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INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I
Sociedad y Contrato

1.1. Sociedad

Es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en


común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y
estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad. Aunque las
sociedades más desarrolladas son las humanas (de cuyo estudio se encargan las ciencias
sociales como la sociología y la antropología), también existen las sociedades animales
(abordadas desde la sociobiología o la etología social)

Las sociedades de carácter humano están constituidas por poblaciones donde los
habitantes y su entorno se interrelacionan en un contexto común que les otorga una
identidad y sentido de pertenencia. El concepto también implica que el grupo comparte
lazos ideológicos, económicos y políticos. Al momento de analizar una sociedad, se
tienen en cuenta aspectos como su nivel de desarrollo, los logros tecnológicos
alcanzados y la calidad de vida.

Los expertos en el análisis de las sociedades establecen una serie de señas de identidad
o de características que exponen que son imprescindibles que se cumplan para que las
reuniones o asociaciones de grupos se consideren sociedades como tal.

De la misma forma establecen que las sociedades tienen una serie de funciones que
pueden clasificarse en dos. Por un lado estarían las generales y por otro lado las
específicas. Respecto a las primeras destacarían el hecho de que son los instrumentos a
través de los cuales se hacen posibles las relaciones humanas o que desarrollan y
establecen una serie de normas de comportamiento que son comunes para todos sus
miembros.
La sociedad existe desde que el hombre comenzó a poblar el planeta, aunque su forma
de organización sufrió variaciones a lo largo de la historia. La sociedad del hombre
prehistórico se encontraba organizada de modo jerárquico, donde un jefe (el más fuerte
o sabio del conjunto) concentraba el poder. A partir de la Grecia antigua, la tendencia
absolutista del poder empezó a modificarse, ya que los estamentos inferiores de la
sociedad pudieron llegar a ciertos sectores de importancia en la toma de decisiones a
través de la democracia.

Cabe mencionar que el concepto de sociedad también puede entenderse desde una
perspectiva económica y jurídica, para definir a la unión de al menos dos individuos que
se comprometen a realizar aportes y esfuerzos en común para desarrollar una actividad
comercial y repartir entre sí las ganancias obtenidas.

Una sociedad es, en el ámbito del derecho, una agrupación entre dos o más personas que
se obligan en común acuerdo a realizar aportes para concretar una actividad comercial.
Las ganancias generadas por dicha actividad deben ser repartidas entre los socios.

1.1.1. Sociedad de hecho

Se conoce como sociedad de hecho (SH) a aquella agrupación que no está constituida
bajo ningún tipo en particular y que no tiene una instrumentación. Se trata, por lo tanto,
de una unión de facto entre dos o más personas para explotar de manera común una
actividad comercial.

Las sociedades de hecho tienen capacidad limitada (no pueden registrar bienes muebles
e inmuebles a su nombre) y existencia precaria (cualquiera de los socios puede pedir la
disolución en cualquier momento). Cabe destacar que la sociedad de hecho se suele
concretar de palabra ya que los contratos no son un requisito indispensable para su
formación.

Una sociedad de hecho, por otra parte, no tiene estatuto, lo que facilita su creación. Otra
ventaja es que, por lo general, aplican para un régimen tributario más económico en
comparación a las sociedades anónimas o las sociedades de responsabilidad limitada.
Pese a que su institución no es irregular, tiene una estructura más informal que las
sociedades registradas. Por eso, acceder a créditos u otros préstamos es más complicado
para ellas. Y las cuestiones legales también pueden resultar más difíciles de resolver, a
causa de una falta de amparo por parte de la ley para ellas.

Ejemplo de sociedad de hecho: dos hermanos deciden importar insumos informáticos y


comercializarlos en una determinada ciudad. Para esto, establecen una sociedad de
hecho donde acuerdan invertir 5.000 soles cada uno, trabajar la misma cantidad de
horas y repartir las ganancias en partes iguales.

1.1.2. Relaciones con o sin interés societario

Una sociedad de hecho se diferencia de una S.R.L y de una S.A en que no responde a
las formas previstas para la formación de éstas. Si bien tiene un objeto social, no reúne
las condiciones que se necesitan para ser amparada por la ley del mismo modo en que
las otras lo hacen. El objetivo principal de una sociedad de hecho es alcanzar ganancias
o utilidades que le permitan soportar las pérdidas; sin embargo, carecen de un contrato
social registrado.

Entre las condiciones que se estiman antes de la formación de este tipo de sociedad, se
establece que ninguno de los socios ni miembros de la sociedad podrán invocar
derechos que se encuentren enmarcados en lo que la ley establece como contrato social.
Además, todos los que formen parte de la misma deben dar cuenta de las ganancias y
pérdidas y de cada una de las operaciones que allí se realicen.

