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Los Bautistas forman una de las denominaciones protestantes más grandes, con

una membresía mundial de casi 35 millones. Lo siguiente es lo que distingue a los


Bautistas, de otras comuniones protestantes:

 su insistencia en el bautismo sólo de creyentes adultos;


 su preocupación por la libertad de expresión y conciencia, y por la no
interferencia por parte de cualquier autoridad civil o eclesiástica;
 la primacía que buscan dar a la Escritura en materia de fe, doctrina y
moral; y
 la autoridad que le reconocen a la congregación en asuntos de la iglesia.

Los precursores de los actuales Bautistas fueron los Anabautistas del período de la
Reforma. Algunas congregaciones Anabautistas se establecieron en Holanda a
principios del siglo XVII cuando grupos de Puritanos Independientes, o
Congregacionistas, huyeron de Inglaterra a Holanda; influídos por los
Anabautistas, algunos de estos Independientes se convencieron de que el bautismo
cristiano era apropiado sólo para los adultos con una fe y compromiso personales.
Volviendo a Inglaterra, este grupo formó la primera congregación Bautista en
1611; muy luego, Roger Williams formó (1639) la primera congregación Bautista
en Providence, Rhode Island. Los Bautistas crecieron rápidamente en los Estados
Unidos. La modalidad relativamente no teológica, democrática, informal, centrada
en la Escritura, del culto Bautista era ideal para cualquier situación no resuelta,
rural o fronteriza. De ese modo el sur, el medio oeste, y el lejano oeste fueron
densamente poblados -más de lo que fueron el noreste o el medio- atlántico- por
Bautistas, lo que sigue siendo así hasta el día de hoy.

Los Bautistas ven la vida cristiana como una de fe


personal y de seria dedicación a vivir según los más altos CREER
preceptos cristianos. Cada persona debe, pues, renacer, Religioso
convertirse a una nueva vida e integrarse a la comunidad Información
de la iglesia. Para los Bautistas la iglesia es esencialmente Fuente
el resultado de la conversión y de la Gracia, una página web
comunidad integrada por creyentes comprometidos; no es Nuestra lista de 1.000
la madre de la experiencia cristiana ni la fuente (más que Temas Religiosos
el efecto) de la gracia, como en la tradición católica. La E-mail
iglesia es, por lo tanto, santa solamente porque la fe y la
vida de sus fieles son santas; conceptualmente, la iglesia no tiene en sí misma
(por lo menos en principio) ninguna autoridad sobre sus miembros, sobre la
libertad de conciencia de éstos, o sobre sus asuntos eclesiales.
Más que la mayoría de los grupos eclesiales, los Bautistas han manifestado
características sorprendentemente opuestas en su historia. Debido a su énfasis en
la Biblia; en una ética estrictamente puritana, o victoriana; y en la necesidad
absoluta de fe y santidad personales, la mayoría de los Bautistas del mundo han
permanecido conservadores, incluso fundamentalistas, en materia de fe y
costumbres. Se han demostrado impacientes ante los compromisos teológicos con
la ciencia, la filosofía moderna y el liberalismo político. El evangelio puro, es
decir, la Biblia interpretada literalmente; los principios bautistas tradicionales; y
una ética cristiana pura, son los fundamentos que muchos grupos bautistas no
abandonarán. Por esta razón, muchas convenciones Bautistas todavía se niegan a
integrarse al Movimiento Ecuménico de ninguna forma oficial; han ignorado en
buena medida el evangelio social (preocupación por establecer la justicia social
en la vida política, social y económica), y conservan una profunda lealtad a la
eficacia de la Revitalización individualista.

