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Enunciación

http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: http://dx.doi.org/10.14483/udistrital.jour.enunc.2015.2.a05

Control Interno

Artículo de reflexión

¿Cómo leer libros voladores? Tres recomendaciones del Decálogo de la


“buena lectura” audiovisual
How to read flying books? Three recommendations of the Commandments of the
audiovisual “good reading”

Diana Patricia Romero Alba1, Mauricio Alexánder Roa Gerena2

Para citar este artículo: Romero, D. P. y Roa, M. A. (2015). ¿Cómo leer libros voladores? Tres recomendaciones del Decálogo de
la “buena lectura “audiovisual. Enunciación, 20(2), pp. 235-246.

Recibido: 23-mayo-2015 / Aprobado: 28-julio-2015

Resumen Abstract
Este artículo es resultado del trabajo de investiga- This article is the result of the research project car-
ción desarrollado en la Maestría en Pedagogía de la ried out in the Mother Language Education Master’s
Lengua Materna, de la Universidad Distrital Francis- program, at Universidad Distrital Francisco José de
co José de Caldas. Su contenido presenta el esbozo Caldas. Its content presents the outline of a model
de un modelo para leer de manera crítica y proposi- to read the film The Fantastic Flying Books of Mr.
tiva el film Los fantásticos libros voladores del señor Morris Lessmore in a critical and proactive way. Af-
Morris Lessmore. Luego de un rastreo teórico y a par- ter a theoretical research and based on the data ob-
tir de los datos obtenidos en el proceso de investiga- tained in the research process, a Decalogue of "good
ción, se propone un decálogo de la “buena lectura reading of the audiovisual text" is proposed, with the
del texto audiovisual”, con el ánimo de plantear he- aim of raising tools to understand media messages
rramientas para entender los mensajes audiovisua- in school. In this scholarly contribution we present
les en la escuela. En esta contribución académica the first three recommendations of the Decalogue,
presentamos las tres primeras recomendaciones del in which the reader can compare the strength and
Decálogo, en las que el lector puede cotejar la fuer- extent of the investigation. The nearest conclusion
za y magnitud de la investigación, cuya conclusión is that reading an audiovisual text retains many fea-
más cercana es que leer un texto audiovisual con- tures of resemblance to the literary reading.
serva múltiples rasgos de semejanza con la lectura
literaria. Keywords: film texts, semiotics, semiology, studium,
punctum.
Palabras clave: texto fílmico, semiología, semiótica,
studium, punctum.

1 Profesora de lenguaje en la Institución Educativa Distrital (IED) INEM de Kennedy. Licenciada en lingüística y literatura, Universidad Distrital Fran-
cisco José de Caldas. Estudiante de Maestría en Pedagogía de la Lengua Materna, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico:
alunanun@yahoo.con.mx
2 Formador de formadores a nivel nacional y tutor virtual en colaboración con la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Educación.
Licenciado en lingüística y literatura, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Estudiante de Maestría en Pedagogía de la Lengua Materna,
Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Correo electrónico: mauricioroagerena@yahoo.com.mx

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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol 20, No 2 (julio-diciembre 2015). pp. 235-246.
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Claqueta cinematográficos del material audiovisual en la


