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De Amézola, Gonzalo. Esquizohistoria.

La historia que se enseña en la escuela, la que preocupa a los historiadores y una


renovación posible de la historia escolar. Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2008, 130 páginas
ANDELIQUE Carlos Marcelo
Clı́o & Asociados, 2009 (13). ISSN 0328-820X.
http://www.clioyasociados.fahce.unlp.edu.ar

De Amézola, Gonzalo. Esquizohistoria. La historia que se enseña


en la escuela, la que preocupa a los historiadores y una renovación posible
de la historia escolar. Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2008, 130 páginas.
Carlos Marcelo Andelique
Universidad Nacional del Litoral

La preocupación central que atraviesa el que le permiten al autor demostrar cómo se


libro refiere a la existencia de dos historias: una conformó el “código disciplinar”3 imperante
historia construida y sostenida por los historia- en las escuelas, caracterizado por el memoris-
dores y la otra historia enseñada y reproducida mo y el nacionalismo.
en las escuelas. Esta disociación entre la historia En cada uno de los períodos históricos se
investigada y la historia enseñada no es una analizan continuidades y discontinuidades en
preocupación nueva para De Amézola.1 Se los discursos y prácticas de la historia escolar.
origina hace varios años atrás, cuando junto a En el primer período que el autor delimita,
A. Barletta en un conocido artículo2 sostenían analiza la conformación de lo que define como
que se producía un fuerte contraste entre la la visión mitrista de la historia argentina,
formación recibida en las escuelas por los gestora del panteón de los héroes y de los ri-
estudiantes ingresantes a la carrera de historia tuales patrióticos que se institucionaliza en las
y la enseñanza y aprendizaje de la historia en escuelas y permanece hasta hoy. Un discurso
la universidad, desarticulación que luego se historiográfico iniciado en la segunda mitad
reeditaba cuando este estudiante, de vuelta del siglo XIX que respondía a la necesidad de
como profesor, se proponía enseñar historia construir una idea de nación compartida por
en la escuela secundaria. todos para consolidar el Estado en formación y
En este libro retoma y profundiza aquellas para argentinizar a los extranjeros que llegaban
reflexiones organizada en dos partes. En la al país en pleno desarrollo del modelo agroex-
primera parte titulada “Una breve historia de portador. El siguiente período (1930-1955), se
la enseñanza de la historia”, el interrogante caracteriza por la puja entre la historia liberal
¿Cómo fue que se instaló el estudio de la histo- y el revisionismo histórico. La exaltación del
ria en la escuela para que cambiarla hoy resulte nacionalismo, del ejército y de los principios
tan difícil? se constituye en el problema al que católicos contra el cosmopolitismo de los libe-
el autor intenta dar respuesta. Atendiendo a rales derivó en una interpretación del pasado
esta pregunta analiza el proceso de gestación en clave autoritaria. Sin embargo, el autor
de la disociación entre la historia académica señala que la historia escolar conservó la tra-
y la historia que se enseña y aprende en las dicional perspectiva del pasado argentino, con
escuelas. Hace un recorrido por la historia de la paulatina incorporación y reivindicación de
la enseñanza mostrando diferentes períodos Rosas. Perspectiva tradicional que se evidencia

Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación


Universidad Nacional del Litoral
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Clı́o & Asociados, 2009 (13). ISSN 0328-820X.

en el calendario escolar definido en este perío- en torno a la historia enseñada, permitir un


