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El desempleo en México es del 50%

Uno de cada dos mexicanos no han encontrado trabajo en la economía

La economía mexicana sí genera empleos, millones de ellos cada mes. Pero todos ellos son generados en la
informalidad. Esto significa que la economía mexicana no está totalmente podrida, al menos la economía
subterránea goza de cabal salud, pero la economía formal, la que realmente debe interesarnos y preocuparnos
está prácticamente muerta.

Se estima que en México hay 103 millones de personas de las cuales 57.5 millones están en edad de trabajar. De
estos, 15.6 millones (el 27.2% de la PEA) cotizan en el IMSS, es decir, tienen un empleo formal en alguna de
las empresas mexicanas. 4.85 millones (el 8.4% de la PEA) cotizan en el ISSSTE ó alguna otra institución de
seguridad social del Estado como PEMEX ó la Secretaría de la Defensa que tienen sus propias instituciones de
seguridad social. Como independientes, médicos, asesores, arquitectos, etc., están registrados al SAT 12.3
millones de mexicanos (21.5% de la fuerza laboral), y estos son todos los mexicanos que de una u otra manera
tienen una forma conocida por las autoridades de ganarse la vida.

La suma de estos mexicanos que se ganan la vida en la economía formal es de 57% de la población
económicamente activa, es decir, 32.8 millones de personas.
No se tiene ningún registro de cómo se gana la vida los 24.7 millones de mexicanos restantes. Sabemos que
aproximadamente 1.6 millones de estos se dedican a buscar empleo, pues el INEGI afirma que el desempleo es
el 2.78% de la Población Económicamente Activa, pero aún creyendo esta cifra, resulta que hay 23 millones de
mexicanos que se ganan la vida al margen de cualquier control por parte del Estado.

Si creemos las cifras del INEGI, resulta que cuatro de cada diez mexicanos se gana la vida al margen de la
economía formal, sin embargo el INEGI no considera a estos millones y millones como desempleados, sino
como subempleados y no los incluye en las cifras de desempleo. Argumentan que utilizan la misma metodología
para medir el desempleo que se usa en otros países y que es reconocida a nivel mundial. Por la única razón que
no consideran a estos 23 millones como “desempleados” es porque ya ni pierden su tiempo en buscar un empleo
pues saben que no lo van a encontrar o van a obtener salarios de miseria.

Pero si no son desempleados, tampoco se les puede considerar empleados pues en realidad carecen de un
empleo, es decir, de un sueldo, un lugar de trabajo, un patrón, seguridad social, seguridad laboral, planes de
capacitación, ahorro y previsión para la vejez, y tantas otras consideraciones que hacen de un empleo un
“empleo” y no como dicen las autoridades que contabilizan a los desempleados frustrados como empleados.

Pero hay otro dato muy importante que vale la pena incluir en el estudio y es la cantidad de mexicanos que han
cruzado la frontera para ganarse la vida en otras latitudes. Según datos del Departamento de Estado de los
Estados Unidos, casi 6 millones de mexicanos han cruzado la frontera en busca de trabajo en los últimos 10
años por lo que si sumamos esta cifra a los 23 millones de mexicanos que se ganan la vida en la economía
informal, resulta que uno de cada dos mexicanos vivos en edad y con posibilidades de trabajar no han
encontrado oportunidades en nuestra enferma economía sino en otras latitudes ó bien al margen de la ley.

Por ende, sigue siendo válida la pregunta de ¿donde está el cambio?. Al menos en este importante indicador de
la actividad económica, la tasa de desempleo, siguen usando las mismas cifras amañadas y diciendo las mismas
mentiras que durante 70 años nos dijo el PRI. Para decir la verdad, no se necesitan cambios estructurales,
reformas constitucionales ni consensos nacionales, se necesita simplemente un poco de voluntad política para
ver a la ciudadanía a los ojos y decirle la verdad.

Dentro de 50 años, nuevas generaciones de mexicanos van a escuchar de sus padres y abuelos que a finales del
siglo 20 y principios del 21 el país vivió la peor crisis económica de su historia pero cuando acudan a los libros
a estudiar el problema, se va a encontrar que el desempleo era solo del 2.78%, menor que en los países más
prósperos de la tierra. Es más, van a ver que durante los tres primeros años del sexenio de Vicente Fox más de
2.2 millones de mexicanos fueron despedidos de sus empleos ó simplemente no encontraron trabajo y que en el
mismo período el desempleo incluso bajó 0.1 puntos porcentuales. Y en ese momento probablemente los
estemos desde ahora condenando a repetir los mismos errores por no dejar constancia histórica de la tragedia
por la que estamos pasando.

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