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El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 Y El Armagedón
El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 Y El Armagedón
El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 Y El Armagedón
Ebook132 pages1 hour

El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 Y El Armagedón

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About this ebook

El libro analiza la historia de la interpretación de Daniel 11, con sus vericuetos de análisis y reflexión. Un texto interesante, que con erudición expone la temática, al mismo tiempo que hace accesible para todos los lectores el significado de la profecía con sus diversas interpretaciones. Además, aporta información pertinente de cómo debería interpretarse la profecía de una manera correcta, sin caer en simplismos de interpretación.

LanguageEspañol
Release dateJan 31, 2021
ISBN9781005469535
El Socorro Del Señor: La Relación Entre Daniel 11:40-45 Y El Armagedón

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    El Socorro Del Señor - Edgardo D. Iourno

    PREFACIO

    La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) desarrolla una misión divina predicando el evangelio eterno a un mundo en continuo cambio. Por su naturaleza de movimiento profético, desde sus inicios se interesó en las profecías para su estudio, enseñanza y evangelización, y ellas hasta reorientan la vida cotidiana de cada miembro.

    En este quehacer afrontó la dificultad de interpretar los eventos anunciados mayormente en Daniel y Apocalipsis, y discernir cuales se estaban cumpliendo en sus días y cuales aún no.

    La interpretación mayoritaria de la iglesia, orientada por la influencia de Elena y Jaime White, era que el papado ocupaba el centro del escenario profético, siendo funcional a los engaños del fin del tiempo. Sin embargo, hacia 1870 Uriah Smith, durante la herida de muerte del papado, terminó haciéndose eco de las interpretaciones populares de sus días, e influido por la creencia premilenialista británica que estaba en boga comenzó a sugerir que Turquía cumplía con las características delineadas en Daniel 11:36-39.

    Unos años después, con la publicación del libro Pensamientos sobre Daniel y Apocalipsis de Smith, se popularizó en la iglesia su punto de vista. Los predicadores se basaron allí muchos de sus sermones y series de evangelización. Y al difundirse este tomo como libro de colportaje, pasó a ser la visión oficial de la iglesia sobre el tema.

    Por otra parte, U. Smith ocupaba una posición de influencia como editor de la revista oficial de la iglesia, la Review and Herald, de modo que sus opiniones eran muy respetadas. Y al morir Jaime White en 1881, su punto de vista quedó sin contrapeso. Al fallecer Smith, en 1903 comenzó una tercera fase en la interpretación adventista del Armagedón de la cual W. A. Spicer fue el promotor. Este influyente editor de la Review and Herald (luego presidente de la Conferencia General) defendió la creencia de que los espíritus malignos de Apocalipsis 16:13-14 estaban ahora rápidamente todo el mundo para el Armagedón (primera guerra mundial). El declaró Ante nuestros ojos la profecía se está cumpliendo. Involuntariamente él hizo de los eventos actuales la norma guía para la comprensión de la profecía.

    Con el colapso del imperio turco en 1922, algunos adventistas re examinaron su posición en relación a Daniel 11 y se comenzó a reavivar la posición que centra en el papado lo que se pensó que cumplirían los turcos.

    A todo esto, faltaba re establecer la hermenéutica escatológica subyacente en los escritos de Elena y Jaime White. Esa labor la desarrolló el protagonista de este estudio, Louis F. Were.

    Louis Were, oriundo de Australia, fue evangelista en aquel país. Interesado en presentar temas coherentes en sus series de evangelización, notó la inconsistencia entre el desarrollo histórico de los tiempos, las posiciones heredadas de U. Smith, y las enseñanzas de los escritos de Elena de White acerca del desenlace del gran conflicto. Dedicado estudioso de las profecías y de los escritos de tal autora, percibió una línea completamente diferente y comenzó a indagar en ella. Al hacerlo descubre una hermenéutica completamente diferente que la aplicada por Smith en sus interpretaciones escatológicas. De esta manera comienza a sentar las bases de una nueva hermenéutica escatológica, cristocéntrica y espiritual antes que política y literal. En realidad, muchos de los intérpretes adventistas estaban cometiendo el mismo error que los literalistas judíos contemporáneos del primer advenimiento de Cristo, ¡y los dispensacionalistas modernos!

    Una vez que Were recupera la hermenéutica escatológica de los White, comienza a emplearla como herramienta en el estudio de los pasajes escatológicos de la Biblia. Y un horizonte infinito se abre delante de sus ojos, por lo cual comienza a escribir extensamente.

    La tentación de actualizar la hermenéutica escatológica adventista sigue latente. Algunas voces se levantan hoy en este sentido. ¿Debe haber una modernización de la interpretación escatológica adventista? ¿Las herramientas que empleó L. Were han quedado obsoletas? ¿El desarrollo histórico de los tiempos demanda una revisión actual, tal como la que encaró Were en su momento?

    Al leer este libro palpitarás las certeras promesas del Señor, verás cómo la Biblia se autointerpreta y renovarás tu confianza en el pronto y seguro socorro del Señor.

