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CORROSIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE ACERO

CORROSIÓN. GENERALIDADES

El acero es una aleación o combinación de hierro y carbono (alrededor de 0,05%


hasta menos de un 2%), aunque a veces se agregan otros componentes para darle otras
características. Ya que es básicamente hierro altamente refinado, su fabricación
comienza con la reducción de hierro, produciéndose el arrabio, el cual se convierte más
tarde en acero.
El hierro puro, por tanto, es uno de los elementos del acero y no se encuentra
libre en la naturaleza ya que reacciona con facilidad con el oxígeno del aire para formar
óxido de hierro (herrumbre). Por tanto, las estructuras de este tipo se ven afectadas por
la corrosión, o formación de herrumbre, pudiendo dar lugar a su destrucción.

Podemos encontrar distintos tipos de acero destinados a la construcción. Según


la norma UNE 36001, que clasifica las aleaciones con la serie F, correspondiéndole a
los aceros las series F100 a F700, los más usados son:

→ Aceros al carbono (F110), la más genérica de todas

→ Aceros aleados de temple y revenido (F120) soportan grandes


esfuerzos

→ Aceros para rodamientos (F130), su alto contenido en Cromo los hace


resistentes al rozamiento

→ Aceros para muelles (F140), presentan una elevada elasticidad

→ Aceros de cementación (F150), se emplean en la construcción de


engranajes por su resistencia y tenacidad

→ Aceros de nitruración y cianuración (F170), son duros por fuera y


tenaces por dentro

La corrosión, sería la interacción de un metal con el medio que lo rodea,


produciendo el deterioro de sus propiedades tanto físicas como químicas. Se crean dos
zonas, la anódica, donde se produce la disolución del metal (corrosión) y la catódica,
donde el metal permanece inmune.

Podemos clasificar la corrosión:

- Según el Medio:

→ Química: reacciones producidas por la acción del medio ambiente (agua,


ambientes marinos, gases industriales,etc.). Las estructuras expuestas a estos
ambientes sufren los efectos corrosivos debido a la acción de cloruros, que son
arrastrados por el viento y depositados en el acero, que con ciclos alternados de
humedad posibilitan la reacción de celdas galvánicas.
→ Electroquímica: en un mismo metal hay áreas de diferente potencial eléctrico.
La corrosión no se distribuye de manera uniforme sobre la superficie del hierro,
sino que queda localizada en determinadas zonas (ánodos) de las que fluye una
corriente eléctrica hacia las zonas protegidas (cátodos), al darse corrientes
eléctricas entre dos zonas del material con diferentes potenciales. Este tipo de
corrosión es la más peligrosa.

- Según la Forma:

→ Corrosión uniforme: la corrosión química o electroquímica actúa


uniformemente sobre toda la superficie del metal.
→ Corrosión localizada: se produce en algunos sectores del metal, es la más
peligrosa.
→ Corrosión intergranular: se produce en los límites del metal, ocasiona
pérdidas de resistencia del material. Común en aceros inoxidables.
→ Corrosión por picadura: se producen hoyos o agujeros por agentes químicos.
Se puede encontrar en la superficie del metal y se presenta como túneles
pequeños y a escala microscópica.
→ Corrosión por esfuerzo: producida por los esfuerzos externos a la que se es
sometido el material. También puede ser causado por esfuerzos internos,
producidos por remaches, pernos.
→ Corrosión por fatiga: pérdida de la capacidad del metal para resistir los
esfuerzos, rompe la película de óxido produciendo una mayor exposición.
→ Corrosión por fricción: se produce por el roce entre dos metales produciendo
así un daño material de los metales. El calor de la fricción elimina el óxido.
→ Corrosión selectiva: proceso donde es eliminado un elemento debido a una
interacción química (ejemplos más conocidos: desincificación, grafítica)
→ Corrosión bajo tensión: ocurre cuando el metal es sometido a la acción de
tensiones, aparece como fisuras.
→ Corrosión-erosión: causada por un tipo de corrosión y abrasión (causados
generalmente por líquidos y gases).
→ Corrosión atmosférica. Producida por una acción agresiva por el ambiente
sobre los metales (efecto simultáneo del aire y el agua).
→ Corrosión galvánica: ocurre cuando metales diferentes entran en contacto,
ambos metales poseen potenciales eléctricos diferentes lo cual favorece la
aparición del un metal como ánodo y otro como cátodo, a mayor diferencia de
potencial el material con más activo será el ánodo (efectos superficie).

DESCRIPCIÓN DE LOS DAÑOS

→ Coloración. La herrumbre presenta varias coloraciones que van desde el rojo


intenso hasta el café rojizo. Inicialmente la herrumbre es un fino granulado, pero
a medida que transcurre el tiempo se convierte en pequeñas escamas.
→ Exfoliaciones. El ataque tiene lugar a lo largo de bordes de grano alargados en
la dirección de laminación con lo que el ataque se localiza en capas paralelas a la
superficie. Si se forman productos de corrosión voluminosos se produce el
hinchado y rotura de capas.
→ Disminución de resistencia
→ Aumento de tensiones
→ Roturas revestimientos-fábricas
→ Roturas material

ORIGEN

Los factores que intervienen en la corrosión del acero y que van a provocar y/o
agravar la misma, son:

→ Aire y humedad: causantes de la oxidación y posterior corrosión del acero.


→ Presencia de ácidos diluidos y soluciones salinas: aumentan la velocidad de
oxidación.
→ Compuestos sulfurados de los humos procedentes de la combustión: intensifican
la oxidación.
→ Deshechos animales: se considera un tipo especial de ataque químico que puede
llegar a ser muy severo.
→ Algunos materiales, como el mortero de cal tierno y el mortero de yeso atacan
vivamente al hierro.
→ Por la diferencia de potencial en áreas de un mismo metal, debido a la capa de
óxido remanente propia del proceso de laminación del acero o por las diferencias
en el oxígeno disuelto en el agua u otro electrolito.
PREVENCIÓN DE DAÑOS

Mejorar La Resistencia A La Corrosión Del Acero

Consiste en proteger el acero mediante la aplicación de una capa protectora de


otro metal más resistente (como zinc o zinc y aluminio) mediante procesos por
inmersión en caliente (las piezas individuales o la lámina continua pasan por cuba de
zinc fundido, previo proceso de limpieza, lavado, decapado y pasivado),
electrodeposición (una corriente eléctrica aporta el zinc desde ánodos hacia la plancha
que actúa como cátodo) o metalización (aplicación mediante pistolas de proyección de
partículas fundidas de zinc).
Cuando se trata de materiales gruesos o de piezas y estructuras, se debe aplicar
la galvanización por inmersión en caliente en potes o tinas o a la metalización.
Las chapas galvanizadas (protegidas con zinc) o del tipo galvalume (también
conocido como zinc-aluminio) son de uso muy difundido en bajos espesores,
especialmente en soluciones de revestimientos, cubiertas, placas colaborantes , en que el
recubrimiento es aplicado sobre bobinas de acero al carbono laminadas en frío por
ambas caras mediante el proceso de inmersión en caliente. En el caso de las chapas
galvanizadas la capa de protección es zinc. El galvalume (Aluzinc y/o zincalum según
país y nombre comercial) está recubierto en ambas caras por una capa de aleación de
Aluminio-Zinc de composición nominal: Aluminio 55%, Zinc 42% y Silicio 1.6%, en
que el el Zinc aporta la protección galvánica y el Aluminio aporta la resistencia a largo
plazo, proporcionándole una alta resistencia a la corrosión.