1.1.3. Sociedad de Hecho

La disolución de la sociedad puede llevarse a cabo si uno de los socios así lo requiere.
Por último, en lo que respecta a juicios de terceros; éstos pueden accionar contra toda la
sociedad o incluso contra uno o alguno de sus miembros de forma particular.
Es importante señalar que la relación de hecho de dos individuos que comparten un
mismo hogar, en un contexto de vida marital, no constituye una sociedad de hecho, por
lo que no debería existir una distribución equilibrada del capital si dicha relación se
disolviera. De todas formas, en algunos juicios, se acepta esta denominación a fin de que
ambas personas reciban una parte y no beneficiar a una de ellas. Este inconveniente para
relacionar una relación de pareja con una sociedad de hecho tiene una clara explicación,
las uniones afectivas no tienen el interés de suscitar ganancias o realizar actividades
destinadas a la obtención de las mismas, por lo tanto no tienen un objetivo societario.

1.2. CONTRATO

Contrato es un término con origen en el vocablo latino contractus que nombra al convenio
o pacto, ya sea oral o escrito, entre partes que aceptan ciertas obligaciones y derechos
sobre una materia determinada. El documento que refleja las condiciones de este acuerdo
también recibe el nombre de contrato.

El contrato, en definitiva, es un acuerdo de voluntades que se manifiesta en común entre


dos o más personas (físicas o jurídicas). Sus cláusulas regulan las relaciones entre los
firmantes en una determinada materia.

A la hora de determinar el contenido de cualquier tipo de contrato, tendríamos que dejar


patente que en él tienen que aparecer, de manera obligatoria, tres elementos
fundamentales: los datos relativos a los sujetos que lo suscriben, los pilares de la
prestación y contraprestación que se establece, y la forma en la que se da el visto bueno
a aquel por parte de las dos partes implicadas.

Por ejemplo: “El jugador chileno firmará el contrato en las próximas horas y se sumará
de manera inmediata al equipo”, “Mañana tenemos que ir a la inmobiliaria a firmar el
contrato para la renovación del alquiler”, “La empresa violó las condiciones del contrato
y será multada”.

Muchos son los tipos de contratos que existen, no obstante, entre los más significativos
se encuentran los siguientes:
• Privado, que es el realizado directamente por las personas que lo suscriben.

• Público, el que se encuentra autorizado por empleados públicos.

• Formal. En este caso, se trata del contrato que, tal y como establece la legislación
pertinente, cuenta con una manera muy concreta de consentimiento por parte de los
sujetos que intervienen en él.

• Bilateral, que es el que establece que quienes los suscriben asumen desde ese
mismo momento una serie de obligaciones.

Una de las áreas donde es más importante el contrato es en el ámbito laboral, ya que se
convierte en el mecanismo por el que una empresa se hace con los servicios de un
trabajador y este, a cambio de un salario, asume una serie de tareas.

En concreto, dentro de dicho sector nos encontramos con contratos indefinidos


bonificados, formativos, de una duración muy determinada, de trabajo fijo discontinuo,
de trabajo a tiempo parcial, para personas con discapacidad, de trabajo de relevo, para
personal investigador, indefinido sin ningún tipo de bonificación.

Todos los contratos dan lugar a efectos jurídicos, que son las obligaciones exigibles
establecidas en su contenido. Si una compañía se compromete por contrato a brindar un
determinado servicio y luego no cumple, es posible demandar a dicha empresa.

La mayoría de los sistemas jurídicos exige que los contratos cumplan con tres requisitos:
el consentimiento (la voluntad de las partes), el objeto (las cosas o servicios que pueden
ingresar en el ámbito del comercio) y la causa (el motivo que lleva a las partes a celebrar
el contrato).

Existen diversas clases de invalidez que dejan sin efecto jurídico al contrato. La nulidad
es una situación genérica que impide el despliegue de las consecuencias jurídicas del
acuerdo y lo retrotrae al momento de su celebración. La rescisión, por su parte, es otra
declaración judicial que anula el contrato.

Un contrato es un convenio que dos o más partes establecen para determinar los derechos
y las obligaciones sobre una determinada materia. La idea de trabajo, por su parte, puede
aludir a la actividad que se desarrolla a cambio de una remuneración
1.2.1. Contrato de trabajo

Un contrato de trabajo, por lo tanto, es un documento que regula la relación laboral entre
los empleadores y los trabajadores. Los contratos de trabajo pueden ser individuales o
colectivos.

En el caso de un contrato individual de trabajo, detalla que una persona física (el
trabajador) asume el compromiso de realizar ciertas tareas para una persona jurídica o
física (el empleador), bajo dependencia y subordinación de ésta. El empleador, a su vez,
asume la obligación de pagar por dichas tareas una cierta remuneración.

Supongamos que un joven es contratado como empleado administrativo por una empresa
de telefonía. Antes de empezar a desarrollar sus tareas, el muchacho firma un contrato de
trabajo con un representante de la compañía, donde se señala que el empleado deberá
cumplir con trabajos administrativos de lunes a viernes de 9 a 17 horas y que el empleador
lo retribuirá con un salario bruto de 1000 soles mensuales.

La relación laboral finaliza cuando el contrato de trabajo queda sin efecto. Esto puede
suceder cuando el empleador decide, de manera unilateral, la rescisión de dicho contrato,
ya sea invocando una causa o no. El trabajador, en este caso, es despedido. Otra
posibilidad es la extinción del contrato de trabajo, que supone la desaparición de las
obligaciones y de los derechos acordados.

