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Pedagogía Social.

Revista Interuniversitaria
ISSN: 1139-1723
pedagogiasocialrevista@upo.es
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía
Social
España

Montero Souto, Pablo


Reseña de "Ética de la razón cordial: educar en la ciudadanía en el siglo XXI" de A. Cortina Orts
Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, núm. 15, marzo, 2008, pp. 162-164
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social
Sevilla, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=135012674017

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moral y la religión. La filosofía como crítica grandes retos del ejercicio de la ciudadanía.
es una empresa de desmitificación. Reencuentro en el ciudadano una figura del
Yo suelo identificar filosofía con pensa- universal singular. Al final de Las palabras,
miento y con creación. Por eso sé que el libro tras renunciar a la Trascendencia de la Salva-
de Rosa piensa y detesta la estupidez, el bue- ción (un equivalente de cualquier trascen-
nismo, la ignorancia o el dogmatismo con los dencia), Sartre se pregunta: “¿qué queda?
que solemos acercamos a temas tan comple- Todo un hombre, hecho de todos los hombres
jos. Gusta de la crítica y la toma de posición y que vale lo que todos y lo que cualquiera
–sin ocupar el lugar fácil de la verdad– así de ellos”. Seguramente un ciudadano es ese
como de la proposición –sin recurrir al lugar otro cualquiera, ese cualquier otro que es igual
del deber o la receta de cocina rápida– desde que yo y diferente de mí. Porque no es el
la composición inestable –pero rica en mati- mismo, es otro; porque es igual, no es desi-
ces y posibilidades–. La inestabilidad, que gual. La semejanza no es mismidad, del
señala el título, no deviene excusa fácil para mismo modo que la diferencia no es desi-
campar impunemente por el relativismo cul- gualdad. Paul Simon sigue cantando: “No, it
tural, sino plataforma para pensar desde la isn’t strange. After changes upon changes we
inmanencia y ejercer una mirada crítica-ana- are more or less the same. After changes we
lítica que reconoce la tensión entre pares tan are more or less the same”
irresolubles como indisociables. La inestabi- Este es un libro hecho para gourmets, de
lidad es tensión, más productiva que conflic- ingestión lenta y digestión ligera. Buen ape-
tiva si se sabe problematizar desde la articu- tito.
lación del derecho a la diferencia y el derecho
a la indiferencia. José García Molina
Ser reconocido sin ser identificado ni UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA
tener que identificarse. He aquí uno de los

Ética de la razón cordial: educar en la ciudadanía en el siglo XXI


Cortina Orts, A.
2007. Oviedo. Ediciones Nobel

C
on Ética de la razón cordial, la Cate- que se muestre incondicionalmente com-
drática de Ética y Filosofía Política de prometida con el objetivo de fortalecer las
la Universidad de Valencia, Adela Cor- sociedades pluralistas. Un objetivo a realizar
tina, se hizo acreedora del Premio Interna- teniendo presentes los principios de:
cional de Ensayo Jovellanos 2007, recono- - No instrumentalización de las personas
ciéndosele así su empeño por recordarnos como medios para fines distintos de lo
que la compasión es el motor que impulsa la expresamente humano.
búsqueda de argumentos para construir un - Empoderamiento de las capacidades
mundo a la altura de lo que merecemos como humanas.
humanos. - Justicia social para distribuir equitativa-
En el marco de una obra extensiva en su mente las cargas y los beneficios.
recorrido e intensiva en su profundidad, este - Consideración dialógica de los afectados
nuevo título nos devuelve una vez más al pro- por las normas que se deciden.
yecto de edificar la experiencia individual y - Y responsabilidad por los seres indefen-
colectiva, en torno a una “ética cívica cordial” sos de la naturaleza.

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Este es el quinteto de mandatos que nos lismo” y el “maximalismo” cívico, seguirá