    EL DEBATE ADVENTISTA EN RELACIÓN CON DANIEL 11 Y EL ARMAGEDÓN

    Surge el libro Daniel y Apocalipsis de U. Smith

    En los primeros años de la década de 1860, Uriah Smith era maestro de escuela sabática en la IASD de Battle Creek, y Jaime White uno de los miembros de la clase. El sábado 17 de mayo de 1862, comenzó la reunión con un estudio versículo por versículo del libro del Apocalipsis. Debido a la casi total unanimidad de opinión, Jaime White comenzó a publicar un comentario versículo por versículo basado en las lecciones de Smith. Sin embargo, las cargas del liderazgo de la iglesia durante la guerra civil norteamericana, el viajar entre iglesias, y la dirección de la Review and Herald le ocupaban mucho de su tiempo haciéndole difícil continuar. En consecuencia, White le pidió a Smith que continuara con sus comentarios en la revista la iglesia. Smith consintió en concluir el libro, comenzando con el capítulo diez.¹

    En abril de 1867, Smith informó que el manuscrito de sus comentarios sobre Apocalipsis estaba en la imprenta. Pero después de haber escrito un comentario sobre Apocalipsis, era casi inevitable asumir la tarea de escribir sobre Daniel. Ese libro salió en enero de 1869 bajo el título de Reflexiones sobre el libro de Daniel.

    George King, el primer colportor adventista, instó a los líderes de la iglesia a preparar una edición con ambos libros combinados. Este volumen de 840 páginas con 11 páginas de ilustraciones fue el primer esfuerzo adventista en preparar un libro para el público en general. El libro fue un éxito de ventas desde su comienzo, propiciando que se le unieran más hombres y mujeres al pionero King, llegando a vender 1500 copias en pocos meses. Poco después los estudiantes de los colegios se costeaban sus becas en la misma tarea. Esta obra fue la cuña de entrada del adventismo en muchos países de ultramar, un medio para la ganancia de almas y un método eficaz para la movilización de la hermandad.² Por tantos beneficios que trajo a la iglesia el libro llegó a ser muy estimado³ al punto que fue el único libro, descontando los de Elena de White, que siguió publicándose por un siglo. Tanto afecto por el libro puede haber impedido un examen más crítico de alguno de sus contenidos.⁴ Incluso, de alguna manera, hasta impidió innovaciones en el tema.⁵

    Aunque se hicieron periódicas revisiones, las posiciones erróneas de Smith fueron consolidándose con el tiempo y sobrevivieron a las actualizaciones periódicas.⁶ De hecho, los problemas estructurales de la hermenéutica de Smith solo serían advertidos por Louis Were⁷ varias décadas después, y desde ese entonces las revisiones posteriores fueron suavizando más las declaraciones controvertidas de Smith.⁸

    Los mayores defectos del libro no fueron evidentes de entrada. Sería interesante saber cómo hubiera reaccionado Jaime White cuando Smith llegó a interpretar Apocalipsis 16:12-16 si hubiera estado menos preocupado con otros asuntos. Como redactor de la Review and Herald ¿le hubiera permitido presentar en la revista de la iglesia una interpretación sustancialmente diferente de la posición que adoptaba la mayoría de los adventistas hasta ese momento? Lo que se sabe es que cuando Smith llegó a ese texto declaró que el Éufrates era Turquía, nación por la cual fluía el río, y que el Armagedón se lucharía en Jerusalén.⁹ Smith propuso que el rey del norte era Turquía cuya desaparición se mencionaba en Daniel 11:45. La profecía era una predicción de la expulsión de ese país de Europa y del establecimiento de su capital en Jerusalén. El punto crítico de la exposición de Smith descansaba sobre la aseveración de que la retirada de Turquía de Europa sería una señal de que estaba por ocurrir el retomo de Cristo a la tierra.¹⁰

    En la Review and Herald del 5 de noviembre de 1867, mientras trabajaba en sus comentarios semanales sobre Daniel, Smith sugirió que era posible otra interpretación de Daniel 11:45.¹¹ Su razón para el cambio parecía influida por las noticias de los diarios. Escribiendo en esa edición, dijo: Garibaldi [el patriota y soldado italiano] está decidido a obtener la posesión de Roma. Si esto sucedía, concluyó Smith con cierta cautela, el poder temporal [del papado]… probablemente nunca será revivido.¹²

    Desde entonces los comentarios de Smith sobre Daniel habían estado apareciendo cada semana en la Review and Herald con sistemática regularidad. Por entonces estaba escribiendo sobre los últimos versículos de Daniel 11. En sus explicaciones de estos versículos continuó permitiendo dos interpretaciones posibles: el último poder de Daniel 11 podía ser el papado o podía ser Turquía. Esta ambivalencia podía deberse, probablemente, a la interpretación que Smith tenía acerca de las consecuencias del Concilio Vaticano I. Lo cierto es que al hacer sus comentarios finales de este capítulo dijo que el tiempo determinaría el asunto.¹³ Una vez que Francia perdió la guerra franco-prusiana consideró que ya nadie defendería al papado y en consecuencia este poder no

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