Instalar barrera entre el acero y el medio

Consiste en la aplicación de un revestimiento no metálico y mal conductor de la


electricidad sobre la superficie a proteger de forma de, efectivamente, aislar el contacto
entre el acero y las condiciones de humedad y oxígeno que gatillan el proceso de
corrosión. Esta forma de protección depende de la naturaleza del revestimiento, de su
porosidad y de la adherencia que logra con la superficie de acero. Algunas de las
soluciones típicas para diferentes tipos de usos son:

→ Protección de maquinaria: Oleo, grasa, aceites, parafina


→ Ductos y estanques en contacto con el suelo: Betunes, asfaltos y alquitranes
→ Orgánicos: Plásticos, PVC, epóxicos, teflón
→ Inorgánicos: Vidrio, cerámica y hormigón
→ Pinturas

Reducir la acción corrosiva del medio

Actuar sobre el medio y no sobre el acero se logra mediante procesos de


desaireación del agua (eliminación de aire disuelto en el agua) o la aplicación de
inhibidores de corrosión en medios acuosos.
La protección contra la corrosión no sólo deberá evitar posibles corrosiones
(presencia de pares galvánicos, medios agresivos específicos, etc.) que habrá que
analizar durante la fase de proyecto, sino que deberá reducir también las velocidades de
corrosión.

Aplicación de protección.

En general, hablamos de sistema de protección al referirnos al conjunto de


acciones que involucran la protección de una estructura metálica contra la corrosión,
incluyendo el tipo de superficie, el análisis del ambiente a la que estará expuesta, las
condiciones de servicio o de trabajo, las posibilidades de acceso a los lugares a proteger,
la preparación de la superficie, el esquema de protección o pintura, y el método de
aplicación. Se debe mencionar, además en todo sistema de protección, los controles de
calidad y el mantenimiento que se deberá considerar en la vida útil de la estructura.
La protección mediante galvanoplastía (metalización, electrodespositación o
inmersión en caliente) es generalmente considerada la solución más adecuada para
condiciones de alto riesgo de corrosión por su durabilidad, sin embargo, existen
diversas soluciones de protección que dependerán en gran medida de las condiciones de
exposición y de servicio a las que estarán expuestas las estructuras de acero.
El cuadro siguiente presenta algunas de las resinas o aglutinantes de uso más
frecuente y las propiedades que los caracterizan. Como se puede observar, los distintos
aglutinantes tienen propiedades específicas que los pueden hacer más recomendables
que otros según las condiciones a las que estará expuesta la estructura.
Hay que mencionar, además, que existen también los sistemas o soluciones
mixtas, como el tratamiento de prepintado que se aplica sobre planchas de zincalum
(típicamente en planchas de revestimientos, cubiertas y planchas aisladas) o los
denominados sistemas dúplex, aplicados sobre estructuras galvanizadas por inmersión
en caliente o por metalización.

• Pinturas

Las pinturas están conformadas básicamente por tres componentes que son: el
vehículo (resinas - no volátiles; disolventes - volátiles), los pigmentos y los aditivos.
Las resinas son las formadoras de película y son el componente más importante
y le dan el nombre a las pinturas (pinturas de caucho clorado, epóxicas, poliuretano,
etc.). Actúan como aglomerante de los pigmentos, y afectan sus propiedades
(impermeabilidad, flexibilidad, continuidad secado, etc.).
El pigmento está formado por partículas en suspensión y le dan el color a la
pintura. Para la protección de estructuras metálicas son importantes los pigmentos que
le otorgan características anticorrosivas a la pintura, como el azarcón (oxido de plomo -
color naranja), cromato de zinc (color amarillo de zinc), cromato de plomo (color
naranjo pero menos efectivo que el óxido de plomo), entre otros.
Los aditivos se agregan en pequeñas cantidades y le dan propiedades específicas
a la pintura (secantes, etc.)
Los disolventes son líquidos volátiles que reducen la viscosidad de las resinas y
permiten mejorar la uniformidad de la capa de pintura, controlar el secado, siendo
además, importante en la limpieza de los instrumentos de aplicación.
Las pinturas actúan a través de diferentes mecanismos en la protección de la
superficie del acero:

→ Protección por barrera: aún sin tener pigmentos inhibidores de corrosión como
los mencionados arriba, la pintura actúa como una barrera mecánica que permite
aislar la superficie de acero del medio ambiente. La permeabilidad al vapor de
agua es una variable importante, siendo las pinturas de caucho clorado las más
impermeables y las alquídicas las de menor impermeabilidad.
→ Protección anódica: mediante pigmentos anticorrosivos sumados a la protección
por barrera ofrecen una solución eficiente.
→ Protección catódica: utilizando un pigmento en base a zinc en polvo se fabrican
pinturas ricas en zinc, también llamadas galvanización en frío, que con altos
contenidos de zinc y logrando un contacto efectivo entre las partículas de zinc y
el acero base, actúa como ánodo.

Las principales resinas utilizadas en la protección de estructuras de acero son:

→ Resinas de Caucho Clorado: es una resina mono-componente resistente a ácidos,


álcalis y sales, a agentes oxidantes, a la humedad y al desarrollo de hongos, aunque
es termoplástica, por lo que no debe aplicarse a elementos expuestos a
temperaturas superiores a los 70ºC.
→ Resinas Vinílicas: son resinas de secado rápido que se conocen usualmente como
látex y se fabrican en base a acetato de vinilo (PVA) o cloruro de vinilo (PVC) o
ambos, logrando una excelente resistencia química, especialmente a los álcalis.
→ Resinas Alquídicas: conocidas usualmente como esmalte o primer sintético, son
más permeables y menos resistentes que las anteriores. Cuando se modifican con
aceites y vegetales dan origen a nueva resina de mayor adherencia y flexibilidad.
→ Resinas Acrílicas: son mono-componentes en base a disolventes orgánicos o agua,
también conocidos como látex, tienen en el último tiempo, aplicación sobre aceros
al carbono gracias al desarrollo de aditivos y pigmentos que los protegen. Resisten
bien la corrosión y el intemperismo. Son inodoras, por lo que se prestan para su
aplicación en recintos como hospitales o industrias alimenticias.
→ Resinas Epóxicas: en su gran mayoría son bi-componentes y presentan una alta
resistencia química y física, y muy buena flexibilidad y dureza. Al sol pierden su
brillo volviéndose opacas (por pulverización o “chalking”). Muy usadas en
mantenimiento industrial, equipos portuarios y marinos como “primers” para
recibir una terminación en poliuretano. Existen también en base agua, apropiadas
para la industria alimenticia.
→ Resinas de Poliuretano: pinturas en base a resinas de poliuretano se usan en forma
de esmaltes y barnices como una forma de terminación con una muy buena
resistencia a la intemperie, y gran dureza, flexibilidad y brillo. Muy usadas sobre
bases epóxicas en aeronáutica, marina, obras industriales y en grandes estructuras.
→ Resinas de Etil-Silicato: son bi-componentes en base de aluminio o zinc, sirven
como acabados resistentes a altas temperaturas (hasta 600ºC) pero no resisten
ácidos o álcalis. Se usa en pintura de chimeneas, ductos calientes, hornos y
calderas. También como fondo en esquemas de pintura de plataformas marinas.
• Galvanización y metalización

En términos generales consiste en el recubrimiento de las superficies de acero


con zinc fundido. Si la aplicación se hace mediante proyección de partículas fundidas
hablamos de metalización, que es una excelente forma de lograr recubrimientos de altos
espesores (entre 100 y 250µm). El proceso de galvanización por inmersión en caliente
consiste en, previo tratamiento de la superficie de acero, sumergir las piezas en tinas de
zinc fundido a aproximadamente 450ºC. El procedimiento logra una unión metalúrgica
entre el hierro y el zinc, formando varias capas en que varía la proporción de la aleación
de ambos metales. Es un revestimiento de gran resistencia a la corrosión, tanto por la
protección catódica que otorga como por la protección de barrera. Los espesores
dependen del tiempo de inmersión y varían entre 25µm para chapas planas y entre 75 y
125µm para piezas no planas de acero. En el diseño de una solución que ha de recibir
una protección por galvanización en caliente se deben observar algunos aspectos
importantes:

→ Es conveniente conocer las limitaciones de tamaño de las cubas de galvanizado


disponibles en las plantas de galvanizado por inmersión en caliente en la región del
proyecto, ya que determinan las dimensiones máximas de las piezas a galvanizar
(para mejorar esta limitación existe la posibilidad de hacer galvanizados por doble
inmersión, bañando primero un extremo y luego el opuesto de la pieza).
→ Asimismo, es conveniente considerar que las conexiones de piezas galvanizadas
por inmersión en caliente se ejecuten mediante pernos a fin de evitar soldaduras
que, por la temperatura de fusión relativamente menor del zinc, dañen esta
protección. En todo caso, existe la posibilidad de aplicar protecciones en frío
(pinturas ricas en zinc) en las zonas afectadas.
→ Se deben evitar cantos y ángulos muertos.
→ Se debe asegurar el escurrimiento del zinc fundido, mediante perforaciones y
destajes en las zonas más críticas.
→ En el caso de tubos o elementos cerrados, se debe perforar el extremo opuesto a la
zona de inmersión inicial, a fin de permitir la liberación de los gases que se
acumulan en el proceso.

