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Oaxaca se ubica dentro de los 10 estados con mayor índice de suicidios.

Ocupa el primer lugar en ahorcamiento en jóvenes y niños, informó el


doctor Ángel Arturo Martínez Martínez, director del Hospital Psiquiátrico
Cruz del Sur.

En la entidad va en aumento el número de suicidios. En días pasados, dos


mujeres se quitaron la vida lanzándose desde el puente peatonal localizado
en el Periférico, a la altura del Mercado de Abasto.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el


comportamiento de los suicidios en 2014, por entidad federativa los
estados que mostraron mayor tasa de suicidios por cada 100 mil
habitantes, fueron: Campeche, 10.2, Aguascalientes 8.6, Chihuahua 8.4 y
Yucatán 8.4.

Oaxaca 3.4, Morelos 2.8 y Guerrero 2.1, presentaron las tasas más bajas.

El INEGI señala que las muertes por suicidio se dan mayormente en edades
jóvenes, cuatro de cada 10 (40.2 por ciento) se encontraban en el grupo de
15 a 29 años.

Los suicidios ocurridos y registrados en 2014, últimas cifras que ofrece el


INEGI, 80. 2 por ciento fueron consumados por hombres y 19. 8 por ciento
por mujeres, lo que significa que ocurren cuatro casos en hombres por cada
uno de mujer.

La sobre mortalidad masculina prevalece en cada uno de los grupos de


edad, sin embargo, en el grupo de adolescentes y jóvenes de 10 a 19
años, la proporción de mujeres es mayor que entre los grupos de edad más
avanzada.

En 2014, el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación se ubica como el


principal método utilizado en la población que se suicida, 78.9 por ciento.
Por sexo, el porcentaje corresponde a 80, 7 por ciento hombres y 71.7 por
ciento de mujeres.

En el caso de los hombres, el disparo con arma es el segundo método más


empleado, 9.7 por ciento; mientras que para las mujeres el
envenenamiento con diversas sustancias, 20.6 por ciento.

Martínez Martínez sostuvo que el actual estilo de vida está provocando


esta situación, porque cada vez tenemos más problemas de competencia,
“pues todos buscamos tener el mejor carro, la mejor casa, el mejor celular,
nos estamos fijando metas materiales muy altas, es un cambio que se está
dando en la “generación sin rostro”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo, define como salud mental


el bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen
funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y,
en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales
para la convivencia, el trabajo y la recreación.

Comentó que antes de los años sesenta, no habían cambios tan


vertiginosos como se dan actualmente “nuestros padres nos heredaban sus
juguetes, la ropa era la misma, después de los sesenta vino el boom,
aparece la pastilla anticonceptiva, el movimiento social hippie, un proceso
evolutivo de competencia con la tecnología que se da en forma
impresionante, cuando los niños nunca imaginamos el celular o la
computadora.

La competencia lleva a la depresión y ansiedad, insistió.

La esquizofrenia,
en primer lugar
Los trastornos mentales más comunes son los psicóticos, dentro de estos la
esquizofrenia ocupa el primer lugar, siguiéndole los trastornos de ansiedad
que generan discapacidad pues pueden presentar crisis de pánico que
limita el desempeño laboral y la vida cotidiana, el tercer lugar lo ocupa la
depresión que se incrementa rápidamente, indicó el entrevistado.

En 2020, agregó, la depresión va a ocupar el primer lugar de los trastornos


incapacitantes, por arriba de la hipertensión y diabetes, como consecuencia
de los actuales estilos de vida.

Es un padecimiento altamente incapacitante, porque se ha visto que


quienes la padecen tienen serias dificultades para acudir al trabajo o
realizar algunas actividades cotidianas.

Los trastornos por el uso de sustancias (drogas), va escalando día a día


ubicándose en cuarto lugar.

La situación de drogas, sobre todo en la población más vulnerable que son


los adolescentes, está marcando una situación difícil, advirtió.