Por otra parte, debido a su énfasis en la libertad de conciencia y de creencia


personal; en la importancia de la vida y obra cristianas más que de los ritos; en su
desagrado por credos y dogmas y por la autoridad eclesiástica, los Bautistas
también han sido líderes en el liberalismo teológico y social. Muchos seminarios
e iglesias bautistas son conocidos por su teología liberal, el estilo de culto y la
orientación social; y los Bautistas fueron líderes permanentemente importantes
en el establecimiento del movimiento ecuménico de comienzos del siglo XX. En
aquellas controversias que han dominado la religión americana del siglo XX
(modernista-fundamentalista; evangelio social- individualista), y los debates
ecuménico- excluyente, los Bautistas han figurado en roles principales en ambos
lados.

Langdon Gilkey

Bibliografía
J Barnhart, La Guerra Santa del Bautista del Sur (1986); S Hill, Bautistas del
Norte y del Sur (1964); R G Torbet, Historia de los Bautistas (1966); J E Tull,
Formadores del Pensamiento Bautista (1972).

La Tradición Bautista
Información Avanzada
Un popular malentendido sobre los Bautistas es que su principal preocupación es
la administración del bautismo. Las convicciones Bautistas se basan sobre todo
en la naturaleza espiritual de la iglesia, y el bautismo de los creyentes surge sólo
como corolario de ello y a la luz de la enseñanza del NT. La posición teológica
Bautista se puede presentar como sigue.

Pertenencia a la iglesia

Según la creencia Bautista la iglesia está compuesta por aquellos que han sido
renacidos por el Espíritu Santo y atraídos a la fe personal y salvadora en el Señor
Jesucristo. Se entiende, por lo tanto, que una familiaridad viva y directa con
Cristo es esencial para ser miembro de la iglesia. En lo negativo implica un
rechazo del concepto que equipara una iglesia con una nación; ser miembro de la
iglesia de Cristo no se basa en una casualidad o privilegio de nacimiento en un
país o en una familia cristianos. Por consiguiente los Bautistas rechazan la
postura anglicana y presbiteriana, suprimiendo de la definición de iglesia la frase
"junto con sus hijos". En lo positivo, esta concepción de la membresía de la
iglesia indica que a ésta se entra voluntariamente y que solamente los creyentes
pueden participar en sus directrices. Todos los miembros son iguales en estatus
aunque se diferencien en los dones.

Naturaleza de la iglesia

A diferencia de las iglesias de tipo institucional o territorial, la convicción


bautista se expresa en el concepto de "iglesia convocada". Los miembros de la
iglesia son reunidos por Dios en una comunidad de vida y servicio bajo la
soberanía de Cristo. Los miembros se comprometen a vivir juntos bajo Sus leyes
y entrar en la comunidad creada y mantenida por el Espíritu Santo. Así
concebida, la iglesia es más claramente percibida en su manifestación local:
aunque la iglesia invisible consiste en todos los redimidos, en el cielo y la Tierra,
en el pasado, presente y futuro, de veras se puede decir que la iglesia está
dondequiera que los creyentes vivan en la comunidad del evangelio y bajo la
soberanía de Cristo.

Gobierno de la iglesia

Cristo es la única cabeza de la iglesia, y los primeros bautistas lucharon


seriamente por lo que llamaron "derechos dinásticos del Redentor". La iglesia
local es autónoma, principio de gobierno que se describe a veces como "el orden
congregacional de las iglesias". Los bautistas creen en la competencia de la
comunidad local para gobernar sus propios asuntos, y debido a la importancia
teológica de la iglesia local, a diferencia de los sistemas coneccionales
(episcopal, presbiteriano) de gobierno de la iglesia, los bautistas no se refieren a
la denominación como "la iglesia Bautista", sino como "las iglesias Bautistas" en
una área dada. El orden congregacional de las iglesias, es decir, el gobierno de la
iglesia a través de la congregación local no debe equipararse con el concepto
humanístico de democracia. Democracia es una palabra demasiado modesta y
pequeña para eso.

