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Técnica de atención

1. Elige un objeto cotidiano que se encuentre dentro de tu entorno habitual (tu casa, tu
oficina,…) Al principio elige un objeto simple. No tiene por qué ser muy atrayente.
Más bien al contrario, cuánto más monótono y aburrido, más tendrás que esforzarte
por mantener tu atención en él y estarás entrenado a la vez tu control mental.
2. Obsérvalo durante 60 segundos (1 minuto). Atiende a todos y cada uno de sus
detalles, sus características y las ideas que te sugiera ese objeto. Trata de retener
esta información en tu memoria.
3. Transcurrido el tiempo previsto, retira el objeto de tu vista y anota en una libreta
todos los detalles, características e ideas que puedas recordar del objeto en
cuestión. Dedica el tiempo que sea necesario a realizar este paso.
4. Vuelve a mirar el objeto y piensa qué cosas no has podido recordar, busca algún
detalle en el que no te hubieras fijado en un primer momento. ¡Seguro que vas a
encontrar más de uno!
5. Repite este ejercicio varias veces al día. Puedes usar el mismo objeto varias veces.
Te sorprenderá comprobar cómo cada vez encuentras muchos más detalles o
sensaciones en los que no habías caído durante las primeras observaciones.
Después puedes ir cambiando y elegir cada vez un objeto más complejo, que te
dará mucho más juego.

Técnica de memoria

El método de los lugares o método de Loci, es una de las más antiguas y

poderosas estrategias para mejorar la memoria. Su origen se sitúa en la Grecia

clásica y se trata de un conjunto de técnicas que te preparan para recordar

elementos u objetos en un orden determinado potenciando dos principios básicos

como son la organización y la asociación.

La función de la memoria que nos ayuda a orientarnos y evita que nos perdamos al

pasear por nuestra ciudad es la memoria espacial. Todos tenemos una tendencia
natural a usarla para recordar
Primer paso. Imagina una ruta que conozcas bien (desde tu casa al colegio de tus

hijos, el camino para llegar a tu despacho u oficina, …)

Segundo paso. Asocia las cosas que quieres recordar a los lugares presentes en

la ruta que hayas elegido.

Lugares como el pasillo de tu casa, el recibidor, la puerta de entrada, el ascensor,

la puerta del parking, tu sitio de aparcamiento, la rampa de salida de los coches, la

primera calle, la entrada en la autopista, el campo de fútbol que se ve a la derecha,

la salida de ésta, la entrada al colegio de tus hijos,…

Tercer paso. Selecciona un lugar para cada una de las cosas que debes

recordar. Si quieres memorizar estos 5 pasos, deberás asociar cada uno de éstos

a un lugar diferente.

Cuarto paso. Utiliza imágenes claras.

Por ejemplo, si quieres acordarte de la tarea de dibujar un mapa mental para tus

alumnos, puedes imaginarte en el recibidor de tu casa a punto de salir con una

lámina en blanco enorme en una mano y un estuche transparente con una gran

cantidad de rotuladores de colores.

Quinto paso. Imaginate a ti mismo siguiendo esa ruta o camino. Graba las

imágenes en tu memoria, repasando las cosas que tienes que recordar y sus

lugares asociados.

1. Refuerzo
Trata de que transcurridos unos 5 o 10 minutos desde que aprendiste algo, debes

escribirlo. Imagínate que acabas de assistir a un seminario sobre un tema

específico, tómate un tiempo después para anotar todos los contenidos e ideas que

hayas aprendido. De esta forma estarás reforzando tu aprendizaje y mejorando la

memoria, facilitando el recuerdo de la información en un futuro.

Es evidente que no tienes que escribir absolutamente todo lo que hayas aprendido,

no se trata de escribir un libro. Tú mismo eres quién debes determinar que es

aquello que quieres aprender, cuál es la información más relevante, qué es lo que

te costará más recordar en el futuro,… Y eso es lo que tienes que escribir. No es

necesario que nadie entienda estas notas, son una herramienta para tu aprendizaje

y recuerdo. A menudo, bastará simplemente con escribir algunas palabras o

conceptos.