Un contrato colectivo de trabajo, por su parte, es un convenio que establecen uno o más
empleadores con uno o más sindicatos para fijar determinadas condiciones que deben
respetarse en las relaciones laborales. Estos contratos pueden abarcar cuestiones como los
salarios, la duración de la jornada y las vacaciones.

1.2.2. Tipos de contrato de trabajo

Contrato indefinido
Se trata del que no se limita a un período de tiempo determinado, sino que prevé una
continua prestación de servicios por parte del empleado al empleador hasta que una de
las dos partes decida finalizar la colaboración. Dado que ofrece bonificaciones que
pretenden incentivar el acceso al trabajo de varios colectivos, las empresas también se
ven beneficiadas al optar por este tipo de contrato.

Cabe señalar que para poder gozar de dichos beneficios es necesario que las empresas no
tengan ninguna clase de deuda proveniente de la administración tributaria o la seguridad
social.

Contrato temporal

A simple vista, este tipo de contrato es opuesto al anterior, dado que sí establece un límite
de tiempo para la colaboración, siendo la duración máxima tres años, la cual se puede
extender por uno más.

En este caso existe la siguiente subdivisión:

* de obra o servicio determinado: el empleado se compromete a realizar un trabajo bien


definido de forma autónoma;

* eventual: se elabora para resolver cuestiones de la producción, como ser un exceso de


demanda que el plantel fijo no pueda satisfacer;

* de internidad: sirve para la sustitución de empleados por distintos motivos, como ser
vacaciones.

Contrato de formación y aprendizaje

Como su nombre lo indica, tiene el objetivo de formar al trabajador en un régimen de


trabajo remunerado durante un tiempo determinado. Uno de los requisitos principales
para el empleado es tener entre 16 y 25 años, aunque si la tasa de desempleo está por
debajo del 15% se puede extender la franja etaria hasta los 30 años.

Contrato en prácticas
Permite a los trabajadores que hayan finalizado sus estudios dentro de los cuatro años
anteriores a la fecha de la celebración del contrato realizar una experiencia en una
empresa por un plazo máximo de dos años, ya sea a jornada completa o parcial,
percibiendo un salario que suele rondar el 60% del que cobran los empleados fijos.

1.2.3. Origen y Explicaciones del Contrato

Los que estudiamos Derecho, automáticamente admitimos nuestra vinculación directa y


sin opción a un sistema jurídico llamado romano germánico o continental (civil law)1.

Sin embargo, las instituciones, principios y preceptos jurídicos, lozanos o añosos, que
conocemos y exponemos en la praxis jurídica, no son importados exclusivamente del
Derecho romano, ya que este de ninguna manera es un arquetipo2.

Para comprobar la afirmación anterior, comencemos por la etimología del término


Derecho, “el cual diversos estudios nos han demostrado que este tiene su origen en la
India3” y no en Roma.

Otra sustentación seria en el caso de la India4 aunque alejado del tema contractual, sirve
para sustentar la propuesta cuando se reconoce por primera vez la presunción de
paternidad legítima y no en Roma, como expresan la gran mayoría de tratadistas.

En el caso del contrato como expresión de voluntad, bilateralidad y reciprocidad, tampoco


tiene su origen como pareciese ser advertido por los libros sobre la materia en Roma
imperial.

El contrato es de antiguo cuño y, si nos remitimos a la definición de la palabra origen,


esta comprende “aquello de que una cosa procede; momento de su nacimiento”5.

1 Este sistema se formó en Europa continental y nace en la universidad italiana de Bolonia con influencia
directa del Derecho romano
2 3 Así lo expresa José A. Ramírez (1970): «No y no. El Derecho romano, aunque duela a sus patrocinadores, no

ha existido jamás como un Derecho arquetípico, único e inmutable. En primer lugar, los Decenviros, para
confeccionar Las doce tablas, se desplazaron a Grecia para estudiar y seleccionar su Derecho, por ser el
griego un pueblo con mayor cultura y avance social que el romano. En segundo lugar, pese a la subsistencia
de Las doce tablas, a medida que los tiempos avanzaban y las necesidades se imponían, los romanos fueron
dictando leyes, tal y como siempre hicieron los pueblos que los precedieron en la historia y hubieron de seguir
haciendo los que los suplantaron o sustituyeron. Y, en tercer lugar, eso que se conoce por Corpus Juris Civilis,
y que se centra o sitúa en Justiniano, no es otra cosa que una recopilación de las reglas anteriores y las nuevas
normas». (pp. 11-12)
3 (Misari, 2013, p. 17 y ss.),

4 Mencionemos que la India pertenece al sistema anglosajón (common law).


5 Enciclopedia universal ilustrada, 1981, p. 255.
Ya situados en la palabra origen y sus alcances, podemos enunciar que el contrato nace
en África, ya que es “el escenario del largo camino evolutivo” del hombre. Por lo tanto,
si vamos a hablar de contratos y su origen, es imprescindible hablar del hombre, que es
aquel sujeto que hace posible el contrato, pero un hombre de mediana conciencia y
discernimiento como el de Cromagnon (Homo sapiens), Grimaldi o el hombre de
Chancelade, que aun con sus limitaciones, celebró el contrato más antiguo del mundo y
el cual es regulado en las legislaciones contemporáneas, conocido como trueque o
permuta. Este sistema, basado en el excedente y la necesidad, permitió satisfacer algunas
de sus necesidades, aunque de manera precaria por no tener clara la equivalencia y lo
ocasional de las prestaciones.

