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Capítulo I

LA PROPIEDAD. CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y CARACTERES

50. Advertencia. Antes de acometer gente a los modos de adquirir la propie-


este tema conviene prevenir que, por su dad.
naturaleza y trascendencia, dista mucho
de haber unanimidad en sus concepcio- 51. Legislación. Con lo dicho se com-
nes fundamentales. Su concepto, sus mo- prende también que las bases estructura-
dalidades en épocas primitivas, la clase les se consagren siempre en la Constitución
de bienes que han de ser susceptibles de Política, de manera que la reglamentación
propiedad privada, las facultades que debe legal se somete a esos textos, superiores y
significar para el propietario, las restric- de mayor estabilidad (como ya se ha di-
ciones y cargas que debe soportar, moti- cho, entre nosotros fundamentales son las
van controversias interminables. La lite- reglas del art. 19 Nos 21 al 25 de la C. Pol.).
ratura sobre tales materias es abundante Por otra parte, la naturaleza de la ins-
y difundida, los postulados jurídicos se titución conduce a que normas relativas a
relacionan y suelen confundirse con los ella se encuentren –dispersas o agrupadas
económicos, sociológicos, políticos y, en en temas– a través de todo el ordena-
definitiva, la discusión termina centrán- miento jurídico; sobre todo con la crecien-
dose en diferentes concepciones filosófi- te intervención del poder público, se
cas y de organización social. aprecia una creación constante de normas
Tomando en consideración las últi- legales a su respecto (agrarias, urbanísti-
mas décadas quizás sólo una generali- cas, laborales, tributarias, penales), para
zación puede formularse: de una con- transformarlo, restringirlo o protegerlo.
cepción muy liberal del dominio, que El CC. la trata en el Libro II (arts. 582
otorga las más amplias facultades al pro- y sgts.). Aunque normas relativas a la pro-
pietario para el ejercicio de su derecho, piedad se encuentran a través de todo
se ha evolucionado en el sentido de im- el Código, ahí están las fundamentales
ponerle restricciones y cargas a fin de en cuanto a los modos de adquirirla, sus
que de ese ejercicio pueda obtenerse restricciones por existencia de derechos
provecho no sólo para el propietario, reales limitados y su protección. Su trans-
sino también para la colectividad, ten- ferencia por la vía de la contratación y
dencia que culmina en la decisión de su transmisión mortis causa, terminan por
reservar para el dominio de la comuni- vincular al derecho de propiedad con
dad, representada por el Estado, cier- toda la regulación del Derecho patrimo-
tos bienes de importancia básica en la nial (v. también supra, Nº 3).
vida nacional. Pero tal tendencia nun-
ca ha estado exenta de objeciones, al 52. Concepto. El Código declara que
menos en el grado de su intensidad. “el dominio (que se llama también pro-
A continuación se consignarán sólo piedad) es el derecho real en una cosa
algunos alcances en los puntos aludidos, corporal, para gozar y disponer de ella
antes de tratar una materia más técnica arbitrariamente; no siendo contra ley o
en el Derecho nacional, como es la atin- contra derecho ajeno” (art. 582, inc. 1º).

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Los bienes

Tal definición es consecuencia de una do a las cosas incorporales, pero matiza-


concepción analítica del dominio, que lo damente (al calificar el poder sobre ellas
concibe como un conjunto de facultades como una “especie” de propiedad; al res-
o prerrogativas identificables y de cierta pecto, v. supra Nos 12, 13 y 14; una pro-
autonomía y, por tanto, con un criterio posición particular, en la que el art. 582
cuantitativo se dedica a enumerar las fa- estaría definiendo sólo la categoría de pro-
cultades que el dominio confiere al pro- piedad sobre cosa corporal, y las de los
pietario sobre el objeto de su derecho. preceptos siguientes serían otras especies
Se opone a ella la concepción sintética, de un género no definido, pero cuya ca-
que lo concibe como un señorío monolí- racterística fundamental es la “exclusivi-
tico o poder pleno sobre el objeto de la dad”, en Nº 14, final, nota).
propiedad, con prescindencia de faculta- Pero si bien cuando de definición se
des identificables que puedan describirse trata se nos presenta de inmediato el tex-
separadamente y con autonomía; gene- to del art. 582 citado, el concepto vigen-
ra, por cierto, una definición distinta que, te tiene otro punto de partida, por
en lugar de enumerar facultades, con di- explicación jerárquica, la Constitución
rección cualitativa se reduce a describir (art. 19 Nos 23 y 24). Estas normas serán
los caracteres, vigor y restricciones a ese pronto examinadas.
pleno poder (además, cuando se traten
los derechos reales limitados se percibi- 53. Evolución. Entre los investigado-
rán consecuencias de estas diferentes con- res de las épocas primitivas es materia de
cepciones). discusión la forma primaria de propie-
Por el término “arbitrariedad” que in- dad y el sentido de la evolución. Con fre-
cluye, esa definición ha sido calificada de cuencia se sostiene que fue la propiedad
clásica, denunciándose en ella un conte- colectiva la predominante en los inicios,
nido absoluto, individualista, desprovisto y de allí se habría llegado a las formas
de preocupación social. Pero puede ob- comunitarias o familiares, hasta configu-
servarse que el complemento (“no sien- rarse la individual; pero también se ha
do contra ley o contra derecho ajeno”) afirmado la existencia de dispersión, apa-
permite sobradamente morigerar y aun reciendo, en distintos lugares, alternada-
impedir la arbitrariedad y el abuso; la ju- mente distintas formas.
risprudencia y, desde luego, el legislador
(como se explicará pronto al tratar la fun- 54. Evolución; continuación. En rela-
ción social), han quedado facultados para ción con los objetos del dominio, tal como
conducir la institución mediante estas res- se ha dicho en otra ocasión, hasta los tiem-
tricciones que posibilitan elaboraciones pos de la revolución industrial era la pro-
para que cumpla adecuada función; en piedad territorial la fundamentalmente
esos términos, estimamos que el concep- importante; el suelo y sus edificaciones
to es abierto y flexible (v. también infra, constituían definitivamente la riqueza
Nº 59). material de mayor envergadura; de ahí
Cuatro componentes son destacables que los estudios sobre la evolución de la
en esa definición: a) la calificación de institución están siempre referidos a la
“derecho”, con la derivada calificación de propiedad inmueble. Es a partir de aquel
“real”; b) la consignación de los atribu- acontecimiento que van apareciendo bie-
tos: de uso (implícito en uno expresado, nes muebles e inmateriales de apreciable
el de goce), goce y disposición (se verán valor y, por lo mismo, van influyendo tam-
más adelante), con la amplitud de la ar- bién en la estructuración y caracteres ju-
bitrariedad; c) las inmediatas restriccio- rídicos del dominio.
nes genéricas, ley y derecho ajeno; y d) un
campo de aplicación, cosas corporales 55. Evolución; estructura. Desde un
que, a continuación (art. 583), es amplia- punto de vista más bien técnico, a través

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La propiedad y la posesión

de la historia del Derecho en dos épocas concedente, obrándose imperceptible-


se ha observado la existencia de una es- mente un desplazamiento de la propie-
tructura compleja de la propiedad: en los dad hacia el tenanciero; la evolución
tiempos del Derecho romano clásico y estaba ya consumándose al tiempo de la
durante el sistema feudal. La concepción Revolución Francesa. Con la Revolución
romana primitiva se asentaba en una pro- desaparecen definitivamente las cargas
piedad simple, con caracteres similares a feudales; el Código de 1804 consagra una
los conocidos en la actualidad; pero con propiedad liberada, única, pero con una
la extensión del Imperio se produjeron regulación que la dejaba con fisonomía
diferencias de regímenes, principalmen- individualista. Como otros, el Código chi-
te para los “fundos itálicos” (propiedad leno recibe esa concepción.
quiritaria) y para los “fundos provinciales”.
La situación persistió hasta los tiempos 56. Evolución; final. Desde allí, sim-
de Justiniano, en que ya se volvió a la ple nuevamente en su estructura, pero
unidad. Pero pronto después de produci- con escueta regulación, con amplias pre-
da esa simplificación, a la caída del Im- rrogativas del titular sobre el objeto, se
perio (en Occidente) se inició otro inicia otra evolución incesante, resumida
sistema, aún más complejo, en el que se en la expresión “función social”.
asentó el feudalismo, y que se mantuvo
(al menos formalmente) hasta fines del 57. Orientaciones actuales. El campo
siglo XVIII. A partir de arrendamientos de aplicación y los principios rectores:
perpetuos y numerosos otros contratos se equidad en el reparto y en el aprovecha-
fueron configurando unas atribuciones miento. El tratamiento de este tema debe
semejantes a las concesiones, como el iniciarse con lo que puede denominarse
“feudo” y el “censo”, en cuya virtud se una decisión fundamental, de carácter
fue descomponiendo el dominio entre un político-económico: la del campo de aplica-
titular del objeto y el concesionario de ción de la propiedad privada.
él; el “señor” era el titular del dominio, La naturaleza de las cosas y las posibi-
tras el “vasallo” o “tenanciero” que real- lidades racionales de la vida social exclu-
mente tenía, ocupaba la cosa, pero sin yen los dos extremos. La propiedad
tener la propiedad; con el tiempo, por la privada no puede ser eliminada comple-
extensión de los derechos de disfrute del tamente (teniendo presente los objetos
vasallo y por su perpetuidad, se le fue de uso personal) y no se puede extender
considerando también como una especie a la totalidad de las cosas (teniendo pre-
de propietario; el señor tenía entonces el sente la necesidad de una calle).
“dominio directo”, y el vasallo el “domi- Así, partiendo del supuesto de que
nio útil”; y queda así estructurado un sis- siempre habrán de existir bienes de pro-
tema con dos propietarios sobre una piedad privada y bienes de propiedad co-
misma cosa, sin que haya división entre lectiva (formalmente pertenecientes al
ellos, pero concebidos como derechos de Estado, o a la nación toda), la decisión se
propiedad de distinta naturaleza. Esa des- reduce a establecer el límite. Qué bienes
composición se llegó a ampliar, produ- permanecerán en poder de la comuni-
ciéndose una escala jerarquizada de dad y cuáles quedarán entregados al do-
titulares. Ya al final del período se va acen- minio de los particulares. En la fijación
tuando el derecho del vasallo (el domi- de ese límite (o confección del “inventa-
nio útil) a quien se llega a tener como el rio”) surge una diversidad de posiciones
propietario, con tan sólo una servidum- filosófico-políticas, que están siempre pre-
bre o carga en favor del primitivo señor, sentes en la vida social. En esos plantea-
carga respecto de la cual van aparecien- mientos han aparecido también terceras
do intentos por extinguirla. Se concluye, posiciones, como son las llamadas pro-
pues, en una especie de expropiación al piedad cooperativa, propiedad comuni-

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Los bienes

taria, por las cuales se propone que cier- país. En Chile, por cierto la Constitu-
tos bienes sean, no de propiedad colecti- ción dispone de normas al efecto (se ve-
va ni privada, sino de grupos sociales (por rán pronto).
ej., los laborantes de una fábrica, que se- Tanto en la que se ha llamado deci-
rían dueños de ella). sión fundamental como en la regulación
La decisión es dinámica. Va adoptan- específica de los distintos temas de los
do diversos matices y sufriendo cambios derechos reales influyen, en diversa me-
en distintos momentos históricos, por los dida según la materia, numerosos facto-
cambios que experimentan muchos de res de variada naturaleza: actitudes filosófi-
los factores influyentes y por la alternan- cas, ideales de justicia, individual y social,
cia de ideologías en la autoridad gober- necesidades económicas y sociales con-
nante. tingentes, experiencias en el propio país
Examinada la realidad de un país en y en otras latitudes, la naturaleza de cier-
determinado momento, considerando la tos bienes, su función (principalmente
titularidad de los bienes conforme a las económica), sus características históricas
alternativas referidas (que siempre coexis- o artísticas, la trascendencia que algunos
tirán), se podrá apreciar que quedan con- tienen en la economía nacional (que ha
figurados “sectores” o “áreas” de propiedad conducido a llamar a algunos “bienes es-
colectiva, de propiedad privada y, aun, de tratégicos”), la magnitud de las inversio-
propiedad intermedia, que se van restrin- nes que requieren, el riesgo de la empre-
giendo o extendiendo, como resultado de sa de crearlos o desarrollarlos (v. además,
aquel aludido dinamismo, y lo hacen en supra, Nos 27 y 45 y lo dicho sobre vincu-
correlación, como en recipientes comuni- laciones en infra, Nº 220, nota).
cantes. Al tratarse aquí de formular una des-
Cuando en casos concretos se adopta cripción de rasgos fundamentales de di-
la decisión de que cierto bien quede en versa naturaleza, procede también con-
dominio colectivo y a la sazón está en signar el postulado (ideológico más que
propiedad particular, para lograr aquella técnico) conforme al cual se concibe a la
finalidad habrá de extraerse acudiendo propiedad como supuesto de eficacia de
al instrumento jurídico disponible para algunos otros derechos fundamentales
ese efecto: la expropiación por causa de (sólo los propietarios son libres; sin pro-
utilidad pública (pero también la expro- piedad no hay libertad); hay que supo-
piación puede utilizarse para redistribuir ner que al blandirlo no se está, cierta-
la propiedad privada; en Chile, las leyes mente, jerarquizando derechos o valores
de reforma agraria que se han dictado sino, como recién se destacó, se trata de
contemplaban la expropiación de predios advertir que la contracción excesiva del
con la finalidad posterior de ser asigna- campo de aplicación desvanece la efecti-
dos a cultivadores en dominio individual, va vigencia de otros derechos (y decimos
en unidades de dimensiones familiares). “contracción excesiva” porque la negación
Estos bienes que quedan en dominio absoluta de la propiedad no es razona-
del Estado a veces son excluidos de toda blemente concebible).
negociación con los particulares y otras En un proceso de síntesis se destacan
son objeto de algunas limitadas actuacio- algunos principios orientadores, que también
nes con ellos, mediante figuras jurídicas pueden ser enunciados como preocupa-
como los permisos y las concesiones (tra- ciones más constantes, con particular én-
tadas en Derecho administrativo). fasis en los tiempos recientes:
Por la trascendencia que tienen para a) Equidad en el reparto. Creados los
la comunidad, aquella relatada decisión bienes para servir al hombre, a todos los
fundamental y varios de sus caracteres hombres, con ellos también debe reali-
son diseñados, en sus rasgos fundamen- zarse aquel valor. Y esta realización se des-
tales, por la Constitución del respectivo envuelve en una equidad en el reparto, de

