado tener de adolescente. Si hubiera caído en mis manos mi vida hubiera sido otra,
diferente, quiero pensar que mejor, definitivamente más plena. Aunque la plenitud de la vida que he llevado se deriva de
esta búsqueda, la búsqueda de sentido (no hace falta estar, como Viktor Frankl, en un campo de concentración para
sentir esta necesidad y hacerse esta pregunta).

Muchas respuestas llegaron de la mano del coaching. Ahora las ofrezco aquí para ti, en ese momento tan crucial
de vuestra vida. No es un libro para padres ni para profesores. No es para que os entiendan. Es para vosotros y
vosotras.

Es para deciros:

‘tranquilos, todo lo que os pasa es normal,

lo anormal sería que no os pasara nada’

Este es un libro sobre coaching, que es como decir que es un libro para ayudarte a alcanzar tus sueños y entender
todo lo que te está impidiendo alcanzarlos. Pero sobre todo es un libro sobre todos los problemas e interrogantes que
todo adolescente afronta en esa época de su vida. Si no lo hace, más tarde o más temprano aflorarán y tendrá que
trabajarlos. O tal vez enfermará.

Desde estas páginas se derrama una mirada dulce y amable sobre ese grupo de seres humanos con tan mala fama
por tener la edad que tienen: la edad de oro de la energía de un ser humano.

Los adolescentes, los grandes ignorados (en el mejor de los casos) y los grandes incomprendidos (en la mayoría
de ellos).

Desde luego, mi inspiración viene de mi experiencia como profesora, de mi trato y mi conexión con ellos. Pero
también he de decir que algo que me mueve son mis hijos, de 8 y 10 años. Los miro y me pregunto cómo podría
ayudarles en su propia adolescencia. ¿Cuál podría ser mi legado?

Por otro lado, la adolescencia fue la peor época de mi vida, desde entonces he atravesado algunos momentos
muy duros, pero siempre, siempre, todo, absolutamente todo ha ido a mejor. He ido aprendiendo a quererme un poco
más cada día, a encontrar un sentido, a entenderme, a sentir que había un lugar en el mundo para mí, en suma.

Y, cuando hace apenas unos años, el cambio definitivo me llegó de la mano del coaching, recuerdo que aún decía
cosas como ‘yo lo que quiero es ser como los demás, quiero que no me queme respirar’. Ahora adoro respirar. Pero me
hubiera gustado haberlo aprendido antes, mucho antes. Por todo esto…este libro. En él encontraréis siete capítulos, uno
por cada día de la semana, como si fuera un curso de esa duración. Cada día se aprende una lección. Siete días para
aprender a vivir. Ojalá te ayude, ojalá te sirva.

Aunque enseguida verás que es muy sencillo de leer y que es muy breve, te recomendaría que no te lo leyeras en
una sola ‘sentada’. Mejor, un capítulo al día. O incluso un capítulo cada semana. Tómate un tiempo para asimilar lo que
lees, para incorporarlo a ti, para integrarlo. Si te quedas muy enganchado con un capítulo, permanece en él, busca otras
lecturas que te permitan deshacer el nudo. O, simplemente, hazte las pregunta adecuadas y deja que te lleguen las
respuestas.

El punto de partida es el autodescubrimiento, comprender quién eres y por qué te ves a ti mismo del modo en
que lo haces. Reflexionarás sobre cómo te has formado la imagen que tienes de ti mismo y aprenderás cómo puedes
modificarla, descubrirás que no se trata de un patrón rígido, sino absolutamente moldeable.

En el capítulo siguiente ahondarás en lo que de verdad esperas de la vida. Esto es muy relevante pues la vida te
dará exactamente aquello que le pidas, ni un ápice más. Si aún no le has pedido nada ¡es hora de que empieces!
Descubre tu sueño.

Pero claro, te darás cuenta de que, aunque puedas saber lo que quieres, es difícil dar los pasos adecuados. Es
como si estuvieras en el agua, manteniéndote a flote con dificultad y encima alguien viene por debajo y te tira de los
pies hacia el fondo tratando de hundirte. Eso que intenta hundirte, que te lastra, son tus propias emociones y creencias.
A menudo tú mismo te limitas. Pero aprenderás no sólo a mirar a esas emociones a la cara, sino a mirar mucho más allá
de ellas.

Los dos capítulos siguientes se centran en reunir toda la fuerza necesaria para lograr lo que pretendes. Es como
si estuvieras planeando un viaje. Ya has decidido dónde deseas viajar, qué país quieres conocer, y ahora te dispones a
ponerte en forma, eliminando todo aquello que te quita energía y aprovisionándote de todo lo que necesitas para el
viaje. Y de aquello que necesitas más reservas en tu mochila: autoconfianza.

Casi al final del libro se explica cómo funciona esa mente que parece que está al margen de nosotros, la mente
subconsciente, que nos dirige y nos lidera sin remedio, por mucho que nos empeñemos en dominarla. Seamos
inteligentes, si no la podemos vencer, convirtámosla en aliada. En realidad, gracias a ella te ha sido posible llegar tan
lejos en este libro, y es de su mano como has ido trabajando en los capítulos anteriores.

El último capítulo es el colofón para que, si aún no te has decidido a dar el primer paso, lo hagas sin más
demora. Ya lo tienes todo. No vas a quedarte en tierra después de tanta preparación. Sería como preparar la tierra,
orearla, abonarla, diseñar el jardín que deseas, comprar las semillas…y luego no plantarlas. Así que es una forma de
decirte, muy bien, chaval, es hora, ponte en marcha.

Cada capítulo tiene su razón de ser y cada paso es importante. No obstante, nadie te obliga a empezar por el
principio. La verdad es que no existe tal principio. Puedes pasearte por el índice o por las páginas del libro y detenerte
en aquello que te llama la atención y dedicarte a ello. O incluso puedes abrir el libro por una página al azar, quizá halles
de ese modo la respuesta que buscas. No hay normas. Usa tu intuición. Si piensas que tú no tienes de eso, que se
olvidaron de incluir ese extra cuando te fabricaron, estás completamente equivocado. Eres más sabio de lo que
imaginas. ¿Que no? ¡¡¡Pero si eres el colofón de la evolución de las especies!!! Ya lo verás.
La chispa definitiva, la necesaria, la imprescindible:

LOS ADOLESCENTES SON UNOS CAPULLOS…


¡QUÉ GRAN VERDAD!
¿acaso toda mariposa no lo fue también?
El otro día me pasó algo que ya me había pasado muchas otras veces. Es curioso cómo hace falta la repetición
para hacernos caer, o levantarnos, o despertar. No recuerdo la primera vez que alguien habló mal (fatal, en realidad) de
los adolescentes. Pero esta última vez, en cambio, no se me va a olvidar en la vida. Porque esta ha sido La Vez. La que
me ha hecho decir ‘nunca más’. Acudía a una cita médica con una doctora a la que nunca había visto anteriormente y le
contaba que, por mi trabajo, paso muchas horas a la intemperie, paso frío en el patio.

-Ah ¿das clase a niños?- me preguntó con voz cantarina.

-No, a adolescentes, doy clase en instituto- contesté, y su cara se transfiguró al momento. Soltó un uf o un arg o un pfff o
quéseyo y me miró compadecida.

-A mí me gusta- espeté, tajante, al tiempo que me subía un calor desde el cuerpo hasta la cara y me empezaron a arder
las mejillas.

-Estoy harta-dije sin poder contenerme. La doctora me miró, sorprendida- harta de que todo el mundo hablé mal de
ellos, los adolescentes, ellos, mis alumnos, ellos, nuestro futuro.

-O sea… que a ti te gusta- me preguntó con voz mucho menos decidida que cuando había abierto la boca por primera
vez.

-Pues sí.

Fin de la conversación. Ya está bien. Esta misma conversación se me ha dado con vecinos, amigos, familiares, dentista,
cajera del Carrefour, peluquera…etc., etc., siempre igual. Esta sociedad nuestra desacredita a sus profesores, pero los
que impartimos clase en secundaria parece que merecemos, al menos, una mirada compasiva, pues sufrimos los embates
de esos monstruos llamados adolescentes.

Ya

está

bien

Digo yo, vamos…

Porque no son monstruos.

Porque no son el enemigo.

Porque no son idiotas.

Porque no son inconscientes.

Alguno tendrá algo de monstruo…como algún adulto que conozco; alguno se dedica a atacar todo el rato, se comporta
como el enemigo…como algún adulto que conozco; alguno es idiota (sí, ¿por qué no?)…como más de un adulto que
conozco; alguno es inconsciente (y mucho)…como muchos de los adultos que conozco.
No hay ninguna necesidad de meterlos a todos en el mismo saco, ni tenemos ningún derecho tampoco.’Los
adolescentes’ no son una especie con un genoma aparte, son seres humanos en fase de crisálida. Crisálida significa
capullo, por si alguno no sabe lo que es; pero no es un insulto, es lo que le pasa a la mariposa antes de llegar a serlo y
una vez que ha finalizado su fase de gusano. Deberíamos esperar, expectantes, y proteger todo lo que les rodea, para que
de su interior broten las más hermosas mariposas.

Y dicho todo esto en defensa de ti y de ti y de ti también, aunque últimamente estés haciéndome imposible que dé
clase a tus compañeros… declaro mi intención de defenderos, o de hablaros, o de decir lo que pienso del mundo y de
vosotros, mis queridos adolescentes.

Y así fue como empecé a escribir sobre vosotros.


Capítulo 1
LUNES

¿Quién Soy?
Y
¿Por Qué Hago Las Cosas?

¿Quién Soy?

Qué pregunta más tonta ¿verdad? Ya veremos.

Está claro que si te pregunto quién eres me vas a contestar tu nombre. Pero dime, más allá de tu nombre ¿sabrías
decirme quién eres?

Seguro que me contestarías con atributos, cómo eres, qué haces, a qué te dedicas, qué estudias. Pero eso
tampoco responde a la pregunta porque dime, si dejaras de hacer lo que estás haciendo, si ya no estudiaras lo que
estudias o no jugaras en ese equipo ¿Seguirías siendo tú? Evidentemente sí.

Puede que te definas en función de otros, soy el hijo de…, o el amigo de…De nuevo, te diré quién no eres. No
eres un hijo, ni un hermano, ni un amigo.

Esto va a resultar más complejo de lo que parecía en un principio ¿verdad?.

Vamos a probar una cosa, le hago esta pregunta a mi hijo:

¿Quién eres?

Soy Guille

Eso es tu nombre, no es quien eres

Soy… ¿tu hijo?

Y ¿ya está?

¿y el de papá?

¿y ya?

Soy el hermano de Nacho

Ya, claro

Y el amigo de Aitor

Soy un niño de 4º

Eso es lo que estudias

Soy futbolista

Eso es lo que te gusta hacer

Soy corredor

Igual, lo que te gusta hacer

Soy un niño, sin más

Y cuando crezcas, ¿ya no serás tú? ¿o seguirás siendo tú?

Seguiré siendo yo

Entonces ¿qué es eso de ti que crece contigo?

……………………………………………………………………………………………

Podríamos estar así horas porque los dos somos cabezotas y nos gustan las guerras dialécticas.

Pero ¿y tú? ¿Has sido capaz de responder a esta pregunta?


¿Quién eres tú si quitamos todos los adornos? Los hobbies, los títulos, los idiomas que hablas, los instrumentos que
tocas, los deportes que practicas. Lo que queda…eso eres tú; esa parte indestructible. Si dejaras de correr o de jugar al
futbol seguirías siendo tú. Si dejaras de estudiar seguirías siendo tú. Si te dejaran todos tus amigos o tú los dejaras a
ellos, seguirías siendo tú.

Tú eres lo que permanece si te quitan todo eso.

¿Lo pillas?

Marea un poco ya lo sé.

Descubre quien eres. Tómate tu tiempo. Merece la pena.

¿Por Qué Hago Lo Que Hago?

Hay una pregunta también crucial que te da pistas acerca de quién eres: cuando haces lo que haces ¿por qué lo
haces?

Cuando fumas ¿por qué lo haces?

Cuando estudias ¿por qué lo haces?

Cuando dices ‘sí, mamá, ya voy’ ¿por qué lo haces?

Cuando te vistes así ¿por qué lo haces?

