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ESCUELA DE TEOLOGIA PARA SEGLARES.

ALTAGRACIA PEREZ PEÑA 2014 - 1117


LOS SIGNOS DE JESUS EN EL EVANGELIO DE JUAN.
Al iniciar este análisis es importante saber que un signo es todo aquello que describe a un elemento,
fenómeno o acción. También podemos ver que en la Sagrada Escritura es muy común encontrar
signos que en su máxima expresión se convierten en instrumentos de salvación. Juan 1:18, nos
dice que: A Dios nadie le vio jamás, lo hace presente por medio de los signos. Por eso es posible
reconocerlos en la naturaleza, en la historia y en mi misma.
Podemos también decir que los signos de Jesús son cada una de las obras del padre que ponen de
manifiesto la Divinidad de Jesús en medio de su gente, y es lo que en cierto modo mantiene la
unidad de Jesús con el creador.
A continuación, veremos algunos de los signos de Jesús que se nos presentan el Evangelio de Juan
 Jesús camina sobre las aguas. Jn 6,16-21
” Pedro contestó: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua.” Jesús le
dijo: “Ven”. Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús.
Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse.
Algunas de las dimensiones que podemos descubrir en este signo de Jesús son la Cristológica y la
Antropológica, porque se pone de manifiesto la persona de Jesús que se acerca y la figura del
hombre que de la misma forma se acerca a Jesús en busca de su maestro.
El agua es símbolo de muerte, podríamos decir que cuando Juan nos narra dicho momento lo que
quiere resaltar como Jesús caminaba sobre la muerte haciendo referencia al texto de Genesis 1
donde el Espíritu Santo aleteaba sobre las aguas. Juan presenta a Cristo como parte de aquel que
en viene a dar una vida nueva, el cual vence la muerte.
Al momento de que Pedro le pide a Jesús que le pidiera que este pudiera ir donde Él, en este
momento podemos apreciar como con la invitación que le hace de venir se presenta como Jesús
no invita a vivir sin miedo el nuestro encuentro con la muerta ya que el vence la muerte y nos
invita a vivir y a caminar junto.
Solo la vista y en la confianza en Jesús el hombre puede vivir superando sus miedos, Pedro tuvo
la oportunidad de caminar sobre las aguas, mientras que los demás discípulos no se arriesgaron a
pedir semejante petición, se puede decir que fue un atrevimiento de Pedro o algún tipo de
desconfianza al decir “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua”, pero
de la misma manera podemos decir que Pedro tuvo su fe puesta en Jesús, al saber que este tiene
todo el poder para que este caminara también en el agua. Es Pedro la representación de aquellos
que se atreven a seguir a Cristo, que a pesar de sus miedos ve los ojos del amado y va a su
encuentro.
Una de las frases que más se repite en la biblia es “no teman”, Jesús al decir esta palabra invita a
los discípulos a salir de aquella incertidumbre que nos da la oscuridad y la falta de Dios. “Ánimo,
no teman, que soy yo” con estas palabras hoy nos invita a caminar junto a Él, caminando en
confianza y si temor de nada, ya que Jesús el que lo puede todo y es él mismo que nos invita a
seguir sus pasos.
Otro signo que Juan nos presenta es:
 La sanación del paralitico de la piscina de Betsaida (Jn 5, 2-9)
—¿Quieres quedar sano?
—Señor—respondió—, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua,
y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes.
—Levántate, recoge tu camilla y anda—le contestó Jesús.
Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día
era sábado.

Las dimensiones que en este texto bíblico presenta son la Antropológica, Soteriológica y
Cristológica.
Juan nos presenta a este paralitico que tiene 38 años en espera de que al llegar el ángel del Señor
este pueda estar dentro de la piscina y así recibir la sanación, mas el texto nos muestra al mismo
Jesús que se acerca con la intención de sanar a este paralitico.
Es con la pregunta “¿Quieres quedar sano?” donde Jesús permite a este tomar la decisión de
aceptar o no la manifestación del poderío de Jesús, este signo nos enseña que ante las necesidades
y debilidades que se nos puedan presentar debemos reconocer que Jesús es cercano, atento y
dispuesto a responder a nuestras peticiones.

Concluyo diciendo que al detenernos en el análisis de estos dos signos que nos muestra Juan en su
Evangelio pudimos apreciar que Cristo en su momento no ignoro su misión de anunciar en todo
momento el reino de los cielos, sanando a los enfermos, invitando a vivir confiando en el y en su
llamado, para que así encontremos la respuesta a nuestras necesidades.
ESCUELA DE TEOLOGIA PARA SEGLARES.
ALTAGRACIA PEREZ PEÑA 2014 – 1117
LA ORACION SACERDOTAL EN EL EVANGELIO DE JUAN
En una breve mirada a la oración de Jesús como Sumo y Eterno Sacerdote, sobre la vida
de los sacerdotes que siguiendo el llamado de Dios buscan relacionarse más plenamente
con Cristo, es como encontrarnos con esa sana necesidad que el mismo hombre tiene de
orar para encontrar constante respuestas a sus inquietudes y alimentar de forma espiritual
el llamado que ha recibido por parte de Dios mismo en la persona de su Hijo Jesús por
medio de Espíritu Santo.
Hay que decir que: la oración hace al sacerdote y el sacerdote se hace a través de la oración.
En el Evangelio de San Juan capitulo 17, se presenta las palabras que Jesús dirigió al Padre
de forma admirable. Es de suma importancia resaltar tres momentos significativos que se
muestran en la estructura de la oración sacerdotal de Jesús.
“Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti, ya que le has
conferido autoridad sobre todo mortal para que él les conceda vida eterna a todos los que le has
dado. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien tú has enviado. Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me
encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame en tu presencia con la gloria que tuve contigo antes
de que el mundo existiera.”
En este texto podemos apreciar las dimensiones escatológica y antropológica ya que Jesús
se refiere a su misma persona y de lo que está llena de gloria y que su poder nunca tendrá
fin.

La oración sacerdotal, es una conversación sencilla y clara de Jesús con el Padre, dónde en
todo el tono de la palabra se nota la huella de Jesús, podemos ver que en este discurso se
encuentra uno de los momentos más fuertes de la vida de Jesús.
Jesús aclara que la unión entre Él y los apóstoles no es una simple amistad, Pide para ellos
una unidad tan íntima como la unidad divina.
No pide que sean sacado de su ambiente, sino que sean preservados de los ataques del
mundo, el mundo los aborrecerá y no será fácil soportar el rechazo de los demás.

Al concluir esta reflexión es importante recordar que, todos los sacerdotes y aquellos que
se dedican al servicio del señor, al anuncio del reino de los cielos y a regar la semilla de la
buena nueva por doquier, están llamados hacer beneficiario directo de la oración sacerdotal
de Jesús

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