escuela. Son alternativas surgidas de la reflexión
Primer rollo, escena primera, toma número uno. y la crítica magisterial ante las múltiples tribu-
Nos gustaría utilizar esta pizarra para recitar el laciones del quehacer docente, en tiempos de
contenido general de este trabajo. La hemos omi- sobresaturación televisiva, virtual y audiovisual.
tido a lo largo de todos los demás capítulos, pues Alternativas de lectura, alternativas didácticas, al-
nos parece innecesario para el gran público lec- ternativas de vida. Por el momento, no podemos
tor, para quien estos tecnicismos del montaje ge- evitar la tentación: es un sitio común, un estereo-
neral pueden resultar irritantes. Antes de cada tipo. Pero a todos nos gusta. A todos nos fascina.
grabación de una película, es necesario que al- Decir: “luces, cámara, acción”.
guien “cante la claqueta”, de forma que cuando
se esté editando el material exista un registro per- Tres recomendaciones del Decálogo de la
manente del orden cronológico de las diversas “buena” lectura audiovisual
cintas. Preferimos contarle al lector acá lo que
contiene todo el cuerpo de esta tesis de maes- Abordarás cada crítica como un pequeño
tría, para no llenarlo de formas nemotécnicas trabajo de creación.
que puedan perjudicar su gozo, en la continui-
dad que implica la relación entre la escritura y la Fernando Lara
lectura de textos cinematográficos y otros tantos
textos, incluidos, desde luego, los literarios. Primera recomendación: la línea y el punto
Se trata del esbozo de un modelo de lectura
de textos fílmicos, al que hemos llegado luego de Los fantásticos libros voladores del señor Morris
un arduo trabajo de investigación educativa. Pero Lessmore, de William Joyce y Brandon Olden-
también de una pieza viva, capaz de volar y de burg, cuenta la historia de un escritor que luego
hacer volar otros organismos legibles. Por lo cual de ser arrastrado por un huracán, similar al Katri-
no podemos decir cómo leerlo. Presentamos acá na, puede volar sin las limitaciones de la grave-
un extracto del fuerte de la propuesta: el segundo dad y sin la fricción del viento, convirtiéndose en
capítulo (Decálogo de la “buena” lectura audio- lector. El video resultó ganador del Óscar a mejor
visual): diez pasos, diez consejos, diez alterna- animación en 2012 y abarca un récord impresio-
tivas, incluso diez modelos contenidos en un nante de páginas en red que lo comentan, anali-
modelo general de lectura de piezas audiovisua- zan, resumen e, incluso, cuelgan, para ser visto
les en la escuela, desarrollado a partir de nues- allí mismo: para el 30 de noviembre de 2015, el
tra experiencia comprensiva de Los fantásticos motor de búsqueda de Google arroja 37.400 re-
libros voladores del señor Morris Lessmore (Joy- gistros asociados.
ce y Oldenburg, 2012) como maestros de lengua Luego de cerca de tres años de su primer estre-
materna en Bogotá. Con todo, el lector es quien no, es inestimable el creciente interés generado
finalmente lo echará a rodar, le hará atravesar el en las academias, en las escuelas y, en general,
firmamento. Dirige, junto con nosotros, cada es- en todos los lectores, ilustradores, escritores, li-
cena. Su lectura cobra una especial importancia breros, editores, músicos, estudiantes, maes-
en los educadores de lengua materna, quienes tros, bibliófilos y demás amantes de la cultura
podrán advertir en estos tres capítulos escogidos del libro. El así llamado “fenómeno Morris” es
las posibilidades pedagógicas surgidas de estas un elogio del universo “que otros llaman Biblio-
recomendaciones sobre la escogencia, el análi- teca” (Borges, 2000), ese espacio tan parecido
sis del sonido y la identificación de inconscientes al paraíso, de infinitos anaqueles hexagonales,

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multiforme y ubicuo. Los libros ponen alas en gran carga significativa en pequeños detalles, ca-
cualquier joroba. si como invitación a detener la secuencia, a am-
Morris causa cada vez mayor revuelo. Y tam- pliarla y empezar a reconocer las pistas inmersas
bién toda una revolución del cosmos que habita en eso que han dado el llamar “lenguaje cine-
un libro: la editorial Alfaguara publicó en 2014 matográfico”, que viene siendo algo así como el
la versión literaria que Joyce le dedica a su mu- código de sus posibilidades. Pero cualquier anal-
jer (q.e.p.d.), acompañada de las ilustraciones de fabeta audiovisual puede ir descubriendo por sí
Oldenburg. Esta publicación tiene una tradicio- mismo las riquezas técnicas, conceptuales y ar-
nal confección litográfica y, además, una com- tísticas que hacen posible su vuelo. Al fin y al
pleja trama de vínculos entre el libro impreso, el cabo, decía William Blake (1982), “la perfección
libro virtual y el universo del cine. está en el detalle”.
El fantástico libro volador no se basa, sin em- Cada quien puede analizarlo a su manera. La
bargo, en la película. Establece una mediación nuestra ha terminado por convertirse en mate-
multimodal –término propio de nuestra era in- ria de investigación. Un huevo antropomórfico,
formática–: la animación se complementa con la “el libro [que] era un hombre amable”, aparece
versión impresa y la impresa con la fílmica, que en el momento en que el señor Morris Lessmo-
es un homenaje al “cine mudo”, por lo que pue- re pierde sus esperanzas, su color, al contemplar
de decirse que resulta complementaria, alterna- los escombros que ha dejado el siniestro, “e insta
tiva, si se quiere, la presencia del texto literario. a seguirlo”. Desde entonces, no deja de acom-
“Si bien la imagen, como cualquier otra, es una pañarlo. Lo despierta en la mañana, lo guía, lo
inducción a mirar –escribe Susan Sontag (2003, orienta. Lo disciplina.
p. 17)–, el pie [la voz en off, en este caso; la “le- No sabía qué hacer ni qué camino tomar. Así
yenda”, en el otro] reitera, las más de las veces, que comenzó a vagar. Y vagar. Luego un poco de
la patente dificultad de hacerlo”. feliz casualidad llegó a sus manos. En lugar de
El libro es una invitación a mirar o, dicho de mirar hacia abajo, como se había convertido en
otra forma, ofrece una nueva mirada. Podemos su hábito, el señor Morris Lessmore miró hacia
interactuar con las secuencias, no solo devol- arriba.
viéndolas o adelantándolas, acercándolas, ale- La forma en que mira, la forma en que piensa,
jándolas, sino además ampliando su marco de la forma en que asume la existencia adquiere la
referencia bidimensional o tridimensional –con imagen de Humpty Dumpty: el deseo de llegar a
la aplicación de realidad aumentada– a un mar- ser, la aspiración permanente del mejoramiento,
co hologramático. Una pieza fílmica adaptada de la transformación misteriosa que representa
para funcionar como un asombroso juguete pos- un huevo haciendo equilibrio frente al abismo.
moderno, como un videojuego que se desplie- Entre las múltiples analogías que encontramos en
ga, literalmente, al abrir las hojas del libro. Un este simbolismo, la más cercana no deja de ser la
cuento corto, que, como todo lo bueno que hay de la educación, aunque la analogía pueda apli-
en la efímera vida humana, quisiéramos contar carse a muchos otros ámbitos.
mil veces. “Cuando el Espíritu se desvanece, aparece la
Seguir todas sus señales, todas sus relaciones, forma”, escribe Bukowski (2014). Vivimos el oca-
sus vínculos, es un acto creativo. El caso del Se- so del espíritu, un tiempo de extrema materializa-
ñor Morris es una de esas piezas que motiva el ción de la vida en un mundo intercambiable por
análisis más minucioso, que no se blinda ni se papeles, y como el papel puede quemarse, un
acoraza, pero que al mismo tiempo cierra el es- mundo en destrucción. Los múltiples desastres
pectro de su campo interpretativo. Encierra una naturales, las repercusiones de nuestras guerras