El primer contacto de los adictos son los Centros de Atención Primaria en


Adicciones (CAPA) cuando llegan al hospital ya son presa de psicosis,
alucinaciones, delirio, convulsiones y trastorno mental, detalló.

Estos trastornos no son curables, “es una generación de jóvenes que se


están yendo a un deterioro permanente. Es la generación que va a atender
la industria, el mando del país”, comentó.

A pesar de que las adicciones se incrementan de forma alarmante, en


Oaxaca poco se hace en relación a estas, aseguró.
“Es una enfermedad crónica, en salud metal no se habla de curaciones,
tampoco de enfermedad, se habla de trastornos, y los trastornos no tienen
curación”.

Por otra parte, dijo que los trabajadores que vivieron en Estados Unidos, y
regresan a sus comunidades ya no encajan en las situaciones precarias y
en los problemas económicos fuertes, lo que provoca que caigan en
depresión.

El entorno en que vive el paciente está generando que pierda el temor a la


muerte, a los niños se les educa con la muerte desde los videojuegos, en la
televisión donde se presenta tanta violencia, se muestra a la muerte como
un episodio básico, para ellos es muy fácil tomar una decisión y
autoagredirse, van al suicidio, precisó.

Indicó que los conceptos de salud mental son nuevos, y se lucha contra la
sensación mágica que tienen los pacientes cuando llegan al hospital,
“porque ya fueron a ver al brujo, les hicieron una limpia, lo curaron de
susto o lo levantaron”, lo que da lugar a que los pacientes lleguen con la
enfermedad avanzada, pareciera que la enfermedad mental es exclusiva de
la gente que vive en la ciudad, pero no es así también está en las
poblaciones.

Las estadísticas hablan que las comunidades tienen la misma cantidad de


enfermos mentales que las urbes.
México., 9 de septiembre de 2015.- Después de las agresiones violentas y los accidentes viales,
el suicidio es la tercera causa de muerte entre adolescentes, no obstante, se puede prevenir en
muchos casos, señaló la psicóloga María Emilia Lucio Gómez-Maqueo.

La académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México


(UNAM) recomendó a las madres y padres estar al pendiente ante señales de alarma como los
cambios en el estado de ánimo en las y los jóvenes.

Por ejemplo si una persona que era muy sociable de repente se encierra y no quiere hablar con
nadie o si regala sus cosas más preciadas, son indicadores de que algo anda mal y debe ser
tomado en cuenta, dijo la especialista en una entrevista.

Aseguró que dormir mucho puede significar que el adolescente está deprimido, por lo que no
siempre se le debería atribuir a la flojera esta situación. Otro signo puede ser el consumo de
drogas y alcohol por parte del joven.

Además, otro signo de alarma es cuando el niño o el adolescente hablan mucho sobre la muerte,
por lo que es necesario que los padres hablen y escuchen al menor para saber por qué toca ese
tema.

Pero en caso de que los padres no quieran hablar con sus hijas e hijos sobre este tema, hay que
buscar ayuda de especialistas, aconsejó Lucio Gómez-Maqueo, con motivo del Día Mundial
para la Prevención del Suicidio que se conmemorará este jueves.

La psicóloga resaltó la importancia de prestar atención a los adolescentes, pues muchos de los
que se suicidaron pidieron ayuda en su momento pero los padres o las personas a su alrededor
no les hicieron caso.
De ahí que sea un mito que quien se suicida nunca lo haya dicho antes, pues “se ha visto que las
personas que dicen que ya no quieren seguir viviendo, llegan a suicidarse”, agregó.

Entre los factores para que una persona adolescente se suicide destaca una personalidad
impulsiva, tendencia a la depresión y una actitud de rebeldía, mencionó la psicóloga.

También, cuando las y los jóvenes tienen problemas familiares, una desilusión amorosa o mala
relación con las madres y padres o sentir que nunca van a satisfacer las expectativas de ellos,
abundó.

