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EL USO DE LAS TIPOLOGÍAS DEL

MALTRATO: Potencialidades de la
investigación cualitativa en vejez

USING TYPOLOGIES OF ABUSIVE BEHAVIOR:


Potentialities of qualitative research in old age

Gabriel Guajardo1 y Verónica Cenitagoya2

Enviado: 11-6-16
Coregido: 30 -6-16
Aceptado: 11-7-16

• Resumen
Este artículo reflexiona sobre el uso de tipologías del maltrato en la inves-
tigación cualitativa en vejez a partir de un estudio sobre el maltrato en Chile
desde el discurso social de las personas mayores. La metodología es cualitativa:
cuatro grupos de discusión, cuatro grupos focales y ocho entrevistas individuales
entre los años 2012 y 2014 en la Región Metropolitana. Los resultados, mediante
un esquema analítico de tipo cruzado, identifican modos típicos del maltrato
hacia las personas mayores y se propone el concepto de trayectos de maltrato para
futuros estudios. Finalmente, se discute el uso de tipologías en la investigación
cualitativa de las violencias.
Palabras claves: tipología del maltrato, vejez, personas mayores, investigación
cualitativa, maltrato, violencias, trayectoria del maltrato, Chile.

• Abstract
This article is a reflection on the use of typologies of abuse in qualitative
research in old age from a study on abuse in Chile from the social discourse of
the elderly. The methodology is qualitative: 4 discussion groups, 4 focus groups
and 8 individual interviews between 2012 and 2014 in the Metropolitan Region.

1
Investigador asociado a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede académica de
Chile, FLACSO-Chile.

E-mail: gabriel.guajardo@flacsochile.org
2
Investigadora asociada a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede académica de
Chile, FLACSO-Chile.

E-mail: verónica.cenitagoya@flacsochile.org

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The results, using an analytical scheme cross type, enable to identify typical
modes of abuse towards the elderly and the concept “trajectory of abuse” is
proposed for future studies. Finally, the use of types in qualitative research of
violence is discussed.
Keywords: abuse typology, elderly, old age, qualitative research, abuse, vio-
lence, trajectory of abuse, Chile.

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Introducción reflexionar acerca de los alcances, limita-
ciones y potencialidades de las tipologías
La necesidad de profundizar en el co-
en la investigación cualitativa en este tema
nocimiento del maltrato hacia las personas
controversial, tabú u objeto de políticas,
mayores permite plantearse la revaloración
como son las violencias. Este ejemplo co-
y discusión de las tipologías para la investi-
rresponde a una tipología construida —y
gación cualitativa de ciencias sociales. Las
no tipos ideales— desde una investigación
tipologías en cuanto se tratan de un recurso
cualitativa sociohermenéutica o sociología
reflexivo, interpretativo y compresivo, con-
crítica del discurso (Ibáñez, 1979 y 1991),
tribuyen a establecer vínculos entre la teoría
por tanto, ligada a una epistemología cons-
y los conceptos con los datos, es decir, se
tructivista (Arnold, 2006) que se desliga de
construyen nexos entre el espacio de la
una ontología positivista o neopositivista.
teoría y el espacio empírico producido por
El concepto articulador del objeto de es-
las mediciones o cualificaciones.
tudio es el discurso social, donde se sitúan
A diferencia de los tipos ideales, en-
la producción de significaciones y sentidos
tendidos como un cuadro conceptual para
sociales sobre el tema del maltrato.
hacer comprensibles las relaciones sociales
En cada legislación se clasifican las
sin ser hipótesis de trabajo (Weber, 2006),
violencias, agresiones o maltratos que
los tipos construidos son puentes entre la
tipifican aquello que es una falta o delito
teoría y los datos empíricos relativamen-
y que abre las posibilidades para la acción
te no estructurados (Cohen & Gómez,
pública en este campo. Sin embargo, la
2011). Este último aspecto es un asunto
categorización y clasificaciones como
frecuente en investigación cualitativa ante
violencia por la ley, no necesariamente son
la potencial abundancia de materiales
definidas de esa misma forma por los acto-
orales, escritos o multimodales que se logra
res sociales y de ahí, con las consecuencias
reunir en un trabajo de campo, dada la
para su transformación, reproducción o
apertura necesaria que suponen las técnicas
recreación. Por ejemplo, la diferencia que
de investigación y su contextualización de
establecen las clasificaciones normativas
las personas que forman parte o colaboran
entre la violencia psicológica y económica
con una investigación.
al ser usadas en las prácticas sociales surge
En este artículo recurrimos a un ejem-
de las interrogantes hasta qué punto esa
plo de investigación empírica sobre el
distinción tiene sentido para los actores
discurso social del maltrato hacia las per-
sociales y cómo las articulan o no en su
sonas mayores en Chile, en particular en
cotidianidad, todo ello es parte del interés
la Región Metropolitana3, que nos permite
de este artículo.
3
La investigación mayor que produjo los
materiales orales que son analizados en este
artículo se encuentra publicada en: Guajar-
El concepto de discurso social
do, G. & Abusleme, M.T. (Ed.) (2014). El para el estudio del maltrato
maltrato hacia las personas mayores en la Re-
gión Metropolitana, Chile. Santiago de Chile: En este artículo, el concepto de dis-
SENAMA, FLACSO Chile. Disponible en:
curso social lo entenderemos, siguiendo
http://www.flacsoandes.edu.ec.