Imagino tu respuesta inmediata, decidida. Porque me da la gana a mí. Escucha. No hay nadie mirando. Puedes
ser sincera o sincero por completo. Si a nadie le importaran tus notas ¿seguirías estudiando? Si nadie te fuera a admirar
¿te vestirías así? etc., etc., etc.

Tal vez a ti, por primera vez en la historia del ser humano, no te pase esto pero la mayoría de nosotros hacemos
las cosas (o dejamos de hacerlas) para obtener algo a cambio. Puede ser cariño, aprobación, para que nos dejen
pertenecer a un grupo, o para demostrar algo, para demostrarnos algo a nosotros mismos o a los demás (mira qué
fuerte/valiente/listo soy), es decir, para hacernos valer.

Atento: lo que de verdad eres es lo que eres o haces o lo que harías o serías si no tuvieras que demostrar nada a
nadie.

No podemos vivir sin los demás, es cierto, pero imagina por un momento que todo lo que haces lo haces por ti,
que no tienes que demostrar nada a nadie:

¿Cómo serías?

¿Qué harías en el minuto próximo?

¿Qué no te molestarías nunca más en hacer?

Sí, busca por casa un cuaderno que no uses. Lo vas a necesitar.

Truco: no elijas un cuaderno muy bonito ni especial porque no te atreverás a escribir nada en él a no ser que
pienses que eres realmente bueno. Todo lo que escribes, absolutamente todo, es bueno, que lo sepas. Aunque a ti te
parezca una chorrada. Pero utiliza un cuaderno tan cutre que no te importe garabatear, llevar contigo, esconder en
cualquier sitio (todo esto es privado y secreto secretísimo), rasgar o lanzar.

Y Ahora Decide ¿Quién Quieres Ser?

Si pudieras imaginarte sin ninguna presión, siendo sólo tú y nada más que tú, estarías acercándote a tu esencia.

Si lo estás imaginando vamos por buen camino. Si te cuesta, si no puedes, yo voy a ayudarte.

Para ello voy a proponerte que hagas una cosa: cierra los ojos e imagina tu mochila del colegio, su forma, su
tamaño, sus colores… ¿Ya? Ahora imagina que la estás preparando antes de salir de casa, la cierras y la levantas del
suelo. Pesa ¿verdad? Te la pones y sales de casa

Si has conseguido imaginar esa secuencia (y yo estoy convencida de que ha sido así) es que eres capaz de hacer
una cosa que se llama visualizar. En realidad todos visualizamos constantemente. Si estás en clase de matemáticas, por
ejemplo, y tienes hambre y te mueres por ir a la cafetería a por un bocata, en tu mente ya está ese bocata. Primero
visualizamos algo, luego vamos a por ello. Las visualizaciones son las pelis que tienes en la cabeza. Esas pelis mandan
muchas veces en nosotros. A veces las elegimos y a veces nos las han metido en la cabeza de muy pequeños y pensamos
que somos así (tímidos, insociables, inseguros, indecisos, despistados, creativos…) y que no podemos cambiar. Cuando
esa peli te ayuda a sentirte mejor es genial. Pero cuando te arrastra al fondo del océano…eso ya no mola tanto.

La buena noticia es que las pelis se pueden cambiar. Es como ir a un multicine, si no te gusta lo que estás viendo
te sales y te metes en otra sala.

Vamos a probar. Para ello es mejor que estés a solas, sentado con la espalda recta, pero si te apetece estar
tumbado no hay problema, y si te duermes tampoco hay problema, es más, tu sueño trabajará para ti y, al despertar
siempre puedes continuar.

Truco: como hacer estas pelis es gratis no escatimes en efectos especiales, color, brillo, sonido digital, etc.

Cuando acabas el ejercicio es normal una sensación de ‘eh, guay, pero yo esto ni de broma’. Ya veremos más
adelante cómo frenar ese tipo de parloteo. Tú de momento dedícate a repetir esto. Es como todo, cuanto más practiques,
obtendrás mejores resultados y más rápidamente.

Y no dudes ni por un solo momento de que vas a conseguirlo. Si te lo has imaginado es que puedes conseguirlo.
Querido Guillermo,

Yo he procurado ser quien quería ser, he ido dando pasitos diminutos casi toda mi vida, y últimamente
algunos de gigante. Todos esos pasos me han ido conduciendo a quien soy yo ahora, a lo que he querido ser. Tomé
mis decisiones. Ahora toma tú las tuyas. Esa es tu gran responsabilidad. Decidir quién quieres ser y decidir serlo. Sé
que habrá momentos en que te ayudará lo que te hemos transmitidos tus padres, pero también sé que habrá otros en
que te pese. Las limitaciones que te hemos transmitido (sin querer hacerlo, lógicamente) también tienen un sentido.
El propósito de que estén ahí es que las venzas, que te superes. Decide quién quieres ser, el hombre en quien quieres
convertirte, hazte una imagen clara de ello, y llévala en tu mente allá donde vayas. Cuando dudes, no dejes espacio
al pensamiento, a las palabras. Ponte de nuevo tu película, Guillermo versión 3.0 y siéntete ese personaje que será
de ficción temporalmente y que acabarás siendo tú mismo, un buen día.

Te quiero

mamá
Guess who…?
Adivina quién ha dicho esto

“Nuestros jóvenes de hoy en día aman el lujo, tienen pésimos modales y desdeñan la autoridad, muestran muy poco
respeto por sus superiores y pierden el tiempo yendo de un lado para otro, y están siempre dispuestos a contradecir a
sus padres y tiranizar a sus maestros“

Os reto a que adivinéis quién ha dicho esto. Claro, no tiene mucho sentido puesto que con lo fácil que está el
acceso a la información lo único que tenéis que hacer es teclear en buscador y voilà, ya está. Pero si conseguís resistir
la tentación un par de minutos y cavilar un poco, seguro que se os vienen algunos personajes a la cabeza, profesores, o
padres o madres, adultos de esta época nuestra, tan tecnológica y tan falta de valores (esta frase os suena ¿verdad?).
Capítulo 2

MARTES

¿Qué Quiero?
¿Qué Buscamos? El Éxito
Pero…¿Eso Qué Es?

Una vez que me voy convirtiendo en quien quiero ser, es decir, que voy encarnando aquellas características que
quiero conseguir, más decidido, más seguro, más lo que sea…¿qué es lo que se supone que debo hacer?

¿Cuál es el siguiente paso?

Pues el siguiente paso es saber hacia dónde quiero dar el siguiente paso.

Qué lío ¿no?

Pues no.

Se trata de saber qué buscas.

Desde luego todos buscamos el éxito. Esto significa que todos queremos conseguir aquello que nos proponemos.
Pero vamos a ver qué es esto de tener éxito.

Déjame decirte una cosa, en realidad da igual quién seas, cuáles sean tus logros, qué es en lo que te hayas
convertido. Lo que de verdad importa es cómo te sientas en relación con esos logros, es decir, tus emociones. Puedes
ser aparentemente exitoso pero sentirte fatal, vacío, eso no es el éxito. Conozco personas que viajan de logro en logro,
de meta en meta, en un interminable ‘más difícil todavía’. Pero nunca tienen suficiente. Se saltaron el primer paso, no
saben quiénes son y pretenden ser exitosos sin saberlo. Tal vez crean que el éxito les permitirá conocerse y sosegarse.
Pero las cosas suceden al contrario: primero te conoces y te sosiegas, el éxito es la consecuencia de avanzar siempre
desde ese estado.

La palabra éxito puede ser mal entendida, pues a menudo se asocia este término con el hecho de ser muy
conocido o salir por la tele o cosas así. Puede ser…si ese es tu ideal de vida. Pero en realidad el éxito no es un
concepto fijo, invariable, es algo que tiene tantas acepciones como seres humanos hay sobre la Tierra.

El éxito es la idea que tú tengas de éxito.


Lo que la palabra éxito signifique para ti, eso es el éxito ¡ni más ni menos! Es aquello que te hace sentir bien,
pleno, feliz. El éxito es un estado.

Y hay distintos, digamos, niveles. Por una parte está lo que consideramos éxito en un momento determinado,
puedes hacer una fiesta que sea un éxito, jugar un partido que sea un éxito, quedar con una chica (o un chico) y que sea
un éxito. Que te vayan bien las cosas, vamos, que te hayan salido como en la mejor de tus expectativas. Y que eso te
haga sentir bien.

Y luego está el éxito, mejor dicho el Éxito, con mayúsculas. Tener Éxito sería poder estar haciendo en cada
momento del día, cada día de la semana, cada semana del año, lo que tú hayas decidido hacer, lo que te gustaría hacer y,
además, poder compartirlo con quien tú quisieras. Aquí es importante explicar algo: a veces uno decide hacer algo que
no es lo que más le gustaría hacer, pero lo hace porque tiene un objetivo por encima que lo guía. En ese caso puedes no
estar haciendo lo que más te gustaría hacer pero sí lo que has decidido hacer para llegar a lo que tú consideras éxito.

Ejemplo: lo que más me gusta en el mundo es escribir. Pero lo que a mí me gusta es escribir a mano, en mi
cuaderno, con pluma. Lo del ordenador es una tortura. No obstante decido escribir a ordenador porque quiero hacerte
llegar esto. Por tanto decido hacer algo que no es lo que más me gusta pero que me acerca a lo que yo deseo hacer, y eso
es un éxito.
No obstante hay algo que es crucial que reside en el hecho de que puedas descubrir aquello que más te gusta
hacer. Ha llegado el momento de hablar de El Elemento.

Y Tú ¿Ya Has Encontrado Tu Elemento?

¿Qué es esto del elemento? ‘El elemento’ es un libro que escribió Sir Ken Robinson y es sencillamente
maravilloso, revelador y motivador.

En él hace una crítica de los sistemas educativos actuales como desconectados de la realidad social y
profesional y responsables de la atrofia de la creatividad en los individuos. Los acusa, además, de estar excesivamente
enfocados a la superación de pruebas estandarizadas y, por cierto, yo doy fé de este hecho, pues trabajo en un centro
educativo y a veces parece que estemos más preocupados de que los alumnos aprueben ciertos exámenes (para que los
papás estén contentos y la posición del centro en los ránkings sea buena) que de todo lo que supone una educación
integral.

Por último, denuncia la compartimentación del conocimiento, lo que llamamos asignaturas, y la jerarquización
de las mismas. Es decir, que las matemáticas son más importantes que la música, el inglés que la Educación Plástica y
todo eso. Como si se pudieran separar la física de la imaginación, la música de las matemáticas, el lenguaje de la
historia.

Después de esta reprimenda a la escuela (actividad en la que más tiempo se emplean nuestros adolescentes,
aparte de dormir, claro está, y el whatsapp que no cuenta porque lo hacen constantemente, hasta cuando están en clase, y
no sé si cuando duermen…), el libro se centra en la búsqueda de ‘el elemento’.

El elemento es único en cada individuo, es exclusivo de cada uno. Tu elemento sería el punto en que confluye
aquello que te gusta hacer y aquello que se te da genial hacer. Normalmente hay mucha gente cuyo elemento no tiene
nada que ver con las actividades que hace en la escuela y, por tanto, no sabe cómo desarrollarlas. Es importante que te
preguntes cuál es tu elemento. No digo que dejes de estudiar y sacar buenas notas (si es que ese es tu caso). Pero sí que
te preguntes por aquello que te encanta hacer y lo desarrolles aunque sea algo que no tenga cabida en la estructura de la
educación escolar que estás recibiendo.

Una vez hayas contestado a estas preguntas revisa las respuestas que diste a las preguntas relacionadas con el
éxito y dime si las modificarías o seguirían siendo las mismas.

Tal vez se te presente aquí una dificultad para saber tu elemento, tal vez ya no te acuerdes o alguien te haya
ridiculizado alguna vez haciendo lo que más te gustaba (a mi me cargaron en literatura y ahora escribo poemas que no
dejo leer a nadie, pero sé que ese mi elemento, aunque es un secreto).
Te daré un consejo, ten paciencia, date tiempo, si no sabes cuál es tu elemento pero realmente quieres
descubrirlo, pregúntate ¿qué es lo que de verdad he venido yo a hacer aquí? Hazte esa pregunta antes de dormirte y deja
que tu coco trabaje para ti. También puedes hacer caso a Kafka:

Y es que puede ser que necesites hacer el silencio, permitir que la respuesta brote. Te aseguro que está ahí,
hablándote, permanece quieto y la oirás.

