DIENTE DE LEÓN

Su mismo nombre manifiesta que se trata de algo “extraordinario” “fuerte”. ¡Y así es en verdad!
El amargón ayuda siempre en los casos donde las otras hierbas son demasiado débiles o tal vez
únicamente pueden dar alivio. Obra directamente sobre lo “principal”, es a saber, sobre la sangre.

Su efecto es ante todo depurativo de la sangre, además aumenta los glóbulos rojos. Sólo el que sabe que
la vida del hombre depende de la sangre reconocerá su importancia. El que presta pues ayuda a la sangre
notará vitalidad en todo el cuerpo.

El amargón es una planta especial para enfermedades de la sangre y del hígado, bilis y para todos aquellos
que sufren diabetes.Para los que sufren del hígado, de la bilis, de palidez o ictericia no se encuentra una
hierba mejor que el amargón. El amargón protege a los sanos de enfermedades y a los enfermos ayuda a
sanarse. Pero para aprovechar su completo poder curativo no debería tomarse solamente como té, sino
comerlo crudo en ensalada con otras hierbas silvestres. Para la ensalada sirven sus hojas, flores y también
raíces. El que quiere comer una ensalada de salud especial, puede comer el amargón sin otros agregados,
pues su efecto será el doble y más rápido: un tanto más si uno se toma el trabajo de exprimir el jugo lechoso
que está contenido en sus hojas y raíces para hacer con él una cura especial, contra enfermedades del
hígado, de los riñones, de la vejiga, palidez, ictericia, falta de apetito, mala digestión, estreñimiento, males
del bazo, etc.

El jugo, las comidas preparadas con amargón y su cocimiento no purifican solamente la sangre y el hígado,
sino también el estómago, pulmones, riñones, vejiga, etc. Sólo después de la limpieza interior puede
efectuarse la curación, esto es claro para el hombre comprensivo. Del tallo sale un jugo lechoso, que es un
medio muy fortificante para la vista. Pero no debe emplearse más que dos o tres gotas en uno o dos
tratamientos por día.

Muchas veces se acudió al amargón como último recurso en la salvación de una vida humana, cuando ya
habían fallado todos los otros remedios. Por eso no hay que vacilar en aplicarlo inmediatamente e
incorporarlo en el plan de curación. Entonces las ventajas son para el enfermo mucho mayores, porque se
le presta ayuda más rápida. Si al fin mencionamos aún que la planta fresca del amargón tiene un gran
contenido en vitaminas y sustancias minerales, como ser: calcio, potasio, sodio, manganeso, silicio y
fósforo, creemos haber dado la mejor recomendación a esta planta tan benéfica.

¿Cómo hacer una cura de amargón?

El que quiere obtener en especial manera todas las sustancias curativas de la planta en una cura, tiene que
exprimir su jugo y tomar diariamente en ayunas uno o dos tazas, o cada hora una a tres cucharadas.

Cantidad: Las raíces, secas a razón de una cucharada sopera por taza de cocimiento. Tres veces al
día.Por: Carlos Kozel, naturópata alemán