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Desde esta última organización, R.O.E., había comenzado a integrarse al OPR33, cuando
fue detectada por las Fuerzas Armadas y huyó de Uruguay radicándose en la ciudad de
Buenos Aires.
Ahí se reconectó en 1973 con los integrantes del OPR33 y comenzó a operar dentro de la
organización en varias tareas clandestinas. De esta manera llegó a ser la secretaria de
Gerardo GATTI, el ideólogo y principal hombre del OPR33, quien se hallaba también en
Buenos Aires, ideando el proceso de creación del Partido por la Victoria del Pueblo y
manejando directamente todas las actividades tendientes a convertir a dicho grupo en una
sólida organización terrorista.
Junto a él trabajó bajo el alias de “Mónica” hasta el mes de junio de 1976, cuando
presumiendo por la información que manejaba, que la organización podía en cualquier
momento ser detectada por las Fuerzas Argentinas, decidió presentarse ante la Policía
Federal de ese país y contar todo lo que de la organización sabía, a cambio de su
inmunidad personal.
Así lo hizo y al poco rato el departamento en el cual trabajaba junto a Gerardo GATTI
fue allanado por la Policía, encontrándose e incautándose en él todo lo que ella había
declarado: profusa documentación con nombres, alias y direcciones de integrantes del
movimiento terrorista, dinero proveniente del secuestro del banquero Federico HART, y
otros elementos. También fue detenido el principal de la organización, Gerardo GATTI,
quien luego de algunos días de interrogatorio fue pasado a una dependencia de la
Secretaría de Inteligencia del Estado (S.I.D.E.), la base OT18, junto a la propia María del
Pilar NORES alias “Mónica”.
Allí un Oficial de Enlace de las Fuerzas Armadas Uruguayas puso en conocimiento a los
Argentinos de quienes se trataban ambas personas.
María del Pilar NORES alias “Mónica” pasó a colaborar de inmediato con las Fuerzas
Argentinas de OT18, las que en base a la documentación capturada y a la información por
ella aportada o interpretada, lograron capturar a gran parte de la organización.
Finalizadas las operaciones, cuando el Oficial de Enlace Uruguayo en base a órdenes
recibidas de sus Mandos y a la autorización obtenida de los Mandos argentinos había
logrado concretar el traslado de los prisioneros a Uruguay, esta mujer entabló
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conversaciones con algunos argentinos con la finalidad de obtener que los prisioneros no
fueran llevados a Uruguay y fueran ejecutados. Su intención no prosperó.
Su finalidad era evitar futuras represalias sobre su persona.
También “Mónica” viajó a Uruguay donde siguió colaborando con las Fuerzas Armadas
de este País hasta que fue liberada en diciembre de 1976. No obstante siempre siguió a la
orden de las Fuerzas Armadas Uruguayas que puntualmente le hacían consultas sobre el
P.V.P. y sus integrantes.
Hoy día, recostándose a los nuevos vientos que soplan contra integrantes de las FF.AA.,
muchos de los cuales para los que trabajó, a los efectos indubitables de intentar tapar su
pasado de traidora a sus compañeros, ha concurrido ante la Justicia para testificar ahora
contra los militares y pretender congraciarse con sus viejos compañeros.
Pero el propio Secretario General del P.V.P., HUGO CORES, en la página 185 de su
libro “Memorias de la Resistencia” asevera: “Mónica ha mentido siempre, incluso en sus
testimonios mas recientes”
La doblemente traidora y frustrada múltiple asesina vive hoy en Montevideo junto a su
familia.
2 - CASO ALVARO NORES MONTEDÓNICO
Fue detenido en Argentina por Fuerzas de ese País cuando militaba en la organización
terrorista Partido por la Victoria del Pueblo (P.V.P.). Su detención se produce el día 02 de
Octubre de 1976 a raíz de informaciones brindadas por su hermana MARIA DEL PILAR.
Al igual que su hermana, pasa a colaborar de inmediato con las Fuerzas Argentinas
permitiendo la captura de varios de sus compañeros terroristas.
También canjea su colaboración por su libertad.
Vuelve a Uruguay donde continúa su colaboración con las Fuerzas Armadas de este País
hasta el mes de Diciembre de 1976, fecha en que al igual que su hermana es liberado.