compete en tanto que ciudadanos y ciuda- estando de actualidad mientras continúe sien-
danas, poseedores de derechos y deberes que do urgente el ir decantándonos por aquellos
obligan a reconsiderar las acciones persona- mínimos desde los que entenderse para cons-
les y grupales, orientando el quehacer cívico truir un mundo mejor y más humano.
hacia un horizonte de desarrollo social y per- Estamos de nuevo ante la tarea de confi-
sonal que pueda proyectarse en máximos de gurar una educación orientada a la vida, de
vida buena y feliz. Y todo ello sin renunciar suerte que las personas se sientan llamadas
a superar los fundamentos de la “ética míni- a respetarla por la satisfacción que produce
ma” ya compartida, a modo de común deno- salvaguardar aquello a lo que se tiene un pro-
minador, independientemente de cuáles fue- fundo aprecio. Y en este ensayo, Adela Cor-
ren los credos de vida buena y los ideales de tina nos invita al cumplimiento de esta res-
felicidad. ponsabilidad, haciéndonos sabedores de lo
Se trata de realizar el proyecto de la ciu- necesario que todavía resulta abonar el ger-
dadanía sin desistir del deseo de ampliar el men de una “ética cívica”, convirtiendo la dig-
capital axiológico que delimita las fronteras nidad humana en un referente para recono-
del haber en valores que atesoran las socie- cernos como sujetos comprometidos con el
dades enriquecidas por una moral pública. ejercicio moral de las virtudes públicas que
No en vano, la “ética cívica cordial” apela al permitan forjar la cohesión de la comunidad.
tipo de reconocimiento mutuo que se propi- “Cosas todas ellas imposibles de lograr si no
cian los seres humanos cuando se atreven a es empezando desde la educación, empezan-
confrontarse con las voluntades de su razón do desde el comienzo a educar ciudadanos
y su corazón, aplicando la sabiduría necesa- auténticos, verdaderos sujetos morales, dis-
ria para llevar una vida prudente y decente. puestos a obrar bien, a pensar bien y a com-
Por supuesto, entre esos valores que mere- partir con otros acción y pensamiento”.
cen ser estimados y degustados habremos de Para la Pedagogía/Educación Social, todos
considerar el valor de la ciudadanía, como estos principios éticos constituyen consignas
condición, cualidad, capacidad, categoría, etc. irrenunciables, coherentes con el propósito
cuyo desarrollo es en sí mismo un acto “váli- de transitar, desde la situación de las perso-
do” y “valioso”. En realidad, porque la ciuda- nas erigidas en el centro del mundo hacia la
danía está cargada de un innegable valor, que formación de unas personas centradas en el
se expresa en términos de bienestar social y mundo. A partir de sus perspectivas científi-
personal, calidad de vida y prácticas cotidia- cas, disciplinares y profesionales, el quehacer
nas de creatividad social. Pero también, y pedagógico-social en el terreno de los valores
sobre todo, porque la inclusión en la ciuda- está llamado a actualizar el objetivo orte-
danía facilita el acceso a formas de integra- guiano de “ordenar el mundo desde el punto
ción cívica y social que permiten incorporar de vista de la vida”. No en vano, ésta es una
al proyecto colectivo de la comunidad a quie- ciencia social que, entre muchas otras liga-
nes permanecen en sus afueras. duras, también comparte saberes con los fun-
Gracias a esta ambición ciudadana aspi- damentos de la bioética, en tanto que ética
ramos a hacer posible lo deseable, afanándo- de la vida.
nos en erradicar las pobrezas, vencer las vul- En este sentido, el trazado de una carto-
nerabilidades, superar los desequilibrios y grafía para “nuestro futuro común” implica-
armonizar la insensatez que altera nuestra rá necesariamente a la Pedagogía Social en la
existencia. No en vano, el significado de la empresa de educar en la ciudadanía, al obje-
ciudadanía, como balance entre el “minima- to de dignificar la convivencia colectiva y rea-

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nimar el latido de la democracia. A tal fin, uno Por tales motivos cabe asumir el com-
de los desafíos para el proyecto de crear con- promiso educativo y social de “acondicionar
diciones pedagógicas y sociales consistirá pre- el mundo para hacerlo habitable”, mediante
cisamente en señalar lo saludable que resul- prácticas de construcción de la ciudadanía
ta aprender a vivir la política en el terreno de que no podrán situarse al margen de los valo-
lo cotidiano, sin obviar que ésta es una de esas res que proyecten; y que, en consecuencia,
formas de vida no exentas de contradiccio- habrán de ser propuestas acordes en sus for-
nes, tanto en el espacio público como en el matos, contenidos, procedimientos, métodos,
ámbito privado. recursos, etc. Por ello, la práctica pedagógica
El reto de animar la democracia, activan- y social no podrá sustraerse de la tarea de
do el protagonismo de la ciudadanía en la “educar en la ciudadanía”; a la luz de criterios
conquista de los derechos políticos, cívicos, de naturaleza ética y moral que promuevan
económicos, sociales y culturales… es una la inserción social de las personas en sus con-
incumbencia pedagógica con consecuencias textos vitales, al tiempo que lo hagan com-
directas en la democratización de los pro- patible con la transformación de su cotidia-
yectos educativos, tanto como en la realiza- nidad.
ción de proyectos democráticos. Por eso, la formación de ciudadanos com-
Lo primero implica adoptar un proceder prometidos, a través del pleno ejercicio de los
democrático del que aprender las claves para derechos y de las responsabilidades asocia-
participar en la sociedad en igualdad de con- dos a los valores constitutivos de la ciudada-
diciones, con la voluntad de imprimir a todas nía, deberíaa ser el mayor de los proyectos de
las acciones un inequívoco sello de entendi- toda sociedad que aprecie su legado demo-
miento y cooperación. Lo segundo requiere crático. En último término, a ello se debe la
decantarse más directamente por formular Pedagogía Social. Y, entre otras suertes, ello
alternativas que permitan aprender a convi- se debe también a la Pedagogía Social.
vir en medio de las turbulencias que deses-
tabilizan las certidumbres democráticas, tales
como las violencias, las marginaciones, las Pablo Montero Souto
pobrezas, las injusticias, etc. UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

Vejez, autonomía o dependencia, pero con calidad de vida


Pérez Cano, V.; Malagón Bernal, J. L., y Amador Muñoz, L.
2006. Sevilla. Dykinson

E
stamos tan preocupados por los con- Hace unos años, nuestros padres o abue-
flictos que aparecen día a día en los los vivían, en muchas ocasiones, con sus
medios de comunicación (guerras, vio- hijos, hermanos solteros, padres y cualquier
lencia de género, maltrato infantil, pobreza, otro familiar que no pudiese vivir indepen-
etc.) que nos olvidamos de los que tenemos dientemente o valerse por sí mismos. La ju-
más cercanos. Los jóvenes piensan en ellos ventud de ahora no piensa en cuidar a sus
mismos y los adultos piensan en sus hijos, padres, y mucho menos a sus abuelos, ya que
pero ¿quién o quiénes piensan en las perso- esta tarea se considera “una carga”, resulta
nas mayores? Ellos piensan en sus hijos, en pesado ir a visitar a la familia dejando a los
sus nietos, en sus parejas y en ellos mismos, amigos y amigas detrás, vivimos con prisas,
pero en muchas ocasiones hay poca gente que estamos siempre corriendo para llegar a los
se acuerden de ellos. sitios, se ha acabado esa tranquilidad y so-

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