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a Angenot (2010), como un vector de te de los actores o a su teoría subjetiva de
ideas, representaciones e ideologías que los fenómenos sociales (Durkheim, 2007;
puede incluir todos los dispositivos y gé- Canales, 2012; Martuccelli, 2013).
neros semióticos susceptibles de funcionar La circulación discursiva, ya aludida,
como tales en una época y en un espacio se genera en las posibilidades o no de
social determinados (Lefevre, 2013). Sin articulación entre el plano de la produc-
embargo, la amplitud de este concepto ción y el plano de recepción de sentidos
comprende, a la vez, un límite a partir de y significados. Un sentido desde el plano
una hegemonía de lo pensable y lo decible de la producción no permite deducir sus
para los sujetos que son parte de un mo- efectos en las gramáticas de recepción. Este
mento histórico. Estos límites configuran desfase estructural entre la producción y
una “burbuja invisible” que no es puesta el reconocimiento, es decir, la idea de la
en cuestión u objeto de crítica al compar- no linealidad de la circulación discursiva
tir un mismo marco categorial de la vida exige la necesaria diferenciación de niveles
cotidiana (Mélich, 2014) y contar con las de observación (Verón, 1987, 1995 y 2004;
distinciones para delimitar la realidad, Bateson & Bateson, 2013) y un trabajo ar-
juzgarla y restarle ambigüedad a aquello queológico de los discursos allí registrados.
que se presente como singular o excep- Esto es, es necesario conocer cómo ha suce-
cional frente a esa hegemonía discursiva. dido que solo tales enunciados, que forman
Esta función de vector de los discursos esa “burbuja invisible” según la metáfora
sociales es propio de las sociedades com- de Angenot, hayan existido y no otros, sea
plejas occidentales, que se caracterizan por desde el prisma temporal de una época, un
una diferenciación creciente en campos período o acontecimiento (Foucault, 1987).
sociales con lógicas y capitales diversos que Es un trabajo no solo de una ruptura con
los agentes ponen en disputa (Bourdieu, aquello que la cultura cotidiana naturaliza
2007). En ese proceso de disputa o de lucha como clasificaciones o categorías para
de lugares existen muchas posiciones de conocer y por supuesto nombrar (Bou-
observación, donde no es posible indicar rdieu, Chamboredon, Passeron, 2008),
a ninguna como la mejor o más completa sino principalmente, con los fundamentos
al encontrarse las sociedades estructuradas de la verdad en Occidente basados en el
policontextualmente (Arnold, 2006). En isomorfismo entre ver y decir, entre cosa y
consecuencia, queda de manifiesto la au- representación (Foucault, 2012; Deleuze,
sencia de un único consenso o contrato so- 2013). La propuesta arqueológica, preci-
cial que regule legítimamente la circulación samente, trata de provocar una disyunción
de un sentido o su falta. Este consenso es ya entre lo que se ve y se logra enunciar como
un efecto de un discurso social que refiere discurso, para ello requiere reconstruir qué
a los modos variables de entender y valorar se dice, quién y para qué se dice desde la
que el grupo define como lo debido/ideal posición de sospecha de un texto cifrado
y obligatorio desde la interioridad moral (Ricoeur, 2007).
de los sujetos y que, no necesariamente,
corresponde a la intencionalidad conscien-

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cincuenta y tres personas mayores autova-
Metodología
lentes que consintieron colaborar volunta-
La investigación fue de carácter cuali- riamente con el estudio. El procedimiento
tativo con un enfoque sociohermenéutico de acceso y selección de participantes fue a
(Ibáñez, 1979 y 1991) e indiciario (Ginz- través de contactación directa con organi-
burg, C., 2008) de los discursos sociales. zaciones y grupos de adultos mayores de la
En ese marco se utilizó una estrategia de Región Metropolitana, que permitieron ac-
triangulación de técnicas de investigación ceder a sus miembros y a personas no par-
cualitativa, específicamente ocho entrevis- ticipantes. Además, se consideró esencial
tas individuales abiertas (Muchielli, 2001), la información disponible por el Servicio
cuatro grupos de discusión (Canales, 2006) Nacional del Adulto Mayor del Gobierno
y cuatro grupos focales (Morgan, 1990) de de Chile (SENAMA). En el estudio se con-
personas mayores según segmentos socioe- templó el traslado, ida y regreso al punto
conómicos medio-alto, medio, medio-bajo origen de las personas participantes en los
y bajo de la Región Metropolitana de Chile. grupos de conversación.

