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Manual de Supervisión Educativa

Universidad de Occidente Extensión Montesquieu


PEM en Pedagogía y Técnico en Administración Educativa.
Rosmin Dayana González Tije.
1704034006.

Licda. Guisela Rodríguez


23/03/2019.

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Manual de Supervisión Educativa

No. de Pág.

 Introducción 3
 Que es Supervisión Educativa 4
 Perfil del Supervisor Educativo 5
 La Supervisión y su Visita a las Escuelas 6,7
 Funciones de la Supervisión 8,9
 Manual de funciones, organizaciones y puestos 10, 12
 Estructura organizacional 13
 Conclusiones 14

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Manual de Supervisión Educativa

El presente texto tiene como objetivo dar a conocer la supervisión educativa para lo
cual es importante realizar distintas descripciones de conceptos, sus diferentes cambios
que ha tenido, características, principios y funciones que se desarrollan en la actualidad
desde el punto de vista de mejoras en la calidad educativa.
La supervisión Educativa es una tarea de gran importancia que realiza el administrador
educativo (supervisor), es por ello que la supervisión educativa tiene que estar a cargo
de un buen especialista en la rama educativa y conocer ampliamente sobre los temas
administrativos, técnicos pedagógicos , de capacitación y de tener buenas relaciones
humanas con la comunidad que administra y la evaluación que es una función especial
para determinar o medir el grado de avance que se tiene como administrador de su área
a evaluar.

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Manual de Supervisión Educativa

Que es Supervisión Educativa

La Supervisión Educativa constituye, se considera la columna vertebral del Sistema


Educativo en el sentido de ser aquélla la que sostiene el nexo entre la administración
superior y la comunidad educativa. Acciona como orientadora y brinda asistencia
técnica, permanente y profesional tanto a directivos como docentes, así como media en
la resolución de conflictos, producto de la poca o nula comunicación entre las partes
involucradas.

En Guatemala la supervisión educativa como tal tiene su base legal en lo siguiente:

a) Constitución Política de la República de Guatemala (Artículos 71, 72, 73 y 74).


b) Decreto Legislativo No. 12-91, Ley de Educación Nacional.
c) Acuerdo Gubernativo 123 "A", de fecha 11 de mayo de 1965, "Reglamento de la
Supervisión Técnica Escolar".

En el Acuerdo 123 “A” de 1965 se establecen el puesto y funciones del Supervisor


Educativo, divididas entre asuntos administrativos y técnicos. Más tarde, otros acuerdos
han agregado o modificado en cierta forma el acuerdo inicial.
El Supervisor Educativo -SE- juega un papel fundamental como enlace y hasta único
representante del Ministerio de Educación de Guatemala -MINEDUC- que tiene
contacto directo con su distrito o jurisdicción en centros educativos.

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Manual de Supervisión Educativa

Perfil del Supervisor Educativo

El perfil del SE es sumamente importante y consiste en las siguientes características y


conocimientos generales.
Cabe anotar que el SE posiblemente no tendrá todos los conocimientos al entrar en el
servicio hasta terminar con la etapa de inducción y las primeras etapas de capacitación
en el espacio de un año de servicio.
Debe tener los siguientes aspectos fundamentales para una mejor función como
autoridad educativa de su contexto.

Liderazgo
Tiene visión para la organización
Puede mantener un enfoque en lo importante
Maneja individuos y grupos efectivamente
Conoce técnicas de manejo de grupo
Maneja relaciones interpersonales con fluidez
Conoce técnicas para resolución de conflictos
Lleva el grupo a una visión compartida
Es ambicioso profesionalmente
Tiene facilidad de palabras y puede mediar en el momento indicado
Sabe escuchar a los demás y respeta las opiniones
Es humilde personalmente
Tiene alto nivel de integridad personal y profesional
Muestra iniciativa y autogestión
Es innovador
Es agente de cambio
Es flexible y adaptable
Puede comunicarse con facilidad
Sabe cuando incluir a los demás en la toma de decisiones
Puede indicar la diferencia entre el liderazgo y la administración
Comprometidos con la transformación educativa