REPARACIÓN DE DAÑOS

Las reparaciones por oxidación o corrosión se realizarán mediante la sustitución


de elementos que han tenido pérdidas en el área de su sección, mediante reemplazo de
remaches y pernos, en su caso, o eliminación de las zonas deterioradas del
recubrimiento mediante la preparación de la base y una adecuada ejecución del
recubrimiento, de esta forma se evitará el contacto de las estructuras de acero con el
oxígeno y la humedad, y la entrada de agua al interior.
Investigue, amplié e ilustre el informe con relación a las causas, efectos y corrección
del fenómeno de degradación de elementos estructurales de madera.

MADERA.

Según norma IRAM, se define la madera como el material de estructura compleja y de


carácter anisótropo que forma el tejido leñoso del árbol abatido, es decir
fisiológicamente inactivo. Se considera madera a los fustes, raíces y ramas de los
árboles desprovistos de su corteza.

Descripción del árbol

Constituido esencialmente por las raíces, el fuste o tronco y la copa donde se


encuentran las ramas y hojas.
Una vez transformado el árbol en madera, llamamos rollizo primario al fuste y
rollizo secundario a los obtenidos de las ramas más gruesas.
Según una sección normal al eje del fuste podemos diferenciar:
Corteza exterior: material blanco y esponjoso fácilmente putrescible. Tiene
como objetivo la defensa del árbol a los ataques exteriores (climáticos o animales).
Corteza interior: recibe las sustancias nutritivas, las almacena y forma la
sustancia orgánica de crecimiento. Muy putrescible.
Cambium: zona submicroscópica donde se efectúa el cambio de las sustancias
químicas y se produce la generación de las células y por consiguiente el crecimiento del
árbol.
Tejido leñoso: se divide en dos zonas: la albura (constituye el tejido por donde
circulan las sustancias que alimentan al árbol) y el duramen o corazón (constituye la
zona resistente del árbol cumpliendo la función de columna vertebral).
Medula: prácticamente en coincidencia con el eje del fuste, constituido por
tejido blando y esponjoso que no cumple ninguna función en el árbol.
Propiedades de la madera.

Propiedades básicas

Independientemente de la especie, la madera puede ser considerada como un


material biológico, anisotrópico e higroscópico.
Es un material biológico, ya que está compuesto principalmente por moléculas
de celulosa y lignina. Siendo madera elaborada, puede ser biodegradada por el ataque de
hongos e insectos taladradores, como son las termitas.
Por ello, a diferencia de otros materiales inorgánicos (ladrillo, acero y hormigón,
entre otros), la madera debe tener una serie de consideraciones de orden técnico que
garanticen su durabilidad en el tiempo.
La madera es un material anisotrópico. Según sea el plano o dirección que se
considere respecto a la dirección longitudinal de sus fibras y anillos de crecimiento, el
comportamiento tanto físico como mecánico del material, presenta resultados dispares y
diferenciados. Para tener una idea de cómo se comporta, la madera resiste entre 20 y
200 veces más en el sentido del eje del árbol, que en el sentido transversal.
Debido a este comportamiento estructural tan desigual, se ha hecho necesario
establecer:
→ Eje tangencial
→ Eje radial y
→ Eje axial o longitudinal.

El eje tangencial, como su nombre lo indica, es tangente a los anillos de


crecimiento y perpendicular al eje longitudinal de la pieza
.
El eje radial es perpendicular a los anillos de crecimiento y al eje longitudinal.

El eje longitudinal es paralelo a la dirección de las fibras y por ende, al eje


longitudinal del tronco. Forma una perpendicular respecto al plano formado por los ejes
tangencial y radial

La madera es un material higroscópico. Tiene la capacidad de captar y ceder


humedad en su medio, proceso que depende de la temperatura y humedad relativa del
ambiente. Este comportamiento es el que determina y provoca cambios dimensionales y
deformaciones en la madera.

Propiedades físicas
Generalmente se denomina propiedades físicas a aquellas que determinan su
comportamiento ante los factores que intervienen en el medio ambiente natural, sin que
éste actúe química o mecánicamente sobre su estructura interna. Por su parte, se
considera que las propiedades mecánicas son aquellas que indican su comportamiento
resistente y elástico bajo la acción de cargas o solicitaciones exteriores.

Contenido de humedad.
La estructura de la madera almacena una importante cantidad de humedad. Esta
se encuentra como agua ligada (savia embebida) en las paredes celulares y como agua
libre, en el interior de las cavidades celulares.
Para determinar la humedad en la madera, se establece una relación entre masa
de agua contenida en una pieza y masa de la pieza anhidra, expresada en porcentaje. A
este cociente se le conoce como contenido de humedad.
100
% ℎ =
á
Donde

= ℎ −
Cuando el agua libre ha sido entregada al ambiente, permaneciendo con agua
sólo las paredes celulares.
A este punto de humedad se le denomina punto de saturación de la fibra (PSF).

Cuando la madera tiene un contenido de humedad bajo (el punto de saturación


de las fibras es menor al 30%), se habla de madera seca. Sin embargo, para ser utilizada
como material de construcción, y específicamente con fines estructurales, el contenido
de humedad debe ser inferior al 15%.
La importancia del punto de saturación de las fibras deriva del hecho que a partir
del mismo, el agua perdida es extraída de las paredes y por lo tanto, las modifica,
produciendo alteraciones tanto de las dimensiones como del comportamiento resistente
y elástico de las piezas. Es decir que en la medida que disminuye el contenido de
humedad por debajo del punto de saturación, se produce una reducción de las
dimensiones y un aumento (en general) de la resistencia y rigidez de la madera.
Otra consideración acerca de la importancia del contenido de humedad es la
referente a la influencia que este tiene sobre la durabilidad de la madera. En efecto,
cuando el mismo es bajo, la degradación por ataques biológicos casi no se produce.

Densidad de la madera
En la madera, por ser higroscópica, la masa y el volumen varían con el
contenido de humedad; por lo que resulta importante expresar la condición bajo la cual
se obtiene la densidad. Esta es una de las características físicas más importantes, ya que
está directamente relacionada con las propiedades mecánicas y durabilidad de la
madera.

Contracción y expansión de la madera.


El secado de la madera por debajo del punto de saturación de la fibra, provoca
pérdida de agua en las paredes celulares, lo que a su vez produce contracción de la
madera. Cuando esto ocurre se dice que la madera “trabaja”.
Las dimensiones de la madera comienzan a disminuir en los tres ejes
anteriormente descritos: tangencial, radial y longitudinal.
A la contracción tangencial le sigue la radial, con menos efecto, pero
significativo en la deformación de la pieza.
La contracción longitudinal es prácticamente despreciable en madera utilizada
con fines estructurales.
La contracción por secado provoca deformaciones en la madera. Sin embargo
con un adecuado método, los efectos son beneficiosos sobre las propiedades físicas y
mecánicas de la madera.

Propiedades eléctricas.
La madera anhidra es un excelente aislante eléctrico, propiedad que decae a
medida que aumenta el contenido de humedad.