Técnica
cualitativa Grupo de discusión Grupo focal Entrevistas
grupo (5-10 personas) (6-10 personas) individuales abiertas
socioeconómico
Medio-alto 1 1 0
Medio 1 1 0
Medio-bajo 1 1 4
Bajo 1 1 4
Total 4 4 8

A los ocho grupos se les propuso como La investigación tuvo un seguimiento


tema de conversación grupal el siguiente ético desde sus fases previas a través del Co-
enunciado inicial: “El trato hacia las per- mité de Ética de la Facultad Latinoameri-
sonas mayores en la actualidad”. La mo- cana de Ciencias Sociales, FLACSO Chile,
deración fue de un tipo de escucha activa la validación de las organizaciones sociales
que buscaba concitar el interés, abriendo de adultos mayores, las oficinas de adultos
menciones y alusiones espontáneas. El mayores de los municipios colaboradores
moderador en todos los grupos fue el in- y del Servicio Nacional del Adulto Mayor.
vestigador responsable de la investigación. Se empleó un consentimiento informado
En el caso de las entrevistas individuales, escrito como instrumento de apoyo de la
se utilizaron pautas temáticas que incor- decisión de las personas participantes.
poraron el mismo enunciado para iniciar El registro de los diálogos grupales e
el diálogo. individuales se realizó a través de su audio
El trabajo de campo fue realizado entre para ser transcrito ortográficamente con
los años 2012 y 2014. En total, participaron un bajo grado de edición según las indi-

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caciones de Wood L. y Kroger R. (2000). a) Designa el maltrato hacia los vín-
La transcripción se considera como una culos y los afectos de las personas
primera etapa de análisis de la información. mayores.
El tipo de análisis cualitativo reconoce
tres momentos básicos (Ibáñez, 1979): En este ámbito se registran, especial-
construcción de la unidad de la situación mente, las formas de maltrato psicológico,
de enunciación del discurso grupal e indi- el abuso económico, la negligencia y el
vidual (principios de descomposición del abandono. El maltrato psicológico está
discurso en textos plurales y sus estruc- presente en todos los grupos socioeconó-
turas de los textos); evaluación teórica, micos, tanto en hombres como en mujeres.
y verificación sistémica y operatoria de En las descripciones del maltrato psico-
las construcciones discursivas. Estas tres lógico, las personas mayores reclaman ante
etapas consideran los niveles de análisis una doble carencia: por una parte, no se
nuclear (captación de los elementos de reconoce la singularidad de sus necesidades
verosimilitud en los niveles significantes, específicas, y por otra, denotan ausencia de
frástico, transfrástico y tópico); autónomo lo que podríamos denominar amor, expre-
(tipología de discursos) y synomo (nivel sado en el cariño, preocupación, atención
global del discurso). y dedicación de tiempo. Por ejemplo, en el
El análisis tipológico se basa en un grupo socioeconómico medio, las mujeres
esquema cruzado como forma de análisis dan cuenta de esta dimensión al señalar
cualitativo. Este esquema es entendido que el maltrato psicológico tiene que ver
como una herramienta metodológica- con los retos o reprensión, la sobrecarga
conceptual que permite la ubicación y la del trabajo doméstico y del cuidado de
oposición de conceptos a partir de una nietos, las agresiones verbales, y también,
combinatoria de tipo lógico (Corvalán, con el desinterés de los propios hijos, la in-
2011). visibilidad, la cosificación y la duda acerca
de la pertenencia a la misma familia. Este
Los sentidos del maltrato hacia último aspecto remite a una muerte social
las personas mayores que experimenta la persona al proponer
una duda acerca de la filiación al grupo de
El tema del maltrato hacia las personas parentesco y el cuestionamiento a su perte-
mayores, se configura desde el discurso nencia a un orden simbólico e imaginario
social como un asunto que es propio de sus de lo familiar. Este límite, que traspasa
diálogos cotidianos y discursos personales. la violencia al poner en duda el lugar de
El significante maltrato aglutina diferentes madre y, por ende, de sus propios hijos e
significaciones que, por asociación o des- hijas en el grupo, se liga implícitamente a
plazamiento, comprende tres ámbitos de un obstáculo para su lugar legítimo en la
sentido: memoria familiar.
En el discurso de las personas mayo-
res, lo económico no se delimita como
una esfera autónoma de las relaciones y

