Вы находитесь на странице: 1из 2

DISCURSO DESPEDIDA

4°MEDIO 2018

Señora María Leonor Concha Palacios, fundadora de nuestro Colegio, María


Alejandra Mulatti Oyarzo, rectora, coordinadores internos y académicos, profesores,
asistentes de la educación, querida familia, estimados compañeros y público en
general, tengan todos ustedes muy buenos días.

Al momento de comenzar un discurso de despedida todos nos preguntamos ¿cómo


plasmar en un espacio tan pequeño tantos años juntos? Nuestras primeras
amistades, nuestros primeros amores, las primeras letras sobre un cuaderno que
nadie entendía y que en algunos casos, aun no se entiende, las primeras sumas y
restas, las discusiones que siempre terminaban en una reconciliación. Tantos
recuerdos que cada uno guarda en su propia maleta llamada corazón y que
atesoraremos hasta el fin de nuestros días. Una maleta que hoy comienza a llenarse
además, de sueños y anhelos, como preparando un nuevo viaje.

Es momento de empacar, comenzar a ordenar nuestras remembranzas, mirar al


pasado y darnos cuenta que la última parada de este viaje que comenzó hace varios
años, tiene aquí su estación final. Ha sido una travesía de vaivenes, donde muchos
optaron por estaciones anteriores y algunos se fueron subiendo en el camino.

Nuestros boletos dicen, con una letra casi turbia por el paso del tiempo, pero
indeleble, “Generación 2018”. Hemos sido los pasajeros de un viaje que hoy
culmina, un ciclo de momentos. Hoy se abren las puertas hacia la vida adulta,
aquella vida que parecía lejana y que contábamos con ansias los días para que
llegara, aquella vida que anhelábamos desde pequeños y que hoy, cuando por fin
llega el día de dar este paso nos llena de nostalgia, y un poco de temor. Temor a
los nuevos desafíos. Pero no debemos tener miedo, al contrario, hay que salir y
demostrar quienes somos, la vida nos pondrá obstáculos, pero los límites los
pondremos nosotros, y con los años, los obstáculos se harán más grandes, pero
nunca invencibles, ya que debemos perseguir lo que nos haga feliz y nunca olvidar
de dónde venimos y por qué estamos donde estamos.

En este trayecto aprendimos a crecer juntos, cada uno de nosotros sembró una
enseñanza en el otro, que por más pequeña que haya sido, sabemos que está
provocando un gran cambio. En las aulas de nuestro colegio recibimos los valores:
en el saludo de cada mañana, no solo de los profesores y nuestros compañeros,
sino también de quienes nos facilitaban la tarea de aprender convirtiéndose en
nuestros amigos; en cada recreo donde compartimos algo más que la risa o en
aquellos momentos de estudio que de vez en cuando se hacían intensos. En el
hombro para llorar y en el abrazo sincero tras haber hecho lo correcto. Miramos por
la ventana y vemos pasar cada uno de los bellos momentos, cada una de las
huellas; y como una estela de humo, estos se desvanencen.

Porque en este Colegio no solo aprendimos de ciencias y lenguaje, de matemática


o historia, de personajes y números, aquí aprendimos por sobre todo a ser personas
integras y con profundos valores en base al ejemplo de quienes nos formaron. Y es
en este sentido que quisiera darle las gracias a los conductores de este viaje, a los
guías de nuestro sendero, nuestros profesores. Gracias por traspasarnos sus
conocimientos y sabiduría, por compartir su experiencia y por todo el tiempo que
han invertido en nosotros. En especial a nuestra querida profesora Viviana, quien
supo guiarnos, ayudarnos a pavimentar nuestro camino, indicarnos el sendero de
nuestros últimos pasos y dar luz a nuestras propias diferencias.

Como no agradecer a quienes fueron los inciadores de esta travesía, a quienes nos
alentaron día y noche a continuar el viaje, a nuestras familias, por comprendernos,
amarnos y por su apoyo incondicional. No hay duda en decir, que el mejor regalo
que nos han dado nuestros padres, fue creer en nosotros, y por eso, les estaremos
eternamente agradecidos.

A todos mis compañeros de viaje, a mis amigos, les deseo lo mejor del mundo,
tengan el coraje de luchar por sus sueños porque nada es imposible si pueden creer,
crean en ustedes siempre y nunca se rindan, porque la vida es cuesta arriba, pero
la vista es genial.

Este es el momento en que todos nuestros sentimientos se mezclan, fuimos felices,


nos sentimos queridos, enojados, tristes, eufóricos, vivimos miles de emociones. De
esta etapa que hoy llega a su fin, nos llevamos los mejores recuerdos, y aunque ya
no nos veamos todos los días como solía ser, espero que cada vez que nos
volvamos a reunir creemos nuevas historias juntos, y si tomamos caminos diferentes
recuerden que el mundo es redondo. Alguna vez, la maestra Gabriel Mistral dijo:
“Donde haya un árbol que plantar, plántalo. Allá donde haya un error que enmendar,
enmienda. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú”.
Así que ¿cómo plasmar en algo tan pequeño tantos años junto a ustedes? En un
último abrazo, en un último beso, en una mirada complice, o simplemente en ese
adiós que siempre cuesta decir.

Queridos compañeros, aquí se termina el viaje, cada uno tomará rumbos distintos,
con la frente en alto y mirando hacia el sol, como dicta nuestro himno. Ese camino
que soñaste, hoy se convierte en realidad. Yo aquí me bajo, buen viaje Generación
2018, adios Colegio San Jorge.

Вам также может понравиться