Además, la violencia social y familiar, y no tener satisfechas las necesidades básicas, son otros
factores vinculados al suicidio en los adolescentes.

De acuerdo con un estudio hecho por el Instituto Nacional de Psiquiatría publicado en 2011, el
5.2 por ciento de los adolescentes entre 12 a 14 años pensaron en el suicidio. Mientras que de
los 15 a los 17 años, el 7.59 por ciento también lo hizo.

En cuanto a las tasas de suicidio consumado entre los 15 a 19 años van de 2.2 a 4.9 por ciento,
siendo los hombres los que tienden más a realizar este acto, refirió la psicóloga.

Los métodos más usados para quitarse la vida en los hombres es el ahorcamiento, las armas de
fuego y las lesiones auto infligidas como los cortes. En contraste, las mujeres emplean más el
exceso de medicamentos y el envenenamiento.

Sin embargo, ahora se comienza a ver en las mujeres el uso de métodos más violentos para
suicidarse, alertó la especialista, quien agregó que la mayoría de los jóvenes comete este acto
en su casa.

Lucio Gómez-Maqueo dijo que no todos dejan un mensaje escrito, porque a veces el suicidio va
dirigido contra la familia, por algún resentimiento, problema o porque se sienten impotentes.

Para la especialista, la escena no siempre es un mensaje ya que a veces el adolescente usa lo


que tenía a la mano y porque algunos de ellos cometen el acto de manera impulsiva.
“No es que pensaran suicidarse, pero tenían tendencia depresiva, que al tomar alguna droga o
alcohol los impulsa a decidir quitarse la vida sin planearlo”, expuso.

Otros, en cambio, llevan tiempo pensándolo. En ese sentido, Lucio Gómez-Maqueo detalló que
el suicidio tiene varios pasos, el primero es la ideación, el segundo es la planeación y al final el
acto.

Comentó que es común que las personas que intentaron suicidarse tengan una profunda
desesperanza.

“La gente piensa que no tiene caso seguir viviendo, que no tiene esperanza de mejorar, que su
vida es muy desagradable”, subrayó.

Suicidio y pensamientos suicidas


 Síntomas y causas
 Diagnóstico y tratamiento
 Médicos y departamentos
 Atención en Mayo Clinic

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Descripción general

El suicidio, ponerle fin a tu propia vida, es una reacción trágica a situaciones de


vida estresantes; más trágica aún porque el suicidio puede prevenirse. Si estás
pensando en suicidarte o conoces a alguien que esté teniendo sentimientos
suicidas, aprende a identificar los signos de advertencia del suicidio y a
comunicarte para buscar ayuda y tratamiento profesional de inmediato. Puedes
salvar una vida; la tuya o la de otro.

Puede parecer que tus problemas no tienen solución y que el suicidio es la única
forma de poner fin al dolor. Pero hay algunas medidas que puedes tomar para
mantenerte a salvo y volver a disfrutar de la vida.

Para ayuda inmediata


Si piensas que puedes intentar suicidarte, obtén ayuda ahora:

 Llama de inmediato al 911 o al número de emergencia local.

 Llama a un número telefónico de línea directa de asistencia al suicida. Si


estás en los Estados Unidos, llama a National Suicide Prevention Lifeline
(Línea Nacional de Prevención del Suicidio) al 1-800-273-TALK (1-800-273-
8255) en cualquier momento del día. Utiliza el mismo número telefónico y
presiona “1” para comunicarte con Veterans Crisis Line (Línea de Crisis para
Veteranos).