1.2.4. Elementos del Contrato

Elementos Esenciales

Consentimiento: Entendemos al consentimiento como aquél elemento esencial del


contrato que consiste en la creación del acuerdo de voluntades, lo que incluye a las partes
y la forma en la que estas crean un contrato. Para analizar el consentimiento como
elemento del contrato hay que tener en cuenta:

Objeto
La actividad que se realiza no debe ser contraria a la ley. Debe ser posible y no ser
considerado como acto de comercio.

Elementos de Validez

Capacidad: El contrato de sociedad6 debe constar por escrito para ser válido, basta con
un documento privado; pero cuando se aporten a la sociedad bienes cuya transferencia
tenga que constar en escritura pública, el contrato de sociedad deberá observar esta
formalidad.
a. La capacidad de goce: 18 años es la mayoría de edad que otorga plena capacidad7.
b. Incapacidad absoluta:

6 Ley General de Sociedades Ley N° 26887 Artículo 440.- Contrato de asociación en participación
Es el contrato por el cual una persona, denominada asociante concede a otra u otras personas denominadas
asociados, una participación en el resultado o en las utilidades de uno o de varios negocios o empresas del
asociante, a cambio de determinada contribución.
7
C.C. art. 42 capacidad de ejercicio: tiene plena capacidad de ejercicio de sus derechos civiles las
personas que ayan cumplido los 18 años de edad, salvo lo dispuesto por los art. 43° y 44°.
 Los menores de 18 años de edad, salvo para aquellos actos determinados por la
ley8.
 Los que por cualquier causa se encuentran privados de discernimiento.

Ejemplos. “Comprar en un almacén o en un quiosco, ir a clases


particulares, ir al cine, o viajar en tren o en colectivo, todos estos
representan una variedad de contratos: turismo, locación, servicios,
compraventa, transporte”.

c. Incapaces relativos:
 los mayores de 16 y menores de 18 años de edad.
 Los retardados mentales.
 Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre.
voluntad.
 Los pródigos.
 Los que incurren en mala gestión
 Los ebrios habituales.
 Los toxicómanos.
 Los que llevan pena que lleva la interdicción civil9.

d. Los representantes legales (patria potestad, tutela y curatela, ejercen el derecho


civil10.

8
C.C. art. 43. Incapacidad absoluta, Los menores de 18 años de edad, salvo para aquellos actos
determinados por la ley, Los que por cualquier causa se encuentran privados de discernimiento.
9 C.C. art. 44 Incapaces Relativos.
10 C.C art. 45. Representante legal de incapaces: los presentantes legales de los incapaces ejercen derechos

civiles de estos, según las normas referente a la patria potestad, tutela y curatela.
1.2.5. Teoría del Contrato Plurilateral de Organización

Originalmente, partiendo de la crítica a la doctrina clásica del contrato bilateral (de


cambio), se cuestiona que estos negocios tienen pluralidad de partes (al menos, vocación
para ello), es decir dos o más, que no concurren al negocio con una única posición o
interés (una parte constituida por una pluralidad de sujetos, por

Ejemplo: “condóminos en una compraventa. Se acepta que esta


pluralidad de partes tiene intereses personales o particulares
distintos que tratarán de imponer en el negocio jurídico, pero
coinciden en la forma común o conjunta de lograrlo”.

A lo mencionado, se suma que el interés de cada parte que contrata no está en lograr una
“contraprestación” que prometa otra parte del negocio, sino que la causa fin que persigue
con el negocio del contrato de plurilateral, está dada por el resultado que se obtenga de la
forma común o conjunta de actuar, el fin social, que será entonces el fin común.

Ese fin común le otorga a este negocio una característica particular que es el objeto que
se persigue, aunado a la “vocación de pluralidad” y a una organización necesaria para
alcanzarlo.

Las partes efectúan aportes económicos11 que son necesarios para alcanzar el fin común
perseguido, los que no resultan debidos a favor de los restantes contratantes como sería
en un contrato bilateral, sino que el sujeto que se crea resulta acreedor de los mismos.

Por lo expuesto, primero haremos una introducción que nos permita reconocer la
importancia y el desarrollo de los contratos en la actividad económica contemporánea,
para presentar la clasificación clásica de los mismos y una más actual que atiende la
función económica y social que cumplen, para analizar finalmente los contratos con
función de organización: de asociación12, de colaboración o para social.