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La propiedad y la posesión

modo que todos tengamos acceso a ellos, intensamente con la consideración eco-
al menos en lo más indispensable para sistémica y la planificación.
una aceptable calidad de vida. Siendo tantas y tan distintas las fun-
b) Equidad en el aprovechamiento. Per- ciones y utilidades que prestan las cosas,
teneciendo las cosas a dueños privados, se han ido configurando diversos estatutos
éstos deben explotarlas, obtener de ellas legales para distintas categorías de bie-
beneficio, no simplemente detentarlos nes, que van debilitando la noción unita-
por ostentación de poder u otras consi- ria del dominio, atomizándola. Y por este
deraciones equivalentes, y esa explota- camino han ido apareciendo las llama-
ción, aprovechando inicialmente al pro- das “formas de propiedad” (a las que se
pietario, reporte también beneficios a la hará referencia pronto).
comunidad. Se ha sintetizado en la bien
conocida expresión “función social de 57 bis. La base constitucional chile-
la propiedad” (sobre la que se volverá na; el campo de aplicación; la protección;
pronto). la función social, la reserva legal, las res-
Estos principios frecuentemente están tricciones y privaciones y la afectación de
presentes tanto en la elaboración de tex- la esencia; la privación o afectación sin
tos legales como en su interpretación y indemnización y su consecuencia; la pre-
aplicación, de modo que son verdaderas servación natural y cultural. Ya se ha ad-
constantes y rasgos distintivos del actual vertido que, atendida su trascendencia en
Derecho de cosas. la organización social y económica de una
Debe añadirse que la intensidad de comunidad, es universal la decisión de
estas restricciones y deberes provoca tam- incluir las normas básicas de la propie-
bién polémica, en términos semejantes a dad en el texto constitucional. Así acon-
la aludida al tratar el tema de la decisión tece también entre nosotros; y con noto-
fundamental (también deben tenerse pre- ria dedicación.
sentes las excepciones al carácter exclusi- En primer lugar, y no obstante la alu-
vo, que se verán pronto, infra, Nº 59). dida atención dispensada, incluyendo una
Finalmente, la influencia de aquellos afanosa protección, la Constitución no la
dos principios en la dictación de normas definió. En tales condiciones, parece na-
legales permite concluir que, en la dog- tural la remisión a la recién mencionada
mática del derecho de propiedad, la consi- del Código, sobre todo considerando su
deración de la función o utilidad (general- aludida flexibilidad, que se acomoda (sin
mente económica) que tiene el objeto, es obstáculo) a los substanciosos preceptos
un criterio que incide decisivamente en que impone la Constitución.
su reglamentación (v. supra, Nº 3 bis). Las reglas constitucionales se refieren
Desde otro punto de vista, y sobre al campo de aplicación, a su función so-
todo con las restricciones derivadas de la cial, a su protección, a los atributos o fa-
función social, puede apreciarse que la cultades esenciales y a ciertos objetos es-
propiedad ya ha superado el concepto peciales. Por cierto, cuanto dispongan al
simple de “derecho”. Para expresarla con respecto las leyes ha de acomodarse a ella.
realismo, observando cómo se presenta En cuanto a los atributos o facultades
efectivamente, adopta la fisonomía de una esenciales, se examinarán luego (infra,
“situación jurídica”, constituida por una Nº 60; y sobre la posibilidad de su priva-
posición jurídica que tiene un sujeto ante una ción, se volverá pronto, en este mismo
cosa. Y está compuesta por estos tres ele- párrafo)(reglas particulares para ciertos
mentos: un poder dominador integral (en objetos: minas, aguas, propiedad intelec-
el sentido de que cubre todo el objeto); tual, son tratadas en disciplinas especiali-
ciertas restricciones; y ciertos deberes. En zadas).
la propiedad inmueble (el suelo), la ecua- El campo de aplicación. El texto es el
ción poder-restricciones se va marcando art. 19 Nº 23, que establece como princi-

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Los bienes

pio muy general, “la libertad para adqui- ses de la sociedad y no sólo de los parti-
rir el dominio de toda clase de bienes”; culares del propietario. Ya se observa su
esta fundamental norma se traba vigoro- influencia en la decisión sobre la titulari-
samente con otra, la del art. 19 Nº 21, que dad, para preservar un objeto en poder
reconoce y protege “el derecho a desa- del Estado o entregarlo al dominio de
rrollar cualquier actividad económica…”; los particulares; pero se desenvuelve en
en conjunto, sientan las bases del régi- la regulación específica de la propiedad pri-
men económico, que se consolida con la vada y en general de todos los derechos
descripción de los caracteres fundamen- reales. Y esa regulación entonces implica
tales que se reconocen al dominio y la acometer una tarea que en la generali-
protección que se le brinda, en el art. 19 dad de las legislaciones se ha erigido en
Nos 21 a 25, y se respalda (junto a otros) el centro de una discordia social, política
en el Nº 26. y jurídica: el hallazgo de la satisfactoria ecua-
La amplitud queda determinada en ción que armonice el interés individual (em-
dos sentidos; la generalidad de las cosas plazado en el derecho subjetivo) con el colectivo
son susceptibles de propiedad privada (afincado en la función social). Se manifies-
(art. 19 Nº 23); y se incluyen las cosas cor- ta principalmente en la introducción de
porales e incorporales (v. sobre este pun- “limitaciones” (o, mejor, “restricciones”)
to lo dicho en supra Nos 12, 13 y 14; en el y “obligaciones” (o, mejor, “cargas” o “de-
Nº 13 se trata la identificación del dere- beres”) a la propiedad privada; y llega a
cho con la cosa y, en nota, se advierte la su extremo con la “privación” del domi-
actitud del constituyente, de prescindir nio que, en la generalidad de las legisla-
de la identificación; para la adquisición ciones, conforma la expropiación (que
de inmuebles en zonas fronterizas, v. in- implica indemnización).
fra, Nº 60, final, y nota). Entre nosotros, la Constitución ha dis-
La protección. Se inicia con la procla- puesto para esta materia una “reserva le-
ma de su aseguramiento (de la propie- gal”; “sólo la ley puede establecer el modo
dad adquirida). Se dispone reserva legal: de adquirir la propiedad, de usar, gozar y
para el establecimiento de los modos de disponer de ella y las limitaciones y obliga-
adquirir el dominio y para imponer res- ciones que deriven de su función social”
tricciones, obligaciones y privaciones (se (art. 19 Nº 24 inc. 2º; la cursiva es nuestra).
verán pronto, en este mismo párrafo). La Y agrega que la función social comprende
privación (expropiación) es detenidamen- cuatro objetivos (el tercero descompuesto
te regulada (restringiéndose así el cam- a su vez en dos)(concebidos, como es espe-
po regulado por la ley). Se vuelve a rable en un texto de esta naturaleza, gené-
asegurar (junto a los demás derechos pro- ricamente). Por cierto, si es justificado exi-
tegidos) que no puede ser afectada en su gir ley para imponer restricciones, más lo
“contenido esencial” (art. 19 Nº 26). Y es es para disponer la privación del dominio;
incluida entre los derechos protegidos por y la Constitución así también lo establece
el recurso de protección (art. 20)(para la (en el inc. 3º del Nº 24 del art. 19). La pri-
adicional protección brindada por las le- vación tiene también mencionados sus ob-
yes ver infra, 4ª Parte, Nº 258 y sgts.). jetivos; dos (asimismo enunciados genéri-
La función social, la reserva legal, las camente). Y confiere indemnización (que,
restricciones y privaciones y la afectación de la antes que en las normas de la ley de expro-
esencia. Tomando base en aquellos que piaciones, tiene una –prolija– regulación
hemos llamado principios orientadores, constitucional, en el mismo inc. 3º). En
se ha difundido ampliamente la expre- otros términos, entre nosotros la “reserva
sión función social de la propiedad, para ad- legal” está dispuesta para la privación del
vertir que el dominio (en torno al cual dominio y aun para la sola restricción o deber.
giran los demás derechos reales) debe ser En la doctrina general la noción de reserva
ejercido con consideración de los intere- legal ha sido concebida con una intensi-

46
La propiedad y la posesión

dad graduable y en cada ordenamiento es piatoria. Esto significa que el constituyen-


habitual la discusión acerca del rigor con te concibe la expropiación de una parte
el que los respectivos preceptos la han aco- del derecho, permaneciendo la cosa en el
gido; ante nuestros textos constitucionales, patrimonio del expropiado pero con el
los autores nacionales de Derecho público derecho cercenado. En consecuencia, debe
mantienen asimismo la discusión para nues- procederse como en toda expropiación,
tro régimen (que frecuentemente es redu- cumpliéndose las exigencias que el texto
cida al dilema: reserva absoluta o relativa, dispone para ella; destacadamente, por
para surgir luego la proposición interme- cierto, la indemnización. Adoptada la ac-
dia). En materia de propiedad, entre noso- titud de proteger intensamente el domi-
tros parece adoptar estrictez, consideran- nio, la decisión de los redactores exhibe
do lo dispuesto en los arts. 19 Nº 24, 32 agudeza y realismo, porque pone el dere-
Nº 8 y 60. cho a resguardo de atentados esenciales
Las restricciones y los deberes pue- que adopten formas de restricciones man-
den estar dirigidos genéricamente al con- teniendo (formalmente) el dominio en el
tenido (respetando el esencial), a cierto titular (y que, de penetrar, evitarían los
atributo (sin que se configure la priva- reclamos, las diligencias y, sobre todo, la
ción de uno esencial) o a algunos de los indemnización, a que da lugar –sin duda–
caracteres del dominio (en esta alternati- la expropiación integral).
va el más alcanzado es el carácter absolu- La expresión “atributos o facultades
to, al punto que, habiendo sido, desde esenciales” debe ser aplicada con el con-
que apareció incorporado en las defini- tenido que la doctrina civil le atribuye (y
ciones de dominio, el centro del comba- que pronto será referida; infra, Nº 60). En
te, en virtud de la intervención hemos de otros términos, estimamos que aquella ex-
tenerlo por superado). Por otra parte, se presión empleada en el texto alude (está
vinculan a otros principios (como la doc- vinculada) a los atributos contenidos (bá-
trina del abuso del derecho). sicamente) en la definición del Código Ci-
Positivamente, se concretan en normas vil y que son los reconocidos tradicional y
sobre variadas materias. Entre nosotros es- secularmente por la doctrina y las demás
tán diseminadas por todo el Código Civil fuentes (decimos “básicamente” porque a
y en innumerables leyes especiales, tanto los emergentes de la definición del Códi-
de sectores productivos como habitacio- go debe agregarse otros: la exclusividad,
nales; tanto industrial como agropecuario, la administración y la reivindicabilidad o,
minero, urbanístico, etc. menos formalmente, la persecución, que
Conviene también puntualizar los tér- se mencionan también en infra Nº 60) (v.
minos con que se consagró la privación también el art. 6º de la Ley Orgánica Cons-
(en el inc. 3º). Notablemente, junto a la titucional sobre Conseciones Mineras).
privación total (expropiación, en su signifi- Por otra parte, el precepto ostenta ar-
cado tradicional, en la que es extraída toda monía con lo dispuesto en el Nº 26 que,
la cosa), la regla concibe también la priva- insistiendo en el resguardo de la genera-
ción parcial (que implica expropiación par- lidad de los derechos fundamentales, acu-
cial); y no se trata de una privación par- de a la noción de contenido esencial,
cial de la cosa, sino del derecho. Si un disponiendo que se asegura asimismo que
particular tiene, por ej., un predio, natu- las leyes no afectarán a los derechos en
ralmente puede ser expropiada una sec- su “esencia”. Tratándose del derecho de
ción de él; esa sección es íntegramente dominio, aquí resulta protegido con el
sustraída del dominio privado, que es tras- otro método; ya no (con la concepción
ladado al expropiante. Pero el texto agre- analítica) mediante el recurso a los atri-
ga que asimismo nadie puede ser privado butos esenciales, sino (en la sintética) acu-
“de alguno de los atributos o facultades diendo a la “esencia”. Estimamos que esta
esenciales del dominio” sin una ley expro- esencia o contenido esencial encuentra

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Los bienes

su significado básico en la ya citada ex- los hechos a veces –al menos según el
presión “atributos esenciales” pero, inclu- dueño– constituyen verdaderas privacio-
yéndolos, la supera, con una fórmula más nes (parciales) del dominio, el cual (for-
integradora, prescindente de atributos in- malmente) es mantenido en manos del
dividualizables que la conforman por propietario.
suma y que pueden dejar intersticios; este En doctrina y jurisprudencia extranje-
contenido esencial traduce un exclusivo ras la materia ha sido bastante agitada. La
y directo aprovechamiento integral de las casuística, por los campos de donde sur-
cosas en sus posibilidades actuales y po- ge, es muy similar a la que se está presen-
tencialidades futuras, con posibilidad de tando aquí, y las soluciones oscilan entre
intercambio y poder de persecución. las mismas alternativas nuestras. Pero con
En suma, la Constitución autoriza a dos diferencias técnicas respecto de nosotros,
la ley (y sólo a la ley): para imponer res- que se manifiestan en el razonamiento;
tricciones y deberes, por cierto sin indemni- primero: autores y textos (frecuentemen-
zación (como que se imponen con base te menos explícitos que los nuestros), pres-
en la función social), y para privar del cinden de la expresión “atributos esencia-
dominio, integral (expropiación en su les” (que parece irse abandonando,
sentido tradicional) o parcialmente (por producto del decaimiento de la concep-
privación de un atributo o facultad esen- ción del dominio como suma de faculta-
cial), aquí mediante ley expropiatoria y, des) y la controversia es planteada pura-
por tanto, con la consecuente indemni- mente como un atentado al “contenido
zación. Además, vuelve a asegurar que la esencial” del derecho de propiedad; y, se-
ley no podrá afectar el derecho (en nues- gundo: no llegan a exigir expropiación
tro caso el de propiedad) en su esencia. (que es reservada sólo para la privación
En la confrontación de aquellos tex- total de la cosa); así, frente a leyes agreso-
tos con leyes determinadas que intervie- ras imprecisas, o se estiman restricciones
nen el derecho de dominio, pueden fundadas en la función social y, por tanto,
presentarse situaciones en las que será di- no indemnizables, o se consideran priva-
fícil precisar cuándo se estará en presen- ciones de contenido esencial, confirién-
cia de una restricción y cuándo de una dose la respectiva indemnización.
privación de un atributo esencial; y si se ha Entre nosotros los textos legales han
afectado o no el derecho de dominio en recaído, hasta ahora –como en otras lati-
su esencia (que en términos de controver- tudes– principalmente en los ámbitos ur-
sia los particulares afectados podrán plan- banístico, ecológico e histórico y artístico;
tear –y de hecho han planteado– al y las controversias prácticas, sobre todo
tribunal). En definitiva, éste viene a erigir- en los dos últimos. Más específicamente,
se en el conflicto fundamental que entre un ejemplo de esta situación lo propor-
nosotros presenta este capítulo, pero ya ciona la legislación (pronto será consig-
no tanto por imprecisión constitucional, nada) que ha afectado intensamente el
sino más bien por los términos en que la dominio de predios forestales, llegando
ley respectiva acomete la intervención. a impedir la explotación de ciertas espe-
Efectivamente, suele ocurrir que la le- cies amenazadas o en peligro de extin-
gislación procede a intervenir la propie- ción; si un predio determinado tiene
dad de ciertos bienes sin emplear la como valor exclusivo (o ampliamente do-
misma terminología de los textos supe- minante) esa especie, para el dueño la
riores, y a veces con expresiones que más prohibición equivale (o se asemeja mu-
bien sugieren que se trataría sólo de res- cho) a privarlo del dominio.
tricciones intensas a las facultades del ti- En primer lugar, conviene advertir
tular; en su calidad de “restricciones”, que en el reclamo no se está contra la
quedarían incluidas en la función social conveniencia de proteger el bien o la ca-
y no conferirían indemnización, pero en tegoría de bienes a los que se dirige la