En este punto, el perfeccionismo puede volver a ser un gran “enemigo”. No es

necesario que la información que escribes sea perfecta, exacta, ni 100% fiable.

Debes centrarte en escribir aquello que recuerdes y lo mejor que puedas, pero ten

presente que siempre es mejor escribir algo mal que no escribir nada. Además,

después siempre tendrás tiempo de hacer cambios y modificaciones.

2. Repasar / Revisar
Es fundamental que revises tus notas periódicamente. ¿Cada cuánto tiempo? Esta

pregunta es algo difícil de concretar, ya que dependerá de tus objetivos y del tipo

de material a recordar.
Generalmente, es aconsejable revisarlas una vez a la semana. Así es como lo hago

yo y me funciona bastante bien. Cuanto más familiar y conocido sea un tema para

ti, menos frecuentemente será necesario que lo revises. Así, si acabas de aprender

un material complejo puede que necesites revisarlo cada día al principio. Sin

embargo, si aprendiste algo hace un año y ya lo “dominas”, con revisarlo cada 2-3

meses puede ser suficiente.

Otra buena idea es revisar la información que tenemos antes de empezar una nueva

lección. Esto puede evitar que pierdas tiempo (pueden ser 10-15 minutos) en tratar

de ubicarte y conocer el punto en el que lo dejaste en la lección anterior. Si revisas

tus notas antes de empezar la nueva lección, podrás enfocar toda tu atención en

esta y mantenerte concentrado, ya que con la revisión ya te habrás puesto al día y

te habrás situado en el punto de partida para aprender esta nueva lección

10 Ejercicios para trabajar la atención en


niños y adultos

1. Presta atención al estímulo correcto

Para trabajar la atención, una de las tareas más importantes a realizar es


aprender a fijarnos en esos estímulos correctos.
Es decir: debes ser capaz de seleccionar esa información que sea relevante
o de tu interés (los estímulos diana).

De lo contrario, podrías tener una gran capacidad de concentración o mucha


facilidad para mantener tu atención durante largos periodos de tiempo a
un estímulo, pero eso no te asegura que estés prestando atención a
estímulos correctos, por lo que tu atención podría continuar siendo
disfuncional.

Para trabajar esta atención selectiva puedes realizar un ejercicio en el que


debas seleccionar un estímulo frente otros muchos estímulos distintos.

Por ejemplo, mediante una figura como la que se muestra a continuación,


donde vemos un conjunto de estímulos distintos: letras vocales, letras
consonantes, números pares, números impares.

El ejercicio consistiría en encontrar lo más rápido posible:

-Todas las letras T que contenga la figura.

-Todas los números 4 que contenga la figura.

-Todas las letras K que contenga la imagen.


2. Distingue estímulos muy similares

Otra actividad muy útil para trabajar la atención selectiva es aprender a


distinguir estímulos que puedan ser muy similares o prácticamente idénticos,
pero que contengan alguna diferencia.

De este modo, no solo estarías aprendiendo a seleccionar adecuadamente


esos estímulos a los que les quieres prestar atención y a apartar todos
aquellos que sean distintos, sino que estarías aprendiendo a focalizar tu
atención sobre los detalles de los estímulos diana.

Para hacerlo, una actividad eficaz son los típicos ejercicios de encontrar las
diferencias entre dos dibujos prácticamente idénticos.
3. Diferencia los estímulos del estímulo

A veces nos pensamos que prestar atención a algo consiste fijarnos o


concentrarnos en un estímulo concreto.

Sin embargo, la mayoría de veces, fijarnos en un solo estímulo no es


suficiente, ya que el ser humano tiene tendencia a fijarse en aspectos
generalmente grandes, y a veces obviamos que cada uno de esos estímulos
tiene muchos detalles que no podemos pasar por alto.

Pongamos un ejemplo:

Estas trabajando y tienes que prestar atención a lo que te dice tu compañero


respecto a la tarea que hay que terminar para esta tarde.