do y que se mantiene hasta la actualidad. En acercamiento entre las dos historias, generar la
el período 1955-1976, De Amézola marca un toma de conciencia respecto del nacionalismo
punto de inflexión importante, ya que es en exacerbado en la enseñanza de la historia, pro-
este momento histórico donde se ensancha la piciar la construcción de modelos alternativos
brecha entre la historia académica y la historia de enseñanza al memorismo, se constituyen en
escolar. La historia académica se acerca a otros algunos de los logros que, según el autor, se
campos de conocimientos que van a generar pueden apreciar a partir de la reforma.
una importante especialización y complejiza- En la segunda parte, titulada “Entre la
ción de los contenidos. Sin embargo, aunque historia y la enseñanza”, De Amézola hace un
esta renovación en el campo historiográfico es repaso de aspectos metodológicos y de con-
evidente, en el ámbito escolar la enseñanza de ceptos epistemológicos centrales constitutivos
la historia se mantiene inalterable. de la disciplina que requieren ser recuperados
En el período 1976-1993 se distinguen y reflexionados para renovar y transformar
dos momentos claramente diferenciados: en la enseñanza de la historia. Plantea que la
el primero, 1976-1983, la enseñanza de la complejidad del tiempo histórico requiere ser
historia responde a la necesidad de la dictadura enseñada a partir de abordar en las aulas la
de disciplinar ideológicamente a la sociedad, cronología, los múltiples tiempos, las perio-
donde prevalece la obediencia, el control y dizaciones, los cambios y continuidades, la
el orden. Esta situación contrasta con el pe- relación pasado-presente. En lo que refiere al
ríodo democrático iniciado en 1983, donde espacio, propone el análisis de contenidos des-
se produce una renovación importante en de perspectivas macrohistóricas combinadas
el ámbito de la investigación historiográfica con miradas en pequeña escala -microhistó-
expresado en nuevas investigaciones, produc- ricas- con el objetivo de enriquecer y matizar
ciones y publicaciones. Por otra parte, destaca explicaciones generales. En consonancia
algunos cambios en los libros de texto: nuevas con las nuevas tendencias historiográficas,
temáticas pero superpuestas con contenidos plantea otorgarle voz en las aulas a los nuevos
tradicionales. sujetos históricos, actores colectivos ausentes
El último período que identifica el autor como las mujeres, ahora revalorizadas por
refiere al que se produce durante la década estudios que responden a nuevas perspectivas
del noventa a partir de la reforma educativa. calificadas bajo el título de “la historia desde
En este contexto, el intento de acercar ambas abajo”. Desde una mirada que entiende a los
historias va a estar atravesada por distintas con- métodos y técnicas de investigación propias
troversias y conflictos en torno a la definición de la disciplina histórica como contenidos
de nuevos contenidos, por políticas erráticas fundamentales, propone enseñar a historiar a
respecto de la formación docente –conside- partir de propuestas metodológicas de ense-
rados como meros ejecutores de una reforma ñanza basadas en la resolución de problemas
pensada por especialistas–, por innovaciones y en la investigación.
en los libros de textos con escaso impacto Estos cambios que se proponen requieren
en las aulas. Sin embargo, abrir la discusión de reflexiones más profundas sobre la concep-

2
Clı́o & Asociados, 2009 (13). ISSN 0328-820X.

ción epistemológica de la disciplina y sobre que la formación de docentes autorreflexivos


los sentidos de enseñar historia. Qué historia debería ser la preocupación central de la di-
enseñar y para qué enseñarla se expresa nece- dáctica específica.
sariamente en las decisiones que el docente Tanto para profesores en ejercicio del rol
toma al momento de programar y desarrollar como para quienes se encuentran en proceso
la enseñanza. Para De Amézola, cualquier de formación, el libro se constituye en una
respuesta a estos interrogantes debe estar fuer- buena síntesis que le permite al lector relevar
temente vinculada a la construcción de una un diagnóstico de la desarticulación entre la
conciencia histórica y a la necesidad de enseñar historia investigada y la historia enseñada en
a “pensar históricamente”. Esta renovación en Argentina y revisar propuestas alternativas
la enseñanza de la historia demanda profesores para la enseñanza de la historia.
reflexivos y críticos. En este sentido, considera

Notas
1
Quienes han seguido la trayectoria de Gonzalo De Amézola notarán al leer
este libro que el autor retoma reflexiones y planteos de la enseñanza de la disci-
plina ya abordados en otros artículos publicados anteriormente.
2
Amézola, Gonzalo de y Barletta, A. M. (1992): “Esquizohistoria e historio-
frenia. Del secundario a la carrera de historia y de vuelta al secundario” en
Entrepasados Nº 2.
3
Este concepto retomado por De Amézola es propuesto por Raimundo Cuesta
para referir al conjunto de ideas, discursos y prácticas dominantes de la ense-
ñanza de la historia dentro del marco escolar.

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