Propiedades acústicas
La madera, como material de construcción, cumple un rol acústico importante en
habitaciones y aislación de edificios, ya que tiene la capacidad de amortiguar las
vibraciones sonoras. Su estructura celular porosa transforma la energía sonora en
calórica, debido al roce y resistencia viscosa del medio, evitando de esta forma
transmitir vibraciones a grandes distancias.

Propiedades térmicas.
El calor en la madera depende de la conductividad térmica y de su calor
específico.
La combinación de estos dos aspectos hace de la madera un material que absorbe
calor muy lentamente.
La alta resistencia que ofrece la madera al paso del calor, la convierte en un buen
aislante térmico y en un material resistente a la acción del fuego.
La madera, al igual que otros materiales, se dilata o contrae al aumentar o
disminuir la temperatura, pero su efecto es bastante menor, sin ser despreciable, en
valores que representan
1/3 del acero y 1/6 del aluminio, aproximadamente.

Propiedades mecánicas
Las propiedades mecánicas de la madera determinan la capacidad o aptitud para
resistir fuerzas externas.
Se entiende por fuerza externa cualquier solicitación que, actuando
exteriormente, altere su tamaño, dimensión o la deforme.
El conocimiento de las propiedades mecánicas de la madera se obtiene a través
de la experimentación, mediante ensayos que se aplican al material, y que determinan
los diferentes valores de esfuerzos a los que puede estar sometida.

Patología y protección de la madera en servicio.

Los factores que afectan a la madera por el hecho de ser materia orgánica,
susceptible al ataque de seres vivos que pueden provocar su total degradación, a la
acción de agentes bióticos que pueden destruirla o degradarla y al tratamiento necesario
en función de los requerimientos de durabilidad a que vaya a estar expuesta la madera
en servicio o encastillada para ser montada y formar parte de una estructura.
Por estas razones, la imagen generalizada que se tiene de la madera es de un
material poco durable. La verdad es que sólo en parte se puede afirmar que es así, ya
que si se analiza que frente al oxígeno del aire la madera no reacciona, como sucede con
los metales que se oxidan, o que es muy poco sensible a la luz que degrada los plásticos,
se puede concluir que la madera es prácticamente inalterable por los agentes físicos del
medio ambiente.
Por otro lado, con respecto a la presencia de insectos y hongos (agentes
bióticos), la madera no es susceptible de ser atacada en todas las condiciones, existen
soluciones arquitectónicas que permiten evitarlo, entre otras formas.
La idea de durabilidad que se tiene de otros materiales es difícil compararla con
la de la madera. Si bien la madera se degrada, se debe tener presente en qué condiciones
esto ocurre, ya que existen un sinnúmero de protectores que garantizan su durabilidad.

AGENTES BIÓTICOS
DESTRUCTORES DE LA MADERA.

La degradación de la madera se puede deber a diferentes causas y es importante


saber en cada caso, el principal agente causante de dicha degradación, lo que permitirá
elegir el modo de proteger la madera.

Causas biológicas:
Para que los agentes biológicos se desarrollen y subsistan se requiere que existan
ciertas condiciones como son:
→ Fuente de material alimenticio para su nutrición.
→ Temperatura para su desarrollo. El intervalo de temperatura es de 3º a
50º, siendo el óptimo alrededor de los 37 ºC.
→ Humedad entre el 20 % y el 140 %, para que la madera pueda ser
susceptible de ataques de hongos. Por debajo del 20 %, el hongo no puede
desarrollarse y por sobre 140 % de humedad, no existe el suficiente oxígeno
para que pueda vivir.
→ Una fuente de oxígeno suficiente para la subsistencia de los micro-
organismos. Al existir las condiciones descritas, el ataque biológico es factible
que ocurra, pudiendo producir alteraciones de importancia en la resistencia
mecánica de la madera o en su aspecto exterior.

Hongos cromógenos.
Se caracterizan por alimentarse de las células vivas de la madera.
El efecto importante que producen es un cambio de coloración, la madera toma
un color azulado, pero en general no afecta a su resistencia, dado que no altera la pared
celular.
Según lo expuesto, una madera azulada no debería depreciarse más que por su
aspecto, pero la realidad es que el hecho de presentar dicha coloración, es signo de que
la madera ha estado expuesta a condiciones favorables para el desarrollo de hongos de
pudrición, y si bien todavía no es visible su ataque, probablemente éste se ha producido
en alguna medida.

Hongos de pudrición.
En este caso los hongos se alimentan de la pared celular, causando una severa
pérdida de resistencia, impidiendo cualquier tipo de aplicación, ya que la madera puede
desintegrarse por la simple presión de los dedos.
En un ataque de pudrición se suelen desarrollar muchos tipos de hongos, cada
uno de los cuales actúa en un determinado intervalo de degradación, dependiendo si el
hongo se alimentó de la lignina o de la celulosa.
La pudrición blanca es causada por hongos que se alimentan de la lignina,
dejando la celulosa de color blanco.
En este caso la madera se rompe en fibras, por lo que también se denomina
pudrición fibrosa.
La pudrición parda es causada por hongos que se alimentan de la celulosa
dejando la lignina, caracterizada por su color pardo. La madera se desgrana en cubos,
por lo que también se le conoce como pudrición cúbica.

Pieza de madera atacada por hongo de pudrición.


Mohos.
Son hongos que tienen una apariencia de algodón fino. La extensión de estos
depende fundamentalmente de la temperatura y de una humedad abundante. Afectan a
la madera en su aspecto superficial y se pueden eliminar cepillando la pieza, no causan
daños a la resistencia ni a otras propiedades.
Si no se eliminan oportunamente puede que la pieza de madera sea fácilmente
atacada por hongos de pudrición, ya que el crecimiento de mohos estimula su
desarrollo.

Insectos.
Existe una gran cantidad de insectos que usan la madera para reproducirse y
vivir y se alimentan de la celulosa que ésta contiene. El daño se produce debido a que
sus larvas, orugas y adultos abren galerías en la madera para obtener alimento y
protección. Dentro de estos insectos figuran los siguientes:
→ Coleópteros
Los coleópteros xilófagos pueden ser agrupados en tres categorías:
a) Insectos que requieren un contenido de humedad en la madera mayor al 20%,
siendo la familia más importante los Cerambícidos, cuyas larvas se alimentan de
almidón, azucares y substancias albuminoideas de la madera. La mayoría ataca a
los árboles en pie y un número reducido de especies invade la madera que se
encuentra encastillada, tanto de coníferas como latifoliadas.

Insecto cerambícido que ataca la madera.


b) Insectos que atacan maderas parcialmente secas (menos del 18 % de humedad),
siendo la albura habitualmente la zona afectada. A este grupo pertenecen los
Líctidos, que se caracterizan porque las larvas se alimentan del almidón
contenido en la pared celular, para lo cual practican galerías de alrededor de 1
mm de diámetro, destruyendo la madera y dejando tras de sí un aserrín muy
fino. No atacan a las coníferas, solamente a las latifoliadas.

El líctido sólo ataca latifoliadas.

c) Insectos que atacan a las maderas secas, tanto coníferas como latifoliadas, y que
pertenecen a la familia de los Anóbidos, comúnmente llamados Carcoma, que se
alimentan a expensas de la celulosa y lignina.

El anóbido se alimenta de celulosa y lignina.

Su tamaño es relativamente pequeño, con una longitud desde 2,5 mm hasta 8,5
mm y practica galerías de unos 2 a 3 mm de diámetro, dejando tras de sí un aserrín un
poco menos fino que el de los Líctidos.

Termitas
Son los ataques de estos insectos los que pueden causar mayores daños a la
estructura de madera de una vivienda.
Las obreras se dirigen a la zona donde existe celulosa para alimentarse,
construyendo galerías por el interior del suelo, y por muros exteriores, las que pueden
llegar a medir centenares de metros.
Son capaces de introducirse entre los cimientos, sobrecimientos, radieres y
muros de las edificaciones taladrando el hormigón, aprovechando las grietas, las
cañerías y ductos que atraviesan estas estructuras o practicando galerías exteriores a
base de una argamasa extraordinariamente dura.
Las colonias están conformadas por distintas castas como son las reproductoras,
soldados y obreras, estas últimas son las que buscan el alimento celulósico y alimentan
al resto de la colonia.
Las obreras desarrollan galerías en dirección de la fibra, dejándolas libres de
aserrín, dado que todos los días deben volver a su termitero. Las huellas de ataque son
tubos de barro, sin embargo, es usual ver el daño sólo cuando la madera falla por falta
de resistencia. Estos insectos requieren de humedad para poder vivir, elementos que se
encuentran en el suelo y las áreas húmedas de la estructura, pero atacan maderas secas.