La postura bautista es que la iglesia debe ser gobernada no por una orden
sacerdotal ni a través de congregaciones más altas o centrales, sino mediante la
voz del Espíritu Santo en los corazones de los miembros en cada asamblea local.
Mientras que en un gobierno eclesial estrictamente democrático habría un
gobierno de la iglesia por la iglesia, la posición bautista reconoce el gobierno de
Cristo en la iglesia a través de la iglesia. De la igualdad de status de cada
miembro de la iglesia, y el reconocimiento de la diversidad de dones, se siguen
dos cosas. Primero que nada, se reconoce que cada miembro tiene un derecho y
un deber en el gobierno de la iglesia local, y en segundo lugar, que la iglesia
acepta de buen grado la conducción de sus líderes elegidos.

Las iglesias bautistas se consideran generalmente independientes en su gobierno,


pero no se glorían de la independencia en sí misma. La independencia de una
iglesia bautista es en relación con el control estatal, y los bautistas del siglo XVII
en Inglaterra estaban en la primera fila de los que lucharon por esta libertad. Los
bautistas han reconocido siempre el gran valor de la asociación entre las iglesias,
y las asociaciones de iglesias bautistas han sido características de la vida bautista
durante siglos. Toda asociación es voluntaria, pero no se debe incurrir en el error
de suponer que la Unión Bautista o la Alianza Bautista Mundial son coextensivas
de la comunidad bautista.

Preceptos de la iglesia

Habitualmente se considera que son dos, a saber, el bautismo de los creyentes y la


Cena del Señor, aunque sería más correcto hablar de tres e incluir el mandato de
predicar. Normalmente los bautistas han preferido hablar de "mandato" más que
de "sacramento" debido a ciertas connotaciones sacerdotales de esta palabra. La
palabra "precepto" alude a la autoridad normativa de Cristo, que subyace a la
práctica. Los bautistas consideran la Cena del Señor un poco a la manera de
Zwingli: el pan y el vino son el símbolo divinamente otorgado de la gracia
salvadora del Señor, "pero el valor de esto es mucho mayor que el de los elementos
efectivos" (Dakin). Henry Cook escribe que "siendo símbolos de hechos que
constituyen el corazón del Evangelio, (las “ordenanzas” o mandatos) suscitan en
el alma creyente tales sensaciones de respeto, amor y oración, que Dios por su
Espíritu se comunica en una vivificante y enriquecedora experiencia de su gracia
y poder". Los bautistas reconocen que las ordenanzas son, pues, los medios de la
gracia, pero no de manera diferente a aquella en que también lo es la predicación
del evangelio.

Esta postura ha sido singularizada diciendo que los preceptos son medios
especiales de gracia, pero no de gracia especial. También es parte de la postura
bautista en este tema, el que el bautismo de los creyentes y la Cena del Señor son
ordenanzas de la iglesia, es decir, son actos congregacionales más que
individuales. La mediación sacerdotal es inaceptable para los bautistas y
despectiva a la gloria de Cristo, que es el único sacerdote.

El ministerio de la iglesia

El ministerio es tan amplio como la feligresía de la iglesia; con todo, para los
propósitos del liderazgo el término "ministerio" se ha reservado a los que tienen
responsabilidad en ola supervisión e instrucción. Los bautistas no creen en un
orden ministerial en el sentido de una casta sacerdotal, y el ministro bautista no
tiene "más" gracia que la del que no es ministro; en virtud de su cargo oficial no
está más cercano a Dios que el miembro más humilde de la iglesia. Hay dones
diversos, sin embargo, y se acepta que el don del ministerio es por gracia de
Dios, como el propio Pablo admitía en Efes. 3:8. Pastores y diáconos son
elegidos y designados por la iglesia local, aunque con frecuencia su
nombramiento se hace en el contexto más amplio de la feligresía de las iglesias
bautistas.