Síntomas

Los signos que advierten sobre el suicidio o los pensamientos suicidas incluyen lo
siguiente:

 Hablar acerca del suicidio, por ejemplo, con dichos como “me voy a suicidar”,
“desearía estar muerto” o “desearía no haber nacido”

 Obtener los medios para quitarse la vida, por ejemplo, al comprar un arma o
almacenar pastillas

 Aislarse de la sociedad y querer estar solo

 Tener cambios de humor, como euforia un día y desazón profunda el


siguiente

 Preocuparse por la muerte, por morir o por la violencia

 Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación

 Aumentar el consumo de drogas o bebidas alcohólicas

 Cambiar la rutina normal, incluidos los patrones de alimentación y sueño

 Hacer actividades arriesgadas o autodestructivas, como consumir drogas o


manejar de manera negligente

 Regalar las pertenencias o poner los asuntos personales en orden cuando no


hay otra explicación lógica para hacerlo

 Despedirse de las personas como si no se las fuera a ver de nuevo


 Manifestar cambios de personalidad o sentirse extremadamente ansioso o
agitado, en especial cuando se tienen algunos de los signos de advertencia
que se mencionaron con anterioridad

Los signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar de persona a


persona. Algunos dejan en claro sus intenciones mientras que otros guardan en
secreto sus pensamientos y sentimientos suicidas.

Cuándo debes consultar con un médico

Si tienes pensamientos suicidas, pero no estás pensando en hacerte daño a ti


mismo en lo inmediato:

 Acércate a un amigo cercano o un ser querido, aunque sea difícil hablar


sobre tus sentimientos

 Comunícate con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad


religiosa

 Llama a la línea directa de asistencia al suicida

 Programa una consulta con tu médico, un profesional de salud mental u otro


profesional de atención médica

Los pensamientos suicidas no desaparecen por sí solos, así que busca ayuda.

Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Causas

Los pensamientos suicidas pueden tener distintas causas. Con mayor frecuencia,
los pensamientos suicidas pueden ser el resultado de sentimientos que no puedes
afrontar cuando se presenta una situación abrumadora en tu vida. Si crees que no
hay esperanzas en el futuro, puede que pienses, equivocadamente, que el suicidio
es una solución. Es posible que experimentes una especie de estrechez de criterio
donde, en medio de una crisis, sientas que el suicidio es la única salida.
También puede existir una propensión genética al suicidio. Las personas que
cometen suicidio o que tienen pensamientos o conductas suicidas suelen tener
antecedentes familiares de suicidio.

Factores de riesgo

Aunque los intentos de suicidio son más frecuentes entre las mujeres, los hombres
son más propensos a completar el suicidio ya que tienden a usar métodos más
letales, como las armas de fuego.

Tal vez corras más riesgos de suicidarte en los siguientes casos:

 Si ya has intentado suicidarte antes

 Si te sientes desesperanzado, inútil, agitado, aislado de la sociedad o solo

 Si te sucede una situación estresante, como la pérdida de un ser querido, el


servicio militar, una separación o problemas financieros o legales

 Si tienes un problema de consumo de sustancias; el abuso del alcohol y las


drogas puede empeorar los pensamientos suicidas y hacerte sentir lo
suficientemente temerario o impulsivo como para actuar en función de tus
pensamientos

 Si tienes pensamientos suicidas y tienes acceso a armas de fuego en tu


hogar

 Si tienes un trastorno psiquiátrico no diagnosticado, como depresión grave,


trastorno de estrés postraumático o trastorno bipolar

 Si tienes antecedentes familiares de trastornos mentales, abuso de


sustancias, suicidio o violencia (que incluye abuso sexual o físico)

 Si tienes una enfermedad que se puede asociar con la depresión y los


pensamientos suicidas, como una enfermedad crónica, dolor crónico o una
enfermedad terminal

 Si eres lesbiana, gay, bisexual o transgénero y no encuentras apoyo en la


familia o estás expuesto a un entorno hostil

Niños y adolescentes
El suicidio en niños y adolescentes se produce como consecuencia de
acontecimientos estresantes de la vida. Lo que una persona joven percibe como
algo grave e insuperable, a un adulto puede parecerle leve, por ejemplo, los
problemas en la escuela o la pérdida de una amistad. En algunos casos, un niño o
un adolescente puede tener pensamientos suicidas debido a determinadas
circunstancias de la vida sobre las que no quiere hablar, entre ellas:

 Tener un trastorno psiquiátrico, como depresión

 La pérdida o un conflicto que involucre a amigos o a familiares cercanos

 Antecedentes de maltrato físico o abuso sexual

 Problemas de alcoholismo o drogadicción

 Problemas físicos o médicos, por ejemplo, quedar embarazada o tener una


infección de transmisión sexual

 Ser víctima de hostigamiento

 Sentir incertidumbre acerca de la orientación sexual

 Leer o escuchar la historia de un suicidio o haber conocido a un compañero


que se haya suicidado

Si estás preocupado por un amigo o un familiar, preguntarle sobre sus


pensamientos e intenciones suicidas es la mejor manera de identificar el riesgo.

Asesinato y suicidio

En casos poco frecuentes, existe el riesgo de que la persona con intención suicida
mate a otros y después atente contra su propia vida. Esto se conoce como
“homicidio-suicidio” o “asesinato-suicidio”, y algunos de los factores de riesgo son
los siguientes:

 Antecedentes de conflictos con el cónyuge o con la pareja

 Problemas familiares de naturaleza legal o financiera por los que se esté


pasando

 Antecedentes de problemas de salud mental, en particular la depresión


 Abuso de alcohol y drogas

 Acceso a armas de fuego

Consumo de antidepresivos y mayor riesgo de suicidio

En general, la mayoría de los antidepresivos son seguros, pero la Administración


de Alimentos y Medicamentos exige que todos los antidepresivos tengan
advertencias de recuadro negro, la advertencia más estricta para los
medicamentos recetados. En algunos casos, niños, adolescentes y adultos
menores a 25 años pueden presentar un incremento de comportamientos y
pensamientos suicidas si consumen antidepresivos, especialmente durante las
primeras semanas o cuando se modifica la dosis.

Sin embargo, recuerda que es más probable que los antidepresivos reduzcan los
pensamientos suicidas a largo plazo, ya que mejoran el estado de ánimo.

Prevención del suicidio en adolescentes


Busca ayuda: Prevención del suicidio en adolescentes

Complicaciones

Los pensamientos suicidas y los intentos de suicidio dejan una huella emocional.
Por ejemplo, los pensamientos suicidas pueden consumirte al punto de que no
puedas desenvolverte en tu vida cotidiana. Y si bien los intentos de suicidio son
actos impulsivos durante momentos de crisis, pueden dejar como secuela lesiones
permanentes y graves, como insuficiencia orgánica o daño cerebral.

Los que quedan atrás después de un suicidio, las personas llamadas


«sobrevivientes del suicidio», con frecuencia experimentan dolor, ira, depresión y
culpa.

Prevención

Para ayudarte a evitar pensar en el suicidio:


 Busca el tratamiento que necesites. Si no tratas la causa de fondo, es
posible que los pensamientos suicidas regresen. Aunque puedas sentirte
avergonzado de buscar tratamiento para problemas de salud mental, el
tratamiento adecuado para la depresión, el abuso de sustancias u otro
problema de fondo te hará sentirte mejor acerca de la vida y ayudará a
mantenerte a salvo.

 Crea una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser difícil,
y es posible que tus amigos y familiares no comprendan completamente por
qué te sientes de ese modo. Procura conectarte con ellos de todas formas, y
asegúrate de que las personas que se preocupan por ti sepan lo que está
sucediendo y estén a tu lado cuando las necesites. También es
recomendable que busques ayuda en la comunidad religiosa, en grupos de
apoyo o en otros recursos disponibles en tu comunidad. Sentirte conectado y
contenido puede ayudar a reducir el riesgo de suicidio.

 Recuerda que los sentimientos suicidas son temporales. Si te sientes


desesperanzado o sientes que seguir viviendo no vale la pena, recuerda que
el tratamiento puede ayudarte a recuperar la perspectiva y a mejorar tu vida.
Tómalo con calma y no actúes impulsivamente.

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