En principio, podríamos pensar que con sentarnos cerca suya y escuchar


atentamente lo que nos dice ya será suficiente para prestar una buena
atención respecto a lo que dice.
Pero aunque pueda parecer raro, muchas veces no es así, sobre todo si
nuestros procesos atencionales no son del todo buenos.

Quizá quedarnos con el significado global de lo que nos ha explicado no es


suficiente, quizá la palabra o la frase que ha dicho al inicio de la conversación
es más relevante de lo que hemos entendido.

Es por ello que aprender a prestar atención a estímulos más pequeños que
muchas veces pasamos por alto puede resultar muy importante.

Un ejercicio para practicarlo es el siguiente:

Ante esta tabla, debes encontrar en cada fila, el número que sea igual al que
aparece en la izquierda de todo.

Si nos fijamos en la primera línea, el número 82325 está repetido solo una
vez (en la tercera columna), pero los demás tienen números parecidos: el 8
y el 2 están en todas las columnas, el 3 en la segunda tercera y cuarta…

Si realizáramos esta tarea de la misma forma que podemos escuchar a


nuestro compañero de trabajo sin fijarnos en exceso en sus palabras, nos
podríamos equivocar y marcar otro número. En cambio, si realizamos un
mayor esfuerzo de concentración lo haremos correctamente.
4. Acostúmbrate a trabajar con dos estímulos

Del mismo modo que es importante poder centrar tu atención en un solo


estímulo relevante, lo es poder centrarla en dos.

Y es que cuando aprendes a focalizar tu atención, no debes hacerlo solo ante


un estímulo, sino sobre dos o más.

Con esta tarea en la que focalizas tu atención en dos estímulos, por un lado
aprendes a seleccionar una cantidad pequeña de estímulos a los que
prestar atención eludiendo a los demás, y por otro lado aprendes a dividir tu
atención en dos estímulos distintos.

Así pues, ante esta tabla donde hay solo dos letras:
 Escribe 1 debajo de P y escribe 2 debajo de B.
 Hazlo lo más rápido que puedas y sin cometer errores.

5. Divide tu atención

Tener la capacidad de poder prestar atención a más de un estímulo a la vez


es probablemente una de las mejores habilidades que tenemos.

Si nos fijamos, nuestro entorno está rodeado de estímulos, y lo más habitual


es que tengamos que atender a más de una cosa a la vez.

-Estás haciendo la comida y hablando con tu hermana-


En esta simple situación, estás prestando atención a una gran cantidad de
estímulos: a lo que te dice tu hermana, a lo que le dices tú, al agua que
está hirviendo, a los filetes que están en la sartén, a la cantidad de sal que
le has puesto…

Es por ello, que cuando entrenamos nuestra atención, también tenemos que
entrenar nuestra capacidad de prestar atención a varias cosas a la vez.

Para ello, el ejercicio que te propongo es el siguiente:

En esta imagen hay 4 figuras distintas. Coloca un número debajo de cada


una de ellas lo más rápido que puedas.
9. Mantén tu atención visual

Mantener la atención en una actividad durante periodos prolongados de


tiempo es una tarea difícil, muy sujeta a posibles distracciones o falta
de concentración.

Por ello, es bueno ejercitarla.

Para hacerlo, se puede realizar el siguiente ejercicio:

 Cada tabla contiene todos los números del 1 al 36 excepto uno.


 Debes encontrar cuál es el que falta y escribirlo en la casilla marcada
en azul
 Hazlo lo más rápido que puedas.
10. Mantén tu atención auditiva

De la misma forma que con la atención visual sucede con la atención auditiva.

Suele ser complicado escuchar algo durante largos periodos de tiempo sin
que tu atención disminuya o te distraigas con otros estímulos.

Así pues, para trabajar este tipo de atención te propongo el siguiente


ejercicio:

 Pon tu programa de radio favorito y escúchalo con atención

 Tu tarea no será escuchar el programa de forma general o quedarte


con los conceptos de los que se hablan.

 Tendrás que identificar una sola palabra, por ejemplo: el nombre de


la emisora

 Cada vez que escuches esa palabra, deberás apuntarla en un hoja.