AGENTES ABIÓTICOS DE DESTRUCCIÓN


O DEGRADACIÓN DE LA MADERA.

Degradación por la luz

El espectro ultravioleta de la luz descompone la celulosa de la madera


produciendo su degradación.
La acción de la luz es lenta y a medida que trascurre el tiempo la degradación no
aumenta, dado que los primeros milímetros afectados sirven de protección al resto.
Así, los efectos de la luz se hacen visibles entre el primer y el séptimo año y la
madera cambia de color, oscureciéndose o aclarándose, según el grado de exposición en
que se encuentre. La degradación afecta los primeros milímetros de la madera, con
mayor intensidad las zonas de primavera que las de otoño, y más la albura que el
duramen.
La degradación por la luz es más rápida si se combina con el deslavado que
puede producir la lluvia, que arrastra la celulosa descompuesta de la superficie,
produciendo la degradación denominada “madera meteorizada”.
El espectro infrarrojo afecta en la medida que calienta la madera, aumentando su
incidencia cuanto mayor sea su exposición al sol y más oscura sea. Este calor puede
producir secado y con ello merma de la madera, y por ende, agrietamientos en dirección
de las vetas por las cuales penetra la humedad, favoreciendo la invasión de los hongos
xilófagos.

Humedad atmosférica.

La humedad atmosférica produce deterioro por los repetidos cambios de


dimensiones que se producen en las capas superficiales de las piezas que se encuentran
a la intemperie.
Cabe recordar que la madera es una sustancia higroscópica, influida por los
cambios de las condiciones de humedad atmosférica, produciéndose absorción de agua
en las superficies que quedan expuestas, hinchándose con clima húmedo y lluvioso y
contrayéndose en los períodos de sequía.
En todo caso, la penetración de agua por las razones expuestas es relativamente
lenta y no se producen cambios en el contenido de humedad o en el volumen de la
pieza, siempre que no haya una condición especial, en que el estado de humedad o
sequedad se exceda de lo normal. Se puede concluir que el daño esperado se concentra
en las capas externas de la madera, ya que se producen tensiones alternas de compresión
y dilatación que se traducen en una desintegración mecánica de las capas superficiales.

Efecto hielo – deshielo

La humedad contenida en las cavidades celulares se transforma a estado sólido,


aumentando el volumen (anomalía del agua) de las fibras leñosas de la madera en estado
verde, produciendo un daño en la integridad física del material, lo que puede traducirse
en la destrucción de las células ubicadas en la superficie. Si este fenómeno es repetitivo
puede afectar la resistencia de la pieza.
Fuego
Es uno de los agentes destructores que ningún material puede tolerar
indefinidamente sin presentar algún deterioro.
La reacción al fuego de las maderas depende de:
→ Espesor de la pieza de madera
→ Contenido de agua de la madera
→ Densidad de la madera (especie)

Comportamiento de la madera frente al fuego:


La madera está formada fundamentalmente por celulosa (aproximadamente un
44%) y lignina, materiales ricos en carbono, admitiéndose que la madera contiene
aproximadamente un 48 % de carbono.
La temperatura de inflamabilidad de la madera, en circunstancias favorables, es
aproximadamente 275°C, siendo un factor importante el tiempo durante el cual es
calentada.
Por debajo de 100°C, casi no se escapa de la madera más que el vapor de agua,
incluso si la temperatura externa es superior a 100°C, la de la madera queda igual a
100°C si el agua no se ha desprendido del todo.
De 100°C a 275°C se desprenden gases: CO2 incombustible, CO combustible y
piroleñosos. Hacia los 275°C la reacción es exotérmica. Los gases se desprenden en
abundancia, la proporción de CO2 disminuye rápidamente y aparecen los hidrocarburos.
La madera adquiere un color achocolatado. Por encima de los 350°C los
desprendimientos gaseosos son menos abundantes, pero son todos combustibles. Más
allá de los 450°C el hidrógeno y los carburos constituyen la mayor parte de los gases
desprendidos, siendo el residuo sólido carbón de madera, susceptible de quemarse con
desprendimiento de gases combustibles.
La temperatura de la madera en el curso de su combustión está comprendida
entre los 400°C y 500°C aproximadamente.
Esta temperatura es la mínima necesaria para continuar la combustión, por
supuesto si existe suficiente oxígeno.
Por otro lado, se ha encontrado que en edificaciones realizadas con el sistema
constructivo de poste y viga, las vigas de grandes secciones transversales atacadas por el
fuego sólo han comprometido una superficie carbonizada de pequeño espesor, que cubre
y protege la madera no afectada por el fuego. La explicación es la baja conductibilidad
térmica de la madera, que transmite una pequeña proporción del calor hacia el interior
de ella.
TECNOLOGÍA DEL TRATAMIENTO DE LA MADERA.
En el tratamiento de la madera se deben definir los requerimientos de
durabilidad que son necesarios, o sea, si la madera elegida tiene la capacidad para
resistir el ataque de los diferentes agentes de destrucción, una vez puesta en servicio sin
ningún tratamiento preservador. Sólo en caso de que no se puedan utilizar las especies
adecuadas a la durabilidad exigida, se debe realizar el tratamiento que corresponda.
Recordemos que desde siempre la madera en la arquitectura ha sido considerada como
un material importante, no tan sólo en componentes de terminación, sino que también
como elemento estructural. Desde este punto de vista, la protección de la madera frente
a agentes destructores adquiere vital relevancia al momento del diseño arquitectónico,

Tipos de productos protectores


Los productos protectores se clasifican según los siguientes aspectos:

Por la acción protectora que realizan:


→ Insecticidas: protegen frente a la acción de los insectos xilófagos, destacan el
tipo Piretrinas o Clorpirifos.

→ Fungicidas: protegen frente a la acción de hongos xilófagos. Si es pudrición se


emplean productos con contenidos de cromo, cobre y arsénico (CCA); cobre,
azoles orgánicos (CA); cobres, azoles orgánicos y boro (CAB); cobre y amonios
cuaternarios (ACQ) y boro.Si se trata de mancha azul, los productos más
utilizados son el tribromofenato de sodio, quinolatos de cobre y carbendazimas.

→ Ignífugos o retardadores de fuego: protegen frente a la acción del fuego


convirtiendo a la madera desde un material combustible, a uno difícilmente
inflamable. En este grupo se distinguen los que impiden que llegue oxígeno a la
madera durante algunos minutos y los que basan su acción ignífuga en que
reaccionan con el calor, emitiendo sustancias que acaparan el oxígeno del aire,
impidiendo que la madera se queme.

→ Protectores de la luz: Pinturas con pigmentos metálicos que sellan la veta de la


madera. Se mantiene la veta, oscureciéndola en algún grado.

Por el tipo de preservante:

→ Solventes orgánicos: Son los protectores que con mayor facilidad penetran en la
madera, no producen manchas y son compatibles con la mayoría de los barnices
de fondo y acabados, lo que hace que sean los más utilizados en la carpintería de
terminación. Son aplicados a maderas secas por su característica de no otorgar
humedad a ésta.

→ Hidrosolubles: el disolvente es el agua, se utiliza para el tratamiento industrial


de maderas húmedas, bajo el 28% .