Se llega a ser ministro bautista en virtud de una llamada interior de Dios que, a su
vez, recibe la confirmación en la llamada exterior de una iglesia. La aceptación
pública de esta llamada de Dios se produce en un servicio de ordenación, el cual
no confiere ningún tipo de gracia superior o ministerial sino que simplemente
reconoce y regulariza el ministerio dentro de la iglesia misma. La importancia de
la ordenación reside en que la iglesia misma predica por intermedio del ministro
y, aunque no se entiende que la ordenación restrinja la actividad del Espíritu
Santo a los predicadores eclesialmente ordenados, se da considerable importancia
a la debida autorización a los que deben hablar en nombre de la iglesia.

Ecumenismo de la iglesia

Podría parecer que la idea de unidad es ajena a los bautistas, dadas sus firmes
opiniones sobre la independencia y su doctrina de la autonomía de la iglesia, pero
no es el caso; todo depende de qué se entiende por unidad. Para los bautistas la
unidad puede significar una de tres cosas: unión orgánica, que en general no se
favorece; cooperación con otras denominaciones, incentivada dentro de ciertos
límites; y colaboración con otros bautistas, que es casi unánimemente aceptada.
Detengámonos brevemente en cada uno de éstas.

Las organizaciones bautistas son en gran parte voluntarias, emprendimientos


cooperativos que no tienen ninguna obligatoriedad legal sobre sus miembros.
Esto es parte del ethos bautista, que permite que haya libertad y acción
concertada simultáneamente. Por lo tanto las denominaciones (y hay muchas) no
existen como unidades, sino que son simplemente colectivos de iglesias bautistas
individuales. No fue ninguna sorpresa, entonces, que cuando en los años 60 se
inauguró la Consulta sobre la unión de la iglesia, los bautistas acogieran
fríamente la idea de incorporarse, especialmente porque se les requirió una cierta
forma de episcopado y de reconocimiento de la sucesión apostólica (es decir,
estructura eclesial autoritaria). Solamente mostraron algún interés los Bautistas
Americanos, pero los planes de unión fueron absolutamente desechados cuando
una encuesta general mostró que menos de 20 por ciento se interesaba en una
participación plena. Si implica renunciar a lo distintivamente bautista, la unión
orgánica con otras denominaciones está sencillamente fuera de cuestión.

Otra cosa es la cooperación con otros grupos. Ya desde período colonial


americano los bautistas cooperaron con cuáqueros y católicos romanos en la
protección de la libertad religiosa. En 1908 la Convención Bautista del Norte fue
uno de los miembros fundadores del Consejo Federal de Iglesias, y ha apoyado
activamente al Consejo Mundial de Iglesias y al Consejo Nacional de Iglesias.
Los bautistas también son activos en la Sociedad Americana de la Biblia, en
diversos directorios de misiones, y en numerosas organizaciones cívicas y
sociales. Cabe notar, no obstante, que no todos los bautistas aprueban esta forma
de cooperación; en el norte se inclinan más a colaborar que en el sur. En hecho,
esto ha sido una fuente de tensión entre varios grupos bautistas, pero la mayoría
de ellos estima apropiada la cooperación con no bautistas.

La cooperación con otros Bautista se incentiva fuertemente. Entre los varios


grupos bautistas hay un profundo sentido de camaradería que tiene raíces
históricas, teológicas y psicológicas. Si bien hay diferencias bastante llamativas
de estilo y expresión entre ellos, los bautistas de las han arreglado para cooperar
en grupos supraregionales (como la Convención Bautista Americana y la
Convención de Bautistas del Sur) e internacionales, como la Alianza Bautista
Mundial, que declara más de 33 millones de miembros en 138 países. Lo que los
une a todos es el propósito de la alianza, de expresar "la unicidad esencial del
pueblo bautista en el Señor Jesucristo, inspirar a la fraternidad, y promover el
espíritu de pertenencia, servicio y cooperación entre sus miembros".

E F Kavan
Bibliografía
A C Underwood, Historia de los bautistas ingleses; H W Robinson, Principios
Bautistas; H. Cook, Qué sostienen los bautistas; A. Dakin, Visión Bautista la
iglesia y el ministerio; O K y M Armstrong, Los Bautistas en Estados Unidos; R
G Torbet, Historia de los Bautistas; S L Stealey, ed., Teasoro Bautista; W S
Hudson, Los Bautistas en la Transición; T Crosby, Historia de los Bautistas
Ingleses.