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y lo enfermizo de nuestros diversos sistemas (eco- carne, el tipo de ensalada o el postre. En el aje-
nómico, social, cultural) remueven nuestro más drez hay un paradigma de jugadas posibles, pe-
íntimo sentido de resiliencia. No solo para sobre- ro, una vez movida una de las piezas del juego,
ponernos al siniestro, a las múltiples tragedias de se ha generado un sintagma, una nueva situa-
la cotidianidad, sino para modificar definitivamen- ción, un nuevo estado del juego (De Saussure,
te nuestras maneras de vivir en el mundo. 1945 citado por Amar 2000). Solo con un movi-
Encontrar este texto audiovisual, esta pieza miento puede haber jaque mate.
fílmica, este galardonado ejemplo del séptimo Parece un asunto sencillo, pero al trasponer
arte, ha orientado por completo este trabajo, estos conceptos al universo del cine, las opcio-
porque nos ha demostrado que existe una bue- nes paradigmáticas, el estudio, abarca los más
na forma de enseñar, desenmascarando todas extensos listados de carteleras, programaciones,
aquellas pésimas estrategias y terribles “puestas filmografías disponibles en internet, colecciones
en escena” que nos hacen perder “tiempo de es- personales. Hay mucho que ver y muy poco que
tudio yendo a la escuela” (Shaw, 2012). Esa bue- mirar.
na forma de enseñar es una versión ideal de una Las propuestas pedagógicas que sugieren el
buena forma de aprender. uso de material audiovisual han representado
Resulta indispensable aprender a escoger el un filtro indispensable, no solo por las recomen-
material fílmico que llevamos a la escuela. daciones para su buen uso, sino por el acierto
Para explicar el modo en que llegó a nuestras de sus recomendaciones.
manos esta feliz casualidad, nos referiremos a Con todo, no hay forma única de encontrar
dos conceptos de la semiótica que Roland Bar- un buen film y en ocasiones ni el mejor méto-
thes (1990) utiliza para hablar de la fotografía: do nos ayuda a evadir una mala elección en
el estudio (o studium) y el punto (o punctum). la sala de estrenos. En este caso, las líneas de
Estudiar la fotografía, dice, significa barrer con investigación, los filtros de búsqueda, los ma-
la mirada una serie de revelados, hasta encon- teriales y herramientas de las bibliotecas y los
trar una de tantas fotos, especialmente intere- salones coinciden en algo: para la enseñanza
sante por la forma en que punza. Hay un punto de la lengua materna resulta indispensable cu-
irritante, localizable en el plano de su composi- rar el quebrado puente entre las películas y los
ción. Es una transposición de los conceptos del libros. Algunos eslóganes culturales como “apa-
Curso de Lingüística General, del ginebrino Fer- ga la televisión, prende un libro”, “menos face
dinand de Saussure (o de sus estudiantes): para- y más book” encarnan una mirada apocalíptica
digma y sintagma. Con el primero se alude a las de estos medios de comunicación. La nuestra
opciones de combinación de ciertos elementos es, en cambio, una mirada integrada, holística,
lingüísticos; con el segundo, a las elecciones to- aunque surja de cáscaras de huevo. Un buen vi-
madas. Cine, vine y mine son opciones cuya ar- deo que nos inspira la lectura de otros videos,
te combinatoria se localiza en la variación del otros libros, otros textos es, siempre, una bue-
primer elemento. Para hacer entendible la ana- na elección, un buen sintagma, un elemento
logía, que se refiere a una forma estructural de indispensable.
entender los fenómenos del mundo, veamos al- La enseñanza de la lengua materna mediante
gunos ejemplos. El menú en un restaurante re- el uso de material audiovisual: esa es la línea.
presenta el estudio o el paradigma de opciones, El video de la lectura: ese es el punto. Un punto
mientras que el plato que se solicita representa que proyecta nuevas líneas. Un punto en el que
el sintagma. Se ha escogido debido a un punto resulta útil –sobre todo– el consejo de Cavafis
en especial de su variación. Tal vez el tipo de (1968):