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afectos de las personas mayores con sus parte de una intimidad difícil de comuni-
familiares. En ese marco, el abuso patri- car. Esta opacidad del maltrato se liga a
monial no solo es un asunto de dinero o posiciones de enunciación que plantean
bienes. En las entrevistas abiertas del grupo una alteridad o lugar del otro, en otras
socioeconómico medio-alto, esta temática palabras, esas formas de maltrato refieren
no forma parte de los relatos personales, a otros sujetos y no forman parte de la
a diferencia de las conversaciones gru- experiencia cercana.
pales donde es motivo de expresiones de En las entrevistas se consignan relatos
dolor, emoción y sufrimiento de quienes de experiencias de maltrato físico en mu-
sostienen haberlo vivido. En los grupos jeres del grupo socioeconómico medio y
socioeconómicos medio y medio-bajo, los en hombres del grupo socioeconómico
relatos personales reconocen la existencia bajo. En ambos casos se origina y expresa
del abuso económico, pero se mantiene en como violencia en las relaciones de género.
reserva su ocurrencia ya que, generalmente, Igualmente, en las mujeres del grupo me-
sucede al interior de las familias: los hijos e dio se relata una historia conocida con un
hijas sustraen recursos, se apropian de las impacto emocional significativo.
pensiones, entre otros actos, todo motivo de
sufrimiento para los adultos mayores. En el c) El maltrato denominado societal o
grupo socioeconómico bajo no se consigna estructural se reconoce como ámbito
espontáneamente el abuso económico. del maltrato.
La negligencia y el abandono aparecen
íntimamente ligados en el discurso de los Se observan divergencias en las deter-
adultos mayores. En el grupo socioeconó- minaciones del maltrato al interior de las
mico medio-alto se trata de una experiencia familias. Sin embargo, ese tipo de maltrato
de otras personas, especialmente institu- forma parte de una esfera pública e institu-
cionalizadas y difundidas en los medios cional de sistemas sociales, especialmente
de comunicación. En el segmento medio, del sistema de salud y de transporte pú-
el abandono es signado familiarmente, los blico. En ambos sistemas se observan una
hijos abandonan a sus padres “cortando serie de actos que violentan a las personas
el parentesco” y en el grupo medio-bajo mayores.
y bajo, se significa como falta de compa- Este plano de significación corresponde
sión de los hijos o, genéricamente, de “la al de “la sociedad” como un nivel que surge
sociedad”. de un modo espontáneo. Exclusivamente
en los hombres del grupo socioeconómico
b) El maltrato refiere a la violencia que medio-alto, el maltrato es desvinculado
compromete la corporalidad y el de las condiciones socioeconómicas, o
cuerpo de la persona mayor. materiales de existencia, para ligarlo direc-
tamente a las dinámicas propias de cada
En este contexto, el maltrato físico y el familia. En los demás segmentos (medio,
abuso sexual aparecen difusos, descono- medio-bajo y bajo), se alude a cambios de
cidos, exteriores a su experiencia o como época que han significado modificaciones

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en los estilos de vida de las generaciones transparencia de la información y experien-
anteriores. Algunos elementos son, por cias de maltrato que se describen.
ejemplo, la extensión de la jornada laboral Adicionalmente, este tema convoca a
de los padres y madres, la velocidad del una configuración de la persona mayor en
tiempo social, la discriminación en los la situación del maltrato donde es posible
espacios de relación intergeneracional y reconocer la primacía de una posición
pública o la sensación de inutilidad para individual, tanto un “yo” íntimo como un
la sociedad. Un elemento presente en los “yo” más socializado. El tema del maltrato
segmentos medio y medio-bajo es la situa- tiende a disminuir las posibilidades de iden-
ción del mercado laboral en relación a las tificarse o dar cuenta de identidades colec-
barreras para el acceso y adaptación a las tivas públicas, de ahí que el grupo familiar
particularidades de los mayores, además de se releva como grupalidad íntima. En este
los bajos montos de las pensiones y jubila- marco, el sujeto del maltrato se observa en
ciones que no alcanzan para un adecuado un extremo en la cosificación y alienación
sostenimiento. del sujeto individual ante los actos que lo
violentan, para dejarlo en una posición de
El sujeto en el maltrato y el objeto. En el otro polo se encuentran las po-
régimen de visibilidad social sibilidades de autogobierno y del ejercicio
de sus derechos, donde la persona mayor
El maltrato hacia las personas mayores adquiere una densidad y complejidad en su
se desenvuelve en el discurso social en un membrecía ciudadana y familiar.
régimen de visibilidad que definirá, de un Así, al abordar el maltrato hacia este
modo particular, las fronteras entre un grupo etario, el discurso adulto mayor se
dominio de la vida pública y de la vida organiza según dos ejes de sentido:
privada, como también la ausencia de
visibilidad o no visibilidad del maltrato. • Del sujeto del maltrato con el código
En esta perspectiva, lo “privado” no se en- cosificación/autogobierno.
cuentra asimilado a lo individual y, corre- • Del régimen de visibilidad del maltrato
lativamente, lo “público” con lo colectivo, con el código secreto/transparencia.
sino que su forma y contenido dependen
del contexto desde el punto de vista socio- El binomio que configura al sujeto del
cultural (Landowski, 1993). maltrato se encuentra formado por la co-
Estas consideraciones son necesarias sificación y el autogobierno de la persona
para discutir los hallazgos del análisis del mayor. Las descripciones y valoraciones de
discurso social de las personas mayores. los adultos mayores respecto de su cosifi-
Así, el maltrato pondría, en las conver- cación lo sitúan críticamente en términos
saciones sociales y discursos personales, de un cuestionamiento del estatuto como
en tensión, por un parte, el secreto de la persona humana, especialmente en aque-
relación y acontecimientos ocurridos entre llos actos que ponen en peligro su vida y
quien es el agente del maltrato y la persona dignidad. En este contexto, se describen
maltratada y, por otra, el reconocimiento y situaciones de abandono como el estar