Tiempo después pasó a residir en Canadá, desde donde envió un testimonio tergiversado
acerca de los hechos que motivaron su captura y la de otros militantes, al tiempo que
efectúa un alegato acusatorio contra varios militares, algunos de los cuales son los
mismos con que tranzó su traición a los hasta entonces sus compañeros.
Al igual que la mayoría de los que cometen traición una vez, intenta cometerla
nuevamente a efectos de exculparse de su conducta cobarde.
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Hoy día sigue viviendo en la ciudad de Toronto – Canadá.
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Elena QUINTEROS y Sara MÉNDEZ, otra terrorista de intensa militancia y miserables
sentimientos, habían comenzado su militancia en la Resistencia Obrero Estudiantil siendo
muy jóvenes. Su principal inductora a esa militancia había sido justamente la madre de
Elena QUINTEROS, Carmen ALMEIDA. Es más, la familia de Sara MÉNDEZ, sin
saber, pero quizás imaginando las actividades que la misma podía estar desarrollando, le
habian impuesto una serie de limitaciones. Por esta razón las actividades políticas
pasaron a realizarse en la casa de Carmen ALMEIDA, que las ayudaba en todo lo relativo
a la militancia según lo ha declarado públicamente la propia Sara MENDEZ.-
Lógicamente toda esta situación trajo una relación afectiva entre las tres mujeres.
En los primeros días de Julio de 1976, María del Carmen ALMEIDA DE QUINTEROS,
se presentó en la Sede del Servicio de Información de Defensa, máximo órgano de
Inteligencia de la República, y solicitó ser recibida por el General Amauri PRANTL,
Director de dicha repartición militar. No había logrado anteriormente ser atendida por el
Comandante de la División de Ejercito I General Esteban CRISTI.
Fue recibida y planteó el tema de su hija, con detalles que nadie sabía según contó luego
el General. El mismo le expresó que nada conocía acerca del destino de su hija, pero la
Señora lógicamente, siguió insistiendo.
En cierto momento, María ALMEIDA planteó que ella podía ayudar en la búsqueda de
terroristas si a la vez la ayudaban a ella a encontrar a su hija. Nada se le prometió, pero
ante los datos recibidos, acerca de lo que se buscaba, ella manifestó que podría colaborar,
pues una conocida de ella vivía con una de las personas que el General le había nombrado
como posible tenedor de la Bandera de los Treinta y Tres, robada del Museo Histórico
por los terroristas.-
El posible tenedor era Mauricio GATTI y su compañera era Sara MÉNDEZ.
María ALMEIDA regresó en pocos días y dió una fecha, una hora y un lugar, que era una
especie de bar – confitería, en la ciudad de Buenos Aires, en que se íba a encontrar con
Sara MÉNDEZ.
Un Oficial de Enlace Uruguayo comunicó los hechos a las Fuerzas Argentinas, quienes
ese día montaron un operativo de vigilancia y seguimiento que finalizó con la ubicación
de la casa donde vivían Mauricio GATTI y Sara MENDEZ, en la calla Juana de Azurduy.
María ALMEIDA regresó a Montevideo, pero no pudo dar con el paradero de su hija.
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En Buenos Aires era apresada Sara MÉNDEZ, mientras que por un error operativo
escapó Mauricio GATTI, según lo expresaron los propios argentinos.-
La operación entregada por María ALMEIDA permitió a las Fuerzas Argentinas detectar
también a otros terroristas del P.V.P. que operaban en Buenos Aires.
Toda esta operación permaneció en secreto, pero ante los acontecimientos que se han
desarrollado recientemente en nuestro País, es necesario informar la verdad sobre
personas que, por parte del mismo P.V.P., y por razones políticas, han sido convertidas en
ídolos, claro, en este caso, con pies de barro.-
Esto también es parte de la verdad de los hechos sucedidos hace 30 años.
Finalmente debemos decir que existieron varios casos más de traiciones de integrantes
del P.V.P., pero el valor de su venta fue tan bajo, que ni siquiera merecen ser nombrados.
En realidad, los traidores, fueren de donde fueren, no merecerían siquiera ser
mencionados, ya que como dijo NAPOLEON I:
“SI EXISTE UN PECADO IMPERDONABLE ES EL DE LA TRAICIÓN, PUES
ACOMPAÑA AL QUE LO COMETE HASTA EL DÍA DE SU MUERTE”