48
La propiedad y la posesión

privación o pretendida restricción (la es- primero, por contravenir los incs. 2º y
pecie vegetal amenazada, el monumento 3º del Nº 24; en el segundo, por contra-
histórico o artístico, etc.); lo objetado es venir el Nº 26).
que esa protección o beneficio persegui- Pero en la práctica se ha intentado
do para toda la comunidad se logre a otro remedio: la indemnización, que es de-
costa de un solo particular o de un gru- mandada en lugar de atacar la norma le-
po de dueños de predios con esos carac- gal invasora, la cual habrá de quedar,
teres. De ahí que la impugnación haya entonces, vigente, manteniéndose la pri-
sido sustentada en las garantías de igual vación del atributo esencial o la afecta-
repartición de las cargas públicas y de ción de la esencia. En ciertas situaciones
igualdad ante la ley. (sobre todo en las llamadas servidumbres
Con sus textos, la Constitución viene administrativas), en algunas de las cuales
a ofrecer dos métodos para solucionar el hasta podría dudarse de su calificación
conflicto; y en ambos el problema es de como de restricciones o privaciones de
calificación. atributo esencial, los respectivos textos le-
–Con los incs. 2º y 3º, que distinguen gales confieren indemnización, con diver-
entre restricción y privación de atributo sos procedimientos. Pero quedan otras
esencial y exigen ley expropiatoria para (que irán aumentando) sin el remedio
esta última, se trata de calificar si la inter- expreso.
vención al dominio que la norma legal Con el primer método no parece posi-
impone constituye restricción (o deber) ble; aquí el planteamiento es que se trata
o privación. de una ley que expropia y que no reúne
–Con el Nº 26, que protege la esen- las exigencias que la Constitución impone
cia del derecho, se trata de resolver si la a toda ley expropiatoria, de modo que lo
ley agresora afecta o no al derecho de que procede es simplemente declararla in-
propiedad en su esencia. constitucional (a menos que se reúnan to-
Por cierto, esa calificación ha de em- dos los requisitos salvo la indemnización,
prenderse objetivamente, con prescinden- porque entonces, al conferirse, la situa-
cia de los términos que la ley interviniente ción queda ajustada a la Constitución).
emplee. Con el segundo es dudoso; el texto (el
Es importante destacar que se trata Nº 26) garantiza que las leyes “no podrán
de métodos distintos para solucionar el con- afectar los derechos en su esencia”; la nor-
flicto, cada uno con su texto, y, por tan- ma legal ha afectado el contenido esen-
to, no deben ser (como ha ocurrido en cial, quedando configurada así la incons-
algunos casos) confundidos o mezclados titucionalidad; la indemnización no es
(sin perjuicio de que, en su aplicación contemplada; tampoco es negada; enton-
práctica, puedan plantearse uno en sub- ces, ¿es la indemnización un remedio ante
sidio del otro); y ellos hacen innecesario una ley que contraviene la Constitución?
acudir a la equidad (como también ha ¿Queda remediada la contravención a tra-
acontecido). vés de una indemnización al afectado? La
La privación o afectación sin indemniza- respuesta inmediata es negativa; pero po-
ción y su consecuencia. Si la calificación es dría postularse que como se trata de una
de reproche, es decir, si se concluye que garantía a las personas, pudiere ser un re-
la ley ha impuesto una privación de atri- medio aceptable, cuando el afectado mis-
buto esencial sin los requisitos de una mo lo ha pedido. También podría estimar-
ley expropiatoria (sobre todo sin confe- se que con la indemnización el derecho
rir indemnización), o ha afectado al de- no ha sido “afectado en su esencia” (por-
recho en su esencia, hay que determinar que en el patrimonio del dueño se ha pro-
la consecuencia. En ambos caminos la ducido una subrogación real, en la cual el
conclusión es la inconstitucionalidad de deterioro ha sido reemplazado por la in-
la ley que impone la intervención (en el demnización).

49
Los bienes

En la práctica, al menos hasta ahora, por la doctrina administrativa) con la cita


no se ha procedido siempre con claridad de preceptos como el art. 38 inc. 2º de la
en el empleo de estas alternativas. En oca- Constitución y el art. 42 de la ley 18.575,
siones, con motivo de un recurso de pro- Org. Constit. de Bases Generales de la
tección, se ha pedido la declaración de Administración del Estado.
inaplicabilidad por inconstitucionalidad, Esta última referencia merece una
y ha sido acogida. En otras, sin impugnar observación. Estimamos que el problema
la vigencia de la ley se ha demandado no es de responsabilidad civil; al menos
puramente indemnización, y ha sido con- atendidos nuestros textos (sobre todo el
cedida; pero mezclando –estimamos que inc. 3º), no es necesario acudir a esa vía
indebidamente– los métodos aquí descri- (y, por tanto, no es necesaria –ni proce-
tos. En efecto, no se ha resuelto explíci- dente– la confrontación con todas las exi-
tamente que se trate de una formal res- gencias o elementos propios de esa res-
tricción que implica una real privación ponsabilidad). Si la norma constituye
de atributo esencial; manteniéndose el tri- privación de atributo esencial (o afecta
bunal en la sede del inc. 2º (restriccio- el derecho en su esencia) y, prescindién-
nes) se ha optado por estimar que se tra- dose de la ley expropiatoria y de la in-
ta de restricciones graves que atentan en constitucionalidad, la situación va a ser
contra del contenido esencial del dere- remediada con la indemnización, esta in-
cho de dominio y, ante la ausencia de demnización pertenece al ámbito de la
norma que confiera indemnización (las indemnización expropiatoria, que susti-
restricciones no la confieren), se ha con- tuye valor, y no en el sentido que tiene
ferido. Se ha acudido a varios fundamen- en la materia de responsabilidad civil. En
tos. Uno frecuente es la garantía de igual la responsabilidad civil se trata de repa-
repartición de las cargas públicas (a ve- rar un daño causado con dolo o culpa o
ces con el agregado de igualdad ante la aun sin ellos (si se trata de responsabili-
ley). Se añade que si bien al referirse el dad objetiva), en la que el daño se pro-
inc. 2º a las restricciones no confiere in- dujo como consecuencia de la actuación
demnización, tampoco la niega. Se ha del Estado dentro de su actividad, daño
empleado también la regla de que en los que no es el fin perseguido y es más bien no
estados de excepción constitucional se deseado; por lo mismo, el interés públi-
confiere indemnización por las limitacio- co no se beneficia con la exacta actividad
nes a la propiedad (art. 41 Nº 8 de la C. que provoca el daño. En cambio en la
Pol.), deduciéndose que si en esos esta- indemnización expropiatoria la autoridad
dos se confiere indemnización, con ma- agrede directamente al derecho de do-
yor razón procede por las restricciones minio, en ejercicio de sus potestades y
impuestas en estado de normalidad (olvi- para obtener un fin de utilidad pública.
dando que allí se trata sólo de una im- Nos parece que simplemente debe indem-
propiedad de lenguaje, porque el consti- nizarse, con la justificación (remota) de
tuyente agrega que se trata de limitaciones la igualdad ante la ley y del igual reparto
que importen privación de atributos esen- de las cargas públicas y, en términos in-
ciales, con lo que queda claro que se tra- mediatos, con la misma justificación que
ta allí simplemente de “privaciones” de explica la indemnización expopiatoria (in-
atributo esencial, situación en la que evi- tegral), de protección a la propiedad, por-
dentemente procede indemnización, con- que lo que se produce (conforme al inc.
forme al inc. 3º). Se ha agregado la equi- 3º) es una privación parcial del dominio,
dad (es equitativo concederla). En fin, se privación parcial del derecho, no de la
ha hecho expresa referencia a la respon- cosa, en la cual aquella privación viene
sabilidad del Estado y, dentro de ella, a la luego a proyectarse; instalada en el dere-
llamada “responsabilidad por hecho líci- cho, más precisamente la agresión se ra-
to” (en Chile afrontada principalmente dica (en términos de la concepción do-

50
La propiedad y la posesión

minical tradicional) en los atributos esen- que servirá para cimentar nuevos progre-
ciales, o (en expresiones de la concep- sos y para el disfrute y enriquecimiento
ción unitaria del dominio) en la poten- del espíritu. La legislación ha ido reflejan-
cia o magnitud fundamental (en el do también la preocupación. Entre noso-
contenido esencial) del poder del pro- tros, falta aún. El primer texto destacable
pietario. es la Ley de Monumentos Nacionales (v.
La preservación natural y cultural. En C. Pol., art. 19 Nº 10, inc. penúltimo).
tiempos recientes, la función social ha re-
cibido una destacada tarea de preservación. 57 ter. La planificación territorial, el
Aunque proviene desde antiguo, esta pre- uso del suelo, la división predial y la edi-
ocupación se ha impuesto últimamente ficación. Las diversas funciones que cum-
con gran persistencia, por razones bien ple el suelo en la producción agraria, las
conocidas, hasta llegar a entrar en con- instalaciones industriales y comerciales,
flicto con el progreso material. Principal- la vivienda y en general en la calidad de
mente, se refiere a dos ámbitos: vida de la comunidad, han conducido a
1º. La preservación de la naturaleza, para los legisladores a regular su uso y divi-
mantener el ambiente con caracteres be- sión imponiendo así intensas restriccio-
néficos para la vida humana, amenazado nes a la propiedad (generándose aquí,
por la contaminación industrial y por ele- como en otros capítulos, un conjunto nor-
mentos derivados del congestionamiento mativo posterior y paralelo al de los Có-
urbano (v. C. Pol., art. 19 Nos 8 y 24, inc. digos Civiles). En el ámbito urbano, para
2º). Como se irá viendo, se refleja en va- proceder a regularlo se comienza por una
riadas materias. En términos genéricos, en actividad previa, la planificación.
una multitud de restricciones y cargas al En el diseño general y en las decisio-
derecho de propiedad; en términos más nes específicas surgen controversias, en
específicos: en el uso de bienes muebles las que confluyen factores técnicos urba-
(vehículos motorizados, instalaciones in- nísticos, sociológicos y aun políticos, con
dustriales, productos y residuos químicos, destacada presencia de la interrogante so-
agua); y en el uso de inmuebles, del suelo bre el grado de restricciones al que se
(en las relaciones de vecindad, en las ser- puede llegar sin desnaturalizar el domi-
vidumbres, en las explotaciones mineras). nio. Por otra parte, frente a determinada
Entre nosotros, el Código ya contiene al- realidad de una comarca, cuyo desarro-
gunas normas (por cierto desorganizada- llo se planifica, entre los expertos surgen
mente); pero posteriormente el aumento variados objetivos a los que se confieren
legislativo no ha cesado (muchos de esos distintas prioridades: la funcionalidad ur-
textos se irán mencionando en capítulos bana, la preservación del ambiente y la
siguientes). El texto nacional que aparece vinculación de la persona con la natura-
como uno de los centros de donde se emi- leza, la conservación del patrimonio cul-
ten restricciones es la Ley de Bases del tural; se van reflejando en la concreta
Medio Ambiente. Las reuniones de Go- planificación y se impone alguno o se ter-
biernos, que culminan en Tratados y Con- mina en soluciones de compromiso.
venciones Internacionales, y la acción de Debe tenerse presente también que
Organizaciones no gubernamentales, han en el desenvolvimiento de las actividades
influido notablemente en las legislaciones que ahora serán reseñadas surge con no-
internas (sólo por introducir un orden en toria frecuencia la regulación ambiental;
la exposición y consulta, podemos distin- en cada una de ellas puede resultar nece-
guir una normativa restrictora con inme- saria una evaluación de impacto ambien-
diato fundamento ambiental y otra con in- tal (entre nosotros, conforme a la ley
mediato fundamento sanitario). 19.300 y su Reglamento).
2º. La del patrimonio cultural que la co- 1º. La planificación territorial. Es el con-
munidad va acumulando con el tiempo, junto de decisiones, instrumentos y nor-

51
Los bienes

mas con las que el Estado regula el uso En el ámbito regional, se confeccio-
del suelo ubicado en el territorio nacio- na un “Plan Regional de Desarrollo Ur-
nal. bano”, aplicable a los centros urbanos de
Entre nosotros, actualmente esta acti- las regiones. Se materializa básicamente
vidad se desarrolla fundamentalmente en en un Plano y una Memoria explicativa.
el sector urbano. El texto básico es la Ley Lo elabora la Seremi de Vivienda y Urba-
General de Urbanismo y Construcciones nismo respectiva y existe un procedimien-
(LGUC.), complementada por la Orde- to al efecto (arts. 30 y sgts. de la LGUC. y
nanza General de Urbanismo y Construc- 2.1.5. de la OGUC.).
ciones (OGUC.). En el ámbito intercomunal o metro-
Siguiendo en buena medida una ten- politano, se puede confeccionar un “Plan
dencia general en las legislaciones actua- Regulador Intercomunal” (o “Metropoli-
les, conforme a los textos vigentes la tano”), aplicable a las áreas urbanas y ru-
planificación: a) fija políticas (define ob- rales de diferentes comunas que por sus
jetivos sociales y económicos relativos al relaciones se integran en una unidad ur-
territorio); b) zonifica (fija zonas; es de- bana. Se materializa en un Plano, una
cir, divide una gran superficie –en base a Memoria explicativa y una Ordenanza. Lo
la división administrativa del territorio– elabora la Seremi de Vivienda y Urbanis-
en zonas o sectores; y c) asigna uso a cada mo y existe un procedimiento al efecto
sector (residencial, actividades producti- (arts. 34 de la LGUC. y 2.1.8 de la
vas, equipamiento, áreas verdes, etc.), en OGUC.).
un grado que podemos llamar genérico. En el ámbito comunal, se confeccio-
En cada predio, el uso específico (dentro na un “Plan Regulador Comunal”, aplica-
del genérico impuesto) es determinado ble a los centros poblados de la Comuna.
por el propietario (si el predio está ubi- Se materializa básicamente en un Plano,
cado en un sector productivo, el propie- una Memoria explicativa y una Ordenan-
tario define la actividad productiva za. Lo elabora la Municipalidad y existe
específica a que lo destinará). un procedimiento al efecto (arts. 41 y sgts.
La planificación se desenvuelve con dos de la LGUC. y 2.1.10 y sgts. de la OGUC.
referentes, uno geográfico y uno substan- Se dispone también qué Comunas y cen-
tivo. Geográficamente, en cinco ámbitos con tros poblados deben contar con Plan Re-
especificidad decreciente: nacional, regio- gulador Comunal).
nal, intercomunal, comunal y seccional. Dentro de la Comuna puede estable-
Substantivamente, mediante los llamados cerse uno o varios “Planes seccionales”,
“instrumentos de planificación territorial” aplicables a una porción de la Comuna.
(que son los medios o herramientas con Cada plan seccional se materializa en un
las que se ejecuta esta planificación); se- Plano, una Memoria explicativa y una Or-
gún nuestros textos son: la Política Nacio- denanza. Lo elabora la Municipalidad y
nal de Desarrollo Urbano, el Plan Regional existe un procedimiento al efecto (arts. 46
de Desarrollo Urbano, el Plan Regulador de la LGUC. y 2.1.14 y sgts. de la OGUC.).
Intercomunal o Metropolitano, el Plan Re- El “límite urbano” (antes llamado “ra-
gulador Comunal, el Plan Seccional y el dio urbano”) es una línea imaginaria, cur-
Límite Urbano (arts. 28 de la LGUC y 2.1.2 va, plana y cerrada que, dibujada en un
de la OGUC.). plano (si hay plan comunal será en el Pla-
En el ámbito nacional, se fija una “Pla- no Comunal), define el límite de los cen-
nificación Urbana Nacional”, que, como tros poblados, diferenciándolos del resto
se dijo, define objetivos sociales y econó- del área comunal (por cierto, es estableci-
micos relativos al territorio. Se materializa do considerando la realidad urbanística
en documentos internos de la autoridad existente al tiempo de confeccionarse y
pertinente (el Ministerio de Vivienda y sus proyecciones)(arts. 52 y sgts. de la
Urbanismo)(art. 29 de la LGUC.). LGUC. y 2.1.16 de la OGUC.).