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Cuando emprendas tu viaje a Ítaca cae en medio del bosque y nadie lo escucha, ¿el
pide que el camino sea largo, árbol se cayó? Sin intérprete, la realidad signifi-
lleno de aventuras, lleno de experiencias. cativa se quiebra. Los hechos objetivos depen-
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes den de los hechos mentales. Estos no dependen
ni al colérico Poseidón, de nosotros: somos nosotros quienes nos inscri-
seres tales jamás hallarás en tu camino, bimos en la conciencia, pero el suceso puede
si tu pensar es elevado, si selecta llegar a nosotros o no. Peirce (1974) lo resume
es la emoción que toca tu espíritu y tu así: “el ser humano, en sí mismo, es un signo”.
cuerpo. El segundo principio del Corpus dice que
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes “el universo es ritmo”. La teoría de las cuerdas
ni al salvaje Poseidón encontrarás, y las realidades múltiples (Capra, 1983) con-
si no los llevas dentro de tu alma, cuerda en concebir una realidad originada por
si no los yergue tu alma ante ti. las vibraciones de una conciencia armoniosa.
Ten siempre a Ítaca en tu mente. Estamos formados por átomos compuestos de
Llegar allí es tu destino. vacío, se afirma, de modo que las partículas
Mas no apresures nunca el viaje. subatómicas más diminutas existen solo en la
medida en que se desarrolla la composición de
Segunda recomendación: el sonido una partitura orquestal del orden de la realidad.
Lo que nos lleva a decir desde otra postura
Algunas veces la imagen sigue al sonido y semiótica que el árbol, en efecto, se cayó. Una
representa un papel secundario y no viceversa. semiología musical nos lleva a pensar que, pe-
El sonido es algo más que una simple ilustración se a todo, esta afectación en los ritmos propios
de lo que está sucediendo en la pantalla. del planeta, tan diminuta como el vuelo de una
mariposa o tan sorda como la caída de un árbol
Andrei Tarkovsky solitario puede generar una tempestad, una rup-
tura o algún estrépito en el extremo opuesto de
Así como hay, según Kant, un verdadero abis- donde se origina, como la luz de esas estrellas
mo de la razón que consiste en la petición de muertas que aún nos llega en las noches más
un fundamento último e incondicionado de todas transparentes.
las cosas, así también hay un verdadero abismo Sotto voce, forte subito, esforzando, mezzo-
de la Acción, que consiste en la exigencia de una forte, pianissimo. Una misma melodía que abre
entrega total a la causa absoluta y concibe toda y cierra, con movimientos, variaciones, defor-
duda y toda crítica como traición o como agre- maciones. Punto de carencia, punto de igni-
sión. (Zuleta, 1980, p. 2). ción, punto de trascendencia (Goyes Narváez,
2008). Oscuro, claroscuro, tenue, muy tenue.
El imperativo categórico que indica el albur Inicio, nudo, desenlace. Es el silbido caracte-
de buscar todas las razones en un único princi- rístico del señor Morris Lessmore, en la primera
pio razonable, lleva a buscar un libro del que escena; las notas que escucha al entrar en la
pudiesen surgir todas las demás obras. Hay quie- biblioteca, provenientes de un piano, en otra;
nes ponderan el Corpus Hermeticum o Kibalión el entrenamiento de la alfabetización, la disci-
(Trismegisto, 1998). Uno de los principios del plina de la escritura, el sereno trabajo diario en-
Kibalión dice que “el universo es mente”. tre los anaqueles, el envejecimiento, el vuelo y
En el campo de la semiótica es común la ale- revuelo del señor Morris, siempre acompaña-
goría que conlleva la pregunta: si un árbol se do de ese “hombre que era un libro”, Humpty
Dumpty.
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Figura 1. Partitura musical de Humpty Dumpty

Fuente: http://kiboomukidssongs.com/humpty-dumpty-sheet-music/

Figura 2. “Pop Goes the Weasel”

Fuente: Los fantásticos libros voladores del señor Lessmore Morris (Joyce y Oldenburg, 2012).

