EL LENGUAJE Y LA FORMA EN LA QUE LO HEMÓS DEFORMADO

En el presente ensayo hablare del lenguaje, un par de sus diversos aspectos y la

forma en la que lo hemos deformado. El lenguaje es la capacidad propia del ser
humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio de la palabra. Por
otro lado es un sistema de signos que utiliza una comunidad para comunicarse
oralmente o por escrito.

Empezando por sus diferentes aspectos, podemos hablar de sus productividad, es

importante que mencione qué es, “a cada mensaje que mandamos siempre
podemos añadir otros cuyo significado no es posible predecir partiendo de la
información de mensajes previos”; es muy interesante cómo usamos la
productividad del lenguaje, incluso para referirnos a temas tabúes, cómo el sexo, y
poder incluirlo en una conversación pública.

Podemos llegar a deformar tanto una oración, incluso con la connotación que le
damos al entonar las palabras, desgraciadamente hemos hecho esto hasta el
grado de poder ofender a las personas, insinuarles cosas desagradables sin que
sea explicita la pregunta, incluso mal interpretamos lo que las demás personas
nos dicen, hasta percibirlo en la forma que más sea de nuestro agrado,
coloquialmente llamado, escuchar lo que quieres oír.

Otra parte muy importante es la adquisición del lenguaje, comprendemos que

ocurre paso a paso, desde la adquisición de fonemas sencillos, morfemas y
normas gramaticales, hasta vocabularios y normas estructurales cada vez más
complejas, entendemos que la adquisición surge como primera instancia, en el
hogar, el núcleo familiar, y si desde el núcleo familiar utilizan mal las palabras, la
forma de emplearlas tanto gramatical como oralmente, es de esperarse que esto
se repita por generaciones.

Justo es en el mal empleo de las palabras en lo que quiero ubicar esto, si

adquirimos mal las palabras, es improbable que al ejecutar el lenguaje lo hagamos
de una manera correcta, hay, desde mi punto de vista, sólo dos opciones respecto
a lo que pasa cuándo en el núcleo hay una mala ejecución del lenguaje; 1) lo
repetiremos y ejecutaremos de la misma manera, haciendo esto un patrón a seguir
generación tras generación, ó 2) darte cuenta de que la forma en la que siempre
se ha hecho no quiere decir que sea la forma correcta, así corregirlo y cambiar el
tan viciado patrón.

Desgraciadamente, muchas personas se inclinan por la opción número uno, no

quisiera generalizar, pero en este caso lo veo un tanto necesario, la mayoría de
las personas que crecen en un lugar dónde algún aspecto está mal empleado, en
este caso el lenguaje, prefieren hacerlo así toda su vida, justificándose con que así
lo han hecho siempre, ¿por qué habrían de cambiarlo? Es ahí donde surgen los
vicios del lenguaje y se repiten generación tras generación.

Desafortunadamente cómo sociedad, yendo desde lo más general hasta lo más

particular, utilizamos el lenguaje cómo nos vemos obligados a aprenderlo, nos
vemos tan inmersos en un grupo que terminamos por adquirir su forma de hablar,
costumbres al escribir y demás situaciones, lo desafortunado para mi, es en primer
instancia, la forma mal empleada de usar el lenguaje, un ejemplo de ello son los
albures, son una forma tan desagradable de utilizar el lenguaje.

Por otro lado, estoy segura que todos alguna vez en nuestra vida nos hemos
comportado de alguna forma para poder encajar, buscando nuestra identidad y
está bien, incluso hay cierta edad dónde esto es normal, lo desafortunado es que
esto se vuelva una vulgar costumbre, creer que puedes cambiar la forma de hablar
o expresarte dependiendo de las personas que te rodean, y a esto me refiero
específicamente en la manera de pensar, ya que el lenguaje sólo es un reflejo de
esto.

Concluyendo, desgraciadamente el lenguaje los deformamos las personas y lo

construimos las personas, respeto mucho la individualidad pero por otro lado no la
entiendo, no entiendo cómo siendo tan amplio el vocabulario, habiendo palabras
tan precisas para poder expresar lo que sentimos, se esfuercen en deformarlo.