52
La propiedad y la posesión

Ciertamente, cada plan se adecua al manteniéndose las características rústicas


del nivel superior; cada uno detalla al su- del predio” (art. 60 de la LGUC.).
perior, dentro de su ámbito (art. 2.1.3 de Cuando se aprueba el Plan que distri-
la OGUC.). buye el uso por zonas, las construcciones
2º. El uso del suelo. Actualmente la ge- existentes en cierta zona y que contravie-
neralidad del territorio nacional tiene uso nen el uso asignado a ella, se mantienen
regulado (para estos efectos se incluye (se “congelan”, no se destruyen, salvo si
un concepto de uso en el art. 1.1.2 de la se trata de ciertas “industrias” molestas o
OGUC.); pero con normas diferenciadas dañinas); no se pueden aumentar (am-
para el uso en áreas urbanas y rurales. pliar) ni es posible ejecutar nuevas cons-
a) El uso del suelo urbano. Tal como ya trucciones contra el uso asignado (aunque
se insinuó, la regulación del uso del sue- sí está admitido ejecutar obras conserva-
lo urbano se establece en base a la zonifi- tivas y aun introducir mejoras a lo exis-
cación (consignada en el Plan) más una tente). En cuanto a las actividades que en
lista legal taxativa de usos establecidos. esas construcciones se desarrollaban, si
Así, se zonifica (es decir, el territorio contravienen la asignación de uso conte-
comprendido en el Plan es dividido en nida en el Plan, continúan, por el tiem-
zonas, cada una con su nombre) y a cada po permitido según las habilitaciones
zona se asigna un uso (o varios usos) de vigentes (permisos, patentes, autorizacio-
entre los que la norma establece (el nes sanitarias, etc.), pero por influencia
art. 1.1.2 de la OGUC. define lo que se de estos y otros mecanismos administrati-
entiende por zona). vos, se va tendiendo a adecuar el uso es-
De las zonas, hay algunas que más que pecífico al genérico dispuesto (por ej.,
creadas por el hombre (planificador), son no se renueva la patente del local). Y en
“respetadas” por él, por diversas conside- el futuro, respecto de nuevas actividades,
raciones (como las “zonas de protección el predio sólo podrá ser destinado a un
natural”, “protección costera”, en el ob- uso específico dentro del uso genérico
jetivo de preservación de la naturaleza a asignado a la respectiva zona (arts. 57 y
la que recién se hizo referencia; v. supra, sgts. de la LGUC.).
Nº 57 ter). Por cierto, la expropiación contribu-
Los usos establecidos son: residencial; ye a consumar el uso planificado.
equipamiento (que a su vez incluye usos Puede observarse que el denomina-
científico, comercio, culto y cultura, de- do “cambio de uso del suelo” como pre-
porte, educación, esparcimiento, salud, tensión particular e inmediata de un
seguridad, servicios, social); actividades propietario, en el medio urbano no es
productivas; infraestructura; espacio pú- posible. La única posibilidad que un pro-
blico; área verde. pietario tiene de lograr el cambio de uso
El uso residencial se entiende siempre de su predio es esperar a que se produz-
admitido salvo que el respectivo instrumen- ca un cambio en el Plan (por el cual el
to de planificación territorial lo prohíba uso asignado a la zona en la que está su
expresamente (art. 2.1.25 de la OGUC.). predio cambie al uso anhelado).
A una zona se pueden asignar dos o b) El uso del suelo rural. En el ámbito
más usos simultáneamente (por ej., in- rural (fuera del límite urbano) se dispone
dustrial-residencial)(con lo que se am- una regla general: el predio rural tiene
plían al propietario las alternativas como destino genérico el uso rústico, es
específicas). decir, agrícola, ganadero o forestal (dentro
Si dentro del límite urbano hay pre- de ese uso genérico, el propietario decide
dios que por su especial naturaleza y ubi- el uso específico y, por cierto, puede cam-
cación no son edificables “no podrán biar libremente de agrícola a ganadero a
subdividirse y sólo se aceptará en ellos la forestal o viceversa)(art. 55 inc. 1º de la
instalación de actividades transitorias, LGUC. y art. 1º del DL. 3.516).

53
Los bienes

Ese uso genérico puede ser cambia- para la división, y certifica en el plano.
do; como aquí no hay Plan, el cambio no Con la resolución y el plano certificado el
puede referirse sino al que solicite el pro- propietario puede ir de inmediato (sin es-
pietario respecto de su predio (a diferen- perar a enajenar) al Conservador, quien
cia de lo que acontece –como se dijo– en subinscribe la resolución al margen de la
el ámbito urbano). Y ese cambio está re- inscripción de dominio, y resolución y pla-
gulado. El cambio de uso está vinculado a no son agregados al final del Registro de
la construcción. Mientras nada se constru- propiedad; y con copia de esos mismos
ya, no se requiere autorización para cam- instrumentos acude a la DOM. y solicita la
biar el uso (por ej., de estarse desarro- autorización para edificar.
llando una actividad agrícola, ganadera o El cambio es del genérico inicial
forestal, puede cambiarse a la extracción (agrícola, ganadero o forestal), a otro, de
de áridos). Si se pretende edificar es ne- entre los genéricos que se establecen, tam-
cesario obtener la autorización para el bién en lista legal taxativa (art. 55 de la
cambio de uso (y esta autorización es pre- LGUC.): construcciones industriales; equi-
via a la que sigue siendo necesaria: la au- pamiento (con las mismas especificacio-
torización de la DOM. para la respectiva nes del concepto ya designadas respecto
edificación). Se requiere autorización de del suelo urbano); turismo; poblaciones.
la Secretaría Regional Ministerial (Sere- Desde entonces (desde aquel primer
mi) de Agricultura, cumplidos ciertos re- cambio), la autorización para cualquier
quisitos, entre ellos la presentación de un nuevo cambio será de competencia de la
plano (arts. 55 y 56 de la LGUC. y reglas Municipalidad respectiva (es decir, se pro-
de la OGUC.). Con los informes favora- cede como si fuera urbano)(arts. 55 y 56
bles de ciertas otras instituciones, la Sere- de la LGUC según interpretación formu-
mi emite una resolución autorizando el lada por algunos comités institucionales
cambio de uso y certifica esa autorización del área).
en el plano. Con la resolución y el plano Cuando un predio rural obtiene cam-
certificado, el propietario acude a la DOM. bio de uso (por ej., a industrial), en todo
y solicita la autorización para edificar. Hay lo relativo a las normas reguladoras de
sí ciertas obras cuya ejecución no requie- ese nuevo uso queda sometido a la DOM.
re del cambio de uso. Pero eso no significa que cambie su cali-
El cambio de uso puede ser parcial ficación básica; sigue siendo predio rural
(para cierta superficie de un predio); y (porque está ubicado fuera del límite ur-
no se necesita dividirlo (no hay norma que bano) y, por tanto, salvo norma expresa
imponga la división y no se ve fundamen- en contrario, queda sometido al estatuto
to para exigirla). Pero puede pedirse con- de los predios rurales.
juntamente el cambio de uso con la Debe tenerse presente que los planes
división (en lotes no inferiores a 0,5 hec- reguladores (comunales, intercomunales
tárea). Como se verá, en esta situación se y, evidentemente, regionales) pueden ex-
vinculan: cambio de uso, división y edifi- tenderse a sectores de suelo que estén
cación. Aquí conviene formular dos ad- ubicados fuera del límite urbano, asig-
vertencias: a) al ser dividido el predio en nándoles usos determinados, fundamen-
varios lotes, el cambio puede ser parcial, talmente de protección y riesgo y de uso
es decir, el propietario puede mantener el rústico (por ej., “de interés silvoagrope-
uso agrícola, ganadero o forestal para uno cuario”) (arts. 30 y sgts. de la LGUC. y
o más de los lotes; y b) la autorización 2.1.5 y sgts. de la OGUC.). Estimamos
para ambas (cambio de uso y división) es que la circunstancia de que un predio
concedida por una sola autoridad (la Se- ubicado fuera del límite urbano quede
remi de Agricultura). La Seremi expide incluido en un Plan Regulador no lo con-
una sola resolución, que incluye las dos vierte en predio urbano y, por tanto, no
autorizaciones, para el cambio de uso y queda sometido a las normas de éstos;

54
La propiedad y la posesión

sigue siendo rural. Es el límite urbano el su predio para enajenarlo por partes. Y,
que decide calificación y estatuto aplica- tratándose de una comunidad, sea que los
ble; por tanto, en cuanto a su (primer) comuneros han llegado a serlo por suce-
cambio de uso ese predio queda someti- sión por causa de muerte, por disolución
do a las reglas mencionadas para el suelo de una sociedad conyugal, por disolución
rural. de una sociedad civil o comercial, o por-
Por otra parte, dentro del límite ur- que lo adquirieron en común por com-
bano puede haber predios rústicos. Esto pra, donación, etc.
implica afirmar que un predio puede ser En su gran mayoría, las normas regu-
al mismo tiempo urbano y rústico; es ur- ladoras de la división del suelo son las
bano, porque está ubicado dentro del lí- mismas, sea que se trate de división de
mite urbano; y es rústico porque está des- un predio que se tiene en comunidad o
tinado a uso agrícola, ganadero o forestal; de división de un predio de un solo pro-
ya se ha dicho (v. supra, Nº 26) que aquí pietario.
se está en presencia de dos clasificacio- Los términos “división”, “subdivisión”
nes, cada una con su propio factor: rústi- y “loteo” suelen usarse indistintamente
co y no rústico (en base a la función o (en el lenguaje corriente, y aun legal, el
rol); urbano y rural (en base a su ubica- término “loteo” ha conquistado en bue-
ción geográfica respecto del límite urba- na medida la preferencia en las divisio-
no). Como el Plan Regulador asigna uso nes para fin habitacional).
a todo el suelo urbano (y dentro de los La regulación de la división es conce-
usos no está el rústico), entonces, si un bible aun sin planificación pero, donde
predio urbano en el hecho (en la reali- existe, la regulación divisoria es influen-
dad) está destinado a un uso rústico (está ciada por ella; entre nosotros, así aconte-
destinado a una actividad agrícola, gana- ce en el medio urbano; en el rural, la
dera o forestal), como está sometido a regulación de la división está determina-
todas las normas del suelo urbano, mien- da principalmente por la categoría físico-
tras su dueño en nada innove, puede con- ambiental del suelo y por diversos otros
tinuar destinándolo al uso agrícola, gana- factores. En los dos ámbitos surge, como
dero o forestal (y puede efectuar cambios particular punto de controversia, el de la
dentro de las alternativas rústicas: de agrí- superficie mínima permitida.
cola puede cambiarlo a ganadero, etc.); Como ya se ha sugerido, se imponen
pero si quiere edificar, ha de someterse al restricciones diferenciadas según se trate
uso que corresponde a la zona en que de suelo urbano o rural.
está ubicado, conforme al Plan. a) La división del suelo urbano. En el
3º. La división predial. No corresponde suelo urbano las consideraciones se refie-
tratar aquí todo el proceso de partición ren al racional desarrollo de las ciuda-
de la comunidad (que es estudiado en la des, que incluyan apropiados espacios
denominada partición de bienes heredita- para la vivienda, el comercio, la indus-
rios, en el capítulo de la sucesión por cau- tria, el equipamiento, el esparcimiento y
sa de muerte, donde el Código dispone el contacto con la naturaleza.
normas que son de aplicación general a la Desde mucho tiempo en el país se
partición de comunidades de otro origen, han ido dictando normas reguladoras de
sin perjuicio de normas especiales para al- la división predial. Actualmente, se con-
gunas, como las de la partición de ganan- signan en la LGUC., con el complemen-
ciales de la sociedad conyugal). De lo que to de la OGUC. (deben tenerse en cuenta
aquí se trata es de las restricciones que se también: la ley 16.741 sobre Poblaciones
imponen, precisamente, a la división del en situación irregular y el DL. 2.695 so-
suelo, sea que se produzca porque un pre- bre saneamiento de títulos de la peque-
dio se va a distribuir entre sus varios co- ña propiedad, respecto de los cuales se
muneros o que un único titular va a dividir volverá más adelante).

55
Los bienes

En el medio urbano la división está rio que estima que su predio está en esas
vinculada al uso del predio y a una de condiciones solicita la declaración de su-
sus características, su urbanización. Es fá- ficiencia. Si la DOM. así la considera emite
cil percatarse de la justificación de estas una resolución declarando suficiente la
vinculaciones. Al uso, porque el destino urbanización (es conveniente conducir
del predio impone la necesidad de cier- esa resolución al Conservador pidiéndo-
tas superficies que permiten lograr satis- le que de ella tome nota al margen de la
factoriamente la finalidad proyectada. A inscripción de dominio, y la agregue al
la urbanización, porque al aumentar los final del Registro). Declarada suficiente
predios (con menor tamaño) aumentan la urbanización, debe presentarse a la
las posibilidades de mayor densidad po- DOM. una solicitud con un plano (y otras
blacional, con la secuela de dificultades especificaciones (arts. 65 de la LGUC. y
que trae consigo, y entonces la urbaniza- 3.1.2 de la OGUC.). La DOM. emite una
ción contribuye a mejorar la calidad de resolución autorizando la división y certi-
vida que la congestión tiende a deterio- fica en el plano esa circunstancia. Reso-
rar (el concepto de “urbanizar” se obtie- lución y plano son presentados al Con-
ne relacionando los arts. 134 de la LGUC servador de Bienes Raíces; el Conserva-
y 1.1.2 de la OGUC.). dor subinscribe la resolución al margen
Con la constatación de que el uso y de la inscripción de dominio y ambos ins-
la urbanización influyen en la regulación trumentos son agregados al final del Re-
de la división, procede referirse a la su- gistro de Propiedad (arts. 3.4.1 y siguien-
perficie mínima de los lotes producto de tes OGUC.). Ahora (el predio está dividi-
una división. Nuestros textos (como acon- do) el dueño tiene “varios predios” (y
tece en la generalidad de las legislacio- puede enajenar cada uno).
nes en este punto) han optado por evitar –División de predios no urbanizados. Para
la imposición de una superficie mínima subdividirlos es necesario urbanizarlos.
única nacional y se entrega la limitación Aquí es destacable el art. 136 de la LGUC.
a la autoridad local, con la instrucción que impide, con una gran amplitud, la
de mantenerla vinculada a aquellos dos celebración de actos y contratos que cons-
factores. Así, se ha dispuesto que toda tituyen títulos traslaticios de dominio (y
subdivisión debe ajustarse al Plan Regu- aun otros que se les asemejan) sobre par-
lador respectivo (especialmente a su Or- tes de predios, mientras no se cumplan
denanza, art. 71 de la LGUC.). En la las exigencias de urbanización y las auto-
Ordenanza de cada Plan Regulador se fija rizaciones que dispone, sea que la parcia-
la superficie mínima que ha de tener cada lidad enajenativa se refiera a lotes
lote de una división; y esa superficie mí- deslindados o a cuotas del predio (por-
nima es fijada para cada zona de uso es- que, entre otros actos, impide expresa-
tablecido en el Plan. mente la “formación de comunidades”).
Con estos antecedentes, para dividir Para obtener la autorización de divi-
un predio urbano es necesario obtener sión debe presentarse un proyecto de ur-
autorización de la DOM. respectiva (que banización (que incluye, por cierto, un
se materializa en una resolución y una plano). Ahora vemos que, más concreta-
constancia en el plano al que se hará re- mente, la división está vinculada precisa-
ferencia pronto, suscritas por el Director mente al proyecto de urbanización. Y las
de Obras Municipales). características de la urbanización van a
Para obtenerla, las exigencias están depender de las características y cantidad
diferenciadas. de los lotes que se pretende formar, y del
–División de predios urbanizados. Han uso que le corresponda al predio según
de tenerse por predios urbanizados aque- la zona en que esté ubicado (arts. 134 y
llos cuya urbanización sea declarada sufi- sgts. de la LGUC.). En suma, tratándose
ciente por la DOM. Entonces, el propieta- de predios no urbanizados el proyecto