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“[..] Que era un libro”. Al pasar y devolver las Tercera recomendación: la cámara de Gesell
páginas se crea el efecto de movimiento dentro y el inconsciente fotográfico
de la empastadura medio abierta de un volumen,
creando el efecto de la animación, simulador de la El arte es un estado del alma.
realidad, a partir de láminas gráficas secuenciadas. Marc Chagall
Las hojas se recorren en las notas digitales de un
piano. Hay una broma que el multifacético artista Ale-
Una de las características primordiales del video jandro Jodorowsky (1997) utiliza cada vez que es
del señor Morris es la música de fondo. Es, casi, co- invitado a brindar una charla sobre cine:
mo si la imagen surgiera del ensueño de la melodía. Un caballero sale con un pingüino a pasear por
Las mejores piezas del cine mudo acentuaban la calle. Un amigo que lo encuentra por casuali-
la selección musical. Hay una famosa anécdota de dad ve esta extraña escena y asombrado le acon-
uno de los primeros cineastas de nuestro tiempo, seja que lleve al pingüino a un zoológico. Tiempo
Méliés: la presentación de un proyecto cinemato- después se reencuentran y aún el caballero cami-
gráfico con una orquesta tocando en vivo y en di- na con el pingüino a su lado. —¿No has llevado
recto, algo impensable hoy en día (Feldman, 1990, ese pingüino al zoológico?, le pregunta el amigo.
p. 27). —Sí —responde—. Ahora lo llevaré al cine”.
La primera lectura sugerida es de carácter musi- La proyección del séptimo arte ha sido compa-
cal. El señor Morris encuentra un instrumento mu- rada con la proyección del inconsciente. Lo que
sical abandonado y el siniestro parece superarse. llevamos, en últimas, a una sala de cine es nuestra
Es el inicio de un nuevo camino, la felicidad de la extrañeza más íntima. Nuestro pingüino.
bienvenida a este espacio habitado por la tradición, Para Jodorowsky, la escena de la córnea de un
morir y resucitar para escuchar una melodía, una ojo abriéndose por la cortadura de una navaja de
sola melodía, que solía utilizarse para vender hela- afeitar, mientras en el cielo una delgada nube des-
dos. Aprender a interpretarla es una dulce entrada garra la luna llena, de la película Perro andaluz
al juego de la alfabetización auditiva. (Buñuel, García Lorca y Dalí, 1929), se inscribe en
“Cállate y escucha las estrellas”, dice Borges. la memoria del espectador con mayor acento que
“¿Cuántos sonidos puede tener el agua?”, se pre- gran parte de toda la producción de la industria
guntaba el director de cine ruso Andrei Tarkovsky de Hollywood. No solo se refiere a una crítica del
(Feldman, 1990). La de Humpty Dumpty es una de consumo de masas y de la industria cultural que
esas melodías que vale la pena aprender a escuchar genera productos basura, imposibles de recordar,
y a leer en todos sus matices, en todas sus versio- sino una postura radicalmente psicoanalítica, o,
nes, en todas sus réplicas. Por ejemplo esta versión: como él mismo ha acuñado, psicomágica.
“El inconsciente acepta la metáfora” (Jodorows-
Ni todos los caballos del rey,  ky, 2007). Soñar no solo es un canal de desagüe
ni todos sus hombres de nuestras represiones cotidianas, de nuestros ac-
Pudieron traer mi corazón tos inconclusos, de nuestros deseos insatisfechos.
de vuelta  También es una actividad cerebral, cognitiva y es-
Todos los físicos  piritual que procesa los registros de nuestra memo-
Y todos los matemáticos ria más enigmática. El cine, entonces, implica un
Fracasaron en evitar  concepto propio de lo que Jung (2010) ha denomi-
que mi corazón se rompiera en dos. nado “el inconsciente colectivo”, la metáfora de lo
que “todos soñamos”. “No somos más que un des-
(Anónimo) garrón de las cosas” (Foucault, 1963, 1966, 2000),

