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Jon Elster (1995)

TUERCAS Y TORNILLOS. UNA INTRODUCCIÓN A LOS COCNEPTOS BÁSICOS DE LAS


CIENCIAS SOCIALES

2) Deseos y oportunidades

La unidad elemental de la vida social es la acción humana individual. Explicar las instituciones y el cambio social es demostrar de
que manera surgen como el resultado de la acción y la interacción de los individuos.
Aquí deseo señalar que las acciones individuales en sí mismas requieren explicación, una manera simple de explicar una acción es
verla como el producto de dos operaciones sucesivas de filtración. El primer filtro está compuesto por todas las restricciones
físicas, económicas, legales y psicológicas que enfrenta el individuo (conjunto de oportunidades). El segundo filtro es un
mecanismo que determina que acción será realizada realmente.
Los principales mecanismos a considerar son la elección racional (cap.3) y las normas sociales (cap. 12). A mi entender los
mecanismos generados por elección son los más importantes. En esta perspectiva las acciones son explicadas por las
oportunidades y los deseos.
Para comenzar podemos observar que no siempre es necesario apelar a oportunidades y preferencias. A veces las restricciones son
tan rigurosas que no queda espacio para la operación del segundo filtro, por ejemplo ricos y pobres tienen la oportunidad de
dormir debajo del puente, pero los pobres pueden no tener otra oportunidad.
Las oportunidades son más básicas que los deseos en un aspecto son más fáciles de observar, no solo por el científico social sino
también por otros individuos de la sociedad.
En la estrategia militar un aforismo básico es que se deben hacer los propios planes sobre la base de la capacidad (verificable) del
oponente, no de sus intenciones (inverificables).
Incluso otra razón por la cual las oportunidades pueden parecer más fundamentales que los deseos tiene que ver con la posibilidad
de influir en la conducta. Suele ser más fácil cambiar las circunstancias y oportunidades de la gente que su manera de pensar.
Hasta acá he estado argumentando como si deseos y oportunidades se dieran con independencia unos de otros y puedan variar con
independencia unos de otras. Ahora paso a casos en que ambos están influidos por un tercer factor (a) y luego a casos en que
puedan influirse mutuamente en forma directa (b).
a) Según Tocqueville la esclavitud no sólo impide que los hombres blancos hagan fortuna sino que incluso los desvía del deseo de
hacer fortuna, el mismo autor sostiene que en otros casos el efecto sobre los deseos y sobre las oportunidades actúan en
direcciones opuestas. En Estados Unidos la religión -en sí misma un efecto de la democracia- quita el deseo de hacer lo que la
democracia permite a la gente que haga.
Cuando la gente está en malas condiciones es alta su motivación para innovar o para rebelarse, pero su capacidad u oportunidad
para hacerlo es la más baja cuando se encuentra en situaciones difíciles. Marx sostenía que la civilización surgió en las zonas
templadas porque sólo en ellas la necesidad de progreso se encontraba con las oportunidades para el progreso. Donde la naturaleza
es demasiado pródiga no hay necesidad y donde es demasiado escasa no hay oportunidades.
b) de cuando las oportunidades influyen los deseos: se puede citar a de Tocqueville acerca de la esclavitud, “¿Es una bendición de
Dios o la última maldición esta disposición del alma que da a los hombres una especie de gusto depravado por la causa de sus
aflicciones?
De cuando los deseos influyen las oportunidades: hay dos razones por las cuales la gente puede reducir el conjunto de opciones de
que dispone, primero está la debilidad de la voluntad (puedo decidir no ir al cumpleaños de Esponda si temo que haré algo tonto).
Luego está la interacción estratégica: a veces uno puede mejorar sus resultados eliminando ciertas opciones del conjunto de
oportunidad.
En términos estrictos, hay algo incongruente en la explicación de la acción en razón de oportunidades y deseos. Las oportunidades
son objetivas y externas a la persona y los deseos son subjetivos. En realidad lo que explica la acción son los deseos junto con sus
creencias acerca de las oportunidades.

3) Elección racional

La elección racional es instrumental: está guiada por el resultado de la acción. Las acciones son evaluadas y elegidas no por sí
mismas, sino como un medio más o menos eficiente para otro fin (en contraste la conducta guiada por las normas sociales no se
preocupa por los resultados).
Es cierto que existen elecciones que no pertenecen a la categoría medio para un fin (por ejemplo elegir una manzana o una
naranja), pero estas elecciones también se pueden ^asimilar a la acción instrumental. Se puede realizar un ordenamiento de
preferencia de la persona y empleando una treta matemática se puede convertir el ordenamiento de preferencia en una función de

