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Publicado: 5 julio, 2012 | Autor: activistasdecristo | Archivado en: Apologética, Norman Geisler |2 comentarios
El relativista diría que la frase «El lápiz está a la izquierda del cuaderno» es relativa, porque
depende del lado del escritorio en que uno esté. El lugar siempre es relativo a la perspectiva,
afirman. Pero la verdad puede vincularse al tiempo también. En una época fue
perfectamente correcto decir: «Reagan es presidente», pero ahora es difícil decirlo. Fue
cierto en un momento, pero ya no. La verdad de tales declaraciones es irrevocablemente
contingente al momento en que se expresan.
De la misma manera, el relativista clama que la verdad depende de la persona que formula
la declaración. Si un cristiano dice: «Ustedes son dioses» (Juan 10:34), significa que
tenemos la imagen de Dios y que somos sus representantes. Pero si un mormón dice lo
mismo, se refiere a su esperanza de ser la deidad de su propio planeta. Si lo afirma un
panteísta, quiere decir que los seres humanos son Dios. La verdad depende de los puntos
de vista de quien formula la declaración y de su propósito. Además, «Me siento enfermo»
puede ser cierto para mí, pero no para todos los demás habitantes del mundo. Todas esas
expresiones son verdaderas solo en relación a la persona que las plantea.
Aquí parece, no obstante, haber un malentendido. La interpretación del relativista aparenta
estar mal dirigida. La perspectiva del orador respecto al tiempo y el espacio se entiende en
la expresión misma; por ejemplo: «Reagan es presidente» era cierto cuando se dijo en 1986,
pero siempre será verdadera, ya que en ninguna época dejará de ser verdad que Ronald
Reagan fue Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica en 1986. Si alguien afirma
lo mismo en 1997, plantea, entonces, una nueva proclama verdadera porque el tiempo
verbal en presente se emplea en 1997, a once años de distancia y fuera del contexto de la
otra expresión. El contexto «espacio-temporal» de las declaraciones es parte inherente del
contexto que determina el significado de esa aseveración. Sin embargo, si la frase «Reagan
es presidente» (dicha en 1986), es siempre verdadera para todos en todas partes, entonces
es una verdad absoluta. Lo mismo puede decirse del lápiz sobre el escritorio. La perspectiva
del orador es entendida como parte del contexto. Es una verdad absoluta.
¿Qué sucede, entonces, con la segunda versión del relativismo que indica que la verdad es
relativa a las personas?
«Si la verdad es inmutable, no puede haber nueva verdad». Esto de la nueva verdad,
podemos entenderlo en dos sentidos: puede significar «nuevo para nosotros», como ocurre
cuando la ciencia descubre algo que, en realidad, no es más que una verdad antigua que
apenas recién conocemos. Ella siempre ha estado allí, pero sucede que acabamos de
encontrarla. La otra forma de entender la nueva verdad es cuando algo novedoso llega a la
existencia, hecho que tampoco resulta conflictivo para el absolutismo. Cuando llegue el 1 de
enero de 2022, por ejemplo, nacerá una nueva verdad porque entonces será correcto [o
verdadero] decir: «Hoy es 1 de enero de 2022», lo cual nunca antes pudo ser cierto. Las
verdades «viejas» no cambian, sino que las «nuevas» pueden emerger en cierto momento.
Geisler, N., & Brooks, R. (1997). Apologética: Herramientas valiosas para la defensa de la
fe. Miami, FL: Editorial Unilit.