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“delirios activos de la consciencia” (Artaud, Alon- no un mismo efecto, por lo menos una sensación
so y Abelenda, 1969), “simples criaturas hechas de similar.
sueños” (Yourcenar y Calatayud, 1989). El más pretérito símbolo en la genealogía del
Hace poco, en el Museo de Arte de Buenos sueño es la levitación, la levedad absoluta, la pér-
Aires, se dio a conocer un curioso montaje que dida del peso corporal, por vía controlada o por
relaciona el sueño y el cine. La obra es una vi- causa de fuerzas externas. Significa la ensoñación:
deoinstalación compuesta de un sistema de múl- “[…] la consciencia de que se está soñando” (Cas-
tiples pantallas en las que se proyecta un gran taneda, 2000).
compendio de sueños de películas. Imágenes oní- Hay una extensa relación entre el ensueño y la
ricas de diferentes épocas y lugares, desde Soñar, posición del espectador, que sabe que ha pagado
Soñar, de Favio, hasta películas emblemáticas co- por creer en un engaño. La comprensión de este
mo Cuéntame tu vida, de Hitchcock, o Fresas Sal- fenómeno psicológico es el sustrato de la cáma-
vajes, de Bergman. Los espectadores se sumergen ra de Gesell. Un ojo oculto que no participa, y,
en ese espacio, recorren y experimentan dentro de en cambio, está en posición de juzgar. Si bien es
lo que podemos denominar como el inconsciente cierto que Freud, Lacan y Young concebían la es-
colectivo cinematográfico. copofilia y el voyerismo como desviaciones libidi-
Lucas Tuturto (2010), en su corto de promoción nales tendientes al onanismo, el distanciamiento
de la videoinstalación, se pregunta: “Si las pelícu- que hace el investigador de un criminal, viéndolo,
las son sueños de la realidad, ¿los sueños de las literalmente, a través del espejo, sitio común ya en
películas qué son?”. La respuesta resulta ser un las películas policiacas, es el otro extremo de los
sistema cíclico de múltiples pantallas proyectan- usos tendenciosos.
do sueños de películas, mientras el espectador se La publicidad comercial desborda imágenes
siente parte de la proyección, al estilo de la cáma- cuyo punctum asocia el producto en venta con
ra Gesell. Verse a sí mismo de espaldas, repetido, cierto gesto densamente cargado de intención li-
distorsionado. Dentro de los recortes de los frag- bidinal. Este simple distanciamiento mantiene en
mentos más oníricos del cine. pie a diario la continuidad de empresas de todo
Lo curioso de este proyecto curatorial o museo- tipo. “Si por un solo día dejan de publicitar a Co-
lógico es que las secuencias escogidas coinciden ca-Cola –suelen decir comúnmente–, se caen las
con cierto patrón. Las imágenes que se repiten en ventas, hasta la quiebra”. La medicina, el psicoa-
los fragmentos compilados, en realidad, se nutren nálisis, la publicidad. El efecto Gesell, por llamar-
del surrealismo que recoge Perro andaluz y sus lo de algún modo, no es ajeno, tampoco, a los
réplicas y contrarréplicas que palpitan a lo largo salones de clase.
del espacio y del tiempo. Inundaciones en espa- Como todas las buenas ideas de la humanidad,
cios cerrados, incendios espontáneos como el de esta inicialmente bienintencionada tentativa es
El espejo, de Andrei Tarkovsky (1975), los estalli- utilizada en su propio detrimento. Buscaba ayu-
dos y fulminaciones y cataclismos de piezas co- dar a conocer el comportamiento de los niños en
mo El club de la pelea (Fincher, 1999), Yo soy otro soledad, sin la interferencia de otro niño o adul-
(Ocampo, 2008). Y muchos vuelos, míticos ícaros to, en el campo propio del análisis del compor-
alados, brujas sobre escobas voladoras, caídas li- tamiento dentro del mundo de la pediatría. Así
bres, casas y personajes en bicicleta pedaleando como el descubrimiento de las propiedades ató-
sobre las ráfagas arremolinadas de un huracán, co- micas y la teoría de la relatividad sirvieron para
mo en el Mago de Oz. Todas estas piezas adiciona- arrasar con ciudades enteras en cuestión de se-
les podrían formar parte de otra videoinstalación, gundos, la cámara de Gesell ha servido en la es-
y mostrarían más o menos lo mismo, crearían si cuela para convertir a los estudiantes en objetos