Otra dirección:

https://www.coalicionporelevangelio.org/entradas/sugel-michelen/historia-de-los-bautistas/

Sobre su origen histórico

 Historiadores creíbles indican los orígenes de los Bautistas en el espacio Inglaterra –


Holanda y en el tiempo Siglos XVI y XVII de nuestra era.
 Las dos líneas indicadoras más serias, historiográficamente hablando, son la de que
los bautistas se originaron en relación con el movimiento Anabautista (los acusados de
ser rebautizadores; esto significa “anabautista”), el que habría comenzado incluso
antes de la Reforma de Lutero y Calvino, y de la que surgieron de un sector no
conformista de la iglesia anglicana.

Sobre su origen histórico

 El hecho es que a comienzos del siglo XVII ya existían iglesias locales Bautistas
 Se intento decir que lo importante para los Bautistas era el bautismo, pero la verdad
exacta es que lo importante era y es el sujeto del bautismo.

PRINCIPIOS TEOLÓGICOS BAUTISTAS

 El Principio Cristológico: El Señorío de Cristo


 El Principio Bíblico: La Autoridad del Nuevo Testamento
 El Principio Eclesiástico: Una Membresía Regenerada
 El Principio Sociológico:
 El Principio Espiritual: La Libertad Religiosa
 El Principio Político: La Separación entre Iglesia y Estado
 El Principio Misionológico: La Evangelización y las Misiones

El Principio Cristológico: El Señorío de Cristo

 Es el principio fundamental, sobre el cual giran todos los demás. Los antecedentes
históricos y sobre todo los bíblicos, señalan el Señorío de Cristo como la doctrina
fundamental
 Esta afirmación es el primer credo de la iglesia apostólica y novotestamentaria:
“Jesucristo es el Señor”.

El Principio Bíblico: La Autoridad del Nuevo Testamento

 Consideran más el NT como una fuente histórica, normativa y divina


 Los bautistas se basan en el NT, interpretado bajo la dirección del Espíritu Santo. El
AT, es importante pero siempre se lo debe interpretar desde el NT., nunca al revés.

El Principio Eclesiástico: Una Membresía Regenerada

 Este constituye el principio cardinal y punto de partida de los bautistas en torno a la


eclesiología
 Los bautistas para aceptar nuevos miembros insistirán en dos aspectos antes de la
admisión:
 1. Evidencias de una conversión genuina y personal; y,
 2. Que el creyente sea bautizado bíblica y correctamente.

El Principio Eclesiástico: Una Membresía Regenerada

 Según los bautistas el bautismo novotestamentario exige al menos cuatro cosas:


 1. Ser creyente (candidato correcto);
 2. Por inmersión (modo correcto);
 3. El bautismo como símbolo (significado correcto);
 4. Ministro autorizado (administrador correcto).
 Creemos que el bautismo es la representación dramática de la regeneración (Cf.,
Rom. 6:4).

El Principio Sociológico

 La persona que acepta el señorío de Jesucristo no podrá tener otro principio


sociológico que no sea el considerar a los demás como iguales ante Jesús; y en
consecuencia, luchará por la eliminación de todo tipo de barreras, sociales, religiosas,
políticas, raciales, etc.
 Este principio emana de otro grande y colosal pensamiento de los bautistas, que
además fue grito de guerra en la Reforma:
 El sacerdocio universal de los creyentes

El Principio Sociológico

 Esto significa que el creyente es regenerado por gracia una vez para siempre, y por
medio de la fe.
 Tiene libre acceso a Dios por medio del único Mediador (sacerdote) que es Jesús.
 Y asume su responsabilidad sacerdotal de cuidado frente a los otros.
El Principio Espiritual: La Libertad Religiosa