→ Creosotados: Son derivados del petróleo y la hulla, su penetración en la madera


es dificultosa y además la mancha, haciendo incompatible la madera tratada con
cualquier terminación a la vista.
Por el tipo protección que se desea lograr:

Protección preventiva: Productos que evitan que la madera pueda ser atacada
por agentes destructores, entre los cuales se distinguen:

→ Temporal: cuya eficacia preventiva se limita a un determinado tiempo,


generalmente los tratamientos superficiales como pinturas y barnices entran en
este grupo o como el típico tratamiento antimancha de la madera.
→ Permanente: cuya eficacia preventiva es permanente, por lo menos duran varias
decenas de años, el producto protector queda fijo en la madera
independientemente de que sufra humedecimiento o secado. En este grupo están
los tratamientos industriales de la madera a través de vacío-presión o vacío-
vacío.
→ Protección curativa: en este caso la madera se encuentra atacada, por lo que la
protección curativa pretende eliminar dichos agentes, como por ejemplo
mediante el simple oreado o secado de la madera, cuando el ataque que presenta
es de hongos.
En el caso de los insectos existen los siguientes tratamientos:
→ En insectos de ciclo larvario: la larva se encuentra en el interior de la madera, lo
que hace necesario introducir insecticida para que al entrar en contacto elimine
al insecto. La aplicación puede ser inyectando insecticida líquido o gases que
sean capaces de introducirse hasta el interior de la madera, mediante un
tratamiento térmico u otros más sofisticados.
→ En caso de termitas: en este caso, el insecto no vive en el interior de la madera,
por lo que su eliminación es difícil. Existen trazadores radioactivos mediante
soluciones ionizantes (Na24, P32, Cl36, Ca45), con los que se capturan varios
insectos, los que son sumergidos en una solución radiactiva y se les sigue hasta
su termitero y al localizarlo se procede a su destrucción.
Las colonias son atacadas mediante sistemas de cebos a base de celulosa,
a los que se les añade un insecticida y se les ubica cada cierta distancia alrededor
de la vivienda.
Hoy se utilizan productos antiquinizantes que impiden la muda de los
insectos, los que mueren desecados. Las termitas obreras ingieren este producto,
alimentan con sus jugos a todas las castas, y tanto las obreras como las ninfas,
cuando van a mudar mueren, con lo que la colonia no puede funcionar ni
alimentarse.
Lo primero que se debe pensar si se construye en zona de termitas, con el
sistema constructivo que sea (madera, acero, hormigón o albañilería), es en tener
la asesoría inmediata de un especialista o de una empresa experta en la materia,
así como la consulta de normas y literatura referente al tema, que permita contar
con el máximo de antecedentes sobre la estrategia de diseño contra las termitas.
Antes de realizar la instalación de faena, es necesario eliminar las colonias de
termitas existentes, así como posibles lugares propicios para su desarrollo,
extrayendo raíces y trozos de maderas no tratados que estén enterrados.
Durante el proceso de construcción se debe cuidar de no dejar estacas o
trozos de madera enterrados o en contacto con el hormigón, muchas veces se
dejan partes de los moldajes de las fundaciones olvidadas bajo tierra. En general,
se debe evitar dejar cualquier remanente fabricado en celulosa, como por
ejemplo, almacenar cajas de cartón en lugares de difícil acceso.
En la actualidad, la manera más efectiva para combatir las termitas ha
sido mantener el suelo de fundación y sus alrededores en condiciones que
minimicen el posible desarrollo de colonias, implementando tecnologías que
produzcan barreras infranqueables o que eliminen a las colonias, como las
barreras físicas, químicas y cebos.
Las barreras físicas consisten en la instalación de mallas de acero
inoxidable y barreras de arena, cuidadosamente construidas para que las termitas
no las puedan penetrar, colocadas debajo de los cimientos y extendidas hacia la
superficie alrededor de la edificación. Ambas técnicas han sido aplicadas con
éxito en países con concentraciones activas de termitas, como Australia y
Hawai.
Las barreras químicas continuas, utilizan productos tóxicos para las
termitas, que se aplican directamente al terreno antes de la materialización de las
fundaciones de cimientos continuos o aislados y protegen a la estructura por
largos períodos (años). La aplicación la realizan profesionales capacitados, no
presentando riesgos a humanos, animales, ni al ambiente.
En caso de post-construcción, según la situación, pueden ser controladas
instalando barreras no continuas para evitar romper los interiores de las
estructuras para la colocación de termicidas bajo los radieres. La eliminación de
las colonias de termitas subterráneas se puede lograr ocupando la tecnología de
cebos, que no requiere intervenir las estructuras interiores, resultando ser la más
adecuada.
Los propietarios de viviendas de cualquier sistema constructivo en que
habitan termitas, deben practicar una mantención preventiva de su vivienda que
considere:
Inspección profesional a lo menos una vez al año, se debe actuar con
suficiente anticipación en la detección de estos insectos o evaluar los
daños ya causados antes que sea demasiado tarde.
Identificar posibles rutas de entrada de termitas y sellarlas, ya que este
insecto puede ingresar por una ranura de 1,5 mm.
Eliminar y mantener limpio el jardín y patio de leña, de pedazos de
madera, cajas de cartón o cualquier material que contenga celulosa.
Mantener secos los materiales que contengan celulosa, reparar en forma
urgente filtraciones por la cubierta o por cañerías de desagues de aguas
lluvias o por agua potable.
Mantención de drenajes de aguas lluvias en viviendas que especialmente
se han diseñado para estos fines.
Mantener separadas las tuberías de descarga de aguas lluvia, de los
muros perimetrales de la edificación, de modo que no haya una humedad
constante en dicho sector.
En caso de tener barreras físicas como arena o mallas para protección de
la vivienda, no se debe colocar tierra o corteza de árboles ni permitir que
crezcan raíces en ellas.

TIPOS DE TRATAMIENTOS.

Tratamientos superficiales.

Se caracterizan porque la penetración del protector en la madera apenas


supera unos milímetros de profundidad.
Son recomendables en la prevención de ataques superficiales como la
mancha azul. No son indicados en los casos de ataques en profundidad, como es
el caso de hongos a mediano y largo plazo, cuando vaya a estar expuesta a
riesgos de humedades más o menos constantes, o del ataque de termitas, como
es el caso de maderas situadas en el interior de la vivienda.
Estos tipos de tratamientos son aplicados mediante brochas,
pulverizadores o inmersión rápida de la madera en un producto protector
formado a partir de insecticidas y fungicidas.
La penetración de unos milímetros del producto químico es suficiente
como para evitar los ataques superficiales.
La profundidad del tratamiento va a depender del tipo de producto,
fundamentalmente del tipo de disolvente, la mayor o menor penetrabilidad de la
madera y de las condiciones de ésta.

Tratamientos en profundidad

Son los más indicados cuando la madera está expuesta a humedad del
exterior, o en contacto con el suelo o bien que estando en el interior tenga el
riesgo de ataques de termitas.
Son variados los sistemas, el boucherie o de sustitución de savia, consiste
en que se introduce la madera en un depósito por varios minutos para que el
producto protector vaya ocupando la savia del árbol. Los productos utilizados
son sales, los que con la humedad de la madera y con el movimiento de la savia
se introducen al interior por difusión.
Este tratamiento se aplica a maderas que se utilizan en cierros y estacas
en general.
Otro sistema es el caliente y frío, en el que se introduce la madera en un
depósito con agua caliente por algunos minutos para abrir los poros, lo que
permite facilitar la entrada del producto protector y luego se introduce la madera
por varias horas en otro depósito que contiene las sales protectoras.
Este tratamiento es utilizado para postes, vigas y piezas que en general
quedarán a la intemperie.
Existe un tratamiento en autoclave, el que por ser de carácter industrial,
es el único que puede garantizar su profundidad, las retenciones del producto
protector y con ello su eficiencia.
El autoclave es un sistema conformado por un cilindro de acero, una
bomba de vacío y otra de presión. Con la bomba de vacío se extrae el aire de la
madera conjuntamente con abrir los poros y con la bomba de presión se
introduce el producto protector.
Según la facilidad o dificultad de tratamiento y el tipo de producto
utilizado, será diferente el vacío, la presión y el tiempo de cada una de las fases
del tratamiento.