Y si sigue sin venirte nada, lee esto y, sencillamente, sigue adelante, ya aflorará, eso seguro:
¿Qué Decides Querer?

Hay dos tareas que son preciosas para descubrir tu elemento si es que a estas alturas aún no sabes cuál es. Si lo
sabes, razón de más para hacerlas porque te marcarán la dirección en la que te quieres mover.

La primera es escribir cómo sería un día de tu vida dentro de 20 años. Ya sé que es mucho tiempo. Pero haz el
esfuerzo. También es importante que lo escribas. La escritura tiene mucha fuerza. Hace 5 años yo describí por escrito la
casa en la que vivo ahora mismo, es igualita, y preciosa por cierto. Cuantos más detalles ofrezcas acerca de cómo
deseas que sea tu vida, mucho mejor. Describe qué haces, dónde vives, con quién te relacionas, cómo fueron tus últimas
vacaciones, qué vas a hacer en el fin de semana que se avecina, qué dicen los demás de ti, cómo te hablan, qué ropa
llevas, cómo es tu salud…todo, TODO.

Consejo: échale tiempo, imaginación y folios.

Consejo (otro): cuando acabes haz un dibujo. Cuélgalo en tu habitación, en lugar que veas todos los días.

Voy a hacer aquí un inciso porque en lo que llevo escrito ya me ha leído más de un adulto y está aplicándolo en
su vida. Advertencia: si eres un adulto tal vez no sea muy buena idea proyectarse a 20 años, mejor a 10 ó a 5 ¿no crees?
Al menos yo lo preferiría.

La segunda tarea tal vez te parezca un poco tétrica. Verás, se trata de imaginar que estás en un funeral. Ves a la
gente llorar, el ataúd y todo eso. Y entonces te das cuenta de que el que está dentro no es otro más que tu mismo. Que
mal rollo, ya lo sé. Pero es sólo un ratito. Lo que quiero que hagas es que imagines lo que estaría diciendo la gente
sobre ti. ¿Están tristes porque te has muerto o están dando saltos de alegría o indiferentes? ¿Qué te gustaría? ¿Qué dirían
sobre ti si hubieras llevado la vida plena que deseas, qué te gustaría que dijeran sobre ti, cómo te gustarían que te
estuvieran elogiando y por qué motivos?

Al igual que en el caso anterior, hazlo por escrito. Y cuando acabes sal a celebrar que estás vivo y que tienes
toda la vida por delante.

¿Qué para qué sirve esto? Pues mira, muy sencillo, para descubrir aquello que de verdad te importa en la vida,
lo que representan tus valores. Y esto es crucial porque si en la tarea anterior por escribiste, por ejemplo, que tu día
ideal es estar en la playa jugando al volley y bebiendo refrescos, mientras tu chico te da bronceador y quieres estar así
toda la vida, pero luego en tu funeral te gustaría que la gente te recordara por las películas tan buenas que has dirigido…
entonces te tienes que replantear lo que quieres hacer con tu vida, y ver cómo lo compaginas todo.

La segunda tarea es el’ mapa del tesoro’, la primera es un ‘manual de instrucciones’. Tienen que estar
relacionados. Si no concuerda, tienes que hacer algo para que lo hagan, si no, tu vida no será plena.
Imagino tus quejas. Lo he intentado pero nada, no se me
ocurre nada. Te voy a decir algo: en mis clases la palabra intentar está prohibida. Como lo oyes. ’No me digas que vas a
intentar ser puntual; sé puntual’. Intentar hacer algo es postergarlo eternamente.

Y si aún no te has convencido de que estás completamente capacitado para hacerlo aquí te dejo dos ejemplos
buenísimos de unos alumnos de una de mis clases:

I
Me despierto en mi apartamento y oigo ladridos. Max debe de estar corriendo por casa. Apago el despertador y
oigo que hay un mensaje en mi iPhone 20. Son mis amigos, que me dicen que si puedo quedar mañana sábado. Por
supuesto, digo que sí. Tras el tradicional desayuno de Colacao con galletas María (20 años y siguen genial), me visto y
me bajo al colegio “Nuevos Ministerios”, a 5 minutos de mi casa, para dar mis clases de inglés. Mientras camino por
las calles de Madrid, pienso en lo tedioso que puede ser tener que enseñar el Present Simple por enésima vez, pero que
aun así me gusta. Pienso también en mis hijos Nico y Blanca a los que __________(*) ya ha llevado al cole. Y me
acuerdo de aquel 10 de abril de 2013, en el que nuestra tutora Marta nos mandó hacer una redacción de nuestra vida 20
años después de esa fecha. Y, con esos recuerdos en mente, sonrío. ¿Por qué? Porque ¡me encanta mi vida!

*se supone que es mi novia (o mujer), aunque no sé si algún día tendré


(Andrés Rodríguez)

II
Yo vivo en una casa de árbol porque de pequeño la quería, y en mi trabajo (que soy un cantante profesional) me
dieron una mansión, pero con el dinero que tenía (que eran 10 millones) me hice una casa de árbol enorme, con
calefacción y en verano se estaba genial porque daba el fresco, con un tobogán que lleva directamente a mi piscina.

En verano pues hago lo de siempre: ir haciendo discos pero también me voy a la playa que esta cerca de la casa
del árbol.

Mi familia es genial, nos lo pasamos muy bien jugando al bingo en las navidades.

Tengo un mono que es muy mono y se llama monkey: me lo llevo a todas partes conmigo y siempre se comporta
bien con la familia, les da hasta besitos en la mejilla a mis hermanos. Para mi es el mejor amigo del hombre porque
hace de todo y cuando me aburro pues se me abraza a la cintura y parece un cinturón y me hace reír. En mi tiempo libre
(que no tengo mucho) veo la tele y estoy con el móvil (bueno con el móvil estoy en todas partes pero…) y también me
voy a la playa a bañarme con Monkey (mi mono).

Y esta es toda mi vida.

(Luis Mora)

No puedo acabar este capítulo sin añadir algo muy breve pero imprescindible. Siempre, siempre, siempre que te
preguntes qué quieres y te contestes añade esta otra pregunta: ¿para qué lo quiero?
Querido Guillermo,

Nunca me ha gustado la pregunta típica que se le hace a los niños: ‘y tú ¿qué quieres ser de mayor?’ porque
es como decir que no eres nada ahora mismo, que necesitas ser mayor para SER algo. Tú ya eres todo. ¿Cómo podría
hacer que entendieras esto? En tu interior ya están todas las respuestas. Tú ya sabes lo que te apasiona. Hemos visto
juntos la película de la leyenda de Bagger Vance, sólo quería mostrarte que existía y que algunas cosas quedaran
flotando en tu mente. La más importante de todas ellas es esta: ‘dentro de todos y cada uno de nosotros hay un
swing, algo con lo que nacemos, algo que es nuestro y solo nuestro, algo que no se puede enseñar ni aprender,
debemos mantenerlo vivo. Con el paso del tiempo el mundo puede robarnos ese swing y queda enterrado en nuestro
interior bajo todos nuestros habría, podría, debería… Hay quien llega a olvidar cuál era su swing.’

No sé si recuerdas tu swing, tu elemento, tu pasión, como quieras llamarlo. Pero puedes estar seguro de que
está ahí dentro de ti, espera en silencio si aún no tienes tu respuesta, está llamando, sólo haz el silencio que permita
ser oído.

Y, como siempre, me pregunto si yo no habré entorpecido tu visión con la educación que te he procurado, que
es fruto de la mía. Espero que, aunque así haya sido, tú sepas perdonarme. Y, en cualquier caso, te creo capaz de
vivir una vida apasionada, que es la única vida que merece ser llamada así.

Te quiero

mamá
Siempre la misma historia…

¿Ya habéis descubierto quién dijo lo que escribí más arriba? Lo de “Nuestros jóvenes de hoy en día aman el
lujo, tienen pésimos modales y desdeñan la autoridad, muestran muy poco respeto por sus superiores y pierden el
tiempo yendo de un lado para otro, y están siempre dispuestos a contradecir a sus padres y tiranizar a sus maestros“

Parece muy actual ¿verdad? Podría ser cualquier político de cualquier país, cualquier padre, cualquier madre o
abuelo o abuela.

Pues bien esto (según sus discípulos) lo dijo…Sócrates


Y ¿sabéis cuándo? Pues en el ¡SIGLO IV! (y encima antes de Cristo).

Teniendo en cuenta que entre esos jóvenes a los que se refería se encontraba nada menos que Platón, no podemos
al menos sorprendernos un poquito.
Situaciones nuevas, nuevas generaciones…problemas antiguos, es la misma historia que se repite una y otra y
otra vez. ¿Podríamos detener esto? ¿Se puede cambiar? Parece tan imposible e inalcanzable como que se resuelva el
conflicto palestino-israelí ¿a que si?

¿Pero sabéis qué? Antes de que el primer hombre alcanzara la cima del Everest… ¡¡¡llegar a la cima del Everest
era imposible!!!
Capítulo 3
MIÉRCOLES

Pero ¿Qué Me Pasa?

En el capítulo anterior hemos hablado de lo que es el éxito, de lograr lo que tú quieres vivir, aquello que deseas,
quieres, anhelas, de tu felicidad, en suma. Pero hay veces que consigues lo que quieres y eso no te hace sentir mejor. A
mí me ha pasado y a muchas personas que conozco también. Quieres algo y lo persigues y al final lo consigues. Pero ¿y
si te sientes vacío? Si, por ejemplo, es un jersey, pues el esfuerzo para conseguirlo no es demasiado grande. Pero
imagina si lo que te propones es tener un doctorado. Y luego te das cuenta de que tampoco eso te hace feliz. Años y años
tirados por la ventana. Mucho esfuerzo, horas sin dormir. Escucha, al final de este libro descubrirás que sea lo que sea
lo que te propones conseguir, sea cual sea tu sueño, está en tu mano conseguirlo, puedes conseguirlo, es más, es
inevitable que lo consigas. Por eso es tan importante elegir tus sueños, porque se convertirán en realidad.

Consejo: ten cuidado con lo que sueñas, inevitablemente se convertirá en realidad.

Soy ¿Lo Que Siento?


¡No Me Fastidies Hombre!

Toda la parrafada anterior es para que veas lo importante que es cómo te sientes. Y que en realidad es lo único
que importa. Cómo te sientes con lo que tienes, lo que eres, con tu situación actual, con tus amigos, en tu casa, en el
instituto. Sé que te resulta embarazoso hablar de emociones, lo cierto es que no nos han enseñado a expresarlas.
Tenemos que guardar las formas, mantener el tipo, y si eres un chico esto se agrava enormemente.

Pero escúchame bien, da igual cuáles sean tus logros, puedes sentirte muy pequeño, insignificante, aunque seas
inmensamente rico o aunque seas el primero de tu promoción. Lo importante es cómo te hace sentir eso que alcanzas. Y
si eso que sientes se reduce únicamente al momento en que lo consigues y luego pierde fuerza y necesitas enseguida
otro logro más y otro más, en una espiral sin final; o si es algo que realmente te llena y te colma y de lo que lo que has
disfrutado incluso en el camino para lograrlo. ¿Cómo te sientes? Sólo tú tienes las respuestas. Y es importante que te
contestes con sinceridad. Ya sé que me estoy repitiendo. Pero es que sé, por experiencia, que a veces necesitamos que
nos digan algo muchas veces para terminar de creérnoslo o para asimilarlo o, simplemente, para que no nos pase
desapercibido.

