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Una vez que tengas el CIP es el arquitecto quien te orienta y adapta el diseño arquitectónico a los
requerimientos del Plan Regulador.
Para sacar la Patente Comercial necesitas el Certificado de Recepción Final de la obra, y para ello
tienes que pasar por todo el proceso previo de obtención de Permiso de Edificación con el ingreso
de la carpeta firmada por el arquitecto y eventualmente el calculo estructural y hasta estudio de
mecánica de suelos si procede.
Entre que se toma la decisión de construir una casa y el tiempo en que efectivamente
comienzan los trabajos pueden pasar ocho meses, o incluso más. “En ese primer período ni
siquiera ha entrado una pala al terreno y se gastan en promedio $15 millones, que se tienen
que contabilizar en el presupuesto final”, advierte Rodrigo Compan, socio de la
constructora CBC Arquitectura y Construcción.
“Este sirve para ver si hay desniveles o distintas alturas, además de poder entender cuáles
son los deslindes del terreno”, explica el arquitecto Juan Hernández, con experiencia en
más de 10 proyectos de casas particulares. Según cuenta el profesional, este informe ronda
los $300 mil.
Acá es donde parten los problemas, según la mayoría de los expertos. “Generalmente,
cuando haces el anteproyecto, la casa era de 100 m {+2} {+,} pero termina siendo de 150
m {+2} ; y cuando el cliente se da cuenta de que debe pagar ahora por esos 150 m {+2} , es
un desastre. Lo que parece muy obvio al principio, a veces deja de serlo”, indica
Hernández.
Pablo Rivas no lo hizo. Compró un terreno en Peñalolén y mandó a construir tres casas, una
de 90 m {+2} y dos de 200 m {+2} . Los problemas con el arquitecto llegaron al momento
de pagar los extras.
“No me complicaba que me cobrara los cambios que le fui haciendo al proyecto en la
medida en que este avanzaba, pero en un minuto comenzó a cobrarme por visita, y eso
nunca se explicitó. Este llegó con una cuenta de pendiente de $300 mil por cuatro visitas”,
cuenta.
Otro cobro que no es de la construcción propiamente tal, pero que sí está asociado a ella, es
el que hacen las distintas compañías para implementar los servicios de agua, gas y
electricidad.
En Aguas Andinas aclaran que ellos revisan que el proyecto sanitario se ajuste a la norma,
lo que es gratuito. “Los costos adicionales tienen que ver con las obras que la empresa
encargada de hacer la conexión deba ejecutar”, señalan desde la compañía. Según la
experiencia de Rodrigo Compan, empalmar una vivienda a la red de agua potable sale
como mínimo de $1,8 millones.
En cuanto al gas, desde Metrogas indican que si la vivienda está cerca de la red, la
conexión externa de gas natural es gratuita, junto con la instalación del medidor y del
regulador. Otra opción es colocar un balón de gas que se rellena cada cierto tiempo. En
Abastible, por ejemplo, el costo de instalación de un tanque de 125 kilos se estima en torno
a los $200 mil, que debiera cubrir las necesidades de consumo de gas licuado (de calefón y
cocina) para una casa de 250 m {+2} .
Por último, para comenzar a edificar se requiere de un permiso municipal que también
significa un gasto, el que no varía dependiendo de la municipalidad, pues está definido por
la Ley General de Urbanismo y Construcción. “Los derechos para construir son el 1,5% del
presupuesto de construcción. Por ejemplo, si una casa que se fija a $20 millones su precio
de construcción, se paga un derecho de edificación de $300 mil”, explica el director de
Obras de la Municipalidad de Ñuñoa, Carlos Frías.
Así, considerando una casa de 200 m {+2} , la suma de todos los ítems anteriores al
proceso constructivo propiamente tal -estudios previos ($800 mil), proyectos de
especialidades ($10.324.660), empalmes a los servicios básicos (1.901.800) y permiso
municipal ($2.343.072)- dan un costo total de $15.369.532.
La empresa constructora debiera hacer su aparición una vez que las observaciones de cada
especialidad ya estén incorporadas al proyecto habitacional y hayan sido aprobadas por el
propietario. Para lograr un presupuesto más competitivo, dicen los expertos, conviene hacer
una pequeña licitación abierta, donde participen dos o tres constructoras.
Según los cálculos de Rodrigo Compan, el costo mínimo de construcción está en 32 UF/m
{+2} . “Si el propietario aporta los materiales, puede significar un ahorro de 10%, aunque a
los clientes que se meten en la obra se les hace un verdadero calvario”, señala el socio de la
empresa CBC Arquitectura y Construcción.
En la compra de los insumos, por ejemplo, hay que considerar el trabajo de logística que
hay detrás. “Un baño normal significa una tonelada de cerámicas. Yo tengo que poner a
alguien tres horas en la tienda para que le pasen todo el material y lo suban a un camión”,
explica Compan. Además, advierte que los tiempos de la obra exigen que ciertos materiales
estén disponibles en determinados días; si no, se debe pagar la jornada perdida de los
trabajadores.
“Los particulares generalmente hacen cambios una vez que se inician las obras, porque no
entienden el 100% de lo que se está proyectando. Eso no pasa cuando se trabaja con
empresas ni instituciones”, señala Fernando Leiva, socio de la constructora LS, con
experiencia en cerca de 15 proyectos de casas. A su juicio, el sobrecosto efectivamente se
mueve cerca del 20%. Federico Harding, supervisor de obra de la constructora Concreta,
también coincide con esta cifra: “En desarrollos grandes puede llegar al 10%, pero en obras
menores no es raro que sea el doble”.
Ahora bien, un gasto que se podría sumar durante este período de construcción, pero que no
se paga a la constructora, es el servicio de Inspección Técnica de Obra (ITO). “Se asesora
al cliente integralmente, incluyendo controles de plazos y costos, de pagos y de
administración. Se hace, además, una gestión de comunicación entre las partes participantes
del proyecto y una inspección a los procesos constructivos”, explica Cristian Grandón,
gerente general de Casa Check.
En dicha empresa, la ITO diaria (media jornada) tiene un valor de 90 UF mensuales; tres
veces a la semana sale 75 UF mensuales, mientras que dos veces a la semana llega a 60 UF
mensuales. “Las solicitudes de ITO a tiempo completo prácticamente no existen en
proyectos de casas, pues es más frecuente en obras de mayor envergadura, como los
edificios”, agrega el ejecutivo.
Sumando y restando, siguiendo este ejercicio, construirse una casa de 200 m {+2} puede
costar fácilmente $215.995.072. De ellos, $156.204.800 son costos directamente de
construcción; es decir, el 72%.
$256 mil es el valor tope que tiene la inscripción de una propiedad en el Conservador de
BBRR de Santiago si esta cuesta $128 millones o más.
UF 90 al mes cuesta la ITO diaria (Inspección Técnica de Obra),mientras que tres veces a
la semana sale 75 UF mensuales.
$500 mil en promedio cuesta el estudio de mecánica de suelo , donde se analiza este para
saber cómo se componen los sustratos del suelo y qué estructura se necesita.