Вы находитесь на странице: 1из 3

Hay que saber perdonar

Un sábado en la noche, parecía que fuera a llover, pero sin embargo no fue así, y
en la sombra que reflejaba la luna estabas tú, en un rincón de una calle, sola sin
que nadie te auxiliara, en la inmensa oscuridad de la noche, ese momento de
oscuridad en tu corazón y tiniebla en tu alma, estábamos a gran distancia, yo
percibía lo que sentías sin haberte conocido, estaba desesperado, por saber que
te pasaba, poco a poco me acercaba.
A pesar que estábamos solos tú y yo, sentía mucho miedo, no comprendía lo que
pasaba, pero si sabía lo que estaba sintiendo, cuando llegaba donde te
encontrabas, con tu mirada de desesperación me detuve no quería afrontar el
miedo de saber con qué situación podría encontrarme, ese sentimiento no me
permitía llegar hasta donde tú estabas, cuando de esa calle silenciosa salió un
hombre, una persona que jamás había visto en mi vida, su pensamiento era como
de maldad, eso era lo que creí.
El hombre se dirigía hacia la mujer, no sabía qué hacer, poco a poco se acercaba
a ella, la mujer desesperada buscaba en un lugar donde refugiarse, y de pronto
comprendí lo que estaba pasando era real, corrí a gran velocidad para ayudarla,
cada paso que daba era una eternidad, el tiempo se hacía lento, cada latido de mi
corazón reflejaba el aquel momento, mientras corría me tropecé con una piedra,
el mundo se me detuvo en ese momento. Cada segundo que perdía tirado en el
suelo significada la vida de la mujer que estaría en peligro si no llegaba a tiempo.
Me llene de valentía y esfuerzo me levante, cuando llegaba donde ella me detuve,
porque el hombre que pensé que podría hacer algún daño, sin medir palabras le
dio un abrazo, un fuerte y cálido abrazo una muestra de cariño que significaba
muchas cosas que yo desconocía, me preguntaba que pasaba y no encontraba
una respuesta clara, llegue hacia donde ellos estaban, la mujer lucia triste, el
aquel miedo se había marchado, una vez mas no entendía lo que estaba
sucediendo.
Le pregunte a ella en un tono muy suave ¿cómo se llamaba? Su rostro reflejaba
dolor y una cruda realidad de su vida, no me respondió, al ver que no me había
respondido, no le seguí preguntando nada más, con la actitud de esa mujer daba
por perdido todo el esfuerzo que había hecho para llegar a ella, decidí irme
cuando me alejaba escuche una voz que me dijo espera, no te vallas, me di vuelta
esa voz correspondía de esa mujer.
Y de repente ella me dijo, siento mucho dolor en mi corazón no sabes por lo que
pase, cada palabra que ella me decía inundaba mi corazón de lágrimas y mi alma
de tristeza, y le pregunte ¿qué está pasando? no supo que responderme porque
detrás de las anteriores palabras se encontraba una gran historia, del frio y la
tiniebla de esa noche salió de repente de la oscuridad ese hombre, me miró
fijamente, una mirada llena arrepentimiento , lucia triste, le pregunte ¿quién es
usted ? y el me respondió, soy alguien muy especial para ella y además soy su
padre y escuche por segunda vez la voz de ella y me dijo. El me abandono hace
mucho tiempo, me hizo sufrir a mí y a mi madre de muchas maneras.
Largas noches de sufrimiento, sentía impotencia por saber cuándo terminaría cada
momento, todo por la culpa del alcohol y las drogas el cual fue llevando a mi padre
hacer cosas que conscientemente no hubiera podido realizar, en mi casa reinada
el odia y el maltrato de todas las clases, por parte de mi padre hacia nosotras, por
todo aquello que recordaba en mi mente no vivía tranquila con el temor de que
sería de mi madre si seguía sucediendo lo que estaba pasando. Hasta que decidió
irse por sus propios medios, desde ese momento todo fue marchando bien y
además empezamos una nueva vida.
Y ahora quiere que lo perdone por todo lo que nos hizo pasar, y le dije, el perdón
es muy importante porque brinda paz y tranquilidad, ella me dice, lo que nos hizo
tuvo un gran efecto en mi vida y aún tengo cicatrices en mi corazón, no lo he
podido olvidar, no soy capaz de perdonarlo, y el señor con mucho dolor se fue de
ese lugar.
Yo le dije a la mujer que no la conocía mucho para estar dando consejos, pero yo
sabía que ella si era capaz de perdonar, pero su resentimiento podía más que el
amor de una hija por su padre. Yo allí no tenía más que hacer, me fui de ese lugar.
Amaneció, me encontraba en mi casa, se me ocurrió ver las noticias y una de ellas
correspondía, que había muerto un señor hacia algunas horas que unos ladrones
lo habían dejado sin vida, no lo podía creer! ese hombre era el mismo señor que
yo había visto junto a la mujer que era su hija.
Me puse a pensar, como se sentiría la mujer sin haberlo perdonado, ya su
padre murió con ese dolor de rechazo.
Mientras caminaba por la calle, me encontré con aquella mujer, se acercó me dio
un abrazo y me dijo - perdóname por no haberte escuchado, le dije; no me pidas
perdón a mí, primero perdónate a ti misma y trata de olvidar esos momentos de
dolor y luego pídele perdón a ese hombre que está en lo más alto y en la vida
eterna. Después de esas palabras no la volví a verla más, porque me fui a otra
ciudad.
Luego de algún tiempo, me puse a pensar como estaría la muchacha viviendo
con ese sentimiento de culpa por no haber perdonado a su padre, el perdón de
corazón se da una sola vez y en el caso de la mujer ya era demasiado tarde.
Y yo les digo a los que están leyendo esta historia perdona a las personas que
alguna vez te han hecho daño. Y el perdón se da cuando el arrepentimiento es
verdadero, y así vivirán en paz y tranquilidad y ahora la mujer tendrá una gran
carga en su alma por no haber perdonado a su padre. Y lo único que les digo es
que hay que saber perdonar.

Вам также может понравиться