56
La propiedad y la posesión

incluirá, integradamente, la urbanización irregular”, también conocida popularmen-


y el diseño del loteo (como es explicable, te como la ley de “loteos brujos”), que
las actividades no se han concebido sepa- asimismo establece un delito (art. 70).
radamente: primero proyectar y ejecutar Se impide a los Conservadores inscri-
la urbanización y después proyectar y efec- bir toda transferencia o adjudicación de
tuar la división). terrenos sin un certificado de la DOM.
Aprobado el proyecto, se pueden ini- que acredite el cumplimiento de las nor-
ciar las obras de urbanización. Ejecuta- mas sobre urbanización (art. 136 de la
das las obras, la DOM. procede a su LGUC.).
“recepción” y emite dos resoluciones: en b) La división del suelo rural. En el suelo
una recibe las obras (trámite que cumple rural los factores considerados se refie-
la función de controlar la coincidencia ren a la productividad agropecuaria, y es
entre lo proyectado y lo ejecutado); en la tema polémico y complejo el determinar
otra autoriza la división y certifica en el la extensión mínima aceptable bajo la cual
plano esa circunstancia. Resolución y pla- no debiera ser posible subdividir. Se han
no son presentados al Conservador de Bie- llegado a diseñar “unidades” métricas va-
nes Raíces; el Conservador subinscribe la riables, que son aplicadas a las distintas
resolución al margen de la inscripción de regiones de un país según las caracterís-
dominio y ambos instrumentos son agre- ticas productivas de su suelo.
gados al final del Registro de Propiedad El concepto de “minifundio”, exten-
(art. 136 de la LGUC.). Ahora (el predio sión de suelo que, como unidad aislada,
está dividido) el dueño tiene “varios pre- resulta antieconómico explotar, surge en
dios” (y puede enajenar cada uno). el debate como elemento destacable (aun-
Se contempla también la “garantía de que el progreso tecnológico, que amplía
la urbanización”. Es posible obtener au- las posibilidades del cultivo intensivo, ha
torización para enajenar lotes sin que el ido alterando antiguas medidas mínimas
predio esté urbanizado si se garantiza la de rentabilidad).
posterior ejecución de las obras (arts. 129 En Chile, desde muchas décadas se
a 136 de la LGUC.). Es fácil percibir la han ido dictando normas legales que im-
utilidad de esta alternativa, que ayuda al ponen restricción. Actualmente el texto
propietario en el financiamiento de las fundamental es el DL. 3.516. Es posible
obras; por lo mismo, en la práctica es dividir un predio en lotes de hasta media
frecuentemente utilizada. hectárea física como superficie mínima,
Reconociéndose realidades, se han des- norma que puede calificarse de bastante
tinado normas para divisiones que –de he- (y tal vez excesivamente) generosa (art. 1º
cho– se han efectuado en terrenos no del DL. 3.516).
urbanizados, sin cumplir la exigencia pre- El texto legal declara que en lotes
via de urbanizar (y sin garantizar la eje- iguales o superiores a 0,5 hectárea se pue-
cución de las obras)(art. 65, c. de la de dividir “libremente”, pero luego se im-
LGUC.). En definitiva, la LGUC. consta- ponen exigencias formales que conducen
ta la situación y dispone que las obras a concluir que ese adverbio debe ser ma-
deben ejecutarse. Como novedad, agrega tizado (aquella proclamada libertad no
que el “proceso enajenativo” no se podrá es tan absoluta). Se puede dividir libre-
efectuar mientras no se ejecuten las obras. mente en el sentido de que no es necesa-
Deben tenerse presente además dos tex- rio cumplir requisitos substantivos (pedir
tos represores, que inducen poderosamen- autorización, con demostración de causa
te a evitar que la situación se produzca: justificante); siendo los lotes resultantes
el art. 138 de la LGUC., que tipifica un iguales o superiores a 0,5 hectárea no hay
delito para quienes de hecho dividan y discrecionalidad en la autoridad; hay re-
enajenen sin urbanizar; y la ley 16.741 quisitos formales (objetivos), que la auto-
(llamada de “Poblaciones en situación ridad sólo constata como cumplidos; y

57
Los bienes

entonces debe emitir la certificación res- La división de predios (rurales y ur-


pectiva. banos), origina nuevos roles de avalúos
Decidido a dividir su predio, el dueño (para los lotes resultantes), asignados por
debe solicitar al Servicio Agrícola y Gana- el Servicio de Impuestos Internos a peti-
dero (SAG)(o a la DOM. en ciertas espe- ción del propietario.
ciales situaciones) una “certificación” de que Se impide a los Notarios autorizar es-
los lotes formados tienen una superficie crituras públicas de enajenación que no
igual o superior a aquel mínimo, acompa- se ajusten a las exigencias establecidas, y
ñando un plano que grafique los lotes, con a los Conservadores inscribir tales escri-
ciertas características, y varios otros docu- turas (DL. 3.516).
mentos. El SAG (o la DOM. en su caso) 4º. La edificación. Luego de la intensa
emite una resolución certificando aquella regulación precedente, todavía se añaden
circunstancia y hace otro tanto en el pla- restricciones al dominio en la actividad
no. Resolución y plano son presentados al constructiva (las justificaciones son, en
Conservador de Bienes Raíces; el Conser- general, las mismas que se han venido
vador subinscribe la resolución al margen mencionando para las actividades prece-
de la inscripción de dominio y ambos ins- dentes).
trumentos son agregados al final del Regis- Toda edificación, urbana o rural, debe
tro de Propiedad (mientras no se presente ser autorizada por la DOM. respectiva (tí-
al Conservador, en el Registro el predio tulo III de la LGUC. y OGUC.); y requie-
sigue como uno solo). Ahora (el predio re siempre de urbanización, sea el predio
está dividido) el dueño tiene “varios pre- urbano o rural (sólo que varían las exi-
dios” (y puede enajenar cada uno). gencias) (art. 116 de la LGUC. y OGUC.).
El texto dispone que cada lote está La DOM. fija las características de la
sujeto a la prohibición de cambiar su des- urbanización requerida según la edifica-
tino (art. 1º del DL. 3.516) (porque un ción de que se trate. Tratándose de pre-
“cambio de uso” debe ser solicitado y au- dios rústicos, cuando hay cambio de uso
torizado, como ya se dijo) (arts. 55 y 56 de suelo, como ahí se presenta un ante-
de la LGUC). Al tiempo de transferirse proyecto de construcción y la división es
cada lote, deben presentarse al Notario autorizada por la Seremi de Agricultura,
copias de aquellos mismos instrumentos; esa resolución fija las condiciones míni-
y en la escritura debe expresarse la pro- mas de urbanización que la DOM. más
hibición (que en todo caso es legal), bajo tarde sólo detalla.
consecuencia de nulidad absoluta (art. 1º Dispuesto a edificar, el propietario
del DL. 3.516). pide a la DOM. que emita un “certifica-
Nótese que los predios que durante do de informaciones previas” (art. 116
el imperio del texto actual nunca se han de la LGUC.). Con tal información, pide
dividido, si bien igualmente no pueden a la DOM. un “permiso de construcción”,
cambiar de uso salvo que lo pidan y ob- adjuntando los antecedentes propios del
tengan (como ya se dijo), no tienen sin anteproyecto de que se trate. La DOM.
embargo la prohibición (legal) expresa tiene un plazo de 30 días para pronun-
y, por lo mismo, ninguna en sus títulos ciarse. Concedido el permiso puede ini-
(salvo que el dueño la hubiere pactado ciarse la edificación. Deberá ajustarse a
con alguien). Desde la dictación del DL. los planos, especificaciones y demás an-
3.516 el predio que se divide recibe la tecedentes aprobados por la DOM. en
mencionada prohibición (legal) expresa el permiso (toda modificación debe ser
(y que además queda estampada en la autorizada). Ejecutadas las obras, la
escritura con que se inicia la enajenación). DOM. procede a su “recepción”, y si las
En ciertas circunstancias está permiti- estima ajustadas al proyecto aprobado,
da la división en lotes de superficie infe- emite el “certificado de recepción muni-
rior a 0,5 hectárea. cipal” (arts. 142 de la LGUC. y 3.4.1. de

58
La propiedad y la posesión

la OGUC.)(si se trata de copropiedad nómico) que corresponde a las varias cla-


inmobiliaria, se debe obtener además el ses de bienes.
certificado que acoge el inmueble a ese En un comienzo, esas normas dife-
régimen y señala las unidades enajena- renciadas eran escasas y no alcanzaban a
bles dentro del condominio, conforme constituir un estatuto relativamente com-
al art. 10 de la ley 19.537 sobre copro- pleto. Entonces, la propiedad continua-
piedad inmobiliaria). ba una sola, con algunas reglas especiales
Además, se disponen normas para: zo- para cuando el objeto del dominio era
nas de remodelación; zonas de construc- una habitación, un predio rústico, una
ción obligatoria; demolición de obras mina, el producto del talento, etc. Pero
ejecutadas en contravención a la normati- con el tiempo fueron aumentando tales
va vigente; terminación de construcciones disposiciones especiales, al punto de lle-
inconclusas; y reparación de construccio- gar a constituir un verdadero estatuto par-
nes mal conservadas (arts. 72 y sgts. y 148 ticular, regulador de todos los aspectos
y sgts. de la LGUC.). fundamentales de la materia, rigiendo las
En la obtención de las diversas auto- normas comunes tan sólo de manera su-
rizaciones mencionadas y en la aplicación pletoria. Paralelamente, la actividad doc-
de sanciones por supuestas infracciones, trinaria desarrolla principios y sistematiza
suelen presentarse dificultades (especial- normas, y luego comienza a hacer refe-
mente de interpretación de textos y de rencia a una nueva “forma de propiedad”;
calificación de obras ya ejecutadas o que se han ido configurando así las denomi-
se pretende acometer) que en ocasiones nadas propiedad agraria, minera, intelec-
han motivado recursos de protección. tual, etc.
Finalmente, téngase en cuenta que las Como estas distintas formas de pro-
normas reguladoras de estas actividades piedad se van delineando paulatinamen-
(planificación, uso, división y edificación), te, son pocas las características comunes
están influenciadas directamente por la que pueden detectarse, ya que no todas
realidad económica y demográfica; como se encuentran en un mismo estado de
ésta va cambiando, aquéllas tienen una desenvolvimiento normativo, doctrinario
limitada permanencia; cada cierto tiem- y jurisprudencial. Puede sí afirmarse que,
po han de irse modificando (v. además, estando los nuevos estatutos motivados,
supra, Nº 26). fundamentalmente, por la particular na-
En cuanto al subsuelo, se tratará pron- turaleza y función del objeto regulado, esos
to (v. infra, Nº 63). criterios deben considerarse también
como un elemento importante en la in-
58. Las llamadas formas de propiedad. terpretación e integración de los preceptos
La concepción tradicional del dominio se legales y de las negociaciones que sobre
ha caracterizado no sólo por imponer es- la materia pacten los particulares.
casas restricciones a la propiedad, sino tam-
bién por ostentar una regulación uniforme, 59. Caracteres. Desde mucho tiempo
con normas aplicables a la generalidad de la doctrina tiene asignados al derecho de
los bienes, cualquiera que sea su naturale- dominio estos caracteres: real, absoluto,
za, abundancia o calidad. exclusivo y perpetuo. Pero, como se verá,
La insistencia en el beneficio común deben ser matizados.
ha ido quedando reflejada en la legisla- a) Real. Es el derecho real por exce-
ción y fueron apareciendo preceptos le- lencia; empleando los términos del Códi-
gales modificatorios a las reglas comunes go, se ejerce sobre una cosa sin respecto
que justamente iban destinados a una de- de determinada persona (arts. 577 y 582;
terminada categoría de bienes. Las dife- v. supra, Nº 17).
rencias derivan, precisamente, de la b) Absoluto. Confiere al titular la posi-
distinta función o rol (principalmente eco- bilidad de ejercitar sobre el objeto las más

59
Los bienes

amplias facultades, de manera soberana, de la exclusividad del dominio (arts. 842


ilimitada e independiente. Siguiendo las y 844; v. también arts. 876, 878, 942) (para
codificaciones de la época, el Código es- la trascendencia fundamental que la ex-
tablece este carácter absoluto expresan- clusividad tiene en la noción misma de
do que su derecho lo ejercita “arbitraria- propiedad, v. supra, Nº 14, final, nota).
mente” (v. supra, Nº 52). Una importante forma de concreción
Esta es la característica que ha sido de esta característica es la llamada facul-
principalmente alterada en los términos tad de excluir; consiste en el poder o pre-
que se han reseñado, introduciéndosele rrogativa que tiene el dueño de impedir
restricciones de variada naturaleza y mag- a los demás el uso o goce o disposición
nitud, a través de la genérica y ya referi- de la cosa de que es propietario. Como
da expresión “función social”. Pero nues- puede verse, esta es una forma ostensible
tro texto soporta esta masiva incursión de hacer valer el dominio en la vida dia-
casi sin resentirse porque a aquella arbi- ria; fundado en la sola situación de ser
trariedad añadió de inmediato dos fron- dueño, puede impedir que cualquier otra
teras (la ley y el derecho ajeno) cuyas persona penetre en el objeto, se instale
naturales movilidades dejan a ese arbi- en él, lo gobierne (o tan sólo lo toque,
trio en un estado muy susceptible de ser con su cuerpo o con un objeto conduci-
modelado, con lo que el concepto del do por él; sólo que en la realidad las in-
dominio queda bastante flexible; y, por vasiones mínimas, a veces producto del
lo mismo, dejan adaptable la fórmula em- congestionamiento humano, deben ser
pleada para definirlo y, entonces, con bas- calificadas con prudencia). Por cierto,
tante capacidad de sobrevivencia (v. su- comprende intromisiones jurídicas y ma-
pra, Nº 52). teriales, pero es en éstas en donde con-
Considerando esas restricciones ya in- viene tenerla presente en cuanto terce-
tegradas al concepto de propiedad, suele ros pueden vincularse a la cosa ajena, por
reemplazarse el nombre de esta caracte- descuido o aun porque pretenden que es
rística por el de “generalidad” del domi- admisible por la circunstancia de que no
nio, en cuanto el propietario puede ob- la están dañando.
tener toda utilidad o provecho que la cosa Deben destacarse importantes excep-
puede proporcionar sin necesidad de tex- ciones, que desde mucho tiempo se han
to o autorización especial, salvo las res- venido elaborando:
tricciones legales y las limitaciones deri- 1º. El derecho de uso inocuo. Es el que
vadas de otros derechos reales sobre la se tiene en la cosa de otro para obtener
misma cosa; y se le agrega que es un de- un provecho sin causar al dueño perjui-
recho “independiente”, en cuanto no pre- cio alguno o causándolo en medida in-
supone la existencia de otro derecho real. significante (para una actividad específi-
Estos rasgos destacan al contrastar el do- ca, v. el art. 620). Hay Códigos que lo
minio con otros derechos reales que ca- establecen expresamente. En todo caso,
recen de aquella generalidad, otorgan su ejercicio requiere de específico con-
sólo algunas facultades especiales (como trol y prudencia.
la de uso, o las de uso y goce), y son, 2º. El derecho de acceso forzoso (o coacti-
además, dependientes, pues presuponen vo). Es el que se le reconoce al dueño o
la existencia de un dominio radicado en administrador de una cosa para entrar,
otro sujeto. transitoriamente, a una propiedad ajena,
c) Exclusivo: Se radica en un solo titu- a ejecutar algún acto relativo a la utiliza-
lar, y no puede haber dos o más propie- ción de aquel objeto (por ej., para reco-
tarios, independientes uno del otro, so- ger frutos caídos en un predio vecino,
bre una misma cosa con iguales poderes para reparar un muro, etc.). En Chile hay
sobre ella. Las actividades de demarca- textos aislados a este respecto (por ej.,
ción y cerramiento son manifestaciones arts. 620 y 943 del CC.).