Administración
Puede clarificar sus funciones más importantes
Puede organizar sus funciones en orden prioritario
Entiende y utiliza técnicas de planeación a corto y largo plazo
Formula, ejecuta y evalúa proyectos Puede manejar varios asuntos a la vez
Es proactivo
Sabe utilizar datos para la toma de decisiones
Utiliza técnicas adecuadas para la toma de decisiones
Conoce las leyes y reglamentos educativos relevantes

Académico
Puede explicar el nuevo modelo curricular
Metas educativas sean sostenibles y desarrolladas
Especial atención tendrá la relación de su función laboral, fortalecer sistemáticamente
los mecanismos de eficiencia, transparencia y eficacia garantizando los principios de
organización administrativa educativa, participación, descentralización, pertinencia,

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Manual de Supervisión Educativa

que establezca como centro del sistema educativo a los docentes de su región y
beneficiando la niñez y la juventud guatemalteca.
La Supervisión y su Visita a las Escuelas

Los inspectores ejercen su influencia directa sobre el sistema a través de las visitas que
realizan a los centros docentes. En estas, los supervisores también resultan supervisados
por la comunidad escolar, pues ponen a prueba su capacidad de trabajo, de coordinación
de grupos, su competencia para resolver problemas, su capacidad de diálogo, su
confiabilidad profesional...; en definitiva, en estas visitas, al supervisor revela su saber
estar y gana o pierde la confianza de los profesores que pretende guiar. La autoridad no
se impone, se conquista con el buen hacer.

Por otra parte, un supervisor o supervisora con cierta experiencia solo con entrar en el
recinto educativo ya detecta ciertos aspectos de su funcionamiento: está todo el mundo
en su sitio de trabajo, deambulan por los pasillos, están limpios los distintos espacios,
está localizable el director o directora... Por eso, las visitas in situ aportan información
real y directa difícil de obtener por otros medios, es una forma privilegiada de que el
supervisor se encuentre y reúna con todo el colectivo encargado de la educación en un
centro escolar. No conviene olvidar que los supervisores, en su comienzo europeo,
fueron “veedores”; hoy, para ejercer con solvencia este cometido, tienen que “mirar” o
ver con los instrumentos adecuados, de manera que puedan interpretar lo que observan y
compararlo con las observaciones de otros colegas, sin olvidar la globalidad del sistema.

Cuando el supervisor domina su profesión, los propios centros piden que les visite para
cerrar con él las programaciones, las adecuaciones o adaptaciones curriculares, para que
les acompañe en alguna reunión con familias o para revisar otros aspectos del
funcionamiento de la escuela. La visita es una estrategia de contacto, de análisis de la
realidad, de control, de asesoramiento y de evaluación, todo lo cual permite a la
administración enjuiciar con datos rigurosos la educación real en función de los
objetivos, recursos, instalaciones, programas, contextos, etc. Así el supervisor podrá
velar por el cumplimiento de la normatividad y por la optimización del sistema
educativo real y no el de los papeles.

Las visitas de supervisión a los centros deben ser oportunas, sistemáticas, estar
rigurosamente preparadas y planificadas (asunto que debe tratarse, sector con el que hay
que reunirse, documentos que conviene examinar, tiempo de duración) y posteriormente
será útil redactar un informe en el que conste:

1ª) el centro visitado y la fecha de la visita;


2ª) la actuación llevada a cabo y las causas que la motivaron;
3ª) el resultado de la intervención;
4ª) las propuestas de futuro.