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observables, para que los docentes y directivos los cuales no se inscribiría con el mayor acento
puedan saber cuándo son sinceros, cuándo mien- una imagen en la memoria.
ten, cuándo ocultan algo y qué es lo que ocultan. Algunos hablan de la memoria fotográfica para
El modelo de la escuela en que los maestros en- referirse a la habilidad de reconocer un rostro. El
carnan a vigilantes y los estudiantes interpretan a punto en que radica la mayor carga significativa
presuntos criminales es la degeneración más su- de film es lo que nosotros entendemos como el
rreal de los usos pedagógicos de cuanto sabemos inconsciente fotográfico, lo que nos permite aso-
del inconsciente. Es el inconsciente colectivo de ciar de inmediato un título con una imagen en
la relación entre la pantalla y la escuela. En lugar especial.
de las pantallas de aplicaciones pedagógicas, de El motivo, la intención, la idea, se concen-
software educativos, en lugar de plataformas de tran en unas cuantas imágenes. En las películas
aprendizaje, en lugar de pantallas de televisor, de de Woody Allen son comunes: la ubicación torci-
video beam o de los tradicionales proyectores de da de la cámara, un hombre huyendo de un seno
acetatos, en lugar de todas las pantallas informa- gigante. En las películas de Oliver Stone –como
tivas que pueden ayudar a transmitir la cultura a Asesinos por naturaleza (1994) – son rostros en-
los estudiantes, la pantalla ha sido interpuesta. Ha sangrentados, víboras fatales, escorpiones, dicho
dejado de un lado a los maestros y de otro a los de otra forma, un ser humano salvaje, asesino co-
estudiantes. mo las bestias de la naturaleza.
Los modelos tradicionales entrañan prácticas Para encontrar el inconsciente fotográfico del
en las que, hasta cierto punto, ponen al maestro señor Morris, luego de proyectarlo en la escuela,
del lado del espectador encubierto. El estudian- nos hemos preguntado con nuestros estudiantes
te es observado, adiestrado, evaluado, medido, cuál es la imagen que más nos ha impactado de
lo mismo que los ratones del laboratorio del se- toda la pieza, la que no podemos olvidar.
ñor Skinner (1938), del otro lado del vidrio. Lo “La del huracán” dicen algunos; “La de Morris
que ha impuesto la posmodernidad, la sociedad volando”, dicen otros. Pasamos revista a las imá-
transparente, como dice Gianni Vattimo (1990), es genes del corto. Y no hace falta hacer un sondeo
poner al maestro del otro lado de la pantalla. El ni soñar con esta imagen para determinar cuál es
estudiante, desde su propio pupitre, puede grabar, el inconsciente fotográfico. A lo largo de los quin-
publicar y poner en la palestra pública al maes- ce minutos que dura el corto vemos todo como
tro que tiene en frente suyo, con un celular sen- un sueño: ciclistas pedaleando a kilómetros del
cillo. Puede comprobar la veracidad de los datos suelo, casas que dan vueltas en el horizonte y, lue-
que nutren las didácticas al poder preguntarle a go, una mujer que levita, llevada por libros, libros
internet cualquier cosa en cualquier momento. capaces de volar, el señor Morris elevándose en el
Puede, si quiere, ponerle en ridículo o analizar su firmamento.
comportamiento. “El punto –según la geometría más popular–
Ese es, digamos, nuestro pingüino. Decidimos surge de la interceptación de dos líneas”. Vemos
llevarlo a la sala de cine, para interrogarlo. al señor Morris volando en el huracán y resulta
Leer el cine, como leer un sueño consiste, so- bastante impactante, nos hipnotiza, pero también
bre todo, en encontrar el sentido oculto de sus nos impacta cuando aparece una dama voladora,
símbolos más relevantes. La aparente fragmenta- arrastrada por libros y luego cuando el señor Mo-
ción e incoherencia de los sueños, lo mismo que rris también vuela, literalmente, rejuvenecido al
los inesperados giros y las imágenes que aparen- finalizar. El punto radica en la oposición de estas
temente nada tienen que ver con la trama de una dos linealidades, estas dos formas de avanzar en
película obedecen a principios contingentes, sin el vuelo.

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Diana Patricia Romero Alba - Mauricio Alexánder Roa Gerena

Mientras el huracán aparece, vemos a las perso- Antes de lanzar una hipótesis sobre el signifi-
nas y las cosas intentando no dejarse arrastrar por cado de aquella lógica que la determina y que fija
el siniestro, volando, hacia la derecha. En cambio, la magia (o psicomagia) de todo el film del señor
la linealidad del vuelo de los libros es hacia la iz- Morris, nos gustaría invitar al lector a observar por
quierda: ¿Qué puede significar eso? sí mismo, como en la cámara de Gesell, sin pre-
Si los sueños, como escribe Truman Capote, juicios, ni perturbaciones, la oposición direccional
“son la mente del alma, nuestra verdad escondi- de estas dos manifestaciones del vuelo que cons-
da” (1973, p. 33), el inconsciente fotográfico es la tituyen, gracias a su iteración y reiteración, el in-
lógica de la película, el orden desconocido de ese consciente fotográfico.
caos de miles de imágenes de cada minuto de du- Confíe en el graznido, en el trompeteo del pin-
ración de una película. güino que está a su lado. No olvide ese consejo.

Figura 3. Contraste de dos “inconscientes fotográficos” en la película Los fantásticos libros voladores de señor
Lessmore Morris

Fuente: Joyce y Oldenburg (2012).