Si ya has reflexionado sobre la cuestión anterior, prepárate para leer lo siguiente. NO eres lo que sientes.
Necesitas entender esto. Ya sé que parece contradecir el párrafo anterior pero no es así. Lo importante es cómo te
sientes pero no eres eso que sientes. Recuerda el capítulo 1 cuando te decía que no eres lo que haces ni lo que tienes.
Pues bien, tampoco eres lo que sientes. No eres tu tristeza ni tu ira ni tu miedo. Porque, cuando dejes de tener miedo
seguirás siendo tú ¿verdad? Hemos quedado en que eso que permanece es lo que de verdad eres tú ¿lo recuerdas? Pues
ahora trata de sentirlo, sentir que tú no eres tu enfado, ni tu ansiedad, ni tu tristeza, ni siquiera tu alegría.
Ahora Que Nadie Nos Oye
Hablemos De Emociones

No obstante y, aunque no somos lo que sentimos, son las emociones que sentimos las que van a determinar mi
éxito, mi felicidad. Ese saco que tenías delante de ti en el ejercicio anterior. A mí a veces tampoco me hace mucha
gracia, pero bueno. Y es que no es lo que consigo lo que me hace feliz o infeliz, sino cómo me siento con eso que
consigo.

Pero, además, cada día, cada hora, cada minuto del día eres feliz o no en función de lo que sientes. Y a veces no
sabes por qué pero parece que no tienes ningún control sobre tus sentimientos y tus emociones. Cuando tus emociones te
gustan, te hacen sentir bien, pues mola. Pero cuando ves que estás a merced de los vaivenes de emociones negativas y
que no sabes qué hacer para controlarlas la historia ya cambia ¿verdad?

En primer lugar voy a hablar de algo que hacemos constantemente: juzgar las emociones, o lo que es lo mismo,
decir esta es buena y esta es mala. Lo primero que has de saber es que las emociones no son ni buenas ni malas. Puede
ser que nos limiten o que nos ayuden en nuestro objetivo. Pero la emoción en sí NO es mala. Lo que TÚ haces con esa
emoción, cómo la vives, es lo que tiene un efecto negativo o positivo. Si te enfadas porque te insultan y te llaman
ignorante y, qué sé yo, te ponen un cero, puedes reaccionar rompiendo todos tus libros y saliendo con tus amigos. Vale.
O también puedes reaccionar escribiendo un libro en el que demuestres lo bien que hablas, escribes y te expresas. En
función de lo que hagas, sentir una determinada emoción te puede impedir alcanzar tus objetivos o te puede acercar a
ellos. Incluso puedes llegar a alcanzar cosas que para ti hubieran resultado impensables.

Como las emociones que tendemos a estigmatizar como malas o negativas son el miedo, la ira y la tristeza,
vamos a hablar un poco de ellas y de cómo puedes entenderlas y utilizarlas a tu favor.
El Miedo

Odiamos esa sensación de tener miedo ¿verdad? En cambio el miedo es muy útil, nos salva la vida
constantemente, si tengo miedo de quemarme no voy a tocar una llama, si tengo miedo de perder a un amigo no voy a
hacer alguna estupidez que ponga en peligro nuestra amistad. Por tanto el miedo me protege, esa es su función. Pero
cuando el miedo es tan grande que no puedes controlarlo y estás dominado por él, entonces se produce un efecto de
bloqueo que puede ser muy perjudicial para ti. Por ejemplo, en un incendio, el miedo te puede hacer actuar con sentido
común, evitando situaciones de peligro o te puede bloquear, llevándote a actuar irracionalmente poniendo en peligro tu
vida. Aunque no hace falta ponerse en situaciones tan extremas e improbables. Seguro que el miedo está presente en tu
vida en numerosos ejemplos de tu día a día, como acercarte a una chica o chico y entablar una conversación, hacer una
exposición oral delante de toda la clase, participar en una obra de teatro o jugar tus minutos correspondientes en el
partido de los sábados. Si eres de los que formas parte de ese grupo de teatro y te encanta ser el centro de atención y
que todos te miren, puedes saltarte este apartado tranquilamente… ¿O no? Todos tenemos situaciones que nos resultan
enormemente incómodas por las que nos aterroriza pasar. O tenemos que tomar una decisión que nos aterra, cortar con
el chico con el que salgo, decirle a un amigo que esto que ha hecho te ha molestado y que no vas a permitir que suceda

nunca más, etc. El miedo puede ser tan grande


que nos paraliza ¿verdad?
Lo que te voy a decir a continuación te puede sonar muy sencillo pero para mí fue una revelación. Está extraído
de un libro titulado “Aunque tenga miedo hágalo igual”:

Siempre que te propongas ser mejor de lo que eres, hacer algo nuevo, alcanzar un nuevo reto, vas a sentir miedo.

Imagino tu decepción, pensabas que te iba a decir cómo no tener miedo y resulta que estoy confirmando que el
miedo existe, está ahí.

¡¡¡Exacto!!!

Eso ocurre porque estás saliendo de lo que siempre haces para atreverte a hacer algo nuevo. Pero te ha pasado
siempre. ¿Recuerdas la primera vez que te enfrentaste a las fracciones? Que cosa más rara ¿no? Luego te acostumbraste
y vinieron los números enteros, cuando los dominabas, te salieron con las funciones, primer grado, luego las de
segundo… En este sentido los profesores de matemáticas son expertos en hacerte sentir miedo ¿no crees?

El lado bueno del miedo, pues, es: me está diciendo que estoy creciendo, si tengo miedo es porque quiero hacer
algo que hasta ahora no he hecho (o lo he hecho y me ha salido fatal) y que NO soy capaz de hacerlo (mejor dicho, no
me siento capaz, aunque lo soy).

Vale, pues dale la bienvenida a tu miedo a hacer algo porque no se irá hasta…¿sabes cuándo? Hasta que lo hagas
de una vez. Esa es la única forma que tienes de sentirte mejor. ¡Haciéndolo! ¿Por qué? Porque al miedo que tienes
ahora antes de hacerlo hay que sumarle la rabia que te da no sentirte capaz de hacerlo. Así que no hacerlo te hace sentir
peor que hacerlo.

Pero y ¿si me estrello? Te respondo con esto:

Yo no podría expresarlo mejor.

Y todos, te lo prometo, todos sentimos miedo.


La Ira

Bueno, aquí tenemos otra emoción que nos da mucha vergüenza admitir y que algunos tenéis problemas para
controlar. Además, si os domina la ira, el enfado, puede tener dos salidas. Hacia dentro o hacia fuera. Hacia dentro te
estás envenenando y hacia fuera te puede traer muchos problemas.

A veces, cuando nos enfadamos, lo que nos está pasando es que alguien hace algo que nos molesta, nos indigna,
y entonces nos irritamos con esa persona. En realidad lo que sucede es que le estamos dando al otro el poder de
enfadarnos, de afectarnos. Nadie puede hacerte enfadar. Tú dejas que lo que hace o dice otra persona te haga enfadar.
Tú te enfadas a ti mismo. Imagino tu cara. Ahora mismo te estás enfadando conmigo. Espera. Respira. Deja que me
explique. NO digo que dejes que todo el mundo te diga lo que sea, o te trate mal. En absoluto. Lo que digo es que a
menudo observo cómo alguien, a quien le gusta chinchar, provoca a los que sabe que van a estallar diciéndoles cosas
que tiene ese efecto sobre ellos. Si tú eres de los que chinchas, no tengo nada que decirte, excepto que no te entiendo y
que hay otros modos de llamar la atención mucho más edificantes. Pero en realidad no creo que tú seas así porque ese
es el tipo de persona que no leería este libro. Si eres de los que estallas, o te irritas y te llevas el cabreo a casa y a la
cama y a todas partes, párate a analizar lo feliz que estás haciendo al que te chincha cada vez que tú estallas o
sintiéndote tan cabreado en cada cosa que haces. Tu enfado hace daño ¿sabes a quién? A ti mismo, en primer lugar. A ti
mismo en segundo lugar. Y a ti mismo en tercer lugar. Punto.

Veamos ahora cómo puedes hacer para que, cuando sientas el enfado dentro de ti, puedas tener esa emoción bajo
control:
También puedes desplegar alguna estrategia para no estallar porque sabes, por experiencia, que cuando lo haces
te sientes fatal después, o que las consecuencias son muy negativas para ti.

Para esto último te voy a contar un truco extraído de un libro maravilloso de Albert Espinosa (que también es
maravilloso), El mundo de los amarillos. El propio autor le llama truco para no enfadarse jamás, y explica el modo de
darse cuenta de cómo te vas enfadando poco a poco hasta que llegas a un punto en el que no hay vuelta atrás, ‘el punto
de no retorno’, lo llama él. Y es cierto que cuando nos estamos enfadando y enfadando y finalmente estallamos, si
pudiéramos vernos desde fuera y ver lo absurdo de nuestra reacción y sobre todo lo inútil (pues en la mayoría de los
casos no va a ser de ninguna utilidad), acabaríamos deteniendo nuestro comportamiento.

Pues bien, esto más o menos es lo que Espinosa propone:

Verte desde fuera y tener algún modo de identificar el momento en el que estás llegando a ese punto de no
retorno (por ejemplo que te pones colorado o que alzas la voz…).

Cuando te das cuenta de que estás ahí, decirte una palabra clave (que previamente has elegido), como una
especie de contraseña. Por ejemplo turrón, o cencerro, o camiseta del revés, lo que sea, cuanto más absurda mejor. Es
importante que cuando sientas que estás llegando a ese punto de no retorno te digas la palabra o, si ves que no eres
capaz de controlarte, le digas a alguien que te conozca bien y sea de tu confianza que te la diga. No pasa nada porque
pienses que esto que te he contado es una chorrada. No te lo creas si no quieres. Tú sólo practícalo. Verás cómo
alucinas. ¿Por qué? Porque funciona.

Consejo final: a veces hay que enfadarse y está bien hacerlo.

La Tristeza
Tal vez esta sea la que más vergüenza nos da mostrar. La tristeza está muy mal vista y a una edad como la vuestra
aún más. No hablo de llorar en un momento puntual, que también puede estar mal visto sobre todo en los chicos. Hablo
de estar triste. Triste por dentro. Se hace aún más duro por el hecho de que no se suele exteriorizar.

Os avergonzáis de estar tristes, y encima os enrabietáis con vosotros mismos.

Aquí, igual que has hecho con otras emociones, lo que tienes que hacer en primer lugar es aceptar que está ahí. Y
en segundo, averiguar por qué está la tristeza ahí.
Puede que todo lo que hayas leido hasta ahora te parezca una auténtica majadería. Tal vez estés pensando que
vale, las emociones son controlables pero, desde luego, TUS emociones son de todo punto incontralables.

Te aseguro que si consigues ser el dueño de tus emociones serás el dueño del mundo, de todo tu mundo, y de
cualquier mundo. Y ser el dueño no es doblegarlas, hacerte el duro y dar la imagen de que siempre estás bien. Eso, tarde
o temprano se cae por su propio peso. El que es dueño de sus emociones es el que las mira de frente y las acepta y
entiende que son bombillitas que nos ayudan a saber si estamos en nuestro camino o no.

Y sentirnos mal nunca es estar en nuestro camino.


Querido Guillermo,

De nuevo necesito hablarte, decirte, contarte. Sé que no necesitas de mí en absoluto, que todo lo puedes
descubrir y lo aprenderás por tu cuenta, que ya tienes toda la capacidad para abrirte paso y mucho más que abrirte
paso, para ser pleno por completo. Aun así, tengo siempre la sensación de que podría hacerte las cosas más fáciles,
podría evitarte sufrimiento; sé, en cambio, que has de vivir por ti mismo, que evitarte vivir algo sería limitarte, has
de vivir tus experiencias, te harán un hombre, el hombre que ya empiezas a ser.

Como aquel día que viniste llorando de rabia porque un profesor había insultado a los niños de la clase.
Tenías la cara roja de ira y se te notaba la carótida inflamada, igual que le pasaba a papá de pequeño, está claro
que eso lo has heredado de él. De tu boca salían frases que no eran propias de ti, palabrotas que nunca antes te
había escuchado. Te dije que escribieras esas frases en un papel ¿recuerdas? Y luego lo quemamos. Deja que tu
enfado se haga humo, se vaya…te quedaste sereno después.

En fin, vive todas las emociones que te lleguen, no las niegues, no son buenas ni malas, en realidad todas son
buenas, todas te hablan de ti, tienen un mensaje para ti, escúchalas, habla con ellas, y utilízalas para encontrar tu
camino, el que te haga feliz y más humano.

Un beso enorme

mamá
Hoy te deseo

Hoy te deseo

descubrir lo que te mueve, lo que te conmueve,


lo que siempre deseaste hacer,

lo que ya no puedes demorarte más en hacer,

lo que no te puedes morir sin hacer…

descubrirlo ¡y ponerse a ello!


