11/12/2019

Daniel González CI. 21.215.432

Trabajo 2: La captura del toro de creta (21 de abril – 20 de mayo)
Historia
Después de reposar y recuperarse de su triste victoria por la perdida de su amigo
Abderis, Hércules parte nuevamente para realizar su segunda tarea. Se dirige a
Creta al reino del Rey Minos, en la búsqueda del toro sagrado el cual nació de las
aguas de Poseidón. Nuestro héroe persigue al toro por todos los lugares guiado por
la luz desprendida del tercer ojo del toro.
Finalmente, Hércules logra domarlo y lo monta, este atraviesa el mar acompañado
del canto de las 7 hermanas (las pléyades), guiándolo hasta la isla de los cíclopes.
Una vez allí es recibido por tres de ellos Brontes, Steropes y Arges, quien toman el
toro sagrado y lo llevan al templo. Al cumplir la tarea nuestro protagonista regresa
con su maestro para prepararse al siguiente trabajo.
Interpretación
Es este apartado el discípulo transforma su pensamiento en materia es allí que está
presente la energía de tauro, es esa fuerza de atracción que quiere crear, se debe
agregar que destaca la creatividad en el signo. Por lo tanto, hay que domar el
aspecto animal que representa, para atravesar el mar de las emociones y entregarlo
a la divinidad de esta forma sea consagrado.
Al mismo tiempo el trabajo del tauro es de paciencia ya que debe comprender la ley
de atracción, conocer su energía corresponde a aprender a manejar su potencial
sexual, que en su defecto es la ascensión de la kundalini hasta el quinto chakra,
convirtiéndose en energía creativa. Su sensualidad le permite manifestar los
pensamientos en la forma, sin embargo, también puede representar una lucha
contra el sexo.
Es símbolo de la iluminación porque glorifica la materia a través de su medio la
creatividad e ilumina la ilusión del deseo. La luna ayuda en su trabajo de crear o
manifestar la forma y Venus es su soberano, puesto que, al ser el símbolo de la
unión a través del amor, moldea la estructura fijándola.
Por otro lado, corre el riesgo de estar atrapado dentro del laberinto de Minos para
ser sacrificado, es decir caer dentro de la ilusión de usar su fuerza sexual como
respuesta a impulsos animales de lujuria, perdiéndose a sí mismo. Montando el toro
del deseo, superando las ilusiones, el discípulo crea la materia cuando fusiona el
espíritu, alma y cuerpo.