1.2.6. La Clasificación Jurídica del Contrato

11Ley General de Sociedades Ley N° 26887 Artículo 439.- Contribuciones de dinero, bienes o servicios
Las partes están obligadas a efectuar, las contribuciones en dinero, bienes o servicios establecidos en el
contrato. Si no se hubiera indicado el monto de las contribuciones, las partes se encuentran obligadas a
efectuar las que sean necesarias para la realización del negocio o empresa, en proporción a su participación
en las utilidades.
La entrega de dinero, bienes o la prestación de servicios, se harán en la oportunidad, el lugar y la forma
establecida en el contrato. A falta de estipulación, rigen las normas para los aportes establecidas en la
presente ley, en cuanto le sean aplicables.
La agrupación de contratos afines es posible a partir del hecho de que estos están
sometidos a una disciplina jurídica que es común a varias figuras contractuales,
facilitando su análisis, comparación y sistematización, estandarizando características y
efectos, para facilitar su utilización en la vida cotidiana. Se sigue desde la ciencia jurídica
la evolución de los hechos económicos, pero siempre varios pasos atrás en el tiempo. En
la clasificación que formulamos a continuación omitimos toda referencia a las discusiones
doctrinarias que ocurren respecto a la misma, a partir de diferentes posiciones e
interpretaciones de los autores.

a. UNILATERALES, BILATERALES Y PLURILATERALES:

I. Contratos Unilaterales: con prestación a cargo de una de las partes a los que, al
momento de su perfeccionamiento, hacen nacer obligaciones para una sola de las
partes intervinientes. Son algunos ejemplos: donación, mandato gratuito, fianza,
depósito, mutuo, comodato, renta vitalicia.
II. Contratos Bilaterales: son prestaciones recíprocas a los contratos que, al
momento de su perfeccionamiento, engendran obligaciones recíprocas para las
partes intervinientes.

Ejemplos: “compraventa, permuta, locación de cosas, de servicio y de


obra, mandato oneroso, leasing, contrato de transporte, seguro”.

III. Contratos Plurilaterales: son los que tienen la particularidad de intervenir y


asumir compromisos una pluralidad de partes, como mínimo dos. Para algunos
autores, es una clasificación diferenciada, no un tercer género de esta
clasificación. Los que la incluyen aquí, no toman la misma como criterio
excluyente diferenciador o caracterizante de los contratos asociativos.

12
C.C. art. 80. La asociación es una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de ambas, que
a través de una actividad común persigue un fin lucrativo.
Ejemplos: “la letra de cambio, la tarjeta de crédito, la
sociedad13”.

I. EL CONTRATO PLURILATERAL

13 Atendiendo esta clasificación, Rafael Mariano Manóvil, señala en “Los contratos asociativos y de
colaboración empresaria en el proyecto de código civil de 1998 y su incidencia sobre el derecho societario”,
Diario El Derecho, tomo 184 página 1435, en el apartado II “sobre contratos plurilaterales, asociativos y de
colaboración”, parágrafo 1 2do. párrafo, que “también podría decirse que en estos supuestos y otros similares,
lo que existen son relaciones múltiples y/o complejas, susceptibles de ser diseccionadas, con prestaciones
condicionadas a las prestaciones de terceros, u otras construcciones similares”. De acuerdo a este criterio
pareciera que los contratos “plurilaterales” debieran considerarse como una clasificación independiente de
la que originalmente considera los “unilaterales” o “bilaterales” como única alternativa. La consideración de
los contratos “plurilaterales” es posterior a la recién señalada.
Concepto:

El contrato plurilateral14 son los contratos en el cual las partes sean más de
dos (eventualidad) y las prestaciones de cada una de ellas tengan la misma
e idéntica naturaleza jurídica y estén dirigidas a la obtención de una
finalidad común.

Señalado lo anterior, podemos convenir que a nivel legislativo la regulación


de los contratos plurilaterales (salvo el concepto mismo de contrato del
artículo 1351 del Código Civil), hace referencia a la que “las prestaciones
de cada uno de ellos vayan dirigidas a la consecución de un fin común” (art.
223 del Código Civil15) o nos encontremos ante contratos plurilaterales con
“prestaciones autónomas” (art. 1431 del Código Civil 16). La pregunta es si
es posible la existencia de esquemas de contratos plurilaterales en los
cuales no exista la “comunidad de fin”17, “prestaciones autónomas” o el
“desarrollo de la actividad común”.

En el mismo sentido, Bianca señala que “de acuerdo con una primera tesis,
los contratos con comunidad de fin18 representarían el único modelo de
contrato plurilateral, mientras que los acuerdos entre varias partes sin
comunidad de fin no serían contratos, sino negocios plurilaterales.

Considero que si es posible la existencia de contratos plurilaterales (por


simplificar los términos) con y sin fin común. Así, por ejemplo, en este último
caso, tenemos el caso del contrato de cesión de posición contractual en el
cual el Código Civil requiere de la participación de tres partes (cedente,
cesionario y cedido) a fin de perfeccionar dicho contrato; sin embargo, tal
como es fácil apreciar, en estos casos no nos encontramos ante una
comunidad de fin o ante el desarrollo de una actividad en común.

