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DEMANDA DE MERCADO
La demanda de mercado de un bien es simplemente la suma de las demandas
individuales de los consumidores en un mercado determinado y para ese bien
en particular. En la Figura 3-1 puede apreciarse que cuando el precio de la
pizza es de US$5 por unidad, los consumidores A y B son los únicos compra-
dores de ese bien. De esta manera, la demanda de mercado está constituida
por el monto comprado por el consumidor A, más el monto comprado por el
consumidor B, a un precio de US$5, durante un período de tiempo determina-
57
58 MlCROECONOMIA
FIGURA 3-1
Las curvas de demanda de mercado son la suma de las curvas de demanda individuales.
En este caso el mercado consta de tres personas; mediante la suma de sus curvas de demanda individuales
podemos construir la curva de demanda de mercado de pizzas para cierto período de tiempo.
do. Como puede verse en la Figura 3-1, si el precio disminuyera a US$4 por
unidad, los consumidores, que ya estaban comprando pizza, ahora comprarán
una mayor cantidad, integrándose, adicionalmente, otro consumidor, el con-
sumidor C, al mercado. La demanda de mercado se constituye entonces en
la suma de los montos por estos tres consumidores.
Contando únicamente con esta infomiación, ya puede inferirse que la
demanda de mercado tiene una pendiente negativa (la ley de la demanda).
Sin embargo, adicionalmente, nos gustaría poder conocer si la curva de de-
manda de cada consumidor también presenta pendiente negativa, así como
qué factores, además del precio, determinan la demanda de un consumidor
por (la compra de) un bien. ¿Son acaso estos otros factores cuantificables y
sujetos a medición, como sucede con el precio? ¿Están ellos sujetos a un
análisis sistemático o, por el contrario, son aleatorios e impredecibles? Estos
son los interrogantes que buscaremos responder en el presente capítulo.
ANÁLISIS DE UTILIDAD
Comencemos por observar el hecho de que la gente tiene preferencias por
ciertos bienes sobre otros. Es decir, los individuos prefieren ciertos bienes a
otros. Las elecciones de un consumidor para comprar una mayor o una menor
cantidad de un bien, o para definitivamente no comprar ciertos bienes, son,
en parte, el resultado de sus propias preferencias. De la misma manera, dichas
elecciones constituyen una respuesta a los precios relativos (costos alternati-
vos) de los diversos bienes disponibles para la compra. Los economistas del
siglo pasado usaron el término utilidad para referirse a las preferencias de un
individuo o a la satisfacción que éste recibe del consumo de unidades particu-
lares de un bien específico.
La utilidad es una propiedad común a todas las cosas que se desean.
Algunas de ellas se compran y se venden; otras, como el amor, no se intercam-
bian en los mercados formales, aunque ciertamente no carecen de utilidad.
PREFERENCIAS, UT1LIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 59
TABLA 3-1
Utilidad total y marginal medidas en términos
cardinales
La columna (1) presenta el número de cines
observados por mes. La columna (2), por su
parte, nos muestra la utilidad total, haciendo
uso de una medida cardinal, asociada con cada
cantidad total consumida. La utilidad marginal,
representada en la columna (3), se define como
la diferencia',-aumento o disminución-,' en la
utilidad total debida a un incremento unitario
en ta tasa de consumo de cines-Obsérvese
que la utilidad marginal disminuye hasta 0 y
luego se torna negativa; esto significa que Juego
de cinco cines por mes, el consumidor
considera que un cine adicional se constituye
én un fastidio din bien "malo" más que un
bien "bueno").
FIGURA 3-2
Utilidad total y marginal en unidades discretas
En el panel (a), la línea punteada de afuera
indica la utilidad total para cada tasa de
consumo de cines por mes. La porción
sombreada de cada rectángulo punteado
índica la utilidad marginal derivada de cada cine
adicional. Cuando trasladamos los rectángulos
sombreados al panel (b), obtenemos un
diagrama de utilidad marginal en unidades
discretas.
