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Desde nuestro punto de vista, la fiscalización aduanera puede interpretarse también como una
dimensión operativa mediante la cual se ejecutan dichas acciones de control, las mismas que
pueden adoptar dos modalidades, según lo definido en el artículo 2° de la Ley General de
Aduanas:
Acciones de control ordinario.- Aquellas que corresponde adoptarse para el trámite aduanero
de ingreso, salida y destinación aduanera de mercancías, conforme a la normatividad vigente,
que incluyen las acciones de revisión documentaria y reconocimiento físico, así como el análisis
de muestras, entre otras acciones efectuadas como parte del proceso de despacho aduanero,
así como la atención de solicitudes no contenciosas”.
3. Objetivos de la Fiscalización.
v Cautelar el Interés Fiscal.- La cual se logra mediante una correcta recaudación de los tributos
que gravan la importación de mercancías y el buen uso de los beneficios tributarios y demás
regímenes aduaneros creados para facilitar el comercio internacional.
- Cautelar el interés fiscal, lo que equivale a verificar la correcta recaudación de los tributos
aduaneros o el acogimiento lícito a los beneficios tributarios.
- Reprimir el Tráfico Ilícito de Mercancías, labor que cumplen los oficiales de aduanas en las
distintas fronteras de la patria; y
- Combatir la competencia desleal, para lo cual tiene el respaldo del INDECOPI, institución
encargada de imponer técnicamente los derechos antidumping y compensatorios para
aquellas mercancías que ingresen a nuestro país con precios subvaluados o subsidiados desde
el extranjero.
5. ¿Quién fiscaliza?
Por lo que demos mencionar que a nivel nacional las acciones de fiscalización se planifican,
dirigen y ejecutan por la Intendencia de Gestión y Control Aduanero (IGCA). Pero
específicamente cuando se trata de una determinada circunscripción territorial, dicha
fiscalización se encuentra a cargo de la Intendencia de Aduana Operativa de la República que
sea competente[5].
6. ¿A quiénes fiscaliza?
- almacenes aduaneros,
7. ¿Cómo se fiscaliza?
Las acciones de control y/o fiscalización aduanera se ejecutan por funcionarios debidamente
capacitados y entrenados en dicha labor, quienes actúan en base a ciertos indicadores de
riesgo o en mérito a una planificación realizada en resguardo del interés fiscal[6].
Así tenemos que la fiscalización aduanera puede consistir entre otras actuaciones o
disposiciones de carácter administrativo, en las siguientes:
- Operativos de fiscalización y
8. El fraude comercial.
La palabra Fraude proviene del latín “fraus o fraudes” que significa “engaño”, por lo que
puede definirse como cualquier acto contrario a la verdad y a la rectitud, es decir, se trata de
un acto realizado de manera deliberada por el operador de comercio exterior buscando eludir
una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros. Para la Comunidad Andina
(2007)[7] “Comprende tanto al ilícito tributario administrativo (infracción) como al ilícito
tributario penal (delito). No incluye el concepto de “economía de opción” que es optar por un
régimen tributario que se considere más beneficioso a una economía determinada”.
b) Evadir o intentar evadir cualquier prohibición o restricción a que estén sujetas las
mercancías.
c) Recibir o intentar recibir cualquier reembolso, subsidio u otro desembolso al cual no se tiene
derecho legítimo.
d) Obtener o intentar obtener en forma ilícita algún beneficio que perjudique los principios y
las prácticas de competencia leal de negocios”.
- Subvaluación, que consiste en declarar menor valor de las mercancías para pagar menos
tributos (doble facturación, refacturación para terceros intervinientes, etc).
La facultad discrecional que pudiera ostentar la autoridad aduanera debe ser entendida como
aquel pequeño margen de libertad que goza dicho funcionario para decidir un acto
administrativo según su propio criterio, pero sin salirse del marco de la ley o evitando cometer
arbitrariedades[8].
Por tal motivo, el artículo 62° del Código Tributario, precisa que la facultad de fiscalización de
la Administración Tributaria se ejerce en forma discrecional, de acuerdo a lo establecido en el
último párrafo de la Norma IV del Título Preliminar del precitado Código[9].
Desde que ingresé a realizar mis primeros estudios en materia aduanera, o sea algo más de
dos décadas atrás, aprendí que es posible distinguir nítidamente hasta tres tipos de
fiscalización que se practican en todo el país[10]. Pasemos a explicar cada uno de ellos:
a. Fiscalización Previa
Esta fiscalización se realiza antes de que se solicite destinación aduanera de la mercancía por
parte del despachador de aduana o el dueño o consignatario. La cual consiste en la verificación
previa del valor y contenido de la mercancía como ocurre en el caso de los reconocimientos
previos que están a cargo del Agente de Aduanas.
También podemos mencionar los actos administrativos que realiza la autoridad aduanera
disponiendo la inmovilización de la carga en zona primaria aduanera, usualmente esta labor se
encuentra a cargo de la IGCA.
Dentro de las acciones de fiscalización previa es oportuno mencionar a las alertas enviadas por
la IGCA a las Intendencias de Aduana Operativas, cuando detectan indicadores de riesgo o
existen razonables presunciones de fraude comercial.
b. Fiscalización Concurrente
Este tipo de fiscalización se realiza durante el despacho aduanero de las mercancías. Consiste
inicialmente en la verificación de la consistencia de datos transmitidos por el declarante al
momento de solicitar la destinación aduanera de las mercancías, y dicha labor se encuentra a
cargo del Sistema Integrado de Gestión Aduanera (SIGAD).