Capítulo 4

JUEVES
Obteniendo Energía

En los tres días anteriores de esta semana tan intensa hemos trabajado sobre la dirección. Imagínate a ti mismo
como un barco que sale de puerto y hasta ahora ha ido más o menos dejándose llevar por el viento. Al leer este libro te
preguntas si has sido tú quien ha decidido llegar a donde estás o han sido otros los que te han traido. No te preocupes
por esto, lo normal es que a los 10 ó 12 años seamos lo que nuestro padres nos han hecho ser, y estemos donde ellos han
querido que estemos. Pero es tiempo de decidir.

Así, en lo que has leido hasta ahora has tomado conciencia de quién eres y has reflexionado sobre lo que quieres
ser y hacia donde deseas dirigirte. Bien, pues lo que hemos hecho ha sido ni más ni menos que trazar un mapa, ver
dónde te encuentras y establecer el lugar al que quieres dirigirte. Digamos que ahora viajas con brújula. Mucho mejor
¿verdad?

Y si lo que has escrito al respecto te parece una locura inalcanzable ¡enhorabuena! eres el tipo de ser humano
que se necesita hoy en día tal y como están las cosas.

En este capítulo lo que vamos a hacer es detectar nuestros escapes de energía. Esto es muy importante. Te lo voy
a explicar. Observa un niño pequeño. Se levanta lleno de energía y durante el día la gasta toda. Cuando se acuesta se
queda dormido profundamente, si le coges el brazo y lo dejas caer, éste caerá a plomo. Nunca volvemos a dormir tan
plácida e inocentememte como cuando somos niños pequeños. Los niños no se preocupan por el día siguiente, no
piensan ‘hoy voy a moverme poquito que mañana tengo un día duro y necesito ahorrar fuerzas’. Eso es porque saben que
cuando se levanten tendran otra vez un monton de energía para gastar. Saben que se recargan al 100% cada noche. Son
como los móviles. Los adultos somos diferentes, estamos cansados con frecuencia, nos cuesta recuperarnos. Eso es
porque no vivimos con ilusión, y porque vivimos en el futuro. Se nos va mucha enenrgia pensando en el futuro, en los
problemas, en las cosas pendientes…y poco a poco vais absorbiendo eso, os hemos enseñado a hacer lo mismo.

En este capítulo vamos a revisar aquellos puentos en los que es posible que se te esté yendo energía, sumideros
de energía los llaman algunos autores. ¿Por qué es tan importante hacer esto? Porque necesitamos toda la fuerza
concentrada en tu objetivo, en lo que quieres vivir. Esto tal vez suene egoísta pero te digo de corazón que el mejor
regalo que le puedes hacer al mundo es seguir tu sueño y cumplirlo. Sólo así podrás servir a los demás, nadie frustrado
podrá jamas ofrecer a los demás algo valioso de verdad. Sé feliz y derrama tu felicidad al mundo.

Ahora vamos parte por parte.

El Perdón

No te asustes por el título, no te voy a hacer que confieses tus pecados ni nada de eso. Se trata más bien de lo
contrario.

Te voy a poner un ejemplo:

Cuando tenía 12 años tenía una profesora de expresión corporal; nos pidió que hicieramos una pequeña
representación libre por grupos. Dos amigas y yo representamos un atraco a una viejecita, con asesinato incluido. Nos
reímos de lo lindo preparándolo y representándolo. Al terminar (esperábamos una gran ovación), la profesora nos llamó
poco menos que mentes enfermas, nos juzgó y nos acusó de hacer humor negro (yo ni sabía qué era eso); lo hizo delante
de toda la clase y fue humillante. ¿Habrá visto Pulp Fiction? (imposible, esto pasó mucho antes). Si no quería atracos
que lo hubiera dicho. Chicas, haced una representación en la que la bondad se ensalce. Nosotras no éramos malas, nunca
habíamos atracado a nadie, y mucho menos una viejecita y mucho menos con armas de fuego ¡¡¡por favor!!!

Reconozco que esa sombra me acompañó el resto de mi vida y ensombreció mi yo creativo y artista. Podría
decir que si no me convertí en actriz o escritora o guionista fue por culpa de esa profesora. ¿Podría decirlo? Ella me
llamó incapaz una sola vez. Yo continué haciéndolo el resto de mi vida. Hasta que aprendí. A perdonar. Y soltar. Dejar
ir. Por mí.

Ahora te toca a ti.

Perdona a tus padres, a tus profesores, a la vida. Uno a uno. No hace falta ver a nadie, ni hablar con nadie. Es
algo que tiene lugar dentro de ti.

………………………………………………………………………………………………

¿Ya tienes tu lista? Supongo que estarás lleno de rabia o de tristeza o de las dos cosas por haber recordado tanto
agravio.

Esas personas te dañaron en un momento determinado. ¿sabes qué? Cada vez que lo evocas eres tú quien se está
haciendo daño. Tú estás eligiendo hacerte daño cada vez que recuerdas. Absurdo ¿no? ¿no crees que es momento de
dejarlo ir? Y no apelo a ningún sentido religioso ni a la bondad siquiera. Apelo a tu inteligencia. Sé listo, déjalo ir ya.
No tienes que volver a ver a ninguna de esas personas. Es un diálogo interno.
A mí esa profesora me hizo sentir avergonzada una sola vez (y seguro que su intención no era otra que la de
enseñarme a ser mejor). Yo me he sentido avergonzada millones de veces después. Nos podemos liberar de esa carga. Y
podemos hacerlo en un instante. Es sencillamente maravilloso. A partir de ahora ya no podemos decir ‘yo soy así por
culpa de mi profesora’, sabemos que eso no es cierto. Tendríamos que decir ‘yo soy así porque elijo seguir diciendome
que no merezco la pena’. Suena tan ridículo que no podemos sino abandonar este pensamiento.
Continuemos.

Los Demás

A veces los demás se resisten a que tú te sientas tan bien, a que tomes el control. Atención, si estás haciendo
todo lo que te propone este libro hasta ahora, a lo mejor hay personas que te empiezan a mirar raro. Es normal.
Inevitablemente cambiarás, aparecerás más seguro, más decidido porque, como dice Saint Exupery, “el mundo entero se
aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe donde va”.

La mayoría de los que te rodean aún no ha tomado el control ni ha tomado la responsabilidad. Según vayas
practicando lo que has ido aprendiendo en este libro te darás cuenta de que la queja es una actitud muy habitual,casi
constante en los demás. Se quejan de los padres, de los profesores, del frio, de la lluvia, del calor, de todo. Y siempre
que algo les sale mal, le echarán la culpa a los demás. La crítica es muy habitual ¿verdad? Y ahora a ti se te hace muy
evidente, con todo esto que estás aprendiendo. Pues bien, si tu dejas de quejarte y de criticar, inevitablementete van a
mirarte raro. Tienes que distinguir a partir de ahora a las personas que son como tú, responsables de lo que quieren y
los que van a estar siempre criticando y echando balones fuera. Créeme, cuanto antes te des cuenta de esto mejor. No
hace falta ni siquiera que cambies de grupo de amigos. Con darte cuenta de cómo es cada uno (y aceptarlo) es suficiente.
Aunque a menudo la personas que no toman responsabilidad sobre sus vidas no quieren que seas así y te lo pueden
poner difícil. También es posible que tú mismo/a te canses de tanta queja y tanta tontería. Mira alrededor. También hay
mucha gente como tú, no estas solo, únete a ellos.

A partir de ahora mira un poco desde fuera (o desde lejos, como desde la distancia), a todas las personas con las
que te relacionas, decide con quien quieres seguir relacionándote y con quien no.
Vamos a por lo siguiente.

¡Decídete De Una Vez!

Una de las situaciones que se nos suponen más energía es la toma de decisiones. En realidad tomar una decisión
no conlleva ningún esfuerzo, se hace en un instante y es una acción rápida. El desgaste lo supone precisamente la no-
toma-de-decisiones. Todo el tiempo que estás pensando, valorando, sopesando, midiendo consecuencias, intentando
adivinar cuál es la buena decisión y cuál es la mala. A veces (o siempre) nos bloqueamos con las grandes decisiones,
pero a menudo también son las pequeñas decisiones las que nos agobian (quedo con ella o no, estudio mates o inglés,
me pongo el chandal o el pantalon corto,voy a la fiesta o me quedo viendo la tele, y así de manera ininterrumpida e
interminable). La persona que es decidida jamás entenderá el sufrimiento que supone ser indeciso, no se puede poner en
el lugar de un indeciso. Así, muchas veces, se reprende al que tarda en decidirse: ‘¡¿pero quieres espabilar de una
vez?!’, se les grita. Como si fuera tan sencillo. Y es que para el indeciso tomar una decisión, por irrelevante que ésta
sea, puede ser un auténtico tormento.

Saberse indeciso y aceptarse es todo un avance. Así que ese es el primer paso. No se lo tienes que decir a todo
el mundo ni utilizarlo para justificarte. Sólo tienes que mirarte por dentro y reconocerlo ante ti mismo. Entonces estarás
dispuesto y preparado para aplicar estrategias que te hagan ahorrar mucho tiempo y muchas fuerzas a la hora de
decidirte.

La más eficaz que conozco es esta: deja la decisión para el último instante.

Has leído bien. Da igual cuántas vueltas le des a las cosas, al final te vas a decidir en el momento en que no te
quede más remedio que decidir.
Muchas personas se pasan toda la secundaria planteándose lo que quieren estudiar cuando acaben. Al final,
como se trata de rellenar un papel que hay que tramitar, lo cumplimentan la noche antes y es increíble la cantidad de
personas que te dicen ‘al final, en el último momento decidí poner periodismo (o teleco o derecho) en primera opción,
era lo que de verdad quería’. Una parte de esas personas ya sabían cual era la primera opción pero se estaban buscando
razones paraponer otra cosa (lo que te recomienda un profesor, tus padres, tus amigos…).Un ejemplo más sencillo
puede ser pedir la comida en un restaurante. Esta me pasa mucho a mí. Hojeo la carta varias veces, al final la cierro.
‘¿Ya sabes lo que quieres?’ Me pregunta mi acompañante, ‘no’, contesto,’ pero no me voy a decidir hasta que venga el
camarero’. Lo que está claro es que, una vez que estén tomando nota tendré que decir algo y tomaré la decisión en un
solo instante. ¿Para qué voy a desperdiciar entonces 10 minutos en los que puedo estar charlando relajadamente? Prueba
esto, pospón la decisión hasta el límite, hasta el momento exacto en que ha de ser tomada. Y confía en ti. Hazlo con
cosas poco trascendentes al principio y luego ve ‘jugándotela’ un poco más. Esas decisiones de último momento son
tomadas con la parte más sabia de nosotros y ¿sabes? son las correctas.

Parece que te estoy oyendo decir ’vale, ya, pero no puedo hacer eso con las decisiones importantes’. Estás
equivocado pero bueno, te voy a ayudar a tomar esas decisiones que dices son taaaaan relevantes con otra estrategia.

El caso es que tomar decisiones es como todo, una cuestión de práctica, así que a medida que practiques con
esas decisiones ‘fáciles’ como tú dices, más rápida y eficazmente tomarás el resto de decisiones, las ’importantes’. Pero
para que te sientas más seguro te daré más trucos para las ‘grandes decisiones’.
Puedes hacer listas de pros y contras…si eso te resulta entretenido…porque la verdad es que es de todo punto
inútil.

Las decisiones no se toman con listas, con razonamientos, con lógica. Las decisiones se toman con el corazón.
Luego, mediante razonamientos, hacemos que la razón encaje con lo que hemos decidido. Tomemos la decisión correcta
(la que sentimos con el corazón) o la errónea, lo que hacemos (una vez nos hemos decantado por una) es argumentar que
lo que hemos decidido es lo adecuado. Y así nos quedamos tranquilos.

Pero ¿cómo saber si la decisión es la buena? Muy sencillo. Prueba esto.