60
La propiedad y la posesión

3º. El principio del mal menor. En su intrínseca que, como germen interno,
virtud, cualquier persona puede aprove- puede llegar a provocar su extinción; en
charse de una cosa ajena para salvar una tanto, se reservan para ser tratadas como
cosa o un bien jurídico de mayor valor causales de extinción del dominio, las va-
que el daño que pueda causar, ante un rias circunstancias que, como agentes ex-
peligro inminente (v. un ejemplo en el ternos, lo extinguen. El dominio es revo-
art. 36 inc. final de la ley de copropiedad cable cuando se asume su eventual
inmobiliaria). extinción y, por lo mismo, que carece de
Estas proposiciones se vinculan estre- su vocación de perpetuidad. Las otras cau-
chamente a la noción de función social sales lo destruyen no obstante aquella vo-
del dominio; en definitiva, constituyen al- cación de perpetuidad; naturalmente per-
gunas aplicaciones concretas y, por cier- petuo (tenido por perpetuo), sin embargo
to, contribuyen a conferir la verdadera lo extinguen. Entre nosotros, la situación
dimensión del derecho de propiedad. Por más típica de dominio revocable es la
otra parte, en su funcionamiento prácti- propiedad fiduciaria (art. 733; se verá más
co requieren de criterio prudente y fir- adelante); en la expropiación es conoci-
me control. da la llamada “retrocesión”, que también
d) Perpetuo. Significa que el dominio implica una eventual excepción a esta ca-
sobre una cosa persiste mientras subsiste racterística del dominio (este carácter evo-
la cosa. No se extingue por el solo trans- ca la sucesión por causa de muerte, que
curso del tiempo o por el no ejercicio del se presenta como un medio para en cier-
derecho; por lo mismo, se tiene conclui- to modo extender, si es posible, la perpe-
do que su acción protectora, la reivindica- tuidad del dominio más allá de la vida
toria, no se extingue por el solo transcur- del titular).
so del tiempo. Mediante tiempo pueden e) Abstracción y elasticidad: En la doc-
perderse cuando un tercero posee la cosa trina moderna se han ido planteando es-
y llega a ganarla por prescripción (adqui- tas dos características del dominio, que
sitiva), teniendo lugar lo dispuesto en el explican mejor diversas situaciones con-
art. 2517: “Toda acción por la cual se re- cretas. Es abstracto en el sentido de que
clama un derecho se extingue por la pres- el poder del titular es independiente de
cripción adquisitiva del mismo derecho”. (está sobre) las facultades que integran
Debe tenerse presente, además, lo dispues- su contenido; de ahí que, aunque una
to en la Constitución (art. 19, Nº 24, inc. facultad, incluso esencial, se (aparente-
3º, que permite la privación del dominio mente) extraiga, el dominio permanece
sólo mediante expropiación, con la res- sin desnaturalizarse. Incluso, se ha esti-
pectiva indemnización)(v. también los pá- mado que la facultad queda potencial-
rrafos sobre: extinción del dominio, infra, mente dentro del derecho, más bien está
Nº 65 bis, y prescripción de la acción rei- inhibida y es sólo el ejercicio de la facul-
vindicatoria, con una discusión, infra, tad lo que ha pasado a otro o, sin pasar a
Nº 268). otro, el titular queda inhibido (así ocu-
Los ordenamientos jurídicos suelen rre, respectivamente, en el usufructo y
contemplar situaciones de dominio sin en la convención de no enajenar). Rela-
perpetuidad o, al menos, sin perpetuidad cionada con esa característica está la otra,
cierta; dicha esta última posibilidad en la elasticidad; a partir de su básica voca-
sentido inverso, con eventual terminación, ción de plenitud, el poder tiene la virtud
que implica un dominio temporal. Se trata de contraerse y expandirse; al concurrir
de un dominio revocable. Conviene dis- otros derechos reales de inferior jerar-
tinguir la revocación de otro género de quía, se contrae, para expandirse (auto-
causales de extinción del dominio (que máticamente) en cuanto cesa ese derecho
se verán más adelante, infra, Nº 65 bis). que lo comprimía; este carácter explica
La revocación se produce por una causal la situación que se produce, por ej., en el

61
Los bienes

usufructo: cuando el usufructo se extin- los productos de los frutos. Estos últimos
gue, el dominio se expande de inmedia- son los que la cosa da periódicamente,
to, recupera su plenitud, sin necesidad ayudada o no de la industria humana y
de un nuevo acto (restitutorio). sin detrimento de la cosa fructuaria; el
producto carece de periodicidad y dismi-
60. Atributos (o facultades). Uso, goce nuye la cosa (es claro, por lo mismo, el
(el entorno), disposición (las zonas fron- art. 537).
terizas). Esa concepción del dominio Con lo anterior no resulta justificado
como suma de prerrogativas individuali- recurrir a la accesión –como lo hace el
zables, asigna al propietario estas tres Código (arts. 643 y sgts.)– para conferir
facultades (llamadas también “atributos”) al propietario de una cosa los frutos y
fundamentales: uso, goce y disposición del productos de ella; pertenecen al dueño
objeto de su dominio. Para efectos cons- por la mencionada facultad de goce (v.
titucionales, pueden ser consideradas infra, Nos 81 y sgts.; v. además, el usufruc-
“esenciales”; y estimamos que (para los to, infra, Nº 228 y sgts.).
mismos efectos) a ellas ha de agregarse: Incluida en esta facultad, en las últi-
la reivindicabilidad, la facultad de admi- mas décadas se ha desenvuelto la caracte-
nistración y el que formalmente es el más rística del entorno.
notorio y tipificante de sus caracteres, la Ante el intenso desenvolvimiento de
exclusividad (v., para esta última, supra, la protección ambiental, junto al estímu-
Nº 14, final, nota; y, para el contenido lo de situaciones concretas, se postula que
esencial en general, v. Nº 57 bis). las características ambientales que rodean
a) La facultad de uso (jus utendi) signi- al objeto (señaladamente al inmueble)
fica que el propietario puede utilizar o integran también el derecho de dominio
servirse de la cosa. El Código (como su y quedan, por tanto, también protegidas,
modelo francés), no menciona separada- como los atributos.
mente este atributo, lo que ha conduci- 1º. Estimamos que no alcanza a erigir-
do a entender que lo incluye en la se en un atributo del derecho; si se llega
facultad de goce. Así aparece también en a calificar de atributo, por regla general
las definiciones de usufructo (art. 764) y no ha de considerarse esencial; se trata
arrendamiento (art. 1915), en que la fa- más bien de características del objeto que,
cultad de uso es evidente; con más evi- en consecuencia, quedan cubiertas por la
dencia aún aparece en la definición del protección que a él se le prodigan.
derecho real de uso (art. 811). La refiere 2º. Entonces, al igual que las partes
especialmente, sí, en otras disposiciones integrantes de la cosa sobre la que recae
(por ej., en los arts. 575, 1946, 1916, 2174, el derecho, ese entorno en principio que-
2220). Pero es claro que se trata de dos da intangible ante intentos de alteracio-
facultades distintas (aunque en la reali- nes por la autoridad o por terceros.
dad es difícil que el goce concurra sin el Decimos “en principio” porque, al igual
uso); y hay preceptos que se refieren a que el objeto propiamente, puede ser al-
ambas separadamente (arts. 592, 595, 598, terado en ciertas circunstancias y con de-
602). Por otra parte, si la cosa se extin- terminadas exigencias; esas características
gue por el primer uso (objetivamente, de entorno no podrían quedar más prote-
como un alimento, o para el titular, como gidas que la cosa misma. Además, esa in-
el dinero) el uso pasa a convertirse en tangibilidad debe evaluarse frente a otros
consumo. factores y, sobre todo, debe cotejarse con
b) La facultad de goce (jus fruendi) sig- las necesidades de modificación física del
nifica que el dueño puede beneficiarse entorno motivadas por interés de la co-
con los frutos y productos de la cosa. No munidad (que se incluyen en la función
obstante que el art. 643 los llama produc- social del dominio); de no ser así, la in-
tos, la doctrina siempre ha distinguido tangibilidad absoluta del entorno, debido

62
La propiedad y la posesión

a que es parte del dominio privado, trae- c) La facultad de abuso o disposición (jus
ría consigo la –insostenible– paralización abutendi) deriva de su carácter absoluto.
(o congelamiento) general del ambiente Significa que el dueño puede disponer
del país y, eventualmente, del planeta, al de la cosa según su voluntad y arbitraria-
menos en las zonas en que está distribui- mente. Pero las limitaciones de la ley y
do en propiedad privada. Debe conside- del derecho ajeno surgen aquí en toda
rarse asimismo el derecho de los demás su fuerza y controversia, como ya se ha
propietarios privados cuyos respectivos de- referido.
rechos de dominio deben ser también res- En esta facultad de disposición pue-
petados. Entonces, las dificultades se den distinguirse dos categorías:
conectan con las “relaciones de vecindad” – El dueño puede disponer material-
(v. infra, Nº 64). mente de la cosa, modificándola, destru-
3º. Como resultado de la evaluación yéndola. Pero deben tenerse presente las
comparativa podrá concluirse si ese en- limitaciones contenidas en la legislación
torno merece ser protegido o debe ren- protectora de obras de arte y monumen-
dirse a la alteración. tos históricos, y de la naturaleza (ya men-
Para esos efectos, pueden conside- cionadas en supra, Nº 57 bis); también
rarse los siguientes elementos de juicio: leyes económicas impiden una destruc-
a) No todas las características del entor- ción caprichosa de artículos de consumo
no han de quedar protegidas. Nótese que esencial (por ej., alimentos).
se pretende que quedan incluidas en el – El dueño puede disponer jurídica-
atributo del goce o disfrute; luego, ha de mente de la cosa, celebrando negociacio-
tratarse de características positivas, bene- nes con terceros respecto de ella: dándola
ficiosas para el predio. Y esta calificación, en arriendo, comodato, gravándola con
efectuada por el tribunal, debe resultar prendas, hipotecas u otras cargas y, en
de una apreciación objetiva, en lugar de fin, transfiriéndola (v. además, lo dicho
obedecer a la pretensión proveniente del sobre la disposición mortis causa al tratar
propietario (que frecuentemente estará el carácter perpetuo del dominio en
impulsado a la intangibilidad por varia- Nº 59, y lo que se dirá sobre la extinción
das motivaciones y no sólo por un objeti- del dominio, especialmente sobre el aban-
vo beneficio). En estas condiciones, dono, en infra, Nº 65 bis).
quedarían fuera de la protección las ca- Las zonas fronterizas. Es frecuente en
racterísticas objetivamente perjudiciales y las legislaciones la imposición de restric-
aun las inocuas. b) Por otra parte, para ciones para la negociación inmobiliaria
concluir si la alteración de la que se está en las denominadas zonas fronterizas y,
quejando un propietario merece o no pro- específicamente, para conferir derechos
tección, debe confrontarse también con reales o personales (disponer, en un sen-
la situación del resto de los vecinos, por- tido amplio), a extranjeros o, al menos, a
que pudiere ocurrir que cierta caracterís- nacionales de países limítrofes y a los Es-
tica del entorno, que para el quejoso es tados limítrofes mismos. Entre nosotros
beneficiosa, para ellos es perjudicial. En hay varias importantes (y se agregan al-
tales situaciones, la relatividad de los de- gunas para zonas costeras). Por cierto,
rechos y los principios y reglas sobre las son dictadas por razones de seguridad na-
relaciones de vecindad deben también ser cional (v. el art. 57 del CC.).
considerados. c) Por último, debe asimis-
mo averiguarse si, al adquirirse el objeto, 61. Estipulación limitativa de la facul-
tenía ya incorporada, legítima y definiti- tad de disposición. Es la convención por
vamente, la característica que ahora se la que el propietario de un objeto se obli-
altera. ga a no disponer de él. Recordando las
Entre nosotros hay algunos preceden- categorías de disposición, teóricamente
tes jurisprudenciales. puede referirse a no disponer material o

63
Los bienes

jurídicamente. La estipulación de no dis- el Reglamento del Registro Conservato-


poner materialmente no presenta mayor rio permite precisamente inscribir, en el
dificultad y, al menos entre nosotros, no Registro correspondiente, “todo impedi-
es frecuente. La de no disponer jurídica- mento o prohibición referente a inmue-
mente, no enajenar, es más aplicada y pre- bles, sea convencional, legal o judicial, que
senta conflicto. embarace o limite de cualquier modo el
La doctrina ha mantenido discusión libre ejercicio del derecho de enajenar”
acerca de la validez de esta estipulación. (art. 53, Nº 3).
En síntesis, los planteamientos antagóni- b) En contra, han sido rechazadas, es-
cos son los siguientes. Por una parte, se timándoselas nulas, porque: 1º. Atentarían
estima que la facultad de disposición en en contra de la libre circulación de la ri-
último término garantiza la libre circula- queza. Esta libre circulación y, por consi-
ción de la riqueza y la libertad de comer- guiente, la proscripción de trabas propias
cio, de modo que el establecimiento de de la época feudal, establecida en dife-
trabas a la disposición podría significar rentes disposiciones del Código y en el
una alteración substancial al sistema eco- Mensaje, es uno de los principios funda-
nómico, que podría adquirir caracteres mentales del ordenamiento jurídico y pue-
verdaderamente feudales; así, hay un in- de tenerse como una norma de orden pú-
terés público comprometido en mante- blico. 2º. Si en determinadas situaciones
ner en los propietarios la libertad de las cláusulas de no enajenar están expre-
disponer de los objetos de su dominio. samente permitidas, de allí se desprende
En contra, se opta por la libertad de los que generalmente no se tienen por váli-
particulares de contratar los convenios das. 3º. El art. 1810, dando a entender tam-
que estimen y, entre ellos, la de limitar la bién que sólo la ley puede prohibir enaje-
mencionada facultad dispositiva. nar, dispone que pueden venderse todas
En el Derecho chileno, en algunas las cosas cuya enajenación no esté prohi-
materias específicas se prohíbe la estipu- bida por ley. 4º. En cuanto a la disposición
lación de no enajenar (arts. 1126, 1964, del art. 53 del Regl. (citado), como se tra-
2031, 2415) y en otras se permite ta de una norma reglamentaria no puede
(arts. 751, 793, 1432). Y no existe una nor- dársele eficacia en lo que no se acomode
ma que en términos expresos y generales a la ley y, rechazándose estas cláusulas por
se pronuncie al respecto, circunstancia la ley (el Código), el Reglamento no po-
que posibilita también aquí la discusión dría establecerlas (pero se ha sostenido
para las materias restantes. En síntesis, el que habiéndose dictado el Reglamento en
problema se ha debatido en los siguien- virtud de una disposición del Código, el
tes términos. art. 695 tendría fuerza de ley). En esta po-
a) Se ha sostenido la validez de estas sición, las convenciones de no enajenar
estipulaciones, con los siguientes funda- adolecerían de nulidad absoluta por falta
mentos: 1º. No hay una prohibición ex- o ilicitud del objeto (arts. 10, 1461, 1466 y
presa general de estos pactos, y es 1682).
principio generalmente aceptado el que c) Finalmente, ha sido aceptada la va-
en Derecho privado se puede efectuar lidez en términos relativos; si se estable-
todo lo que no está expresamente prohi- cen por un tiempo no prolongado y existe
bido por la ley. 2º. Hay ocasiones en que una justificación. Se aduce para este efecto
la ley prohíbe expresamente esta cláusu- la norma del art. 1126 a contrario sensu (a
la, de donde se desprende que por lo la que se confiere una aplicación gene-
general es posible convenirla. 3º. Si el pro- ral).
pietario puede desprenderse del uso, goce Esta última parece ser la solución más
y disposición, caso en el que enajena la aceptable. Con ella quedaría desvirtuado
cosa, más bien podría desprenderse de el argumento del atentado al principio
sólo esta última facultad. 4º. Por último, de la libre circulación de los bienes que,