Otra forma de realizar este tipo de fiscalización consiste en la revisión documentaria (canal
naranja) de las declaraciones a cargo de las Intendencias de Aduana Operativas. Sin dejar de
mencionar la diligencia del reconocimiento físico (canal rojo) que se encuentra a cargo de las
Intendencias de Aduana Operativas
Finalmente, hay que mencionar a la extracción de muestras de la mercancía para que se emita
el respectivo Boletín Químico en el Laboratorio de la Intendencia de Aduana Marítima del
Callao, el cual sirve de sustento para verificar la correcta declaración de la subpartida nacional
arancelaria, que como bien sabemos tiene efectos netamente tributarios.
c. Fiscalización Posterior
La Administración Aduanera dentro del ejercicio de su potestad, tiene hasta cuatro (4) años
contados después de la numeración de la declaración aduanera de mercancías (DAM) o
después de culminado cualquier trámite u operación aduanera, para realizar las fiscalizaciones
que considere necesarias.
Existe dicho procedimiento que tiene como objetivo establecer las pautas a seguir para realizar
la programación y ejecución de las acciones de control, empleando principalmente técnicas de
gestión de riesgos. Estas acciones están vinculadas al despacho aduanero y comprenden: las
acciones de control ordinario y extraordinario.
Las acciones de control aduanero que realiza la administración aduanera para verificar el
cumplimiento de la legislación aduanera o de otras disposiciones cuya aplicación es de su
competencia y para evitar el fraude aduanero, pueden ser, entre otras:
1º Programación
2º Ejecución
- Trabajo de gabinete
4° Controversias
5º Retroalimentación
- Evadir o intentar evadir el pago de derechos o tasas / impuestos sobre los movimientos
comerciales de mercancías, y / o
- Recibir o intentar recibir reembolsos, subsidios u otros desembolsos a los que no se tiene
derecho, y / o
La Administración Aduanera tiene el plazo máximo de cuatro (4) años para aplicar y cobrar
sanciones, determinar y cobrar tributos, y requerir reembolso del drawback conforme a lo
estipulado en el artículo 155° de la Ley General de Aduanas.
En consecuencia, cualquier acto de fiscalización aduanera realizada vencido dicho plazo podría
devenir en ineficaz, en la medida que el contribuyente u operador de comercio exterior al ser
notificado o requerido para que cumpla con determinada obligación o sanción, estaría
perfectamente habilitado para solicitar la prescripción.
- Acciones inductivas.
- Solicitudes de información.
- Cruces de información.
Por lo que podemos afirmar que se trata de un marco normativo que no se contrapone en
modo alguno con la legislación aduanera vigente en materia de fiscalización, si no que por el
contrario, le sirve de complemento para reforzar dichas acciones de control.
16. Conclusiones.
Para el pleno ejercicio de dicha facultad cuenta con un marco legal que proviene de la propia
Ley General de Aduanas, el Código Tributario, los procedimientos aduaneros y el
Procedimiento de Fiscalización de SUNAT, sin dejar de mencionar la facultad discrecional que
obliga a la autoridad aduanera a optar por la decisión administrativa que considere más
conveniente para el interés público, dentro del marco que establece la ley.
Finalmente, agradezco a la Asociación Civil Foro Académico integrada por los estudiantes de la
Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, por concederme el honor
de brindar mi conferencia en las jornadas académicas que organizan con singular acierto, y
poder plasmarlo en esta ponencia que se convierte en un fiel testimonio de mi participación en
tan magno auditorio.
Dr. Javier Gustavo Oyarse Cruz. Docente en Postgrado UNMSM, USMP, USIL y UPC.
[2] El artículo 61 del TUO del Código Tributario señala que “La determinación de la obligación
tributaria efectuada por el deudor tributario está sujeta a fiscalización o verificación por la
Administración Tributaria, la que podrá modificarla cuando constate la omisión o inexactitud
en la información proporcionada, emitiendo la Resolución de Determinación, Orden de Pago o
Resolución de Multa”.
[3] Para Mario Alva Matteucci la conciencia tributaria es la “interiorización en los individuos
de los deberes tributarios fijados por las leyes, para cumplirlos de una manera voluntaria,
conociendo que su cumplimiento acarreará un beneficio común para la sociedad en la cual ellos
están insertados”.
[5] El artículo 9º del Reglamento de la Ley General de Aduanas aprobado por el D.S. N° 010-
2009-EF señala que: “Los intendentes dentro de su circunscripción, son competentes para
conocer y resolver los actos aduaneros y sus consecuencias tributarias y técnicas; son
igualmente competentes para resolver las consecuencias derivadas de los regímenes
aduaneros que originalmente hayan autorizado, cuando deban ser cumplidas en distintas
circunscripciones aduaneras.
Las intendencias que tengan competencia en todo el territorio aduanero deben conocer y
resolver los hechos relacionados con las acciones en las que hayan intervenido inicialmente.
Las acciones de cobranza coactiva serán ejecutadas por los funcionarios que establezca la
SUNAT, mediante Resolución de Superintendencia”.
[9] Dicha norma establece lo siguiente: “En los casos en que la Administración Tributaria se
encuentra facultada para actuar discrecionalmente optará por la decisión administrativa que
considere más conveniente para el interés público, dentro del marco que establece la ley”.
[10] No confundir esta clasificación que se refiere específicamente al ámbito aduanero, con lo
estipulado en el artículo 61 del TUO del Código Tributario.
[11] Lo cual demuestra que las acciones de control aduanero se realizan empleando
principalmente modernas técnicas de gestión de riesgo.