Tomar una decisión es muy sencillo. Llevarla a cabo a veces no lo es tanto. Decidir que no quieres estudiar lo
que todo el mundo espera de ti es sencillo. En realidad siempre lo has sabido ¿verdad? Llevar la decisión a término,
eso es lo duro. Pero a ti no te puedes mentir. NO TE DIGAS QUE ES QUE ERES INDECISO Y QUE NO SABES
CUÁL ES LA RESPUESTA. Después de llegar hasta aquí leyendo eso no te lo puedes tragar.

Ya me he extendido demasiado sobre esto. Pero no puedo dejar de mencionar esto porque es lo más peligroso de
todo este asunto.

WARNING!!!!

Si no tomas tú mismo las decisiones otro lo hará por ti. Si dejas pasar el tiempo, las oportunidades, las cosas te
sucederán ¿recuerdas lo que hablamos al principio del capítulo sobre la responsabilidad?

¡NO tomar una decisión ya es una decisión!

Enfocarte O El Efecto Lupa

Esto te va a parecer de perogrullo pero aún así me parece muy importante incluirlo pues tengo demasiados
ejemplos alrededor de la situación contraria. ¿Qué significa esto de enfocarse? Pues ni más ni menos que concentrar
todas tus energías en lo que deseas, en lo que suponga tu elemento, en tu objetivo, tu sueño. Imagina un río con un caudal
enorme, si ese caudal se divide en dos, tan sólo contará con la mitad del agua. Si lo hace en diez su fuerza será aún
mucho menor. Pura lógica. Manten tu caudal lo más concentrado posible. Es como si pusieras una lupa sobre tu objetivo
y concentraras todos los rayos de luz sobre él. La temperatura se eleva. Algo sucede, salta la chispa. Es inevitable. Eso
sí, hay que saber esperar. Un solo segundo del 100% de concentración y esfuerzo no te llevarán a la gloria. Aguanta.

Es lo último que tengo decir sobre esto.


Sé que este ha sido un capítulo duro de digerir. A lo mejor tardas semanas en hacerlo. Tómate todos los jueves
que quieras. Pero es crucial. Ahora has tomado responsabilidad sobre tu propia vida. Lo malo de todo esto es que ya no
puedes quejarte de lo que te pasa echando balones fuera, buscando excusas en el exterior. Si eres honesto has de admitir
que a partir de ahora no puedes culpar a nadie de tus decisiones incorrectas, de tu incapacidad para hacer algo, de tus
limitaciones, de tu falta de oportunidades. Todo es tu responsabilidad. Es una gran noticia pero nos inhabilita el derecho
a la queja. Estoy segura de que ahora miras alrededor con ojos renovados. ¿A que te parece que alguna de la gente que
te rodea esta constantemente quejándose y no hacen nada para cambiar las circunstancias? Cuando termines de leerlo,
déjales este libro, ellos también lo necesitan.

Enhorabuena. ¿sabes lo que has hecho en este capítulo, en este día? Pues imagina que tienes toda tu energía y tus
ganas de vivir en un depósito (como si fueras un coche). Pues antes de poner en práctica todo esto que has aprendido
tenías el depósito lleno de agujeros. Y hoy, paso a paso, los has ido tapando. Ya tienes mapa y gasolina. ¿Qué te impide,
pues arrancar el motor? Lo veremos enseguida.
Querido Guillermo,

Hay un tiempo para aprender y un tiempo para actuar, aunque bien mirado no es posible desligar uno de
otro. Hay también un tiempo para enseñar, para guiar, y otro para dejar en libertad. Ojalá haya sabido dejarte
espacio para ser libre e indepediente, es el mejor regalo que se le puede hacer a un hijo. Espero que lleves en tu
mochila todo aquello que necesitas para volar alto y lejos, si es lo que deseas, o para recorrer los caminos que tú
decidas, cualesquiera que éstos sean. Espero que en esa mochila no pesen ni mi mirada ni mi juicio; mi mirada será
siempre de amor y mi juicio, de existir, no debes tenerlo encuenta.

El único modo de no tomar las decisiones equivocadas es tomándolas por ti mismo. De ese modo siempre
serán las correctas. Déjate guiar por tu corazón, pues es enorme.

Te quiero

mamá
Tal vez sea una soñadora empedernida…pero también pienso que todo pájaro, aun naciendo en cautividad, se puede
hacer consciente de sus alas y emprender un día el vuelo.
Y para que eso suceda es suficiente un solo instante de magia ¿no creéis?

¡¡¡Decídete ya!!!
Capítulo 5

VIERNES

Pero…¿quién te crees que eres?

La Autoconfianza, La Base De Todo Lo Demás

Todo lo que hemos visto hasta ahora explora lo que eres, lo que deseas, lo que sientes, a vista de pájaro. Es,
digamos, la capa externa, aun cuando hemos hablado de lo que sientes y cómo lo sientes. Hay otra capa más profunda,
hay algo más que subyace en todo lo que se ha abordado anteriormente, se trata de lo que piensas de ti mismo. No me
refiero a lo que trabajaste en el primer capítulo, cuando descubriste que en ti hay un núcleo que permanece a pesar de
todas tus transformaciones internas o externas. A lo que nos vamos a referir en este capítulo es más bien a lo que tú
consideras que eres como ser humano, cuáles son tus cualidades, tus limitaciones, tus atributos más característicos, tus
capacidades, tus rasgos más distintivos. Esto se llama autoconcepto, e incluye tanto la parte física (autoimagen) como la
referida a tu carácter y habilidades. ¿Qué te parece si exploramos en tu autoconcepto?
Lo que has descrito es lo que tú piensas de ti mismo. Lo que crees que eres o que no eres. Pero ¿cómo puedes
saber que es cierto? Decirme que llevas contigo toda tu vida y que te conoces de sobra… no es suficiente. Te voy a
explicar muy simplificadamente cómo se construye el autoconcepto. Y para eso te voy a contar cómo se adiestra a las
pulgas: se mete a la pulga bajo una cúpula de cristal. La pulga salta y se choca contra el techo de cristal. Salta de nuevo
y se golpea de nuevo. Se repite el suceso un número elevado de veces. Hasta que al final, la pulga “aprende” que “no
puede” saltar más alto de lo que supone ese techo de cristal. Es momento de retirar la cúpula. La pulga ya no saltará más
alto de lo que ha aprendido que puede saltar. Ya está adiestrada. ¿O deberíamos decir limitada de por vida?

Ya sé que la comparación puede dañar tu dignidad pero, como puedes imaginar, tú eres la pulga. Una vez, de
pequeño, te dijeron, ten cuidado que ya sabes que eres muy patoso y siempre rompes las cosas. Una repetición de ese
tipo de afirmaciones y te convertirás en torpe de por vida. Seguro que se te ocurren un montón de ejemplos que conoces
y algunos de ellos aplicados a ti; ‘es que no es muy sociable, le gusta más estar en casa, se le da muy mal hacer nuevos
amigos’, una madre dice a una amiga delante de su propio hijo (¡como si el niño fuera un buzón de correos y no se
estuviera enterando de nada!). El caso es que lo registramos todo; eso es así porque somos maravillosos y nuestros
organismos también son maravillosos, así que no se nos escapa nada. Justamente ese es el peligro de niños, pues lo
absorben todo sin filtros, tomándolo por verdadero.

Si hay algunas aspectos de tu personalidad que ya has detectado como limitaciones tuyas y puedes ver de dónde
vienen ¡enhorabuena! pues te resultará más sencillo cambiarlo. Lo malo es que hay otros muchos aspectos de los que no
somos conscientes, como si fueran puntos ciegos.

En fin, lo que sí es absolulamente cierto es que lo que crees de ti mismo es lo que supone tu límite, y nunca
podrás traspasarlo. Lo que sí puedo hacer es subir ese techo, ese límite. El primer paso es darme cuenta de dónde está
situado; luego decidir hasta dónde me gustaría subirlo; a continuación hacer unos cuantos escalones ¡al cielo se sube con
una escalera!

La cuestión es que podemos cambiar casi cualquier cosa (bueno, la estatura y cosas así no) a través de loque
estás a punto de aprender con unas técnicasa muy sencillas. Pero hay algo que, como he señalado en el título, está en la
base de todo. Ese algo es la autoconfianza. La confianza en ti mismo. Viene a ser lo a gusto que estás siendo quien eres
en cada uno de los instantes que conforman el día. Si te sientes bien en tu piel.

Dime ¿cómo andas de autoconfianza? De 0 a 10 ¿qué te pondrías? Si te has puesto 8 ó más puedes pasar al
capítulo siguiente directamente. Si no es así, es hora de hacer algo al respecto.

Ahora A Soñar

¿Esto qué significa? no es que nos vayamos a dormir. Vamos a ensoñarnos. Pero bien despiertos. Vamos a
imaginar. No me digas que tú no tienes imaginación. Además, permíteme que te diga algo: lo que eres ahora mismo es lo
que imaginas que puedes ser. El modo en que te comportas en todo momento es cómo imaginas que te vas a comportar,
que te puedes comportar. Lo seguro y confiado que eres es lo máximo que te puedes imaginar, el techo de cristal de la
pulga.
Lo de siempre, cuanto más practiques…más mejorarás. No hay ningún misterio. No tengas la mínima duda de
que, creas o no en la eficacia de este ejercicio, si comienzas a practicarlo y lo haces con regularidad, de aquí a unas
semanas no te reconocerá nitu padre. Habrá personas qué te dirán ‘oye, ¿a ti qué te pasa?’ levantando una ceja. Y es que
sienta tan bien estar a gusto con uno mismo….ya era hora de que alguien te lo enseñara.

Utiliza El Cuerpo A Tu Favor

Hay una película, París, je t’aime, que contiene la historia sobre un hombre a punto de dejar a su mujer por otra,
más guapa, más joven. Un instante antes de que suceda, su mujer le anuncia que tiene cáncer y que es incurable. El
hombre decide entonces hacer que sus últimos meses sean felices y le oculta las intenciones que tenía. Se dedica a
cuidarla, a disfrutar con ella cada momento, a darle valor, a quererla, en fin.” Y de tanto comportarse como un hombre
enemorado, al final se volvió a enamorar…” se escucha la voz en off del narrador.

¿Por qué te cuento esto? Porque tiene un mensaje muy potente y muy útil para ti. Cuando queremos cambiar algo
de nosotros buscamos una transformación interna primero; el cambio externo, visible, suele venir a continuación. Si tú te
crees, te sientes, te ves en tu mente como alguien más seguro y confiado, acabarás exudando esa emoción, y los que te
rodean lo percibirán con total seguridad. Eso es un cambio de dentro hacia fuera. Pero existe otro modo de alcanzar ese
cambio: provocándolo desde fuera hacia dentro. Consiste en hacer “como si”. Has leido bien. Haz como si te supieras
la lección y lo poco que digas en la pizarra sonará convincente. A lo mejor a ti nunca te ha funcionado pero seguro que
conocerás a alguien a quien sí. Habla como si fuera un experto…¡y lo parece! ‘Vaya morro’, pensarás. Pero te cuento
esto para que lo utilices a tu favor.

A partir de ahora compórtate como si fueras alguien seguro. Como si estuvieras en una obra de teatro. Y te
acabará pasando como el de la película de la que te hablé, de tanto comportarse como alguien seguro, acabó sintiendo
seguridad.

Por último te voy a hablar de las posturas corporales, pues también te pueden ayudar en ese cambio de fuera
hacia dentro. Y es que algunas de esas posturas o alguno gestos faciales son incompatibles con determinadas emociones.
Te pondré un ejemplo para que lo entiendas: acuérdate de algo triste, no sé, E.T. muriéndose o algo más actual, que eso
es de mi época. Lo que sea que te haga sentir tristeza, ya sé que no mola nada pero es para vencer tu incredulidad.
Cuando tengas tu tristómetro a 100 ponte a sonreír. Eso es. Sonríe más. Sonríe como un memo. No pares. Ahora dime
qué marca tu tristómetro. Ha bajado ¿verdad? Estar triste no es compatible con la sonrisa, aunque ésta sea apostada, es
decir, de mentira. Hay emociones incompatibles con algunas posturas corporales. Utiliza esto a tu favor en relación a la
confianza y la seguridad en ti mismo.

¿Cómo? Muy sencillo.