Algunas conclusiones parciales En lugar de eso, ha generado profundidad y perti-


nencia al concebirse como un maestro-investiga-
La modelación teórica corresponde a uno de los dor, es decir, que en lugar de profetizar, construye,
empeños menos comunes en el gremio magiste- palmo a palmo, caminos hacia esa verdad que, pa-
rial. Es muy común que los maestros de las diversas ra Nietzsche (2007), es “la mejor razón para mo-
áreas incursionen en el desarrollo de prácticas pe- rir”, pero que para nosotros significa algo así como
dagógicas tendientes a corroborar las teorías peda- una razón más para otorgar sentido a la vida.
gógicas, pero la formulación de nuevos postulados La verdad que puede transportar una pieza fíl-
conceptuales y teóricos referentes a la enseñanza, mica como la del señor Morris. O tantas otras. Si
en especial, de nuevos contenidos con nuevas pla- resulta enriquecedor en algo este proceso analíti-
taformas de aprendizaje, en el área de lengua ma- co que hemos desplegado sobre este texto fílmico,
terna, ha significado la transformación del perfil es porque se han nutrido las voces de los múlti-
del docente, no solo como un educador a secas, ples teóricos que hemos ido rastreando en el curso
un profesor que, como dice Moreno (2009), “no de los años, en medio de nuestra dedicación en
hace más que profesar, ya que quisiera profetizar”. el ejercicio investigativo y magisterial, y también

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porque la mayoría de las hipótesis con mayor car- El resultado final, un esquema de análisis con
ga significativa ha surgido tanto de comentarios de altos niveles de abstracción del texto fílmico, que
estudiantes como del trabajo más riguroso en el puede replicarse en otros textos audiovisuales y
aula de clase. en otros contextos educativos, no es más que una
Lo que podemos concluir hasta el momento – provocación.
pues esta es una investigación cuyos alcances a Se trata de recomendaciones sobre la lectura.
veces resultan difíciles de limitar– es que contar Saber qué leer, cómo encontrar pistas entre líneas,
con una competencia audiovisual significa, sobre cómo establecer relaciones intertextuales y cómo,
todo, contar con una competencia lectora. incluso, limitar nuestra interpretación.
Al establecer la analogía entre análisis de textos Puede ser esto importante para enriquecer la
escritos y de textos audiovisuales, hemos compren- escritura de nuestros estudiantes. Pero la conclu-
dido que los contenidos propios del área de len- sión final es que usa todas las estrategias, moviliza
gua materna no solo pueden movilizarse a partir todos los esfuerzos magisteriales para que, como
del uso de material audiovisual como herramienta Morris, volvamos a lo familiar, a lo fraternal, a la
didáctica, sino que brindan el andamiaje propicio amistad reconfortante que nos trae un libro.
para analizar de la manera más juiciosa (y menos
prejuiciosa) las piezas que se enriquecen cuan- Referencias
do son llevadas a la escuela con las herramientas
conceptuales y metodológicas que proponemos Amar R., V. (2000). La alfabetización audiovisual a tra-
a lo largo de este tejido de palabras, imágenes y vés de la educación con el cine. Comunicar, Re-
músicas. vista Científica Iberoamericana de Comunicación y
No basta ser un verdadero amante del cine pa- Educación, 15, 141-149.
ra escoger el material más importante que se debe Artaud, A.; Alonso, E. y Abelenda, F. (1969). El teatro y
llevar a la escuela. Hace falta también mantener su doble. La Habana: Instituto del Libro.
una constante actualización, una permanente lec- Barthes, R. (1990). La cámara lúcida: nota sobre la foto-
tura, un rastreo incesante de los materiales que grafía. México: Paidós.
pueden ser compartidos con los estudiantes. Blake, W. (1982). La poesía completa y prosa de William
La codificación y categorización de elementos Blake. Barcelona: Ancla.
teóricos relacionados con el análisis de las piezas Borges, J.L. (2000). Nueva antología personal. Buenos
fílmicas nos ha sugerido que el estudio disciplinar Aires: Siglo XXI.
de la lingüística y la literatura requieren una adap- Buñuel, L.; García Lorca, F. y Dalí, S. (1929). Perro an-
tación a lo que Valéry y Santos (1990) ha denomi- daluz. [Película]. Francia.
nado el color del tiempo, es decir, la actualización Bukowski, C. (2014). Fragmentos de un cuaderno man-
a las dinámicas de nuestra cotidianidad posmo- chado de vino. Barcelona: Anagrama.
derna y semivirtualizada. La tradición lingüística y Capote, T. (1973). Miriam y otros relatos. Colección Zig
literaria está llamada a contribuir en la compren- Zag. Madrid: Rodas.
sión de nuestro tiempo, tanto como contribuyó a Capra, F. (1983). The turning point: Science, society,
concebir tantas otras épocas. Este simple muestreo and the rising culture. Nueva York: Bantam.
nos ha inducido a pensar que nuestra formación Castaneda, C. (2000). Las enseñanzas de Don Juan: una
no es un fósil de la antigua escuela, sino, al con- forma yaqui de conocimiento. Madrid: Fondo de
trario, el soporte para renovar día tras día nuestra Cultura Económica.
percepción nublada de nuestra era informática y Cavafis, C. (1968). Cien poemas. Traducción y notas de
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