FIGURA 3-3
Utilidad total y marginal
Si tomamos las unidades de utilidad cardinal
total de la columna (2) en la Tabla 3-1,
obtenemos rectángulos como los que se
presentan en la Figura 3-2(a). Si conectamos
las porciones superiores de estos rectángulos
con una línea continua, obtenemos una curva
de utilidad total que alcanza un máximo entre
cuatro y cinco cines por mes, para luego
disminuir suavemente. Panel (a). La utilidad
marginal está representada entonces por el
incremento en la utilidad total, como se
muestra en los rectángulos sombreados de la
Figura 3-2(b). Si conectamos estos rectángulos
con una línea continua en el panel (b),
obtenemos la curva de utilidad marginal.
1
Obsérvese que debido a que estamos trabajando con cambios discretos, nuestras curvas en
la Figura 3-3 son demasiado continuas como para ser completamente exactas. En la realidad, las
curvas presentan "segmentos" en ellas, como se muestra en la Figura 3-2.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 63
Utilidad marginal Obsérvese que en la Figura 3-3(b), la utilidad marginal está decreciendo conti-
decreciente nuamente. La razón de esto radica en que, aunque la utilidad total de la Figura
3-3(b) aumenta, ésta lo hace cada vez en una proporción menor, a medida
que se consume una unidad adicional. En otras palabras, la utilidad total
aumenta en una tasa continuamente decreciente. Cuando esto sucede, deci-
mos que el individuo está experimentando una utilidad marginal decreciente
en el consumo de un bien determinado.
La ley (?) de la utilidad La mayoría de nosotros piensa que "sabemos", de una manera intuitiva, que
marginal decreciente la primera unidad consumida nos brinda una satisfacción marginal mayor a
la que nos ha proporcionado la décima unidad. Alternativamente, podemos considerar que la
mayoría de los bienes tienen muchos usos. Por consiguiente, parecería que la utilidad marginal
disminuye a medida que se adquiere una mayor cantidad de un bien, puesto que a las unidades
adicionales se les asignan usos de importancia cada vez menor. Sin embargo, estas observaciones
casuales no constituyen en ningún momento una "prueba" de la "ley de la utilidad marginal
decreciente".
En vista de que la ley de la utilidad marginal decreciente no se deriva de
ningún postulado relacionado con la toma de decisiones que, de una manera
racional, realizan los consumidores, no existe forma de comprobarla. Sin em-
bargo, a primera vista, la proposición parece bastante lógica. Tanto economistas
como legos en la materia han creído durante muchos años en la existencia
de la utilidad marginal decreciente, razón por la cual, aún en nuestros días,
se le considera frecuentemente como una "ley".
2
El término "bienes" puede referirse a las cosas tanto tangibles como intangibles que las
personas desean.
64 MICROECONOMIA
que el análisis gráfico, a la vez que nos permite utilizar un lenguaje para
transmitir el análisis teórico, nos ayuda a economizar palabras y a clarificar
ideas.
Los tres supuestos presentados anteriormente pueden traducirse en un
instrumento geométrico que ha sido denominado, con mucho acierto, el aná-
lisis de curvas de indiferencia. Una curva de indiferencia se define como
aquella que proporciona un nivel constante de satisfacción o, igualmente,
como el lugar geométrico de los puntos que representan combinaciones de
dos bienes (o canastas de bienes) entre las cuales el consumidor se muestra
indiferente. (Estas curvas fueron utilizadas por primera vez y bautizadas por
un economista británico Francis Y. Edgeworth, 1845-1926). Quizás la manera
más fácil de derivar una curva de indiferencia es considerar un ejemplo en
que se presente una tabla de indiferencia en la cual se muestren las diversas
combinaciones de dos bienes entre los cuales un individuo manifiesta ser
indiferente. Esto puede observarse en la Tabla 3- 2, donde se ha construido
una tabla hipotética de indiferencia para un estudiante universitario a quien
le agrada tanto asistir al cine como acudir a conciertos.
La tabla de
indiferencia En la Tabla 3-2, puede observarse una tabla hipotética de indiferencia, en la
cual se relacionan las diversas combinaciones de cines y conciertos por mes,
entre las cuales el consumidor ha manifestado ser indiferente. Nótese que
estamos hablando en este caso de actividades que ocurren a través del tiempo,
por lo cual debe especificarse un período determinado. Las actividades en
referencia son el consumo de cines y el consumo de conciertos, mientras que
el período de tiempo especificado es de un mes. Si, en lugar de especificar
este período, lo hiciéramos para un año, tendríamos que multiplicar ambas
columnas por 12.