 Puedes realizar esta tarea con la máxima concentración posible


durante unos 30 o 40 minutos.

https://www.lifeder.com/ejercicios-para-mejorar-la-atencion/

De memoria

6. La sala romana o palacio de la memoria

Esta técnica puede mejorar la memoria de una persona y cuando se practica con fluidez, el
proceso de memorización se vuelve natural.
La habitación romana es una técnica que se puede aplicar para memorizar una lista de palabras
o cualquier información donde no es posible la creación de representaciones visuales de las
palabras abstractas.

Consiste en traer a la mente una habitación que resulta muy familiar. Al entrar en la habitación,
la esquina por encima del hombro izquierdo es el número 1 y a continuación, las demás paredes
serán los sucesivos números, siempre con movimientos en sentido horario, alrededor de la
habitación. Los siguientes números serán el suelo y el techo. Es importante que estos lugares
enumerados se conviertan automáticamente en objetos identificables, que simbólicamente
representen la información que se desea recordar.

A medida que esta técnica se utilice con mayor frecuencia, el proceso se vuelve cada vez más
natural y se pueden incorporar cada vez más habitaciones. Mediante la conexión de las
habitaciones, en un orden memorable, se podrá ampliar la cantidad de información recordada y
en forma secuencial.

1. Técnica del Recuerdo


Esta técnica, que se basa básicamente en recordar, requiere de un esfuerzo
consciente por traer a la memoria la información. Seguro que la conoces,
pero quizá no sepas lo bien que puede llegar a funcionar.

Cuando estés estudiando, aparta el material y repítelo en tu cabeza, con


tus propias palabras si es necesario, asegurándote de que eres capaz de
retenerlo. Esto mejorará tu lectura del texto y tu comprensión durante una
segunda lectura, en vez de tener que estar repitiendo el texto como un
papagayos.

Otra opción para practicar esta técnica y ejercitar la memoria es hacer una
lectura activa. ¿Esto qué quiere decir? Que durante el texto has de hacerte
preguntas al respecto, tomar notas y prestar atención. Pregúntate: ¿Por
qué está ocurriendo esto? ¿Por qué es importante saberlo? ¿Cómo podría
explicárselo a otra persona?
Una tercera posibilidad, aunque es más costosa, sería volver a copiar el
texto con tus propias palabras. Sería como la versión escrita del primer
ejemplo, con la ventaja de que al escribir se fija en la memoria con mucha
más solidez.

2. Técnica de la Primera Letra


Esta técnica me pareció muy curiosa cuando la vi, y tras probarla me di
cuenta de que podía ser muy efectiva para memorizar textos largos palabra
por palabra.

Consiste básicamente en escribir la primera letra de cada palabra del


texto que quieras memorizar, formando una línea larga de letras sin sentido.
Después de poner el texto original a parte, has de leer la línea tratando de
recordar el texto original y guiándote sólo por la primera letra.

Por supuesto, puedes mirar el texto siempre que lo necesites pero el truco
está en practicar lo máximo posible sólo guiándote con las letras, de modo
que ejercites tu memoria para retener la información de forma correcta.

De esta forma vas almacenando datos en tu memoria a corto plazo y con la


práctica, irá fijándose en la memoria a largo plazo logrando que, al final, no
necesites más que echar un vistazo a la línea de letras para poder recitar el
texto entero.

3. Asociaciones
La idea es muy sencilla: unir conceptos para que regresen a tu memoria
juntos mediante la creación de imágenes alocadas.

Este método es muy poderoso cuando se hace bien, y es especialmente útil


para memorizar listas, nombres e incluso para mejorar tu vocabulario. Lo
único que tienes que hacer es coger el grupo de palabras y contar una
historia con ellas.

La clave es crear imágenes absurdas que destaquen y que se fijen en tu


memoria: cambia los colores, dale movimiento, y crea escenas
inverosímiles que te resulten especialmente divertidas. Una vez hagas esto,
verás que las palabras y los conceptos vuelven a tu mente de forma muy
fácil

https://lecturaagil.com/4-tecnicas-memorizacion/

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