Planta de tratamiento mediante vacío/presión.


Investigue y amplié el informe con respecto a tipología de columnas, vigas y
losas. Ilustre con gráficos y/o planos y esquemas indicando en c/caso cuales son las
características del elemento y de sus armaduras, así como el principio estructural en
que se basan los distintos tipos.

Vigas:

Elementos estructurales lineales (horizontales o inclinados), que salvan luces y


que son solicitados por reacciones tales como: peso propio, sobrecargas de uso, viento,
nieve y montaje, entre otros. Trabajan principalmente en flexión y corte. Un conjunto de
vigas es lo que conforma básicamente la plataforma de piso o entrepiso.

Plano de vigas principales que amarran las cabezas de los pilotes, conformando el
plano horizontal de la plataforma de madera.

Según el desempeño y ubicación de las vigas en una plataforma, se pueden


definir los siguientes elementos estructurales:

Viga maestra:

También conocida como viga principal, aquella sobre la cual se apoyan otros
elementos estructurales, directa o indirectamente. Soporta el conjunto del sistema y
transmite las cargas a tabiques soportantes, columnas o fundaciones. La distancia entre
las vigas principales está definida por la luz máxima (que se puede disponer por largos
comerciales, escuadrías y cargas), a que estarán sometidas las vigas secundarias.
Normalmente los largos fluctúan entre 2 y 4 m y las escuadrías mínimas tienden a 2” x
8” o 2” x 10” para entramado de piso o entrepiso y 2”X 6” para cielos que soportan su
propio peso, ambos ratificados por cálculo estructural. Cuando se requiere salvar luces
mayores a las normales (más de 6 m) en viviendas de dos pisos, superiores a los 3.00 m2
construidos, se recurre a vigas compuestas, laminadas, reticuladas u otro tipo, que se
expondrán en forma general más adelante. Las vigas maestras que conforman la
solución de un entramado de piso requieren ser ancladas a la fundación continua o
aislada de pilotes de madera o poyos de hormigón. La conexión debe ser
cuidadosamente resuelta, debido a los esfuerzos laterales a que estará sometida la
estructura en servicio. En el caso de fundación continua, se puede resolver mediante
soleras de montaje o directamente mediante el uso de conexiones metálicas. Cuando la
viga se coloca directamente al sobrecimiento, viga fundación de hormigón armado,
poyo de hormigón simple o fundación aislada, se debe considerar aislación entre madera
y hormigón, para evitar posible incorporación de humedad por capilaridad.

Solución de conexión de la viga perimetral al sobrecimiento, a través de una


solera de montaje tratada con preservante CCA. Considera además, aislación entre
ambos materiales con fieltro alquitranado. La solera está anclada al sobrecimiento
mediante espárragos o pernos expansores cada80 cm.

Vigas de piso:

También llamadas vigas secundarias o viguetas, conforman el entramado de


piso, soportan las sobrecargas del primer nivel y normalmente son las que reciben el
tablero estructural base de la solución de piso, o el entablado como solución definitiva
de pavimento
Vigas de entrepiso:

Vigas que conforman entramado de entrepiso, separando dos niveles de una


vivienda unifamiliar o edificio. Generalmente en la superficie superior están revestidos
por la solución de pavimento y en la inferior, por la solución de cielo.

Cabezal:

Pieza de igual escuadría, se coloca adicionalmente en forma paralela a las vigas


de entrepiso o piso. Generalmente corresponde a piezas dobles, de igual escuadría a
vigas secundarias que conforma el perímetro en escotillas de escaleras, paso de ductos,
ventilación y extracción de gases, entre otros.

Friso:

Viga de similar escuadría a vigas secundarias que remata el entramado


horizontal por su contorno exterior o perimetral. Se llama friso frontal cuando se ubica
perpendicular a las vigas y friso lateral, cuando es paralela a éstas.

Vigas compuestas:

Normalmente se califica una pieza de madera como viga a aquella que tiene una
razón entre el ancho y alto de 1: 4 a 1: 5, lo que estructuralmente resulta ser la relación
recomendable. Por cálculo se determina si la viga compuesta está formada por 2, 3 ó 4
piezas, grado estructural, como su escuadría final. La disposición de estas piezas debe
ser de canto, ya que la resistencia está dada por la inercia geométrica de la sección en la
viga, logrando un mejor comportamiento estructural. Su resistencia varía linealmente
con el ancho y el cuadrado de la altura. Para su fabricación, normalmente en obra se
debe disponer cada pieza en forma longitudinal, desplazada en no más de 1/3 de su
largo y uniendo cada pieza lateralmente con adhesivos y clavos, dispuestos estos
últimos cada 15 cm en forma alternada.

Vigas laminadas:

Viga llena, rectangular, conformada por piezas de madera seca, seleccionada por
su resistencia y apariencia, de espesores de 19 a 30 mm, unidas por sus caras mediante
adhesivo Resorcinol Fenol Formaldehído, con características estructurales para uso
interior o exterior. Su mayor ventaja es no tener limitantes en el alto, ancho y largo lo
que se obtiene mediante uniones dentadas (finger-joint). Los espesores que
normalmente se comercializan son entre 90 y 185 mm, y las alturas de 342 a 988 mm.

Las ventajas que se pueden destacar son:


Alta resistencia en relación a su peso.
Buen comportamiento en los ambientes salinos y frente a la
acción de gases corrosivos.
En terminaciones a la vista, es de fácil teñido con tintes y
barnices.
Por ser una madera de gran sección es muy resistente al fuego,
teniendo una taza de carbonización de 0,6 mm/minuto. Esto permite ausencia de
llama a los 15 ó 20 mm (por falta de oxígeno) permitiendo asegurar sus
propiedades resistentes.
Compatibilidad con otros materiales en estructuras mixtas.
Fácil montaje por ser un elemento liviano.
Bajo coeficiente de dilatación por temperatura.
Bajo costo de mantención si queda a la vista.

Vigas doble T:

Las vigas doble T están formadas por un cordón superior y otro inferior de
madera aserrada, con uniones dentadas o de madera laminada y por un alma central que
proporciona la altura, elaborada por un entablado doble en diagonal, por placa de hebras
orientadas (OSB) o por contrachapado fenólico. Todas estas piezas las fabrican
empresas especializadas.
Vigas de cajón:

Vigas formadas por un cordón superior y otro inferior de madera aserrada con
uniones dentadas o madera laminada, con revestimientos laterales a ambos lados de
madera aserrada en diagonal o también con placa de hebras orientadas OSB o
contrachapado fenólico. En su interior y en los extremos se ubican montantes verticales
de madera que colaboran a resistir los esfuerzos de corte y a rigidizar las tapas laterales
a distancias modulares.

El material más utilizado en las La altura de una viga cajón varía


vigas cajón como recubrimientos laterales entre 1/10 a 1/12 de la luz, y la altura de
es el contrachapado, por su alta cada uno de los cordones es de
resistencia. aproximadamente
1/ 7 de la altura total de la viga.

Columnas

La columna es un elemento sometido principalmente a compresión, por lo tanto


el diseño está basado en la fuerza interna, conjuntamente debido a las condiciones
propias de las columnas, también se diseñan para flexión de tal forma que la
combinación así generada se denomina flexo-compresión. Según el uso actual de la
columna como elemento de un pórtico, no necesariamente es un elemento recto vertical,
sino es el elemento donde la compresión es el principal factor que determina el
comportamiento del elemento. Es por ello que el predimensionado de columnas consiste
en determinar las dimensiones que sean capaces de resistir la compresión que se aplica
sobre el elemento así como una flexión que aparece en el diseño debido a diversos
factores. Cabe destacar que la resistencia de la columna disminuye debido a efectos de
geometría, lo cuales influyen en el tipo de falla. El efecto geométrico de la columna se
denominan esbeltez y es un factor importante, ya que la forma de fallar depende de la
esbeltez, para la columna poco esbelta la falla es por aplastamiento y este tipo se
denomina columna corta, los elemento más esbeltos se denominan columna larga y la
falla es por pandeo. La columna intermedia es donde la falla es por una combinación de
aplastamiento y pandeo. Además, los momentos flectores que forman parte del diseño
de columna disminuyen la resistencia del elemento tipo columna.
Columna de madera

Las columnas de madera pueden ser de varios tipos: maciza, ensamblada,


compuesta y laminadas unidas con pegamento. De este tipo de columnas la maciza es la
más empleada, las demás son formadas por varios elementos.