64
La propiedad y la posesión

por su naturaleza general (y no de un sas corporales, resulta necesario formu-


mero particularismo dispositivo), parecie- lar algunos alcances sobre los límites has-
ra ser la razón más contundente para ne- ta los que se extiende físicamente la
gar validez a estos pactos. En esta misma propiedad.
dirección, la jurisprudencia tiende a acep- Tratándose de bienes muebles, los
tar la validez de la estipulación por tiem- contornos materiales de la cosa constitu-
po determinado y prudente, y con justifi- yen su límite. La dificultad la ofrecen los
cado motivo. En alguna ocasión también fluidos (como el agua y otros líquidos,
se ha rechazado. los gases), en cuanto se necesita proce-
En cuanto al contenido de la estipula- der a su individualización como cosa, con
ción, impone una obligación de no hacer el auxilio de elementos externos, como
(no celebrar acto enajenativo). Supuesta un recipiente en que se contengan o una
su validez, si el deudor la infringe, es de- medida técnica (como el “gasto” respec-
cir, enajena el bien de que se trata, sería to del agua). Individualizados así estos
aplicable el art. 1555 (en lo concerniente bienes, allí quedarán igualmente estable-
a la inscripción de la prohibición cuando cidos los límites de su dominio.
recae sobre inmuebles y los efectos de esa Es en los inmuebles donde hacen fal-
inscripción, v. infra, Nº 128, final). ta mayores precisiones.
En el plano horizontal, los deslindes es-
62. Algunas clasificaciones tablecen la extensión de cada propiedad;
– En base a su titularidad, la propie- y si ellos no están claros, se recurre a la
dad puede ser individual, asociativa o co- operación de “demarcación”, la que se pue-
lectiva, según el propietario sea un de complementar con la de “cerramien-
particular, un grupo de individuos (for- to” (arts. 842 y sgts., que se tratarán en el
mando generalmente una persona jurí- capítulo de las servidumbres; las dificulta-
dica, como es el caso de las cooperativas) des que suelen surgir en la individualiza-
o el Estado. ción de los predios serán consideradas al
– Desde el punto de vista de la natu- tratar la acción reivindicatoria, infra,
raleza del objeto sobre el que el dominio Nº 264; v. también lo dicho en Nº 25).
recae, puede ser propiedad civil o común, En el plano vertical se plantean dificul-
agraria, urbana, intelectual, minera, ho- tades, que se traducen en la extensión
rizontal, etc. del dominio hacia el subsuelo y hacia el
– En cuanto a la integridad de facul- espacio (o “vuelo”).
tades del derecho de propiedad, puede Es conocido el antiguo postulado:
haber propiedad plena o nuda. La prime- “por arriba hasta el cielo, por abajo hasta
ra está provista de los atributos ya men- el infierno”. Con esta concepción no ha-
cionados de uso, goce y disposición; la bría límites en este plano vertical hacia
segunda contiene sólo el derecho de dis- el espacio, y hacia el subsuelo llegaría has-
posición jurídica del objeto en el que re- ta el centro de la Tierra (las líneas y pla-
cae, perteneciendo a otro las facultades nos serían convergentes hasta el centro,
de uso y goce, configurándose en éste un formando una pirámide invertida o una
derecho de usufructo (art. 582, inc. 2º). figura geométrica semejante).
– En cuanto a su duración, se distin- El otro extremo significa la inocupa-
gue entre propiedad absoluta, que no está bilidad de estos elementos, limitando al
sometida a duración o término, y fiducia- propietario a ejercer su derecho sola-
ria, que está sometida al evento de tras- mente en la superficie del inmueble (ac-
pasarse a otro si se cumple una condición titud que prácticamente impide o, al
(art. 733). menos, restringe excesivamente la utili-
zación de los inmuebles).
63. Extensión material. El subsuelo. Por la fuerza de la realidad (en cuan-
Para cuando el dominio recae sobre co- to el efectivo ejercicio del dominio impli-

65
Los bienes

ca la necesidad de emplear espacio y sub- pietario de la extensión de tierra corres-


suelo cercanos a la superficie) y el avan- pondiente; pero hay disposiciones que así
ce de las restricciones al derecho de lo dan a entender, como los arts. 931 y
dominio, se ha ido imponiendo, en la 942; con ellas, interpretadas a la luz del
doctrina y en las legislaciones, la posición postulado antes mencionado (y admitien-
intermedia y que se nos presenta como do que es controvertible), bien puede
más razonable, fundada en la noción de concluirse que le pertenece (el espacio,
utilidad. El propietario del inmueble ex- no el aire), en la medida de la utilidad
tiende su derecho al espacio que cubre que puede obtener; en todo caso, con
el inmueble y al subsuelo, en la medida limitaciones que se imponen en las nor-
en que el interés y provecho del ejercicio mas urbanísticas y sobre aeronavegación
de su dominio lo justifica; y quedando (v. supra, Nº 48, 4º). En cuanto al subsue-
siempre a salvo las limitaciones en el in- lo, igualmente, no hay disposición expre-
terés común. Este planteamiento (atribui- sa que lo atribuya (en dominio) al
do a Ihering) es seguido en muchos propietario. El art. 942 lo da por supues-
Códigos del siglo XX. Generalmente, es- to; por lo demás, resulta indiscutible en
tos textos atribuyen al dueño del suelo la alguna medida, si se considera que para
facultad de utilizar el espacio y el subsue- poder ejercitar su dominio el propietario
lo, aun con el derecho a excluir la intro- necesita siempre de la parte inmedia-
misión de terceros, en la medida en que tamente inferior a la superficie (para cul-
demuestre interés o provecho (salvo el tivos, cimientos de construcción, etc.).
uso inocuo) manifestando, expresamen- Asimismo, interpretado el texto con la
te o a contrario sensu, que más allá no concepción del interés o provecho, pue-
puede impedir la utilización por extra- de concluirse que el subsuelo pertenece
ños (también generalmente dejan a salvo al propietario, en la medida en que ten-
la regulación especial de las aguas y las ga un interés o le reporte una utilidad.
minas); pero habitualmente no se pro- Las legislaciones minera y de aguas dis-
nuncian sobre la titularidad de esas zo- ponen limitaciones en este punto (v. tam-
nas (en definitiva quién es el dueño); ni bién los arts. 625 y sgts. del CC. sobre
de las de utilización atribuida al dueño tesoros). Más allá, en la profundidad, ya
ni de las ubicadas más allá. El referido no tiene dominio, aunque puede él utili-
postulado parece aceptable para atribuir zarlo, pero sin impedir el uso de otros; y
(en la zona donde se demuestre interés) en cuanto a la titularidad de esa zona,
no sólo la utilización exclusiva y exclu- también las alternativas son: o es res nu-
yente (salvo el uso inocuo), sino también llius o, como parece más aceptable, es
el dominio, aunque se observa más vigo- del Estado (con el art. 590 y el concepto
roso para el subsuelo (en todo caso, tra- de soberanía).
tándose del vuelo nos referimos al espacio, Las necesidades de la vida actual, con-
no al aire). Más allá, hacia la profundi- cretamente las derivadas del congestiona-
dad y el espacio sobre la zona utilizable miento urbano, que incitan al aprovecha-
por el dueño surgen: primero, las alter- miento de los espacios dentro de las
nativas de res nullius o de propiedad del ciudades, han conferido notable importan-
Estado (con el concepto de soberanía); cia al subsuelo, que ofrece atrayentes posi-
y, luego, en zonas aún más lejanas de la bilidades para diversos usos, especialmen-
superficie, la noción de cosa común a te en estacionamientos de vehículos, líneas
todos los hombres (y su examen integra de comunicación, vías de transporte (de
otras disciplinas, como el Derecho aéreo personas mediante trenes, de energías me-
y del espacio). diante ductos). Existen algunas normas re-
En el Derecho chileno, en cuanto al guladoras, pero se hace necesario un cuer-
espacio atmosférico no hay disposición ex- po legal más completo y preferentemente
presa sobre su dominio en favor del pro- sistematizado, que oriente las futuras in-

66
La propiedad y la posesión

versiones en obras subterráneas (si se pre- meraciones ciudadanas. Por cierto, la cre-
tende estimularlas). Asimismo, en los pla- ciente aplicación de la propiedad hori-
nes reguladores (especialmente en los co- zontal contribuye a la aparición de
munales), ha de incluirse el tratamiento desasosiegos vecinales (y cobra mayor
del subsuelo. Y en esa regulación tendrá efectividad la sentencia “no tendrás paz
que distinguirse entre el subsuelo de in- si tu vecino no lo quiere”).
muebles que son bienes públicos (nacio- Para regular la materia en la genera-
nales de uso público y fiscales) y el de lidad de las legislaciones se contienen nor-
inmuebles que son bienes de dominio pri- mas diseminadas a través de todo el
vado. En todo caso, congruente con lo ya ordenamiento jurídico, y habitualmente
manifestado sobre la utilidad, tratándose no se destina un cuerpo orgánico al efec-
de obras (como aquellas recién mencio- to. Desde luego, es el derecho de propie-
nadas) que se ejecutan a gran profundi- dad el centro de estas relaciones y, por
dad, no parece necesario obtener la auto- tanto, deben buscarse en primer lugar
rización de los titulares del suelo ni las reglas del dominio, que (como se ha
imponer expropiación. dicho) están contenidas, a su vez, en mu-
chos cuerpos legales, pero básicamente
64. Las relaciones de vecindad. El uso en la Constitución y en el respectivo Có-
y goce de la propiedad, principalmente digo Civil.
territorial, diariamente da lugar a varia- Entre nosotros, de la Constitución
das relaciones entre propietarios, vecinos puede señalarse, fundamentalmente, la in-
o cercanos. Estas “relaciones” pueden violabilidad de la propiedad privada
mantenerse en términos de armonía y, (art. 19 Nº 24) y el derecho a vivir en un
más deseablemente, de cooperación, para ambiente libre de contaminación (art. 19
la solución de problemas comunes del Nº 8); en el Código Civil hay un cúmulo
vecindario o comarca, o pueden adquirir de disposiciones legales relativas a la ve-
caracteres de colisión de pretendidos de- cindad; están ubicadas especialmente en
rechos, con una sucesión imprevisible de los títulos de: la ocupación, la accesión,
consecuencias. Los caracteres de derecho las servidumbres y las acciones posesorias,
absoluto y exclusivo que en términos ge- particularmente las especiales.
nerales se asignan al dominio, constitu- Deben considerarse también las nu-
yen el punto de partida en la solución de merosas disposiciones del Código Penal
tales conflictos pero, además, habrá que (especialmente las relativas a las faltas),
tener en cuenta las nuevas orientaciones de la Ley General de Urbanismo y Cons-
de la propiedad hacia una utilidad colec- trucciones, de la Ley de Organización y
tiva, así como otros principios generales, Atribuciones de las Municipalidades y de
especialmente el del repudio al abuso del la Ley de Copropiedad Inmobiliaria (en
derecho. Y más específicamente son con- general, puede verse la amplia referencia
venientes algunas normas que dispongan a textos legales formulada en el epígrafe
a lo menos algunas fórmulas generales y, “Las restricciones por justificaciones am-
en casos determinados, incluso algunas biental y sanitaria”; supra, Nº 57 ter).
sanciones. Sin embargo, las fuentes de conflictos
Entonces, normas sobre relaciones de son tantas que jamás podrán los textos le-
vecindad son el conjunto de reglas que gales tener respuesta para cada uno de
se refieren a los derechos y deberes de ellos; de ahí que sea necesario propiciar
las personas debido a que viven en esta- alguna noción básica que pueda servir de
do de vecindad, proximidad o cercanía. directriz para orientar la innumerable ca-
Los problemas y, por tanto, la necesi- suística (y que puede surgir del espíritu de
dad de soluciones, se presentan en los la legislación, con base en textos específi-
sectores rurales y urbanos, pero sin duda cos como los señalados). Se ha propuesto,
son más numerosos y agudos en las aglo- acertadamente, que las colisiones han de

67
Los bienes

salvarse aplicando un criterio de normali- piedad familiar. Puede entenderse por


dad en: el ejercicio de los derechos que a propiedad familiar (o de dimensiones fa-
cada vecino corresponde y en el destino miliares), la que se afecta al fin de man-
de los bienes que físicamente originan la tenimiento y progreso de una familia. La
contigüidad; así, quien se aparte de ese casa habitación, las pequeñas y medianas
ejercicio o uso normal, en consideración a explotaciones industriales, artesanales y
las características materiales, ambientales, agrícolas, constituyen objetos en que se
culturales, etc., del vecindario, se pondrá, concreta.
a lo menos en principio, al margen de lo Ha sido en el sector agrario en don-
que puede denominarse “lícita relación de de los intentos de difundirla han conse-
vecindad”. A lo anterior puede agregarse, guido mayores resultados, quizás por la
como elemento complementario, la nece- naturaleza de las explotaciones agrícolas.
sidad de que exista entre todos a quienes En primer lugar deben mencionarse for-
afectan esas relaciones, una recíproca tole- mas familiares de propiedad de origen
rancia dentro de ese concepto de normali- puramente consuetudinario, en las que
dad, que es flexible y relativo. la fuerza de la costumbre ha ido configu-
Con dos factores coincidentes: el au- rando un patrimonio de familia que se-
mento y concentración de la población cularmente se ha ido transmitiendo de
y el desarrollo industrial (que provoca y generación en generación (como el case-
disemina ampliamente la contaminación río vasco y la casa aragonesa en el norte
de variada naturaleza), en la actualidad de España, el masso chiusso en el norte de
hay dos caracteres destacables que adop- Italia).
tan estas relaciones: a) por una parte se La introducción de esta propiedad ha
colectivizan los sujetos involucrados (agru- requerido, en muchas ocasiones, de alte-
pados en juntas de vecinos, comités de raciones a principios y legislación tradi-
administración, asambleas de copropie- cionales; de ahí que se ha llegado a esta-
tarios), y b) por otra, se extiende el campo blecer en leyes especiales o mediante
de acción de las agresiones, de las de- modificaciones al Código Civil respecti-
fensas y finalmente de las normas, aban- vo. Códigos Civiles más recientes la esta-
donando la sola interpredialidad (colin- blecen directamente. En España (patri-
dantes), expandiéndose a zonas muy monio familiar), en Italia (patrimonio
extensas, aunque sigan siendo los cerca- familiare y mínima unità colturale), en Esta-
nos vecinos los más intensamente afec- dos Unidos (homestead), se ha constituido
tados. Con estos elementos, el tema se la propiedad familiar en pequeñas em-
vincula a la función social de la propie- presas agrarias, con algún éxito. En las
dad (incluyendo la planificación territo- legislaciones latinoamericanas, las leyes de
rial), a la regulación ambiental, y a la res- reforma agraria han sido una vía por la
ponsabilidad civil (y disfruta de la antigua cual se han llegado a constituir, en mu-
y renaciente herramienta de las “accio- chos países, explotaciones agrícolas de di-
nes populares”). mensiones familiares cuando, luego de
Por último, ésta es (otra) ocasión de las expropiaciones de predios mal explo-
recordar el derecho a vivir en un ambien- tados o de excesiva extensión, se asignan,
te libre de contaminación (consagrado entre otras formas, en medianas exten-
en la Constitución –art. 19 Nº 8– y desen- siones a cultivadores directos.
vuelto en textos especiales). Una gran dificultad que enfrenta la
institución, y que en buena parte entra-
65. La propiedad familiar. Para lograr ba su difusión, es el de la titularidad. Al
que a la propiedad tenga acceso la gran no constituir la familia una persona jurí-
mayoría de la población, es frecuente en- dica, no es posible tenerla como el sujeto
contrar, en distintas legislaciones, la ten- titular de la propiedad familiar. En defi-
dencia al fomento de la denominada pro- nitiva, sobre todo para las relaciones con