Al respecto, Gazzoni19, en criterio que comparto, señala que deben


distinguirse aquellos contratos plurilaterales en los cuales las prestaciones
de cada una de las partes están dirigidas a la consecución de un fin común
de aquellos contratos plurilaterales que satisfacen en sí el fin común de los
contrayentes.

14 Artículo 4.- Pluralidad de socios


La sociedad se constituye cuando menos por dos socios, que pueden ser personas naturales o jurídicas. Si la
sociedad pierde la pluralidad mínima de socios y ella no se reconstituye en un plazo de seis meses, se disuelve
de pleno derecho al término de ese plazo.
No es exigible pluralidad de socios cuando el único socio es el Estado o en otros casos señalados
expresamente por ley.
15 Artículo 223.- Nulidad de acto plurilateral Artículo 223º.- En los casos en que intervengan varios agentes y en

los que las prestaciones de cada uno de ellos vayan dirigidas a la consecución de un fin común, la nulidad
que afecte al vínculo de una sola de las partes no importará la nulidad del acto, salvo que la participación
de ella deba considerarse como esencial, de acuerdo con las circunstancias.
16Resolución por imposibilidad de la prestación Artículo 1431º.- En los contratos con prestaciones
recíprocas, si la prestación a cargo de una de las partes deviene imposible sin culpa de los
contratantes, el contrato queda resuelto de pleno derecho. En este caso, el deudor liberado
pierde el derecho a la contraprestación y debe restituir lo que ha recibido.
Empero, las partes pueden convenir en que el riesgo esté a cargo del acreedor.
17 GAZZONI, Francesco. Manuale di Diritto Privato, VII edizione aggiornata, Edizione Scientifi che Italiane, Napoli,
1998, p. 803.
18
BIANCA, Massimo. Derecho Civil III. El Contrato. Traducción de Fernando Hinostroza y Édgar Cortés,
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2011, p. 78.
19 GAZZONI, Francesco. Manuale di Diritto Privato. VII edizione aggiornata, Edizione Scientifi che Italiane, Napoli,

1998, p. 803.
El maestro doctrinario Díez Picazo indica que los contratos plurilaterales
contempla los contratos de contenido asociativo (p. eje., la constitución de
una sociedad mercantil, de un consorcio industrial, de un sindicato de
obligacionistas). Se caracterizan por el hecho de que la pluralidad de los
sujetos trata de conseguir un fin que es común a todos ellos”20.

No obstante lo anterior, considero que atendiendo al dato legislativo y


respetando los elementos estructurales, funcionales y organizacionales del
concepto de contrato plurilateral, señalados en los numerales 3, 4 y 5
anteriores, es defendible la postura aquí señalada.

A mayor abundamiento, la definición legal del contrato establecida en el art


1351 del C. C. y en el art 438 de la Ley N° 26887, Ley General de
Sociedades. Se considera contrato asociativo aquel que crea y regula
relaciones de participación e integración en negocios o empresas
determinadas, en interés común de los intervinientes. El contrato asociativo
no genera una persona jurídica, debe constar por escrito y no está sujeto a
inscripción en el Registro, ampara la postura aquí defendida. Sin embargo,
como se verá posteriormente la particular regulación del contrato
plurilateral, solamente se da en aquellos casos en los que los contratos
tengan más de dos partes y comunidad de fin (o para el desarrollo de
determinada actividad), tal como se verá en las líneas siguientes. Así,
queda claro que el Código Civil reconoce a la categoría de los contratos
plurilaterales y dentro de esta a aquellos contratos plurilaterales cuyas
prestaciones son autónomas (es decir, resaltando su carácter de no ser
correspectivas).

Finalmente, en lo que respecta a esta sección, debo señalar que Walter


Gutiérrez21 ha señalado sobre el contrato de sociedad y de los contratos
plurilaterales en general, lo siguiente:
a. Permiten el ingreso al contrato de nuevas partes, así como la salida
de partes originarias (piénsese en la suscripción de nuevas acciones
y en el derecho de separación).

DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Volumen Primero, Introducción. Teoría del
20

Contrato, 6ª edición, Thomson-Civitas, Madrid, 2007, p. 141.


b. La imposibilidad o el incumplimiento de la prestación de una de las
partes puede generar la resolución del contrato respecto solo de la
parte que incumple y no necesariamente del contrato en su integridad.
c. No se aplica la excepción de incumplimiento de la prestación, por
tanto el incumplimiento de una parte no autoriza a las otras para
suspender su cumplimiento.
d. Son por lo general contratos abiertos, lo cual permite que luego de
perfeccionado el contrato se integren nuevas partes.
e. Son contratos de organización, es decir, se generan estructuras,
administraciones, con el propósito de ejecutar el contrato (ejemplo:
sociedad, joint venture, sindicación de acciones, etc.).
f. Las prestaciones no son recíprocas sino que todas ellas tienden a
realizar un objeto común.
Los vicios del consentimiento que afectan a una de las partes, solo afectan
el vínculo de la parte, manteniéndose el contrato entre las restantes partes
en vigor, en tanto la participación o la prestación del excluido no sea
considerada esencial.