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“botado” como un objeto de desecho en sociales, lo que posibilita potencialmente
la vía pública o ser denigrado a través de su conocimiento. No obstante, los adultos
la exhibición sin ropas en la calle por el mayores se encuentran conscientes de la

Figura 1.
Ejes de sentido y valoración del sujeto del maltrato

- Malos tratos verbales: denominación - Condiciones materiales de vida no son


de “viejo”. determinantes en el maltrato.

- Invisibilidad familiar de la persona - La clase social se relaciona con la for-


mayor. taleza individual y el respeto. El rico es
débil respecto del pobre.
- Falta de poder en la toma de decisio-
nes familiares. - Los cuidados de los adultos mayores y
nietos varían según las clases sociales.
- Malos tratos de cuidadores.
- Vecinos pueden iniciar protección de
- Descuido en diversos grados. malos tratos físicos a los adultos mayo-
res.
- Pérdida del lugar al interior de la fa-
milia. - Algunas organizaciones acuden en
ayuda de adultos mayores en abandono.
- Abandono familiar.

- Problemas relacionales a partir del


dinero y la propiedad.

- Temores de potencial abandono fami-


liar.

- Miedo a ser víctima de robo.

- Conflictos en organizaciones vecina-


les.

- Insensibilidad de la comunidad ante el


abandono de personas mayores.

abandono familiar. En cambio, se reconoce barrera que significa la casa u hogar fami-
que hay adultos mayores, especialmente liar, donde se ocultan estos actos y no son
mujeres, que toman decisiones autónomas posibles su divulgación o denuncia. En este
ante las familias y amistades, como el vivir eje encontramos el binomio transparencia/
en soledad y en su propio hogar. secreto.
El eje “régimen de visibilidad social”
del maltrato refiere al conocimiento com-
partido y público de estos actos. Algunas
situaciones son experimentadas en la vía
pública o en instituciones y organizaciones

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Figura 2.
Ejes de sentido y valoración del régimen de visibilidad social del maltrato
hacia las personas mayores

Transparencia

- Situaciones vistas en los medios de comunicación social.

- Se atribuye a vecinos y conocidos lejanos.

- Develación de abuso sexual hacia las personas mayores en la comunidad.

- Transporte público pone en riesgo físico a las personas mayores.

- La infraestructura urbana presenta deficiencias que ponen en riesgo a los adultos


mayores.

- Discriminación como maltrato psicológico en los ámbitos laborales, instituciones


y el Estado.

- Pérdida de un lugar social como adulto mayor.

- Gran conflicto relacionado con el mercado laboral para el adulto mayor (bajos
montos de jubilación, falta de trabajo).

- Falta de leyes que permitan castigar el abandono y protejan al adulto mayor.

- Maltrato difuso en sus condiciones.

- Situación desconocida así como los hechos, sus autores o las víctimas.

- Posibilidad de existencia de abuso sexual en lo familiar.

- Acontecimientos propios de una esfera de intimidad no comunicable.

Campos típicos de sentido del maltrato autogobierno) y del régimen de visibilidad


hacia las personas mayores de estos actos (transparencia/secreto).
Los resultados del análisis del discurso Los códigos binarios que encierran
social de los adultos mayores indican que categorías polares plantean un aspecto fun-
la relación de las personas mayores con el damental para la lógica estructural: que los
maltrato no puede ser reducida a un solo “elementos codificados son comunicación
modo cultural y subjetivo de producción encapsulada, que bajo una forma codifica-
de sentido. Entonces, proponemos un da o simbólica refieren a una externalidad
esquema analítico de tipo cruzado, donde evidente y a una internalidad subyacente
los modos culturales y subjetivos de los o no consciente. La función del código es,
adultos mayores sobre el maltrato surgen precisamente, la de comunicar con efica-
de la distribución de las formas de configu- cia” (Corvalán, 2011: 257). El esquema
ración del sujeto del maltrato (cosificación/ se construye a partir del entrecruzamiento

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de los dos ejes de sentidos que serían Campo I: transparencia/
constitutivos del discurso del adulto mayor autogobierno
acerca del maltrato hacia este grupo etario,
El cuadrante I da cuenta de la relación
dando lugar a modos culturales y subjetivos
entre las prácticas de transparencia y el
básicos o tipos.