 Tolerancia religiosa no es lo mismo que libertad religiosa. Según los bautistas, libertad
religiosa es: “La libertad dada por Dios, de creer (conciencia) de adorar (culto) y de
propagar (prensa, radio, etc.) la fe sin coerción gubernamental o interferencia clerical”
(Anderson: 1987, p., 72)
 la libertad religiosa debe estar signada también por la igualdad en términos de
derechos y privilegios. De otro modo, el favoritismo abierto o soterrado, evidenciaría
tolerancia, más no libertad; que en este contexto es sinónimo de igualdad

El Principio Político: La Separación entre Iglesia y Estado

 Este principio es el corolario del anterior, y nació de la interpretación bíblica de la


política.
 Viene de dos voces griegas: polis = ciudad; y ethos = costumbre: la costumbre o ética
de vivir en la ciudad.
 El fundamento bíblico para tal y radical separación, se puede esgrimir en los siguientes
puntos:

El Principio Político: La Separación entre Iglesia y Estado

 El señorío de Cristo, Mt. 28:18


 La naturaleza del reino de Cristo, Jn. 18:36
 El estado pecaminoso del hombre, Rom. 3:23
 El sacerdocio del creyente, Ef. 2:5-10
 El carácter espiritual de la iglesia de Cristo, Mt. 16:18
 La doble ciudadanía del creyente, Mt. 22.21: Fil. 3:20

El Principio Misionológico: La Evangelización y las Misiones

 Si la mente de los bautistas está en la teología bíblica y en el NT, su corazón está en


las misiones. La Biblia toda es el relato de la obra misionera de Dios
 La piedra fundamental en cuanto a la base bíblica, son dos textos referentes a la
llamada Gran Comisión (de otro modo seguirá siendo la Gran Omisión):

El Principio Misionológico: La Evangelización y las Misiones

 Mt. 28:18-20, que implica el “hacer” de la misión (dimensión teleológica), “hacer


discípulos”; y
 Hch. 1:8, que implica el “ser” (dimensión ontológica) de la misión, “ser testigos de
Jesús”.
 Pero a ello se añade otra acción fundamental: la de “decir” el evangelio a toda criatura,
en un contexto de predicación (dimensión kerygmática; Cf., Mr. 16:15).

DOCTRINAS CRISTIANAS1 Las Sagradas Escrituras

 Creemos en la Biblia como el texto inspirado por Dios. Es el registro de Su Palabra


encarnada en nuestra realidad cultural y lingüística. Texto mediante el cual Dios se
revela a sí mismo a la humanidad (Heb 1:1).
 La Biblia se constituye, de este modo, en el libro central de la iglesia y en la
herramienta del Espíritu Santo para guiarnos en el conocimiento obediencial a Dios y
sus propósitos redentores

2.Dios

 2.1 Santísima Trinidad


 Las Escrituras nos han dejado la tarea de dar cuenta comprensiva de la naturaleza del
Dios revelado. De este modo, la forma más adecuada para comprender su naturaleza
es afirmando la expresión Trinidad
 La profundización de esta doctrina se manifiesta y desarrolla en la vida de la iglesia, el
discipulado de Cristo y la guía permanente del Espíritu en nuestra obediencia a la
voluntad del Padre (Jn.10:4; 14:18-20; 16:12-15; 20:21-22; Mt.28:19; 2ª Cor.13:13)

Dios

 2.2.El Padre.
 Dios es el Creador a quien el universo entero, visible e invisible, debe su existencia por
el solo ejercicio de Su voluntad y Su poder.
 En su inigualable amor manifestado en su acción redentora lo reconocemos Padre y lo
adoramos como tal. Dios rige el universo y lo sustenta.
 Ha manifestado su plan eterno en la persona de Jesucristo en quien encontramos el
camino de nuestra reconciliación con Dios y sus propósitos (Juan 1:14-18; Sal 25:4-10;
Is 6; 54:10)