I. Nulidad.
Massimo Bianca señala que la nulidad22 parcial puede ser en sentido
objetivo y en sentido subjetivo. En el primer caso se “afecta una parte del
contenido del contrato. En el segundo “en los contratos plurilaterales, afecta
el vínculo de una de las partes”. Así, en general, un supuesto de nulidad
parcial no importa en sí misma la nulidad total del contrato, sino, en el caso
de la nulidad en sentido objetivo, el de parte del contenido contractual, o,
en el caso de la nulidad en sentido subjetivo, el del vínculo de una de las
partes del contrato. En ambos casos, nos encontramos ante aplicaciones
concretas del principio de conservación del contrato o, más en general, del
negocio jurídico.

22 GUTIÉRREZ CAMACHO, Walter. “El Contrato de Sociedad”. En: Tratado de Derecho Mercantil. Gaceta
Jurídica, Lima, 2003, pp. 43-55.
No obstante aquello, el contrato será nulo en aquellos casos en los que la
prestación comprometida deba considerarse esencial de acuerdo a las
circunstancias, según lo establece, en nuestro régimen positivo, el artículo
223 del Código Civil:

“Artículo 223.- Nulidad de acto plurilateral. En los casos en que intervengan


varios agentes y en los que las prestaciones de cada uno de ellos vayan
dirigidas a la consecución de un fin común, la nulidad que afecte al vínculo
de una sola de las partes no importará la nulidad del acto, salvo que la
participación de ella deba considerarse como esencial, de acuerdo con las
circunstancias” (el resaltado es nuestro).
Ley N° 26887, Ley General de Sociedades art 38.- Nulidad de acuerdos
societarios:

“Son nulos los acuerdos societarios adoptados con omisión de las


formalidades de publicidad prescritas, contrarios a las leyes que interesan
al orden público o a las buenas costumbres, a las estipulaciones del pacto
social o del estatuto, o que lesionen los intereses de la sociedad en
beneficio directo o indirecto de uno o varios socios.

Son nulos los acuerdos adoptados por la sociedad en conflicto con el pacto
social o el estatuto, así cuenten con la mayoría necesaria, si previamente
no se ha modificado el pacto social o el estatuto con sujeción a las
respectivas normas legales y estatutarias”.

La nulidad se rige por lo dispuesto en los artículos 34, 35 y 36, salvo en


cuanto al plazo establecido en el artículo 35 cuando esta ley señale
expresamente un plazo más corto de caducidad,

Resulta a todas luces razonable que teniendo en cuenta lo que hemos


indicado: este tipo de contratos plurilaterales se celebran para realizar un
fin común o poner en marcha una actividad determinada, así, si la actividad
no se puede poner en marcha debido a que, acorde a las circunstancias, la
actividad no se puede realizar con las prestaciones que se mantienen
comprometidas no hay razón para que el contrato en pleno se mantenga
válido. Este criterio de “esencialidad” está íntimamente ligado a las
particulares vicisitudes de los contratos plurilaterales con comunidad de fin
o de “prestaciones autónomas”, como las llama el Código Civil.

Finalmente, tómese en cuenta que nuestro Código Civil no tiene una


disposición como el artículo 1446 del Código Civil italiano de 1942 en donde
se hace expresa referencia a que en los casos de anulabilidad de contratos
plurilaterales, se seguirá la misma lógica establecida para la nulidad. El
referido artículo, señala lo siguiente:
“Artículo 144623.- Anulabilidad del contrato plurilateral. En los contratos
indicados en el artículo 142024 la anulabilidad que atañe al vínculo de una
de las partes no implica la anulación del contrato, salvo que la participación
de aquella deba considerarse esencial, de acuerdo a las circunstancias”.
I. Resolución
La resolución es un mecanismo de tutela aplicable, no solamente a los
contratos con prestaciones recíprocas o correspectivas como haría pensar
la ubicación de su regulación en el Código Civil. Dicho mecanismo de tutela
se aplica en general a los contratos onerosos, es decir, aquellos en los
cuales existe un sacrificio patrimonial. En lo que respecta a los contratos
plurilaterales, el artículo 1434 del Código Civil señala25:

“Artículo 1434.- En los contratos plurilaterales con prestaciones autónomas,


la imposibilidad sobreviniente de cumplir la prestación por una de las partes
no determina la resolución del contrato respecto de las otras, a menos que
la prestación incumplida se considere esencial, de acuerdo con las
circunstancias.

En los casos de incumplimiento, las otras partes pueden optar por resolver
el vínculo respecto del que hubiese incumplido o exigir su cumplimiento”.