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utilidad, que es un modo de asignar números a opciones de modo que las opciones preferidas reciban números más altos ( deben
satisfacerse 3 condiciones: a- la persona debe poder comparar dos opciones y preferir una o las dos, b- la persona debe ser
coherente en su elección, si prefiere una naranja a una manzana y una manzana a una pera debe preferir una naranja a una pera, c-
la persona debe poder comparar los valores entre sí ).
Algunas formas de acción instrumental son decididamente irracionales, el insomnio, la impotencia, la tartamudez empeoran si se
trata de hacer algo para remediarlos.
La elección racional se ocupa de hallar el mejor medio para fines dados, aquí debemos observar que la elección racional no es un
mecanismo infalible ya que la persona racional puede elegir sólo lo que cree que es el mejor medio. Es decir que si bien el proceso
puede ser racional (relación entre una creencia y los fundamentos en que esta se basa) existen ocasiones en que no se puede
alcanzar la verdad. En un sentido más general, debemos requerir no solo que las creencias sean racionales con respecto a las
pruebas disponibles sino también que la cantidad de pruebas reunidas sea óptima en cierto sentido.
En principio todas las creencias basadas en hecho se cifran en probabilidades, por ejemplo cuando se eligen entra siembras, los
agricultores deben considerar la probabilidad temprana de escarcha temprana en otoño o las lluvias escasas en primavera o
excesivas en verano.
La teoría de la toma de decisiones bajo riesgo indica a la gente que maximice la utilidad esperada.
Actuar racionalmente es hacer lo mejor posible por uno mismo. Cuando interactúan dos o más individuos racionales pueden
hacerse mucho más mal a sí mismos de cuanto hubieran podido hacer. Esta visión tal vez sea el principal logro práctico de la
teoría del juego o la teoría de ¡as decisiones interdependientes : hay dos o más jugadores. Cada uno de ellos tiene la opción entre
dos o más estrategias. Cada conjunto de opciones genera un conjunto de recompensas. La recompensa de cada jugador depende de
las opciones de todos los otros, no sólo de su propia decisión. Se supone que los jugadores hacen sus opciones de manera
independiente, en el sentido de que no pueden hacer acuerdos vinculantes para / coordinar sus decisiones. Pero en otro sentido sus
opciones son interdependientes porque | cada uno debe tomar su decisión sobre la base de su previsión de lo que hará(n) el(los)
otro(s).
En síntesis para que una acción sea racional debe ser el resultado de tres decisiones óptimas: 1- debe ser el mejor medio para
realizar el deseo de una persona dadas sus creencias. 2- esas creencias deben ser óptimas dada la prueba de que dispone la
persona. 3- la persona debe reunir una cantidad óptima de pruebas, ni demasiadas ni muy pocas (depende de los deseos y las
creencias acerca de los costos y beneficios de reunir más información)

4) Cuando fracasa la racionalidad

La teoría de la elección racional trata de explicar la conducta humana. Para lograr ese fin en cualquier caso debe proceder en dos
pasos. El primer paso es determinar qué hará una persona racional en las circunstancias. El segundo paso es verificar si es eso lo
que hizo realmente la persona. La teoría puede fracasar en los dos pasos, puede no dar predicciones determinadas y segundo, la
gente puede no conformarse según sus predicciones, puede comportarse irracionalmente.
A continuación explicaré cómo puede fracasar por indeterminación la teoría de la elección racional. En general hav dos formas de
indeterminación. Puede haber varias que sean igual y óptimamente buenas. O puede no haber ninguna acción que sea al menos tan
buena como todas las otras.
Si hay varias acciones de las cuales ninguna es mejor puedo ser incapaz de decir cuál prefiero entre ellas y
también incapaz de decir que son igualmente buenas. Esto es inconmensurabilidad y no indiferencia. Las
decisiones importantes a menudo implican elecciones inconmensurables (por ejemplo elegir una carrera).
Las creencias son indeterminadas cuando la prueba es insuficiente para justificar un juicio sobre la probabilidad de los diversos
resultados de la acción. Esto puede suceder de dos maneras principales: por la incertidumbre, en especial sobre el futuro, y por la
interacción estratégica.

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Cuando la acción racional es indeterminada algún otro mecanismo debe cubrir el vacío. Puede ser el principio de la “satisfacción”,
de elegir algo que sea bastante bueno.
En un sentido más general no tenemos una teoría de lo que hace la gente cuando le agrada actuar racionalmente pero la elección
racional es indeterminada. Una cosa que a veces hace es negar la indeterminación. Estas prácticas representan una creencia
irracional en el poder de la racionalidad. La primera misión de una teoría de la elección racional es ser clara acerca de sus propios
límites.
A veces la gente no elige lo que cree que es el mejor medio para realizar sus deseos Si ello sucede por error no es irracional. Lo es
si la gente actúa a sabiendas y deliberadamente (por ejemplo por debilidad de la voluntad).
La conducta irracional también puede derivar de creencias irracionales (me siento mejor si creo que las cosas son como a uno le
agradan que sean aun cuando últimamente me hará mejor creer que son lo que en realidad son) .
La formación de creencia también puede ir mal sin ningún impulso de las pasiones. En especial al tratar asuntos estadísticos
nuestras mentes están sometidas a ilusiones y falacias cognitivas que han sido diagramadas en fascinante detalle sobre los últimos
diez o quince años.
Para finalizar se puede decir plausiblemente que los deseos altamente impulsivos son irracionales porque son contraproducentes.
Si cedo hoy a la espontaneidad reduzco el número de ocasiones del futuro en las que podré comportarme espontáneamente.

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