Caso práctico

El Colegio Estrella es un centro de educación infantil y primaria de 530 alumnos en total.

Está situado en una zona sub-urbana de una gran ciudad, donde predomina una
población de clase trabajadora y de escasos recursos económicos, con gran diversidad
relacionada con diferencias raciales, sociales, culturales, etc. Y gran cantidad de
alumnado inmigrante de distinta procedencia étnica.
Javier, el director, llegó el centro hace 10 años. Se trata de una persona amable y
resolutiva que trabaja continuamente para la mejora del centro, siendo él quien toma la
iniciativa para trabajar con el profesorado y quien toma las decisiones importantes. Este
año ha decidido que, por fin, el centro debe involucrarse en un Plan de Mejora y Calidad,
ya que él ha recibido un curso se formación en este sentido y para ello debe abordar
una forma de trabajo, acorde con esta formación recibida, para la atención a la
diversidad que presenta todo el alumnado. Es necesario que el centro carece de algunos
servicios, como un comedor, un gimnasio para actividades deportivas extraescolares y
una biblioteca.
En el comienzo del curso, en una conversación con el Equipo Directivo, Javier ha
comenzado a introducir la idea de la elaboración de una Plan de Mejora, intentando
obtener un consenso para empezar a trabajar lo antes posible en el mismo.
Uno de los debates que surgió en esta conversación fue la de cómo dar respuesta a los
alumnos que son percibidos como un desafío por su conducta y/o rendimiento
académico. La política oficial promovida por el equipo directivo del centro basado
siempre en la creencia de que “todos los alumnos pueden aprender” y el compromiso
colectivo de mantener altas expectativas para todos ellos. Pero muchos profesores
expresaron otros sentimientos. En las reuniones del claustro, los profesores se refirieron
a ciertos alumnos como “niños problema” o “disfuncionales”. Asimismo, los alumnos con
necesidades educativas especiales y bilingües se encontraban en situación de exclusión
escolar debido a la falta de atención por parte del centro. Por otro lado, también se
identificaron problemas de disciplina en el aula: alumnos gritando a sus profesores,
desafiando sus instrucciones o perturbando la marcha de la clase.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es la presencia en estos años creciente de
alumnos de padres extranjeros, vivencias familiares diversas y complejas, algunos
alumnos con discapacidades físicas y sensoriales, alumnos con carencias
socioeconómicas y de dificultades de aprendizaje relacionadas al desarrollo de la
lectoescritura y el cálculo.
Aunque algunos profesores reconocieron en privado cierta preocupación por no estar
ofreciendo un servicio de calidad a todos los alumnos, la mayoría vio la cuestión como
un problema que reside en el propio centro y que no ofrece soluciones al respecto.
Otras de las cuestiones que se plantean asimismo es la participación de los alumnos en
las cuestiones del centro, ya que aún no lo hacen, pensando para ellos en estrategias
como son Asambleas de Aula, Comisión de Alumnos Delegados de aula, Comisión de
Fiestas, etc.