Así, el artículo regula dos causales de la resolución: la imposibilidad


sobrevenida y el incumplimiento.
II. Imposibilidad sobrevenida
Tal como se desprende del artículo 1434 del Código Civil, la imposibilidad
sobreviniente, no conlleva necesariamente la disolución del vínculo
contractual, sino solo en aquello casos en los que la prestación imposible
deba reputarse esencial. Así, en estos casos, la aplicación de dicho artículo
está condicionada a la existencia de más de dos partes en el contrato y

23
Artículo 1446º.- El término inicial del plazo de caducidad a que se refiere el Artículo 1445º corre a
partir del momento en que hayan desaparecido los acontecimientos extraordinarios e imprevisibles.
24
Artículo 1420º.- Es válido el pacto en virtud del cual el contrato de opción recíproca puede ser
ejercitado indistintamente por cualquiera de las partes.
25 El Código Civil italiano de 1942, con mejor técnica, separa estas materias en dos artículos: Artículo 1459.-
Resolución del contrato plurilateral. En los contratos indicados en el artículo 1420, el incumplimiento de una de
las partes no implica la resolución del contrato respecto de las demás, salvo que la prestación faltante deba
considerarse esencial, de acuerdo a las circunstancias. Artículo 1466.- Imposibilidad del contrato plurilateral.
En los contratos indicados en el artículo 1420, la imposibilidad de la prestación de una de las partes no implica
la disolución del contrato respecto de las demás, salvo que la prestación faltante deba considerarse esencial,
de acuerdo a las circunstancias.
siempre que la participación de la parte que se encuentra bajo el supuesto
de resolución o imposibilidad sobrevenida, deba considerarse como no
esencial, tal como ya se señaló.
Así, Roppo señala que “devenida imposible la prestación de una específica
parte, se abre la alternativa entre la disolución limitada a la singular posición
directamente afectada y la disolución extendida a todas las otras partes”26.

Aquí también debe señalarse que pueden existir regímenes excepcionales,


establecidos por política legislativa, en los que a pesar de no haber
pluralidad de partes, el contrato pueda seguir vivo como en el caso del
artículo 4 de la Ley General de Sociedades que establece que: “Si la
sociedad pierde la pluralidad mínima de socios y ella no se reconstituye en
un plazo de seis meses, se disuelve de pleno derecho al término de ese
plazo”. En este caso, a pesar de que nos encontramos ante el supuesto de
una sociedad con un solo socio, la Ley General de Sociedades, ha
privilegiado el aspecto organizacional del contrato y ha decidido mantenerlo
en vigencia durante un plazo adicional.
III. Resolución por incumplimiento

En el supuesto de resolución por incumplimiento de contratos plurilaterales


con prestaciones autónomas, el segundo párrafo del artículo 1434 del
Código Civil, es claro al señalar que en estos casos las otras partes pueden
optar por:
a. resolver el vínculo respecto del que hubiese incumplido o,
b. exigir su cumplimiento.
Es decir, utilizar los mecanismos de tutela establecidos en el artículo 1428
del CC para los casos de contratos con prestaciones recíprocas.

Al respecto, De La Puente27 señala que: “La técnica utilizada por el Código


al disponer que las otras partes pueden optar por resolver el vínculo
respecto del que hubiese incumplido no es adecuada, desde que, la
resolución deja sin efecto toda la relación jurídica obligatoria creada por el
contrato y no puede limitarse al vínculo que liga al incumplidor. Entiendo

ROPPO, Vincenzo. El Contrato. Traducción de Eugenia Ariano Deho, Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 921
26

DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El contrato en general. Comentarios a la Sección Primera del Libro VII del
27

Código Civil. Tomo II, Palestra Editores, Lima, 2003, p. 499.


que lo que simplemente ocurre es que se deja sin efecto el citado vínculo,
o sea la obligación de ejecutar la prestación a cargo de la parte infiel”.

Al respecto, debemos comentar dos temas que nos parecen importantes


respecto de la regulación de la resolución del contrato plurilateral:
a. Resarcimiento de daños: Considero que el hecho de que no se haya
establecido en el tenor literal del artículo 1434 del CC la posibilidad de
solicitar el resarcimiento del daño en los casos de resolución, tal como
si lo establece expresamente el artículo 1428 del CC, no limita la
posibilidad de que las otras partes puedan solicitar dicho
resarcimiento, atendiendo a las normas generales sobre
responsabilidad civil.
b. Esencialidad de la prestación incumplida: Si bien el tenor literal del
segundo párrafo del artículo 1434 del CC no establece, como sí lo
hace el primer párrafo referido a la resolución por imposibilidad
sobrevenida, que en aquel caso en el cual la prestación incumplida
deba ser considera “esencial de acuerdo a las circunstancias”, el
contrato como un todo se deba entender resuelto.
IV. Excesiva onerosidad de la prestación

Si bien el Código Civil no ha regulado el supuesto de no resolución de


contratos plurilaterales con prestaciones autónomas debido a la excesiva
onerosidad de una prestación no esencial; considero que atendiendo a que
los fundamentos antes señalados, en especial la comunidad de fin y el
desarrollo de una actividad, sería posible su aplicación.

Así, en criterio que comparto con Tamponi, la aplicación de dicho remedio


“no parece incompatible con el esquema del contrato con más de dos
partes”28. Agregaría que dicha aplicación sería pertinente tanto a los
contratos plurilaterales con comunidad de fin, como a los que no tienen
dicha comunidad de fin.

28TAMPONI, Michele. “La risoluzione per inadempimento”. En: I Contratti in Generale, a cura di Enrico GABRIELLI,
Tomo Secondo, UTET, (…), Torino, p. 1483.

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