El punto que puede observarse de una manera inmediata es que a medida
que haya menores unidades de un artículo en la canasta de bienes, deberá
haber disponible una mayor cantidad del otro, a manera de compensación,
si se quiere que el consumidor permanezca indiferente entre diversas combi-
naciones. La conclusión anterior se deriva directamente del supuesto 3: Más
es preferible a menos. Los dos artículos bajo estudio son bienes que, por
definición, proporcionan satisfacción a este consumidor. Por lo tanto, si se
sacrifica algo de un bien, la única manera en que el consumidor puede perma-
FIGURA 3-4
Una curva de indiferencia para cines y
conciertos
Si tomamos las combinaciones A, B, C y D de
la Tabla 3-2, las graficamos en el espacio de
bienes y luego conectamos los puntos con
una línea continua, obtenemos una curva de
indiferencia para nuestro consumidor
hipotético. Obsérvese que la curva de
indiferencia presenta pendiente negativa.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 67
FIGURA 3-5
Implicaciones de una curva de indiferencia
con pendiente positiva
Si la curva de este diagrama representara una
curva de indiferencia individual, significaría
que el individuo estaría dispuesto a aceptar
menos cantidad de x y menos cantidad de y, y
aún así, mostrarse indiferente. En otras
palabras, los puntos L y N implicarían iguales
niveles de satisfacción, aun cuando N implica
una menor cantidad tanto de x como de y. Lo
anterior violaría el supuesto 3 de que más es
preferible a menos.
FIGURA 3-6
Curvas de indiferencia para varios consumidores
Los cuatro paneles en esta figura muestran cuatro posibles curvas de indiferencia para cines y conciertos para
cuatro diferentes personas.
cantidad de cines por mes, como una mayor cantidad de conciertos por mes
a las cantidades que de dicho bien se representan mediante el punto C. Puesto
que hemos asumido que más es preferible a menos, el consumidor no puede
manifestarse indiferente entre la combinación H y la combinación C. De esta
forma, desde el punto de vista lógico, es imposible que las curvas de indiferencia
se crucen, dados nuestros supuestos relacionados con las preferencias del
consumidor.
Un resumen sobre las Podemos ahora presentar brevemente las propiedades de las curvas de indife-
curvas de indiferencia rencia.
1. Tienen pendiente negativa.
2. Por cada punto existente en el espacio de bienes pasa una curva de indife
rencia.
3. No se pueden cruzar.
Las tres anteriores propiedades de la curva de indiferencia han sido deri-
vadas utilizando solamente los tres supuestos con los cuales iniciamos nuestro
análisis: integridad, consistencia e insaciabilidad. Nos corresponde ahora agre-
gar un cuarto supuesto que se relaciona directamente con la forma que pre-
sentan dichas curvas.
FIGURA 3-7
Curvas de indiferencia cruzadas
La curva de indiferencia I se toma de la Figura
3-4. Por definición, todas las combinaciones de
cines y conciertos son igualmente
satisfactorias a lo largo de esa curva de
indiferencia. Ahora agregamos la curva de
indiferencia II, la cual se cruza con la curva I en la
combinación B. Por definición, las
combinaciones B y C generan ¡guales niveles de
satisfacción; es decir, el consumidor se muestra
indiferente entre estas dos combinaciones.
También por definición, puesto que se ubican en
la misma curva de indiferencia, B y H son
igualmente preferidas, mostrándose el
consumidor indiferente entre ellas. El supuesto
de transitividad (consistencia) requiere, dado
que el consumidor es indiferente entre B y C,
así como entre B y H y que deba
necesariamente ser indiferente entre C y H. Sin
embargo, la combinación H representa tanto
una mayor cantidad de cines como una mayor
cantidad de conciertos de lo que se
representan mediante la combinación C.
Puesto que más es preferible a menos, por el
supuesto 3, es imposible desde el punto de vista
lógico que el consumidor se muestre indiferente
entre H y C. Por consiguiente, las curvas de
indiferencia no se pueden cruzar.