Figura 3.
Ejes y polos de los modos culturales y subjetivos típicos del maltrato
hacia las personas mayores

Transparencia

II I

Eje: Sujeto en (+,-) (+, +)


Cosificación Autogobierno
el maltrato

III IV

(-,-) (+,-)

Secreto

Eje: Régimen de visibili-


dad social del maltrato

ámbito del autogobierno del sujeto. En este


Los cuatro campos básicos o típicos
campo, las personas mayores se plantean
resultantes del entrecruzamiento de los
con el control de sus propias vidas y espa-
ejes de sentidos corresponden a una di-
cios domésticos donde se relacionan con
versidad de sentidos y valoraciones que se
las familias, amistades y participan de orga-
mezclan y fluyen en la conversación social
nizaciones sociales de adultos mayores. Un
de las personas mayores. Se trata de una
ejemplo es la decisión de vivir solos, sin la
combinatoria posible y que se erige desde
compañía de otras personas. Igualmente, es
el análisis cualitativo de las distinciones
un campo de sentidos donde la solidaridad
que construyen las personas mayores.
de las organizaciones de adultos mayores,
Se reconocen cuatro modos culturales y
grupos y personas actúa ante los hechos de
subjetivos típicos a partir del discurso del
maltrato. Un ejemplo son las acciones de
adulto mayor:
ayuda, cuidado e incluso de protección ante
malos tratos como el abandono.

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Sin embargo, existen construcciones expectativas esperadas del comportamiento
socioculturales que observan variaciones de los descendientes ante sus mayores.
en términos socioeconómicos. Una in- También este cuadrante comprende
terpretación registrada en los segmentos aquellas vivencias de miedo y temor ha-
bajos señala que la fortaleza individual y cia la calle por diversas causas, como la
el respeto varían según la ubicación en la inseguridad por la violencia callejera o el
estructura social, así el rico es más débil transporte público y los peligros físicos a los
frente al pobre. Otra interpretación que se que se exponen las personas mayores. En
observó en los segmentos medio-altos es la consecuencia, en este espacio de transpa-
ausencia de determinación socioeconómi- rencia/cosificación es posible experimentar
ca para una explicación acerca del maltrato maltrato psicológico físico y estructural.
hacia las personas mayores.
Campo III: secreto/cosificación
Campo II: transparencia/
Este cuadrante remite a las experiencias
cosificación
de maltrato hacia las personas mayores de
En el campo II, las personas mayores mayor secreto y donde se sospecha de su
se encuentran ubicadas en la posición de existencia, pero solo es recuperable desde el
objeto. En ese lugar, los adultos mayores discurso de mayor privacidad e intimidad.
relatan casos de personas “botadas en la En los relatos personales se da cuenta del
calle”, totalmente desprovistas de cuidados abuso sexual y físico que han vivido algu-
y apoyo de sus familiares. Se trata de un nas personas, pero en las conversaciones
hecho de conocimiento colectivo y donde sociales no es tematizado y lleva a un límite
todos pueden ver aquello que ocurre en la comprensión grupal.
términos de negligencia y abandono. El maltrato económico se ubica en este
El maltrato económico se ubica en este cuadrante al formar parte de uno de los
cuadrante al ser conocido por familiares, temas difíciles de poner en común y de
amistades o vecinos. Los hijos o hijas, y compartir con otras personas no familiares.
otros parientes, han hecho un uso indebido Los hijos o hijas, y otros parientes, han he-
de los bienes o del dinero de sus padres cho un mal uso de los bienes de las personas
mayores, que en algunos casos involucra mayores y han generado una ruptura en
su bienestar y condiciones de vida. En este los vínculos esperados entre progenitores
sentido, al observar personas “botadas en la y su descendencia. Un ejemplo son las re-
calle” es posible plantearse implícitamente ubicaciones de las madres o padres dentro
la ocurrencia de abuso económico efec- del hogar familiar, otrora propietario de
tuado por los hijos e hijas. No obstante, es pleno derecho, a pequeñas habitaciones o
un tema difícil de ser puesto en el discurso construcciones limitadas en espacio físico.
junto con las emociones, los sentimientos El maltrato psicológico y físico se expe-
de dolor, rabia e injusticia. Se quiebra un rimenta en este cuadrante. Ejemplos son los
ordenamiento familiar que no cumple las malos tratos verbales, la denominación de
“viejo” sin afecto, la invisibilidad familiar

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de la persona mayor, la falta de autono- plícitamente, pasan por su valía en cuanto
mía para tomar decisiones, malos tratos a utilidad se refiere.
de cuidadoras, el abandono familiar o el En las conversaciones sociales se proyecta
potencial temor al abandono. que es posible cambiar desde esta posición a
un lugar de menor reconocimiento y desliga-
Campo IV: secreto/autogobierno miento de los parientes. En esta perspectiva,
es una posición que se resiste a ser identifica-
En el campo del secreto/autogobierno da como “viejo” o a tener comportamientos
concurren aquellas experiencias de maltra- que respondan al estereotipo de vejez en una
to potencial, o cercano, debido a las lógicas cultura urbana. De ahí la reiteración en las
de valoración del adulto mayor centradas conversaciones sociales y relatos personales
en la utilidad o en las necesidades que a la ubicación del maltrato en otras perso-
puedan satisfacer. Es un cuadrante donde nas, o en otros espacios urbanos, pues el
se desenvuelven las personas mayores que propio maltrato es una condición de marca
intentan estar activas, que saben que su o estigma que se vincula con la identidad y
presencia y reconocimiento familiar, im- experiencia de ser “viejo”.