Columna de concreto armado


Las columnas de concreto armado pueden ser de tres tipos que son:
− Elemento reforzados con barras longitudinales y zunchos.
− Elementos reforzados con barras longitudinales y estribos.
− Elementos reforzados con tubos de acero estructural, con o sin barras
longitudinales, además de diferentes tipos de refuerzo transversal.
Para las columnas de concreto armado, la cuantía de acero (Relación entre el
área de acero (As) y el área de concreto (Ag)) oscila entre 1 y 8% con un mínimo de 4
barras longitudinales.

Columnas de acero.

Las columnas de acero pueden ser sencillas, fabricadas directamente con perfiles
estructurales, empleados como elemento único, o de perfiles compuestos, para los
cuales se usan diversas combinaciones.
Columnas de sección compuesta:

La denominación de columnas compuestas encierra a todos aquellos soportes


que trabajando como un único elemento estructural, estén formados por varias piezas
unidas mecánicamente. Al momento de diseñar, estos se dividen en dos grupos; el de
secciones no extendidas y el de secciones extendidas.
Secciones no extendidas: Reciben este nombre las columnas compuestas cuyas
partes se unen entre sí a lo largo de la longitud de la pieza en forma continua.

Distintos tipos de columnas de secciones no extendidas.

Secciones extendidas: Contrariamente al caso anterior, las secciones de estas


columnas están unidas en forma discontinua por elementos tales como elementos tales
como tacos de madera dura, presillas o diagonales.

Columnas de sección extendida a la izquierda se muestra una unión con


presillas horizontales y a la derecha con tacos de madera dura.

De los medios de unión disponibles, elegir el más adecuado dependerá de la


extensión de la columna, donde extensión es, en este caso, la relación entre la distancia
a que separa a las piezas individuales con respecto al ancho b de cada pieza.
Losas

Las losas de hormigón son elementos estructurales bidimensionales de


cerramiento, donde su tercera dimensión es muy inferior a las otras dos. Trabajan
principalmente por flexión, pues las cargas que actúan sobre ellas, son perpendiculares
al plano principal de éstas.
Los tipos de losa están determinados por la forma en que se apoyan en la
estructura, por la distribución del hormigón y la dirección de trabajo.
Las losas pueden sustentarse perimetral o interiormente, por medio de vigas
monolíticas o por vigas de otros materiales, o por muros de hormigón, mampostería, o
de otro material, y se clasifican como losas sustentadas sobre vigas o losas sustentadas
sobre muros.

TIPOS DE LOSAS

Las losas pueden estar soportadas perimetral e interiormente por vigas


monolíticas de mayor peralte, por vigas de otros materiales independientes o integradas
a la losa; o soportadas por muros de concreto, muros de mampostería o muros de otro
material, en cuyo caso se las llama Losas Sustentadas sobre Vigas o Losas Sustentadas
sobre Muros, respectivamente. Las losas pueden sustentarse directamente sobre las
columnas, llamándose en este caso Losas Planas, no disponen de capacidad resistente
suficiente para incursionar dentro del rango inelástico de comportamiento de los
materiales, con lo que se limita considerablemente su ductilidad. Pueden utilizarse
capiteles y ábacos para mejorar la integración de las losas planas con las columnas, y
para mejorar la resistencia de las losas al punzonamiento.

Si la geometría de la losa y el tipo de apoyo determinan que la magnitud de los


esfuerzos en dos direcciones ortogonales sea comparable, se denominan Losas
Bidireccionales. Si los esfuerzos en una dirección son preponderantes sobre los
esfuerzos en la dirección ortogonal, se llaman Losas Unidireccionales.
Cuando el concreto ocupa todo el espesor de la losa se la llama Losa Maciza, y
cuando parte del volumen de la losa es ocupado por materiales más livianos o
espacios vacíos se la llama Losa Alivianada o Losa Aligerada.

Losas bidireccionales: cuando la losa y el apoyo, determinan que los esfuerzos


sean en direcciones ortogonales comparables. Originándose esfuerzos y deformaciones
en ambas direcciones. Tienen muros portantes en los cuatro lados. La relación entre el
lado mayor y el menor es de 1,5, o menor. Se usan placas reforzadas en dos direcciones.

Losas unidireccionales: cuando los esfuerzos en una dirección, predominan


sobre los de la dirección ortogonal. La carga se transmite en una dirección hacia los
muros portantes. En general son rectangulares, con una relación entre lados de 1,5. Se
comportan como vigas anchas. Existen principalmente dos tipologías, las losas con
vigas planas y las losas con vigas de canto. La mayor diferencia, aparte de la estética,
radica en que las segundas cubrirán luces mayores que las primeras. Los tendones se
colocan concentrados en las vigas y se distribuyen uniformemente en la losa.

Losas macizas.

Son elementos estructurales de concreto armado, de sección transversal


rectangular llena, de poco espesor y abarcan una superficie considerable del piso. Sirven
para conformar pisos y techos en un edificio y se apoyan en las vigas o pantallas.
Pueden tener uno o varios tramos continuos. Tienen la desventaja de ser pesadas y
transmiten fácilmente las vibraciones, el ruido y el calor; pero son más fáciles de
construir; basta fabricar un encofrado de madera, de superficie plana, distribuir el acero
de refuerzo uniformemente en todo el ancho de la losa y vaciar el concreto. Las luces de
cada tramo se miden perpendicularmente a los apoyos; cuando éstos no sean paralelos,
la luz del tramo será variable y se considerará en la dirección que predomina en la placa.

Según sea la forma de apoyo, las losas macizas pueden ser:

• Armadas en un sentido, si la losa se apoya en dos lados opuestos.


En este caso el acero principal se colocará perpendicularmente a la dirección de
los apoyos.
• Armada en dos sentidos, si se apoya en los cuatro lados. En este
caso se colocarán barras principales en los dos sentidos ortogonales
Losas Aligeradas.

Son losas constituidas por viguetas de concreto armadas- en una sola dirección o
en dos direcciones- y elementos livianos. Las viguetas van unidas entre sí por una sola o
capa superior de concreto que es donde se coloca la armadura secundaria. Los
elementos livianos están constituidos por ladrillos huecos o bloques huecos que sirven
para aligerar el peso de la losa, mejorando sus propiedades térmicas y acústicas.

Losa Nervada.

Consiste en una losa la cual es armada o confeccionada en la obra la cual posee


nervios los cuales sirven de esqueleto soportante para la loza que generalmente esta
enlucida en yeso y tiene como superficie una sóbrelosa.

Losa Pretensada.

Consiste en un tipo de loza la cual tiene en su interior fieros pretensados, o sea


que están tensados de fábrica por lo tanto es una solución industrial. El concepto de loza
pretensada viene de la loza nervada in situ la cual como su nombre lo dice está hecha en
la misma obra. La característica de las lozas pretensadas es que salvan grandes luces y
pueden auto soportarse. Están formadas por la sobrelosa, la membrana (enfierradura) y
el nervio que es la parte más poderosa de la estructura.

Losas Planas.

Las ventajas de este tipo de forjados residen fundamentalmente en la sencillez y


economía del encofrado, la flexibilidad en la disposición de pilares y la planeidad de
los techos, que garantiza una adecuada estética y un sencillo trazado de servicios e
instalaciones. Como desventajas aparecen, a medida que aumenta la luz, problemas de
punzonamiento y de congestión de armadura pasiva sobre apoyos. En vanos
importantes el consumo de hormigón es excesivo debido a la ausencia de
aligeramientos y se producen mayores deformaciones que en otros sistemas.

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