70 MICROECONOMIA
FIGURA 3-8
Dos maneras de comprobar la convexidad
En el panel (a) se demuestra la primera
manera de comprobar la convexidad de las
curvas de indiferencia: si una curva se ubica por
encima de una línea tangente trazada a
cualquier punto dé la curva, la curva es convexa
hacia el origen de la gráfica. En el panel (b) se
muestra la otra forma de comprobar la
convexidad: si una línea recta que conecta dos
puntos cualesquiera en la curva se ubica por
encima de ésta, la curva será convexa hacia el
origen de la gráfica.
.PREFERENCIAS, UTILIDAD V ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 71
FIGURA 3-9
La TMS de una manera gráfica
Cada vez que se consume un cine adicional al
mes, el individuo debe sacrificar algo para
mantenerse en el mismo nivel de satisfacción.
En este caso, lo que debe sacrificarse son
conciertos o fracciones de concierto al mes.
Podemos observar que, ¡ncialmente, el
consumidor se encuentra más dispuesto a
sacrificar conciertos para obtener un cine
adicional cuando está consumiendo menos
cines y más conciertos al mes, que cuando está
consumiendo un elevado número de cines al
mes y muy pocos conciertos. La TMS cines,
conciertos es una medida de conciertos por
cine; por ejemplo, si la TMS = 2, debe leerse
como "2 conciertos por cine" y si la TMS = 1/2,
debe leerse como "1/2 conciertos por mes".
Para aquellos estudiantes que no estén
familiarizados con el uso del operador delta (A),
pueden referirse al apéndice de éste capítulo,
en el cual se presenta una explicación.
72 MICROECONOMIA
(2)
3
Como se demostró en la Figura 3-10, la TMS está dada por la pendiente de la tangente
trazada al punto particular en cuestión. Ninguna de las curvas de indiferencia consideradas aquí
presenta "esquinas agudas", todas son curvas continuas. Por lo tanto, cada punto a lo largo de
cada curva de indiferencia tiene una y solamente una tangente a él. Puesto que la TMS se expresa
conceptualmente con signo positivo, debemos hacer algo matemáticamente para ajustar el con-
cepto, de tal manera que implícitamente multiplicamos la pendiente, que presenta signo negativo,
por -1.
* Recuérdese también que, a lo largo de una curva de indiferencia, se cumple que
PREFERENCIAS, UTILIDAD V ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 73
FIGURA 3-10
Medición de la pendiente de una curva
La pendiente en cualquier punto sobre la
curva puede medirse trazando la tangente a ese
punto y encontrando su pendiente. La pendiente
se define como el cambio en y dividido por el
cambio en x, donde y es la variable medida
en el eje vertical y x es la variable
representada en el eje horizontal. Puesto que
las curvas de indiferencia con las cuales
estamos trabajando se inclinan hacia abajo de
izquierda a derecha, la pendiente en el punto P
es igual a -Ay/Ax. Como nuestra definición de
TMS requiere un número positivo, la TMS en
el punto P es igual a -1 veces la pendiente en
el punto P, o sea Ay/Ax.
En términos del análisis de utilidad marginal, sabemos que a lo largo de una curva de indiferencia, cuando
se presenta una variación en x, el cambio en la satisfacción total, como resultado de poseer una mayor o
una menor cantidad de x, debe ser igual al cambio opuesto en la satisfacción como resultado de poseer una
mayor o una menor cantidad de y. O, en otros términos, a lo largo de una curva de indiferencia se cumple
que UMX. Ax = UMV. Ay. Por consiguiente, a lo largo de una curva de indiferencia, se cumple que
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FIGURA 3-11
Pendiente variable a lo largo de una curva
de indiferencia convexa
Todas las curvas de indiferencia convexas hacia
el origen tienen la propiedad de que la
pendiente se hace más y más horizontal a
medida que nos movemos de derecha a
izquierda. Esto puede verse si comparamos
los cambios Ay/Ax a medida que nos
desplazamos hacia abajo en la curva de
indiferencia del punto A al punto B y al punto C.
Obsérvese que su valor absoluto se torna
cada vez más pequeño.
FIGURA 3-12
Ordenamiento de curvas de indiferencia
Curvas de indiferencia más altas indican un
mayor nivel de satisfacción o utilidad; así, la
curva de indiferencia III indica un mayor
nivel de satisfacción que la curva II, la cual, a
su vez, nos muestra un mayor nivel de
satisfacción que la curva de indiferencia I.
adicional, así como el valor de los obsequios que el individuo podría recibir
por parte de filántropos, de la misma forma de las sumas que él podría tomar
en préstamo o, simplemente, robar. Para simplificar nuestro análisis, sin em-
bargo, haremos caso omiso de tales posibles adiciones al poder de compra
que está disponible al consumidor.