Con objeto de que resulten beneficiosos para el sistema, los servicios de supervisión
tienen que partir de las necesidades de hoy e, incluso, estando abiertos a las de mañana.
La estructura y funcionamiento de muchos equipos de supervisión revelan que aún
siguen aferrados al ayer, con funciones poco o nada definidas, elección no
profesionalizada de su personal, permanencia en el puesto de trabajo más allá de las
posibilidades de desempeño eficaz, carencia directiva y de organización del servicio,
falta de fluidez comunicativa entre los integrantes, escasez de formación supervisora y

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Manual de Supervisión Educativa

de interés por hacer bien el trabajo; a veces, existe incluso cierto menosprecio o
manipulación de la tarea supervisora por parte de las autoridades. Esto muestra los
caminos que deben seguirse para hacer de la supervisión un estamento útil al sistema,
entre los que conviene subrayar la necesidad de la formación pertinente como ya se ha
mencionado antes. La misma debería ser obligatoria y condición previa para dedicarse a
este quehacer (por ejemplo en lo relacionado con la aplicación y tutelaje del Currículo
Nacional). Evidentemente, el supervisor puede imponerse por la fuerza que le dé su
cargo, pero ello no es recomendable ni positivo; la influencia del supervisor emana del
reconocimiento de su autoridad y saber, salvo en casos extremos en los que le pueda
resultar imprescindible obligar al cumplimiento de lo oficialmente establecido.
Los componentes observables dentro de la escuela son múltiples y dependen de los
aspectos que quieran abordarse; para ello, por ejemplo, pueden tenerse en cuenta los
propios datos ofrecidos por el centro, entre los que cabe destacar los escritos del director
o directora y del resto del personal, los trabajos de los alumnos seleccionados mediante
elecciones aleatorias, la observación directa del desempeño del profesorado en el aula,
la regularidad de su asistencia y puntualidad, la disciplina de los estudiantes, la riqueza
de la interacción profesor/alumno, profesor/profesor, alumno/alumno, director/familias,
etc., la comprobación de la aplicación del currículo en la práctica diaria, el perfil de la
dirección, el clima escolar...
En todos estos análisis, conviene recordar que las instituciones educativas son creadas
para la formación de niños y adolescentes o jóvenes y no para asegurar puestos de
trabajo vitalicios o hereditarios a docentes, directivos o supervisores como si mediante
ellos se pretendiera la supervivencia de un régimen feudal, escasamente motivador y
más preocupado por defender sus privilegios que por garantizar el nivel cultural del
país.
Solo conociendo el desempeño profesional de docentes y directivos, el supervisor o la
supervisora pueden asesorar y apoyar el trabajo de todos los implicados. Muchos
maestros no han tenido la mejor formación posible y para que esta circunstancia no
perjudique a sus alumnos conviene que con el trabajo o el apoyo del superior revise o
profundice ciertos aspectos de su quehacer o incluso se vea la posibilidad de facilitar la
ampliación de sus conocimientos por otras vías que les conduzca al mejoramiento de
sus prácticas; lo mismo cabe decir de los directores, sin olvidar nunca la importancia de
la autoformación, imprescindible para un educador. Los supervisores en este como en
otros planos deben servir de puente a través de su función mediadora entre las escuelas
y la administración para que todo el sistema funcione de forma coordinada y coherente,
como una buena máquina de relojería.
Un buen profesor o un destacado director no necesariamente será un buen supervisor,
pues las funciones son diferentes, además no puede ser más fiel a un sindicato o a un
partido político, ni siquiera a una escuela, que a su deber de controlar con objetividad,
mediar con eficacia, asesorar con profesionalidad y evaluar con rigor de manera
constructiva. Su posible cercanía a los políticos de turno no puede alejarle de su deber
para con la educación, por eso tendrá que ser leal con todos, pero sin perder la
objetividad que se espera de él.

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Manual de Supervisión Educativa

