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Presentado a:
Profesora: FAINORIS WILCHES
Objetivos Específicos
Definición
El desprendimiento de placenta (desprendimiento abrupto de la placenta) es una
complicación poco frecuente, pero grave, del embarazo.
La placenta se forma en el útero durante el embarazo. Esta se une a la pared del
útero y le provee al bebé nutrientes y oxígeno. El desprendimiento de placenta se
produce cuando la placenta se separa de forma parcial o completa de la pared
interna del útero antes del parto. Esto puede reducir o bloquear el suministro de
oxígeno y nutrientes al bebé, y provocar un sangrado intenso en la madre.
El desprendimiento de placenta con frecuencia aparece de manera repentina. Si no
se trata, pone en peligro tanto a la madre como al bebé.
Síntomas
El desprendimiento de placenta es más probable que ocurra en el último trimestre
del embarazo, en especial, durante las últimas semanas antes del nacimiento. Estos
son algunos signos y síntomas del desprendimiento de la placenta:
Sangrado vaginal
Dolor abdominal
Dolor de espalda
Sensibilidad uterina
Contracciones uterinas, a menudo, una inmediatamente después de la otra
Dureza en el útero o el abdomen
El dolor abdominal y el dolor de espalda, en general, comienzan repentinamente.
La cantidad de sangrado vaginal varía en gran medida y no necesariamente se
corresponde con la cantidad de placenta que se haya separado del útero. Es posible
que la sangre quede dentro del útero, por lo que podría no haber un sangrado visible
si hay un desprendimiento grave de la placenta.
En algunos casos, el desprendimiento de la placenta se manifiesta gradualmente
(desprendimiento crónico), lo que causa un sangrado vaginal leve e intermitente. Es
posible que el bebé no crezca tan rápido como lo esperado y que tengas un bajo
volumen de líquido amniótico (oligohidramnios) u otras complicaciones.
Causas
En general, no se conoce la causa del desprendimiento de la placenta. Algunas
causas posibles son traumatismos o lesiones abdominales, por ejemplo, a partir de
un accidente automovilístico o caída, o la pérdida rápida del líquido que rodea y
amortigua al bebé en el útero (líquido amniótico).
Incidencia
El desprendimiento de placenta tiene una incidencia de 0,4 al 1,5% de todos los
embarazos, con un pico entre las 24 y las 26 semanas.
Diagnostico
Evaluación clínica, a veces sumada a los hallazgos del laboratorio y
ecográficos.
El diagnóstico de desprendimiento de placenta se sospecha si se encuentra
cualquiera de los siguientes hallazgos después del primer trimestre:
Sangrado vaginal (doloroso o indoloro).
Dolor uterino espontáneo o a la palpación.
Distrés o muerte fetal.
Shock hemorrágico.
CID.
Dolor o shock desproporcionado con el grado de sangrado vaginal.
El desprendimiento de placenta también debe considerarse en mujeres que han
tenido un traumatismo abdominal. Si el sangrado se produce al final del embarazo,
debe descartarse la placenta previa, que tiene síntomas similares, antes de realizar
un examen pelviano; si hay una placenta previa, el examen puede agravar el
sangrado.
La evaluación del desprendimiento de placenta incluye lo siguiente:
Monitorización cardíaca fetal.
Hemograma completo.
Tipo y factor Rh.
TP/TTP.
Fibrinógeno sérico y productos de la división de la fibrina (el indicador más
sensible).
Plaquetas.
Ecografía transabdominal o pelviana.
Prueba de Kleihauer-Betke si la paciente tiene sangre Rh negativa, para
calcular la dosis de inmunoglobulina Rh0 (D) necesaria.
Test de Apt.
La monitorización cardíaca fetal puede detectar un patrón preocupante o la muerte
fetal.
La ecografía transvaginal es necesaria si se sospecha placenta previa sobre la base
de la ecografía transabdominal. Sin embargo, los resultados con cualquier tipo de
ecografía pueden ser normales en el desprendimiento prematuro de placenta.
Factores Predisponentes
Los factores que pueden aumentar el riesgo de presentar desprendimiento
placentario comprenden los siguientes:
Actividades de Enfermería
Orientación sobre:
El control prenatal temprano y cuidadoso, evitar los factores de riesgo.
Reconocimiento temprano y adecuado de las condiciones maternas tales
como diabetes e hipertensión.
Factores de riesgo asociados con el abruptio de placenta.
Fase Curación:
Brindar apoyo emocional tanto a la paciente como a la familia.
Administrar líquidos por vía IV y sangre total para restituirla perdida, según
prescripción médica.
Vigilar signos vitales.
Vigilar hemorragia vaginal y la altura del fondo para descubrir hemorragias
ocultas activas.
Reforzar los aspectos positivos del estado de la mujer sin dar falsas
esperanzas; hacer que la pareja escuche el foco fetal.
Explicar los procedimientos que pudieran ser necesarios.
Conclusión
https://www.msdmanuals.com/es-co/professional/ginecolog%C3%ADa-y-
obstetricia/anomal%C3%ADas-del-embarazo/desprendimiento-de-plancenta-
abruptio-placentae