Continuaremos considerando dos bienes en nuestro análisis: cines (x) y
conciertos (y). Los precios nominales (en unidades monetarias comentes) de
estos dos bienes, Px y Py, se toman como dados en lo que concierne al consu-
midor (o sea que éste no puede por sí mismo afectarlos) y se supone que no
cambian durante el tiempo considerado. El ingreso monetario, M, será algún
monto fijo por mes, en tanto que denominaremos x al número de cines e y
al número de conciertos. Adicionalmente, suponemos que se gasta la totalidad
del ingreso.5 La restricción presupuestal se expresará, entonces, de la siguiente
manera:
M = (cantidad de cines por mes X Px)
+ (cantidad de conciertos por mes X Py) (3-1)
5
Aunque este supuesto puede parecer poco realista, sin duda facilita el análisis. En el capitulo 6 se
examinan los efectos que resultan al permitir que el consumo y el ingreso cambien a través del
tiempo.
76 MICROECONOMIA
Para despejar el valor de y en la ecuación (3-2), dividimos ambos lados por Py,
para obtener
M x-P x
^ = y + -5—
FIGURA 3-13
La restricción presupuestal
Cuando la totalidad del Ingreso monetario de
US$30 se gasta en conciertos con un precio
unitario de US$2, el consumidor podría asistir
a 15 conciertos al mes. Esto nos da un punto
sobre la restricción presupuestal, el punto B.
Por su parte, cuando la totalidad del ingreso
monetario de US$30 por mes se gasta en
cines con un precio unitario de US$3, el
consumidor podría asistir a 10 cines al mes.
Esto nos da el punto B'. Si conectamos los
puntos B y B', obtenemos la restricción
presupuestal o línea de restricción presupuestal.
El triángulo rectángulo formado por esta línea
y por los ejes, se llama espacio de presupuesto,
el cual representa el conjunto de combinaciones
de cines y conciertos por mes obtenibles con
un ingreso monetario fijo de US$30 por mes,
cuando el precio de cada cine es US$3 y el
precio de cada concierto es US$2.
PREFERENCIAS, UTILIDAD Y ELECCIÓN DEL CONSUMIDOR 77
Sustraemos
S entonces el término x . Px/Py de ambos lados de la ecuación (3-2a),
para
u obtener
s
traemos entonces el término x . Px/Py de ambos lados de la ecuación (3-2a), para
obtener
(3-2b)
Esta
E ecuación corresponde a la línea trazada en la Figura 3-13 que representa
la
s restricción presupuestal que se expresa formalmente como
ta ecuación corresponde a la línea trazada en la Figura 3-13 que representa la
restricción presupuestal que se expresa formalmente como
(3-3)
6
En la restricción presupuestal que utilizamos aquí se agota completamente el ingreso.
Podríamos, en cambio, utilizar una restricción presupuestal que no fuera igualitaria, tal como
Pyx= Pyy =s M. Si usáramos esta desigualdad como la restricción presupuestal, nos estaría
describiendo toda el área sombreada en la Figura 3-13; es decir, nos estaría describiendo el espacio
de presupuesto, incluyendo también los ejes x e y. Obsérvese que si x e y son los únicos bienes
que se desean, estamos excluyendo la posibilidad de que se presente el ahorro, el cual puede
definirse como la compra de bienes futuros.
78 MICROECONOMIA
FIGURA 3-14
Óptimo del consumidor
La maximización de la utilidad requiere que el
consumidor alcance la curva de indiferencia
más alta posible. Esto sucede solamente
cuando tasa a la cual el consumidor se
encuentra dispuesto a sustituir cines por
conciertos es igual a la tasa a la cual el
consumidor puede efectivamente sustituir cines
por conciertos (y donde M = x. Px + y. P y).
Esto sucede en el punto E, sobre la curva de
indiferencia II, donde la mayor curva de
indiferencia que se puede obtener es tangente
a la línea de restricción presupuestal. Este
consumidor adquiere entonces nueve
conciertos y cuatro cines al mes.