Figura 4. Ejes y polos de los modos culturales y subjetivos típicos del maltrato
hacia las personas mayores.

Transparencia

II
(+,-) I
Sujeto cosificado, experi- (+, +)
menta visiblemente malos Sujeto del parentesco
tratos psicológicos, físicos, y ciudadano enfrenta
estructurales, económicos visiblemente el mal-
y patrimoniales, además trato estructural y el
de vivir el abandono y la abandono.
negligencia.
Eje: Suje-
Cosifica- Autogo-
to en el
ción bierno
maltrato IV
III
(+,-)
(-,-)
Sujeto del parentesco
Sujeto cosificado experi-
que se sitúa en el se-
menta en secreto malos
creto ante potenciales
tratos psicológicos, físicos,
abandonos familiares,
estructurales, económicos
maltratos psicológicos.
y patrimoniales, además de
Resistencia a ser “vie-
abandono y negligencia.
jo” o adulto mayor.

Secreto
Eje: Régimen de visibilidad social del maltrato

De Familias y Terapias • Nro. 40 • Agosto 2016 • 59


Cada campo corresponde a un modo son cuatro modos: el autogobierno público,
cultural y subjetivo según los ejes de sen- cosificación pública, cosificación privada y
tido ya expuestos y cuya función desde autogobierno privado. Hemos modificado
el punto de vista analítico es doble, por la terminología empleada hasta el momen-
una parte poder describir e interpretar to en el código transparencia/secreto por
con mayor precisión las variaciones de las público/privado, conservando el sentido
violencias y, por otra parte, la construcción otorgado a ese código, pero con el fin de
de nuevas entidades conceptuales (López mejorar la comprensión más amplia de las
Roldán, 1998: 15). Los tipos construidos categorías.

Figura 5.
Ejes y polos de los modos culturales y subjetivos típicos del maltrato hacia las
personas mayores.

Transparencia

II I

(+,-) (+, +)

Cosificación Autogobier-
Eje: Sujeto pública no pública
en el mal- Cosificación Autogobierno
trato III IV

(-,-) (+,-)

Cosificación Autogobier-
privada no privado

Secreto

Eje: Régimen de visibilidad


social del maltrato

60 • De Familias y Terapias • Nro. 40 • Agosto 2016


El cruce de los modos típicos en supeditado al contexto histórico y social
la construcción de conceptos: los que los actores envejecientes puedan ela-
trayectos del maltrato borar. La investigación empírica puede dar
cuenta de la concreción histórica y socio-
El cruce de modos entrega una serie
cultural de estos trayectos del maltrato. En
de combinaciones posibles desde el punto
ese marco, los trayectos de maltrato a los
de vista lógico y estructural, donde los
adultos mayores pueden adquirir diferentes
límites se flexibilizan y es posible pensar
direcciones y valoraciones que ya fueron
nuevos nexos entre teoría e investigación
descritas en los cuatro modos típicos.
empírica. Al explorar las combinaciones
Hay trayectorias del fenómeno de la
posibles, encontramos dieciséis casilleros
violencia que involucran cambios de va-
que se exponen en la figura 6 y que nos
loraciones. Por ejemplo, el trayecto desde
han permitido proponer el concepto de
una situación negativa a una positiva, como
“trayectos del maltrato”.

Figura 6.
Trayectos de maltrato entre los modos culturales y subjetivos típicos

Trayectos del Autogobierno Cosificación Cosificación Autogobierno


maltrato público pública privada privado

Autogobierno
IaI I a II I a III I a IV
público

Cosificación pú-
II a I II a II II a III II a IV
blica

Cosificación III a III


III a I III a II III a IV
privada

Autogobierno
IV a I IV a II IV a III IV a IV
privado

ocurre de los campos IV a I o del III a II.


