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Los gases, son en diversos aspectos mucho más sencillos que los líquidos y los
sólidos. El movimiento molecular de los gases resulta por completo aleatorio, y las
fuerzas de atracción entre sus moléculas son tan pequeñas que cada una se mueve en
forma libre y fundamentalmente independiente de las otras. Sujetos a cambios de
temperatura y presión, es fácil predecir el comportamiento de los gases. Las leyes que
norman este comportamiento han desempeñado una importante función en el
desarrollo de la teoría atómica de la materia y la teoría cinética molecular de los gases.
Experimentos realizados con un gran número de gases revelan que se necesitan cuatro
variables para definir la condición física, o estado, de un gas: temperatura(T), presión
(P), volumen(V) y la cantidad del gas, que suele expresarse como el número de moles
(n). Las ecuaciones que expresan las relaciones entre T, P, V y n se conocen como
leyes de los gases.
Relación presión-volumen: ley de Boyle
Podemos escribir una expresión matemática que muestre la relación inversa entre la
presión y el volumen:
1
𝑃∝
𝑉
y escribir:
1
𝑃 = 𝑘1 ×
𝑉
Aunque los valores individuales de presión y volumen pueden variar mucho para una
muestra dada de un gas, siempre que la temperatura permanezca constante y la
cantidad de gas no cambie, P multiplicada por V siempre será igual a la misma
constante. Por consiguiente, para una muestra de un gas bajo dos conjuntos de
condiciones distintas a temperatura constante, tenemos:
𝑃1 𝑉1 = 𝑘1 = 𝑃2 𝑉2
𝑃1 𝑉1 = 𝑃2 𝑉2
𝑉∝𝑇
𝑉 = 𝑘2 𝑇
𝑉
= 𝑘2
𝑇
𝑉1 𝑉2
= 𝑘2 =
𝑇1 𝑇2
𝑉1 𝑉2
=
𝑇1 𝑇2
Otra forma de la ley de Charles muestra que para una cantidad de gas a volumen
𝑃∝𝑇
𝑃 = 𝑘3 𝑇
𝑃
= 𝑘3
𝑇
𝑃1 𝑃2
= 𝑘3 =
𝑇1 𝑇2
𝑃1 𝑃2
=
𝑇1 𝑇2
El trabajo del científico italiano Amedeo Avogadro complementó los estudios de Boyle,
Charles y Gay-Lussac. En 1811 publicó una hipótesis donde estableció que, a la misma
temperatura y presión, volúmenes iguales de diferentes gases contienen el mismo
número de moléculas (o átomos si el gas es monoatómico). De ahí que el volumen de
cualquier gas debe ser proporcional al número de moles de moléculas presentes, es
decir:
𝑉∝𝑛
𝑉 = 𝑘4 𝑛
Podemos combinar las tres expresiones a una sola ecuación maestra para el
comportamiento de los gases.
𝑛𝑇
𝑉∝
𝑃
𝑛𝑇
𝑉=𝑅
𝑃
PV=nRT
donde R, la constante de proporcionalidad, se denomina constante de los gases. La
ecuación, conocida como ecuación del gas ideal, explica la relación entre las cuatro
variables P, V, T y n. Un gas ideal es un gas hipotético cuyo comportamiento de
presión, volumen y temperatura se puede describir completamente con la ecuación del
gas ideal. Las moléculas de un gas ideal no se atraen o se repelen entre sí, y su
volumen es despreciable en comparación con el volumen del recipiente que lo
contiene. Aunque en la naturaleza no existe un gas ideal, las discrepancias en el
comportamiento de los gases reales en márgenes razonables de temperatura y presión
no alteran sustancialmente los cálculos. Por lo tanto, podemos usar con seguridad la
ecuación del gas ideal para resolver muchos problemas de gases.
Bibliografía
T °C T °K V(𝒄𝒎𝟑 ) 𝑽 𝒄𝒎𝟑
( )
𝑻 𝑲
17°C 17°C+273=290K 10 𝑐𝑚3 0.034
𝑐𝑚3
𝐾
Tabla 3.
T °C T °K V(𝒄𝒎𝟑 ) 𝒅𝒊𝒏𝒂𝒔
P( 𝒄𝒎𝟐 ) 𝑷𝑽 𝒆𝒓𝒈
( )
𝑻 𝑲
𝑒𝑟𝑔
60°C 60°C+273=333K 13.7𝑐𝑚3 859547.2045
𝑑𝑖𝑛𝑎𝑠
35362.752
𝑐𝑚2 𝐾
𝑒𝑟𝑔
75°C 75°C+273K=348K 12.4𝑐𝑚3 𝑑𝑖𝑛𝑎𝑠
935340.78 𝑐𝑚2 33328.234 𝐾
Observaciones
Conclusión