Fases de la supervisión

Según Briggs y Justman citados por Nérici 1975, nombran las siguientes como las
principales funciones de la supervisión escolar:
Ayudar a los maestros a comprender mejor los objetivos reales de la educación y el
papel esencial de la escuela en la consecución de los mismos.
Ayudar a los maestros a comprender mejor los problemas y las necesidades de los
jóvenes alumnos y a atender, en la medida de lo posible, a tales necesidades
Ejercer un liderazgo de carácter democrático en las siguientes formas: promoviendo el
perfeccionamiento profesional de la escuela y sus actividades; procurando establecer
relaciones de cooperación entre su personal; estimulándole desarrollo de los maestros en
ejercicio y acercando la escuela comunidad;
Establecer fuertes lazos morales entre los maestros en cuanto a su trabajo, de modo que
obren en estrecha esclarecida cooperación, para alcanzar los mismos fines generales;
Identificar el tipo de trabajo más adecuado para maestro, distribuyendo las tareas, pero
en forma que cada uno pueda desarrollar sus capacidades en otras direcciones
promisorias.
Ayudar a los maestros a adquirir mayor competencia didáctica
Orientar a los maestros principiantes para que se adapten a su profesión
Evaluar los resultados de los esfuerzos de cada maestro, de acuerdo con el desarrollo
alcanzado por los alumnos, según los objetivos establecidos
Ayudar a los maestros a diagnosticar las dificultades de los alumnos en el aprendizaje y
a elaborar planes de enseñanza para la superación de las mismas;
Ayudar a la comunidad a interpretar el programa de enseñanza puede darse en grupos.

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Funciones Técnicas (de consejero didáctico)


· Investigar sobre la realidad educativa de la zona en la que se desenvuelve
· Orientar y coordinar la labor didáctica, en cuanto a métodos, actores, recursos
· Consejero didáctico

Funciones administrativa
· Organiza la escuela, horarios y servicios
· Organiza el calendario escolar
· Adquiere materiales que se utilizan

Funciones Sociales
· Establecer buenas relaciones humanas con los involucrados en el proceso
· Procurar que la escuela trabaje en proyección social.

Otras funciones de la Supervisión

Las funciones de la supervisión docente son múltiples y significativas.


Dice Cuberley que “la función del supervisor es diagnosticar la necesidad, ofrecer
sugerencias y ayuda y no observar con espíritu crítico lo que el maestro hace o de
hacer”. El propósito debe ser constructivo. “lo que el maestro necesita no es crítica sino
orientación y auxilio pues la simple critica produce efectos negativos” (Nérici; 64).
Janise Pinto Peres dice: “La supervisión tiene como objeto general, el crear condiciones
para que se alcancen los objetivos de la educación”. Esto supone el perfeccionismo total
del proceso Enseñanza-Aprendizaje (Nérici; 67).
Se puede afirmar que la función básica de la supervisión docente, es la de lograr el
mejoramiento de los resultados del proceso de enseñanza, o dicho en otras palabras,
lograr que se mejore cada vez más la calidad del producto final del mencionado
proceso, (Fermín; 19) no olvidando que se intenta incrementar la iniciativa y
habilidades de los maestros para que progresivamente sean mejores y puedan emplearse
más creativa y productivamente en el logro de mayores niveles de desarrollo técnico y
profesional.
De la función básica de la supervisión se desprenderán los propósitos y objetivos que se
aspira a lograr con ella. Los propósitos son expresados en forma de aspiraciones: son
tareas que nos proponemos realizar con un fin determinado (Fermín; 20). El concepto de
objetivo es menos extenso. Es la identificación o definición de una meta que ha sido
aceptada como el producto final de una ejecución.

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mineduc.gob.gt/Jutiapa/documents/MANUAL_DE_FUN
CIONES_DIDEDUC.pdf

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La función del supervisor en la escuela es ayudar a los maestros a que utilicen su


máxima potencialidad: Todos los trabajadores de la educación tienen necesidad, en una
u otra forma, de recibir ayuda técnica, oportuna y científicamente proporcionada. Cada
uno de los docentes por competentes que sean, necesitan orientación.

Además, cuando el principal objetivo de la supervisión es estimular el progreso


profesional de los responsables de la educación, esto garantiza por sí solo la necesidad
constante de la supervisión, pues el campo del conocimiento humano no tiene límites y
el maestro puede prepararse para ser cada día mejor, favoreciendo con ello el
mejoramiento de la educación y de la sociedad en general ya que el proceso educativo
no puede quedar librado a su suerte y a la expectativa de si resulta o no por lo que es
también responsabilidad de la supervisión en general y del supervisor en particular,
comprometerse en ayudar y apoyar al maestro para alcanzar el mejoramiento del
proceso enseñanza-aprendizaje, contribuyendo así al logro del compromiso de la
excelencia y calidad educativa que se exige a todos los niveles.

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