El concepto de trayectos del maltrato
En el primer caso, una persona mayor que
nos permite pensar desde una localización
teme al envejecimiento corporal lo integra
inicial en un modo típico de maltrato hacia
luego de una experiencia de crisis de salud,
otro modo, hasta en movimientos en el mis-
donde acepta el cambio. En el segundo,
mo sin lograr migrar hacia otro espacio (I
de la cosificación secreta a la cosificación
a I; II a II; III a III; IV a IV), densificando
pública, se observa en los maltratos institu-
experiencias de un modo de maltrato en
cionales cuando se hacen públicos por los
el tiempo. El juego de movimientos que
medios de comunicación.
pueden realizar entre los modos típicos está

De Familias y Terapias • Nro. 40 • Agosto 2016 • 61


Si pensamos, desde Chile en el año el contrario, los resultados del estudio
2016, los trayectos de maltrato que experi- son indicativos de que la construcción de
mentarían las personas mayores, los modos significaciones y sentidos sociales sobre
cruzados entre los cuadrantes representan el maltrato desde la propia visión de las
mayores dificultades de movimiento y personas mayores, pone en juego lógicas
únicamente son factibles en la medida que de interpretación que no necesariamente
hay una intervención pública o privada y son confluentes con las categorías y clasi-
no solo desde las propias personas mayores ficaciones institucionales.
involucradas. Por ejemplo, las posibilida- Una de las consecuencias de los hallaz-
des de logro de una intervención están gos obtenidos nos permite interrogarnos
supeditadas a que el diseño, implementa- sobre la pertinencia de una operacionaliza-
ción, ejecución y evaluación de la acción ción de conceptos derivados deductivamen-
sean capaces de recoger con flexibilidad te de modelos normativos de la violencia.
la complejidad de un fenómeno como el Este proceso analítico claramente surge
maltrato en las personas mayores según de la posibilidad de representar sin contra-
la intersección singular de marcadores de dicciones un fenómeno social y delimitar
clases sociales, género, discapacidades y categorías o más ampliamente, distinciones
dependencias, etnia/raza/color, territorios, nítidas al interior de un tema en la mayoría
entre otros. Hay trayectos de maltrato que de las veces orientadas hacia recomenda-
se sitúan en el ámbito de estigmas, creen- ciones de acción u originadas al calor de
cias y prácticas de exclusión social que el políticas o intervenciones (Garretón, 2011
movimiento de ese cuadrante al opuesto es y 2014; Garretón, Cruz & Espinoza, 2010).
improbable, por ejemplo desde los campos Esta aproximación deviene en resultados
III a I y II a IV. que dejan los sentidos sociales, trayectos
La definición de las trayectorias posibles del maltrato y sus expresiones sin conside-
del maltrato y las condiciones necesarias rar. Lo anterior redunda en acciones frag-
que se deben presentar para el logro de un mentadas que no permiten la articulación
movimiento constituyen una herramienta de diferentes esfuerzos y sectores que tienen
para desarrollar acciones flexibles a los que vincularse para abordar el fenómeno
modos socioculturales y subjetivos expre- del maltrato en la vejez.
sados en el discurso y prácticas sociales de La potencialidad que representa la
las personas envejeciente y su inclusión/ investigación cualitativa, basada en el dis-
exclusión social. curso social de las personas mayores, es
tanto develar los modos típicos de maltrato,
Discusión como también, permitir poner de manifies-
to el desplazamiento de significaciones en
El maltrato, al momento de ser someti- un régimen de visibilidad social, donde
do a las experiencias y sentidos de los colec- el sujeto en el maltrato adquiere diversos
tivos sociales, grupos o culturas, adquiere sentidos y valoraciones que lo localizan en
una complejidad mayor que los acuerdos el amplio campo de las violencias. En esa
convencionales sobre su significado. Por orientación hemos propuesto el concepto

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de trayectos del maltrato que pondrían en una clave interpretativa, constituyéndose
juego el movimiento de las polaridades una constelación de elementos, cada uno
cosificación/autogobierno del sujeto en de los cuales conserva la dicotomía entre
la violencia, en un régimen de visibilidad individuo/sociedad.
social con su polaridad transparencia/ Estas perspectivas se expresan en los
secreto. programas teórico-metodológicos del in-
Una de las limitaciones que se observa dividualismo metodológico y el holismo
al momento de emplear el análisis de tipo metodológico (Corcuff, 2013) que poseen
cruzado es que los resultados se encuadran una larga historia en las ciencias sociales,
en el significante maltrato y no violencia. con variados escollos para dar cuenta de
Este asunto es una determinante para sociedades complejas y los fenómenos que
justamente la reformulación o reflexión se observan en sus diversas formas y planos
de conceptos, que son englobantes del de diferenciación que ameritan investiga-
maltrato desde el punto de vista teórico, ción empírica.
nos llevarían a pensar acerca de la violencia
e incluso pluralizar su campo semántico. Referencias
Además, esta limitación tiene relación con
Alonso, L.E. (1998). La mirada cualitativa en socio-
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clásicos. Santiago de Chile: LOM Edicio-
que la componen y de ahí la generalización
nes.
acerca de la sociedad, y por otra parte, ________ (Comp.) (2014a). Investigación social.
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De Familias y Terapias • Nro. 40 • Agosto 2016 • 63


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