En fin, a estas alturas del libro es posible que no te acuerdes muy bien del sujeto aquel que empezó a leerlo,
sobre todo si han pasado varias semanas y no has dejado de practicar.
Querido Guillermo,

Hablar de esto me cuesta tanto pues siempre ha sido mi gran lucha. La falta de confianza en mí siempre ha
minado mi vida. Nada me dolía tanto como ver en ti una limitación que yo también poseía. Me sentía tan responsable
del legado que te dejaba. Y me parecía injusto que tú tuvieras que pagar por una falta que era mía. Qué herencia
más ruin para mi hijo, me decía. Por eso intentaba insuflar en ti la fuerza y la confianza en ti mismo. Tardé en darme
cuenta de que era inútil. Hay cosas que se aprenden absorbiéndolas. Así que decidí el único camino posible, trabajar
en mí la carencia que detectaba en ti. Sanándome, tu sanarías. Aprenderías autoconfianza de mi actitud confiada, no
de mis palabras huecas acerca de lo importante que es la confianza en uno mismo. Por eso tengo tanto que
agradecerte, me has hecho mejor, más feliz. Si alguna vez eres padre,tus hijos dejarán al descubierto tus puntos
débiles, trabajarlos es el mejor legado que les puedes dejar. Céntrate en ti, sé egoísta un tiempo, sánate, crece, tu
fuerza se derramará entonces sin ningún esfuerzo.

Cómo te quiero

mamá
No permitas que otras personas
tengan el poder de decidir por ti
Da igual cómo haya transcurrido tu vida hasta ahora. Puede que sientas que nunca has tenido el contro, que siempre has
vivido lo que otros te han dictado, que te has dejado llevar. Nunca es tarde. Es el momento. Toma las riendas. Recupera
tu poder. El que siempre has tenido.

“yo soy el dueño de mi destino; yo soy el capitán de mi alma”

(William Ernest Henley)


Capítulo 6

SÁBADO

¿Me Podrías Recomendar Un Cole


Para La Otra Mente?
La Piedra Rosetta O ‘La Clave De Todo’

Cuando empezamos el capítulo anterior te dije que la autoconfianza era algo que estaba en la base de todo lo
trabajado hasta entonces. Una vez que aprendes a encarnar a un nuevo yo más seguro y con confianza, puedes aplicar lo
mismo a cualquier cosa que quieras adquirir, facilidad al hablar, memoria, lo que sea.

De igual modo este capítulo aborda un aspecto que justifica el libro en su totalidad, lo impregna. Es algo que
está presente en cada una de sus líneas. Se trata de nuestra mente subconsciente y de la capacidad que tenemos para
modelarla, o adiestrarla para utilizarla a nuestro favor. Tenemos dos mentes, la consciente y la subconsciente. La
primera es la que te permite decidir leer este libro en este preciso instante; la segunda es la que mantiene tu corazón
latiendo sin que tengas que hacer ningún esfuerzo en mantener esa actividad, o la que transforma en ideas los signos
impresos en el papel. Creemos que controlamos nuestra vida con la mente consciente pero lo cierto es que lo que
somos,cómo actuamos, cómo nos sentimos y nos percibimos, todo eso está en poder de la mente subconsciente. Es tan
fuerte que no podemos luchar CONTRA ella pues la batalla estaría perdida. Así, acabamos definiéndonos a nosotros
mismo como tímidos o inseguros, cuando en realidad eso no es más que la información que está grabada en nuestra
mente subconsciente. La buena noticia es que esa información puede ser modificada. Borrada, sustituida. Es casi como
lo que yo hago ahora en el ordenador, no me gusta una frase, pues la cambio o la borro. Escribo otra que se ajusta con la
idea que yo tengo para mi libro. Soñé un libro. Ahora lo hago realidad. Si te das cuenta eso es lo que has estado
haciendo a lo largo de los capítulos anteriores. Te has soñado y luego has modificado lo que pensabas de ti, lo que
creías que eras, lo que sentías en una determinada situación. Este principio es el que se ha seguido con todas las tareas
que se han proppuesto a lo largo de las páginas que has leído. ¿Por qué no se ha expuesto esta explicación sobre la
mente subconsciente hasta casi al final del libro? Muy sencillo. Si hubiera empezado por esto tal vez hubieras cerrado
el libro. Sencillamente te hubiera parecido tan increíble que no te lo hubieras tragado. Al fin y al cabo tú eres un
individuo del siglo XXI y no es tan fácil dártela con queso. Además, si esto de la mente subconsciente fuera verdad ¿no
te lo habrían explicado tus padres, tus profesores? La cuestión es que esto no es muy conocido por muchos adultos. Por
eso no se enseña en las escuelas.

Efectivamente, aunque nadie te lo ha dicho hasta ahora, has de saber que encima del cuello no tienes una mente
¡sino dos!

Una es la mente consciente y la otra es la mente subconsciente. El colegio o instituto al que vas normalmente
sirve para instruir a la mente consciente. Mira el número de horas que le dedicas. En cambio, es la otra mente, la
subconsciente, la que te dirige. Si las dos lucharan siempre ganaría (y de hecho gana) la mente subconsciente. Como el
prefijo sub no me gusta nada en este caso (me parece un poco peyorativo) voy a llamarla a partir de ahora Mente
Creativa, tal y como hace Ben Sweetland. Suena mucho mejor ¿verdad?

Vamos a ver dos formas para que esta mente Creativa empiece a entrenar y se ponga a trabajar para ti en lugar de
hacerlo en contra de ti.

Lacotorraqueayenmipuntocom

¿Tienes un cronómetro? Venga ya, no me digas que no. Saca el móvil. Pues cronometra un minuto. Te voy a
proponer un reto imposible de alcanzar. Me apuesto lo que quieras a que no eres capaz de permanecer en silencio
durante ese minuto.

………………………………………………………………………………………………

¿Qué? ¿cómo ha ido? ¿lo has conseguido? ¿has estado en silencio?¿elminuto entero? Mientes, bellaco. Te lo
demostraré.

En realidad tenemos dos voces.

Una que utilizamos con los demás. Tú la oyes, los demás la oyen. Se puede grabar.

Otra, que utilizamos sólo con nosotros. Los demás no la oyen. Tú sí. Constantemente. También se graba, aunque
de un modo muy diferente. Se graba en tu mente y en cada una de tus células. Recorre el mismo surco mil veces, un
millón, no cesa, no se agota, no se rinde.

Como pensarás que te he hecho trampa al no explicarte bien el reto,te propongo que lo repitas. Así de segura
estoy de mi victoria. Asi, pues, cronometra de nuevo.

………………………………………………………………………………………………

No necesito que me digas el resultado. Tu silencio es sólo aparente. Tu voz interior no puede ser cesado.

Somos la persona con la que mas conversamos a lo largo de nuestra vida. Merecería la pena por tanto dedicarle
un poco de tiempo a este aspecto ¿no crees?

A menudo nos hablamos a nosotros mismos de un modo muy poco alentador. Escucho a diario a personas decirse
a sí mismas ‘soy un desastre’, ‘pero seré imbécil’, ‘qué inútil soy, otra vez he perdido las llaves’. Y si yo lo oigo decir
significa que en su mente también está ese diálogo interno pero con mucha más repetición.

En algunas ocasiones a lo largo de estas páginas te he dicho que cuanto más practiques mejor te saldrá. Esto es
aplicable a todo. Es, en realidad, un principio de entrenamiento: la repetición es la base de la mejora. Es de cajón. Pero
es así con todo. Con to-do. Si te repites que eres un inútil…¿lo adivinas? Acabarás siéndolo. Vigilar este lenguaje
interno y cambiarlo es vital, pues lo que te repitas que eres,será aquello en lo que te conviertas. Es hora de hacer
confluir muchas de las cosas que has aprendido anteriormente y que has practicado por separado. Verás, descalificarte
es un acto que se ha convertido en natural para ti y te pasa desapercibido. Tal vez el origen esté en tu infancia, en tu
padre, en un profesor, en un tío abuelo con mala leche. Y a mí ¿qué? Esa no es la cuestión. Porque tú ya has aprendido a
no echar balones fuera, a no culpar a los demás, y a tomar responsabilidad sobre tu propia vida. Así que olvídate de
eso. ¿Tu tío abuelo te llamó inútil mil veces? Bueno, tú lo has hecho un millón, así que deja de culparle y haz aquello
sobre lo que tienes capacidad de cambio, de impacto, tú mismo.

Aquí, me voy a salir de algo sobre lo que a lo mejor has oído hablar: se trata de las afirmaciones. Se basan en la
repetición de lo que quieres alcanzar, por ejemplo, ‘soy seguro’, si es que eso es lo que estás tratando de cambiar en el
momento presente. Si eres una persona insegura y te comienzas a hablar de ese modo, probablemente, al cabo de unos
días estés más que harto de decirte esas cosas y que no pase nada. A mí me ha sucedido esto que te cuento; y a más
personas que conozco. No digo que no le sirva a nadie, digo que a algunos no les resulta útil, pues las palabras son
potentes únicamente cuando están cargadas de emoción.

Además, pretendo en este apartado que aprendas a acallar a charlatana (la voz interna que no se calla nunca),
para que tu mente subconsciente tenga oportunidad de hablar, de dar lo mejor de sí misma. Con eso es más que
suficiente.

No hace falta que llenes tu vocabulario interno de afirmaciones positivas. Es suficiente con que le pares los pies
a tu voz interna cuando te esté diciendo algo negativo de ti o cuado, simplemente, te esté dando la brasa en plan ‘ya te lo
dije yo, la de inglés me tiene manía y cuando me encuentre con ese de 4º curso que me hace la vida imposible pienso
decirle que como se vuelva a meter conmigo voy a decírselo al jefe de estudios o mejor voy a romperle las piernas y a
mi madre no se qué le pasa pero esta insorpotable y cada día mas se podia fijar en m ihermana que hace las cosas
mucho mejor que yo y asi estaría mas contenta…’. Argggggg, es agotador.

Bueno, pues cuando tu mente esté así, te recomiendo algo infalible, en serio. Repite una palabra o dos, como un
mantra, las que sean, yo que sé, piruleta azul, chicle de bola (¿se nota que me gustan las chuches?). Pero todo el rato,
piruletaazulpiruletaazulpiruletaazulpiruletaazulpiruleta azulpiruletaazulpiruletaazulpiruletaazulpiruletaazul, asi. La
primera semana cuesta, luego sale solo. Te sorprenderá la cantidad de energía que vas a acumular haciendo eso. Y por
fin, tu mente subconsciente, tu mente creativa podrá empezar a trabajar a tu favor.
Vamos Al Cine Todos Los Días

Las imágenes constituyen uno de los elementos a los que es muy receptiva la mente creativa. Por eso es una
herramienta en la que vamos a profundizar a continuación, y eso que ya la has aplicado a lo largo de la lectura de este
libro.

No voy a justificar la eficacia de las imágenes mentales pues se han escrito un gran número de libros sobre
esto. Yo sólo te voy a explicar cómo sacarle partido. No necesitas saber por qué funciona, ni cuáles son los fundamentos
biólogicos, para aplicarlo y que te funcione.

No obstante, daré algunos ejemplos. Con toda seguridad Rafa Nadal se imagina así mismo ganando. Y con toda
seguridad lo hace antes de cada uno de los partidos que juega. En deporte es muy fácil de imaginar ¿verdad? Hay
jugadores de baloncesto que entrenando el tiro libre sólo en sus mente consiguen mejorar su efectividad en esa destreza.
Los esquiadores de descenso o gigante también lo hacen, los corredores, en fin, cualquiera. Aunque hay otros muchos
campos en los que esto también se aplica y con resultados fabulosos (empresa, crecimiento personal), no voy a
extenderme. Si has entendido lo de los tiros libres es suficiente.

Incluso puedes hacer esto de prueba:


A lo mejor no has conseguido completar el ejercicio anterior porque es un poco costoso. Te propongo otro
mucho más sencillo: ¿sabes lo que sucedería si te metieras una rodaja de limón en la boca? Empezarías a salivar. Bien,
imagínatelo. Ya estás salivando ¿a que sí? Tu mente Creativa no distingue entre una situación imaginaria y una que es
real. Y hace que tu cuerpo reaccione exactamente igual en ambos casos. Alucinante ¿verdad?

Como siempre, vamos a ver cómo utilizamos esto a tu favor.