68
La propiedad y la posesión

terceros, los bienes que componen ese elementos de propiedad familiar, en el


patrimonio deben quedar radicados con denominado “hogar obrero”; se trataba
certeza en una persona natural, ge- de estatutos que desarrollaron planes de
neralmente el padre; de ahí que lo que construcción de viviendas con ayuda de
se llega a lograr es imponer determina- fondos públicos o semipúblicos, que dis-
das limitaciones a una propiedad, en ma- pusieron la inalienabilidad, inembargabi-
nos de un padre de familia, y mediante lidad e indivisibilidad (con un régimen
ellas se obtiene que quede, en la prácti- de adjudicación preferente) de tales in-
ca, afecta al beneficio del grupo familiar. muebles, aunque sólo en determinadas
Como limitaciones y características condiciones (ley 1.838, de 1906, sobre ha-
más sobresalientes, se contemplan las de bitaciones obreras; leyes 5.950, de 1936,
inalienabilidad (mientras se mantengan y 7.600, de 1943, orgánica de la Caja de
ciertos supuestos, como hijos menores, la habitación popular; pero puede obser-
por ej.), inembargabilidad e indivisibilidad. varse que esas características persisten tan
Esta última es la característica imprescin- sólo para inmuebles construidos a través
dible para su subsistencia. Se dispone de esos sistemas y su aplicación no fue
como indivisible tanto por actos entre vi- muy extendida).
vos como en la transmisión por causa de En el medio agrario se han logrado
muerte. En caso de fallecimiento del ti- otros avances, aunque no de gran impor-
tular, si no es posible mantenerla en co- tancia. Primero, la legislación que creó
munidad, se dispone su asignación a un una Caja de colonización agrícola (actual-
solo heredero, configurando un “derecho mente fusionada con otras instituciones
de atribución preferencial”, mediante un del Estado; ley 4.496, de 1928, con nu-
orden de prelación que se establece, no merosas modificaciones posteriores y más
siempre coincidente con los órdenes suce- tarde sustituida por la ley 5.604, de 1935)
sorios tradicionales. Con esta atribución estableció la creación de “parcelas”, que
a un solo heredero se logra también evi- constituyeron unidades económicas agrí-
tar los inconvenientes de una ilimitada colas de dimensiones familiares, princi-
división de inmuebles (que en la agricul- palmente en predios fiscales; dichas
tura se traduce en la formación de mini- parcelas, asignadas a particulares, tenían
fundios) con variados perjuicios en la caracteres de indivisibilidad e inembar-
producción. La indivisibilidad general- gabilidad, pero sólo mientras se cumplían
mente se establece respecto del inmue- obligaciones para con la institución; el
ble que es base de la propiedad familiar, sistema, en todo caso, no se desarrolló,
utilizándose luego los conceptos de in- cuantitativamente, en términos aprecia-
muebles por adherencia y por destina- bles. Más tarde, la primera ley de Refor-
ción. ma agraria (Nº 15.020 de 1963), implantó
En Chile, igualmente ha sido la acti- la llamada “propiedad familiar agrícola”,
vidad agraria la que ha posibilitado en con caracteres similares a los de aquellas
alguna medida la implantación de la pro- parcelas; y, por último, la segunda ley de
piedad familiar; de todas formas, su desa- Reforma agraria (Nº 16.640 de 1967), es-
rrollo ha sido escaso. La Constitución de tableció la “unidad agrícola familiar”, que
1925 contenía la disposición de que el llegó a tener alguna vigencia práctica.
Estado ha de propender “a la constitu- Luego de la expropiación de un predio,
ción de la propiedad familiar” (art. 10 para incorporarlo al proceso de reforma,
Nº 4), texto que por mucho tiempo per- el sistema contemplaba la etapa de pre-
maneció como disposición puramente paración, transitoria, de asentamiento,
programática. por tres a cinco años; al final de esa eta-
Respecto de inmuebles urbanos, al- pa, el organismo aplicador de la reforma
gunos antiguos textos de la legislación debía destinar el predio, teniendo como
habitacional introdujeron determinados primera alternativa la de asignarlo, en for-

69
Los bienes

ma de unidades agrícolas familiares, a suelen atribuirse a la propiedad familiar,


campesinos, en dominio individual. Fue mencionados al comienzo (inalienabilidad,
revestida de los caracteres de inalienabi- inembargabilidad y, sobre todo, indivisibi-
lidad e inembargabilidad, temporalmen- lidad), aquí no son acogidos. En todo caso,
te, y de indivisibilidad perpetua, tanto por en esta constatación no debe verse una
actos entre vivos como por causa de muer- objeción porque, en otro sentido, esas alu-
te, contemplándose también el derecho didas características pueden presentar se-
de atribución preferencial a un solo he- rios inconvenientes económicos por la
redero. Con posterioridad, esta legislación limitación que implican a la fluida circula-
fue ampliamente modificada y finalmen- ción de los bienes.
te derogada. Finalmente, para nuestros efectos debe
La ley 19.335 ha implantado lo que mencionarse la gran reforma introducida
denomina “bienes familiares” (introdu- al Código Civil en materia de filiación (con
ciendo un párrafo, el Nº 2, con ese nom- repercusión sucesoria) por la ley 19.585.
bre en el Título VI del Libro I del CC., Como se sabe, el texto está dirigido prin-
arts. 141 y sgts.) (su estudio corresponde cipalmente a la igualación (destacadamen-
al Derecho de familia). Aquí sólo se desta- te en materia hereditaria) de los derechos
carán algunos elementos de su estructura. de los hijos de filiación matrimonial con
Como norma básica, se dispone que “el los de filiación no matrimonial y a facili-
inmueble de propiedad de ambos cónyu- tar la investigación de la paternidad. Pero
ges o de alguno de ellos, que sirva de resi- también en el texto, continuándose en una
dencia principal de la familia, y los muebles tendencia (que se venía desenvolviendo
que guarnecen el hogar, podrán ser de- en textos precedentes), se consignaron re-
clarados bienes familiares y se regirán, en- formas sucesorias a favor del cónyuge so-
tonces, por las normas de este párrafo, breviviente. Entre ellas, se introdujo la im-
cualquiera que sea el régimen de bienes portante institución de la atribución
del matrimonio” (art. 141, inc. 1º). Efec- preferencial de la vivienda familiar, que
tuada la declaración (mediante un proce- implica, por lo que aquí importa, su indi-
dimiento rápido que la ley establece) “no visibilidad, característica que, como se ha
se podrán enajenar o gravar voluntaria- dicho, es tan importante en la propiedad
mente, ni prometer gravar o enajenar, los familiar. Si al fallecer un cónyuge ha deja-
bienes familiares, sino concurriendo la vo- do entre sus bienes la vivienda familiar, el
luntad de ambos cónyuges. Lo mismo re- cónyuge sobreviviente tiene derecho a
girá para la celebración de contratos que atribuírsela, con el mobiliario que la guar-
concedan derechos personales de uso o nece, con cargo a su cuota hereditaria,
de goce sobre algún bien familiar” con preferencia a los demás herederos, y
(art. 142, inc. 1º). Los cónyuges, de co- si el valor de ellos excede del valor de su
mún acuerdo, pueden desafectar un bien cuota, en el exceso puede pedir derecho
familiar y el cónyuge propietario puede de habitación o uso vitalicio y gratuito
pedir al juez la desafectación fundado en (art. 1337 Nº 10). No se trata –como es
que no está actualmente destinado a los fácil percatarse– de la consagración de una
fines de la institución (art. 145). Por otra propiedad familiar; simplemente se intro-
parte, la declaración de bien familiar per- duce en la vivienda familiar un rasgo cer-
mite alguna protección respecto de los cano a la indivisibilidad (tan importante
acreedores, en cuanto los cónyuges pue- en la propiedad familiar): al fallecer el
den “exigir que antes de proceder contra titular, si estaba casado, el cónyuge sobre-
los bienes familiares se persiga el crédito viviente (que, conforme a las normas de
en otros bienes del deudor” (art. 148), go- esta misma ley, le hereda) queda como su
zando así de lo que en materia de fianza dueño exclusivo o, al menos, como dueño
se denomina beneficio de orden o excu- en parte y usufructuario vitalicio en el res-
sión. Como puede verse, los caracteres que to. Cuando el valor de la vivienda excede

70
La propiedad y la posesión

a la cuota que le corresponde, es cierto los derechos reales limitados (v. supra,
que en el exceso no es dueño (la nuda Nos 3 bis y 57 bis sobre la protección na-
propiedad del exceso pertenece a los de- tural y cultural).
más herederos) pero, como queda como En cuanto a la recuperación de liber-
usufructuario vitalicio, en la realidad la tad de ciertos animales, entre nosotros
vivienda se mantiene sin dividirse (que hay reglas en el título de la ocupación
–como se ha dicho– es la característica (arts. 608, 619, 620, 621).
que, junto a otras ya mencionadas y que Respecto a las especies al parecer per-
aquí no se presentan, conforman los rasgos didas, aunque también pudiere conside-
fundamentales de la propiedad familiar). rarse una transferencia, estimamos que más
bien es una extinción para el perdedor,
65 bis. La extinción del dominio. El de modo que, de producirse la subasta, el
Código no contiene una regulación siste- dominio es adquirido originariamente por
mática de la materia y la doctrina nacio- el subastador (las reglas están en los
nal no le ha dedicado mucha atención. arts. 632, 633, 637, 642).
Puede terminar por varias causas. Sue- Sobre la incomerciabilidad, cuyas hi-
le distinguirse entre modos absolutos y pótesis más factibles se relacionan con la
relativos. Con los primeros desaparece el transformación de una cosa en bien na-
derecho (si posteriormente la cosa llega cional de uso público, entre nosotros ge-
a adquirirse por un nuevo titular, la ad- neralmente tendrá lugar por la vía de la
quisición es originaria. Con los segundos, expropiación (que será aludida pronto,
sólo cambia de titular (produciéndose un en la siguiente categoría). Hay situacio-
traspaso). nes que podrían quedar incluidas aquí
a) Entre los absolutos, los hay con y (en cuanto pérdida del dominio priva-
sin voluntad del dueño. Pueden mencio- do), como son las que pueden producir-
narse: la destrucción de la cosa (puede se en la formación de un lago de
ser voluntaria o involuntaria), la recupe- dominio público (v. supra, Nº 48, nota)
ración de la libertad de los animales cau- o río, o –algo más esperable– por el cam-
tivos o domesticados (es sin voluntad), bio de cauce de un río, en predios parti-
las especies al parecer perdidas (es sin culares. El dueño perdería el dominio del
voluntad), la incomerciabilidad (es sin sector del predio que ahora es lecho o
voluntad), el abandono (por definición, cauce (al menos respecto del cauce de
es voluntario). ríos, se ha resuelto que es bien nacional
Tratándose de la destrucción material, de uso público).
frecuentemente quedan restos, residuos El abandono tiene interesante historia
o despojos (que pueden ser valiosos, como y ha recibido atención de la doctrina. Sue-
en el caso de la joya que se funde); aun- le menospreciarse su examen porque ten-
que se ha estimado que nacería un nue- dría escasa aplicación, pero parece estar
vo derecho de propiedad sobre ellos para cobrando interés con la abundancia de
el nuevo dueño, parece preferible con- residuos (con distintas denominaciones
cluir que es el mismo derecho que ahora específicas: basura, chatarra) que para al-
recae en el objeto reducido o transfor- gunas personas pueden carecer de valor
mado; así, frecuentemente lo que acon- y, más aun, pueden ser indeseables y, para
tece es una destrucción parcial (o una otras, pueden resultar valiosos; y surgen,
transformación). En todo caso, ante el además, los bien relevantes residuos “tóxi-
concepto de destrucción física, para el cos” (que llegan a trascender al Derecho
ámbito de los derechos reales lo que ha- Internacional). Desde luego, respecto de
bitualmente más importa o tiene mayor estos últimos hay ya bastante regulación
interés es la pérdida de la función o rol que debe tenerse presente (v. algunos tex-
económico de la cosa, que se percibe e tos aplicables en supra, Nº 57 bis, últimas
influye señaladamente en la extinción de notas).

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Los bienes

En su aplicación surgen varias interro- mino del incumplimiento contractual;


gantes. Desde luego, sobre su admisión, algo semejante tendría que acontecer res-
que parece predominar ampliamente. pecto de las obligaciones propter rem las
¿Cuándo se pierde el dominio, al momen- cuales, en todo caso, gravarían a quien
to del abandono o cuando otro se apro- entre más tarde en el dominio o pose-
pia de la cosa abandonada? ¿Puede retrac- sión de la cosa, conforme a los principios
tarse el abandonante?, ¿se puede abando- y reglas de esas obligaciones.
nar una parte física?, ¿se puede abandonar Como el Conservador sólo efectúa
una cuota (por el único titular o por el cambios en el Registro con la presenta-
comunero)? ¿Qué acontece con los dere- ción de instrumentos públicos (el punto
chos reales y personales constituidos en la se verá luego), si el abandonante preten-
cosa o referidos a ella? ¿y con las obliga- de dejar sin efecto su inscripción, sería
ciones propter rem que puedan estar gra- necesaria una declaración de abandono
vando al titular abandonante? Si se trata por escritura pública, con la cual reque-
de un bien registrado, ¿debe o no efec- rirá la cancelación. El Conservador po-
tuarse alguna gestión en el Registro? dría negarse a inscribir, fundado en que
Aquí trataremos algunas. el art. 728 no contempla esta causal de
Estimamos que entre nosotros es ad- cese de la posesión inscrita, pero parece
misible. Puede acudirse a los arts. 12 y no justificarse; aquí se trata del abando-
624 del Código, y al art. 52 Nº 3 del Regl. no del dominio, no de la posesión inscri-
del Registro Conservatorio (v. también los ta (además, la taxatividad del citado tex-
arts. 829 y 858 del CC.). to está discutida, como se verá más
Se trata de un acto de disposición, adelante).
unilateral y no recepticio, de modo que b) En los relativos puede distinguirse
el dominio queda extinguido por el acto entre la transferencia voluntaria y la que
del abandono. se produce con prescindencia de la vo-
Cuando se trata de inmuebles, por el luntad del titular. En la primera se inclu-
art. 590 el Fisco adquiere el dominio ori- ye la tradición con todos los títulos tras-
ginariamente y de pleno Derecho por el laticios. En la segunda habitualmente se
modo de adquirir ley; si se trata de mue- incluyen diversas formas de la accesión,
bles, el eventual posterior adquirente ad- la expropiación, la prescripción adquisi-
quiere el dominio, asimismo, originaria- tiva (pero es muy discutible el carácter
mente (por ocupación). relativo –en el sentido de transmisivo con
Parece no haber inconveniente en ad- el que aquí es empleado el término– de
mitir que el comunero abandone su cuo- estas extinciones; es sostenible –y se ha
ta; más difícil es admitir el abandono por sostenido específicamente respecto de la
un único titular, de una cuota o de una expropiación y de la prescripción adqui-
parte física de la cosa (por esta vía, sobre sitiva– que el adquirente adquiere el do-
todo en la última, se podría pretender minio originariamente; en tal postura, que
“mejorar” la cosa que se mantiene). es la que compartimos, el expropiado y
Tratándose de derechos reales en cosa el antiguo dueño sufren una pérdida de
ajena, tendrían que mantenerse no obs- las aquí llamadas absolutas) (como el
tante el abandono; más tarde, el nuevo tema –según puede verse– se relaciona
adquirente tendría que respetarlos. En también con la perpetuidad del dominio,
cuanto a los derechos personales, la difi- v. además supra, Nº 59, en que se trata la
cultad tendría que solucionarse por el ca- revocación; también infra, Nº 268).

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