El Hijo

 2.3 El Hijo Jesús es la Palabra de Dios hecha carne (Jn1:1-12). Dios mismo
encarnado. Por lo tanto uno en deidad con el Padre o de su misma naturaleza divina
(Col. 1:16).
 Por su resurrección fue reconocido Señor de la Historia, de los seres humanos y del
universo entero, cuyo Reino iniciado en su ministerio llegará a su plenitud con su
regreso. ( Hech 17:31; Fil 2:11; Ap 5, 12, 14; He 4:15; Ro 5:14-21; I Pe 2:21)

El Espíritu Santo

 2.4.El Espíritu Santo


 Uno en deidad con el Padre y con el Hijo. Dios activo en la creación, en la expresión
de la sabiduría de Israel, en la inspiración de los profetas y apóstoles, de quienes
heredamos la Palabra de Dios. Dios activo y presente en la exaltación de Jesucristo
como Señor
 El eterno auxiliador en nuestras debilidades manteniendo viva en nosotros la
esperanza cristiana (Rom 8: 22-25). Presente en el mundo. Convence al mundo de su
rebeldía radical frente a Dios y dirige a los seres humanos a ser receptores de la obra
redentora de Cristo. (Juan 16:8-11)

3. EL SER HUMANO:
 3.1 Según Las Escrituras, el ser humano es la obra suprema de los actos creadores de
Dios. Fue hecho “del polvo de la tierra”; pero como una persona capaz de relacionarse
con el Altísimo, puesto que él lo creó a su imagen y semejanza (Gn 1:26 a, 27 a, 2: 7
a; Sal 8:3–5)
 3.2 El ser humano fue creado para ser el mayordomo, el rey de la creación;
responsable ante su Creador, quien es el Dueño del universo y juez de su conducta.

3. EL SER HUMANO

 3.3 A pesar del descenso espiritual y moral y de la mortalidad del ser humano por
causa de la rebelión que lo enemistó con su Creador, no fue despojado de su
capacidad y responsabilidad de administrador de la creación.
 Como tal, su tarea debe cumplirse por medio de la adoración reverente, la procreación
de la raza humana, el poblamiento y usufructo inteligente de la tierra, y la creación de
cultura.

3. EL SER HUMANO

 3.4 La muerte. Creemos y enseñamos que como consecuencia del pecado, todo ser
humano está sujeto a la muerte física.
 Creemos también que en ocasión del regreso final de Jesús al mundo (la parousía) los
creyentes que no hayan muerto serán transformados (no morirán), y que desde
entonces la muerte será eliminada por el Señor

4. EL PECADO

 4.1 El concepto pecado designa el múltiple fenómeno de los yerros humanos, que van
desde la más insignificante transgresión de un mandato hasta la ruina de toda la
existencia
 4.2 El pecado, en su más amplia concepción, no sólo es cometido por las personas en
particular, sino también, como lo enseñan las Escrituras, es colectivo, el cual incluso
llega a implicar tanto a naciones enteras como a toda la humanidad

5. LA SALVACIÓN

 5.1 Dios mismo es quien resuelve la realidad del pecado. Desde que Él envió a su Hijo
al mundo el pecado tiene su fuente de perdón
 5.2 Esta gran salvación, en la cual se nos encomienda vivir, es un proceso que tiene
tres dimensiones necesarias de conocer con claridad. (Fil 1:6):
 5.2.1“Fuimos salvos”. Este es un hecho ya realizado por Dios a través de Jesús en
nosotros y que testimoniamos en el bautismo

5. LA SALVACIÓN

 5.2.2“Estamos siendo salvos”. Es el proceso de continuidad de la salvación a través de


la obra del Espíritu Santo, con la dirección de la Palabra en comunión con todos los
santos
 5.2.3“Seremos salvos”. Esta es la preciosa esperanza que tenemos, que el proceso de
salvación del cristiano no concluye en el breve tiempo que estamos en esta vida
terrena sino que se consuma con la vida plena, sin las carencias y dolores propios de
este tiempo.

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