Para ello lo vamos a aplicar en dos sentidos: hacia delante y hacia atrás. Mejor dicho, hacia el futuro y hacia el
pasado.
Practica esto y tendrás a tu mente Creativa trabajando a tu favor 24 horas al día, 7 días a la semana.
Querido Guillermo,

Ahora ya entenderás mi insistencia, antes de que conciliaras el sueño, en hacerte repetir frases buenas sobre
ti. Es en ese momento, previo al sueño, en el que el subconsciente está más dócil y receptivo a los mensajes. Así,
noche tras noche, yo te decía soy bueno y tú habías de repetir: soy bueno; soy guapo, soy listo, soy decidido…y tú
repetías después de cada frase. Recuerdo que lo vi en una película impactante, De criadas y señoras, y desde ese día
decidí que mis hijos estarían expuestos a ese estímulo tan sutil pero tan efectivo.

Y cómo me conmoviste cuando, siendo tú más consciente de todo, me hacías repetir a mí también la letanía,
soy guapa,soy lista, soy fuerte…..soy importante. Algún día, tal vez, lo repitas con tus hijos, en una cadena que ya no
tenga fin.

Como te he dicho tantas y tantas veces mientras tú dormías…gracias por estar en mi vida.

mamá
Are You Happy?
Pregúntate si eres feliz…¿lo eres?

Si la respuesta es sí, sigue haciendo lo mismo que has hecho hasta ahora.

Si la respuesta es no, hazte esta pregunta (aunque te parezca tonta):

¿quieres serlo?

Si la respuesta es no, sigue haciendo lo mismo que has hecho hasta ahora.

Si la respuesta es ¡sí, quiero ser feliz! Entonces…

Entonces tendrás que cmabiar algo ¿no crees?

Te lo resumo en esta gran cita:


Capítulo 7

DOMINGO

Tengo Un Plan Para Ti

Sé que este capítulo es muy breve. Tal vez te decepcione. Pero su brevedad es intencionada. No necesitas más.
Incluso podría estar demás. Pues todo lo que necesitabas ya lo has aprendido. Confiar en ti debería ser suficiente. No
obstante sé que muchos agradeceréis un pequeño guión, un último empujón,una puesta en marcha. Un último ánimo.

Has recorrido un largo camino para llegar hasta aquí. Te has hecho poderoso. Has reflexionado sobre quién eres,
sobre lo que quieres alcanzar, has soñado, has explorado en tus limitaciones, mirándolas de frente, has aprendido a
utilizar tu mente Creativa para favorecerte. Eres valiente. Eres un explorador.

Pero ahora quiero que apliques todo esto a un objetivo concreto. Digamos que has aprendido a pasar ,a botar, a
defender, a tirar, a contraatacar. Pues ya sólo falta salir a jugar. Tu partido. El que nunca acaba. El que te tiene como
protagonista. Tu propia vida.

Para ello voy a proponerte algo, elige un objetivo, una meta, un sueño. Vas a ponerte a trabajar.

En primer lugar escríbelo. Descríbelo. Empléate a fondo. Y ponle fecha. Ha de ser un objetivo que sea lo
suficientemente grande como para que sea motivante, que te haga levantarte de la cama por las mañanas sin ninguna
pereza.

Aplica todo lo aprendido hasta ahora. Pregúntate para qué lo quieres alcanzar, qué te va a aportar, por qué es tan
importante para ti, por qué ese y no otro. Reflexiona sobre el precio a pagar por conseguirlo.

A continuación divídelo en pasos intermedios. Por ejemplo, si tu objetivo es a un año, escribe dónde debes estar
tres, seis y nueve meses antes de haber alcanzado tu objetivo.

Para hacer comestible tu plan, ahora divide cada una de las fases anteriores en tantos pasos como quieras,
cuantos más mejor. Tal vez te intimide la idea de subir una gran montaña, pero estoy segura de que puedes dar diez
pasos. Me gusta la frase: yo no corrí 42 kilometros, corrí 1 kilómetro 42 veces. Así, pareciera que cualquiera podría ser
capaz de correr una maratón. Y es que así es.

Dedica todos los días 1 minuto antes de dormmirte a imaginarte ya con el objetivo conseguido, celebrándolo. Ya
sabes, es tu sesión diaria de cine; y tú eliges la peli.

Haz un plan para esta próxima semana, en la que establezcas acciones que vas a llevar a cabo para acercarte a tu
objetivo.

Por último, toma acción. Hoy. Ya. No dejes pasar ni un solo día sin realizar al menos una acción que te haga
sentir que caminas hacia tu sueño. Tal vez no te sientas preparado. No importa. Haz algo. Aunque sea mal. Aunque sea
un error. No imaginas lo crucial de este paso. Te imagino rebatiéndome. Es mejor prepararse bien y luego empezar.
Estudiar, analizar y luego ponerse en marcha.

¡NO! Aunque te parezca absurdo, lo importante es ponerse en marcha. Lo primero. Tu forma de pensar es la
consecuencia de la forma de enseñar y aprender en la escuela. Ahí el error está muy mal visto. Te lo marcan en rojo y te
quitan puntos. Pero en la vida de verdad el bolígrafo rojo no existe. Sólo están los que caminan y los que no. Y los que
caminan, aunque sea despacio y a trompicones, siempre llegan. Has soñado leyendo este libro, tus mejores sueños, has
deseado alcanzar ese sueño, estoy segura. No dejes que todo se quede en eso. El deseo, aunque sea intenso, no es
suficiente. No detengas el proceso. Empieza ya.

No quieras saberlo todo.

Y la semana próxima, planifica la semana próxima. Poco a poco. Un paso cada vez.

Revisa cada cierto tiempo tu objetivo, comprueba si ha cambiado (esto es más frecuetne de lo que maginas y no
pasa nada si lo hace). Revisa también tus objetivos intermedios ¿a qué distancia estás de ellos?

En realidad aquí lo que importa es que cada uno de tus días, cada uno de tus pasos, tenga sentido. Que no haya
un solo día sin sentido. Si caminas en la dirección adecuada, tarde y temprano llegarás a tu destino final.

¿Y si fracasas? No existe el fracaso. Puedes reinterpretar el concepto de error, si lo deseas. Cuando no va como
te gustaría, cuando el resultado no es el esperado, se trata de una experiencia de la que aprender. Pregúntate qué has de
hacer diferente la próxima vez para conseguir lo que te habías propuesto. Y, a veces, el mayor de los fracasos es el
mayor de los maestros.
Y ¿qué pasará cuando las cosas se pongan feas? ¿cuál es el significado de los obstáculos? ¿tal vez que
no tienes que perseguir metas tan altas? ¿que es mejor poner los pies en el suelo? ¿o que ha llegado el
momento de ser realista?

Cada obstáculo puede ser visto como un motivo para abandonar o como una oortunidad de aprender,
de sacar lo mejor de ti. Si juegas en algún equipo del deporte que sea o practicas algún deporte entenderás
esto enseguida. ¿Con quién te gustaría batirte? ¿con un adversario mucho peor que tú? ¿o con un contrincante a
tu altura? ¿cuál de los dos sacará tu mejor juego, lo mejor de ti?
Y si realmente estás en el camino que deseas, levantarte y continuar, dedicarte a lo que te apasiona no será
ningún problema. Muchos te hablarán de esfuerzo pero es todo mentira. Al menos en parte. Sí tendrás que continuar,
perseverar, caerte y levantarte, dedicar mucho tiempo y muchas energías a tu meta. Eso sí. ¿Esfuerzo? Me parece que
últimamente se está usando mucho este término, sobre todo para hablar mal de vosotros, los jóvenes, que no sabéis
esforzaros. Pues yo os voy a decir algo que tal vez levante ampollas: os animo a que dejéis de esforzaros y comencéis a
apasionaros. Si os dedicáis a vuestra pasión haréis todo lo que tengáis que hacer sin que eso suponga un esfuerzo. Estoy
segura de que sabéis a qué me refiero. Dedícate a aquello que puedes estar horas y horas haciendo sin que te des ni
cuenta. Eso es el éxito.

Respecto al tiempo que te va a llevar alcanzar lo que deseas, recuerda lo que hablamos del efecto lupa, cuanto
más te concentres en algo más rápidamente te llegará el resultado. Pero si disfrutas del camino, de cada paso, del
paisaje, entonces la velocidad no tiene tanta relevancia.
Por último, celebra de vez en cuando los logros alcanzados, grandes o pequeños, no cometas el error de ser el
eterno insatisfecho. Celebra y agradece con los que tienes alrededor. Porque ¿sabes? Eso es la vida y toda su gloria. Te
deseo que bebas todas sus mieles.
Querido Guillermo,

Ojalá este libro compense todas las fallas en que he incurrido como madre. Me tranquiliza la convicción del
que he dado mi 100%. En ningún trabajo me he esforzado tanto como en el de ser madre. Ninguna tarea me ha sido
un desafío comparable. Me obligo ahora a decirme lo que tantas veces he repetido a mis alumnos: if I’m doing my
best…there’s nothing else I can do!!!

Estoy segura de que, con lo vivido y aprendido, unido a este libro, y sumado a tu propia guía interior, podrás
alcanzar cualquier sueño que te propongas. No obstante, la consecución de ningún sueño te colmará lo suficiente si
no encuentras el amor. Te deseo de corazón que vivas a fondo todas tus aventuras amando y siendo amado, pues no
hay vacío mayor que el de ese sueño incumplido.

Con amor y confianza

mamá
EPÍLOGO

Es cierto que este libro parece un poco propulsor del egoísmo. Está centrado en lo que tú quieres y deseas pero
¿y los demás? ¿y tus padres? ¿acaso no son importantes sus opiniones, sus sentimientos?

Creo que he explicado con suficiente claridad que si no eres feliz no podrás derramar felicidad sobre los demás.
Por eso es tan importante que cada in¡dividuo descubra cuál es su verdadero camino y lo recorra. Bajo esta perspectiva
la vida nunca será un fracaso. Y esto, querido lector, no todos los demás lo van a entender.
No obstante, me gustaría añadir algo antes de despedirnos. Pregúntate cómo se beneficia el mundo por el hecho
de que tú estés caminando hacia tu sueño. Pregúntate qué es lo que aportarás al mundo cuando lo consigas y lo que estás
aportando con cada paso que das. Pregúntate también cómo iluminas las vidas de los que te rodean con tu camino recién
elegido. Si no eres una luz para los demás replantéate tu meta. Pues siempre que una meta es verdadera, sirve de
inspiración para los demás. Nunca dejes de preguntarte cómo se benefician los demás de tu sueño y siempre te
mantendrás en el sendero dorado.

Como le dijo Deepak Chopra a sus hijos:

No quiero que os centréis en sacar las mejores notas ni en ir a las mejores universidades. Lo que quiero de
verdad es que os centréis en preguntaros a vosotros mismos cómo podéis servir a la humanidad, y en preguntaros a
vosotros mismos cuáles son vuestros talentos singulares. Porque tenéis un talento singular que no tiene nadie más, y
tenéis una manera especial de expresar ese talento y nadie más la tiene.

Imposible expresarlo mejor.

Déjame que te diga una última cosa. Si de verdad creyeras que lo vas a conseguir soltarías este libro y correrías
de alegría. Si no lo haces es porque aún no te crees capaz. Repite los ejercicios de autoconfianza y tus pelis mentales
hasta que te veas con el objetivo conseguido. Porque una vez que sabes que lo conseguirás nada podrá impedírtelo. Así
son las cosas.

Hace poco alguien me decía que alcanzar un sueño no es imposible pero es difícil. Si eres de los que piensa así
ya puedes quemar este libro. No te servirá de nada. Este libro, a estas alturas, no es para el que cree que puede, es para
el que sabe que lo va a lograr.

Ha sido un placer acompañarte.


Y la alegría lo llenó de la cabeza a los pies, alegría
de vivir y alegría de ser él mismo. Porque ahora
sabía otra vez quién era y de dónde era. Había
nacido de nuevo. Y lo mejor era que quería ser
precisamente quien era. Si hubiera tenido que elegir
una posibilidad entre todas, no hubiera elegido
ninguna otra. Porque ahora sabía: en el mundo hay
miles y miles de formas de alegría, pero en el fondo
todas son una sola: la alegría de poder amar. Eran
aspectos de una misma cosa.
Michael Ende

Вам также может понравиться